Final NaruHina
Hacía ya un tiempo desde que pasaron aquellos acontecimientos, la vida de sus amigos había cambiado, todos tenía sus propias familias, tenían unas esposas preciosas y unos hijos maravillosos, sus vidas eran tranquilas, y claro, con uno que otro problema, pero eran felices; al igual que él lo era.
Naruto Uzumaki tenía un buen trabajo como mano derecha de Sasori Haruno, mejor conocido como Sasori Akasuna, hermano mayor de su gran amiga Sakura, la cual estaba felizmente casada con su amigo Sasuke y hasta la pelirrosa había logrado su sueño de ser chef profesional y tenía su propio restaurt cinco estrellas; el rubio sonrió alegrándose por los logros alcanzados de su amigos, ellos estaban juntos y tenían una buena vida, Naruto aun no se podía creer lo que sus amigos tuvieron que pasar para llegar a estar juntos y amarse.
Aun recordaba aquél día en que a Sakura y a él les rompieron el corazón. Fue lo peor que hallase sufrido él, y sabía que también lo fue para su amiga que en esos momentos estaba embarazada, pero juntos como los amigos-hermanos que eran, superaron los obstáculos. Habían pasado por mucho solo para llegar a ser felices. Naruto sonrió, mientras miraba la fotografía de su esposa Hinata y sus hijos, Toneri y su pequeña Yuki, en esa fotografía sus hijos y esposa sonreían, mientras eran abrazados por él.
Naruto no podía creerse aún que estaba casado con Hinata, después de lo que pasó con Orochimaru, él le dio su espacio a Hinata por el trauma del secuestro sufrido, igual había hecho lo mismo con su amiga Tayuya, el rubio y la chica pelirroja decidieron ser amigos como lo eran Hinata y la misma pelirroja. Pero ¿Cómo terminó casado con Hinata?
Cuando iba a cumplir cuatro años de la derrota de Orochimaru, casualmente se encontró con Hinata en un parque, hacía un lindo día y él no tenía trabajo debido a que era día de descanso, entonces sin querer se encontró con un pequeño niño de piel clara y cabello azulado y de unos ojos color perla, color de ojos que él conocía, pero se dijo que tal vez era mera coinidencia. El pequeño estaba llorando y el rubio se acercó al pequeño para saber si le pasaba algo.
-E-Estoy perdido…-Había respondido el pequeño, mientras trataba de controlar sus hipidos.
-¿Cómo se llama tu madre?—Preguntó Naruto al pequeño infante.
El niño iba a responder cuando una voz de mujer se hizo escuchar.
-¡Toneri-kun!—Gritó aquella mujer.
-¡Mami!—El niño corrió hacia su madre quien lo recibió en un abrazo, el niño lloraba mientras le decía lo muy asustado que estaba por haberse perdido, aquella pelinegra le limpiaba sus lágrimas a ese niño y lo tranquilizaba.
-¿Estás bien?—Preguntó la pelinegra.
-¡Sí! Ese señor me trató de ayudar.—Dijo el pequeño Toneri cuando le señaló a su madre al pelirrubio.
Y cuando Hinata lo vio se sorprendió tanto como lo estaba Naruto cuando la vio llamar al niño. Se miraron y con sus miradas se dijeron todo. Se dijeron lo mucho que se habían extrañado, cuanto pensaron en cada uno, Naruto pudo ver en aquella mirada de perlas lo muy arrepentida que aun se sentía, lo miserable que se seguía sintiendo por ser una tonta y desconfiar de él, pero también vio amor, aun lo amaba.
Y él a ella igual.
Salió de su oficina para tomar el ascensor que lo llevaba al estacionamiento que había debajo del edificio, cuando llegó fue a su auto y al entrar en él lo encendió y comenzó a conducir con dirección a su hogar. Su cara era de felicidad porque ese día era especial, su hijo Toneri cumpliría seis años e iban a festejar el cumpleaños de su hijo con su familia y amigos.
Sabía que ese pequeño niño no era su hijo, lo sabía, era de otro hombre pero eso no le importaba, y por supuesto, no odiaba o aborrecía a el pequeño Toneri por ser hijo del autentico Toneri Otsutsuki, cuando comenzó a salir por segunda vez con Hinata, ella misma le había dicho que sí había querido a Toneri, pero no lo quiso reconocer y le dijo que debía de odiarlo por haber participado en el secuestro, pero no podía hacer eso, él se sacrificó para salvar su vida, aun le dolía que él muriera, pero estaba agradecida con él porque le dio un precioso niño que amaría y cuidaría por ese amor que él le tuvo a ella y porque gracias a él, ella tenía un gran niño que amaba.
"—A Toneri-kun lo quise y lo quiero, él dejó una carta para mí, una carta que escribió antes de morir, donde me decía que me amaba y lamentaba todo el daño, y que se conformaba con que yo lo quisiera si es que por lo menos pudo lograr de mi… Y que era libre de amar a alguien más o amarte solo a ti, Naruto-kun—"
-¿Sabes algo, Toneri? Creo que tu amor es más fuerte que el mío, porque aun antes y después de tu muerte le deseaste y deseas su felicidad…-Dijo Naruto.—No te preocupes, amigo, yo los cuidaré y le hablaré al pequeño Toneri sobre las cosas buenas de ti, porque sé que en el fondo tú fuiste bueno.—Naruto sonrió para mirar el cielo desde la ventanilla de su auto.
Naruto no tardó en llega a su casa y fue recibido por la ama de llaves, al entrar se fue directo al jardín donde vio a su esposa e hijos acompañados por los hijos de sus amigos.
-¡Papá! Llegaste.—Gritó Toneri al ver a su padre.
-¡Feliz cumpleaños, hijo!—Naruto lo abrazó y le dio un regalo que le había comprado.
-¿Qué es?—Preguntó el niño.
-Ábrelo, te gustará.—Dijo Naruto.
El niño le hizo caso, comenzó a abrir el paquete y de ahí sacó un balón de futbol. El niño sonrió al ver su regalo.
-¡Gracias, papá!—Agradeció el pequeño peliazul.
-Espera, Toneri-chan, tengo otro regalo.—Naruto le entregó otro paquete pero más pequeño y el pequeño Toneri lo tomó, lo abrió y al verlo se sorprendió, era un pequeño cuadro con la foto de Toneri Otsutsuki, su verdadero padre, siempre preguntaba a sus padres como era su padre biológico ya que tenía curiosidad; el pequeño sonrió, era el mejor regalo. Sabía que Naruto no era su padre de sangre, pero eso no significaba que no debía amarlo, al contrario, quería a su padre Naruto y estaba orgulloso de ser su hijo al igual que estaba orgulloso de ser hijo de Toneri.
-Gracias, papá, es el mejor regalo.—Toneri abrazó a su padre quien lo recibió con amor.
-De nada hijo…-Respondió Naruto, abrazando aun más a Toneri y después Toneri fue a donde estaban los demás niños y seguir jugando.
Festejaron el cumpleaños del pequeño peliazul, el niño festejado corría y jugaba con Sarada y Reiji, los hijos de Sasuke y Sakura Uchiha, también jugaban Ren, el hijo de Sasori y Shion, los gemelos Souta y Ami, hijos de Itachi e Izumi, el pequeño Souta tenía las facciones de su madre, mientras que la pequeña Ami era una réplica de su padr, también fue invitada Tayuya y Kimimaru, su prometido y padre del bebé que ella estaba esperando y también estaban presentes Shikadai, Inojin y ChouChou, hijos de Shikamaru, Sai y Chouji.
La fiesta era tan agradable y divertida, los adultos miraban a sus hijos jugar, Naruto peleaba con Sasuke por cosas bastante estúpidas, pero al final eran regañados, más bien golpeados, por Sakura. Después, llegó el momento del pastel, y cuando lo partieron y comenzaron a comer alagaron a la pelirrosa por el postre. Llegó la tarde y con ella los invitados se iban de la casa Uzumaki. Naruto junto con su esposa e hijos siguieron disfrutando del resto de la fiesta, solo que ahora en familia.
La hora de dormir llegó, Hinata llevó a su hijo a su cama y mientras lo metía a la cama ella hablaba con el niño.
-¿Te gustaron tus regalos, Toneri-kun?—Preguntó Hinata a su hijo mayor.
-¡Si! Pero el de papá fue el mejor.—Respondió Toneri, su cara infantil era de completa felicidad.—Al fin lo pude conocer.—
-¿A quién?—Preguntó Hinata, extrañada por lo último que dijo su hijo.
Toneri sacó el cuadro que Naruto le había obsequiado y Hinata se sorprendió mucho al verlo, en ese cuadro aparecía Toneri Otsutsuki, el padre biológico del pequeño que llevaba el mismo nombre, en ese pequeño retrato se mostraba a Toneri sonriendo, cosa que Hinata no pudo apreciar a ver porque Toneri solía ser serio como su madre, Kaguya.
-Papá me lo regaló, siempre quise saber como lucía mi otro papá y papá Naruto tiene mucha razón, me parezco tanto a papá Toneri, pero yo creo que me parezco a ambos y me siento orgulloso de tenerlos como papás a los dos.—Los ojos del pequeño brillaron de felicidad.
A Hinata le brotaron las lágrimas, cuando comenzó a reiniciar su relación con Naruto, ella siempre tuvo el temor de que su hijo odiara a Naruto, incluso pensó que Naruto haría lo mismo, pero una vez que habló con Hiashi Hyuga, el padre de la ojos perla, sus temores se tranquilizaron, su progenitor le había aconsejado que si quería evitar eso tenía que hablar con Naruto y si este no quería a su hijo, ella tenía que dejarle en claro que su hijo era lo importante para ella, era su hijo y como madre debía protegerlo, pero si Naruto estaba bien entonces tenían que hablar con su hijo y decirle que el rubio no tomaría el lugar de su padre biológico si eso era lo que llegara a pensar su nieto.
Y así fue, Naruto quería al pequeño Toneri como su hijo, hablaron con el pequeño, pero su sorpresa de los adultos fue mayor al ver que el niño no miraba a Naruto como un extraño y que lo quería, lo veía como su padre, como el papá que le hacía falta.
Hinata sonrió, Naruto era una persona maravillosa, el rubio quería que su hijo tuviera presente a Toneri en su vida, quería que lo amara y no lo odiara por sus equivocaciones del pasado.
-Hinata-chan…-A la habitación había entrado Naruto con la bebé en brazos.-¿Ocurre algo?—Preguntó el rubio al ver los ojos de su esposa.
-Te amo, Naruto-kun—Hinata abrazó al rubio, sorprendiéndolo.—Eres el mejor padre, amas a Toneri-kun como si fuera tu verdadero hijo, haces que él ame también a su otro padre.—
Naruto sonrió y abrazó de igual forma a Hinata.
-Yo te amo, Hinata-chan, a ti y a Toneri y a Yuki… Los amo a los tres.—Naruto besó a Hinata.
-Yo igual.—Respondió Hinata después del beso.
-¡Ya sé! Durmamos los cuatro juntos.—Exclamó Naruto y Toneri y Yuki gritaron de alegría al saber que dormirían con sus padres.
-Me parece perfecto.—Respondió Hinata y ahora ella besó a Naruto y ambos se dijeron con ese beso que se amaban, que después de todos los problemas del pasado se seguían amando.
-Eres sin duda un gran padre y esposo, Naruto uzumaki…-Y desde el más allá, el alma de Toneri Otsutsuki apreciaba la felicidad de su siempre amada Hinata y su hijo.
Toneri sabía que ellos nunca estarían solos… Siempre, por el resto de sus vidas él haría lo posible para que Naruto y Hinata se amaran.
Fin.
