BANG BANG

Capítulo 3:

Recuerda cuando solíamos jugar


«Sinceramente te digo que enfrentarse a Inglaterra no es algo placentero, pero un día te tocará vivir lo que yo. Y te habrás arrepentido de haberte quedado a su lado.»

Canadá soltó un breve suspiro mientras guardaba la carta que había recibido de Estados Unidos. Con una sonrisa de tristeza, pensó que el siquiera haber aceptado aquella carta era motivo suficiente para arrepentirse, pues si esta, por motivos de curiosidad y fatal casualidad caía en manos de Inglaterra, lo único que le esperaba era un silencio trágico y desgarrador.

Pues el que Inglaterra no perdiera el tiempo despotricando acerca de una derrota de hace años, eso no significaba que no estuviera dolido. Y el acarrearse nuevamente una guerra contra Francia era sólo una prueba de que quería distraerse, o al menos, esa era su percepción.

Percepción que cambió cuando a sus oídos llegó la noticia: Estados Unidos le había declarado la guerra a Inglaterra y a él. Y cuando la nación europea llegó a su casa para verificar y planear un ataque, la mirada en su rostro le hizo temblar.

—Por el momento mantendremos una estrategia defensiva —explicó con voz calmada. Él asintió estando de acuerdo—. Deja que me encargue primero de Francia, y luego vendré a encargarme de este intento de nación —la locura y rencor en que se sumergió su mirada fue motivo suficiente para que Canadá le diera la razón a Estados Unidos.

«…te habrás arrepentido de haberte quedado a su lado.»

—Recuerda esto Canadá, si quieres vencer, ataca siempre al corazón —musitó en una voz tan baja, que la risa que le siguió resultó inquietante.