Capítulo 4

La chica que había gritado su nombre era una niña de su edad, de pelo y ojos negros, que vestía una camiseta azul con el logo del clan Uchiha a la espalda y unas bermudas de color blanco, junto a unas sandalias shinobi de

color negro.

La chica se lanzó a abrazar al rubio, que se apartó y la dejó caer al suelo con una cara de sorpresa, pues Naruto nunca le había negado nada, mucho menos un abrazo.

Esdeath, por su parte, la reconoció como la chica que había estado la noche anterior con el hermano pelirrojo de su compañero de apartamento, en ese momento tuvo que usar todas sus fuerzas para evitar que su Teigu se descontrolase debido a su furia y comenzase a congelar todas las cosas que entrasen en contacto con ella.

- ¿Qué quieres Uchiha?- preguntó Naruto con un tono gélido, que impresionó a la niña, este no era el Naruto que conocía, ya no parecía aquel niño alegre que se desvivía por mimarla y que estuviera feliz, ahora tenía delante a una persona completamente distinta, y la intimidaba un poco.

- Que malo eres Naru-kun, eres mi novio, sólo quiero pasar tiempo contigo- le contestó con una sonrisa, dejando de lado esas extrañas sensaciones que le había provocado su recibimiento.

- Ya no soy tu novio- contestó, dejando en shock a la pelinegra, que sintió cómo si alguien le estuviera apretando el corazón, aplastándolo poco a poco y causándole un inmenso dolor, y provocando que la niña comenzase a llorar.

- ¿P-por qué?- preguntó con tristeza- ¿Ya no me quieres?- cuestionó mientras no era capaz de contener sus lágrimas, cayendo de rodillas; mientras tanto Edeath se cuestuionaba si esto era genuino o estaba fingiéndolo, si era la última, tenía que decir que era una muy buena actriz.

- No es eso, eres tú quién no me ama- respondió con el mismo tono monótono, confundiendo a la chica, él no podía saber sobre el plan de Menma ¿Verdad? Habían sido cuidadosos para no estar cerca siempre que Naruto estuviese por ahí.

- E-eso no es verdad, y-yo te amo- respondió con un ligero temblor en la voz, que ni ella sabía si se debía al llanto, al nerviosismo, o al miedo que tenía de perderlo, aunque no quisiese admitirlo.

- Vé a decirselo a Menma- respondió antes de darse la vuelta- nos vamos Esdeath-san- dijo a la peliceleste, que le envió una mirada de muerte a la pelinegra que estaba en shock, con los ojos muy abiertos y enfocando a ninguna parte, mientras las lágrimas seguían callendo por sus mejillas hasta llegar al suelo, y así la dejaron en medio de la calle, de tal forma que ellos ya se habían perdido de vista, y la chica seguía inmovil.

Naruto se alejó hasta que supo que ya no se le veía, seguido por una Esdeath preocupada, en el momento que sintió que sus sentimientos no podían contenerse más, se metió en un callejón y se abrazó a sus rodillas mientras lloraba con la cara escondida entre las piernas.

Esa visión le causó a Esdeath una sensación peor a cuándo Tatsumi la atravesó con Incursio; ahora su corazón no se rompía por traición, sino por la tristeza de ver a su "protegido" en ese estado y no poder hacer nada, ya que había tratado de acercarse y consolarlo cómo la noche anterior, pero él la había alejado y se había negado a dejar que se le acercase.

Finalmente, tras haber descargado toda su tristeza y su frustración por la situación que acababa de vivir se levantó, mirando a Esdeath, que se cubrió la boca por la sorpresa; pues los ojos de Naruto no mostraban nada más que una infinita tristeza, cómo si no hubiese nada alegre en su vida; ignorando las advertencias del chico se abrazó a él con todas sus fuerzas; por unos momentos no ocurrió nada, haciéndola contener su respiración; pero, sin esperarlo, una mano comenzó a acariciar su pelo, cuándo subió la mirada vió a su compañero mirándola con un destello de preocupación y cariño, cómo si aquella tristeza hubiese desparecido de un momento a otro, pero aún se podía vislumbrar un leve brillo triste.

- Lo siento por preocuparte, estoy bien- dijo, dándole una sonrisa tranuilizadora, ella asintió y lo soltó, encaminándose ambos hacia el apartamento que compartirían durante los próximos años.

Mientras tanto Satsuki Uchiha apenas se había recobrado de la sorpresa de que Naruto supiera de su plan con Menma; de un momento a otro todos los momentos de su "relación" con Naruto: Cuándo ella le confesó sus sentimientos, y la cara de absoluta felicidad que había tenido en rubio; su primera cita, cuándo él le ganó un pequeño peluche con forma de lobo en unos juegos de una feria del pueblo, cuándo ella no pudo derribar los vasos para conseguirlo; su primer beso tras su cuarta cita, bajo la luna llena y sobre la cabeza del Sandaime...

Viendo en bucle todos y cada uno de los buenos momentos que pasó al lado del rubio por fin comprendió lo que su fanatismo por el pelirrojo no le dejaba; estaba enamorada de Naruto, y ahora que él sabía lo que había planeado, él nunca la querría.

Comprendiendo con horror, que sus actos habían destruido el amor del rubio por ella, y que jamás podría recuperae aquello que había destruido, gritó; un grito lleno de tristeza y angustia, impropio de una niña de seis años, y sí más de alguien a quién le estuvieran arrebatando parte de alma.

Cuándo terminó de gritar, y antes de que llegaran los curiosos, se marchó a toda prisa a su casa, sin dejar de llorar; al llegar evitó que la vieran y se encerró en su cuarto a llorar hasta dormirse.

Ya sola en su cuarto, con Naruto durmiendo plácidamente en la suya propia, Esdeath decidió que era hora de comprobar las dos Teigus que se había traído de su antigua vida, así que, concentrando chakra en el tatuaje que tenía en su muñeca derecha, consiguió liberar lo que había ahí en una explosión de humo; para su sorpresa no sólo aparecieron las dos Teigus: Black Marlin y Shamshir; sino que también había varios rollos, abriéndolos vió que se trataba de rollos con jutsus, estilos de taijutsu, Genjutsu y todas las áreas ninja en general, algo que sacó una sonrisa a la niña, y le agradeció mentalmente al extraño viejo por brindarle ese extra.

Las siguientes semanas disfrutó de su vida apacible en esa aldea, había llegado incluso a apreciar la paz que se respiraba; también se relacionó de mejor forma con Naruto, aprendiendo mucho de él.

Era un chico dulce y amable, pero también tenía una fuerte voluntad y el deseo de ser mucho más fuerte que cualquier otro, un deseo que Esdeath respetaba; también aprendió que, en otra situación, la traición de su novia lo habría destrozado por dentro, pero la razón de que todavía estuviese feliz y el impacto no hubiese sido tan pronunciado había sido ella, algo que la hacía sonrojarse cada vez que lo pensaba.

Esdeath, pese a que no quería admitirlo, había comenzado a desarrollar sentimientos por su compañero de apartamento, e incluso hacía dibujos de ella y Naruto en forma chibi y en situaciones embarazosas: como un chini Naruto tratando de escapar con una chibi Esdeath encima muy sonrojada y tratando de besarlo.

Aunque siempre que comenzaba a dibujar en su "libreta especial", terminaba con la cara de un color rojo nueclar y humo saliendo por sus orejas.

Tras esas semanas decidió que era suficiente descanso, si quería recuperar su antigua fuerza, y aumentara al dominar este chakra que le había sido regalado con su segunda oportunidad, debía empezar a entrenar, y con ella empezaría a entrenar Naruto; pues ella sabía que su orgullo lo obligaría a igualar su entrenamiendo o incluso a realizar uno aún más duro.

Sus predicciones resultaron ser ciertas, y, en su primer entrenamiento le obsequió las dos Teigus que había traído para él: Black Marlin y Shamshir; cabe decir que una vez salió de la sorpresa inicial por recibir un regalo, y más aún por los poderes que su compañera aseguraba que poseían esas armas, decidió probarlos, resultando ser cierto; y cuándo le preguntó por qué motivo le daría algo así de poderoso a alguien en lugar de usarla ella misma, la mujer le explicó que su propia Teigu se encontraba en el interior de su cuerpo y no aceptaba que usara ninguna otra, así que buscaba a la persona más digna para portarlas, y ese era él.

Después de eso ambos siguieron entrenando en conjunto, aunque en secreto Naruto iba ahorrando dinero para obsequiarle a Esdeath un regalo muy epecial.

Por parte de Satsuki, ella se había sumido en una profunda depresión que tenía preocupados a sus padres, su hermano mayor Itachi y su hermano gemelo Sasuke, ninguno se explicaba qué podría haber sucedido para que su actitud cambiase de forma tan radical, pero la niña se negaba a decir nada sobre lo que había causado su depresión, más allá de que ella se lo había buscado por tonta.

Por su parte la familia Namikaze-Uzumaki seguían con sus vidas completamente felices y ajenos a la falta de uno de sus miembros en la casa familiar; lo único extraño que había notado el pelirrojo gemelo de Naruto, era que su herramienta para herir a su gemelo, Satsuki, no había vuelto a hablar con él, y cada vez que se veían por la calle ella lo miraba con odio y se negaba a dirigirle la palabra.

Pero a él no le imporataba lo que pudiese pasarle a la niña mientras cumpliese con su cometido, así que tampoco se preoucpó y siguió con sus actividades cotidianes sin preocupación.

Es más, los dos hermanos de nuestro rubio protagonista estaban muy emocionados, pues pronto celebrarían su séptimo cumpleaños, el mismo día que se cumplía el año desde la llegada de Esdeath, pero ellos no sabían eso, igual que tampoco sabían el problema que se les venía encima, cada vez con más velocidad.