Nota: Después de la tercera temporada, John no se casó con Mary , ni ella estuvo embarazada. John vive con Sherlock en el 221B.
Nota 2: Esta idea salió de la mención del otro hermano, cuando Mycroft dice ""You know what happened to the other one".
Disclaimer: Los personajes ni la serie me pertenecen, todo es gracias al autor Arthur Conan Doyle y a los productores de la serie Sherlock de la BBC.
Solo escribo por mi gusto y para las fans que aman a la pareja Johnlock tanto como yo.
Espero les guste este fanfic.
Es un fanfiction de 3 capítulos.
Capítulo 1
John había salido de su trabajo, era aún temprano así que decidió ir de compras, el refrigerador casi estaba vació, en lo que respectaba en el aspecto de lo comestible, compró algunas cosas como galletas, frituras y comida congelada que sabía que a Sherlock le gustaba comer de vez en cuando.
Subió las escaleras con una bolsa donde traía las compras del día, al entrar al departamento se quedó quieto y en silencio, viendo al hombre que miraba por una de las ventanas.
- ¿Qué demonios te hiciste? ¿Es para un caso? Creo que con sólo peinarte de otra forma hubiera estado bien… - miró que el hombre volteaba y lo miraba sorprendido.- Sherlock… ¿Era necesario cortarte el cabello y más a parte pintarlo?- John comenzó a caminar hacia la cocina lentamente pero seguía viendo al hombre quien lo seguía con una mirada divertida.
- John…- una voz vino de la cocina, una voz familiar que hizo que se sobresaltara y volteara rápidamente.
El médico se quedó quieto y soltó por la sorpresa la bosa del mandado, comenzó a dirigir la mirada hacia el hombre de la sala y el de la cocina, se agarró la frente y dio pasos hacia atrás, tantos movimientos de cabeza lo habían hecho marearse o quizá fuera la impresión o ambas, estaba a punto de sentir su cuerpo caer al suelo por falta de equilibro pero unos brazos lo atraparon, inmediatamente fue retirado por otros brazos.
- John… Soy yo, Sherlock – dijo aquel hombre que estaba en la cocina y que lo había retirado de los brazos del otro hombre que lo habían sostenido al principio. – Él… - dijo apuntando al hombre.-… es mi hermano, hermano gemelo, Benedict.
- Un placer Dr. Watson – dijo saludando con amabilidad y una sonrisa. Benedict Holmes era igual a Sherlock, solo que su cabello era rubio cobrizo y corto.
- ¿Tu tienes otro hermano a parte de Mycroft? … un gemelo… ¿Por qué no me lo dijiste? – respondió algo disgustado pero aún sorprendido John.
- Yo…
- Vaya, ¿Por qué no le dijiste que tenías un hermano gemelo? – se ofendió Benedict.
- Se supone que estás muerto – dijo molesto Sherlock.
- Creí que al menos el Doctor Watson sabría eso, que tenías o más bien tienes un hermano gemelo.
- Creí que no era de importancia.- dijo algo molesto Sherlock, aún mantenía a John con sus brazos, el médico se zafó inmediatamente mientras Ben se agachaba a recoger la bolsa y se la tendía a John.
- Gracias, yo… siento haberte hablado así, haberte confundido y… fue la impresión.- se disculpó.- Mucho gusto, John Watson.- le tendió la mano.
- Benedict Holmes .- respondió el saludo.- un placer en verdad conocerlo.
- Pff… - interrumpió el moreno con un bufido y rodando los ojos.- demasiada formalidad.- dijo de mal humor.
- ¿Gustas un té? – ofreció John.
- No, gracias, ya me iba – dijo viendo a Sherlock.
- ¿Te estás quedando en un hotel?
- No, en la casa de Mycroft, vine de vacaciones, a visitar a la familia.- sonrió hacia el médico.- vivo en América.
- Oh, entiendo.
- Sherlock quizá te quiera platicar ahora sobre mí ¿Verdad hermanito?- Benedict miró a Sherlock quien solo se volteó a afinar su violín.- Bueno, me retiro, un gusto Doctor Watson, por cierto leo su blog, es por medio de donde me mantengo informado sobre mi hermano.
Benedict salió del departamento dejando a Sherlock con mal humor y a John algo disgustado porque el detective nunca le había dicho sobre su hermano, se sentía algo herido pues creían que eran amigos.
-¿Por qué nunca mencionaste que tenías un hermano gemelo? – reclamó John.
- Se supone que nadie lo sabe.- dijo volteando a ver a John.- Sabes como somos los Holmes, mi hermano no es la excepción, tuvo un problema, lo "asesinaron" y Mycroft se encargó de enviarlo a América a rehacer su vida, y lo ha hecho bien estos años, está a salvo. Ahora volvió a visitarnos.
- Me lo pudiste haber contado antes.
- No se dio el tema, creí que no era importante, la verdad nunca creí verlo de nuevo.
- Bueno, es agradable – dijo sonriendo John acomodando las compras en el refrigerador.
- Si, todos dicen eso.- dijo de mal humor Sherlock acostándose en el sillón.
- Voy a darme un baño.- John subió a su habitación por ropa y toalla.
Sherlock escuchó como bajaba John las escaleras después de unos minutos, se metía al baño y abría la regadera.
El detective lanzó un fuerte suspiro y se acomodó en el sillón, tenía la mirada en el techo, se sentía de mal humor, los culpables eran su hermano Benedict y John.
Desde que había regresado a Londres con John (después de tres años de ausencia), se dio cuenta de varios cambios en su vida. John estaba con alguien más, Mary Morstan y comenzó a percatarse que sentía algo más por su amigo que una simple amistad. En ese tiempo trató de hacerle saber a John de una u otra manera de lo importante que era para él.
Al final el matrimonio del doctor no duró y se separó regresando al 221B junto a Sherlock, eso facilitó a que los sentimientos del detective hacia John crecieran, Sherlock sentía que todo marchaba bien hasta ese momento por la llegada de su hermano gemelo.
Su hermano era lo contrario a él, era más amable y carismático con las personas, gracias a eso ahora se sentía inseguro, lo que nunca había pasado en su vida en ese aspecto. Temía que John se fijara en evidentes diferencia entre ellos y prefiriera a su hermano, que se alejara de él y perderlo. Era su gran temor.
::..::..::
John estaba en el hospital, tenía un pequeño descanso y realmente en esa mañana fría se le había antojado un pan dulce acompañado por un café, cerca del hospital había una tienda, vendían pan dulce para llevar o podías tomar café en unas mesas de ahí, aprovechando su descanso salió.
Entró a la tienda y se formó para pedir su café y pan para llevar, al voltear al otro lado de la tienda, en el área de mesas pudo ver una figura conocida, era su amigo Sherlock, tuvo intención de dirigirse ahí pero se frenó al ver que estaba acompañado por un hombre. Se quedó paralizado, Sherlock tomaba la mano de ese hombre en forma de consuelo y afecto, se sintió incómodo y mal al ver esa escena, Sherlock ni si quiera tenía ese tipo de contacto con él, y eso que era su mejor amigo. Desconcertado por la escena y los sentimientos de tristeza que comenzaba a sentir salió de ahí, olvidándose de su antojo de hace unos momentos. Caminó pensando en lo que acababa de ver, quizá fuera un caso y le explicara la escena llegando a casa. Por estar inmerso en sus pensamientos no se dio cuenta y al voltear la esquina y se topó con alguien, inmediatamente se disculpó volteando hacia la persona con la que se golpeó.
-Lo siento, yo… - dijo volteando y mirando con grandes ojos a esa persona.
- ¿Doctor Watson? No te preocupes, ¿Tú estás bien?- dijo acomodándose la ropa.
- Si, lo siento mucho, venía… distraído.
- ¿Saliste del trabajo?
- Descanso, venía por pan y un café…
- Te invito – dijo el hombre con una sonrisa.
- ¿Qué? No, no te molestes yo… - temía aceptar pues no quería que fueran al lugar donde había visto a Sherlock.
- Anda, así conozco más al hombre que hizo cambiar a mi hermano Sherlock .- soltó Benedict con una sonrisa amable.
- Esta bien…
- Conozco un lugar algo retirado, a unas cuadras, pero prometo traerte a tiempo al hospital.- dijo caminando y deteniéndose ante un auto negro, auto de Mycroft por supuesto.
El lugar donde Benedict lo llevó era tranquilo y sin mucha gente por el horario, fueron a sentarse a una mesa algo retirada, ahí comenzó a entablar una plática que por el momento, lo hizo sentirse mejor, olvidando por un momento lo que hace unos minutos había visto. El hermano gemelo de Sherlock era muy diferente a su amigo, era más abierto, sonreía más y era más amable con las personas.
John le platicó como lo había conocido, con más detallas y cosas que ha pasado con Sherlock que no ponía en el blog.
Realmente Benedict se quedó sorprendido por el cambio, pues según él y Mycroft notaron el cambio de Sherlock desde que John entró en la vida del detective.
::.::.::
John regresó al trabajo, ahora pensando en los gemelos Holmes, en cuán diferente eran pero a la vez tan iguales.
Al salir de su jornada pensaba en la escena que lo había dejado pasmado, Sherlock con otro hombre, seguramente era un caso, se repetía una y otra vez, le preguntaría a Sherlock pero de manera indirecta pues no se quería ver como si le reclamara algo, no tenía motivos pues no eran nada más que compañeros de piso y amigos.
Al llegar al departamento se encontró con el detective en la cocina con su microscopio.
- Sherlock…
- Hola John ¿Qué tal tu día en el consultorio?
- Bien, estuvo tranquilo el día de hoy.- se quedó mirando al detective dudando.-… ¿Y el tuyo? ¿Lestrade te dio algún caso que investigar?
- ¿Caso? No, no me ha llamado…
- ¿Y… saliste a alguna parte?
- No, no he salido del departamento.- negó Sherlock haciendo que John se sintiera mal, pues sabía que le estaba mintiendo.
- Bien… Yo me iré un rato a dormir, me duele algo la cabeza.- dijo saliendo hacia su cuarto, Sherlock lo observó irse, por alguna razón no creyó en la excusa del dolor de cabeza.
John se tiró en su cama, se sentía triste, hace tiempo no tenía ese sentimiento de tristeza invadiendo su cuerpo ¿Por qué Sherlock le había mentido? Si hubiera estado en un caso le hubiera dicho, siempre se lo decía… ¿Qué estaría ocultando el detective? ¿Quién era ese hombre al cuál tomaba de la mano cariñosamente? Todas esas preguntas iban invadiendo su mente y lo estaban poniendo cada vez más triste.
