BANG BANG

Capítulo 2:

Ese feo sonido, y yo caigo al suelo


George Washington observó desde el otro lado de la habitación como aquel joven, que le superaba en edad y fuerza, veía a través de la ventana con una mirada sumida en la derrota y desesperación por estar todavía bajo el mando de la nación europea.

—Barbilla en alto, Trece Colonias, que vamos a vencer —comentó con fuerza.

—Pero estamos perdiendo —le recordó mientras señalaba las múltiples heridas que tenía su cuerpo. George suspiró.

—Bueno, eso ha pasado porque hemos reunido un ejército de generales, y esos hombres no obedecen a nadie —bromeó.

Trece Colonias volvió su vista a la ventana al no ser afectado por el chiste. De alguna forma le dolía que todo aquello hubiera sido provocado por el egoísmo de Inglaterra. A pesar de ser una colonia, y que la nación se hubiera comportado de forma agradable y protectora con él cuando era más joven, él no podía quitarse la sensación de haber sido simplemente una clase de bodega para el europeo.

Su gente le había dado todo el apoyo que Inglaterra había exigido, y él, como representante de ellos, pidió por un poco de clemencia. Pero la forma que en se había negado, sólo provocó la inconformidad de los suyos. Y ahora se estaba enfrentando sólo a una potencia.

Soltó un gemido de frustración.

—Venceremos —repitió George impregnando sus palabras de coraje—, sólo tienes que creértelo. Mientras la gente esté unida, mientras no dejes de creer en ti, ni en nosotros, muy pronto obtendremos la libertad. Estamos contigo, Trece Colonias, ¿tú lo estás con nosotros?

Él le vio y contagiado por su coraje respondió sonriendo:

—Venceremos.