todos los personajes de Harry Potter le pertenecen a J:K Rowling, pero la historia es mía,
esta historia era en un comienzo un One shot, pero ahora va a ser un minific de cuatro o cinco capítulos, gracias por leer y espero que les guste.
espero sus comentarios con ansias, tanto si les gustó como si no.
Harry y Ginny bajaron las escaleras tomados de la mano, sonriendo como no lo habían hecho en meses, sintiéndose totalmente desconectados del mundo, presos de la propia felicidad al saber que estarían juntos por fin. Sin embargo esa felicidad se vio interrumpida cuando llegaron al gran comedor, aún quedaban algunos cuerpos desperdigados por el comedor, y apenas las familias vieron a Harry se acercaron a darle las gracias. Gracias porque al fin había acabado aquella guerra, por haber destruido a aquel demonio desalmado, por haber luchado junto a sus seres queridos.
Harry no soltó la mano de la pelirroja en ningún momento, ella era su cable a tierra, sin ella se hubiera puesto a llorar y gritar que él quería estar solo, llorar la pérdida de Fred, una de las primeras personas que conoció al subir al expreso de Hogwars, aún recordaba la de veces que él y George lo apoyaban, en segundo año, cuando todos creían que era el heredero de Slytherin y ellos lo tomaban a broma, cuando en tercero se preocuparon por él y le dieron el mapa del merodeador, cuando en cuarto lo apoyaron incondicionalmente, aunque entre bromas, durante el torneo de los tres magos, cuando en quinto lo defendían de todo aquel que creyera que Harry era un mentiroso, amenazando a quien se atreviera a insultarlo, es sexto cuando le subían el ánimo con los Sortilegios Weasley, y ahora, luchando ambos a su lado en la última batalla. ¿Habría cambiado el destino de Fred y de tantos otros si se hubiera entregado a Voldemort antes? ¿Alguna vez los Weasley le perdonarían por la muerte de Fred?
Remus, el último de los merodeadores, la única figura paterna que tenía desde las muertes de Sirius y Dumbledore. Tonks, que era una luz dentro de tanta oscuridad, siempre sonriendo y viendo el lado positivo de todo, haciendo reír con su torpeza y haciendo feliz a Remus, con su amor y hace poco con el pequeño Teddy.
Teddy, ¿cómo miraría a los ojos al pequeño? ¿Cómo explicarle la razón de la muerte de sus padres? El espectro de Remus le había dicho que no era su culpa, que había sido su decisión luchar, y que lo haría de nuevo aun conociendo el resultado, si con eso aseguraba el futuro de su hijo. Pero Harry conocía el dolor que provoca crecer sin padres, el anhelo de tenerlos contigo siempre.
Era ahora su padrino, e internamente se juró mantener vivo el recuerdo de sus padres en el pequeño Teddy, explicarle por qué habían muerto y que siempre lo amaron más que a nada en el mundo, lo querría como propio, así como Sirius lo quiso a él.
Casi una hora después el comedor quedó casi vacío, sólo quedaban los Weasley, Remus y Tonks, él se haría cargo de los últimos dos, Andrómeda estaba con el pequeño Teddy, se acercó lentamente a ellos, aun cogido de la mano de Ginny, la que apretaba con fuerza, ¿lo rechazaría la familia que había sentido como propia durante los últimos años? ¿George lo odiaría?
―Yo… ― comenzó Harry cuando estuvo a un metro de ellos, todos se giraron a verlo, al ver el rostro sin lágrimas de George casi sale corriendo, era peor verlo así, con los ojos vacíos que verlo llorando a mares ―… lo siento, yo no quería… ― se interrumpió al ver que George se ponía de pie sin dejar de mirarlo, cuando lo vio acercarse se preparó para cualquier cosa, para que lo golpeara, lo insultara, pero no para lo que hizo.
George lo agarró de un hombro y de un tirón lo acercó para abrazarlo.
―Lo lamento ―dijeron al mismo tiempo mientras se abrazaban, Harry se separó un poco y lo miró sorprendido.
―Fred murió ―dijo George con la voz ahogada ―. Nosotros te queremos como un hermano ¿Tú nos ves igual verdad?
―Sí, pero…
―Pero nada, tú también acabas de perder un hermano y lo lamento ― finalizó separándose un poco de Harry.
―Yo les pido perdón, si no fuera por mí ninguno de ustedes estaría aquí ― dijo Harry sin percatarse de la mirada de los Weasley ―debí haberme entregado antes, si lo hubiera hecho quizás Fred estaría… ― se vio interrumpido por un potente derechazo que George le dio en la cara, casi tirándolo al suelo, se escucharon los gritos alarmados de las mujeres.
―Fred , yo y toda la familia está aquí por decisión propia ―le dijo furioso ―, nos importa una mierda que fueras el elegido, pudo haber sido cualquier otro, hasta un imbécil, si estamos aquí no es solo por ti, es porque deseamos que esto acabara de una vez, todas la horas de cada día estábamos con la duda de si moriríamos o si alguien de nuestra familia lo haría, fueras tú o cualquier otro el elegido pelearíamos, con tal de tener paz. ¿Sabes cómo me sentí al verte muerto en brazos de Hagrid? Acababa de ver muerto a mi gemelo y luego veo que también lo está mi pequeño hermano adoptado, y saber que te sacrificaste por nosotros lo hacía peor, tu muerte sería nuestra culpa, porque te conozco y sé que te entregaste a Voldemort esperando que ese monstruo nos dejara tranquilos, así que no se te ocurra decir que la muerte de Fred o de cualquier otro que murió esta noche es culpa tuya, todos venimos a pelear por voluntad propia, a sabiendas de que la muerte era una posibilidad. Eres mi hermano, al igual que Fred, y él sería capaz de volver a golpearme si te llego a culpar.
―Mi niño ― dijo la señora Weasley y se apresuró a abrazar a George que había empezado a llorar ―, Harry, eres parte de nuestra familia, y tú no tienes la culpa de nada.
Sólo entonces Harry sintió las lágrimas recorres su rostro, sintió como Ginny lo abrazaba con fuerza, y él la apretó contra sí, llorando al fin. Llorando de tristeza por la muerte de todos sus seres queridos, nunca se permitía a si mismo ser débil, no debía, pero ahora no le importaba, todo había acabado.
Lloraba también de alivio, sabiendo que su familia adoptiva no lo odiaba ni lo culpaba.
Con estas lágrimas se permitió desahogarse por todas aquellas veces que se reprimió, la muerte de sus padres, la de Sirius, Remus, Tonks, Fred, Colin, Dumbledore, Cedric. Cuantas personas muertas por la maldad y ambición ciega de un ser despreciable. Después de unos minutos se calmó, no era el único que estuvo llorando, al parecer todos los Weasley lo hicieron, también Fleur y Hermione.
―Veo que la fuerza en los golpes es de familia ― le susurró Harry en el oído, y Ginny soltó una risa llorosa.
―Deberíamos irnos, ya no podemos hacer nada más aquí ― dijo el señor Weasley, estar en ese lugar le provocaba sentimientos encontrados.
Harry se quedó dónde estaba, ¿Qué haría ahora? Tenía que hacerse cargo de los cuerpos de Remus y Tonks, ¿a dónde los llevaría? Y cuando eso terminara ¿qué haría con su vida? Ya no había más horrocruxes, no sabía que tenía que hacer, lo único que tenía claro es que no se separaría jamás de la pelirroja que aún sostenía su mano.
―¿Qué sucede Harry? ― dijo Bill al ver que él no los seguía ― ¿no vendrás con nosotros?
―Yo… ―no sabía cómo explicarse ―, la verdad es que no sé qué hacer, llevo años preparándome para este momento, mi meta más recurrente era sobrevivir al día a día, ahora me veo libre de presiones, de profecías y obligaciones, ahora lo próximo por hacer es encargarme de los funerales de Remus y Dora, pero después ¿qué haré? Nunca me imaginé con vida después de Voldemort, desde que volvió era él era el fin.
―Vivir, Harry ― dijo Molly maternalmente ― ahora tienes un futuro, y sólo tú puedes decidir qué hacer con él, pero quiero que sepas que sea lo que sea que hagas todos nosotros estaremos apoyándote. Y a ti también querida ―añadió mirando a Hermione, que también estaba un poco rezagada. Ron se apresuró a llegar donde ella y tomarla de la mano.
―Mamá ― dijo Ron con las orejas rojas, pero sin soltar a Hermione―¿pueden venir Hermione y Harry con nosotros? Hermione necesita Hablar con el ministro un asunto acerca de sus padres y Harry aún no tiene donde quedarse, y aunque estamos acostumbrados a dormir donde sea, desearía que estuvieran con nosotros al menos un par de días.
―Por supuesto Ron ―dijo la matriarca de los Weasley sonriendo ante la escena de las manos entrelazadas ― pero ya hablaremos más tarde sobre esa costumbre vuestra de dormir donde sea, y no te creas que me olvidé que me desobedeciste y desapareciste por casi una año, y ustedes tampoco ―añadió un poco más seria mirando a Harry y Hermione.
Charly le ayudó a Harry a preparar los cuerpos del matrimonio Lupin para poder trasladarlo a la madrigera.
―Lo mejor sería que los veláramos a los tres juntos, creo que van a haber tantos funerales durante estos días que lo mejor será juntar algunos, no creo que podamos asistir al de Remus y Tonks si lo hacen aparte, y estoy seguro que Harry querrá estar en ambos.
Todos estuvieron de acuerdo, Fleur se ofreció para ir a hablar con Andrómeda para saber su opinión, mientras el resto de los Weasley, Harry y Hermione salían de lo que quedaba de Hogwars, rumbo a la madriguera, en Hogmeade era todo una mezcla de demociones, se escuchaban gritos de alegría por la caída de Voldemort, y llantos desgarradores de las familias que estaban de duelo, no se podía culpar a aquellos que estaban felices, esta había sido una guerra sangrienta, pero había llegado el momento de dejar atrás las batallas, ahora era momento de llorar las pérdida, ya más adelante pensarían en el futuro, ahora sólo había que avanzar un paso a la vez.
