Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.
¡A leer!
Niña.
Acostada en su reposera bajo el gran árbol que se encontraba en el jardín de su casa se hallaba Videl, con los ojos cerrados y sus manos en el vientre. Respiro profundo. Amaba el aire de la montaña Paoz. Tan puro. Al casarse con Gohan no dudo ni un minuto en mudarse en ese hermoso lugar. Al contrario a la cuidad era un lugar sumamente pacífico. Apretó sus ojos con fuerza. Tomo aire y suspiro. Estar embarazada de un Saiyajin era complicado; con apenas 6 seis meses de gestación el bebe, en este caso la bebe, daba unas patadas de mil demonios. Justo en ese momento había dado una. La bebe se movía muchísimo. Ya, sin nacer, era bastante inquieta.
—Me imagino lo inquieta que serás cuando nazcas. —dijo mirando tiernamente a la vez que frotaba su panza. Ya cuando disminuía los movimientos, Videl empezó a respirar con normalidad hasta que un grito volvió a inquietar a su esperada hija.
— ¡GOKUUUU! ¡YA ESTÁ EL ALMUERZO! —gritó desde la ventana la señora de la casa vecina. Videl cerró sus ojos. Estaba muy acostumbrada a los gritos de su suegra, pero eso la alteraba y alteraba a la misma vez al bebe. —Este hombre, —dijo Milk al ver que no había rastros de su esposo. — ¡GOKUUUUU!
—Hola suegra.
—Ah, Videl… ¿cómo estás?— pregunta apoyando los codos en el marco de la ventana.
—Un poco cansada, hoy desperté temprano para ir al médico. Fui a realizarme una ecografía. Ahora estoy esperando a Gohan para darle la noticia.
— ¿Cuál noticia?
—Es una niña. —dice muy emocionada y colocando sus manos de nuevo en su vientre.
A Milk le empezaron a brillar los ojos. —Videl, eso es…—su suegra no lo podía creer. —¡UNA NIÑA! —salió rápido de su casa para ir donde estaba Videl. La abrazó, se abrazaron, unas pequeñas lágrimas de felicidad salían de sus ojos, ¡Era la mejor noticia! Ella quería muchísimo a su suegra, por algo fue la primera en saber de su embarazo, ¡Mucho antes de anunciarlo en el cumpleaños de Bulma!, y ahora la primera en saber el sexo de su hija. Había confianza mutua. La señora Milk era la madre que Videl poco recuerda, y Videl era la hija que Milk nunca pudo tener. Entre abrazos, un olor proveniente del hogar Son inundó el jardín. — ¡La comida! —gritó secándose las lágrimas mientras corría a su casa. Videl rió y volvió su atención a su notable vientre.
—Eres una bendición. —la esposa de Gohan intento de nuevo cerrar los ojos para descansar cuando un ruido de ramas moviéndose le llamo la atención. Por un momento se asustó. — ¿Quién anda ahí?—preguntó al aire. Eso produjo que se muevan más las ramas. Empezó a preocuparse. Todavía no se había acostumbrado a los animales salvajes y feroces que habitaban en las montañas. ¿Qué podría ser? ¿Un tigre dientes de sable? ¿Un dinosaurio? ¿O…
—Hola Videl. —…su suegro.
—¡Señor Gokú! Un día me matará del susto. —gritó agitada con una mano en su pecho. El hombre, que apenas había salido entre los árboles, sonrió con una mano detrás de su cabeza. Miró a su nuera e instintivamente miro su vientre.
—¡Vaya, que barriga! Me recuerdas mucho a Milk cuando estaba embarazada de Gohan. —se acercó a ella sin dejar de mirar su panza. —¿puedo tocar? —pregunta. Cuando su esposa estaba embarazada de su primer hijo él, siempre después de entrenar, iba y le tocaba el vientre para sentir como se movía. Videl asintió con la cabeza. Gokú posó su mano en el vientre y sonrió al sentir movimientos. —Se está moviendo. —su nuera con una sonrisa responde con un simple "ajá". —Va a ser fuerte. Entrenaré mucho a mi nieto. —comenta convincente Gokú.
—Es niña.
—¿Es niña? —se escuchó otra voz. Videl giro el rostro para un costado y se dio cuenta que Gohan ya había llegado de su trabajo y estaba allí.
—Si mi amor, es una niña. —dijo Videl que ya le brillaba los ojos. Gohan corrió hacia su esposa y la abrazó. Empezó a decirle lo hermosa que será su hija al igual que ella, que podía ser una gran científica, que espantaría a cualquier amigo o novio que quisiera acercársele, etc. En fin, Gohan estaba más que emocionado.
Mientras tanto Gokú, quien ya respiraba el aroma del almuerzo que había preparado su mujer, pensaba: ¿Cómo entrenaría a una niña? Es un reto que estaba dispuesto a correr.
Palabras: 739.
N/A: Okay, aquí termina el tercer drabble de la Familia Son. No sé, siempre quise saber la reacción por saber sobre la primera niña Son, y salió esto. XD Ah, y PERDÓN por semejante tardanza, últimamente no tengo mucho tiempo.
Nos leemos luego :)
