Disclaimer: Créditos de los personajes a JK

Este fic participa en el minireto de diciembre para "La Copa de las Casas 2015-16" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black

Reto: Ravenclaw5416 me retó a escribir algo sobre la amistad de las jóvenes Pomona y Minerva en Hogwarts

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Unas furiosas pisadas atravesaron las puertas del Gran Comedor. Allí la atmosfera no era nada halagüeña. Las enormes mesas estaban casi desnudas, y no se escuchaba más que el sonido de un par de conversaciones despreocupadas.

Era Navidad.

La primera navidad que Pomona pasaba fuera de casa.

Torció la mirada hacia su mesa, la que más estaba ocupada, y soltó un resoplido. La de Slytherin estaba vacía, en Ravenclaw había tres personas, y en Gryffindor... En Gryffindor estaba esa chica que había sido hatstall. La que siempre estaba sola.

Sin pensarlo mucho más, se dirigió hacia ella. Minerva no se percató hasta que alguien oscureció su lectura. La miró, ajustándose las gafas.

—¿Sí?

—¿Sabes jugar al ajedrez? —gruñó.

Minerva alternó la mirada entre el objeto y Pomona.

—Sí. Al muggle, al menos.

—Perfecto —acotó, sentándose a su vera. Abrió el tablero y dio dos toquecitos de varita. Las figuras no tardaron en aparecer.

—¿Por qué quieres jugar conmigo? Apenas nos conocemos.

—¿Mmmh?

—¿Y los de tu casa?

Pomona suspiró.

—En mi casa me harán recapacitar sobre mi relación con mis padres. No se lo merecen. Necesito un ambiente egoísta para no ahogarme.

—¿Insinúas que somos egoístas?

—¿Blancas o negras? —increpó, esbozando una tenue sonrisa.

—Pues blancas.

Pomona la miró, incrédula.

—Me supongo egoísta, ¿cierto? Yo empiezo.

La partida se desarrolló en completo silencio. Los movimientos de ambas eran rápidos, directos. Las fichas caían y se movían sin parar.

Tras diez minutos, Minerva tamborileó la mesa con los dedos, eufórica.

—Si gano, ¿me contarás por qué quieres ser egoísta?

Pomona se cruzó de brazos en respuesta.

Ante su mudo consentimiento Minerva susurró la orden y su reina avanzó en perpendicular hacia un rey acabado.

—Jaque mate.

—Pero... ¡¿Qué?! ¡Si te llevo dos años! —farfulló, atónita.

Minerva se encogió de hombros

—Aggh, ¡está bien! Mis padres se separan. Y como creo que la culpa es de ambos por igual no quiero verlos... Ah, y el ajedrez es su regalo... De los dos, por lo visto.

—Oh.

Cualquiera se había esperado algo más. Algo un poco más sensible. Pero Pomona no, suspiró, notando un gran alivio.

—¿Y tú?

—En mi casa no tengo permitido hacer magia. No si no quiero que se santigüen tres veces por ello. Y tengo cosas que hacer.

—Oh —reiteró ella—. Pues... ¿Otra partida? Aunque esta vez quiero las blancas.

Minerva sonrió, ajustándose de nuevo las gafas.

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Rozando el límite os traigo esto, que podría haber quedado mejor de tener más límite. (Demonios)

Lo de los padres de Pomona me lo he sacado de a mana, es lo guay de no tener canon XD

Lo siento chicas, en mi cabeza quedaba más chachi-_-"