Hola gente! lo se, quieren asesinarme por tardarme un milenio! pero eh tenido mis razones D:, con todo esto de las fiestas y los exámenes estuve totalmente atareada y sin inspiración :'D. Pero hoy me dije ''Me voy a poner a escribir aun que me quede todo el día!'' y que paso? me quede toda la tarde jajaja! en fin! resumiendo, acá esta el capitulo 4! espero que sea de su agrado y lo disfruten como yo al escribirlo! y gracias por sus Reviews! los aprecio mucho!. Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a la grandiosa mangaka Rumiko Takahashi!

Ah y para que se entienda le dejo lo siguiente!

''abc''Pensamiento/-Abc- Dialogo/abc Recuerdo

Más allá de la noche:

Capitulo 4: El secreto en el sótano

Bajaba alegremente por la escalera, estaba entre contenta e intrigada, contenta porque había arreglado las cosas con InuYasha, además de que ese abrazo..le había dejado una enorme calidez en el corazón e intrigada, porque aun le perseguía el recuerdo de su reacción con respecto al sótano, ¿Porque habrá actuado de esa manera? Que es lo que esconde ahí?.

-Sea lo que sea, lo averiguare!- Dijo con entusiasmo y determinación, desde la noche se había prometido que descubriría sus secretos y estaba decidida a lograrlo.

Bajo el último escalón y empezó a caminar hacía el patío, desde la ventana podía notar que había un excelente clima, ya que los rayos del sol eran penetrantes, luminosos a más no poder y muy cálidos.

Al salir al patio cerró los ojos con una sonrisa adornando su rostro, disfrutando de la leve brisa, dejando que esta jugara con sus rebelde cabello y elevando con gracia su vestido amarillo, mientras que entre las sombras, un par de ojos dorados la miraban perplejos y a su vez, encantados.

Mmm tenía razón, es un hermoso día! -Sonrío con ternura mientras caminaba por el patio, estaba realmente contenta, y deseaba que ese sea su estado de ánimo todo el día, aun que, una parte en lo más profundo de su corazón estaba inquieta, queriendo averiguar el porqué de la reacción tan violenta del chico de pelo negro y ojos dorados que le causaba tantas reacciones contradictorias y nuevas, con aquellos ojos que la dejaban sin aliento, aquellos fuertes brazos que eran capaz de sostenerla con firmeza y hacerla sentir tan protegida..o aquella sonrisa que..

-Uy! Ya basta Kagome Higurashi! estas pensando en puras tonterías! -Dijo en voz alta enojada con sigo misma por haber pensado tantas tonterías juntas y sonrojándose por el solo hecho de que esas ''tonterías'' eran de nada mas, ni nada menos que InuYasha.- Es hora de trabajar no de andas pensando esas cosas! -Y con eso ultimo empezó a trabajar en el jardín, sin ser consciente de la leve risita de alguien que la estaba vigilando.

-Realmente esa tonta está loca! jaja -Siguió riéndose en aquella esquina del techo tapándolo justo del sol mientras la seguía mirando trabajar arduamente, conteniendo así las ganas de hacerle alguna broma como la ultima vez.

Y así pasaron la mayoría de la mañana, ella limpiando y haciendo sus deberes en la casa, mientras él se quedaba vigilándola entre las sombras, sonriendo a cada rato por sus tonterías, hasta que llego la hora de almorzar cosa que Kagome casi pasa de largo si no fuera porque escucho el grito del malhumorado de InuYasha diciéndole que tenía hambre.

-Uff quien se cree que es? Está bien que trabaje en la limpieza y todo, pero nadie me dijo que tenía que ser su cocinera! -Refunfuñaba enojada mientras caminaba hacia la cocina, para ver que podría hacerle de cenar al gruñón que se creía su jefe.- A ver..tal vez haga sopa de fideos, es rápida y sencilla..-saco de la alacena la lata de sopa instantánea y se quedo mirándola un rato.- si eso aré.-

Suspirando por 5ta vez consecutiva empezó a preparar la sopa instantánea, ya que también debía admitir que tenía algo de hambre, no había desayunado después de todo. Puso todo lo necesario para que pudiera preparar la sopa y se dio vuelta para poner la mesa, pero para su mala suerte y sobretodo torpeza, se resbalo con algo de agua que se le había caído.

Causando que cerrara los ojos y pusiera sus brazos al rededor de su cara por instinto, esperando el golpe del suelo, cosa que no llego realmente, ya que en vez de caer en algo frio y duro como el piso, cayó en el fuerte y cálido pecho de alguien, mientras las manos de este la sostenían por los brazos, cosa que desconcertó mucho a la joven, sacando sus manos abriendo sus ojos al mismo tiempo para así, poder ver quien la había sujetado.

-Keh! serás tonta, es que siempre voy a tener que salvarte de que te des un buen golpe? sí que eres torpe niña -Dijo el ojisdorado con el ceño fruncido y con la voz ronca.- Deberías ser más cuidadosa sabes?-

-Eh? a quien le dices tonta tonto! y que yo sepa nadie te dijo que me ayudaras!.-

-Encima de que te salve me recriminas? Keh! la próxima vez no voy a salvarte de que te golpees, mal agradecida! -Le dijo el ojidorado con enojo e indignación.

-Eso no te lo cree nadie! -Le contradijo Kagome con una leve sonrisa.

-Ah sí? y porque? tan segura estas de que voy a llegar siempre niña? algún día te va a pasar algo y yo no voy a estar para andar cuidándote! -Dijo con enojo y arrogancia.

-No, porque sé que tu siempre vas a llegar a tiempo para salvarme de cualquier cosa..-Susurro algo mirando a otro lado, tratando de controlar los potentes latidos de su corazón, y a su vez intentando ocultar el sonrojo que había aparecido en sus mejillas.-

Pero lo que no sabía, es que el ojidorado si había escuchado lo que dijo, ya que al ser vampiro, tenía un oídio súper desarrollado, y al escuchar lo que dijo, abrió los ojos sin poder creerlo, pero a su vez, sintiendo algo cálido que crecía en su pecho, orgullo de saber que esa pequeña mujer, confiaba en que siempre la salvaría, que la protegería de cualquier peligro, y a su vez sabiendo que era verdad, porque siempre lo haría, sonrojándose al instante, pueden creerlo? esa niña había logrado que se sonroje! justo ÉL, que hace como 500 años que no lo hacía, esa niña sí que era desconcertante, pero no le demostraría que tiene razón JAMAS, como que se llamaba InuYasha Taisho!.

-Keh!..-Exclamo el ojidorado dejándola en el suelo, corriendo su mirada para que no notara su leve sonrojo mirando a otra dirección para distraerse con algo, y lo consiguió al ver la sopa instantánea que estaba cocinando.- Porque estás haciendo sopa y sobretodo tanta? Vas a comer todo eso? Mujer, si comes así te volverás una ballena -Exclamo con una leve carcajada mirándola de nuevo pero con arrogancia y diversión en su mirada.-

-Claro que no!, es para los dos, no me dijiste que tenias hambre? y bueno ahi esta la comida! -Lo miro con el ceño fruncido.

-Me estás hablando enserio? o es una broma? - Le dijo mirándola con cara de ''esto es una broma verdad?'', ya que si no lo era, realmente dudaba de la inteligencia que podía tener esta mujer.

-Pues claro..o es que hice poco? necesitas más o querías otra cosa? -Levanto la ceja mirándolo intrigada y a la vez con un aire de Inocencia que InuYasha no pudo comprender, como una mujer podía ser tan endemoniadamente Inocente como para no darse cuenta de que no era eso a lo que se refería al decir ''tengo hambre''? o es que era estúpida? seguramente lo segundo.

-A ver..- se llevo la mano a la cara tratando de controlar las ganas de estrangularla y suspiro mirándola nuevamente.- Dime sabes que son los vampiros?.-

-Si por supuesto que si tonto -Lo miro con mala cara y a la vez confundida por tan repentina pregunta.

-Entonces dime que son.-

-Son criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos, que es la sangre! -Contesta Kagome mirándolo también fijamente.- Por?-

-Muy bien, ósea que se alimentan de?-

-Sangre por supuesto!, pero a qué viene la pregunta?-

-Y yo que soy?- La miro ya con cara de pocos amigos, ya que realmente le era indignante su inocencia.

-Eres un vampiro InuYasha, realmente a que quieres llegar con esto?- Dijo tratando de entender por qué tantas preguntas con respecto a los ''vampiros'', acaso le pasaba algo?.

-Entonces, te parece que realmente cuando te dije ''tengo hambre'' era porque deseaba comer sopa?..- Empezó a acercarse a ella lentamente, con un aire de superioridad, su mirada dorada brillaba a más no poder, y el movimiento de su cuerpo al caminar, le daba un aire altivo, como todo un depredador, apunto de atrapar a su presa, que en este momento era la pequeña mujer que tenía en frente, que lo miraba perturbada al darse cuenta de lo que trataba de explicarle y retrocedía a cada paso que el daba.

Pero no conto con que detrás de ella se encontraría la alacena, logrando que se detuviera y temblara al darse cuenta de que no tenia salida y aun más al sentir la cercanía del cuerpo de InuYasha contra el suyo, y sobre todo aquellos ojos dorados que empezaban a cambiar a un tono rojizo, tan rojizo como la misma sangre.

-Inu..Yasha..-Susurro con su respiración empezando a agitarse, al igual que su corazón al ver aquellos ojos color carmín, que la miraban con desdén, y sobre todo un lugar con deseo, su largo y suave cuello que estaba al descubierto, logrando que se tensará entre sus brazos.-

-O te parece que deseo..otra cosa? algo más..dulce y tentador..-Empezó a acercarse al cuello de la chica, aspirando su aroma a Jazmín que tanto lo enloquecía y que despertaba su instinto más salvaje, de querer clavar sus colmillos en aquel lugar, como aquella vez que la vio por primera vez.-

-N-No lo hagas..Inu..-No pudo terminar la frase ya que sintió su áspera lengua recorriendo el largo de su cuello, haciéndola estremecer aun más, logrando que su sangre se acumulara en sus mejillas logrando un profundo sonrojo en estas.

-Porque no lo haría? soy un vampiro..no? me alimento de la sangre de las personas, y tu lo eres- Susurra aun en su cuello sintiendo como empezaban a crecer sus colmillos, rozándolos contra la piel de su níveo cuello, subiendo de súbito su cabeza hasta su oreja susurrándole.- Pero sabes Kagome..?.-

-Q-ue?..-Tembló levemente al sentir sus respiración en su oído, tratando de controlar los arrebatadores latidos de su corazón.

-Serias la última persona de la cual YO me alimentaria niña tonta! tu olor es repugnante y tu sangre seguro y es peor.- Se alejo de ella rápidamente quedando a un metro de distancia empezando a reírse a carcajadas por la reacción de la chica.- Realmente creíste que iba a morderte niña?!

Kagome simplemente no podía creer lo que había sucedido, ese idiota..ese estúpido se atrevió ah..ah..

-ERES UN MALDITO IDIOTA! -Le grito con todas sus fuerzas dejándolo casi sordo a nuestro vampírico protagonista, mirándolo con furia en los ojos, que estaban llenos de lagrimas.-Te parece gracioso jugar conmigo así? Realmente me asustaste! -

InuYasha simplemente se quedo perplejo, obviamente pensaba que tendría una reacción explosiva que lo dejaría medio sordo, pero jamás pensó que la haría llorar, y eso es algo que nunca le había gustado en una mujer, que llorara.

-Oye..no tienes que llorar -Susurro acercándose lentamente a ella, pero esta vez no con un aire, de arrogancia o superioridad como la vez anterior, si no con un aire de resentimiento y a la vez culpa.

-No te me acerques..y que si estoy llorando? me asustaste mucho! -Lo miro mal tratando de tranquilizarse y secarse las lagrimas que no querían dejar de caer.

Pero con lo que ella no contaba es que una mano cálida y más grande que la suya se posara en su mentón haciendo que esta levantara la cabeza mirándolo a los ojos, y así ver lo arrepentido que estaba de haberla hecho sentir mal, pasando esa misma mano tan cálida por su mejilla suavemente, secando el resto de las lagrimas y logrando lo que ella estaba tratando de hacer hace unos segundos, tenerlas.

-Lo siento, te prometo que no volveré a hacerte eso, pero por favor deja de llorar..-Susurro posando su mano en su cabeza y acariciándosela levemente, como su fuera una niña pequeña.

-De acuerdo- Lo miro sonrojada por aquel gesto tan tierno, volviendo a sentir su corazón latir con fuerza, pero esta vez no por el miedo, si no, por la calidez de su cercanía.-Pero solo lo hare su al menos pruebas la sopa!.

-Pero niña sabes que yo no ''como'' comida , para que la voy a probar? -Levanto una ceja sin entender sus insistencia a que probara la dichosa sopa.

-Si no lo haces llorare y gritare hasta que te quedes sordo -Le sonrío con ternura luego del ultimátum que acababa de darle.

-Grrr! eres una tramposa!- Gruño malhumorado y fue a zancadas por la dichosa sopa agarrando una cuchara para poder probarla, pero al hacerlo, empezó a sentir que su boca quemaba y la escupió al sentir que empezaba a ahogarse tosiendo con fuerza.- QUE DEMONIOS LE PUSISTE?!

-No le puse nada del otro mundo! son fideos, verduras, carne y un poco de ajo! -Frunce el ceño al verlo toser tanto.- pareces un niño! -Pero al ver que se agarraba la garganta con fuerza, empezó a asustarse realmente.- q-que te pasa?..porque estas así InuYasha!?-

-AJO? LE PUSISTE AJO? QUE NO SABES QUE ESO DAÑA A LOS VAMPIROS IDIOTA? ACASO TRATABAS DE ENVENENARME?! -Grito con la poca fuerza que le quedaba tosiendo con mayor fuerza- dame agua inútil!

-S-Si- Corrió al lavabo sirviendo un poco de agua en un vaso y se lo llevo rápidamente al ojidorado, y este al verla, agarro el agua, tomándola de un sobro, haciéndose buches con ella y escupiéndolo en el mismo vaso, respirando con más tranquilidad, al haber sacado todo rastro de ajo de su boca, dejando tirando el contenido del vaso en el lavabo y dejándolo sobre la alacena- E-Estas bien?..-

-Si..Niña endemoniada, estas completamente loca! que no sabes las historias de los vampiros? no me sorprendería que trataras de envenenarme la próxima vez que me ofrezcas algo, eres una tonta! - Le grito colérico por fin mirándola pero se quedo totalmente enmudecido al darse cuenta de que otra vez, ella estaba llorando, mirándolo con aquellos ojos chocolate llenos de tristeza y a la vez culpa, enrojecidos por las lagrimas.- K-Kagome..yo no..-

-InuYasha!- Se lanzo a sus brazos dejando totalmente sorprendido al chico, mientras podía escuchar su llanto y sollozos, junto con el olor salado de sus lagrimas- Perdóname InuYasha, realmente soy una tonta!..si no hubiera hecho esa sopa, esto no hubiera pasado nunca, perdóname..-Sollozaba sin parar aferrándose a la ropa de él, tratando de calmar la angustia que se había apoderado de ella, al ver el estado del chico frente a sus ojos.- Prometo que no volverá a pasar..-

El ojidorado simplemente se quedo perplejo, no caía aun en la reacción de ella, tratando de controlar sus pensamientos y a la vez entenderlos ''Esta llorando..por mi? estaba preocupada por mi? porque?, porque me desconcierta tanto esta niña'' volviendo a la realidad al escucharla sollozar, haciendo algo que realmente no tenía planeado, abrazarla contra su pecho para tratar de calmarla, como la noche anterior.

-Ya no importa, solo trata de ser más cuidadosa la próxima vez de acuerdo?-Susurro aun manteniéndola entre sus brazos, sintiendo como poco a poco se iba calmando, y el olor a sal desaparecía por completo.

-Si..-Susurro sintiéndose más tranquila, era increíble que con solo abrazarla, toda la angustia se había ido, porque causaba estos estragos en ella?, porque cuando vio que se desmoronaba que se le cortaba la respiración por el miedo a perderlo?, no lo sabía, y en este momento era lo que menos le importaba.

Luego de un rato, al darse cuenta de cómo estaban, tan juntos, se sonrojaron furiosamente y se soltaron de manera brusca mirando a otro lado, como si no hubiera pasado nada, tratando de ignorar sus atolondrados sentimientos, logrando así, un silencio bastante incomodo.

-Etto..t-tienes aun hambre?-Pregunto ella tratando de salvarlos del incomodo silencio que se había formado.

-Ehh no, ya no, solo estoy cansado, voy..voy a dormir un poco, así que come y ponte a trabajar niña! -Y con ese último comentario desapareció de la cocina rápidamente, dejándola a Kagome sola, con las palabras en la boca.

-Idiota, como es posible que sea tan tierno y a la vez tan tonto? -Suspiro sonoramente y se preparo para comer la sopa que había echo y así empezar a trabajar y terminar de una buena vez con los quehaceres del día.

Ya al terminar, lavó los platos y lo que utilizo para hacer la sopa, saliendo de una vez de la cocina agarrando los utensilios de limpieza, pero antes de que pudiera continuar, se acordó de que debía alimentar a Sota y subió las escaleras con cuidado para no caerse, encaminándose a su habitación y cuando entro en esta..

Lo único que se pudo escuchar salir de aquella habitación fue el grito desgarrador de Kagome, que se escucho como eco en toda la casa, logrando así despertar a un adormilado InuYasha que estaba recostado en la rama de un árbol.

-Kagome!-Pensó el ojidorado saltando de la rama en donde estaba anteriormente recostado y empezando a correr a gran velocidad y al fin llegar al cuarto de la chica apoyando una mano en el borde de la puerta- Que sucede?! estas bien?!-

-No, no, no, no! donde estas? SOTAAA -Grito ella angustiada ignorando la aparición de InuYasha en el cuarto, que estaba totalmente desordenado, mientras ella entraba al baño una vez más.- Soota!-

-Que pasa con Sota?! mujer responde! -Dijo el ya malhumorado agarrándola de los hombros justo en el instante en que salió del baño para que lo mirara fijamente, y así volver a notar algo que últimamente se estaba convirtiendo en una costumbre este día, sus ojos llenos de lagrimas y su expresión de angustia- ''Maldición! es que es el Karma o qué?''- pensó enojada mientras la miraba fijamente.- dime que paso con Sota.-

-N-No está! Sota no está! vine a darle de comer y no estaba en su cunita, lo busque por toda la habitación pero no está por ningún lado! -Sollozo al pensar en lo que le pudo haber pasado a su pequeño hermanito.- Tengo que encontrarlo!.-

-Así no vas a poder encontrar a nadie! cálmate de una vez y deja de llorar! -Le gruño ya cansado de escucharla sollozar.

-P-Pero no puedo..-

-QUE NO LLORES!- Le grito ya irritado, mirándola fijamente con el ceño fruncido.

-Y que quieres QUE RIA?- Le contesto de la misma manera, mirándolo con el ceño también fruncido.

-No! lo que quiero decir es que te calmes, y así busques a ese enano, si te la pasas llorando no vas a lograr nada! voy a ayudarte así que cálmate ya -Gruño soltándola y caminando a la puerta, voy a fijarme en las habitaciones, tu fíjate abajo, tal vez este por ahí -y con eso ultimo salió de la habitación.

Kagome se quedo mirando fijamente la puerta, hasta que por fin se levanto secándose las lagrimas bajando inmediatamente por las escaleras y empezar a buscarlo por todos lados, la sala de estar, algunos cuartos que habían dispersos por ahí, los baños, todo, pero sin tener ningún éxito de encontrarlo.

-Dios, no está por ningún lado..y si está afuera?!- Se fue corriendo a la puerta pero se detuvo a al ver por la ventana, la fuerte tormenta que se estaba desatando afuera, temiendo lo peor por un momento al llegar a pensar que su pobre hermanito este debajo de esa monstruosa tormenta, pero luego lo pensó mejor y recordó que había dejado la puerta cerrada con llave, entonces trato de abrirla y se dio cuenta de que así era, estaba cerrada, así que era imposible que su pobre hermanito este afuera bajo la lluvia y los rayos, haciendo que en ese momento le volviera el alma al cuerpo.

-Entonces seguro esta en algún lugar de la casa..pero..-Giro lentamente viendo a su alrededor, deteniendo su mirada en la escalera.- InuYasha no me ha llamado..-susurro mordiéndose el labio para controlar sus emociones- Donde..EN DONDE ESTAS SOTA! -Grito con todas sus fuerzas, mientras un rayo caía detrás de la ventana asustándola por completo haciéndola caer de rodillas al suelo, y al levantar la mirada viera algo que no había notado antes debido a tanta preocupación.

-L-La puerta del sótano..esta abierta..-Abrió los ojos sorprendida, no lo había notado antes, se levanto corriendo hacia ella, agarrando la perilla y así abrir la puerta totalmente, encontrándose con unas pocas escaleras, tragando nerviosamente saliva, al recordar la reacción de InuYasha la ultima vez y la amenaza que le había bramado, a su vez trayendo consigo, una dolorosa opresión en su corazón-

-Flashback-

-M-Me estas lastimando!-

-Nunca..-Susurro para luego acorralarla contra la misma puerta sujetando sus manos con fuerza sin importarle que la estuviera lastimando, sintiendo como sus poderes de vampiro se despertaban, haciendo que sus ojos dorados pasaran a un color carmesí intenso, y sus largos colmillos crecieran por su boca, haciéndolo ver de manera aterradora.- Nunca vuelvas a intentar entrar al sótano, porque te juro que te arrepentirás..ESCUCHASTE?! -Rugió mientras apretaba su cuerpo contra el pequeño de ella, dejándola indefensa y temblorosa , como una pequeña y temerosa presa siendo acorralada por un depredador.

Kagome tembló de miedo, jamás había visto a InuYasha tan enfadado, le dolían las muñecas por las fuerza que ejercía al presionarlas contra la puerta, sintió como su corazón se aceleraba por el pánico y las lagrimas se acumulaban en sus ojos, sintiéndose pequeña, indefensa ante él.

S-Si..l-lo..P-Prometo..-Tartamudeo mirándolo aterrada, sintiendo como su sangre se congelaba al ver esos ojos carmesí que la miraban con odio y rencor, pero a la vez..tristeza y soledad.

-Más te vale niña estúpida -La soltó con de manera violenta, haciéndola gritar del miedo, largándose rápidamente a su habitación cerrándola de un portazo, que ella escucho perfectamente.

Al ya no sentir su presencia, se dejo caer sentada en el suelo, sin despegar la espalda de la puerta, dejando que las lagrimas cayeran sin control por sus mejillas, empezando a sollozar y luego a llorar descontrolada abrazándose a sí misma para tratar de sentirse protegida, murmurando su nombre una y otra vez.

-E-El no era m-mi I-InuYasha, n-no, no lo era..-sollozaba temblando aun el piso, sin poder creer lo que había sucedido.

Fin del Flashback

Me dio tanto miedo aquella vez..-Inconscientemente, llevo su mano a su pecho, como si eso le sacaría el dolor que le trajo el recuerdo pensando ''Aun me pregunto que es aquello que tanto guarda como para ponerse así, y sé que no debería entrar pero..Esta vez es por algo importante..''- Y eso es encontrar a Sota -Sentencio, antes de empezar a bajar las escaleras con sumo cuidado ya que estaba todo completamente en penumbras.

Por otro lado, cierto vampiro estaba tratando de bajar al pequeño bebe del armario, de su cuarto, como demonios había echo para llegar hasta ahí? No tenía ni la más remota idea, pero lo único que si le importaba realmente era bajarlo de una vez y así dárselo a la niña chillona que extrañamente había dejado de hacer ruido.

-Ven conmigo enano, prometo no hacerte nada hasta que lleguemos con tu hermana - Dijo para que el pequeño Sota lo mirara dejara de moverse de acá para allá como escapándose de sus manos.-Deja de jugar y ven conmigo enano del mal -Frunció el seño ya cansado de que ese bebe se le escapara, y para agregar el pequeño bebe empezó a reírse y jugar con sus manitas encontrando divertidas las expresiones frustradas de su rostro.

-Con un demonio, ahora te burlas de mi renacuajo? -Lo miro molesto y aun más molesto al ver que el bebe se volvía a reír en su cara dándole a entender un ''Si me burlo de ti idiota'' cosa que irrito al pobre ojidorado.

-Muy buen suficiente.- Y con eso último salto agarrando por fin al bebe escurridizo que se quejaba al saber que lo habían pillado- De mi no se burla nadie enano- Sonrío con arrogancia sabiendo que había ganado y luego se sintió estúpido por andar hablándole a un bebe que seguramente ni sabe de lo que le estaba hablando.- Estar con tu hermana me afectan las neuronas.

Lo sostuvo en brazos un rato hasta que el pequeño por fin se calmo y dejo de patalear quedándose totalmente dormido en los brazos del ojidorado.

-Vaya, parece que ya te cansaste, porque no puede ser así tu..-Y antes de poder terminar la frase, se acordó de cierta azabache que estaba como loca, y que desde hace unos momentos no escuchaba absolutamente ningún ruido, o sentía su olor.- Porque no puedo sentir su aroma?-

Dudoso empezó a caminar hacia la puerta para así salir a buscarla, pensando en las posibilidades de donde se pueda encontrar esa chiquilla que lo volvía loco ''Keh! esa niña puede estar en cualquier parte, aun que si estuviera en la casa, lo hubiera notado como hasta ahora, y afuera no creo que se haya ido, está lloviendo a cantaros, es algo extraño, ya que el único lugar donde puede llegar a estar para que no pueda percibir su aroma es..'' Y en ese momento cayó en lo que estaba pensando y donde podía encontrarse esa chiquilla estúpida.- No puede ser! Maldición! -Empezo a correr como loco sujetando a Sota fuertemente pero sin lastimarlo entre sus brazos, rogando por llegar antes de que ella viera lo que a escondido por 500 años en ese lugar.- Kagome maldita sea, mas te vale que no estés donde estoy pensado!-

Y mientras el corría por llegar, la pequeña azabache ya había entrado totalmente en ese lugar, tratando de no tropezarse con nada ya que todo estaba totalmente en penumbras.

-Parece que no está aquí, aun que ahora que lo pienso, con lo poco que puedo notar por la penumbra, no veo nada del otro mundo como para que InuYasha se pusiera así! ese tonto exagerad..-No pudo terminar la frase ya que un rayo ilumino la habitación gracias a una ventana que había ahí aun que era pequeña, haciendo que así pueda notar un enorme cuadro, donde había una persona retratada, haciendo que la frase muriera en su garganta y un enorme escalofrió recorriera su espalda.

-Imposible...- Susurro sin poder creer lo que sus ojos veían, sintiendo como su alma abandonaba su cuerpo, mientras la habitación volvía a quedar en penumbras.

-Te dije que no entraras a esta habitación- Escucho detrás de ella mientras la luz de la habitación se encendía, dándole mas claridad a la habitación y al enorme cuadro en el, girando su cuerpo lentamente para encontrarse con él, mirándola con el ceño fruncido y mirada fría, mientras sostenía al pequeño sota en brazos.

Kagome no pudo articular palabra, era tanto el shock que tenia por el contenido del cuadro que la había dejado perpleja, muda, y con un fuerte sentimiento de querer salir corriendo de una buena vez de esa casa junto con su hermano, y no regresar nunca más.

-Kagome..escúchame, todo esto tiene una explicación- Dejo al bebe en uno de los escalones de la escalera y empezó a acercarse lentamente hacia ella, sintiendo impotencia y a la vez una gran tristeza al ver como ella negaba con la cabeza mirándolo con miedo y confusión, alejándose cada vez más de él.

-No me toques..aléjate..-susurro sin dejar de retroceder, negando con la cabeza ya que no quería que él la tocara, no quería escucharlo, solo quería huir de una buena vez de esa casa!.

-Por favor Kagome escúchame!- Se acerco rápidamente hacia ella agarrándola del brazo para así poder detenerla, pero no conto con ella fuera mucho más rápida esquivando el agarre, y así correr hacia adelante pasando un lado de él alejándose, agarrando así al pequeño Sota y largarse de ahí como todo su ser le reclamaba.

Subió las escaleras con una velocidad casi sobre humana saliendo de una vez del sótano corriendo hacia la puerta para abrirla y salir, salir de ese lugar tan tenebroso y oscuro, como si su vida dependiera de ello

No le importo el grito de InuYasha detrás de ella, gritando su nombre, diciéndole que se detuviera, pues no lo haría, aun no caía en lo que había visto haciendo que miles de preguntas empezaran a surgir en su mente ''¿Porque estoy yo en aquel cuadro? ¿Soy yo realmente?..O...¿Sera ella? La mujer de la que tanto habla y a la vez me compara?..acaso ¿Se comporta a veces dulcemente conmigo por verle a ella en mi?'' y con ese último pensamiento un fuerte dolor se apodero de su corazón y gruesas lagrimas empezaron a caer por sus mejillas, que eran camufladas por las gotas de la tormenta que había, no le importaba estar corriendo como loca con su hermanito en brazos debajo de una monstruosa tormenta, solo tenía un solo deseo, el de huir, huir lejos de esa casa, de ese cuadro, de él.

En eso, un rayo cae en frente de ella logrando asustarla y que perdiera el equilibro, haciéndola caer en la dura tierra no sin antes haber protegido a su hermanito entre sus brazos lastimándose el tobillo.

-Au! duele mucho- Llevo su mano aquel lugar que ya estaba empezando a hincharse, mordiéndose el labrio para aguantar el agudo dolor.- Esto no podría empeorar..

-Vaya, vaya..miren a quien tenemos aquí? mi querida y escurridiza presa, volviste para que te devoré? y encima trajiste un aperitivo, que considerada eres -Dijo una voz masculina detrás de ella, que conocida perfectamente.

''Retiro lo dicho, si puede empeorar'' Pensó al darse cuenta de que el que estaba detrás de ella, era Koga, el vampiro que hace tiempo había intentado matarla; giro su cuerpo para verlo con dificultad por el dolor que tenía en su tobillo lastimado, mirándolo con enojo y rencor.

-Vaya, con que la chiquilla tiene agallas para mirarme así eh?- Se acerco a gran velocidad hacia ella tomándola del mentón, obligándola a mirarlo fijo a los ojos, que en vez de ser azules, eran del mismo color de la sangre.- Me pregunto como será tu mirada cuando esta vez sí bebe cada milímetro de tu sangre, acabando con tu miserable vida- Dijo agarrando al pequeño bebe que ella tenía entre sus brazos dejándola caer bruscamente al suelo- Pero primero, podría empezar con un aperitivo no? -Sonrío con crueldad mientras sus colmillos crecían poco a poco acercándose al pequeño Sota que solo podía llorar al sentir miedo de la persona que lo tenía en brazos, anhelando la protección de los brazos de su hermana.

-NO! NO TE ATREVAS, NO A SOTA! -Grito desesperada tratando de levantarse y llegar hasta ellos y salvarlo, pero era inútil, no podía moverse y el dolor en su tobillo era insoportable.-

-Tarde pequeña, nadie te salvara esta vez, ni a ti, ni a tu pequeño hermano- Sentencio riéndose con malicia al saberse victorioso, acercando al bebe hacia sus colmillos para así morderlo y deleitarse no solo con su sangre, si no con los gritos de dolor de la joven delante de él.

-NOO! -Grito con más fuerza sintiendo que el miedo y la desesperación se apoderaban de ella, junto con la impotencia de no poder salvar a su hermanito, y en medio de toda esa desesperación, un rostro apareció en su mente, y deseo con todas sus fuerzas que apareciera gritando su nombre con todas sus fuerzas, deseando que viniera, que la salvara como siempre lo hacía.- INUYASHAAAAA! -

Y cuando temió lo peor, todo paso en cámara lenta, una sombra apareció con una velocidad sobre humana, salvando a Sota de las garras de Koga, dándole un certero puñetazo en el rostro, dejándolo a solo unos metros de distancia de el y el bebe, y al reconocer de quien se trataba, ella no pudo evitar que las lagrimas cayeran por sus mejillas, al saber que el había venido, que había venido a salvarlos.

-Te dije que no volvieras a cazar por mis tierras Lobo sarnoso -Dijo InuYasha al sostener a Sota en brazos, ya más tranquilo al reconocerlo, estirando sus manitas hacia él, girándose hacia donde estaba Kagome y dárselo, viendo como lo abrazaba con fuerza ya más tranquila.- estas bien?-

-Viniste a salvarnos..- Susurro mirándolo fijamente a los ojos, sonriéndole con ternura asintiendo, dándole a entender que estaba bien.

-Y piensas que me importa bestia? esta vez no te saldrás con la tuya! esas presas son mías, así que lárgate de una buena vez -Exigió mientras pasaba el dorso de su mano por su boca limpiando una leve línea de sangre, por el golpe que le había dado.

-Y piensas que voy a dejar que los lastimes?- Giro su cuerpo para así mirarlo de frente, haciendo una mueca en forma de burla, mientras se ponía en posición de pelea, mientras empezaba a liberar su verdadera forma vampírica, con sus largos colmillos y sus ojos ahora color carmesí intenso- No te lo permitiré, porque Yo los protegeré a como dé lugar!

Y con solo escuchar eso, Kagome, despertó completamente de aquella secuela que le había dejado ver el cuadro, mirando fijamente la ancha y fuerte espalda de InuYasha, aquél vampiro que siempre la protegía, y que ahora mismo lo había dicho, sintiendo, que se había equivocado, que el..jamás la lastimaría.

-Veamos si puedes conmigo bestia, no soy el de antes, esta vez me eh alimentado previamente y por tu olor, sé que no has bebido ni una sola gota de sangre.-Exclamo con arrogancia mientras, se ponía a su vez en posición de pelea dejando salir por completo sus poderes.

-No necesito beber sangre para darte una paliza lobo sarnoso!-

-Jáh! ya lo veremos bestia- Y con ese último comentario empezaron a pelear, la pelea era brutal, no eran dos hombres luchando por ver quién era el mejor, eran dos bestias luchando por distintos motivos.

Uno por el deseo de querer ver muerto a su contrincante y a su vez deleitarse torturando a la mujer que protegía junto con su pequeño hermano menor, sin una pisca de piedad o misericordia por su parte.

Y el otro, luchaba por el deseo de proteger, a la misma mujer que el otro deseaba lastimar, junto con su hermanito, sin importarle si moría en el proceso o no.

Kagome no podía creer con la fuerza y destreza que peleaban, puñetazos, patadas, mordidas, no parecían humanos, eran bestias sedientas de sangre, pero ni aun así, aun en ese estado tan bestial, ella no le tenía miedo a InuYasha, jamás le tendría miedo a su vampiro, nunca jamás.

-Eso es todo lo que tienes bestia?-Gruño el ojiazul golpeando con fuerza en la boca de su estomago dejándolo sin aire, para poder darle un puñetazo justo en la mejilla-

-Cállate Sarnoso que apenas y estoy empezando- Dijo devolviéndole el golpe en la mejilla, al momento en el que le pegaba una patada en la espalda haciéndolo caer al suelo.- te lo dije Sarnosito, esta vez juro que te matare.-

-Eso crees tú bestia- Golpeo su pierna para así hacerlo perder el equilibrio, y así poder levantarse sujetándolo del cuello fuertemente y así de un solo puñetazo atravesar su pecho, que en vez de ser en el lado izquierdo, fue del lado derecho ya que el ojidorado se habia movido violentamente para tratar de safarse, dejando demasiado aturdido.-

-M-Maldición..-Dijo con dificultad al sentir como un mareo empezaba apoderarse de él, que estúpido había sido, era evidente que Koga era más fuerte, ya que se había alimentado, en cambio él seguía débil por el ajo que había probado.

-Despídete bestia..-Levanto su mano haciendo que crecieran sus garras, para así, esta vez arrancarle el corazón y acabar con su vida de una buena vez- MUERE!-

-NO TE ATREBAS!-grito Kagome desesperada al ver que estaban a punto de matarlo, jamás en su vida había sentido tanto miedo y dolor por ver que lastimaban a alguien que quería y sobre todo, al saber que podía llegar a morir.-

En eso, InuYasha al ver que Koga se distrajo por el grito de Kagome, utilizo sus últimas fuerzas para así poder liberar sus brazos y quebrarle el cuello, empujándolo lejos de él.

Eso te pasa por confiado imbécil -Exclamo mirando el cuerpo inerte de Koga, sabía que no estaba muerte, matar a un vampiro no era tan fácil, tenias que arrancarle el corazón y quemarlo, si no, volvía a regenerarse la herida, pero sabía que al menos así no molestaría por un rato y con las heridas grabes que ya tenía por la pelea, tardaría horas en recuperarse por completo, cayendo de rodillas al suelo, tosiendo un poco de sangre

-INUYASHAA!-Grito ella desesperada, corriendo con Sota en brazos hacia el olvidándose por completo de su dolor, arrodillándose a su lado.- No te muevas por favor..estas mal herido.-

-Keh! esto no es nada, eh estado en peores situaciones.-Exclamo mientras volvía a toser sangre y se llevaba la mano a la herida que tenía en su pecho que no paraba de sangrar del todo, manchando casi por completo su camisa blanca.

-No seas necio! estas muy mal herido y es por mi culpa..-Susurro mirándolo con culpa, había sido una tonta al escapar en plena tormenta, por dejarse llevar por el shock, si no hubiera sido tan impulsiva, en estos momentos estaría en la misión, escuchando la explicación de InuYasha, sin que esté totalmente mal herido, por hacer lo que siempre hacia por ella, venir a rescatarla y salvarla de cualquier peligro, aun a costa de su propia vida como ahora.

-Es mi culpa que estés así!, si yo no fuera tan impulsiva, si no fuera tan tonta, si te hubiera escuchado..entonces..esto no hubiera pasado! -Grito desesperada llevando su pequeña mano a la golpeada mejilla de él, dejándolo perplejo y sin poder responder.- Perdóname..es mi culpa todo esto.

InuYasha simplemente no pudo responder al momento, no era que se arrepentía de haber peleado contra el idiota de Koga ni haberla salvado, estaba feliz de que ella estuviera a salvo, que había llegado a tiempo, pero lo había dejado mudo aquel acto tan dulce que había tenido al acariciar su mejilla, esa niña realmente era todo un caso.

-No te culpes, no fue tu culpa, dentro de todo fue mía, si te hubiera dicho lo que había en ese lugar, no hubieras escapado ni reaccionado así -La miro fijamente a los ojos, mientras sentía un leve mareo por la gran cantidad de sangre que había perdido, haciendo que callera al suelo de no ser que Kagome lo sujetara justo a tiempo.

-InuYasha! por favor resiste! -Lo miro angustiada mientras las lagrimas se deslizaban por sus mejillas camufladas por las gotas que caían del cielo, estaba empapada hasta los huesos, pero eso no le importaba ahora, solo le importaba que su dulce vampiro abriera los ojos y no la dejara sola.

-Keh!..ese lobo me dejo casi en la ruina.- Sonrío con ironía, mientras sentía que sus fuerzas disminuían, empezando a sentirse cansado en exceso.

-Por favor no digas eso, tienes que resistir! tenemos que ir a casa! debe haber una forma para que puedas recuperar tu fuerza y..-Y en ese momento, en ese preciso momento se le vino a la cabeza, la conversación que tuvieron en la mañana, donde le dejaba en claro que ellos bebían y se alimentaban de sangre y entonces supo lo que tenía que hacer.

Lo dejo recostado en el piso mientras iba hacia un árbol cercano cuyas hojas eran tan grandes que no dejaban caer la lluvia, dejándolo recostado a su pequeño hermanito ya dormido, y así encaminarse hacia donde estaba InuYasha y con la fuerza que tenia, llevarlo debajo del mismo árbol, dejándolo sentada con la espalda apoyada en la corteza de este.

-Sé lo que necesitas para que recuperes tus fuerzas..-Susurro apenas audible para cualquier persona, hasta para el ojidorado de no ser, que él era un vampiro y pudo escuchar su débil susurro.

-Enserio? y que necesito según tu? -La miro algo mareado, pero tratando con fuerza que realmente no tenia de poder prestarle atención y no perder el conocimiento.

-Esto..-Y con esto último, llevo sus manos al borde de su saco azul que llevaba encima de el corriéndolo junto con los bordes del vestido dejando al descubierto no solo su cuello, sino también el su hombro derecho mirándolo algo sonrojada pero sin ninguna duda reflejada en su mirada acholatada.- Muérdeme InuYasha.-

Con ese simple acto y aquellas palabras, simplemente se quedo sin respiración, sentia que no le llegaba suficiente aire a los pulmones, era tan hermosa, con su cabello negro rebelde, despeinado y empapado por la lluvia, sus ojos llenos de decisión sin ninguna pisca de duda al respecto de lo que acababa de decir, su cuerpo, totalmente empapado también con el vestido pegado a sus curvas, y su dulce cuello incitándolo a morderla, a desear beber su sangre una vez más, esa mujer iba a volverlo absolutamente loco, pero de algo estaba seguro, no lo haría jamás, no a ella.

-No digas tonterías, no voy a morderte, estoy bien, solo dame unos minutos para recuperarme un poco y listo -Miro a otro lado para así, no caer en la tentación de beber su dulce sangre.

Pero con lo que realmente no conto, es que ella se dejara caer contra su pecho, sujetando con fuerza su ropa, sin importarle que esta estaba totalmente manchada de su sangre y pudiera manchar su vestido; simplemente se sujeto con fuerza susurrando lo suficientemente alto como para que pueda escucharla a pesar de su debilidad.

-Por favor! tienes que beber mi sangre InuYasha! -Susurro levantando la mirada, enrojecida por las lagrimas acumuladas, había llorado en muchas ocasiones ese día, pero en ninguna había sentido tantas ganas de hacerlo, solo por el miedo de perderlo.- Estas mal herido, y si no lo haces no te recuperarás por completo! además..Koga puede despertar y esta vez si podría matarte -Sollozó sujetando con más fuerza su ropa, tratando de controlar todas sus emociones.- No quiero que mueras..Quiero irme a casa..Quiero irme a casa contigo! -Grito dándole rienda suelta al llanto, como si con eso, pudiera calmar todo aquello que torturaba a su pobre corazón.

El ojidorado simplemente se quedo sin palabras, no podía creer lo que había dicho ''Quiere volver a la mansión? ella la coincidiera su casa? y..quiere volver conmigo?." con esos últimos pensamientos la abrazo firmemente contra él, no deseaba hacerlo, pero de alguna forma sabía que era la única forma de que pudieran salir con vida de ahí, pero tenía tanto miedo de lastimarla..

-Kagome yo..Estas segura de lo que me estas pidiendo?- La separo un poco de él para que su mirada dorada ahora empezando a enrojecer se encontrara con suya achocolatada, pasando su mano por su espalda lentamente para sostenerla por la cintura.

-Si..estoy segura, porque sé que nunca me lastimarías- Le sonrío levemente sonrojada posando sus manos en su hombro.- Hazlo ..

Y con eso ultimo, dejo a rienda suelta sus poderes vampíricos, pegando su pequeño cuerpo contra el suyo, acercándose lentamente hacia su cuello, sintiéndola estremecerse entre sus brazos.

Aspiro el aroma que emanaba, dejándolo completamente a merced de sus instintos más primitivos, ese aroma, su aroma, podía llevarlo al borde de la locura, e inconscientemente se lamio los labios, de solo pensar que sabor tendría su sangre, si ya su aroma casi lo enloquecía.

Lentamente, paso su lengua por el largo de su cuello lamiendo lentamente la zona, logrando estremecer aun más a Kagome, que se aferraba con fuerza de su desalineada ropa, y tratada de controlar los fuertes latidos de su corazón.

Poco a poco dejo crecer sus colmillos y los rozo por su delicada piel, y justo en el momento en que iba a morderla, en aquel momento en que se deleitaría con el sabor de su sangre, vino el recuerdo de su amada Elisabeth muerta entre sus brazos por no haberse controlado, despertándolo de aquel trance en el que se había sumergido, solo pudiendo clavar apenas la puntas de sus colmillos en ella, apenas logrando que unas pequeñas líneas de sangre cayeran por su cuello.

Lamio aquellas gotas gruñendo por el dulce sabor que tenían, era la sangre más dulce y tentadora que había probado! ahora sabia que sería todo un logro no dejarse llevar por sus instintos y morderla como tenía planeado, pero no lo haría, no dejaría que corriera el mismo riesgo que Eli solo por no poder controlarse.

Beso su cuello justo en el lugar donde habían quedado dos marcas apenas visibles de sus colmillos y se separo de ella, levantándose de inmediato y caminando al cuerpo aun inerte de Koga, dejando totalmente perpleja y algo decepcionada de Kagome.

-No puedo morderte Kagome, no hasta que sepas la verdad.- Se arrodillo y agarro el brazo de Koga mirándolo con repugnancia y a la vez asco.- No puedo creer que voy a tener que hacer esto, juro que luego voy a hacerme un lavado de estomago -Y con ese último comentario mordió su brazo y empezó a beber su sangre, a pesar del asco que le daba.

En cambio la azabache no podía salir de su impresión , dejando que su mente se llenara de nuevo de preguntas ''Porque no me mordió? a que se refería con eso de No puedo morderte Kagome, no hasta que sepas la verdad ? será que mi sangre es tan mala? o se referirá a ella?.'' perdiéndose totalmente en estas sin prestar atención de que InuYasha ya había terminado de alimentarse de Koga y ahora estaba refunfuñando de lo asqueroso que era acercándose a ella.

-Grrr, que asco! realmente me voy a hacer un lavado de estomago después de esto! -Gruño, al fin llegando donde estaba ella y al ver que estaba perdida en sus pensamientos frunció mas el ceño- OYE! LEVANTATE FLOJA QUE NO ES HORA DE PERDERSE EN TUS PENSAMIENTOS TONTA!

-Ahh! NO ME GRITES ASÍ IDIOTA!-Le respondió de mala gana, mientras tomaba en brazos a Sota sorprendida de que con los gritos, no se hubiera despertado, intentando levantarse, pero un fuerte dolor en su tobillo logro que exclamara un quejido cayendo de manera brusca al suelo, de no ser que el ojidorado la sujetara justo a tiempo de la cintura.

-Oye! ten más cuidado! que te hiciste en el tobillo? -La miro algo preocupado, al ver lo hinchado que estaba, sintiéndose un completo idiota al no haberse dado cuenta antes.- Como te hiciste eso? y como es que antes pudiste caminar tranquilamente?.-

-Me lo hice justo antes de que Koga nos atacara a mí y a Sota, y no me di cuenta del dolor hasta ahora, porque estaba demasiado preocupada por ti- Desvió la mirada sintiéndose apenada, sonrojándose al instante, ya que aun que sea vergonzoso, era las más pura verdad.

El ojidorado se quedo perplejo, sintiendo a su vez como un sonrojo se apoderaba de sus mejillas, dejando salir un leve suspiro de su boca- Ya no importa, ahora solo vayamos a casa - y simplemente la cargo en sus brazos de manera nupcial, empezando a caminar en dirección a la casa, ya un poco más tranquilo sabiendo de que al menos había parado de llover y ahora se podía perfectamente distinguir la luna junto con las estrellas, se había echo de noche sin que se diera cuenta rápidamente.

Mientras que Kagome no caía en lo que pasaba, en el hecho de que la estaba llevando en sus brazos una vez más, haciendo que su corazón diera un vuelco, pensando en lo lindo que se veía de perfil a pesar de tener ligeros moretones y su cabello negro totalmente desordenado; pero todo pensamiento fue interrumpido al recordar lo que le había dicho segundos atrás.

-Oye..porque no bebiste mi sangre? y que es eso de saber la verdad? -Lo miro detenidamente, esperando su respuesta.-

-No bebí tu sangre porque no pude hacerlo- La miro fijo a los ojos sin dejar de caminar en dirección a la mansión.- y lo sé segundo me refiero ah..

-Y porque no pudiste hacerlo? Acaso mi sangre es tan mala? -Lo interrumpió mirando a otro lado, sintiéndose una completa tonta al pedirle que la mordiera.

-No me refiero a eso y no me interrumpas!-Le gruño al ver que ella iba a volver a decir algo, y logrando que se quedara callada mirándolo fijamente.- Con lo poco que probé de tu sangre puedo asegurarte que es la más dulce que eh probado -Susurro apenas audible, pero por su cercanía Kagome pudo escucharlo, sonrojándose al instante, abriendo aun más los ojos sorprendida- Y lo segundo..Me refiero a lo que viste en el sótano.

Y solo en ese momento, ella recordó lo que había visto en aquel sótano, logrando estremecerla, realmente deseaba saber quién era esa mujer en aquel retrato y a su vez saber qué significado tenia para él.

-Me dirás la verdad? me dirás quien es ella y porque se parece tanto a mi? -Susurro mas para ella misma que para él, que al ser vampiro pudo escucharla y simplemente dirigió su penetrante mirada dorada al frente, viendo ya en el horizonte, la mansión y a Miroku en la entrada.

-Sí, te diré la verdad, que tiene que ver con mi pasado, pero solo al llegar a la mansión.- y con ese último susurro que se llevo el viento, empezó a correr con ella en brazos y así poder llegar rápido a la casa, dejándola con la duda, la incertidumbre y la ansiedad de saber cual era aquella verdad que lo atormentaba tanto, sintiendo y sabiendo una sola cosa.

Que jamás pensó que El secreto del sótano la ataría al lado más obscuro que guardaba en su interior y estaba segura, de que esto solo era el principio.

Continuara..

Espero que les haya gustado!:3 muchas gracias de nuevo por sus Reviews! los aprecio mucho! y les comento que desde ahora voy a publicar los sabados! sin falta y si no puedo el Domingo! muchas gracias a todos y espero que lo hayan disfrutado.

Kagome ya vio que hay en el sótano e InuYasha le prometió que le contaría la verdad..¿Como tomara Kagome el echo de que el es un vampiro de 500 años que se enamoro de su ante pasado y que el mismo la asesino entre sus brazos? podrá InuYasha ahora poder controlar el deseo de beber su sangre ahora que la a probado?..Véanlo en el próximo cap! nos vemos!

Lαdу Ƙααgσмє