¡ADVERTENCIA! Último lemon zukitrukis. ¡No me hago responsable por narices sangrando!

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Epílogo

Que alegría, dicha y felicidad sentía ahora que su vida había cambiado, la empresa familiar crecía más debido a que se alió con su cuñado, sus padres estaban orgullosos de él; su hijo había aprendido una valiosa lección, antes de juzgar a alguien debe de darle su momento de explicar, que no debes cegarte por lo que dicen otras personas de la persona a quien más amas o eso te costará tu propia felicidad. Y por fin después de tanto tiempo, vivía felizmente casado con ella.

Al fin podía respirar tranquilo, Sakura y él ya estaban juntos, después de hundir a Orochimaru y Karin en la prisión, Sasuke no quiso esperar más y comenzó a preparar todo para su boda de Sakura y él, cuando Sasuke comenzó con las preparaciones; Sakura casi gritó por la sorpresa de que Sasue ya tenía casi todo planeado para la boda, no pensó que Sasuke estuviera tan desesperado para compartir su vida con ella.

La boda se celebró en una playa, la ceremonia nadie se la perdió, todas la familia de los novios estuvo presente al igual que los amigos y alguno que otro socio. La recepción fue espectacular, todos sonreían y festejaban con energía y los novios se sentían felices de celebrar su gran día con su familia y amigos. Fue un día maravilloso

Y la luna de miel…

La noche de bodas fue inolvidable, habían compartido un momento muy intimo y especial para ellos. Después de tanto tiempo sufriendo por causa de malas personas, por fin podían demostrar su amor el uno con el otro.

Dejó salir un suspiro, mientras conducía su auto negro con rumbo a su casa, después de tanto trabajo en el día estaba ansioso de ver a su querida esposa e hijos, amaba a su familia más que a su propia vida por eso trataba de dar lo mejor de sí para ver las sonrisas de su esposa pelirrosa y de sus adorados hijos. Llegó a la gran casa que tenía frente a las playas del Caribe, llevaba viviendo en esa pequeña isla desde hace como tres años; miró el paisaje natural, se podían escuchar los cantos de las aves y el chocar del agua de la playa y pudo notar desde la colina el panorama de la ciudad.

Llegó a las entradas de su hogar y entró, estacionó el auto y bajó de él, al fin había llegado a su hogar. Suspiró, estaba ansioso de ver a su familia. Nada más entrar dentro de su casa, preguntó a la ama de llaves por su esposa e hijos.

-Están en el jardín.-Dijo la mujer.

Sasuke no esperó más y fue a donde estaban las personas más importantes de su vida. Y sonrió al verlos, Sakura y sus hijos, Sarada y Reiji, estaban jugando con unas cajas de cartones, al parecer lo que estaban construyendo era una "castillo".

—Cariño…—Dijo la pelirrosa al ver a su esposo.

Sasuke caminó hacia ellos y sin dejar de ver a Sakura. Ella lucía hermosa con su vestido blanco y floreado. Sus mejillas coloradas naturalmente y sus ojos verdes llenos de luz de amor.

–Que bien que has llegado, papi.—Dijo Sarada, para ser una niña de tres años y medio, hablaba con fluidez.

—¿Qué hacen?—Preguntó el pelinegro, mientras tomaba entre sus brazos a su hija.

—Estamos haciendo un castillo. —Respondió con alegría la pequeña Sarada.

—¿Quieres jugar?—Preguntó Sakura, dando a entender otra cosa.

—Solo si yo soy el rey.—Respondió Sasuke, quien miró con malicia a Sakura.

La pelirrosa se sonrojó por la respuesta. Sarada gritó feliz por oír que su padre jugaría con ellos y totalmente ajena a las insinuaciones de sus padres. Estuvieron jugando hasta que llegó la hora del almuerzo. Entraron a comer como toda una familia normal. Cuando fueron las tres, Sakura tomó a sus hijos y los llevó a que tomaran su baño. Sasuke ayudó a su esposa a bañar a sus hijos, adoraba hacer cosas juntos como bañar a sus hijos.

—Reiji… Deja de jalar mi cabello–Decía Sasuke a su hijo de apenas dos años. Sakura solo se burlaba de él. Cuando terminaron de bañar a sus hijos los vistieron y los llevaron a tomar una siesta.

Estando ya solos, Sasuke y Sakura fueron a sus aposentos para estar a solas, nada más entrar Sakura fue atacada por un excitado Sasuke. Sus besos eran salvajes y húmedos.

—El rey quiere que su reina pague por burlase de su rey.—

—Pero yo no he hecho nada, mi rey.—Dijo Sakura con fingida inocencia.

—¿Te parece gracioso que nuestro hijo me jale el cabello hasta casi arrancarlo?—Dijo Sasuke—No, corazón, tu vas a pagar por tal osadía. —

Se fundieron en un beso que se volvió eterno. Sasuke tenía sus manos en las caderas de Sakura, tratando de acercarla más a él. Se acariciaban mutuamente, pidiendo más de cada uno. Sus besos no eran suficiente, así que subieron de nivel.

Con agilidad, Sasuke le quitó el vestido a Sakura, dejándola en ropa interior, Sakura le quitaba la corbata al pelinegro mientras se besaban, se separaron un momento para tomar aire. Sus mejillas sonrojadas evidenciaban lo muy excitados y necesitados que estaban del uno y del otro. Su sangre corría por sus venas como causa provocada por el momento de los dos amantes.

—Te amo…–Dijo Sakura.

—También yo.—Respondió Sasuke y de nuevo acechó los dulces y adictivos labios de su mujer. La tomó entre sus brazos sin romper el beso y la puso en medio de la cama matrimonial, cama que compartían los dos. La miró y se le hizo agua la boca al ver a Sakura tumbada en la cama, sonrojada, con los labios hinchados y respirando con agitación por el momento. Se quitó la camisa con desesperación y en el acto, su camisa perdió varios botones.

Se acostó sobre ella. La besó nuevamente, sus besos fueron desde su boca hasta llegar a el cuello de la pelirrosa, besaba su cuello y dejaba una que otra marca. Luego dirigió su boca hasta el inicio de los senos de Sakura. Quitó el sujetador de Sakura, revelando esos hermosos pechos con areolas rosadas. Sasuke no tardó ni un rato más y con su boca capturó un pecho de la mujer pelirrosa, logrando que ella gimiera al sentir la boca de Sasuke en su pecho. Lamía, chupaba y hacía círculos con su lengua en el pezón ya duro, haciendo gemir aun más a Sakura. La pelirrosa no podía más, lo que Sasuke hacía a su pecho la alocaba de placer, placer que la tenía con excitante calor.

—Sasuke…—Gimió Sakura al sentir un dedo del azabache en su intimidad. Sasuke, siguió atormentado el pecho de la pelirrosa hasta que bajó sus labios hacia el plano estómago de la chica Hasta llegar a su femineidad.

Con su otra mano quitó la única prenda que tenia Sakura y comenzó a darle más placer con su dedo, metió un segundo dedo y con este acariciaba el pequeño botón de placer de Sakura. Ella instintivamente comenzó a mover sus caderas al compás de los dedos de Sasuke.

—¡Oh, Sasuke!—Gritó Sakura tras llegar a su primer orgasmo.

—¿Delicioso?—Dijo Sasuke.

—Por supuesto…—Respondió ella.—Pero ahora me toca a mí. —Sakura tumbó a Sasuke en el colchón y Sasuke no hizo otra cosa más que dejarse hacer.

Sakura se puso a horcajadas sobre Sasuke y lo besó, acariciaba su cabellos negro. Luego comenzó a dirigir sus manos al botón del pantalón, cuando lo ubicó abrió los pantalones y los quitó con ayuda del mismo Sasuke, luego los bóxers del azabache fueron quitados y Sakura pudo notar que Sasuke estaba demasiado excitado y sonrió pícara.

—Al parecer alguien necesita ayuda.—Dijo Sakura.

—Si y mucha…—Le respondió Sasuke.

Sakura lo besó de nuevo, sus besos eran salvajes, lujuriosos y llenos de amor. Amor mutuo y que era difícil de describir. Ambos se amaban, se amaban tanto hasta morir. La vida les había puesto pruebas que lograron pasar con unas cuantas heridas pero que pudieron sanar. Habían pasado por mucho sufrimiento y todo por causa de personas malignas que amenazaron su felicidad. En el fondo de su ser, Sasuke se lamentaba por todas las idioteces que hizo en el pasado, por su culpa y falta de confianza había abandonado a Sakura y había negado a su hija, les hizo daño, a ella y a su hija.

¿Cómo pudo ser tan idiota y estúpido como para creer que Sakura y su amigo jugaban con él? ¿Cómo pudo ser tan malditamente estúpido y creer a alguien más y no a la mujer que amaba?

Sin duda fue un desgraciado, pero ya no más. El día de su boda se prometió y le prometió a Sakura que ya no cometería el mismo error de nuevo.

Dispuesto a dejar de pensar en el pasado, Sasuke dejó que su cuerpo gozara de las delicadas caricias de Sakura. La pelirrosa comenzó a besar el cuello del azabache y descendió hasta el torso musculoso de Sasuke, acariciaba los bíceps perfectos de Uchiha, hasta que traviesamente bajó una mano hacia la gran erección de su esposo y amante, Sasuke se tensó al sentir la mano de Sakura jugar con su miembro duro y deseoso de poseer a esa mujer causante de su excitación.

-No te detengas.—Suplicó lleno de excitación el pelinegro.

Sakura solo obedeció a la petición de Sasuke. Arriba, abajo, rápido, lento, así era la forma en que Sakura hacía enloquecer a Sasuke. Las suaves manos masajeaban con ánimo aquella erección.

-¡Sa-Sakura!—Gimió Sasuke, que a duras penas trató de evitar llegar al clímax. Su respiración entrecortada indicaba que había disfrutado mucho de las atenciones de Sakura, quien sonreía complacida por haber logrado su cometido.

No tardó mucho en que Sasuke se recompusiera y de nuevo estuviera excitado y con más fuerzas, tumbó a Sakura sobre el colchón y la besó feroz. Lentamente y casi torturando a Sakura, comenzó a penetrar con la punta de su erección la cueva cálida de la pelirrosa.

-Por favor…-Logró decir Sakura atormentada por la tortura de querer ser penetrada ya.

Sasuke no dijo ni una palabra y comenzó a hundirse en Sakura, la vagina de Sakura lo recibió con deseo y amor, comenzaron a moverse logrando un vaivén de placer exquisito. Los gemidos inundaron la habitación, el clima cambio en esas paredes, sus cuerpos se movían con experiencia.

-Aaaaahh—Gimieron ambos al sentir sus cuerpos unidos. El flujo sanguíneo de ambos recorría sus cuerpos con rapidez, Sakura se sentía enloquecer por cada acometida del azabache, que provocó que ella moviera con más rapidez sus caderas y en el acto hiciera que Sasuke actuara igual.

Duro, lento, suave o viceversa, era como se satisfacían.

-Sakura…-Gimió Sasuke, tras haberse adentrado de nuevo en Sakura. Descargas de electricidad recorrían el cuerpo de Sasuke y estaba seguro que el de Sakura también.

-Sasuke-kun…-Respondió la pelirrosa.—No pares.—

-Nunca—Respondió el Uchiha con los ojos inyectados de placer.

Las embestidas se hicieron más salvajes, llevando a los dos amantes a la locura del placer. El éxtasis estaba por llegar, sus cuerpos lo sabían. Los movimientos de caderas fueron haciéndose lentas.

-Te amo.—Dijo Sakura.

-Yo también, mi Sakura.—Y la besó. La beso suave y después salvajemente, acariciando con su lengua cada rincón de la boca de la mujer pelirrosa. Dios, amaba besarla, amaba hacerlo. Con sus dedos acarició los pezones de Sakura haciendo que ella comenzara a sentir su clímax cerca.

-¡Sasuke!—Sakura no pudo más, el nudo que sentía en su bajo vientre se desató y con ello su orgasmo.

Saskue siguió embistiéndola, cegado por la lujuria. Hasta que comenzó a sentir su propio orgasmo venir. Lanzó un gruñido de satisfacción y terminó por derramarse dentro de ella para que al final cayera sobre Sakura, cansado. Ambos trataban de controlar sus respiraciones y al hacerlo sus cuerpos se separaron. Saskue tomó a su esposa Sakura en un abrazo lleno de amor.

-Te amo.—Logró decir Sasuke.

-Yo también te amo.—Respondió Sakura, para luego caer en un profundo sueño en los brazos de su esposo.

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La tarde había llegado y con ello la puesta del sol, aquel acontecimiento que era una belleza sin igual y romántica en las playas del Caribe.

Una pequeña niña con vestido blanco, jugaba en la orilla de la playa, recogía caracoles y pequeños camarones, su diversión atraía a su hermano menor que se unió al juego de su hermana mayor, aquellos niños eran idénticos a sus padres. Sarada en apariencia se parecía a su papá, pero tenía el carácter de su madre y el de su padre al igual que Reiji que se parecía a su madre y que tenía sus ojos verdes, su cabello heredado de su padre combinaba con sus pequeños e infantiles ojos verdes.

-Sarada, procura que tu hermano y tu no acercarse tanto a donde está profundo.—Fue la voz de Sasuke tras mirar a sus hijos jugar.

-¡Si, papi!—Respondió Sarada con obediencia.

Sasuke sonrió, la escena de sus hijos jugar lo hacía feliz.

-Son lindos.—Dijo una voz que él amaba oír.

-Lo son…-Respondió Sasuke.—Te hice pasar por tantas cosas que abecés pienso que es solo un sueño que tú estés a mi lado después de lo que te hice.—

Sakura posó una mano en una de las mejillas de Sasuke y lo miró con amor.

-Los dos pasamos por mucho…-Sakura besó a Sasuke y luego dijo:- Pero ¿Sabes? Ambos fuimos fuertes para superar los problemas y sobretodo, nuestro amor es tan grande y fuerte que no se dejó vencer por nada.—

-Gracias, Sakura.—Sasuke tomó las manos de la pelirrosa y las besó.—Gracias por darme una segunda oportunidad, por amarme a pesar de todo lo que pasamos y por darme esta nueva vida con nuestros hijos y contigo.—

Y se besaron, se besaron con pasión y amor.

La puesta del sol comenzó, ambos, Sasuke y Sakura admiraron a sus hijos jugar, mientras el rey Sol se ocultaba.

Y con aquel evento las gaviotas sobrevolaban sobre aquella familia, dándoles el deseo de la felicidad.

Fin

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Bueno, en unos momentos los finales de Naruto.