Capítulo 5: Encuentros.
-¡Jajajajajajaja!-
¿Por qué le había causado tanta gracia la proposición que le hizo? Él con ella, qué había de malo… no cabía duda, jamás la entendería.
-Es tan gracioso verte reír de esa manera- Trunks le comentó serio –pero en estos momentos no le encuentro la gracia.
-No… Hahahahaha- apenas podía creer lo que sus oídos percibieron. Con un gran suspiro intentó tranquilizarse y cuando pudo, comentó bajo una gran sonrisa –Vaquero… ¿entiendes la sandez que has dicho? ¡No puedo creer que estés tan desesperado para preguntarme eso!
-¿Acaso tienes miedo que te presente como mi pareja?- él cruzó los brazos mientras observaba la reacción de ella. Era un hecho que desconocía la razón del porqué le preguntó eso… pero el ser la pareja de esa ruidosa no le parecía tan descabellado…
-No Trunks… no es miedo. Entiende que nunca podríamos salir como pareja… como amigos lo que quieras, pero nada más.- le miró sin reírse –Salir contigo en los planes que tanto desea tu familia… ¡nunca!
-Explícate.
-Verás. No somos los más indicados para tener una relación. Tú eres un atrayente de moscas que tiene tanta historia en la cama y yo soy tan patética para las relaciones… así que, si quieres que vaya, será con el plan de amigos- ella tomó la copa de vino tinto que le habían dejado.
-Yo no te he pedido que fuera de otra forma- Sí que se sintió dolido. ¿Acaso le recriminaba su antigua vida?
-Cierto. Y me da gusto que no sea de otra forma…- tomó más de su bebida mientras miraba la luna –ya que no quiero perder a un excelente amigo por tonterías.
-Hablas de una manera despechada Dahia… ¿Te hicieron algo?
Rayos, tuvo que abrir la boca de más. Suspiró molesta por recordar parte de su pasado… ¿acaso no podría superarlo algún día? –No es despecho… es la verdad.
-¿Por qué ahora tengo la sensación de que me escondes algo?- Él se preocupó al ver la seriedad de Dahia ya que nunca había estado de esa manera a su lado.
-No te escondo nada por el hecho que nunca te he contado esa parte de mi vida. Y si quieres que esta cena continúe… no me preguntes más.
Era un hecho que algo le había pasado, algo realmente fuerte. Trunks comenzaba a entender las reacciones de Dahia y cuando ella evadía partes de su vida, significaba que le lastimaba e intentaba evitar las preguntas de más. -De acuerdo, tú ganas por esta vez.- Trunks no la molestaría más, por ahora –Sin embargo quiero que me acompañes la siguiente semana… como amigos, lo prometo-
-Como amigos cuando quieras…- no siguió ya que se acordó de la promesa que le había hecho a Tame –Vaquero, no creo poder. Una amiga mía me invitó a otra fiesta ayer y yo le dije que iría.
-¡A NO! ¡Tienes que venir conmigo! No me falles, por favor… no quiero ser asesinado por mi padre. Te juro que no te molestarán ni te dirán cosas de más… pero no me dejes ir solo a esta fiesta, por favor.
Quería llorar. ¿Por qué sentía que se encontraba entre la espada y la pared? Por un lado Tame le había dicho que la siguiente semana sería la fiesta de una gran amiga suya y requería de compañía… y por el otro Trunks le estaba rogando que fuera con ella. ¡Qué hacer! No podía fallarle a Tame, pero por el otro… ella tenía a James.
-¿Qué poder tienes para convencerme? ¡Tame me va a matar!...- le miró con los ojos entrecerrados -¿Prometes que no me dirán nada por llegar contigo?-
-Te doy mi palabra.
-Ok, voy contigo… ¡pero!- interrumpió la gran risa de Trunks y las miradas llenas de odio hacia su persona de las mujeres cercanas -Pero vas a tener que dejarte invitar por mí en la siguiente semana. Eso o nada.
-¡Tramposa!- no cabía duda… esa mujer era el mismo diablo.
-Lo tomas o lo dejas.- se miró las uñas, retando a cierto ojiazul que estaba a punto de destrozar la mesa.
-Pero esta noche yo pago.
-De acuerdo… Trunks-vaquero…
Y disfrutaron de la excelente cena preparada por uno de los mejores chefs de todo Satan City…
¿Acaso su vida no podía ser mejor? Para esos momentos no había nada mejor que levantarse tarde y poder escaparse del cuidado de cierto gruñón que ni siquiera le permitía salir con sus amigas. ¡JA! Sí que su padre podía ser un despistado. Preocupándole un bledo que el rey de la casa se levantara de su siesta reparadora por no sentir su Ki, Bra salió de manera triunfal de su alcoba. Guardaba en su pequeña bolsa la cápsula de su auto y cuando estuvo lo suficientemente lejos de su hogar, decidió dirigirse al único lugar donde no corría peligro en caso de que a ese energúmeno le diera por perseguirla.
Siendo las 4 de la tarde, planeó las actividades siguientes para hacer que su hermano le ayudara con cierto chico que tanto amor le quería dar… ingenuos eran los hombres ante la mirada pícara de una mujer. No era que ella estuviera enamorada, al contrario, solamente buscaba a ese chico para hacer rabiar a ese flojo de su padre. No podía entender el porqué el rey de los Saiyajin abandonaba a su heredero y sobreprotegía a su segunda y femenina hija.
Manejó rápido hacia las afueras de la ciudad, esperando encontrar a cierto hermano suyo, el cual se escapó de la oficina como siempre… su madre gritó eufórica por el hecho de que Trunks se había escapado antes de una junta y ella estaría en su ausente representación. ¿Acaso su madre no entendía que la vida rutinaria de Trunks en la oficina generaba tantas huidas triunfales en su primogénito?
Aunque esta vez, le pareció tan extraño. Normalmente su hermano se escapa a todos los lugares menos posibles de ser encontrado… ¿pero a su departamento? Su gruñona secretaria le comentó el lugar a donde había huido, asombrándola por completo. ¿Acaso se sentía mal o había conseguido un nuevo aparato por el cual podía meterse horas completas a su laboratorio? Algo estaba escondiendo y hoy miércoles, se daría cuenta.
Llegó a la zona "nice" de Satan City. Se detuvo a unos metros de la entrada del edificio que buscaba y transformando su vehículo en cápsula lo guardó en su bolso.
-¡Buenas tardes Sam!- la joven Brielf entró como si fuera su propia casa.
-Buenas, señorita Bra, ¿cómo se encuentra hoy?- el portero sonrió ante la grata presencia. –Hace mucho que no viene por aquí.
-Lo sé… y hoy me encuentro especialmente desesperada por ver a mi hermano. ¿Está en casa?
-Así es… llegó desde las 3 junto con la señorita Ritller- abrió la puerta hacia el pasillo de los elevadores. – ¿Desea que la anuncie?
¿Señorita Ritller? Ohhh… entonces sus sospechas estaban completamente equivocadas… ¡Trunks con una chica! –No, quiero que sea una sorpresa.
-Entiendo, que tenga una excelente tarde, señorita Bra.
-Gracias Sam… hasta después.
No podía creerlo… ¡Trunks con una chica! Eso sí que era algo que no podía creer. Al principio subió al elevador completamente emocionada, pero al llegar al segundo piso le entró una furia sin más por el hecho que él le prometió que sería avisada de cualquier enamoramiento… ¡Y AHORA ESTABA CON ESA MUJER!
Salió eufórica y caminó a paso rápido hacia el departamento y, de un solo golpe, lo abrió sin más. Entró haciendo el mayor ruido posible. Se vengaría del silencio de su hermano.
-¡OYE TÚ HERMANO DESCON…! ¡AAAAHHH!
No pudo continuar ya que fue sorprendida por cuatro cuchillos que se incrustaron y la incrustaron en la pared y en el piso. Tres de ellos le atoraron parte de su camisa, bolsa y cabello, y el del piso estuvo a punto de encajarse en su pié derecho, cubierto por una simple y costosa sandalia.
-El intruso ha sido detenido… ¿Qué es lo que vas a hacerle Dahia?
-Lo de siempre mujer… eliminarla- cuando Bra abrió los ojos, se encontró a una chica alta, de cabello café sujetado en una cola de caballo. Traía puesta una blusa blanca desabrochada de los dos primeros botones y un pantalón de pana negro. Estaba descalza y en sus manos llevaba otro cuchillo más grande y un trapo sucio.
-¿Me comunico con la policía?
-No Lucybell, yo me encargo de ella- Dahia estaba a punto de lanzarle el último cuchillo, pero se detuvo al ver cierto color de ojos en la chica, reconociéndolos en su vecino. Se acercó a la recién llegada y poniendo el último cuchillo cerca del cuello de esta, continuó con el interrogatorio. -¿Quién eres y qué estás buscando aquí?
-Este yo… yo…- no podía negar que se encontraba nerviosa por ver esa arma pegada a su cuerpo, aunque después se sintió la mujer más idiota del universo por olvidar cierta herencia suya, así que de un solo movimiento se deshizo de los cuchillos y lanzó a esa tipa, la cual calló en el sillón fuertemente.
-Ahora verás- Dahia no se dejaría vencer por esa chiquilla. Al principio se sorprendió por semejante velocidad, pero después supo contrarrestar los fuertes golpes y sus movimientos… ¡quién era esa mocosa!
La pelea fue reñida y el departamento sufrió las consecuencias. Los sillones se encontraban tirados y algunos jarrones rotos. Para cuando Dahia fue capaz de detener a ese monstruo humano con su poder, logró someterla acostándola de frente, mientras ella tomó fuertemente los brazos de la chica y comentó a jalarlos hacia atrás, sentándose en su espalda.
-¡¿Quién demonios eres?!- ambas se encontraban agitadas, despeinadas y con algunos golpes marcados en sus pieles. Dahia, convencida de que nunca se había enfrentado con alguien así, estaba asombrada ante el poder de esa joven no mayor a 19 años.
-¡Eso mismo te pregunto yo! ¡Qué demonios haces en el departamento de mi hermano!- intentaba zafarse, pero le era imposible… la mujer esa sí que era fuerte.
-¿Eh?- Dahia la soltó inmediatamente. ¿Hermano? Oh no… estaba en serios problemas.
-¡Quítate de encima!- y como pudo lanzó nuevamente a esa ladrona, lo que no calculo fue la fuerza y su agresora fue a caer exactamente al gran ventanal, destruyéndolo a su paso. Se levantó inmediatamente y encontró a su rival completamente derrumbada, acostada en una gran capa de cristales rotos.
-Ah…- no pudo moverse. No había duda que esa jovencita tenía una gran fuerza y le había lastimado de verdad… adiós misión de mañana. Bra se acercó rápidamente a la derrotada y atónita encontró que varios de esos cristales se habían incrustado en su brazo derecho y espalda. –No te muevas… déjame ir por ayuda- literalmente eso fue lo último que escuchó antes de perderse en el dolor en su espalda.
-¡Oh Kami…! ¡Dahia!- para cuando pudo reaccionar, se encontraba su hermano en el balcón observando el resultado de esa pelea.
Trunks estaba preparando el postre cuando escuchó ruidos extraños en el departamento de su vecina, pero jamás se imaginó una guerra campal entre ella y su hermana. Pensó que Dahia se había enojado nuevamente porque se le había quemado la comida. Resignado a pedir comida china continuó con lo suyo y fue hasta que escuchó el cristal rompiéndose, cuando se asomó y con horror vio a Dahia tendida. Sin más corrió a su lado e intentó levantarla sin lastimarla más.
-¡TRUNKS!- Bra le ayudó a su hermano. Para cuando lograron sostener a una semiinconsciente Dahia, la acercaron al sillón más cercano.
-Bra… ¡qué demonios pasó aquí!- se sentó primero para recibir a Dahia y colocándola de tal manera que ella recargaba su peso en el pecho de él, observó que las heridas en su espalda comenzaban a sangrar.
Pues verás…
-Me explicarás después. Levanta a Giru y tráele de inmediato, junto con el alcohol y algodón que tengo en el botiquín del baño…
-Pero hermano, ¿dónde está Giru?- se puso enfrente de él y comenzó a buscar debajo del desorden al robot.
-¡En mi departamento! ¡Rápido Bra que se desmaya!- sintió como su vecina respiraba más lento, síntoma que perdería el conocimiento de un momento a otro.
-¡Pero este es tu departamento!
-¡No! Este es el de ella, el mío es pasando el balcón a mano izquierda… ¡ve mujer que es urgente!
No podía sentirse más idiota. Corrió rápidamente hacia donde Trunks le había indicado y si, encontró los muebles que ella misma le había escogido. Giru se encontraba acostado en la alfombra cercana a la chimenea. Con una fuerte patada le despertó, le tomó del brazo aún en el aire y tomando el botiquín de primeros auxilios del baño, corrió hacia el departamento de la vecina de su hermano…
-Tú hermana sí que-que pega duro.- Dahia estaba contrariada ante las heridas y la derrota de esa pelea estúpida. Aunque no podía negar que se sentía tan bien con el trato tan tierno que él le regalaba.
-Lo sé… y no hables, deja que te cure…- estaba desabrochándole la blusa lo más lento que pudo sin separarla de su cuerpo, intentando esconder sin lograrlo el gran rubor en sus mejillas por percibir cierta parte de su anatomía -Y créeme cuando te digo que no te voy a hacer nada malo ni disfruto esto.
-Pervertido mentiroso…- rió un poco al imaginarse la cara tan roja de él. No cabía duda que siempre acababa en sus brazos.
-Aquí están- Brallegó con lo solicitado y se acomodó a su lado -¿Te ayudo en algo?
-Por favor, auxíliame en quitarle la blusa y a curar su espalda mientras Giru le quita los cristales.
-Mmm…- Dahia comenzó a sentir que el dolor se incrementaba. No había duda que quedaría dormida en cualquier momento. -¿No me crees qu-que he estado en sit-situaciones peores?- Se burlaba de sí misma, cómo era posible que cayera tan bajo ante la hermana de Trunks. Sería el hazmerreír de todos sus compañeros de trabajo al enterarse de semejante derrota. Se rió un poco. –Te juro que h-he sido masacra… ¡AUCH!- tuvo un movimiento en falso y uno de esos cristales se encajó nuevamente, causándole más dolor.
-Ya te dije que no hables Dahia… ni te rías que eso abrirá más tus heridas.- La acomodó mejor y así ella pudo apoyar su cabeza entre su cuello.
-Yo no pu… Mmmm…- no pudo decir más ya que Giru le inyecto algo desconocido, durmiéndola al instante.
-Dahia dormir mientras curo… Giru puso anestesia.
-¿Te das cuenta que intentará matarte de nuevo? Giru, no debiste de haberla dormido, se enojará como la otra vez- Trunks logró despojarle de su blusa, intentando no mirar cierta parte cubierta por un sostén blanco y así el robot comenzó a curarla… Agradecía que no fuera encaje, porque si no...
Mientras la pobre Bra se sentía la peor basura de todas. No solo había atacado a la amiga de Trunks, arruinado el departamento de ella y preocupado a su hermano, si no que había arruinado la comida de ellos dos. Cuando Dahia fue llevada a su habitación con las heridas curadas y una nueva blusa puesta, ambos Brielf acomodaban el desastre creado.
-Lo siento hermanito, nunca me imaginé que me había equivocado de departamento.
-Déjalo. Ya veré la manera de bajarle el coraje a Dahia, así que no pongas esa cara- se acercó a ella y la abrazó fuertemente.
-Pero Trunks… ¡la ataqué sin merecerlo!
-Sí, y ella como buena mujer se defendió y también te dio una buena paliza- él acarició el curita localizado en la mejilla derecha de su hermana –así que olvídalo. Aunque se vea una persona regia y molesta, es todo un amor. Comprenderá la situación cuando se lo expliquemos con calma.
-¿Arruiné una cita?- agachó la mirada completamente apenada.
-No, devastaste mis planes de sobornarla para que no me invitara a cenar mañana y convencerla para que se pusiera un vestido que se compró el otro día para la fiesta del viernes, pero ahora es más que imposible la cena de mañana y el uso de esa prenda.
-Me siento tan mal, no deb…
-Trunks, Dahia tiene una llamada… ¿aun duerme?-Lucy interrumpió a Bra, generando que esta buscara por todas partes a la dueña de esa voz, generando una carcajada en el nombrado.
-Sí, por desgracia estará inconsciente por algunas horas. ¿Es importante? ¿Puedo ayudar en algo?
-Es su jefe…- tardó en contestarle al hombre -¿puedes tomar la llamada y explicarle lo sucedido?
-Claro.
-Bien…- se escucharon varios ruidos para después un grito descomunal detrás de las bocinas -¡¿Quién demonios eres y qué le has hecho a Dahia?!- la voz de un hombre maduro se escuchaba realmente molesta.
-Mi nombre es Trunks Brielf y soy el vecino de Dahia. Ella tuvo un accidente ya que se incrustó varios cristales en su espalda por una caída accidental en el ventanal de su casa. Ahora duerme ya que le he colocado un sedant…
-¡MALDITA SEA! En 20 minutos llegará un trabajador de mi empresa para checar a Dahia, y si me…-
-No hace falta que grites jefecito adorado… me duele la cabeza- los presentes voltearon y encontraron a una despeinada y adormilada Dahia, jalando su cobija –Así que deja tus regaños a otra parte y no dejes que venga Joe, sabes lo loco que se pone ante heridas pequeñas.
-¿Quién crees que eres para darme órdenes a MI? Te recuerdo que soy nada más ni nada menos que tu maldito jefe… ¡ASÍ QUE DÉJATE DE ESTUPIDECES Y DEJA QUE TE CURE!- el grito se escuchó por todo el departamento gracias a las bocinas. Ante eso, la dueña del lugar se acercó al teléfono más cercano, previendo los gritos y futuros sermones. No quería que los escucharan sus invitados.
-No molestes. ¿Dudas de mi salud? Vamos jefecito, estoy bien.- se acercó a Trunks y a Bra para robarle a la chicha su vaso de agua al tener el teléfono en su mano.
-Claro, y me vas a decir que mañana vas a venir a trabajar… ¡ni loca!...-
Desesperada por tanta necedad de su jefe y las miradas asombradas de esos ojiazules, contestó personalmente para poder hablar con él de manera más discreta. Se dirigió a su recámara para encerrarse, mientras Trunks y Bra la miraban sin entender nada, sorprendidos por la recuperación de esa mujer ante el sedante. Según Giru, ella dormiría 4 horas más.
-Hermano, tu vecina sí que está loca… y ni se diga que es más rara que Mr. Satán.
-Lo sé, no lo dudes- Trunks se encontraba más relajado después de ver como ella se recuperaba. Se dejó caer en el sillón, siendo seguido por su hermana. –Y con todo esto, ¿a qué se debe tan grata visita?
-No creo que sea grata después de todo esto.
-Vamos Bra, ya te dije que no pasa nada.
-¿A no? ¡Mira como dejé a tu noviecita!- cubrió su cara con sus manos –Lamento haberte arruinado la tarde.
-Para empezar, no es mi novia y para terminar, no la has arruinado. Gracias al cielo que el estofado está listo y no se quemó gracias a ti, tengo un pretexto genial para no regresar a la oficina y ver una película mientras cenamos.
-Dirás cenan. Es mejor que me vaya.
-¿Acaso Dende no puede darme un par de mujeres tranquilas y no necias? No ha pasado nada y lamento decirte hermanita que no saldrás de aquí hasta que me digas porqué has venido y que hayas cenado con los dos.- la miró fijamente y con una gran sonrisa. No podía dejarla ir después de brindarle el agradable tiempo que tuvo a Dahia entre sus brazos.
-Trunks…
-Por primera vez en este día, le doy la razón a tu hermano. No tienes por qué irte- Dahia estaba cuidadosamente recargada en la pared, viendo como ese par de hermanos se "peleaban". Sonrió para ambos. –No me molesta tu presencia, al contrario. Estoy tan asombrada por el poder que tienes y ya que estás aquí, necesito que me expliques el porqué de tu fuerza, porqué me atacaste y quién demonios es Dende.
-Dahia… ¿Cuántas veces tengo que decirte que no maldigas ni endemonies a la gente?- Trunks se levantó para acercarse a Dahia.
-¿Y cuántas veces tengo que repetirte que me dejes hacerlo?- sonrió al verle más relajado…
-¿Cómo te sientes?- Trunks sonrió mientras la abrazaba.
-Completamente derrotada… ¡Y ni se diga hambrienta!- ella le contestó el acto colocando ambas manos alrededor de su cintura tan masculina. -¿Se arruinó el estofado?
-No, mi hermana logró salvarlo a tiempo- colocó su cabeza en el hombro de ella. Estaba feliz de que nada malo le pasó.
-Ah bueno… me da gusto- no entendía el porqué le encantaba que él le abrazara de esa manera. Y si no hubiera sido que encontró una mirada llena de asombro en la hermana de su amigo, hubiera estado así por más tiempo. –Pues bien- sonrió al encontrar esa mirada tan varonil –a comer.
Prepararon la mesa, sacaron el agua embotellada en sustitución de la cerveza y sirvieron. Los tres empezaron una plática agradable acerca de cualquier tema. Bra comenzó a platicarles acerca de la soledad que sentía después de que Trunks dejó la casa y los cambios sufridos en ella, mientras Trunks les hizo reír con sus grandes odiseas con su secretaria y así, pasaron dos horas entre risas, reclamos y uno que otro grito de disgusto. Cuando dieron exactamente las 8:30, la más pequeña recibió una llamada desde su celular, alarmándola y a Trunks… era nada más ni nada menos que su padre Vegeta.
Entre gritos, regaños y amenazas, lograron convencer a ese hombre indomable para que su segunda hija se quedara con su hermano, con la promesa de no estorbarle a Trunks en caso de que su "hembra" llegara para hacer lo que tenía que hacer. Terminada la odisea familiar, los tres vieron una sesión de película más una deliciosa cenar para terminar la velada con una "reunión de pláticas".
Eran las 2:30 de la mañana y se encontraban en la sala de Trunks. Por cuestiones técnicas, el ofreció su hogar para albergar a esas dos mujeres que en esos momentos le estaban haciendo la vida imposible mientras era cambiado el ventanal destrozado...
-¡Te digo que sí! Tu hermano ya no es el que me pintas- Dahia llevaba su octava cerveza y al parecer iba para más. Los dos Brielf se enojaron ante eso, pero no pudieron hacer nada ante el puchero de la morena.
-En verdad… pero si ha cambiado es por algo- Bra se encontraba acomodada entre los cojines de la sala enfrente de los dos adultos disfrutando de una cerveza. Dahia en cambio se acomodó a un lado de Trunks, el cual estaba recargado en el sofá.
-¡¿Pueden dejar de hablar de mi?!- el pobre hombre llevaba mucho tiempo escuchando cosas de él.
-Pero vaquero… es interesante lo que me ha contado tu hermana. ¿Quién diría que antes eras un completo desastre pata suelta? Y tan serio que te ves…
-¡Pero nada!- entrecerró los ojos para soportar la risa de esas mujeres dinamita –Bra, no tomes más ya que puedo ser ejecutado si papá se da cuenta que te he dado permiso- la mencionada le sonrió y, entendiendo que con solo una botella no tendría efecto alguno, tomo el resto de un solo trago. Suspirando rendido, Trunks miró a Dahia -Y usted señorita, deje esa botella que está tomando medicina- y con rapidez, aprovechándose de la debilidad de Dahia, le quitó su botella y se la bebió completita, así ella ya no tendría pretextos para terminarla.
-¡NO! ¡Ladrón! Esa cerveza es mía… ¡tú tienes la tuya!- se levantó como pudo y se puso enfrente de Trunks, escuchando la risa de Bra. –O me la das o yo…- no pudo más. Se dejó caer ante un pequeño mareo, siendo sostenida por su salvador.
-¿O tú qué?- Trunks simplemente la miraba, preocupado por su salud.
-Nada… no te haré nada. Me has agarrado débil y mareada, si intento algo en tu contra perderé...- Y nada perdida, se afianzó de su regazo. ¿Por qué necesitaba embriagarse de ese calor masculino? –Pero me vengaré… no lo dudes.
-Como digas…- Trunks sonrió ante esa advertencia, pero no la soltó. Sólo buscó con su mirada a Bra, pidiéndole ayuda.
-Vamos a acostarte mujer, que se nota que no aguantas más- Bra se levantó y ayudó a su hermano a sostener a Dahia, la cual intentó separarse de Trunks, pero sus heridas no se lo permitieron. -¿Te encuentras bien?
-Sí y no necesito acostarme. Lo que pasa es que aún me duele… especialmente la espalda.- buscó esos ojos azules idénticos al de su amigo y le sonrió -¿Dónde me dijiste que aprendiste a golpear de esa manera? Me encantaría apalear de esa forma a mi enemigo.
-Dahia, no empieces. Te hemos dicho mil veces que nuestro padre nos ha entrenado y por lo mismo… bueno, ella pega fuerte por ello.- Trunks la abrazó más fuerte, evitando tocar sus heridas.
-Ni siquiera mi madre me regañaba como tú lo haces ahora- le miró divertida –pero es agradable que me cuides…- miró a Bra con una sonrisa –pero eso no te da derecho a atacarme de esa manera para complacer las perversidades de tu hermano.
-¡Oh jamás! Prometo que tendré más cuidado a la próxima… aunque eso de que mi hermano sea pervertido, yo no tengo nada que ver.
-¡Pueden dejar de decirme pervertido! ¡No lo soy!- Pobre Trunks, era comido ante las palabras de esas dos mujeres.
-De acuerdo, no te molestaré más- si no fuera porque se sentía drogada, intentaría jugar un poco más. Suspiró rendida y miró nuevamente a Bra -Bien, ya que no quiero salir herida nuevamente, ya que si me duele.
-Por eso no quiero que te muevas más- Trunks la acurrucó en su regazo nuevamente y gracias a ello, pudo acariciarle su cabello, sabiendo que ese era su punto débil para dormir. -¿Ahora si vas a dejarte cuidar?
-Sólo por hoy… no quiero que me vean frágil.- ¿Por qué ese hombre quería hacerla dormir con semejantes caricias? Se juró que nada más de confesiones a Trunks, solamente las utilizaba en su contra. –En verdad estoy anonadada… jamás había peleado con alguien así. Eres muy fuerte Bra.
-No es cierto, digamos que tuve suerte.- la adolescente no podía creer que por poco revela el secreto de su familia… lo bueno es que Trunks le ayudó para que no sucediera.
-A los dos…- bostezo –les encanta mentirme.
-No es eso Dahia, simplemente es la verdad.
-Ok, les creo- sonrió a los dos para suspirar después de sacar su móvil, escondido en su pantalón. Marcó y sonrió cuando contestaron –Lucybell… tan bella y atenta como siempre.
Escucho que te encuentras mucho mejor.
-No puedo quejarme. Cancela todas mis citas por favor, estoy tan cansada que no creo levantarme temprano- bostezó de nuevo –Y dile a Joe que no venga… que no quiero que me regañe de nuevo.
-De acuerdo, buenas noches… y por favor, mantén alejado a ese demonio de mi batería. Ha intentado robarla mientras dormías.
-¡GIRU!- Dahia le buscó y encontró que ese desgraciado estaba yendo hacia el ventanal de lo más tranquilo. –No se te ocurra o te destrozo.
-Giru… Giru…- Se encontraba en problemas. Tanto Dahia como Trunks le miraban feo, así que decidió regresar a su lugar… ya podría robarse una batería cuando no se dieran cuenta.
Cuando desapareció el demonio ese, el Saiyajin suspiró riendo mientras que su amiga hacía muecas de disgusto y le advertía a su agenda personal por teléfono del peligro que corría con ese robot suelto.
-Y ahí vamos de nuevo… ¿Acaso no es raro ver como una humana pelea a diario con un robot?- Trunks miró a su hermana, que estaba muerta de risa.
-Así es hermano, pero qué le podemos hacer…
-Tienes razón, no podemos hacer absolutamente nada- y rieron los dos mientras Dahia intentaba levantarse nuevamente.
Trunks la detuvo y ante su 'iremos a preparar las cosas para que te acuestes, no tardamos' la dejaron sola en la sala. Con ello la mencionada se recargó como pudo en el sofá, riendo ante lo acontecido durante su día…
¿Quién eran ellos dos? Era un hecho que la energía emanada de sus amigos no era normal. Mientras peleaba contra Bra sintió una gran energía saliendo de ella… ¿A qué se debía eso? Una vez Tame le comentó que en su misión prueba se topó con dos individuos demasiado fuertes que le molestaron y que pudo pararles al golpearlos con ellos mismos. ¿Habrá sido Trunks uno de ellos?
Rió ante la absurda idea. Era un hecho que ese vaquero no era normal pero era más que imposible que él atacara o que tuviera fuerza de más. Notaba a leguas que era un simple humano... afirmaba que era atlético y fuerte, sin embargo dudó que él tuviera alguna habilidad extra a su gran inteligencia.
Se acomodó de tal manera que pudo descansar su espalda y así dejo que el cansancio y la propia medicina hiciera de las suyas…
-¡Te dije que no!- Bra estaba más que molesta ante la resolución de su hermano.
-¿Por qué no? Tú duermes con Dahia y yo en la sala.
-Trunks, tú eres el que debe de dormir con ella…- pensó en la manera de remediar esa cita muerta gracias a su culpa –y así la cuidas, recuerda que eres el más capacitado para tratarla en caso de que tenga molestias.
-Si claro, mientras tú pasas frío y contrariedades… ¡olvídalo! Y si deseas que te ayude con ese amigo tuyo, tendrás que obedecerme.
-¡Traidor!- Se encontraba desarmada por completo. No le quedaba de otra más que seguir las instrucciones de su hermano. -¿Y si ella necesita algo?
-Me llamas y con gusto iré. Así que, prepárate para dormir.
-Ok… hermanito tonto.
Con varias cobijas y almohadas se acercaron nuevamente a la sala. Con una gran sonrisa en el rostro, Trunks contemplaba el sueño de su vecina, la cual cayó como piedra. Estando a unos centímetros de ella, la cargó de tal manera que sus pechos se encontraban y ella podía recargar su cabeza en su hombro, evitando tocar su espalda dañada.
La llevó con sumo cuidado a su cama y la depositó como si fuera de porcelana. Suspiró al verla dormir y con mucho cuidado la arropó. No dejaría que nada malo le pasase por lo que sentía por ella. ¿Sentir? ¿Qué era lo que ella le generaba en su ser? Se levantó con desgana y al salir de su habitación, encontró a Bra con Giru en la sala, acomodando los cojines y cobijas.
-Déjalo hermana, yo lo arreglo.
-No Trunks. Tú dormirás con ella.- se levantó y le lanzó una almohada –ya que si no lo haces, vas a hacerme sentir más mal de lo que ya me siento.
-Ya te dije que no debes de…
-¿Te gusta Dahia, verdad?- Bra le miró encontrando asombro y un leve rubor.
-Qué tonterías estás diciendo- Trunks no supo que contestarle en esos momentos, ya que se había hecho esa misma pregunta segundos atrás.
-Hermano, no quiero meterme ya que me he dado cuenta que es una mujer demasiado difícil, pero verás que…
-Bra, ve a dormirte a la cama. Eres mi invitada y yo…- intentó cambiar el tema, pero no fue suficiente por ver como su hermana se acercaba a él, mientras Giru simplemente flotó hacia la cocina. Esta sería una noche larga y llena de desvelo.
-¿No te das cuenta que la tratas a ella como a ninguna? Y a mí no me engañas Trunks. Eres capaz de recibir los regaños de nuestra madre por haberte escapado de la oficina pero no de perderte una "cita" con ella. Así que mejor ve con esa gritona y cuídala. Hasta a ti te servirá para definir tus sentimientos y decidir si te lanzas o no.
-¿Desde cuándo eres casamentera?- Trunks se rindió. Él mismo se encontraba tan confundido, sobre todo desde la última plática que tuvieron él y Dahia hace dos noches con respecto a su vida…
-No Trunks, el enamorarse es un gran riesgo que no me puedo dar el gusto de probar nuevamente- ella estaba tomando una de sus clásicas cervezas disfrutando de la maravillosa cena en su balcón. –Y bueno, he querido preguntarte algo desde hace mucho tiempo, ¿puedo?
-Claro.- él se encontraba degustando de una copa de vino tinto, mientas analizaba cada rasgo femenino de su vecina. No cabía duda que era una mujer muy bella.
-¿Por qué el hombre-sexy tan cotizado de todo el mundo no está casado o comprometido?
-¿Por qué me preguntas eso?- sí que no se esperaba el cuestionamiento de los labios de Dahia.
-Curiosidad.
-No lo sé realmente…- la miró sonriendo –creo que no he encontrado a la mujer perfecta.
-¿Perfecta?- Dahia se levantó de su asiento y se colocó a su lado -¿Quieres decirme que tienes un prototipo de mujer perfecta?
-Así es.
-¿Y puedes decirme cómo es?
-Claro…- hizo los movimientos suficientes para recibir en su regazo a Dahia, la cual solamente sonreía. –No es muy fácil de encontrar estos días- recibiendo un "si claro, vaquero del mal" –En verdad, ¿qué mujer no se interesa en el dinero o poder? Tengo presentes solo cinco mujeres en mi vida y todas o son familia o mis mejores amigas…
-¿Te has enamorado alguna vez?- ella buscó los zafiros de Trunks.
-Sí. Pero por desgracia no fui correspondido. Me abandonó sin decirme siquiera un "adiós Trunks, gracias por todo"... no he vuelto a verla desde entonces.
-Eso es realmente horrible, no sabes cuánto te comprendo.- Dahia se abrazó de él y guardó silencio. Al parecer no era la única en sufrir de cierta manera el abandono.
-¿Y tú?- Ahora fue el turno de Trunks.
-También, pero la diferencia fue que yo sí vi recibí el "Dahia, gracias por todo"- suspiró y se separó de su mejor amigo para tomar su cerveza.
-¿Me estás diciendo que se despidió de ti sin importarle si le amabas o no?- Trunks la miró asombrado. Realmente ese tipo fue un reverendo idiota al dejar a una gran mujer como Dahia.
-No tuvo de otra.- y observando el cielo sin la luz de la luna –Además yo sí sé donde se encuentra.
-¿En dónde está ese hombre?
¿Confesárselo? Bueno, él era su amigo y no la juzgaría como tiempo atrás lo hizo hasta Yuki. Obviamente esta era una herida que, aunque ya habían pasado 4 años de eso, aún se encontraba abierta.
-En el cementerio de la ciudad del sur…- y con ello ambos guardaron silencio.
Ahora entendía el rechazo que Dahia tenía ante alguna relación amorosa. Y él pensando que el ser abandonado era horrible… ni siquiera deseó imaginarse el perder gracias a la muerte a un ser amado. Volvió a mirarla y fue en ese preciso instante donde su corazón lloró por el dolor de ella. ¿Por qué le era doloroso ver cuando ella sufría? ¿Por qué sentía la urgente necesidad de hacerla sentir mejor?
-Dahia…- intentó reconfortarla, pero la mirada de ella le dejó anonadado.
-Ni lo digas Trunks, en verdad es algo doloroso de mi pasado pero, ya está en el pasado- ella le puso sus dedos en su boca para callarle –además, tú no tuviste la culpa.
-Pero hice que lo recordaras.
-No importa.- Aún sonreía -¿Sabes? Hace mucho que no hablaba de ello y gracias a ti me siento mucho mejor.
-¿En serio?
-Así es. No cabe duda que tuve mucha suerte en encontrarte…- le miró fijamente para, manteniendo su gran sonrisa, presenciando el mayor sonrojo existente en la vida de Trunks –Trunks, gracias por todo…
-¿Trunks?- Bra se encontraba observando a su hermano. Él se perdió en sus pensamientos de pronto y la mirada seria de él le indicaba que no recordaba cosas alegres.
-Perdóname…- despertó del recuerdo al escuchar la voz de su hermana nuevamente –No creo que sea lo mejor que yo… que yo…
-Vamos hermanito adorado- se colocó enfrente de él y sonriéndole comenzó a empujarle –No te hagas el necio y ve con ella. Yo estaré bien, Giru me cuidará, así que no te preocupes más que por el bien de nuestra nueva amiga.
-Pero…
-Pero nada.- insistió ella –Ahora ve y descansa. ¡Y ni te preocupes por ir a la empresa mañana! yo hablaré con mamá y le pediré que te supla solo por un día, dudo que se moleste después de saber el caos que he causado-
-Bra, muchas gracias-
Ambos sonrieron y despidiéndose con un fuerte abrazo, ambos se dirigieron a sus respectivos lugares…
La mañana estaba más iluminada de costumbre, bueno, eso pensó Dahia al sentir la luz del sol iluminando su rostro. –Mmmm…- ¿qué le había pasado a su cortina tan hermosa que le cubría del sol? Después lo averiguaría. Intentó estirarse y así poder impregnarse del maravilloso sueño que había tenido antes de regresar a la realidad, pero no contó con dos cosas: la primera era ese dolor en su espalda y hombro… y la segunda, siendo la más importante, ¿qué era ese calor que sentía exactamente en su espalda y el peso en su cintura?
Desconcertada ante su malestar, intentó moverse, pero no pudo ya que el agarre en su cintura incrementó, dejándola sin aliento al percibir un suspiro detrás de su oreja. Abrió completamente los ojos y volteando con cuidado, encontró que cierto peli morado se encontraba perdidamente dormido abrazándola, recargando parte de su cuerpo masculino en su espalda y lo sorprendente es que no le lastimaba.
No podía creer lo que estaba pasando. ¿En qué momento Trunks estaba en SU cama, abrazando SU cintura y…?
Cerró los ojos para intentar calmarse. Respiró profundo para poder encontrar las respuestas a sus preguntas. Y realmente no fue hasta que se fijo mejor en el lugar donde se encontraba que entendió que no era su habitación. Efectivamente jamás había visto ese espacio en su vida… y como un flash recordó lo pasado con Bra, aunque aún le era confuso. Tenía en mente su pelea y después que habló con su jefe para terminar nuevamente en los brazos de ese hombre que estaba dormido a su lado…
-¿Por qué no puedo recordar nada?- volvió a acomodarse en la suave cama para relajarse. Sonrió levemente al entender que el causante de esta amnesia era nada más ni nada menos que ese endemoniado robot, que lo más probable le colocó de esa maldita anestesia nuevamente, provocándole olvidos espantosos.
El moverse era más que prohibido. Por una parte el dolor tenue en sus heridas incrementaba al intentar menearse… y por el otro, sin poderlo entender, era más que placentero sentirse abrazada por Trunks. ¿En qué momento él se convirtió en alguien muy importante? Era un hecho que no tenía mucho tiempo en conocerle, pero era ya su mejor amigo… ¿amigo? ¡Kami! Si él era su amigo, ¿entonces porqué necesitaba de sus abrazos y detalles para ser feliz?
¡Estaba tan confundida! Cerró los ojos e intentó volver a alcanzar el sueño. Temía que él se despertara y le mirara con tanta confusión o que la aumentara. Él volvió a suspirar, enchinándole los cueros a la pobre mujer por recibir tan delicioso aliento cerca de su oreja… ¡Que Kami le ayudase!
-Tranquila Dahia… está durmiendo… no intenta nada más ya que tú eres la única pervertida aquí…- intentó psicologearse ella misma, pero era más que imposible. El sentir tan varonil olor y calor tan cerca de ella, empezaba a generarle estragos físicos.
Le rogó a todos los dioses habidos y por haber que le ayudaran a mantener el control y no causarle más ganas de ir y probar tan tentadores labios masculinos, que de alguna manera, había deseado desde hace ya varios días…
¡Por Kami-sama! ¡Era su amigo por Dios! ¿Pensando esas tonterías del mejor amigo que ha podido tener, aparte de Yuki? Estaba más que prohibido pensar en eso…
Toda su pelea interna siguió por aproximadamente 5 minutos, en donde resistió cualquier tipo de tentaciones y demás movimientos. Esta fue agradecidamente interrumpida por cierta inquilina visitante que abrió la puerta lentamente. Dahia, cerró los ojos rápidamente para fingir un sueño que para nada le caería mal.
-No han despertado ninguno de esos dos- Bra se levantó temprano y pidió algo para desayunar después de informarle a su madre lo pasado. A los tres les esperaba un delicioso desayuno basado en ensalada y pan tostado. En esos momentos era seguida de Giru, el cual juró que no volvería a robarle nada a Lucy, gracias a la plática que tuvo con la hermana de Trunks.
-Giru… Giru… yo levanto Trunks, Bra a Dahia- el robot entró primero levitando, evitando hacer un ruido de más.
-Espera, mejor yo lo levanto y que él la despierte- si sus planes no le fallaban, esos dos que se veían realmente adorables juntos, abrazados y perdidamente dormidos, serían pareja gracias a ella. No por algo era una Saiyajin e hija del guerrero más orgulloso del universo –Mientras pon la mesa.
-Giru- salió rápidamente, dejando a la humana dentro.
Bra cuidó cada uno de sus pasos y así logró acercarse del lado derecho de la cama. No podía creer que su propio hermano era el que abrazaba a su "mejor amiga". Pensó que sería al revés. Lástima que tenía que despertarles.
-Trunks… Trunks…- se acercó a su oído, intentando que solo él la escuchara –ya está el desayuno.
-¿El desayuno?- después de varios intentos de Bra, Trunks pudo escucharle, todo gracias al reconfortante descanso que había tenido. Abrió lentamente sus ojos y se ruborizó completamente al ver como cierta cabellera castaña se encontraba a escasos milímetros de él. Analizó el panorama y encontró que estaba abrazando a Dahia y que, si no fuera por la mini almohada interpuesta entre los dos, estaría recargando todo su peso en ella, lastimándola sin dudarlo.
Bra solo reía ante la graciosa escena que le brindaba su hermano, intentando separarse de ella sin ser detectado.
-¿Por qué no me despertaste antes?- con mucho cuidado, evitando que Dahia despertara por sus movimientos, se separó de ella y pudo así sentarse en la cama.
-Estabas perdidamente dormido y decidí el dejarte descansar- se alejó de él –ya está el desayuno, así que despierta a Dahia. Los esperamos en el comedor.
Y los dejó solos nuevamente.
Trunks en cambio, observaba como su amiga Dahia "dormitaba". ¿Desde cuándo ella era tan tranquila? Nunca supo porqué pensó que ella sería un caos a la hora de dormir. Supuso que fue por el explosivo carácter de ella, sin embargo, era todo lo contrario. Se acercó nuevamente a ella y por medio de una caricia en su mejilla, decidió despertarla.
-Dahia, Bra ha preparado el desayuno- él comentó sin sospechar ni siquiera que ella estaba despierta y el rubor presente en sus mejillas no era por el sueño o el calor de la cómoda cobija, más bien se generaba por las caricias de él.
-Mmmm… ¿puedo dormir 5 minutos más?- ella se acomodó mejor en la cama, haciendo reír a Trunks fuertemente.
-Lo siento, pero necesitas comer algo- él se alejó de ella para levantarse, colocarse a su lado (en el otro extremo de la cama) para tenerla de frente –y así no dejamos plantada a mi hermana que ha hecho el desayuno-
-De acuerdo- y con la ayuda de Trunks, Dahia pudo levantarse, no sin antes reír por saber que estaría de nuevo entre sus brazos…
¡Qué rápido pasaba el tiempo! Bra se encontraba completamente feliz ya que en unas horas más sería la fiesta del mejor amigo de su hermano. Al principio, después de disfrutar otro día con Dahia y Trunks, regresó a su casa con los planes de juntar a esos dos, pero ahora simplemente deseaba que ellos dos se conocieran mejor, para juntarse de todas maneras. ¿Qué tal si un día su hermano por fin definía lo que sentía por Dahia y viceversa? Para ella era algo más que amistad, pero por el momento se conformaba con esa idea.
Su madre, al verla tan sonriente cuando regresó, le detuvo con tantas preguntas. 'Ni te imaginas con quien estaba mi hermanito, mamita adorada'. Cuando le contó con lujo de detalles lo ocurrido, Bulma sonrió como nunca y entre las dos planearon su encuentro en la fiesta, la manera de alejar los comentarios tan "abuelezcos" de Vegeta y sobre todo, el intentar que las invitadas "casaderas" no alejaran a Dahia ni a Trunks.
-¡Mamá!- Bra estaba buscando a su madre en la gran sala, desesperada por ver la lista de invitados, encontrándola en el jardín acomodando los arreglos florales. -¿Invitaste a la loca esa?
-No la invité yo. Fue Trunks el que me pidió que lo hiciera, recuerda que son amigos después de todo.
-Pero mamá… esa loca solo insulta a mi hermano solo por ser él.
-Cierto- Bulma se encontraba arreglando los últimos detalles florales, indicándole a la servidumbre el lugar exacto en donde debe de estar –Pero es amiga también de la novia, no podemos hacer nada.
-¡Me lleva! Mami, no quiero que ponga en ridículo a mi hermano. Él ya tiene suficiente con las obscenas declaraciones de las arrastradas esas.
-Tranquila mi vida, algo se nos ocurrirá.
Y ambas se abrazaron. Bulma no podía estar más alegre que en estos momentos. Bra le trajo nuevamente la alegría con el comentario de que la nueva vecina de Trunks era algo especial para él. No le importaba como a Bra si eran novios o no, simplemente le hacía feliz el que su hijo dejara esa coraza y comenzara a relacionarse nuevamente con sus amistades, sobre todo con el género femenino.
Aunque saber que la chica a la que frecuentaba más era del completo agrado de sus hijos, era un gran punto a su favor.
-¡BULMA! ¡¿Quieres explicarme cómo demonios ato esto?!- una voz tan bien conocida y soportada por las dos, se escuchó por todo el pasillo, y de la casa entera para variar, espantando a los organizadores contratados para el evento.
Las dos mujeres se miraron resignadas a aguantar el humor del 'señor de la casa', el cual tenía que vestirse con un traje. El problema principal de todo eso era simplemente que Vegeta era un desastre a la hora de colocarse una simple y fina corbata.
-Mami, aún me pregunto qué le viste a papá- Bra rió fuertemente ante la mueca de disgusto de Bulma.
-Créeme, yo tampoco lo sé. Sólo tengo la certeza que lo amo.
-Ve rápido, antes de que termine destrozándola como la otra vez. Yo me hago cargo de lo demás.
-Muchas gracias.
Y así dejó a su cargo a la vanidosa y perfeccionista de su hija.
Realmente extrañaba a Trunks en casa. No era lo mismo desde que él decidió dejarlos. Era un hecho que los lazos que tenía con Bra eran fuertes y eran excelentes confidentes, no obstante Trunks era un excelente consuelo y escuchaba sin reclamar o dar su 'opinión personal' simplemente porque no heredó el carácter dominante de su padre, como lo tenía Bra. Y ahora estaría segura que podría disfrutarlo junto con esa nueva 'amiga' suya.
-Ya voy Vegeta, no te enojes- comentó riendo.
-Claro, como tú no tienes el problema de entender estas estupideces humanas.
Era un hecho que ese hombre no tenía remedio. Sonrió ante la idea de tener a un desesperado Saiyajin con problemas terrícolas. -¡Obvio Vegeta, soy humana y las entiendo a la perfección!- riendo entró a su habitación, encontrando que su marido estaba realmente atractivo con ese traje negro.
-Ayúdame mujer, que si ese insecto terrícola me ve con estos problemas, volverá a causarme problemas con Goten.
-¿Cuántas veces tengo que decirte que no debes de insultar al suegro de Goten?
-El tuvo la culpa- se colocó delante de su mujer –Yo no le hice nada a ese estúpido. Estaba tranquilo en mi mesa cuando ese imbécil intentó hacerme la plática… ¡Odio que me molesten terrícolas tan débiles! Si no hubiera sido por él tonto hijo de Kakaroto, ese insecto estaría muerto.
-¿Yo te molesto por ser débil?- para ese entonces, tomó la corbata y con simples movimientos, la dejó tal y como deseaba el 'rey de la casa'.
-No seas tonta Bulma, tú no eres débil- Vegeta la miró fijamente –Aunque no lo diga, no eres molestia ya que eres mi mu…- movió la cabeza negando lo que iba a decir. ¿Desde cuándo el regio rey de los Saiyajin tenía que darle piropos a su mujer? -¡Déjate de niñerías y arréglate tú también, ya que Trunks por fin presentará a su hembra y con lo tontamente ilusionadas que se encuentran tú y Bra, no nos queda de otra más que ser 'amables'.
-Y vegeta, por favor…
-Lo sé. Nada de comentarios acerca de mi futuro nieto.- rodó los ojos molesto. ¿Qué tenía de malo hacer cumplir a su hijo con herederos Saiyajin? Si que esas dos mujeres estaban locas… terrícolas tenían que ser.
-¡Qué bueno que lo entendiste!
-No lo entendí, simplemente la amenaza de Bra no me dejó de otra que seguir sus malditas instrucciones.
-¿Qué te dijo?- Si que Vegeta encontró el olma de su zapato… ¿quién diría que su única hija fuera capaz de doblegar tan grande y fuerte orgullo?
-Que si menciono algo de mi deseo por tener un nieto… ¡Ella hará hasta lo imposible por dármelo! Y primero se muere la sabandija que se atreva a ponerle un dedo encima.
-Jajajajaja
-¡No es gracioso Bulma!- comentó hecho una furia cuando su mujer se rió fuertemente. No permitiría que cualquier gusano terrícola la pretendiera. El hombre que fuera el afortunado, por lo menos tendría que resistir un entrenamiento/pelea en la cápsula con una gravedad aumentada 10 veces.
Él sería considerado, ya que antes pensaba que una gravedad aumentada 100 veces.
-No tienes remedio. Vamos a la sala ya que no tardan en llegar los novios.
-Aún les falta. Su Ki se encuentra aún lejos y al parecer los novios llegarán tarde, no se han movido desde hace horas.
-Desgraciado, no me quieres ensenar a sentir Ki.
-¿Para qué quieres hacerlo? Ni siquiera tienes la fuerza para aprender a volar. Lo has intentado muchas veces y eres mala para eso.
-Pues…- le miró antes de entrar al gran vestidor de su recámara –Goku no diría lo mismo y sería un excelente p-r-o-f-e-s-o-r, no como otro que conozco que se desespera a los 2 minutos. Hablaré con Gohan y le pedi…
3, 2, 1…
-Escúchame bien Bulma… ¡Primero muerto antes que te enseñe el legado de Kakaroto! Así que prepárate ya que tendrás el entrenamiento más grande de tu vida.
Y con un portazo salió Vegeta, dejando tan feliz a Bulma. Ese hombre era tan predecible y gracias a su orgullo, no solo aprendería a volar, sino que sentiría la presencia de todos sus seres queridos.
Seleccionó un vestido negro de seda, el cual se ajustaba perfectamente a su delgada figura. Algo que le agradecía a la vida, era contar con su maravilloso cuerpo. Era un hecho que envidiaba a los Saiyajin por envejecer tardíamente, sin embargo, ella tenía lo suyo y era realmente hermosa, a pesar de su edad. Después de escoger unas zapatillas cómodas y elegantes, se puso su perfume favorito y salió como la reina que era.
-Sólo espero que Trunks sea feliz esta noche…
Mientras tanto, en una de las recámaras de la residencia de los padres de Pares…
-Señorita… su madre solicita su presencia en la estancia…- el ama de llaves tocaba en vano la puerta. Resistiéndose a abrirla, simplemente dejó la pequeña carta que llegó a sus manos, regalo de la madre de Pares, para irse a continuar con sus labores.
¿Acaso quería que dos amantes perdidamente dormidos le escucharan? Gracias a Dende, la mucama no observó el desorden de ropa, algunos de los muebles movidos de su lugar y a dos futuros esposos completamente desnudos en la gran cama matrimonial de la habitación, símbolo de una entrega total.
Goten abrazaba a Pares, la cual estaba perdidamente dormida en el pecho desnudo de su pareja, abrazándole fuertemente tanto con sus manos como con sus pies. No había duda que esos dos no habían respetado la regla de oro en esa familia: celibato hasta después de la ceremonia.
Y eso dos estarían perdidos todavía en su cansancio y sueño reparador si no hubiera sido que el ring de un celular perdido en alguna parte de esa habitación les sacó de las manos de Morfeo.
-Mmmm…- Goten entre sueños escuchaba ese molesto ruido, seleccionado especialmente para su mejor amigo. Y fue hasta que sonó por cuarta vez, cuando se despertó.
¡Rayos! No tenía ni la energía ni las ganas de levantarse e ir por él, gracias a cierta provocadora y pecaminosa novia, capaz de secarle hasta la última gota de energía poseída…
-¿Acaso Trunks no va a dejarnos descansar?- la bella durmiente se abrazó más fuerte de él, apoyando su frente en el pecho de él. -¿Sabes la hora que es?
-No amor, pero ahora te digo- Goten se levantó y dejando a su amada aún dormitando, buscó entre su ropa el causante de ese infernal ruido. Pasando 2 llamadas más, pudo contestar.
-Trunks, en verdad que eres insistente.
-Lo siento pero yo no soy Trunks…- Goten se despertó por completo al escuchar una voz femenina desde el celular de su amigo. ¿Qué era todo esto? –Pero al escuchar tu voz adormilada y suponiendo que tienes en estos momentos una cara de idiota satisfecho… tú has de ser el gran novio Goten, ¿cierto?
-¿Quién eres?- no cabía en su asombro. ¿Quién era esa mujer? Y lo más importante, ¿por qué llamaba desde el celular de Trunks?
-Tu peor pesadilla si no te encuentras listo en 15 minutos. El vaquero está más que molesto porque le he hecho perder media hora. Así que si quieres que siga viva y tu alma también… ¡APURATE!...- una gran carcajada de Trunks se escuchó a lo lejos. -¿De qué te ríes vaquero tonto? ¡Me sacaste sin siquiera ponerme mis zapatillas!
-¿Trunks?-Goten estaba anonadado. Escuchó a Trunks, pero… o estaba aún dormido o ese examigo suyo traía algo 'entre manos'.
-No me digas Dahia…- no había duda, estaba Trunks con una mujer -¿Serías tan amable para poner el altavoz?... ¿Para qué? De todas maneras… ¡TRUNKS DEL MAL!...- se escucharon risas y un ¡AUCH! Masculino. -¿Goten?- esta vez era Trunks.
-Dime la razón por la que no te mate por haberme ocultado todo este tiempo a esa mujer escandalosa-Para ese momento, tanto él como Pares se habían levantado, colocado algo de ropa y poniendo atención a ese celular que tenía el altavoz encendido.
-Yo no soy el que se casa… así que aún puedo vivir. Y no he escondido a nadie…- continuó Trunks al no escuchar respuesta –Lamento haber llegado tan tarde, pero estamos por ustedes en 10 minutos… ¿los espero donde siempre?
-¡¿En 10 minutos?!- estaban en serios problemas. Ambos vieron la hora y encontrando que eran las 4:50, se miraron con horror… ¡se quedaron dormidos más de 3 horas!
-De acuerdo, llegaremos en 20 pero ni un minuto más. Si no aparecen, les juro que los dejaré plantados como su padrino de anillos. ¿Entendido?- y cortó la llamada.
-Vaquero, eres más que malo. ¿Qué no te das cuenta que están a punto de casarse y lo único que quieren hacer es eso?- Dahia rió fuertemente al escuchar la amenaza.
-Si supieras lo que me han hecho pasar por esperarles tanto tiempo… ¡por un minuto casi me violan!
-Claro, pero no debes de preocuparte… yo no violo ni muerdo.- sonrió ante la idea tan absurda de violar a un hombre. Aunque viendo a semejante masculinidad…
-¿Qué no muerdes?- Trunks la miró serio –Entonces explícame esto…- se remangó la camisa y le mostró la marca de 4 de sus dientes.
-Tú tuviste la culpa. Si no me hubieras sacado de Mi departamento cargándome como un costal de papas… ¡Era lo mínimo que merecías! Por tu culpa te debo unas zapatillas.
-Olvídalo. Las compré porque necesitaba salir urgentemente… así que no me debes nada.
-Como quieras, pensaba invitarte a cenar… o que me dejaras invitarme.
Demonio de mujer. ¿Acaso le encantaba provocarle? Si, no había duda alguna. -Eso no importa ahora, ya que te he invitado a MI casa…- la miró y realmente quedó fascinado por ver a esa mujer tan ruidosa y molesta envuelta con un maravilloso vestido blanco de seda no tan largo para cubrirle esas piernas tan tentadoras, ni tan pequeño para dejar al descubierto algunas cicatrices. Su peinado era un chongo despeinado y realmente le cautivó con el leve maquillaje escogido. No había duda que era una belleza.
-Pero me debes esa cena que YO voy a pagar.
-Cierto, ¿para cuándo la quieres realizar?
-Pues…- no podía permanecer como hielo al tener tan hermoso ser humano a su lado. Si no fuera que él era su amigo, dejaría que su lado femenino le atacara y pensaría que ese traje negro de satín y esa camisa blanca acompañada con una corbata negra eran una combinación fatal. ¿Por qué tenía que ser tan irresistiblemente sensual? Ahora podía decirse ser una más de esas estúpidas fans, con la diferencia que él jamás lo sabría. -¿Te parece el domingo? Quiero prepararte algo especial.
-¿Especial? Me parece perfecto.
-Trunks…- De pronto ella desvió la mirada y se concentró en la calle tan tranquila de ese vecindario.
-¿Qué ocurre?- la miró fijamente, notando inmediatamente ese cambio de humor.
-No me vayas a dejar sola esta noche- buscó esos ojos azules que se encontraban completamente asombrados. Ella misma no entendió el porqué le diría lo siguiente, pero era más que necesario… ya que no podía dejar de pensar nuevamente en sentirle cerca, como la mañana de su accidente. –No quiero sentirme como estos días…
-¿Cómo te sientes?- Estaba sorprendido y no quería ocultarlo. ¿A qué se refería en dejarla sola? Era un hecho que no la dejaría ni un momento, ya que era alguien que llamaba la atención masculina y no se permitiría perderla por alguien más.
-Sola sin…- suspiró, intentando armarse de valor ante lo que su mente y corazón deseaban decir. –Sola sin ti…
