Capítulo 3:

"Misterios"

Camino a casa Kai no dejaba de pensar en todo el relato que había escuchado de Musashi, era como si tratara de buscar la conexión con todo aquello y sus visiones, pero ¿Qué podía ser? Era la gran interrogante del joven, más aun ¿Cuál era su conexión con todo eso? De pronto Kai decidió apurar más su paso y comenzó a correr, quería resolver cuanto antes todas esas dudas, y pensó que tal vez su maestro lo ayudaría.

Pero mientras corría Kai noto algo extraño, por más que intentaba su velocidad era la normal para un ser humano, no había ocurrido lo de la mañana.

— Pero ¿Qué significa esto? — se preguntó el joven — ¿Por qué no puedo correr a la velocidad de esta mañana? Esto se pone cada vez más extraño, será mejor que me dé prisa.

El joven continuo corriendo hasta llegar finalmente a su casa, lo que no percato era que lo estaban siguiendo, algo o alguien sigilosamente seguía los pasos de Kai.

Lentamente comenzó a aparecer el ocaso, mostrando una tarde una rojiza, el sol estaba a pocos minutos de ocultarse anunciando de esta manera la oscuridad de la noche. Al ver el paisaje Kai comprendió que se le hacía tarde así que se cambió rápidamente de ropa colocándose un traje tradicional chino de color negro, el pantalón estaba sujeto por una cinta del mismo color la cual se amarraba alrededor de la cintura, por lo largo de esta era usual que mostrara una parte colgando, y su camisa. Una vez listo, el joven se apresuró a encontrarse con su maestro, pero al abrir la puerta para salir de su casa se encontró con una visita inesperada.

— ¡Saori! — exclamó Kai sorprendido.

El hecho de salir apresurado, provoco que chocara contra su linda compañera de clases, creando así uno de esos momentos incomodos.

— ¡Kai! — exclamó ella a su vez algo sonrojada.

— Lo siento mucho ¿Te lastime Saori?

— No, no es nada — respondió con timidez la hermosa joven.

Ambos aún estaban muy cerca el uno del otro, Kai se percató de esto y no pudo evitar ruborizarse, Saori también reacciono igual y retrocedió algo avergonzada por la situación.

— Y dime… ¿Qué te trae por acá? — preguntó Kai — ¿Se te ofrece algo?

— Cierto — respondió la chica como si recobrase sus sentidos — Quería saber ¿Por qué no fuiste a clases?

— Espera… ¿Solo viniste a preguntarme eso?

La joven volvió a ruborizarse.

— Bueno… es mi deber como delegada asegurarme de que todos asistan adecuadamente a clase. — respondió Saori con timidez.

— Así que hablas como una delegada ¿eh?

— No "como", soy la delegada.

En ese momento hubo un breve silencio, Kai pensaba en que decirle a Saori, después de todo no podía decirle la verdad. ¿Cómo reaccionaría ante tal anécdota? Se preguntaba el joven, debía por tanto de ingeniarse una respuesta convencedora. Justo en ese instante Saori rompe con el silencio.

— Sabes… puedes confiar en mí.

Aquellas palabras sorprendieron al joven.

— En realidad aprecio mucho tu confianza, Saori. La verdad es que, es algo difícil y complicado de explicar, ni yo mismo sé que es lo que está ocurriendo. Por esa razón me tome el día libre, necesito buscar respuestas y por sobre todo averiguar él porque está ocurriendo esto.

— Ya veo.

— Lamento si no fui muy concreto con lo que acabo de decirte.

— No te preocupes, solo espero que puedas resolver pronto lo que te inquieta tanto.

— Gracias por comprender.

— La verdad, es que también vine por algo más… — dijo la joven ruborizándose nuevamente.

— ¿Por algo más? ¿A qué te refieres?

— Pues… quería saber si te encontrabas bien.

— Saori ¿Te preocupaste por mí? — preguntó Kai sorprendido por la confesión de Saori

— Si… bueno, en realidad, me preocupo por mis compañeros de clase, ya que quisiera que no les ocurriese nada malo. — respondió con mucha timidez.

— Ya veo — dijo Kai captando el mensaje — ¡Muchas gracias!

— Bueno ya es algo tarde — dijo Saori — será mejor que me vaya a casa.

— ¡Rayos es cierto! — dijo Kai notando que ya había oscurecido por completo — como pasa de rápido el tiempo. Andando, será mejor que comencemos a caminar.

— ¿iras conmigo? — pregunto Saori

— Por supuesto, no puedo dejar que vayas sola, te acompañare hasta tu casa.

— No te preocupes — respondió tímidamente la joven — Se que tienes cosas por hacer, y no quiero que por mi culpa te retrases.

— Descuida, aun dispongo de tiempo.

Saori acepto que Kai la acompañara hasta su casa y asi ambos comenzaron a caminar, pero de pronto la misma sombra misteriosa había aparecido justo cuando ellos habían comenzado su camino, este misterioso ser parecía estar al asecho de Kai, lo vigilaba muy de cerca y lo seguía a donde este fuera, pero ¿Cuál era su intención? ¿Por qué lo seguía? Al parecer el joven no se había percatado del peligro que lo asechaba, ni mucho menos que lo estaban siguiendo.

Kai y Saori continuaron caminando como si nada ocurriese, al principio el recorrido se tornó algo incómodo, por el silencio que había entre ambos, era de notar que había algo de timidez entre ellos, pero como suele suceder ya casi faltando poco para llegar a casa de la linda joven, ambos comenzaron a hablar normalmente rompiendo con aquel silencio.

Finalmente luego de recorrer muchas calles, ambos llegaron a una esquina. Saori se detuvo al llegar allí.

— Aquí nos despedimos — dijo Saori.

— ¡Oh! Ya veo, bueno entonces hasta aquí estará bien. ¡Nos vemos!

— Eh… Kai

— Mi casa está en aquella esquina — señaló sonriendo amablemente. — puedes venir cuando gustes.

— Gracias Saori, cuando guste te visitare.

— Gracias a ti por haberme acompañado.

— No es nada, bueno nos vemos.

De ahí ambos tomaron direcciones distintas, en ese instante Kai se percató de que era muy tarde y decidió apresurar su paso para encontrarse con su maestro, pero de pronto apenas acelero su paso se encontró nuevamente corriendo a una velocidad increíble, el joven se detuvo y vio que ya se encontraba en el lugar del encuentro, la librería.

— Ocurrió de nuevo — pensó Kai — ¿Qué significa esto?

Kai se miraba así mismo sorprendido, su percepción a lo que había ocurrido era como si se transportara de un lugar a otro en cuestión de segundos. Nuevamente fue capaz de poseer una velocidad indescriptible e inimaginable para el ser humano. Por otro lado, a pesar de haber corrido a semejante velocidad no estaba agotado, de hecho parecía sentirse en la mejor condición posible. Pero ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando intento hacerlo por su propia voluntad no pudo? La intriga devoraba al joven, y quería saber cuánto antes todo lo que le estaba ocurriendo. Por suerte solo estaba a unos pasos de la librería de su maestro, y así de esa manera este podría ayudarle a responder todas sus preguntas.

Pero algo andaba mal, Kai lucia confundido y a la vez con algo de miedo.

— Pero… ¡No puede ser! — exclamó el joven — Si estaba aquí.

La librería de su maestro ya no estaba, lo que veía era solo una edificación abandonada y destruida por los años que pasan. Pero ¿Cómo podía ser posible esto? De un día a otro una librería paso a ser una simple edificación abandonada y en ruinas. Kai se adentró en las ruinas de aquella triste y desolada edificación, y mientras más se adentraba más aun sentía miedo, pero no era un miedo común, se trataba de uno de esos miedos que se siente cuando se corre peligro. De pronto vio algo que lo sorprendió mucho, se trataba del letrero de la librería de su maestro, este se encontraba hecho pedazos, el joven se agacho y tomo uno de los pedazos del letrero, y comenzó a mirar a su alrededor.

Efectivamente si se trataba de la librería, pero el lugar estaba totalmente destruido, no era ya la librería que Kai solía visitar, todo, absolutamente todo se encontraba destruido, los libros estaban esparcidos por todo el suelo, los ventanales estaban todos rotos, solo algunos con suerte conservaban algunos vidrios, las cortinas estaban rasgadas y algunas en el suelo, el resto del lugar solo eran escombros. Pero ¿Qué había ocurrido? Y ¿Qué o quién había destruido el lugar de esa manera? Kai largo el trozo de lo que había sido una vez el letrero de la librería y siguió observando como todo el lugar estaba destrozado, de pronto a su mente vino el recuerdo de cuando entro al lugar secreto de la librería, el lugar donde había encontrado el arma que tanto había llamado su atención.

El joven buscaba la puerta que daba acceso hacia aquella habitación oculta, hasta que finalmente la pudo ver. Dicha puerta se encontraba entre abierta, pero obstaculizada por escombros, y vigas de madera, Kai removió las vigas y empezó a quitar parte de los escombros para poder abrir la puerta, una vez que lo hizo pudo entrar a la habitación.

— ¡No puede ser! — exclamó sorprendido.

Por mala suerte, el lugar también se encontraba destruido, no había quedado nada ya, ni siquiera se encontraba el arma que estaba buscando, lo único que ahí había era una esfera de luz blanca que se encontraba flotando en medio de aquel lugar tan desolado, Kai intrigado se acercó hasta la esfera de luz flotante. Al verla más de cerca el joven se percató de que se trataba de un alma, pero ¿De quién?

De pronto Kai pudo sentir la presencia de Musashi en el lugar, fue en ese momento donde se dio cuenta que el alma que ahí permanecía era la de su maestro. El joven no pudo evitar contener las lágrimas, y comenzó a apretar su puño fuertemente.

— ¡Kai! — Exclamó aquella esfera.

— Maestro — dijo Kai aun con lágrimas en sus ojos.

— Kai, no llores… debes encontrar el hiraikotsu y regresárselo a su legítimo dueño.

— ¿El hiraikotsu?

— Así es, no debes permitir que caiga en las manos equivocadas, recupéralo antes de que sea demasiado tarde.

— Pero maestro…

— Confío en ti, Kai.

Kai extendió su mano y agarro el alma de Musashi, luego salió de lo que una vez fue la librería de su maestro y estando afuera extendió su mano hacia el cielo dejando ir el alma de su maestro. Aquella luz blanca comenzó a elevarse lentamente hacia el cielo como si estuviese iniciando un viaje, y aunque Musashi le dio que no llorase, el joven no pudo evitar llorar al saber que su maestro se había ido.

— Si tan solo hubiese llegado a tiempo — dijo Kai — Hubiera ayudado a mi maestro.

— ¡Vamos no llores de esa manera! — exclamó una siniestra voz — ya que dentro de poco te reunirás con él.

— Acaso… ¿Tú fuiste el que ocasiono todo esto?

— Y si fuese así ¿Qué piensas hacer? Es una pena que no pueda matarte ahora, ya que nuestro señor nos pidió llevarte con vida.

Al voltearse Kai observo una especie de sombra negra justo frente a él, aquello parecía como un espectro, su forma era humanoide, tenía un color negro bastante sólido, parecía que portaran una especie de traje que los cubria por completo. No poseian rostro, lo único que podía apreciarse eran sus ojos los cuales eran de un color rojizo. Al observar esto, el joven entendió que no se trataba de ningún humano, estaba frente a algo totalmente sobrenatural. En ese momento justo tras a aquel espectro aparecieron cuatro más iguales a él.

— ¿Tu señor? — pregunto Kai — Creo que deben haberme confundido con alguien más.

— No te hagas el gracioso Kai — respondió aquel espectro en tono muy serio. —

— ¿Cómo saben mi nombre?

— Sabemos muy bien quien eres… Kai.

— Entiendo, no quieren decirme. Eso no me importa, y tampoco me importa si su señor o quien quiera que sea quiera verme, lo cierto es que no iré a ningún lado. Y si ustedes fueron los que causaron esto y los que mataron a mi maestro, no se los perdonare.

— Tu vendrás con nosotros quieras o no.

— Hagan el intento — dijo Kai desafiante.

Aquellos espectros se sorprendieron al escuchar tal respuesta, pero pensaron que tal vez el joven solo estaba fanfarroneando, así comenzaron a caminar hacia el para rodearlo.

El primero de ellos dio un salto para atacarlo con un puño, Kai espero a que estuviese lo más cerca posible y en ese momento lo golpeo contundentemente con una patada giratoria, aquel espectro volo por los aires y cayó detrás de los otros. Kai rápidamente corrió hacia los otros y los ataco con patadas voladoras. Los espectros cayeron al suelo por las patadas, pero inmediatamente se levantaron como si nada les hubiese pasado.

Nuevamente volvieron a rodearlo, uno de ellos estaba justo detrás de Kai y su intención era atacarlo, pero el joven se anticipo a ello y ataco justo al que tenía al frente suyo con un golpe directo al cuello, tal golpe tumbo al espectro, pero rápidamente otro de ellos se lanzo a atacarlo, Kai esquivo el ataque y agarro su brazo para tumbarlo al suelo, en ese instante el tercero también ataco, pero rápidamente el joven esquivo el ataque y pudo conectarle una patada en toda la cabeza. Pero por más que Kai los golpeara fuertemente estos se recobraban con facilidad, luego de haber pateado en la cabeza a uno de ellos, otro se habría recobrado y fue al ataque, el joven hábilmente lo golpeo directamente en el rostro, tomo su brazo y luego lo golpeo contundentemente con la rodilla al estómago del espectro.

Luego de haberlo dejado fuera de combate, otro de ellos actuo rápidamente atacando a Kai por la espalda, el espectro le sujeto un brazo y con el otro comenzó a ahorcar al joven. Kai comenzó a halar el brazo del espectro para evitar ser ahorcado por completo, ambos ejercían fuerza, uno para ahorcar y otro para evitarlo. De pronto, Kai se dejo llevar por la fuerza del espectro y aprovecho de lanzar una patada recta, esta pudo pegarle en la frente al espectro haciéndolo retroceder, Kai aprovecho para pegarle una feroz patada voladora en el pecho al espectro, tal patada lo hizo volar por los aires cayendo muy distante en aquella calle.

De pronto, el joven se había percatado que ya todos los espectros yacían tendidos, fuera de combate, en este instante estos comenzaron a desintegrarse como si fuesen polvo. Kai había salido victorioso de aquel encuentro, o al menos eso pensaba. Detrás de él habían aparecido más espectros, esta vez eran unos veinte o quizás más, no tenía escapatoria y parecía que tal vez la mejor opción era irse con ellos.

Pero él no tenía esas intenciones, al principio se quedó para pelear contra ellos, pero de pronto comenzaron a aparecer más de ellos. En ese momento el joven corrió para escapar, pero estos se fueron tras él, y aunque Kai corría con una velocidad sorprendente, los espectros lo seguían como si nada. Aquella persecución se empezó a dar por las calles de la ciudad, hábilmente el joven comenzaba a saltar de un lado a otro y brincando cercados. Los espectros iban tras el pisándole los talones. Uno de ellos trato de atacar a Kai pero este hábilmente esquivo el ataque y a su vez golpeo al espectro fuertemente para acabarlo.

Pero no había porque alegrarse, aún tenía a más espectros detrás de él siguiéndolo. Otro más de ellos intento atacarlo desde los postes de luz, Kai salto hacia él, lo golpeó fuertemente en el estómago, y aprovecho el cuerpo del espectro para impulsarse y saltar aún más alto. Esto le dio un poco más de ventaja para seguir escapando de ellos, luego cuando creyó haberse librado de los espectros uno de ellos lo ataco a traición y lo golpeó fuertemente en el cuello, Kai intento reponerse de aquel golpe pero cayó al suelo y perdió el conocimiento.

Habiendo quedado inconsciente los espectros cargaron a Kai, y se lo llevaron hacia el lugar donde se encontraba su señor.