Capítulo 7: Dulce sabor a chocolate


Da… Dahia te necesita.- Por Kami-sama. Simplemente dejó el teléfono y como bólido salió hacia ese hospital. ¿Qué le había pasado? ¡Demonios! Se encontraba desesperado. Tardó más en salir de su departamento que en llegar a su destino, sorprendiendo a las personas a su alrededor por 'estacionarse' rápidamente sin ningún vehículo.

Corrió por los pasillos y, encontrándose con un conjunto de enfermeras, preguntó rápidamente acerca de su vecina. ¿El resultado? Ninguna de ellas pudo darle información, simplemente le mandaron a la estación del segundo piso porque estaban en su tiempo libre. ¿Acaso no podrían ser útiles esas personas ante su desesperación? Sin más que hacer, subió rápidamente y, después de preguntar acerca de la localización de esa 'estación', llegó al área de enfermería.

Trunks se dirigió a la primera enfermera que se cruzó por su vista. -¿Puede darme informes acerca de una paciente llamada Dahia Ritller?

-¿Eh?- la enfermera estaba más entretenida observándole tontamente que en escucharle, haciendo que Trunks repitiera la pregunta con un tono realmente molesto. –Yo… bueno,- se asombró al ver el ceño fruncido en Trunks -¿Ritller dijo, verdad? En un momento le informo, señor…

Ritller… ¿Había escuchado bien? ¿Por qué ese hombre había mencionado su apellido? Era un hecho se encontraba muy atenta para saber acerca de Dahia y ese chico guapo estaba preguntando por ella. ¿Acaso sería él ese brujo de las desdichas de su hermana que tanto le atontaba? Se levantó como pudo y ante un rápido latir de corazón, se acercó lentamente a Trunks, el cual no notó su presencia.

Ahí voy, al final no pierdo nada. -Disculpe pero… ¿ha dicho Ritller?- sin dejar que la enfermara terminara de buscar en el sistema, una mujer morena, alta y embarazada se acercó al recién llegado. El escuchar ese apellido en la boca de ella, le causó gran curiosidad. -¿Dahia Ritller?

-Si…- Dejando todo, se acercó a ella. Ese color de ojos y sonrisa podía reconocerla rápidamente en cierta mujer molesta. -Ella es mi vec… amiga y me han dicho que se encuentra aquí.

-Ah…- suspiró contenta, por lo menos una alegría dentro de tanto meollo -¿Tú eres ese molesto y raro 'vaquero del mal' del que tanto me ha comentado Dahia?

¡¿Cómo sabía ella eso?! El chico la miró entre asombrado y dudando. La mujer en cambio rió levemente al leer en ese rostro la confusión creada por sus propias palabras. –Tranquilo Brielf, sé de ti por el hecho de que soy la hermana mayor de Dahia… mi nombre es Bahdra Ritller, mucho gusto.- Y le ofreció su mano.

-¿Su… su hermana?- No era algo que esperaba. ¿Por qué Dahia no le comentó nada? Intentó protestar por eso, sin embargo el recordar la llamada de Tame y el porqué estaba ahí, desvió ese detalle hacia una pregunta más importante. -¿Qué le pasó a Dahia? ¿Cómo se encuentra?

-Pues…- suspiró acariciando su abultado vientre mientras observaba a otra parte –La trajeron aquí para tranquilizarla. Al parecer se puso como loca al enterarse del estado de su amigo, aunque aún digo que exageraron.

-¿Amigo?- dejando que Bahdra se dirigiera a la sala de espera, Trunks la siguió y se sentó a su lado.

-Sí, amigo…- calló por algunos segundos. ¿Cómo explicarle todo desde el principio sin perjudicar a su hermana? Realmente no tenía de otra más que contarle todo, sin excepciones. –Brielf… yo… antes que nada necesito contarte toda la verdad, y por favor, pase lo que pase, no la dejes sola…- cerró los ojos y encontrando preocupación en esos ojos azules, se llenó de valor y poco a poco le explicó el porqué del estado de su hermana.

No fue fácil para Trunks asimilar que Dahia en verdad era una agente secreto que trabajaba para un grupo llamado 'la hermandad', los cuales se ocupaban paralelamente con la policía del estado el destruir armamento y demás cosas de contrabando y su especialidad era el proteger a cualquier persona que solicitara sus servicios. El ser arquitecta era por cuestiones de engaño y de "castigo", palabras mismas de Dahia… era un hecho que ella estudió esa carrera, pero por cuestiones 'laborales extremas', lo dejó en un segundo término. Trunks de pronto entendió el porqué ella presentaba ciertas heridas o cansancios repentinos.

Al terminar su relato, Bahdra le pidió a Trunks que lo dicho no saliera de ese espacio, ya que su hermana corría gran peligro si alguien más sabía este gran secreto.

-Lo prometo.

-Ahora tenemos que esperar a Tame, ya que es la única que tiene el derecho a verla. Está con el doctor que atendió a Dahia, de lo que yo sé- Suspiró resignada, rogándole a Kami-sama que Dahia no tuviera lo que esa mujer problemática le había dicho.

-¿Por qué Dahia no me dijo nada?- Aún estaba contrariado, observaba 'el nada' enfrente de él intentando asimilar lo sabido.

-No lo tomes a mal Brielf. Yo tampoco lo supe hasta que le pasó algo parecido años atrás- Bahdra recordó con amargura esos días. –De eso han pasado 4 años aproximadamente. Yo me encontraba con mi novio, ahora marido, en un viaje de placer cuando el jefe de ella me llamó, indicándome que Dahia requería de mi ayuda. 45 horas después, estando en el hospital estatal del sur me explicaron todo- le miró y colocó una mano en su hombro, buscando reconfortarlo –Sentía lo mismo que tú, pero no debes de juzgarla… al contrario, ella no nos lo mencionó para protegernos. Como personas que la queremos, tenemos que sacarla del estado en el que se encuentra, según Tame.

-No la juzgo… al contrario. Estoy seguro que pude detenerle a tiempo y yo…- Se sentía tan mal. ¿Por qué tuvo que meterse el trabajo? Si no hubiera sido por ese tonto plan militar, ella estaría con ellos.

Con alegría, Bahdra notó que su hermana contaba con una gran persona. Le sonrió tiernamente y no dejando que continuara, le comentó. -Esto es algo que no está en nuestras manos Brielf. Por desgracia el detenerla es casi imposible…

Y así guardaron silencio. Realmente se encontraban preocupados por ella, sobretodo porque no tenían noticias desde hace ya 40 minutos.

¿Qué le había pasado realmente? Se sentía temeroso y nervioso. ¿Por qué ella no se lo dijo? ¿Acaso no había ganado su confianza? ¡Kami! Se encontraba tan, pero tan confundido. Al tiempo pasado, Trunks fue por una taza de té y un café demasiado cargado para él, intentando calmar los nervios de Bahdra y los suyos propios. Regresando, 5 minutos después, sintió que su alma regresaba al ver a Tame hablando con la hermana de Dahia.

-Tame- Trunks se acercó y lo primero que hizo fue darle el té a Bahdra y colocarse a su lado.

-Tru… Trunks…- Tame le miró y bajó la mirada. Se sentía tan mal con él ya que le falló de la misma manera. No pudo detener toda esta catástrofe. Cerró los ojos para tranquilizarse, suspiró para erradicar cualquier temor y antes de que pudiera hablar, recibió un caluroso abrazo de ese hombre tan tierno y gentil. ¿Por qué Trunks jamás le reclamaba sus errores? Correspondió el acto y liberó toda su tristeza y frustración. Hasta que no tuvo lágrimas que derramar, fue cuando se separó de él.

-Lo siento- comentó con la voz débil.

-Shhh… no tienes que disculparte de nada- Trunks le tomó por los hombros –Tú no tienes la culpa.

-¡Te equivocas Trunks! ¡Yo soy culpable de todo!- le miró con dolor –Yo… yo… cause todo.

-No eres culpable, mujer problemática- Bahdra se acercó a ellos y abrazó a su 'segunda hermana'. –Sé que intentaste protegerla y en verdad lo hiciste. Mejor siéntate y coméntanos cómo se encuentra mi hermana.

-Bahdra… Trunks…- agachó su mirada –El doctor Hito me ha comentado que pre… presentó un desorden emocional leve cuando la trajeron, y que lo más probable que este desaparezca cuando ella despierte. No hay nada más que temer…- cubrió con sus manos su rostro y comenzó a llorar nuevamente –lo siento, en verdad.

-Tame…- los dos presentes se miraron e intentaron reconfortarla. Ambos, a su manera, conocían la importancia que tenia la amistad entre esas dos y esto era un golpe muy duro para ella.

-Y lo mejor es que… que se ha curado de casi todas sus heridas. Solo me preocupa su pie… al parecer se lastimo nuevamente por la agitación.

-Nada de culpas. Sé que Dahia te golpearía por lo que estás diciendo, así que mejor cálmate o te doy un zape en su nombre- Bahdra generó una carcajada en Tame y en Trunks, no había duda que esas dos eran hermanas. –Estoy completamente segura que mañana tendremos a una llorosa y adolorida Dahia, pero nada más. Así que quita esa cara de dolor y cuéntame cómo se encuentra Joe- Bahdra tomó suavemente sus manos y con una sonrisa pequeña le preguntó. Con ello Trunks entendió el porqué de la ausencia de Joe por tanto tiempo… ¡entonces fue mucho más grave de lo que imaginó!

-Mucho mejor, en sí le van a dar de alta. Tengo que ir a verlo, pero necesitaba saber de Dahia.

-¿Qué fue lo que pasó Tame?- Trunks necesitaba urgentemente descubrir todo lo sucedido.

-Fue una emboscada- ella le miró fijamente –Los que nos atacaron conocían perfectamente que el grupo ángel se…- Calló de pronto al comprender que Trunks no tenía ni la menor idea del trabajo de Dahia. –Lo que sucedió fue que…

-Le he informado acerca de la actividad laboral de Dahia, así que puedes hablarle tranquila.- Bahdra sonrió ante la cara de espanto de Tame y la risa de Trunks. Sí que esos dos eran tan diferentes.

¿Acaso Bahdra no podía quedarse callada mientras ella arreglaba todo? ¡Kami! Pues no tuvo de otra más que 'comentarle' a ese molesto todo acerca de la misión fallida, del cómo encontró a casi todo el grupo derrotado y en sí de cómo fue salvada Dahia con Kato y León, agregando ciertos detalles que no debía saber. Después de ello, Tame convenció por cuestiones 'familiares' (más bien le mintió) al doctor Hito que Trunks era la pareja de su amiga y que era más que necesario que él estuviera con ella, evitando así una confrontación entre el médico y el empresario por malas interpretaciones con respecto a las visitas hacia Dahia y con ello todos dejaron el hospital. No había ningún caso el quedarse. Al principio batalló Bahdra, insistiendo que deseaba permanecer con su hermana hasta que esta despertara, no obstante su esposo le pidió que descansara por su embarazo y por Kahn, el primogénito de ese matrimonio que se quedó en casa con su nana, agregando que jalaron literalmente a Trunks para que obedeciera las palabras del superior.

Sin embargo eso no fue obstáculo para que Trunks estuviera a las 8 de la mañana enfrente de las puertas del hospital. Fue recibido primeramente por ese doctor quisquilloso que no confiaba en él (por comentarios tales como '¿En verdad Dahia tiene pareja? Ella jamás lo comentó') para después ser guiado por un par de enfermeras hasta un espacio dentro del hospital en donde se encontraban pequeños cuartos, compuestos por una pequeña habitación, baño y un área de servicios.

-Intente no levantarla en caso de que aún permanezca dormida- La enfermera más grande le sonrió a Trunks antes de dejarle pasar. –Sin embargo, si ya despertó simplemente abrácela. Ahora más que nunca necesita de usted.

Y él necesitaba de ella.

Entró con los nervios hasta los cielos, los cuales se convirtieron en paz y tranquilidad cuando observaron a Dahia sentada cómodamente en un sofá cercano a una gran ventana, siendo abrazada y consentida por Bahdra, la cual albergaba a su hermana en su regazo…

-¿Me crees, verdad? Ese amigo tuyo sigue vivito y coleando. Mientras que el otro aún sigue dormido, pero le dan buen augurio- Bahdra tomó suavemente las manos temblorosas de su hermana y acomodó mejor sus muñequeras. Ansiaba completamente que ella escuchara sus palabras y no se hundiera en esa mentira que esa estúpida enfermera le había dado. ¿Por qué le había comentado ese ser maligno tan errónea acusación? Se vengaría después por ello, pero después.

-Si…- Dahia simplemente observó los ojos cafés de su hermana y le sonrió. En ellos encontró la verdad que su alma le pedía tener. ¡Kato seguía vivo, al igual que León! –Gracias.

-Nada que agradecer boba, te amo mucho y mejor calla que me vas a hacer llorar… ¡te aprovechas de mi sensibilidad ante el embarazo! Me vengaré por ello, mujercita esta- la mayor sonrió por escuchar la gran carcajada de Dahia y dejando que su segundo hijo llamara la atención de su tía, tomó una de las manos de Dahia (que se encontraban en su poder) y la colocó en su gran vientre para que sintiera el movimiento de ese ser que amaba más que a su propia vida.

-¡Dios! Que fuerte está- sonrió levemente al sentir a su sobrino. -¿Te he dicho que creo que voy a tener una bella sobrina? No, no lo creo… ¡estoy segura! Kahn va a tener una hermosa hermana menor- Sin más se acomodó mejor en el vientre de Bahdra y así lo acarició suavemente.

-¿Acaso eres adivina? Que recuerde no tienes esa habilidad.- La mayor bufó molesta por hallar que ella encontró el sexo de su bebé con solo 15 minutos de cercanía. -¿Quién te lo dijo? No me digas que fue Herman… ¡voy a matarlo! Sería una sorpresa familiar.

-¡Cómo crees! Simplemente puedo decir que…- se sentó lentamente y limpiando esas lágrimas traviesas del rostro de su hermana, sonrió –digamos que soy una experta en el tema de adivinar embarazos.

-Yo digo que más bien tuviste un golpe de suerte, agregando que siempre te sales con la tuya.- No podía ser que él... Ambas mujeres observaron atónitas al recién llegado recargado en la orilla de la puerta con los brazos cruzados y con una gran sonrisa.

No decir que el corazón le latía fuertemente por presenciar tan maravillosa sonrisa era más que imposible. ¡Trunks estaba ahí! Lo único que pudo hacer Dahia fue liberarse del regazo de su hermana para sentir como el hombre que se había apoderado de sus pensamientos le abrazaba fuertemente. ¡Kami! Cómo había deseado verle y sentirle nuevamente.

¿Cuánto tiempo lo necesitó? Realmente nunca lo supo, simplemente se perdió en el calor de ese vaquero del mal. Ni si quiera se dio cuenta cuando Bahdra los dejó solos.

-¿Cómo estás?- Trunks se separó de ella lentamente y con sus manos captó su rostro para sonreírle y limpiarle unas lágrimas.

-Viva… y mejor, gracias por preguntar.- sonrió al encontrarse con esos zafiros tan limpios. ¡No podía creerlo! Trunks se hallaba a su lado. Y simplemente se dejó consentir por él. Al principio se sintió feliz por tenerlo enfrente, pero después se preguntó qué hacía ahí. –Trunks…

-¿Sí?- Se sentía tan bien por el verla bien. Aunque se puso serio por ver que Dahia se separaba de su lado completamente contrariada.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo te enteraste de que yo…?

-Solo puedo decirte que Tame y tu hermana me informaron que requerías de mi ayuda…- la miró fijamente –y ni creas que voy a dejarte sola. Esta vez no, ya que t… bueno,- se ruborizó de pronto por casi liberar cosas de más –tengo que cuidarte, pagarte mi falta de atención en las cenas abandonadas pasadas y sobretodo, tengo muchas preguntas que hacerte.

Y la verdad, no se lo pediría. Necesitaba estar a su lado, demasiado para ser verdad. -¿Preguntas?

-Así es.- la abrazó nuevamente, percibiendo una respuesta inmediata –y ya que hemos tocado el tema, la primera pregunta es: ¿por qué nunca me mencionaste a tu hermana?

Rió fuertemente ante la pregunta, era la que realmente esperaba. –Simple venganza- se apoyó en el hombro de él –Bahdra, cuando le comenté que tú no me presentaste a tu familia hasta una fiesta, me pidió que supieras de ella hasta que hubiera una reunión familiar, como tú lo hiciste conmigo.

-Oh- sonrió ante esa idea. Esas dos sí que eran idénticamente diabólicas. -¿Y cuándo sería eso?

-Pues…- se separó nuevamente para ver esos zafiros –no sé.

-Tramposas- dejó que ella se acomodara mejor en su regazo para continuar. A lo cual, pudo observar mejor el estado de Dahia: encontró una pequeña marca morada en su mejilla derecha dada por un fuerte golpe, dos muñequeras que le imposibilitaban movimiento a esas manos frágiles y su pie derecho estaba enyesado. Se sintió frustrado y molesto. -¿Por qué jamás me mencionaste acerca de tu trabajo 'extra'?

-¡¿Aah?!- No podía ser… ¡Demonios! -¿De qué trabajo me hablas?- Esperaba que Bahdra no le hubiera comentado lo que ella tanto intentó esconder… ¿o habrá sido Tame?

-De 'ser espía'.

Rayos, sí lo hicieron. –No podía.

-¿Por miedo?

-No Trunks. Nunca fue miedo. Simplemente callé porque las circunstancias lo requerían.

-¿Circunstancias?

-Así es. El guardarlo me facilitaba la labor de cuidar a mis seres queridos- Al parecer esa respuesta no le gustó a Trunks, ya que él se puso completamente serio. Se alarmó inmediatamente porque nunca le había visto con esa seriedad en su rostro. ¿Estaría molesto ante su secreto?

-¿Y nunca pensaste que nosotros podríamos ayudarte?

-Eso no está en sus manos. Mi trabajo es mi trabajo, Trunks.- se separó un poco de él, pero solo un poco –No tienen que involucrarse en él y eso es algo que tanto Tame como mi jefe deben de entender… odio cuando le avisan a Bahdra o ahora a ti. Eso no me ayuda en nada…

-En eso te equivocas- con cuidado le tomó del rostro para encontrarse con esa mirada que pasó de extrañada a asombrada –el simple hecho de que te pase algo me afecta y mucho. Créeme que estas tres semanas han sido lo peor que me ha pasado en mucho tiempo…- no dejó que ella comentara algo por colocar su mano en sus labios -eres muy importante para mi Dahia, y cuando me enteré que algo te había pasado me sentí tan mal…- sonriendo obtuvo un buen sonrojo en esas mejillas femeninas -no vuelvas a hacerme esto, por favor.

Y si, no tuvo palabras para decir después de eso… ¿era importante para Trunks? ¡Kami! Se sentía tan feliz por ello, mostrado por el gran rubor que presentaba su rostro, el rápido latir del corazón y esas ganas tremendas de confesarle lo que realmente sentía por él.

Lo único que pudo hacer esa mujer problemática, fue abrazarle fuertemente. Como respuesta, esos brazos masculinos le brindaron el calor que tanto necesitaba…

¡Con un demonio! Apenas unas horas se encontraba tan feliz con Trunks y ahora tenía que tener su sesión post-accidente… ¡Qué horror! Y lo peor de todo esto fue que su estancia en ese horrible lugar caía en las manos de algún responsable que pudiera estar con ella las 24 horas.

Bahdra no podía albergarla en su hogar ya que cuidaba a Kahn, Pares se encontraba a plenos preparativos de su boda y Tame tenía que cuidar de Joe. ¿Y ahora?

-¿Entonces?

-Ya te dije que no quiero decirlo.- Dahia se encontraba en un pequeño sofá, localizado muy cercano al gran ventanal de su nueva habitación, observando el patio central del hospital. Sólo esperaba que la dejara tranquila y así irse a su casa.

-Dahia, tienes que liberarte. Y te recuerdo que la única manera de dejarte ir es que me cuentes todo.

-¿Pero qué parte es la que no entiendes? No quiero recordarlo. Y si realmente no quieren que me vuelva loca de verdad, ¡déjenme ir!- le miró con odio -¿En verdad eres un doctor? ¡Pues compruébalo! Necesito salir de este maldito encierro que no hace más que lastimarme.

-Es imposible Ritller- se acercó a ella y estando a unos cuantos centímetros –Aunque yo deseara darte de alta, Jason no me lo permite por el hecho de que aún corres peligro.

-¿Disculpa? No entiendo lo que me dices, ¿por qué estoy en peligro?

-No podemos permitir que tengas un ataque de psicosis como el de hace 4 años. Eres un miembro importante para la hermandad y como una de las sobrevivientes ten…

-¿De qué estás hablando? Es un hecho que he perdido a un compañero de trabajo pero no a mis amigos.- La morena lo soltó de pronto. Su tono de voz fue suave y tenue. –¿Puedo visitarles? En verdad lo necesito.

-Viven si es lo que te preocupa.- Hito observó a esa mujer. Podía decir que era la primera vez que la encontraba indefensa y cansada, harta de todo su alrededor y sobretodo tan lastimada. En verdad ansiaba dejarla en libertad, sin embargo tenían que encontrar al causante de la caída de León, aniquilarle sin más y por lo menos, podían mantenerla vigilada dentro del sanatorio las 24 horas.

-¿Por qué no quieren sacarme? Juro que voy a estar bien, sólo necesito salir de aquí y descansar… bueno, también requiero estar con ellos, ¿es mucho pedir?

-Dahia…- se agachó a su altura y tomó una de sus manos con cuidado –haré lo que pueda, pero no puedo prometerte nada. Desgraciadamente tu custodia ya no se encuentra en mi poder.

-De acuerdo, gracias de todos modos.- Le miró para después separar su mano de su contacto. Ahora sí deseaba estar sola.

El doctor salió silenciosamente del cuarto y se dirigió a la sala de espera. Sabía perfectamente que los familiares de Dahia se encontraban desesperados por el simple hecho de haberles prohibido dos horas de visita. Como lo supuso, se hallaban reunidos en el recinto la hermana y el cuñado de Dahia, su 'novio' y dos amigos de este, Tame y Joe, con muletas y todo.

-Buenas tardes- saludó como si nada estuviera pasando.

-¡Hasta que apareces!- Bahdra contestó realmente molesta -¿Cree que son buenas? Yo no lo creo.

-Bahdra tranquila, te va a hacer daño y al bebé- Herman abrazó a su mujer e hizo que ella recargara su cabeza en su hombro. -¿Cómo se encuentra?

-Para ser sincero, requiero que la saquen de aquí lo antes posible.- extrañado por todas esas miradas llenas de incredulidad. –Entiendan que no puedo hacer nada por sacarla esta vez. Hasta que ella no decida comentar lo que sucedió en el asalto o que me firme alguien de responsable de su custodia las 24 horas, no puedo permitirle su salida.

-Pero Hito, hasta Kato ha preguntado por ella… ¡no me cree que está viva!- Tame se levantó y se puso a su lado -¿Es Jason el causante, verdad?

-Para qué negarlo. Habla con él, puede ser de gran ayuda.

-¿Podemos verla?- Pares PA dl

Pares estaba completamente desesperada por ver a su amiga. Cuando Trunks les comentó la situación del porqué estaba Dahia en ese sanatorio, le pidió a Goten que la llevara y ahora se encontraban ellos dos apoyando a Trunks.

-No…- Hito sonrió internamente ante las quejas y miradas asesinas de todos. Le encantaba ser malo, aunque ya no podía detenerles más. -…con esas caras- ahora si rió fuertemente ante el comportamiento de los presentes, los cuales le miraron entre asombrados y desesperados. -¿No me digan que quieren que Dahia se sienta más loca de lo que está por tenerles de esa manera?

-¡¡HITO!!- Tame y Joe le miraron asesinamente, interpretando su gran carcajada. Con ello, sin decir nada más, corrieron hacia la dirección de cierto idiota con cara de bueno para liberar a la problemática y así disfrutarla y ayudarla como se merece. Mientras tanto los demás se turnaron para poder verla, que al final de cuentas, lograron quitarle ese malestar de encierro.

Lo bueno fue que Dahia esta vez puso de su parte y así relató lo que tenía que decir, evitando así la custodia de su hermana, pero eso sí, tendría visitas casi todo el día y por lo menos Giru la cuidaría en las noches. Con ello regresó a su hogar 1 semana después.

-¡Hemos llegado!- comentó alegremente Pares cuando abrió la puerta. –Pero pasa mujer, no te quedes afuera.

-Ya voy…- Dahia sonreía por tantos mimos y atenciones hacia su persona. ¿Desde qué momento Goten decidió tomar sus cosas mientras que Trunks la cargaba para evitar caminar? –Sólo dile al vaquero que se apure.

-¡Oye! Te aprovechas de mi nobleza… ¡qué mala eres!

-No me aprovecho- se abrazó más de su cuello antes de ser acomodada en el gran sillón de una manera tierna y suave, desarmándola por completo. –Sólo te utilizo un poco.

-Demonio de amiga- sonrió Goten cuando dejó una maleta y abrazó a su mujer. –Pues bien, te dejamos en casa como deseaba Bahdra. Tenemos que irnos pero no dudes que estaremos aquí mañana temprano.

-¿Segura que vas a estar bien?- Pares sonrió a Dahia para pasar con Trunks.

-Sip. La verdad necesitaba urgentemente regresar a casa y no volverme loca con esos locos desarmados.

-Exageras- Trunks sonrió ante el puchero deDahia –Tú eras la más loca del lugar.

-Gracias vaquero del mal.

-De nada.

-Bueno chicos, nosotros les dejamos solos… no se porten mal y recuerden- el Son sonrió ante la malicia de sus pensamientos –no pueden portarse 'mal' antes de MI boda.

-¡GOTEN!- Trunks y Dahia presentaron un gran sonrojo al interpretar mal sus palabras.

-¿Portarnos mal? No me digas- no pudo esconder su gran rubor, pero sí que le haría una molestia por el comentario hecho. Ella ni Trunks harían cosas malas, al contrario… -Es lo mismo que digo yo… pero el celibato se nota que no está en su lista "antes del matrimonio".

-¡DAHIA!

-¿Qué?- comentó como si nada. –Yo solo decía…

-Y me da gusto que sólo digas mujer.- Goten se alejó con su amada y así partir a su casa y seguir con esos preparativos de la boda que restaban.

-¡Antes de que se me olvide!- Pares se acercó a su amiga y con una gran sonrisa comentó. –Te recuerdo que el sastre vendrá en dos días para probarte tu vestido.

-¿Es necesario?- Dahia comentó indecisa. –Quiero decir, ¿tengo que vestirme completamente de rosa?

-Sip. Si no te hubieras perdido por este mes completo, hubieras evitado que Bra y Pan hicieran de las suyas. Así que no te quejes y disfruta la sesión de moda… ¡todas te acompañaremos!

Eso era lo que realmente temía. No tenía mucho de conocer a Pan, sin embargo en la fiesta que hubo en la casa de Trunks, notó que era un demonio con cara de ángel, igualita que Bra. –Ahora sí tengo miedo.

-Adiós hermosa y Trunks, cuida de ella, por favor.- Pares no tomó el último comentario y, yéndose de la mano de Goten, les dejó solos.

-¡Ah!- Trunks se sentó al lado de su amiga deliberadamente. La miró con su sonrisa y dejando que el sillón albergara gran parte de su físico, le preguntó -¿Qué quieres hacer? Ya que tenemos todo el día libre.

-La verdad, no hay nada más que quiera hacer más que tomarme una rica y deliciosa cerveza.

-Dahia… recuerda que nada de alcohol.- la miró con reproche.

-Vamos vaquero, es sólo una.

-Si, como no. ¿No quieres mejor comer algo?- se levantó de su cómodo asiento y así la miró mejor. -¿Se te antoja comida china?

-¡Si!- contestó inmediatamente –La verdad estoy harta de la comida de 'hospital', así que no me molestaría nada de nada degustar algo que realmente sea comida.

-Ok, voy a pedirla.- Y se levantó hacia la cocina.

-Hola Lucybell, ¿cómo te encuentras?

-Bienvenida Dahia. ¿Cómo te… sientes?

-Mejor- comentó sonriendo, sintiéndose tan feliz por tener a Trunks a su lado. ¿Desde cuándo el verle moverse o hablar por teléfono se hizo una afición más?

-Dahia, tienes 3056 mails sin leer y ni quiero mencionar las llamadas perdidas de tu madre y abuelo.

¡Por Kami! Se olvidó por completo hacer esas llamadas y ahora estaba en peligro su integridad mental por su falla… ¡su madre la mataría! –Por favor, márcale a mi madre- se acomodó como pudo en el sillón y así tomar el teléfono.

-¡Dahia!- Trunks se acercó a ella con su celular en mano –Desgraciadamente no me contestan. ¿Quieres otra cosa?

-¿Nada de comida china? Ok, no importa Trunks. Podemos ver qué tenemos en la nevera y así…

-¡Tengo una idea!- comentó Trunks con su sonrisa –Estoy seguro que te encantará… ¿te apetece una suculenta pizza hawaiiana con extra queso?

-Demonio de hombre- ella contestó con un puchero, aunque internamente se sentía la mujer más feliz del mundo -¡Hazme jurar que no volveré a comentarte ninguna de mis debilidades!

Rió un poco ante esa idea. ¿Él dejar de saber sus debilidades y aprovecharse de ellas? ¡Jamás! -Eso nunca Dahia. Entonces, ¿aceptas?

-¡Claro! Eso es mejor que la comida china…

-Sale, déjame pedirla…- y salió hacia el ventanal, aunque se extrañó ya que de pronto dejó de tener señal. -¿Qué le pasa al mundo hoy? No tengo línea.

-¿En serio?- ¡Cómo le encantaba su vecino! Hasta preocupado era tan lindo… y sexy.

-Creo que no me queda más que salir por ella- miró a la morena serio -¿Te molesta?

-No, ¿por qué tendría que molestarme?

-Pues…- se acercó a ella para colocarse a unos escasos pasos –Se supone que no puedo dejarte sola.

-Vamos vaquero, no pasará nada malo. Ve tranquilo que no pienso moverme de aquí.

-¿Segura?

-Completamente.

-Juro que no me tardaré nada.

-Claro vaquero, no te preocupes. Yo tengo que hacer varias llamadas mientras- le sonrió –Ve y diviértete.

-Que graciosa- le sonrió igual. –Lucybell, cualquier cosa, sabes dónde llamarme.

-Claro Trunks.

-Vamos vaquero, no exageres. Vas a la vuelta de la esquina.

-No exagero…- se acercó a ella y sin más, le regaló un beso en su frente –cuídate.

-Cla-claro.- le miró anonadada y le dejó ir.

¡Kami! ¿Por qué la vida era tan sorpresiva y le hizo enamorarse de su ahora mejor amigo? Ya no podía negarlo y eso le daba miedo. Estaba perdida y tontamente enamorada de Trunks… ¡quería gritarlo al cielo! Sin embargo no se atrevía por el simple hecho de que no deseaba perderlo. Ese era un lujo que no se daría y si tenía que esconder ese sentimiento para que Trunks no lo notara, lo haría y así tener esa amistad que le era tan indispensable como el aire mismo…

Y lo peor de todo fue que ni siquiera habían pasado 5 minutos y ya le extrañaba. ¡Ayuda! Se acomodó mejor en el sillón y así marcarle a su madre para disculparse con ella por preocuparla y así olvidarse un poco de cierto chico. Por desgracia la línea no estaba disponible. El teléfono literalmente estaba muerto. -¿Lucybell, qué ocurre? No tengo línea- comentó extrañada.

-Dahia, hay problemas en mi sistema. En sí quería decirte que alguien ha cambiado mi programación y…

-¿Y?- ¿Qué pasaba con Lucy? Eso sí que era raro. Se levantó un poco para apoyar su pié enyesado en el suelo y así llegar al panel de control a unos cuantos pasos, sin embargo eso jamás llegó a pasar ya que una mano la empujó nuevamente al sillón y comenzó a asfixiarla con una almohada.

-¡NO!- se quejó por el súbito ataque. Pataleó y arañó las manos que la tenían inmovilizada. ¡KAMI! ¿Qué estaba pasando? Estaba contrariada y sobre todo débil por la falta de aire, teniendo que utilizar su poder para lograr aventar un poco al atacante. Con ello se libró y buscó al agresor. Y lo que encontró no fue nada grato. ¡¿Qué hacía ahí?! –Tú…

-¿Me extrañaste paloma?- un hombre maduro de cabello blanco y ojos verdes la miraba diabólicamente. ¡Hasta que se quedó sola en casa su palomita! Y lo mejor fue que la encontró aún con esa maravillosa fractura en su pie provocado por él mismo y esas vendas en sus muñecas… ¡lástima que no murió en la bodega! Y eso que esperó pacientemente a que su sangre se vertiera por el lugar. -¡Pero qué ingrata eres! Vengo primero por ti después de encontrarte por suerte y así me lo agradeces. Eso no se hace, palomita. Pero ahora podré terminar lo que empecé cuatro años atrás.

-¿Por qué?- como pudo, Dahia se levantó aún sin aliento. Estaba impactada por tener a ese hombre… ¡se supone que Kato lo mató!

-Es algo simple, hermosa mía.- sacó de su pantalón una daga. –No tengo que dejar cosas pendientes en mi trabajo y ustedes tres son mi más odioso y problemático dolor de cabeza… ¡Y lo haré! Vengo a cumplir una misión y me encuentro con la oportunidad de limpiar mí nombre con su muerte y créeme que voy a divertirme de lo lindo.

Maldecía en esos momentos su patética situación. Ni siquiera podía concentrarse para leer su mente o el poderle empujar por la ventana gracias a la telequinesis. ¡Kami! El dolor en su pie no ayudaba a su causa y el terror naciente menos…

-Estoy sorprendido por tu extraño poder, pero hasta aquí llegó el juego, paloma. Es tu hora.

Y se lanzó contra ella. Al principio Dahia logró aventarlo hacia el ventanal y generarle dolor en su brazo derecho por los cristales rotos, sin embargo eso no detuvo al intruso para tomarla fuertemente de su hombro, cargarla rápidamente y lanzarla a la mesa de centro. Obviamente él no se quedó tranquilo con eso y, viendo que ella sufría por las nuevas heridas en su espalda por el golpe, la tomó del cuello y alzándola, la volvió a arrojar hacia el pasillo principal, logrando que chocara con la pared fuertemente. –Esta vez visitarás el otro mundo, preciosa.

-De-demonios- intentó levantarse, pero no pudo. La herida de su muñeca derecha se abrió de nuevo agregando las que obtuvo en su espalda y el dolor en su cabeza no dejaba que percibiera bien a su enemigo.

-Bueno, es hora de decirte a-d-i-o-s paloma… y después iré con tus amigos y tendrán una grata reunión muy lejos de aquí- caminó tan lento que desesperó a Dahia y, cuando ella intentó levantarse nuevamente, él le agarró de la muñeca herida y clavó la daga en su palma, deleitándose del grito lleno de dolor. Rápidamente la sacó y comenzó a ahorcarla. No pudo esperar más ante la necesidad de verle más sangre, así que tomó la daga y sin soltarla, acercó el arma a su cuello. Estando a punto de desgarrar ese hermoso cuello, sintió un fuerte golpe en su costado, haciendo que cayera fuertemente al suelo.

-I-idiota- ¡Hasta que pudo lastimarle! Dahia logró concentrarse en ese pequeño lapso que tuvo y así aventar a ese maldito lejos de ella. Y con eso, comenzó a empujarle para generar una grieta a la pared vecina. No pudo levantarse por el terrible dolor en su cuerpo, sin embargo estiró su mano izquierda y con ello iniciaría su venganza.

-¿Q-ué demonios e-res?- ese hombre preguntó con la poca energía que le quedaba. ¡Era la segunda vez que le pasaba esto! El movimiento de su cuerpo fue inutilizado por alguna extraña razón y sentía como si una pared invisible poco a poco le aplastara sin siquiera tener 'algo' a su alrededor.

Pero ella no contestó. Un movimiento o pensamiento en falso sería fatal. Así que Dahia esperó hasta que este dejara de respirar para detenerse, sin embargo el dolor de cabeza hacía que su labor fuera cada vez más difícil. Tuvo que soltarle antes de tiempo o perdería la conciencia en ese preciso segundo. Se dejó caer por la falta de energía, no obstante nunca llegó al suelo por ser sostenida suavemente, mientras que un sonido estridente y corto irrumpió por todo el cuarto.

-¡No la sueltes Brielf!- James se encontraba enfurecido por su falta. Si no hubiera sido por ese ricachón que percibió algo extraño dentro del departamento, en esos momentos Dahia estaría muerta. No lo pensó dos veces y vació su arma en ese cuerpo inerte que se derrumbó instantáneamente.

No podía ser. ¡¿Por qué la dejó sola nuevamente?!

-Va-quero- el susurro de Dahia evitó que Trunks se enfureciera más de lo que estaba y que tanto él como James le pusiera atención.

-¡Dahia! No te muevas- Trunks la acomodó en su regazo y con horror encontró que su camisa estaba marcada de rojo gracias a la sangre derramada. Para esto, logró llevarla rápidamente al otro lado de la habitación para que no viera el final de su atacante.

-No… no lo…- no deseaba hablar ya que se encontraba cansada y sobre todo adolorida.

-Sh, tranquila. Ya se terminó.- Jason corrió a su lado y con dolor notó que realmente llegó tarde. Se quitó su saco y con ello la tapó, mientras que dejaba que Trunks la acomodara mejor en su regazo y así atenderla como era debido.

Lastimosamente se desmayó en el camino.

…Media hora después…

Se encontraba completamente relajado al saber que Dahia estaba bien y que todas las heridas que tuvo en su espalda fueron superficiales, presentando únicamente un gasto excesivo de energía y las heridas en su mano fueron controladas a tiempo, brindándole un buen augurio para su recuperación. Lo único que le atormentó fue el saber que su atacante realmente iba por él y por ese odioso proyecto de armas que tanto odiaba. El encuentro con ella fue de "suerte" al enterarse que era nada más ni nada menos que su vecina. En pocas palabras, ¡él le provocó todo el daño a Dahia!

Aunque en esos momentos intentó olvidar eso ya que no era importante, simplemente se acomodó mejor en ese colchón a un lado de Dahia, cuidando su sueño y su descanso. Sin duda era una mujer demasiado hermosa, con todo y todo.

-Me da gusto que él la esté cuidando- comentó en voz baja Raye, una compañera de trabajo de Joe. –Y… ¿crees que sean realmente pareja? Según Hito lo son.

-¿Novios?- James la miró con duda. –La verdad, yo lo dudo.

-Pues yo si lo creo. No conozco a Ritller, pero el que ella de alguna manera esté descansando gracias a un chico guapetón, no se escucha ni se ve todo los días ni mucho menos que él se haya autopropuesto para cuidarla hasta que lo necesite...- sonrió para después recuperar su seriedad –Tienen que dejar el edificio ahora mismo. Ese maldito realmente deseaba deshacerse de Brielf y logró colocar muchas trampas en su departamento.

-Se lo diré yo. Gracias por tu ayuda, ahora puedes irte con los demás. No tenemos que levantar sospechas.

-De acuerdo jefe. Solamente necesito tirar 'la basura'- viendo la bolsa negra localizada en el balcón con el forense y varios doctores.

-Bien.

Lo bueno fue que Trunks no chisto para nada y, después de llamar a su madre y avisarle que estaría de visita, cargó a Dahia suavemente y la acomodó en su auto. Esta vez se haría cargo de ella y enmendar su error.

. . . .

Ese día fue realmente perfecto por el simple hecho de tener a todos en su casa y disfrutar un día en familia. ¿Desde cuándo todos los guerreros dejaron estas reuniones? No hubo duda que la boda de Goten y Pares generó nuevamente el acercamiento de casi todos los amigos. Bulma agradecía fuertemente a la familia Son por la felicidad naciente y sobretodo quería aprovechar el tiempo que tenía con su primogénito y su 'amiga'.

Para ella fue realmente sorprendente el ver los cambios que había sufrido Trunks desde que llegó, hace una semana, con Dahia. Y no solo eso, lo que provocó la misma Dahia con Bra: de ser una adolescente latosa y rebelde, la transformó en una 'chica hogareña' por quedarse a su lado mientras que Trunks salía o simplemente permanecía en casa por disfrutar de su compañía. Bulma se encontraba exactamente en la cocina preparando los bocadillos para las chicas con la ayuda de Milk.

-¡Pero qué deliciosa salsa has hecho!- comentó la morena con una gran sonrisa –Sin duda será la fascinación de todas.

-Eso espero Milk- rió levemente ante la idea de interrumpir la "sesión de moda" brindada por Pares. –Aunque no debes de olvidar tu estofado… ¡las dejaste sin habla!

-No es para tanto. Solamente quiero hacer feliz a mí adorado Goten y qué mejor que complaciendo a Pares… aunque no puedo negar que aún le falta mucho en su 'examen'

-Cierto, aunque te recomiendo que no seas tan exigente. ¡La pobre casi acaba con tu bajilla por los nervios que le infundiste!- sonrió nuevamente cuando tomó una parte de las galletas y las colocó en la charola.

-Eso es el precio que debo de pagar para preparar a la mujer de mi hijo.

Y hablando de Goten, espero que esta vez tanto Trunks como Gohan puedan entretenerlo y no salga con sus cosas como la otra vez. Tiene que evitar ver a la novia antes de la boda con su vestido.

-¡Cierto!- sonrió al recordar la travesura de su hijo, teniendo en cuenta que si no hubiera sido por Dahia, todos los planes de la noche de boda serían ahora un desastre –Y antes de que se me olvide- sonrió con cierta malicia, haciendo que Bulma sintiera un escalofrío por toda la espalda –te aviso que después de la boda de Goten y Pares, haré una fiesta en donde tiene que estar Dahia completamente recuperada. Si va a ser la pareja de Trunks, tenemos que prepararla para que sea una excelente esposa. ¡Qué emoción! También Trunks se casará…

Decir que la idea completamente descabellada no sonaba nada mal, sin embargo lo primero era lo primero. Ellos dos eran 'amigos' y tenían que pasar a ser algo más. Y si sus planes no fallaban, esos dos serían parejas antes de la media noche. Caminaron con charola en mano hacia uno de los grandes estudios y el ruido les dio el camino previo a seguir…

-¡Kami necesito tu ayuda! ¡QUÉ HORROR!- estaba asustada, mejor dicho, horrorizada por ver lo que tenía enfrente.

-Vamos Dahia, te ves fantástica.

-¡Sí! El rosa te queda perfecto.

-Y no solo el rosa… ¡esa falda deja ver lo mejor de ti!

Esas mujeres estaban completamente locas, teniendo respeto hacia Videl y su gusto por la moda. ¡¿De dónde sacan que un vestido a la rodilla, un poco abultado y pegadititito a la cintura y pecho por ser strapless se ve excelente con un yeso en el pie derecho más un par de muñequeras negras demasiado llamativas sin olvidar las vendas que pasan por sus hombros?!

-No me gusta.- sentenció Dahia finalmente.

-Dahia, lamento informarte que es ese o los otros dos que te probarás en unos momentos más el que usarás como dama de honor. Así que relájate ya que tendremos un pequeño descanso con el peluquero- Pares sonrió ante la idea de tener a su dama de honor tan sexy para cierto amigo suyo y se carcajeó como las demás ante la cara anonadada por su comentario. –Y no debes de preocuparte por tus heridas, en semana y media estarás perfecta.

-Como digas…

Realmente no la convenció y ni siquiera los bocadillos de esas dos hermosas mujeres cambiaron algo. Se encontraba decepcionada y sobretodo deprimida. ¿Por qué tuvo que ser así? ¡Kami! Deseaba solamente ser la amiga de Trunks después de jurarse no intentar nada con él por la 'amorosa relación dudosa' entre Trunks y Jeshiko y alejarse lo más pronto para no causarle más molestias ni gastos, desgraciadamente eso jamás pasó. Ahora era la 'visita especial' de Trunks, recibiendo un sinfín de cariño y tratos que no merecía, por parte de él y de su familia… bueno, de su padre no, pero le daba igual. Y eso no fue lo más duro de la situación, el sentimiento hacia ese hombre aumentaba con cada sonrisa o atención a su persona… ahora sí no hubo duda en su ser que estaba completamente enamorada de ese vaquero.

. . . .

Estaban sentados en la gran sala disfrutando de una excelente taza de café, esperando a que las mujeres de casa salieran de su encierro y así poder cenar todos juntos. Hasta eso fue un día tranquilo y esta vez, Goten puso de su lado para no arruinar la 'sesión femenina' y así complementar algunos accesorios que el novio y los padrinos requerían. Y no fue hasta que, cuarenta minutos después, salieron Bulma, Milk y Videl con una charola llena de trastes sucios y con bolsas negras en sus manos, siendo los vestidos de todas.

-Hasta que salen.- comentó Goten cuando se levantó del cómodo sillón.

-No nos culpen, esta vez la novia y dos damas tuvieron la culpa de nuestro retraso. Pero en un momento servimos la cena.- sonrió Videl a su marido y besándole fugazmente en los labios, recibió su ayuda con la charola.

-Les ayudo- Gohan se acomodó al lado de Videl y sonriendo la siguió. Mientras que Milk suspiró satisfecha por la escena que le brindaron y les siguió. En cambio Bulma fue directamente con Trunks y Goten.

-Yo recojo la mesa. Ustedes vayan por las chicas. Así se apurarán- y los dejó solos. Con ello cada uno tomó su saco y se dirigieron a ese pasillo especial.

-Me da miedo ver lo que han hecho esas problemáticas en el estudio. ¿Qué piensas?

-Vamos Goten, no exageres.

-¿Exagerar? ¡Trunks! No quiero imaginarme lo que pueden hacer juntas Tame, Pan y Bra… y ni mencionar a Dahia con mi pobre Pares. Debió de estar en graves problemas.

Trunks le miró resignado. ¿Cuándo entendería que Dahia no es tan mala ni problemática como él creía? Sabía perfectamente que ella era necia y cuando se disponía a molestar al que deseaba lo lograba exitosamente, sin embargo no había tenido el ánimo para hacerlo. Ni siquiera se atrevió a atacar a Giru después de que este robara nuevamente una batería de Lucy, preocupándole realmente. ¿Acaso tenía algo que no quería decirle? Lo bueno fue que esta vez se quedaría con ella hasta que pudieran regresar a sus respectivos departamentos y esperaba pasar un momento a solas esta vez.

-Mejor vamos por ellas.- Sonrió Trunks al mirar a su amigo y así los dos se dirigieron a ese lugar que estuvo prohibido a todo hombre de la familia.

Mientras tanto…

-¿Cómo te sientes?- Pares seacomodó al lado de Dahia, mientras ella apoyaba su pié enyesado en el banco afelpado.

-Bien.

-Dahia, ¿qué te ocurre?- prosiguió la novia preocupada por el ánimo de su amiga, aprovechando que Tame estaba con las dos adolescentes en plena travesura por haberles arruinado el maquillaje tan perfecto que les dejó el estilista.

-Nada.

-Ese nada sonó a 'me pasa algo y es terriblemente horrible'.- Realmente Dahia tuvo un gran cambio con ese corte de cabello en capas con fleco y el maravilloso maquillaje que le realzó esa mirada chocolate y su rostro fino. Lastimosamente su rostro no reflejaba la felicidad de siempre. Ni siquiera se burló de su tan mal comentario.

-No es nada Pares, en verdad.- Dahia sonrió mientras suspiró.

-No me convences. Dahia, ¿te han tratado mal aquí? ¿O no te…?

-¡No!- corrigió rápido la mencionada –Al contrario mujer, me han atendido más que bien.

-¿Entonces?

-Lo que pasa es que… es que…- observó las vendas de su mano debajo de las muñequeras y miró nuevamente a Pares –no quiero ser más un estorbo para nadie.

-No eres un estorbo Dahia, ¿por qué dices eso?- no dejó que la morena le contestara –entiende que eres una persona muy importante para nosotros y si Trunks o cualquiera de nosotros quiere cuidarte, déjate. A todos nos hace muy bien, recordándote que desde hace mucho tiempo que siento que necesitábamos de ti y hasta ahora sólo nos has alejado.

-Si claro. ¿Necesitar a una mujer herida y lastimada como yo? Les causo más problemas que soluciones.

-Mientes…

-¿Acaso no tenían planeado cambiar la fecha de su boda por mi culpa? O, ¿no han dejado de hacer sus cosas Bra, Trunks y su madre por cuidarme?

-Creo que exageras- comentó Pares al ayudar a Dahia a acostarse en el sillón y así tenerla en su regazo.

-¡Por Kami, Pares! Trunks no va a trabajar ni sale por mucho tiempo por mi culpa, y eso puede causarle muchos problemas con todo lo que tiene que hacer.

-Dahia, Dahia, Dahia… ¿me estás diciendo que te afecta lo que él haga o deje de hacer por ti?- Sonrió libremente por captar cierto sentir de su amiga por su amigo, reflejado en su gran rubor. -¿Qué es lo que realmente sientes por él?

-¡Pares! No digas tonterías.- ¡NO! Supuso que el calor en su rostro la delató por completo. ¿No podía esconder su sentir ni siquiera ante Pares? Que Kamisama le ayudase.

-Vamos amiga mía… ¿o vas a negarme que te gusta Trunks?

-No. No lo niego.- estaba resignada a confesarle todo –Y lo peor de todo es que crece cada vez que lo veo o que me sonríe. Le amo más de lo que yo deseo.

-Estás enamorada de Trunks… ¡Quién lo diría!

-Sí, quién lo diría… aunque esto que siento debo de olvidarlo, así que no vayas a hacer algún comentario de más, por favor.

-¿Qué? ¿Por qué dices eso?- Pares la miró asombrada, mientras que Dahia desvió su mirada hacia Tame, la cual fue derrumbada por Pan mientras que Bra le hacía cosquillas.

-Él ya tiene a 'alguien' más y no quiero estorbarle más de la cuenta.

-Momento Dahia. Trunks es soltero de la misma manera que tú y si te digo que tienes una gran oportunidad con él, debes creerme.

-Entonces, ¿quién es Jeshiko?- buscó a Pares, la cual comenzó a reír. –Gracias por burlarte de mí.

-Dahia, Jeshiko no es ni nunca ha sido pareja de Trunks, al contrario, ellos son muy buenos amigos. Y te recomiendo que no vuelvas a pensarlo ni decirlo si no quieres causar un asesinato en esta familia por el simple hecho de que el esposo de Jeshiko es muy celoso.- sonrió ante el asombro de ella -¿Acaso no te lo mencionó Trunks? Ella está felizmente casada desde hace ya 2 años.

-¿Ca-casada?

-Así es. CA-SA-DA.

-¿Quién está casada?

La voz de Goten rompió la novedosa plática que ambas tuvieron. Las dos les miraron atónitas y con ello recibieron una mirada similar. ¿Desde cuándo esas dos mujeres se ven realmente hermosas con un peinado simple y maquillaje fino y natural? Goten sonrió orgulloso de su pareja y Trunks se juró que no la dejaría ir tan fácil.

-Jeshiko.- Lo soltó rápidamente Pares, ganándose un puchero de Dahia. –Lo que pasa es que hablábamos de nuestros conocidos y Dahia me comentó que conoció a Jeshiko antes de su accidente.

-¿No me digas que la viste antes Trunks?- Goten le miró, haciendo que Trunks encorvara sus hombros diciendo '¿Y?'

Trunks se extrañó por la mención de su amiga -Así es. Tuve que hacer el proyecto que te comenté con ella y liberarme estos dos meses completos.

-Cierto, se me había olvidado. Espero que pueda venir a la boda.- Pares dejó que Dahia se sentara nuevamente en el sillón mientras que Trunks se acercaba a ella.

-No lo dudes. Me debe una y tiene que pagarme el favor- Goten sonrió por la idea.

-¡Chismoso! Fui yo la que hizo todo, tú solo le pusiste tu nombre.- Tame se salió con la suya y ganó ante la batalla con esas dos molestas.

-¿No me digas? ¿Tú le conseguiste su cita de 'amor' con ese hombre? Voy a decirle a Joe que andas desatada.-¿Por qué Tame andaba sola? El sábado en su primer ensayo tenía que estar Joe y así calmar a su fiera, ya que si no, su salud mental estaría en serios problemas.

-¡Uy qué miedo!- comentó Tame completamente feliz por haber molestado primeramente a esas dos mocosas, las cuales no pudieron con ella. Y se acercó al ver la cara de tontos de esos dos ante las mujeres, sin embargo se asombró al ver como ellas le miraban de la misma manera, sin embargo no se quedaría con las ganas de fregar a Goten y a Trunks, al final de cuentas se lo encargó su hombre.

-Pues deberías de tenerlo.- el tonito tan irónico de Trunks, hizo reír a Dahia. En eso se acercaron completamente despeinadas Pan y Bra, mirando asesinamente a Tame. Después salieron resignadas hacia la cocina, estallando carcajadas a los presentes. –Gracias por tu ayuda Tame.- cambió el tema drásticamente cuando logo calmarse. Sonrió cómplice a ella para pasar después con Goten, el cual entendió su 'maléfico plan' y con ello el Son ayudó a su próxima mujer a levantarse mientras que la problemática I se acercaba a Dahia.

-No hay de qué, sólo no me decepciones. Bueno, yo me despido, Joe me está esperando. Nos vemos el sábado.- Se despidió de todos y salió victoriosa de esa guerra 'femenina', la cual no se quedaría así ya que la Brielf menor y la heredera Son-Satán intentarían encontrar la manera de hacerla rabiar.

-Adiós Tame- Dahia se dejó abrazar por su amiga.

-Dile que si, ambos lo necesitan- Tame le susurró al oído antes de separarse y cuando la liberó, sonrió para dejar a Dahia contrariada y sobretodo dudosa. Pasó después con Goten y Trunks y con ello salió de la Corp. Capsule con una gran felicidad ante la idea de tener dentro de poco a una amiga menos soltera.

Y con ello Goten salió con Pares de la mano.

-¿Tienes hambre?- Trunks se acomodó a su lado con su gran y clásica sonrisa.

-No mucha, dependerá de lo que cenemos… ¿qué vamos a cenar?- Dahia sonrió también. Se sentía tan tonta por la tremenda felicidad que sentía por percibir tan delicioso olor masculino.

-Pues…- suspiró tranquilamente –…es una sorpresa.

-¿Sorpresa?

-Así es.- se levantó e intentó acomodarla entre sus brazos, pero ella le detuvo. -¿Qué ocurre?

-Espera…- ella le detuvo con su gran sonrisa, desarmando al hombre por completo. –Quiero mi helado.

-¿Helado?

-¡Sí! Bra me regaló un delicioso helado de chocolate. Según ella estaba 'deprimida' y que con este delicioso postre mi ánimo aumentaría… y realmente tuvo razón. Aunque no estaba deprimida.- con la ayuda de Trunks se levantó como pudo y tomó de la mesa de centro un frasco de plástico blanco.

-Ooo no…- Trunks se asombró de pronto y ese tonito manejado causó que Dahia le mirara dudosa.

-¿Qué ocurre?- preguntó curiosa y sobretodo extraña.

-Ese Dahia… es mi helado.

-¿Tú… helado?- miró esos cielos para después pasar al contenedor de plástico atontada. ¿Por qué le parecía sexy aún asombrado?

-Así es. ¡ES MI HELADO DE CHOCOLATE! Bra me las va a pagar. ¿Acaso no te comentó que ese es mi único delirio?

-Obvio que no. ¿No sabes lo monstruo y traviesa que puede ser Bra? Pero no importa, es ahora… mi helado.

¡Genial! Por una parte se sintió culpable por haberle causado otro problema a Trunks, sin embargo ese helado fue el más delicioso que había probado y no quería dejarlo… ¡apenas le había dado unos cuantos cucharazos! Para su desgracia tenía que elegir alguno de los dos… ¿qué hacer?

Ni modo, el sacrificarse siempre estaba presente. -Pues, era tu helado Brielf. Ahora es m-í-o.- Y al tomar la cuchara y probar nuevamente ese postre, se dio cuenta que esa fue la mejor opción.

¿Qué? La muy mujer le miró retándole y… y… ¡NOOO! Tomó la cuchara descaradamente y comió de su único delirio. Eso sí que no podía permitirlo. Era un hecho que haría cualquier cosa por ella, sin embargo ese helado era una verdadera joya que no podía perder. Le costaba mucho trabajo convencer a esa chef que le hiciera ese helado y ahora resultaba que su hermana le regaló un arma completamente potente a Dahia. ¡No podía permitir que se lo acabara!

-Dahia, dame ese helado.- se acercó a ella de manera seria y le extendió la mano indicándole que esperaba que le regresara su postre.

-No. Ya te dije que es mío.- y como acto seguido, ella escondió el frasco en su regazo, no sin antes comer nuevamente de él.

-Dahia… no seas necia y dámelo. Y deja de comer… ¡te lo vas a acabar sin siquiera darme un poco!- se acercó lentamente a ella, con el cuidado de no hacer movimientos en falso y provocar alguna mala jugada en ella y lastimarla más.

-Vamos vaquero, no te cuesta nada regalármelo.

-Es mío, solamente mío. Es la única cosa que no comparto con nadie.

¡Pero ella lo quería! Se armó de valor y utilizando todas sus tácticas femeninas le enfrentó. -¿Y no me lo darías? ¿Ni porque lo necesito?

Ni por esos bellos ojos ni esa sonrisita que derretía todo su auto control. –No.

-¿No? ¿Qué quieres a cambio de tan delicioso chocolate?

-Lo siento Dahia, pero este…- con un movimiento rápido logró arrebatarle el helado, haciendo que esos chocolates le miraran anonadada. -…es mío.

-¡No!- No perdería ante él, así que, sin importarle realmente nada, se le lanzó encima, haciendo que el pobre Trunks dejara en segundo término lo recién recuperado para cachar a Dahia, aunque eso no fue un buen plan ya que, estando él en el suelo con su vecina encima suyo, vio como esa mujer se estiró para intentar agarrar el envase. Algo que no pasó porque fue más rápido que Dahia.

Con ello comenzaron a generar una de las grandes guerras dentro de esa casa. Lastimosamente Dahia no pudo correr por su pie, sin embargo ese no fue impedimento para lanzar cojines con su mano 'sana' evitando así que su enemigo se acercara. Fue en el momento en que Trunks logró detenerla y caer con ella en el gran sillón cuando obtuvo el frasco de plástico.

-¡Gané!- comentó él riendo mientras que se colocaba 'arriba' de su enemiga inmovilizándole cualquier movimiento en falso pero de tal manera que no apoyaba su peso evitando lastimarla. Sin duda esa batalla fue necesaria para, en un primer lugar, recuperar su postre favorito, y en segundo, ver nuevamente esa sonrisa tan especial en Dahia.

-¡NO! No has ganado- sí que Trunks era un chico despistado. Tomó un poco de helado sin que él se diera cuenta y, en el momento en que él protestaría ante sus palabras, le untó el chocolate en su boca, haciéndole tragárselo bajo una gran carcajada. –Yo gané.

Y sonrió libremente.

-No ganaste Dahia. Me lo he comido todo gracias a ti.- él rió también junto a ella y, por la posición pudo disfrutar de esa belleza de mujer. ¡Kami! Cómo un simple corte de cabello y maquillaje pudieron realzar tanto la feminidad de Dahia.

-Tienes tanta razón… ¿pero no era lo que querías?

-No, realmente no deseaba eso.

-¿A no?- ¡Sí que era tan guapo! Esos ojos cielo y tan delicioso olor masculino estaba haciendo de la suyas. No podía despegarle la vista ni un solo segundo, y cuando él sonrió tan bellamente notó cierta mancha de más en su mejilla derecha. -Ups, lo siento, te he manchado de más- o se lo quitaba con su dedo o intentaría quitarle esa mancha café con sus labios. ¿Qué hacer? ¿Por qué no obtenía otra respuesta más que con sus labios? Respuesta: por la mirada tan penetrante que le regalaba su vecino. Oh Kami. ¡Autocontrol ante todo!

Tomó el rostro de Trunks con ambas manos y sonriendo le quitó el residuo del delito con su pulgar y para terminar, haciendo que el deseo de Trunks se disparara a niveles infinitos, chupo su dedo de manera inocente e inconsciente. –En verdad es un buen he… helado. Lamento habértelo quitado ya que...

-No importa- No pudo más. Acercó lentamente sus labios a las de ella. –Al contrario- y la besó.

Para ambos, ese helado no pudo haber tenido mejor fin. ¿Desde cuándo desearon lo que estaban haciendo en esos momentos? Ninguno supo la respuesta, simplemente se perdieron ante la deliciosa sensación de demostrarse el sentimiento que uno tenía por el otro. Dahia le acariciaba el rostro y el cabello mientras que Trunks la abrazó más y colocó sus manos en su espalda para apegarla más a él, siendo la falta de aire el único inconveniente a su unión.

-Dahia yo…- intentó decir algo Trunks, pero Dahia lo silenció con un corto pero certero beso.

-Te quiero más de lo que yo pensé. Y no es un simple 'te quiero', es más bien un… bueno un, 'te amo'- ella se adelantó, obteniendo una mirada entre asombrada y agradecida. –Te juro que no sé cuándo ni cómo, sin embargo…

-Simplemente pasó.- terminó su frase.

-Exacto.

-Mmm… pues, he de confesarte que lo mismo que te pasó a ti, lo sufrí yo. También dejé de quererte para saltar a algo más.

-¿En serio?- sonrió por el pequeño beso que recibió en su nariz, el cual pasó a sus labios nuevamente.

-Ajá… tanto que no puedo dejar de hacer esto- y la besó nuevamente.

Y no se lo prohibiría. ¡El tiempo había transcurrido sin ser notado siquiera! ¿Cuánto? Ni siquiera importaba ya que lo relevante fue que estaban los dos juntos, uniéndose en un gesto lleno de sentimientos, se estaba cumpliendo una de sus tantas aspiraciones. Le besó con todo el amor que guardaba en su interior y al parecer él también hizo lo mismo. Lastimosamente un rugido estomacal generó que ambos se separaran rápidamente para reír fuertemente.

-¿No que no tenías hambre?

-¡No molestes! Tú tuviste la culpa de hacerme 'correr' y…- Trunks la besó cortamente, interrumpiéndola –y… y no te aproveches de… de… mhhh… ¡Auch!

-¡¿Qué pasó?!- Trunks se separó inmediatamente de ella en el momento que escuchó ese quejido.

-Mi pie.- sonrió y movió su lastimada extremidad para liberarla de la pequeña prisión regalada por el sillón y Trunks. –Yo...

-Lo siento.

Hasta preocupado se veía tan guapo. Sonrió y ante la mirada de Trunks, planeó jugar un poco más. –Nel Trunks, nada de lo siento… ¡te aprovechaste de mi nobleza!

-¡¿Qué?!- Ahora resultaba que él se aprovechaba de ella.

-Pues tú verás…- le besó ligeramente para después sonreírle mientras acariciaba su rostro tiernamente -primero me robas mi helado ya que dejó de ser tuyo en el momento en que Bra me lo trajo, después me besas con tan adictivo sabor, me haces confesarte mi secreto, escuchar el tuyo y ahora, después de un rico beso, resulta que aplastas mi pie lastimado, sin olvidar que tengo hambre y no me das de comer.

-Demonio de mujer, pero al final de cuentas… así te quiero.- sonrió y sin que ella pudiera hacer algo, la volvió a besar, dándose esta vez el tiempo y paciencia para degustar de tan rico sabor y lo que le hizo completamente feliz, fue que ella le respondió y con gusto.

Algunos minutos después ambos iban en el pasillo principal de la mansión. Trunks cargaba a Dahia, la cual se aferró a su cuello.

-¿A dónde me llevas?- ella le preguntó al ver que ese hombre la llevaba a otro lugar muy lejano al comedor familiar.

-A cenar.

-¿En dónde?

-¿Acaso no confías en mi?

-Confío en ti, es sólo que me extraña que no vayamos a cenar con los demás.- Justificó su curiosidad. -¿Entonces?

-Es sorpresa.- sonrió ante la idea de tenerla nuevamente en sus brazos y esta vez por un periodo indefinido.

-Ok. No preguntaré más.

-Gracias.- sonrió ante el puchero de ella. –Lo que sí quiero pedirte es que cierres los ojos.- para cuando dijo eso, estaba a unas puertas de su destino. Dahia le miró dudando pero inmediatamente acató sus palabras. –No vayas a abrirlos hasta que te lo diga.

-De acuerdo, patrón.

Trunks rió y le besó la frente, notando cierto rubor en esas mejillas femeninas. Entró con mucha habilidad al mirador de la mansión, localizado en el octavo piso y, sonriéndole al único presente, acomodó a Dahia en un sillón y antes de cualquier otra cosa, le besó.

-Que rico sabes.- comentó ella aún con los ojos cerrados y Trunks supuso que se ruborizó por lo escuchado.

-Dahia, antes de cualquier cosa, necesito decirte, más bien preguntarte algo.- se colocó enfrente de ella y tomó sus manos.

-Tú dirás.

-Pues, sé que el helado adelantó todo y posiblemente ya no te sorprenda como lo deseaba hacer, sin embargo…- comenzó a acariciar sus manos, haciendo que ella sonriera sin romper su promesa de 'no abrir los ojos hasta previo aviso'. -…deseo pedirte un favor.

-¿Un favor?- alzó una ceja por la duda.

-Así es, un favor.- se acercó más a ella –Pero antes, puedes abrir los ojos.

-Sí que me confun…

No pudo completar su oración por perder toda palabra. Si que ese hombre podía desarmarla con sólo desearlo. ¡Qué maravillosa escena! Estaba atónita ante la cantidad de velas colocadas estratégicamente en uno de los miradores de la 'casa', iluminando lo que la luna no lograba y daba vida a un sinfín de tulipanes de distintos colores. En el techo había lámparas de papel de diversos colores y para el barandal estaba una mesa pequeña para dos, dejando ver lo mejor de la ciudad y su vida nocturna. Y realmente no fue eso la que la enamoró más, fue esa extraordinaria sonrisa que encontró al ver nuevamente a Trunks.

-¿Te gustó?

-Más de lo que tú puedes creer- y le besó en la frente aprovechando la cercanía.

-Pues bien, como te decía, el favor que quiero pedirte es que me permitas…- colocó una de sus manos en la mejilla de ella para acariciarla -…ser parte de ti y estar a tu lado sin importarnos nada ni nadie.

-Pero…

-Sé que es difícil para ti, sobre todo por tu trabajo y la independencia en la que has vivido todo este tiempo, sin embargo deseo con todo mi corazón el protegerte y estar a tu lado.

-Trunks, eso no es justo- exclamó con resignación. –No puedes estar con alguien que solo causa problemas. Ni siquiera pude salir librada esta vez y ahora dependo cien por ciento de lo que tú me das. No lo merezco.

-Dahia…- hasta eso sabía que se culparía por todo lo pasado, no obstante tenía que quitarle esa idea errónea y sin fundamentos. –Y si yo hubiera estado en tu situación, ¿hubieras actuado de la misma forma que yo?

-Sí, sin dudarlo.

-Te puedo asegurar que lo harías por los sentimientos que me tienes… por las mismas razones que harían darte gustoso mi vida entera ya que no quiero dejarte sola. Deseo ser tu sostén y hasta tu costal de arena para que desquites todo lo que traes dentro- la hizo reír fuertemente, contrastándolo con las pequeñas lágrimas escapistas -¿Te atreverías a intentarlo?

-Yo…- ¡Kami! Nunca en su vida se imaginó generar un sentimiento como ese en un hombre tan maravilloso y único como Trunks. Le amaba y como él se lo demostró, el sentimiento era igualmente recíproco. Cerró los ojos por algunos segundos y al abrirlos, encontró la respuesta a todas sus dudas y miedos. -¿Estás completamente seguro y convencido que deseas vivir lleno de problemas y locuras propiciadas por mi? Digo, no soy una mujer normal y si puedo ser más problemá...

-Eso es un hecho Dahia.- la interrumpió suavemente. –Y si, si quiero.

-Sí, sí quiero… estoy segura que ser tu novia va a ser una gran aventura.

-¿Aventura?- No hubo dudas que desde esos momentos, su vida cambiaría y realmente para bien.

-¡Claro! No todos los días se puede tener una declaración como esta. Muchas gracias, mi vaquero.- le sonrió y dejándose abrazar, disfrutó de ese hombre.

Y sin que ellos dos lo supieran, un par de ojos fueron testigos de todo lo sucedido con ellos, testigos de esa promesa y harían todo lo posible para que se cumpliera, pasara lo que pasara.


¡Hola!

Ahora si pude darle seguimiento a esta historia. Realmente he estado trabajando mucho en la continuación y hasta esta noche pude resolverlo. Sé que muchos pensarán que es muy meloso, pero a mí me gustó demasiado.

Agradezco todos sus mensajes.

¡Hasta después!