Los experimentos de OFIXD
Disclaimer: Total Drama Island y sus personajes son propiedad de sus creadores. Yo escribo por diversión y sin animo de lucro.
Resumen: Esto va a ser un conjunto one-shots y drabbles sobre TD. Parejas varias, no parejas en otros, romance en unos y drama en otros... un batiburrillo de ideas. Opinad en cada una y podéis sugerir parejas o retos.
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Clasificación: T-M
Protagonistas: Beth y Justin
Géneros: Hurt/Comfort, Angst, erótico
Tipo: One-shot
Reto: Convierte a tu personaje favorito en alguien cruel
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—Quiero ser tan manipuladora como tú.
Esa afirmación hubiese ofendido a cualquiera, menos a Justin. Por supuesto que todos querían ser como él porque él era hermoso y perfecto, un dios caminando entre mortales.
—Estaba claro que este día iba a llegar —contestó Justin sin desviar la mirada de su espejo de mano. Después de todo estaba contemplando su hermoso y precioso rostro.
—Quiero que los demás caigan rendidos a mis píes —dijo Beth con un poco de inseguridad en su voz. Justin negó con la cabeza y se dignó a mirarla.
—Eso no es manipulación, Elizabeth. Para conseguir eso tendrías que estar tan buenísima como yo, y yo es el caso.
—Para estar tan "buenísima" como tú tendría que ser un tío, Justin —contestó la chica.
A Justin le sorprendió que Beth tuviese una lengua afilada, claro que no era tan afilada como la suya pero eso significaba que había una pequeña esperanza para esa empollona gafotas.
—Igual tendrías que pedirle ayuda a Heather, Elizabeth. Así serás la más chachi del cole —dijo él burlándose de ella.
—A mi el instituto y la gente de ahí, especialmente la gente como Heather, me importa tres cojones. Te recuerdo que de los dos la lista soy yo, así que si quisiese ser como Heather le besaría el culo y ya está.
—Pero tú lo que quieres es que todos deseen follarte —adivinó el chico.
—¿Y? —preguntó ella ofendida.
—Nada, es maravilloso que quieras venirte al camino feliz de la vida —dijo él con una sonrisa.
—¿Y cómo lo hacemos? —preguntó ella esperanzada.
—¿Tienes dinero para operarte todo el cuerpo y convertirte en alguien con una belleza decente?
—Hablo en serio —dijo Beth.
—Y yo también —dijo el modelo. Poco le importaba herir los sentimientos del resto, pero como Beth ya estaba acostumbrada a ser insultada por su físico no le afectaba —. mira, podríamos maquillarte, hacerte un cambio de look y seguro que tus posibilidades aumentarían —vio a Beth emocionarse, así que decidió soltar la bomba—, pero en cuanto fueses a follarte al primero tendrías que quitarte la ropa y vería que eres un cardo, y te quedarías como estás ahora pero más humillada.
—Tiene que haber alguna forma de conseguirlo —dijo ella cruzando los brazos.
—Pues lo primero es aceptar que no vas a poder tirarte a los tíos buenos, no juegas en nuestra liga. Ahora bien, puedes tener un ejército de esclavos feos y empollones que es mejor que estar suplicando por un polvo como estás ahora.
—Vale, ¿cómo hago eso?
—Mira Beth, yo pasaría del cambio de look porque lo tuyo ya no tiene arreglo —Beth consideró darle un par de hostias, pero Justin tuvo la suerte de decir algo interesante justo a continuación de ese insulto—. ¿Tú quieres follarte a varios o que varios quieran follarte a ti? Si es lo segundo has tenido oportunidades que has desaprovechado.
—¿En serio? —preguntó ella con una enorme sonrisa. A Justin (aunque ni en un millón de años lo reconocería) le gustaba la sonrisa perfecta de la empollona, esos brackets definitivamente habían merecido la pena.
—El gilipollas de Cody te hubiese empotrado varias veces contra la pizarra en química, así por poner un ejemplo.
—Esto... Cody es gay, Justin.
—No, Cody es bisexual. Ahora está con Noah pero tú le sigues gustando.
—¿Te lo ha dicho él?
—No hace falta, desde que Gwen dejó de gustarle no te mira a la cara, sólo te mira las tetas.
—¿Y tú cómo sabes que me mira las tetas?
—Toda la clase lo sabe, pero ese no es el tema que nos ocupa ahora.
—¿Y ahora qué?
—Pues tu objetivo es poner tan cachondo a Cody que rompa con Noah sólo para que tú puedas humillarle con tu indiferencia.
—Eso suena bien —dijo Beth—. ¿Cómo lo hago?
—Mira, te acompañaré por ser la primera vez. Pero esto nos llevará un tiempo, esto no puede quedarse como un intento, mi pequeño y horroroso saltamontes.
Una semana después Justin consideró que Beth estaba lista para seducir a Cody. Después de observar a Noah y a Cody habían descubierto que Harold les daba las llaves de un aula para que tuviesen intimidad cada día después de que las clases acabasen, el problema es que no tenían idea de qué aula era.
El viernes siguiente ambos estaban escondidos tras unos arbustos urdiendo un plan mientras observaban al pelirrojo comerse una manzana a lo lejos.
—Podríamos amenazarle y decirle que si no nos confiesa qué aula es se lo contaremos a un profe —sugirió Justin.
—No seas tarugo —después de soportar tanto tiempo a Justin había empezado a insultarle, aunque eso no significa que se llevasen peor, de hecho se habían hecho algo así como amigos—. Si hacemos eso podría avisar a esos dos mariquitas y adiós al plan.
—Es verdad, pero es que no se me ocurre nada más.
—Por eso tu trabajo es estar callado y bonito y el mío es pensar por los dos —dijo Beth. Se le había afilado aún más la lengua, sí.
—¿Y qué sugieres que hagamos, Einstein?
—Tú cállate y sígueme el rollo.
Beth empezó a andar hacia dónde estaba Harold leyendo un libro.
—Hola, Harold —dijo Beth con fingida simpatía.
—Ah, hola Beth... y Justin.
—Oye, necesitamos encontrar a Cody urgentemente, ¿sabes dónde está? —preguntó la castaña.
Harold iba a responderle pero... de golpe algo le dijo que debía callarse y que sus intenciones no eran buenas. Al ver que no contestaba Beth insistió.
—Le he visto irse con Noah pero no se a dónde, ¿lo sabes tú?
Harold se sintió ligeramente intimidado por Beth, aunque no sabría decir por qué, así que se dirigió directamente a Justin.
—¿Y tú para qué quieres encontrar a Noah si le odias?
—A ver, es Beth la que está buscando a Cody, no a Noah. Y yo sólo la acompaño —dijo el modelo.
—Qué buenos amigos sois vosotros dos de golpe —comentó Harold—. Todo esto me huele a chamusquina.
—Pero Harold... tú me conoces... —empezó a decir Beth. El cuerpo de Justin empezó a reaccionar ante el tono que iba tomando la voz de ella, un tono seductor —. ¿Crees que les haría algo malo?
—Esto... no sé —contestó él rojo y nervioso. Beth estaba demasiado cerca.
—Harold... yo sé que tú lo sabes... —le dijo la castaña al oído—, pero eres tan buen amigo que no quieres decirlo... —Beth le pasó una mano por el pecho acariciándoselo—, pero de verdad... me urge encontrarle.
Justin le agradeció a todos los santos, a dios y a la propia virgen María estar llevando una camisa inusualmente larga en aquellos momentos porque con lo que Beth le estaba haciendo al pelirrojo delante de él le había provocado una tremenda erección y no tenía ganas de que alguien lo notase.
Os preguntaréis por qué ese comportamiento por parte de Beth provocaba unas reacciones tan contundentes en el cuerpo de Justin. La cosa es que hablando la castaña ella le había confesado que era virgen y que ni siquiera se había enrollado con un chico, así que Justin se enrolló con ella varias veces y le enseñó las zonas erógenas de los hombres y cómo estimularlas, y cómo la estaba enseñando a seducir pues... en cierto modo había llegado a funcionar con él.
—N-no te puedo decir nada, Beth —dijo el pelirrojo nervioso y tembloroso. Pobre imbécil.
—Qué pena... —dijo ella llevando una mano al paquete de Harold mientras le rozaba el cuello con los labios.
Harold entonces soltó un fuerte gemido. Justin se dio cuenta de que Beth le había apretado el paquete al otro lo que, a su vez, hizo que su pene se endureciese más.
—¡Ah-! Be-Beth... —Harold la sujetó por los hombros. Justin pensó que iba a apartarla —. No peres —suplicó.
Beth le mordisqueó el lóbulo de la oreja.
—¿Dónde está Cody? —preguntó al oído del pelirrojo.
—A-aula 229 —contestó son los ojos cerrados.
—Muy bien —contestó Beth levantándose como si nada —. Vamos, Justin.
Justin asintió sin creerse lo que acababa de pasar. Beth había engañado cruelmente a Harold.
—¡Espera! ¿Me vas a dejar así? —preguntó el pelirrojo.
Sin volverse para mirarle, ella le respondió con toda la maldad del mundo.
—Estoy segura de que podrás ocuparte tú solo de algo tan pequeño.
A partir de ese momento Justin siguió a Beth impresionado y con un calentón de mil infiernos. Pero al llegar al pasillo dónde estaba el aula 229 la seguridad de ella se esfumó.
—¿Y-y si no funciona? Igual no hace falta hacer esto... quie-quiero decir que si con Harold pude no-no es tan difícil —dijo ella.
Justin podría jurar que su erección se bajó un poco al escuchar eso.
—¿Vas a ser una wannabe toda tu puta vida? Fuiste la que quiso ser popular y no lo fue, la que quiso ser famosa y no lo fue, la que quiso ser una gran estudiante y no lo fue... ¿quién vas a ser? Nunca haces nada de lo que quieres. ¿De qué vas a vivir, Beth? Si tú nunca consigues lo que quieres— dijo el modelo para provocarla. Funcionó.
—Viviré de lo que tú me pagues para pensar por ti durante tu carrera y después, cuando te conviertas en un viejo decrépito y sólo te quede tu personalidad de mierda.
Tras decir esas palabras Beth se dirigió a paso firme hasta el aula seguida por un excesivamente sonriente Justin. Al llegar abrió la puerta sin importar nada más y ambos entraron como si el lugar les perteneciese.
—¿¡Qué demonios hacéis aquí!? —gritó Cody.
—¿No sabéis llamar a la puerta, o qué? —preguntó Noah molesto.
—¿No sabéis cerrar la puerta? —preguntó Beth.
—Buen punto —contestó el cínico.
—Cody... tenemos que hablar —dijo la de gafas mientras ella y Justin se dirigían una mirada con la que acordaban que él haría lo necesario para ayudarla.
—Oye Noah, ven aquí —dijo Justin—. Necesitan intimidad.
—Ni de broma, no pienso dejar aquí a Cody a solas con esa... desesperada —contestó Noah.
—Vaya, eso no ha sido muy amable por tu parte —dijo Beth, aunque Noah no podía ofenderla.
—Por irnos a la otra parte de la clase no va a pasar nada —contestó el modelo.
Noah resopló aburrido y siguió a Justin hasta la otra punta de la clase, entonces Beth arrinconó a Cody y le besó.
—¿Qué haces? ¡Suelta a mi novio! —Noah intentó ir hacia ellos pero Justin le agarró por detrás.
—Tú no vas a ir a ninguna parte —le dijo el modelo al oído. Un susurro muy erótico.
Cuando Beth se separó de Cody éste se quedó allí plantado.
—¿Por qué has hecho eso? —preguntó con sus ojos azules mirándola con incredulidad.
—Porque lo deseabas —contestó ella.
—¡Eres una puta! —gritó Noah. Justin lo sujetó más fuerte.
—¡Mentira! Yo sólo deseo a Noah.
—¿Ah sí? Entonces... ¿por qué miras mis tetas continuamente y por qué gritas mi nombre mientras te tocas la zambomba?
Ahí los tres chicos ya alucinaron por un tubo, cada uno por un motivo distinto.
—¡Cody no hace eso!
—Cállate —le dijo Justin desde atrás. Lo que Beth estaba haciendo estaba poniendo muy cachondo al modelo por lo que, accidentalmente, rozó con su gran erección a Noah. Noah abrió los ojos como platos y por primera vez en su vida se quedó sin palabras.
—Be-Beth... —dijo Cody sin saber dónde meterse. Beth arrimó su pelvis a la del chico.
—¿Por qué te haces el difícil? Los dos queremos lo mismo... —Beth le puso las manos en el pecho y le miró directamente a los ojos.
—Beth... —y se derritió por ella. Y la besó.
—¡Cody! —reclamó Noah con el corazón roto. En menos de un minuto esa chica que no gustaba a nadie había conseguido que su novio se la pegase con ella ahí, en toda su cara.
—Él podría quitársela de encima si quisiese —dijo Justin—. Pero no quiere —y para incomodarle más volvió a frotarle su erección contra el trasero.
Cody estaba completamente embriagado por Beth y cachondísimo. Su erección dolía y Beth no se apartaba por lo que, al besarse, no dejaba de frotarse en ella.
—¿Quieres follarme, Cody? —preguntó Beth.
—¡Sí quiero!
—¿Te gusto más que Noah?
—¡Sí!
—¿De verdad? —preguntó ella poniendo una mano sobre el miembro de Cody.
—¡Sí dios, sí! —y apretó el enorme culo de Beth con ambas manos.
Ella le dio un tremendo beso francés antes de separarse abruptamente de él.
—Gracias Cody, eso es todo lo que necesitaba saber.
En ese justo momento Justin soltó a Noah y Cody miró a su novio.
—¡Se te ha puesto dura con ese, cabrón! —le espetó Cody a Noah. Noah entonces se puso de muy mala leche.
—¡¿Y tú qué?! ¡¿Llevas un puto plátano en el bolsillo o es que te has alegrado mucho de ver a esa puerca?!
Con el orgullo de haber conseguido lo que se proponían Beth y Justin salieron de allí y después de cerrar la puerta se rieron como locos.
—¡Ha sido buenísimo!
—¡Ya te digo! —dijo él limpiándose una lágrima.
—Qué fácil ha sido —comentó ella con un poco de sorpresa en su voz.
—Bueno, has tenido un buen profesor —dijo él. Entonces la cogió en brazos al estilo nupcial.
—¿Qué haces? —preguntó ella con una sonrisa.
—No te hagas la tonta. Vamos a follar.
—Siempre he querido follarme a un modelo.
Y salieron de allí con el dulce sonido de Cody y Noah insultándose de fondo.
FIN
Notas de la autora: Esto... no me matéis. Se aceptan retos y parejas para futuros one-shots.
OFIXD
