nuevamente lamento los errores que hayan tanto gramatical como ortograficamente :P

¡gracias a quienes se den un tiempo y lean el fic!

Zukilove: sorry es que no soy muy versada en eso, segun yo todo era "yaoi" no sabia que habia sub-temas y si soy chica, en serio gracias por comentar y ser tan dulce! 3 me hace mucha ilusion.

sukoru-chan: gracias, aunque no quiero irme mucho por el drama, ¡pero es que las lagrimas me llaman!. jajajjajajaa si demasido Paulo Coelho me esta saliendo y eso que ni Aioros ni Aioria son de mis dorados favoritos. gracias por comentar! y seguir leyendo!

todo mi amor en besitos

gracias.

Milo se estiro consiguiendo solo un quejido de su nuevo compañero de cuarto y cama.

-auch -se quejo Mu ¿es que acaso este niño no se puede quedar tranquilo 5 minutos? Solo eso pido ¡por favor 5 minutos! –intenta dormir que mañana seguramente nos va a llevar cerberos.

-se dice cerebro, CEREBRO. –respondió Milo aun acomodándose en la "cama"

¡Dios mío! ¿La pregunta es donde esta tu cerebro Milo? En fin – no, yo me refería a Cerberos el perro del infierno con tres cabezas.

-un perro no pude tener 3 cabezas Mu, una vez mi compa juan vio a un gato con 2 cabezas, ¡pero con 3, Mu! Ya te pasas.

-cerberos es un perro de hades, y si tu sueño es convertirte en caballero deberías conocerlo ¿y por que encuentras tan descabellado que un perro tengo 3 cabezas, y crees que un gato puede tener 2?

-muy simple en una esquina tiene una, y en donde debería ir su cola la otra, ¿en tu famoso perro donde va, su otra cabeza?

Mu suspiro –déjalo Milo y duérmete.

Milo también suspiro aunque fuera increíble extrañaba su orfanato, cuando Shura, ¡el gran maestro! Los vino a dejar a su casa, solo los dejo sin decirles, donde dormir o si podían comer algo o alguna amenaza para cuando volviera ¡nada! Solo silencio; tardo casi 1 hora en convencer a Mu de ir a registrar la casa en busca de comida, y era por que sus tripitas no paraban de sonar.

No dieron ni 2 pasos dentro ya de la casa cuando se les fue el corazón a la boca, ¿pero quien vivía aquí? ¿Gengis Kan? ¿Jaime Lannister? ¿Un loco maniático?

Todo, todo, TODO repleto de espadas era un cuarto espacioso, pero solo había espadas, la noche anterior habían entrado por la puerta trasera, al parecer Shura la noche anterior sí había sido un buen maestro, pero ahora como que se le olvido el detalle de las espadas, habían dos hachas cruzadas en la pared, Milo alzo la vista, y sí, también ahí habían espadas colgadas.

-¿sabes que Milo? Ya no tengo hambre mejor esperemos ¿si? –hablo Mu mientras volvía a la entrada.

Vio que al final del corredor de la muerte se veía un pasillo, pero no quiso seguir aunque se intento convencer a si mismo que fue para no dejar solo a Mu, si claro, por supuesto campeón.

Esperaron un buen rato hasta casi la noche cuando Shura se digno a llegar ambos saltaron de sus asientos, en el caso de Milo el suelo y de Mu la escalinata de la entrada.

-mas les vale no haber hecho ninguna travesura –les apunto amenazador Shura por que se sorprendió de que los niños no entrasen.

Pero cuando ingreso no encontró nada fuera de su lugar.

-ya vayan a dormir que mañana los pienso entrenar como nunca lo han hecho.

Pero si a mí nunca nadie me ha entrenado, pensó Milo, mientras pasaba rapidito detrás de Shura ya que si caí una espada tendría que matar primero al español.

Mu le tomo la manita para pasar y le susurro –tengo hambre

-pues díselo tu –le susurro de vuelta Milo.

-por favor –le suplico Mu

-oye, no quiero morir ¿ya?

-¿que cuchichean las comadres? – les espato Shura a quien no le gustaban los secretos.

-nada –habían llegado al mismo cuarto que la otra noche donde había 3 sofás 2 pequeños y uno un poquitito más grande, donde habían dormido los niños para la desgracia de sus espalditas. La decoración escasa por no decir nula, todo en tonos grises y marrones, una mesa un mueblo con unos pocos libros

Shura se sentó en unos de los sillones quedando a la altura de los niños, para el nerviosismo de ellos – ¿saben lo que me dijo el patriarca?

Por favor que le haya dicho que se acabo esta tortura ¡por favor! Suplica Mu para sus adentros

-que tenia que entrenarlos mas duro por que rindieron poco-

¡No! ¿Por qué? ¿Qué te hice atenea?

-así que mañana a las 6 de la madrugada estarán de pie, ¿Mu por que pones esa cara? ¿¡Acaso no quieres entrenar!?

Mu rápidamente regreso a la tierra –no…solo pensaba en –comida –en…

Shura suspiro y se refregó la cara, ¡estos niños del demonio!

Se levanto dejando a los niños en la oscuridad, y con hambre.

Ambos se habían acomodado lo mejor que pudieron en el sofá con las mantitas, en un principio optaron por dormir cada uno en un apoya brazos, con los pies del otro como compañía, pero ante las quejas de Mu por olor de su compañero, terminaron durmiendo mas apretados que fideos en paquete, sino uno se movía se caí al suelo.

Siempre era Milo quien se movía, el chico pensaba que estaría haciendo juan, Milin o Milo2 era el niño con quien dormía en el orfanato, nunca se acordaba del nombre del chico, así que no se le ocurrió mejor idea que colocarle una variante su nombre ¿narcisismo?¿que es eso? al fin y al cabo el otro lo seguía como una sombra, lo extrañaba, con él no seria tan aburrido e incluso le diría que tiene mido, y el otro respondería que también y ambos irían a buscar comida juntos, pero con Mu, suspiro, sabia muchas cosas y lo hacia sentir tonto , además era ¡muy llorón!, estaba seguro que ahora si no estuviese durmiendo estaría llorando.

Por su parte Aioria estaba contento por su victoria y cuando Aioros los dejo para ir hablar con el patriarca, dio un salto y fue a su cuarto dejando al pobre Alde sin saber que hacer en casa ajena.

Al final se decidió por seguir a su revoltoso muevo compañero, anoche había dormido en la cama junto Aioria ante las innumerable quejas de este, que si le quitaba la frazada, que si le quitaba mucho espacio, que si hacia mucho ruido, luego que era mas silencioso que un muerto que el creía que en Brasil toda la gente era alegre y siempre bailaban encuerados, que si le hacia un baile.

Al final vino Aioros y les pregunto por que el escandalo, Aioria le hecho la culpa, pero Alde con su sentido del compañerismo le fue imposible delatar a su nuevo compañero además el quería conocer al chico, y siendo un soplón no era una buena forma de comenzar.

Aioros tomo a su hermano y lo llevo a dormir junto a él, ya que mañana tenían que pelear no quería desvelos, pero les prometió que hoy no tendría que compartir cama.

Cuando entro al cuarto del chico, se sorprendió, no la había visto en detalle y solo fue en la oscuridad, había diversas cosas, un arco colgado el la pared dos pequeños sofás, muchas fotos colgadas, una estantería con diversos libros, pesas, una serie de peluches entre ellos un gran león, un espejo que abarcaba casi la pared completa, una pequeña tele, diversos juegos en cajitas, pero lo que mas le sorprendió fue la normalidad del cuarto, sino no lo conociera diría que es el cuarto de un niño común y corriente.

Aioria se encontraba en un pequeño escritorio anotando algo afanadamente – ¿es que acaso nadie te enseñando a tocar la puerta? –le hablo el niño sin lazar la vista de su tarea.

-perdona –dijo mientras entraba – guau, es genial tu cuarto

-¿ya no lo habías visto ayer? –siguió sin prestarle mayor atención

-nop

Escucho que le decía algo así como "ciego", pero lo dejo ir, empezó a mirar las fotos que estaban colgadas en la pared, una era de Aioria de pequeño con chupete y todo, le dio risa ¿en serio se burlaba de él por estar gordo? Que se mirara en un espejo de pequeño.

Luego otra de los 4 dorados, se sorprendió, 3 de ellos usaba armadura uno de los gemelos no, la pregunta era: ¿Quién?

Había otra del niño sonriendo encima de una rueda de la fortuna, en la siguiente estaban Aioros y Shura vestidos de blanco con manchas rojas en diferentes partes, sonriendo, no podía creer que el hosco español se prestara para una foto y menos aun todo machado con salsa roja, Aioria estaba sonriendo completamente rojo de pies a cabeza, atrás se podía ver gente en el mismo estado.

Cuando iba a pasar a la siguiente una mano tapo la foto. Aioria le sonreía

-no te va a gustar -le dijo

-¿Por qué? –se extraño Alde.

-por que no – seguía sonriendo, lo que hizo hervir los nervios de Alde

-haber muestra.- el niño quito la mano y Alde pudo ver la foto era él y Shura no veía que tenia de especial.

-¿y por que me iba a molestar que fueras feliz?

Aioria se largo a reír – no ves que te estoy montando, tarado

-¿eh? – y mas detenidamente vio que el niño estaba sentado en un torito bebe y que el español lo sostenía.

-aquí –el otro seguido la pulla, señalo la siguiente foto –te estoy comiendo –miro la foto donde un chanchito estaba encima de una gran mesa con una manzana en la boca.

-me estas diciendo cerdo ¡idiota! –pregunto indignado Aldebarán, aguantaba toro por que mal que mal tenían fuerza y eran competentes, pero un ¡cerdo! ¡Solo sirve para ser comido!

-¿eh? –Aioria miro un minuto la foto y luego se volvió a largar a reír –yo me refería al trocito de carne, que es del toro ganador de la competencia, pero si quieres que te diga cerdo, yo gustoso.

-no me agradas ¿sabes?

Aioria se encogió de hombros y tomo algo de una estantería y empezó a jugar.

Afrodita y Shaka se quedaron entre durmiendo y quejándose, mientras esperaban a Saga, cuando este llego los encontró durmiendo en su cama, pero se veían tan mal con las improvisadas vendas que le dio cierta pena, despertarlos para hacerlos dormir en su sofá, bueno, pensó por hoy me toca a mi el sofá.

Se acomodo, luego se puso de otra forma, luego volvió a cambiar de lugar, trajo otra manta, pobre chicos que tuvieron que dormir aquí, sentía pena de ellos que tuvieron que dormir en este incomodo sofá por una noche, o lo que alcanzaron de ella, ya que tuvieron que estar mas en el hospital, con la infección en la cabeza de Shaka, y no se quejaron, quizá el también daba un poquito de miedo, al final acabo tomando las mantas y durmiendo en el piso.

Como a las 3 Am, era la hora que tenia con el doctor, no quería que se le murieran, los despertó.

Los zarandeo, prendió la luz, pero nada, estaban mas muertos que vivos al parecer.

-¡vamos Afro! Despierta.

-¡que no me digas Afro!- respondió este enojado, lo que recordó su nariz ¡ay, no! Mi naricita, tan chiquitita y perfecta.

-¡vamos Shaka! Despierta –pero esta vez no hubo resultado

Afrodita bufo –dile que el budismo apesta y ya veras como salta de la cama

-vaya veo que se están conociendo y empezando a llevarse de maravilla –ironizo Saga

-lo que pasa es que Buda en realidad no es mas que un gordo que…-no alcanzo a terminar la frase cuando un pequeño Shaka se le lanzo encima

-¡quítamelo! ¡Quítamelo! Que arruina mi pelo –Saga quedo unos instante sin saber que había pasado.

Empezó a jalar a Shaka de la cara de Afrodita sin mucho éxito, hasta que la final logro despegar a Shaka.

-no tienes derecho a hablar mal de Buda, tu opinión parte de la ignorancia. –hablo tranquilamente Shaka.

-¿así? Para que veas que se mucho, niega que Buda era gordo –le reto Afrodita

-es cierto pero…

-entonces aprende a escuchar niño imberbe –le grito Afrodita mientras agarraba su nariz.

-es una opinión muy superficial para referirse a Buda

-¿y eso me lo dice un hindú rubio? – Se le acerco Afrodita a observar el pelo de Shaka – cualquiera diría que Buda elegiría para reencarnar un ciudadano común y silvestre, no alguien que parece una barbi….-tampoco alcanzo a terminar la frase cuando un cachetazo le hizo voltear la cara. Afrodita sonrió con la mano en la cara –y ataca igual que una gata barata.

Saga no estaba seguro si regañarlos o alentarlos a que se golpeen como hombres, se acordaba que con su hermano por pequeñeces, se dejaban los ojos morados, definitivamente le quedaba mucho trabajo.

-¡escuchen! Pueden matarse a cachetazos en el hospital, que no pienso perder esa hora, sino vamos ahora después ustedes ven como se curan las heridas, que a mi no me va importar.

-¡ay, no! Al sucio hospital no –se quejo Afrodita.

-mis heridas siempre las a curado Buda, un guerrero no necesita de medicamentos.

Ustedes tiene de guerreros lo que yo de buen hermano, pensó Saga mientras arrastraba a los niños a la fría noche.

En cuanto a Dethmask y Camus, nada mas llegar jugaron hacerse los muertos, sucediera, lo que sucediera el gemelo no iba a estar contento, mas les valía empezar a practicar como morirse con estilo, Dethmask propuso rajarse entero para que Kanon hiciera el esfuerzo de limpiar todo el reguero de su sangre en el piso, por primera vez Camus no pudo estar mas de acuerdo.

Cuando Kanon llego y los encontró durmiendo en su sofá acurrucados, sonrió –vamos a jugar al congelado, el que mueva un musculo gana un zapatazo –empezó hacerles cosquillas a sus amados discípulos, Dethmask aguanto bien, Camus por su parte se mordía la mejilla interior para no estallar en carcajadas, pero ambos aguantaron la burla del gemelo y luego de eso los dejo dormir tranquilo.

A diferencia de Milo y Mu, ello si registraron un poco la casa del gemelo, no por que no tuvieran miedo sino por que no querían parecer débiles frente al otro, comieron un trozo de pan con jamón.

El dulce amanecer llego para Milo y Mu que fueron despertados a sacudones por Shura.

-vamos de pie, que hoy si que les pienso sacar juego a vuestros pequeños cuerpos –les sonrió.

Ambos niños se miraron apenados, pero obedecieron, rogaban por que el español les diera algo de comer.

Antes las caras de desamparo de los niños; Shura solo pudo atinar a pensar que eran unos flojos, no podía creer que esos niños fueran si quiera entrenados para caballeros, había noches que él no durmió para entrenar y estos se quejaban por ¡mover el culo del sofá!

Miro, la hora 6:30 am. ¿Y ahora que? Hace tantos años que no entrenaba a nadie que no sabia que hacer y esos niños solo lo observaban.

El sonido de las tripas de los niños le dio una pista, pero ahora que lo pensaba no tenia mucha comida, el vivía solo, comía poco y casi siempre era en la casa de Aioros, solo compraba algo cuando Aioria venia a su casa.

-vamos, iremos a comer a algún lado ¿cualquier cosa que este abierta a esta hora? ¿Vale?

"cualquier cosa" jamás había sonado tan apetitoso para ellos, sobretodo para Mu, que jamás había pasado hambre en su cortita vida como aprendiz del patriarca.

Salieron a la calle camino al centro de la ciudad, pero por donde pasaban se encontraba cerrado, en un punto Shura se le ocurrió ir a ver a las zonas circundantes, donde la ciudad disfrutaba de la vida nocturna, donde había mujeres con mas maquillaje que ropa y hombres con mas bebida que neuronas, para nada algo que los niños deberían ver, pero se le estaban acabando las opciones, para llevarlos a comer, le quedaba eso o despertar a Aioros y mostrarse como un incompetente, prefería que lo tocaran y se le insinuaran, total nadie se iba a enterar.

-quédense aquí, volveré enseguida, AQUÍ -apunto al suelo he hizo un circulo con su pie – si os movéis un solo milímetro, les va a pesar ¿de acuerdo?

Ambos niños asintieron y vieron como el español se marchaba.

Mu estaba feliz pensando en su comida, extrañaba a su glotón maestro que le daba tortitas

-Mu

-Mmmm

-Mu-u –volvió a repetir Milo ante la ensoñación de su compañero

-Mmmm –aun estaba con su pollito en el horno aliñándolo.

-Mu, Mucito.-siguió Milo –Mu pequeño, Mu, vaquita, vamos –le empezó a zarandear

-¿¡que quieres Milo por dios!?

-tengo orina en la vejiga –Dijo Milo muy propiamente para agradar a su compañero

Mu suspiro con calma -¿y por que crees que eso me importa? – y yo que estaba tan feliz con mi pollito.

-es que tengo que ir al baño

-nuevamente la pregunta Milo ¿y eso a mi que me importa?

-en serio –dijo Milito dando saltitos en sus piececitos –no aguanto mas, voy a explotar.

Mu llevo sus manitos a la cara sin poder creérselo -¿me vas a contar todo lo que te pasa por el cuerpo?

-todas las personas van al baño, Mucito, hasta el gran patriarca –respondió Milo imaginándoselo y le dio un ataque de risa

-¡por tu culpa Mu ahora tengo mas ganas! –le reprocho

-¿mía? Y se puede saber por que

-por que me hiciste reír tonto. Necesito ir al baño Mu, acompáñame

Mu estaba horrorizado todos los años de decencia y clases de etiqueta o de buen comportamiento por parte del patriarca ¡a la basura! –ve tu solo, no se necesitan 2.

-no seas malo Mu somos amigos, no me dejes solo cuando mas te necesito.-actuó el futuro escorpión, llegando al piso a los pies de su Mucito.

-ve tu o espera a Shura, que si no nos ve aquí cuando vuelva…-orinaras sangre pensó para sí

Shura en su súper intento por convertir se en maestro olvido algo fundamental, los niños también necesitan ir al baño y de hecho mas rápido que los adultos.

-no voy aguantar tanto –lloriqueo este andando en círculos.

Le iba a decir que fuese hombrecito y aguantara, pero vio en su interior el verdadero nerviosismo y sintió piedad, mal que mal, solo era un niño, y no iban tardar tanto ¿verdad?

-no se donde hay un baño Milo-

No importa dijo este mientras tomaba su manito y lo jalaba para la plaza, buscaron corriendo algún baño abierto pero no encontraron, solo había uno y estaba cerrado.

-no aguanto mas –anuncio Milo ante el asco de Mu –me voy a un árbol

-¡no seas indecente! Contaminas la ciudad con tu inmundicia –ladro Mu enojado, pero corrió para alcanzar a su "amigo"

Quien fue detrás de unos botes –aquí –señalo los botes que olían a orina –alguien ya contamino, un poquito mas de veneno no hace mal a nadie, gírate y vigila

-¿y por que habría de vigilar?-dijo mientras se giraba tapaba sus ojitos y oídos –si según tu, todo el mundo tiene necesidades biológicas y…- sintió una mano en su hombro.- ¡no me toque cochino! –alzo los ojos y trago saliva aterrado; esto me pasa por ser demasiado dulce, tengo que empezar a comer cosas mas saladas, suspiro.

Dethmask abrazaba a su nuevo peluche, Camus, y lo apretujaba en sus sueños, susurraba cosas como: quien es el tiguito más bonito; te daré pastel mañana, boni-boni; Camus estaba indeciso entre despertarlo o terminar de escuchar, nah, mejor lo dejo al final me pudo divertir aunque sea un poco.

Kanon estuvo tentado a despertarlo lanzándoles un balde agua fría, pero luego pensó que era su sillón y tendría que limpiarlo.

-pero que…. ¡ah! –gritaron tanto Dethmask y Camus saltando fuera de su cálido sofá-cama, cuando les llego el balde de agua fría

Kanon reía, convulsivamente, había intentado ser sensato, pero se acordó que no era Saga.

-en fin –dijo controlándose –son las 8 Am a entrenar, tomen –les paso un vaso con liquido blanco, espumoso.

Dethmask miro el vasito sin querer probarlo, ya se imaginaba que le había puesto Kanon solo para reírse.

Camus estaba con la misma pregunta, olio primero el contenido y luego saco una gotita y se la puso en el dorso de la mano para encontrar reacciones alérgicas.

Kanon rio tomo ambos vasos se sirvió un sorbo y se los devolvió a los niños – es de plátano -explico –energía y proteína.

Ambos niños apuraron el vaso una vez listos siguieron a su maestro fuera de casa, vieron la bonita playa, y pensaron que irían al coliseo a entrenar o a los campos de entrenamiento de todos los soldados, pero no, siguieron un camino aparte.

¿Adonde diablos vamos?

Estuvieron su buen tiempo caminando hasta que llegaron a unos riscos el gemelo sin mas les dijo que arriba conseguirían la "inspiración" para practicar que los esperaba arriba y empezó a subir la saliente del risco, Dethmask paso saliva y empezó prontamente a seguir al gemelo, Camus pensó que el realidad no había nacido para ser escalador.

¡Diablos! Maldecía Camus, le palpitaba mucho el brazo donde su propio hielo se le incrusto ayer, "no debí haber hecho el listillo", pensó, enojado Camus, tenia las manos sudorosas pero no podía limpiárselas, si soltaba se caía y ya no le quedan muchas fuerzas, miro hacia arriba, donde la figura de Dethmask se perdía de vista, quería llamarlo y decirle que le ayudara que ya no podía mas, pero sabia cual seria la respuesta, no bajaría ¿y como?¿por que arriesgar su vida, por un niño que acababa de conocer?, ni pensar en Kanon que ya se le había perdido de vista hace vario kilómetros abajo.

Miro hacia abajo, estuvo apunto de soltarse, pero sus músculos agarrotados se lo impidieron, no vuelvas a mirar hacia abajo Camus, ¡que pésima idea tuviste!, se regaño a si mismo.

No tenia como volver sin matarse, apenas si podía subir, empezó a entonar en su cabeza el himno patrio de Francia, y para mejor se estaba volviendo loco lentamente.

Dethmask intentaba seguir el paso del gemelo que saltaba de una roca a otra sin ningún problema, eran unos riscos muy empinados y al gemelo menor no parecía importarle que se cayera, él solo pisaba donde antes lo hacia Kanon, no quería pisar una roca en falso y rodar abajo, miro hacia arriba, ¡por dios! Es que acaso esta horrible montaña no tiene fin, solo vio al cielo y mas y mas montaña, ¡al finito y mas allá! pensó con amargura.

Kanon estaba cómodamente descansando en una roca, y comiendo una manzana, ya llevaba 6 esperando que esos engendros aparecieran, ¡ah! Mira ahí viene uno, vio como una mano aparecía, seguido por un mechón de pelo morado luego otra mano, la cabeza entera, un cuerpo que se arrastraba fuera del borde del risco.

Kanon miro su reloj –tardaste 3 horas, que me hicieron perder de mi precioso tiempo –hablo sonriendo, mientras que Dethmask sudado, como estaba solo atinaba a respirar –pero ¡no pongas esa cara de preocupación! Lo recuperaremos, se lo ansioso que están por que les entrene.

-Camus, esta muy abajo –hablo en un aliento el pequeño Dethmask, que con el sudor se le había aplastado, su pelo "punk" dándole un aire muy de niño.

-¿y?

-es…el… -suspiro no, nada de lo que digiera convencería a Kanon, solo él podía ir a buscarlo, pero no se sentía capaz si quiera de parase.

-es ley de vida, mi pequeño muerto, los mas débiles perecen y los mas fuertes sobreviven –hablo Kanon mientras acariciaba parsimoniosamente a Mascarita

-como… tu eres un…caballero –traducción, ¿Cómo puedes decir eso si tu eres un caballero? Pero Kanon entendía el idioma del jadeo.

-y tu un aspirante a uno, y no te veo moviendo el culo, en fin descansa un poco que luego – se trono los dedos.

Camus tenia la palma derecha en carne viva, en un punto se había resbalado y sino fuera por toda la fuerza que ejerció con esa mano ahora seria un budín de Camus.

Nada mas llegar se encontró con la sorpresa de ver a Dethmask de pie trotando, y cada vez que el gemelo aplaudía este hacia un sapito y 3 sentadilla -¡vamos! Camus no seas flojo, empieza a calentar para que después no te duelan los músculos.

Infarto ¿¡que!? Se llevo la mano al corazón, quería mencionarle un pequeño hecho que tan solo tenia ¡6 años! Pero no, se medio arrastro donde Dethmask que parecía que se hubiera bañado, pero era sudor.

-¡muy bien! –Grito el gemelo –por lo que pude apreciar de sus grandes peleas ayer, es que sois muy débiles y lentos, y como el buen maestro que soy tengo el del deber de educarlos

¡Y lo disfruta! Pensó con amargura Dethmask.

-Dethmask tu que ya te han entrenado, permíteme decirte –tomo aire Kanon para continuar con su insulto a gusto -que eres una bazofia como aprendiz de caballero, y tu maestro ¿Qué creyó que entrenaba? ¿Un perro? ¿A un cangrejo? Conmigo las cosas serán diferentes –Camus puso los ojos en blanco –a ti Camus no te insulto, eres muy aburrido para eso, en fin pelearan conmigo pero primero calentaremos

¿¡Ay, mama!? Creí que esto era el calentamiento, pensó Dethmask, de hecho pensé que la estúpida montaña era el calentamiento.

-Dethmask toma esa roca y da 150 vueltas, desde esa roca –apunto una de gran tamaño varios metros lejos, haciendo que el corazón y la lengua de Mascarita, por que ahora se veía tierno debido a su nuevo peinado sudoroso, cayeran al suelo –te falta mucha fuerza así que ¡empieza!

-y a ti pequeño Camus, veamos que tal estas 50 sapitos, 80 sentadillas, 30 lagartijas, -acabo Kanon sonriendo mientras los niños se encomendaban a dios.

Aioros había despertado e ido a despertar a Alde a las 7 am, como siempre lo hacían él y su hermano, nuevamente había dormido junto a su pequeño hermano, pues aun no consiga otra cama donde acostar a Alde, aunque hoy si que si, pensaba comprarla, su hermano era un remolino en la noche, y en día agrego mientras veía como el pequeño, saltaba encima de él.

-Aioria, bájate tengo que ir a preparar el desayuno

-y a mi que me parta un rayo ¿verdad? –lloriqueo sin bajarse.

No para eso el rayo primero tendría que atraparte pensó, masajeándose las sienes, le dolía la cabeza y Aioria no cooperaba, -mira, sino te bajas ahora serás tu quien prepare el desayuno.

-mejor que lo prepare Alde, así es útil en algo –respondió mientras se bajaba.

No sabia que tu era la utilidad máxima pequeño hermano –ya hablamos sobre esto, Alde se va quedar un buen tiempo acá a si que mejor que se empiecen a llevar bien.

-¡ay, Jesús! Entonces nos va dejar en la bancarrota

-basta Aioria –advirtió

-pero es cierto –el niño medito un minuto –aunque quizá cuando se duerma podríamos comerle un poco, ¡seria genial! ¿Te acuerdas que Shura dijo que quería comer carne de verdadero toro nuevamente? Podríamos invitarlo y así ayudamos entre todos a Alde adelgazar.

Aioros sabia que en las palabras de su hermano no había maldad, solo inocencia pero no pudo evitar reírse, recordando el momento cuando fueron a España y le explicaron que el toro no es que estuviera muerto ¡no que va! sino que solo lo estaban ayudando adelgazar, como el pobre no tenia la para la lipo, ¡nada que ver, que lo estuvieran matando para comérselo!

-¿Por qué te ríes Aioros? –le pregunto molesto su hermano

-por nada, vamos baja, luego tenemos que ir a entrenar. –ambos hermanos bajaron por la escalera hacia el primer piso, directo a la cocina.

Alde estaba en frente de la cocina ya vestido, aunque sin peinar y sin saber que hacer; Aioros apunto en su lista mental de cosas para comprar, ropa para Aldebarán, seguro que ninguna de las ropas de su hermano le quedaba.

-hola, Alde ¿Qué tal dormiste?

-bien –fue la escueta respuesta del brasileño.

-¿Qué pasa?-le pregunto Aioros.

-nada, lo siento –contesto apenado esté –es…solo que antes de comer en la mañana siempre ando de malas.

Aioros sonrió, le agradaba el brasileño –no te preocupes a mi me pasa casi lo mismo, solo que me da jaqueca

-¿pero no te ves molesto? –pregunto a la defensiva.

Desde la cocina se escucho un: "me muero, Aioros, me muero, la insanacion, me mata" seguido por sonido de tazas y finalmente un golpe, ¡por dios! no se acordaba de haber sido así de pequeño.

-por que no puedo estarlo simplemente –le hablo mientras lo guiaba dentro de la cocina –disfruta tus años en los que puedes estorbar, berrear –y mugir agrego para sus adentro, pensando en el comentario de su hermano –sin preocuparte.

-Aioros deja de hablar y ponte a cocinar que me muero de hambre –exigió el pequeño león.

Lo miro molesto un momento en el cual el niño sonrió con sus ojitos verde-azulados

Eran las 8:30 cuando acabaron, el desayuno les dio una hora libre para que reposasen, mientras el lavaba los platos, como la buena mama que era, pensó para sí, seguro que Saga primero mataba a todo el mundo antes de hacer algo como eso.

-me voy con Shura –anuncio el castaño claro, mientras tomaba un palo

-eh, no ¡alto!

-¿Qué? –se giro esté

-no puedes ir con él esta ocupado con sus nuevos aprendices.

Aioria lo miro molesto –todos me cambian, tu por Alde y Shura por el llorón sin ceja y el otro que ni me acuerdo de su nombre por lo "x" que es.

¡Oh! No te imaginas lo que daría Shura por deshacerse de esos niños, pero le dijo que obedeciese y que jugara con Alde.

Ambos hicieron un mohín y el brasileño se ofreció a ser lavar los platos ¿¡lavar los platos!? Como deben de odiarse, trabajaría también en eso anoto en su lista imaginaria.

Llevo a los niños al coliseo a las 9:30 am le interesaba ver que tanto debía trabajar con Alde.

Saga estaba con los nervios de punta ¿Cómo podía ser que se le hubiese perdido Shaka? ¡Maldito seas! No sabía que hacer por un lado había recorrido todo estúpido hospital en busca del niño, pero nada, y ahora que había salido Afrodita con un gran parche e innumerables quejas respecto de su nariz, la situación se había puesto alarmante; relájate tu eres Saga de géminis, tu poder es incomparable, y no soy el idiota de mi hermano, ¡exacto! Ay esta la clave.

Jalo a Afrodita de vuelta a su casa, entre las protesta de esté.

-¿y donde esta la gata rubia? –pregunto Afrodita recién dándose cuenta de la ausencia de esté

Saga lo ignoro.

-Saga te estoy hablan…-no termino la frase cuando vio como el gemelo mayor sacaba unas cadenas -¿Qué haces Saga? Me estas dando miedo.

Lo que debí haber hecho hace mucho, tomo las mano de Afrodita y las junto por delante con las cadenas.

-¡estas loco! –rugió Afrodita.

Nací loco, ¡por el amor de dios! el no era Aioros para comportarse así con los niños, si ellos se empeñaban en desafiarlo, les mostraría por que el había obtenido la armadura dorada y ellos aun no.

-¡no me puedes hacer esto Saga! Dejarme aquí.-grito indignado Afro.

-entonces demuéstrame que no –se acordó cuando Kanon le hizo la jugarreta –demuéstrame que eres un caballero y tengo que tenerte en cuenta, ahora solo veo a un niño asustado

Afrodita bufo, intento elevar su cosmo y romper las cadenas pero no pudo.

Saga sonrió -Te quedas aquí hasta que yo encuentre al imbécil de Shaka, o tu encuentres tu poder.

Afrodita lo volvió a intentar un par de veces sin resultado, al final opto por colocarse en una posición cómoda y dormir.

Por su parte Saga fue en busca de Shaka, apenas si había dormido anoche y cada vez que lo buscaba y el niño no aparecía se iba enojando más y más.

Eran las 11:15 am y ya estaba pensando en que iba a dejar una temporada a Shaka con su hermano.

Shura había vuelto con 3 desayunos, pero para su sorpresa no se encontró a ninguno de sus querubines, esperándolo, maldijo, pero ya se la iban a pagar cuando los encuentre, cosa que cada vez se veía más lejana

Paso casi toda la mañana en busca de Mu y Milo pero ni rastro de ellos eran ya casi las 12:00 y sus opciones se acaban, barajaba dos opciones, ya que el lugar donde había dejado a los niños estaba lleno de gente un poco pervertida, además de borrachos podía ser que hayan raptado a los niños; vale Mu tenia cara de niña y Milo… desde cierto Angulo… tenia su toque, su encanto por así decirlo; pero entonces ¿Por qué no raptaban al alumno de Saga? Si alguien coleccionaba florcitas, tenia que tener a la rosa.

O puede ser que los niños hayan huido juntos, tomaditos de la mano hacia la puesta de sol, pensó con ironía Shura, con lo nenas que son seguro, en Milo si que lo veía factible, nunca había visto de cerca al santuario y pudo haberse asustado de la vida de esté, además era un huérfano sin familia, siempre había aprendido a vivir solo; pero de Mu no lo creía, era el alumno del patriarca, desde niño solo conocía esta vida ¿adonde iría? A menos que haya decidido desertar, pero Mu conocía muy bien cual era el castigo; si era así ya podía ir despidiéndose de ser patriarca, Shion jamás lo perdonaría por ser el causante de la muerte de su pequeño Mu.

Tenia todas esas ideas sombrías, o podía ser que los niños hayan decidido ir al coliseo a practicar por si mismo, cosa que dudaba, pero era uno de los pocos lugares donde no había buscado, pero no quería ir seguro que estaban alguno de los otros 3 dorados y si lo veían allí sin los niños notarían su idiotez, suspiro, ojala que solo este el perfecto de Aioros.

Saga estaba intentando imaginar un castigo para Shaka, le pediría ayuda a Kanon era muy bueno para eso ¡ya veras Shaka como te encuentre…!

No pudo terminar de imaginara a Shaka siendo correteado por perros, cuando vio una escena que lo dejo bastante fuera de lugar, en la plaza junto al ayuntamiento de la guardia civil de la ciudad un viejo gordo, sostenía a un niño en sus piernas, esté estaba sobre su estomago, dejando al aire un poco de su trasero, mientras, el señor gordo con un guante le propinaba una palmadita, las señoras molestas lo rodeaban, diciendo cosas como: "se lo merece por bribón" "yo nunca dejaría que mi hijo fuera así" "poca decencia hay en esta ciudad"

Saga se acerco un poquito mas y vio que el niño era el alumno de Shura, Milo; unos pocos pasos mas atrás estaba Mu con su carita de susto, Shura no parecía estar cerca, busco atreves del cosmo y no tan poco estaba cerca.

¡Si! No soy el mas imbécil que pierde a niños de 6 años siendo un dorado, él al menos solo había perdido a uno, mientras que Shura a los 2; ¡Shura siempre queriendo romper record!

Las señoras seguían cuchicheando, ¡diablos! Ojala hubiese traído mi armadura, todo el mundo amaba a los dorados, sobre todo las mujeres, seguro que le entregaban a los niños sin rechistar, pero ahora estaba solo y encuerado, bueno no, si estuviese desnudo nadie se le resistiría, tendría que hacer uso de todo su encanto.

-y esto te pasa para que aprendas a respetar la ciudad que te da cobijo…- iba a alzar la mano para darle otro golpecito cuando una mano lo detuvo.

-disculpe ¿me puede decir que hicieron estos niños? –dijo muy educado Saga.

-ah..- el hombre no quería responder se zafo del agarre del tipo –este mocoso estaba orinando en publico, en un lugar donde cualquiera puede ver. Donde debería ser el disfrute de las familias ¡estos niños la ensucian!

Saga rio internamente, ¿pero que diablos le pasaba a Shura? Cada vez se sentía mucho mejor maestro.

-¿y ya han sido amonestados? –todas las señoras cuchicheaban aun mas fuertes mostrando su desacuerdo en la interrupción del castigo, pero Saga ya sabia manejar a la gente.

-llevamos recién 3 golpes en el poto –hablo un poco molesto el señor gordo –quedan otros 7

-no es necesario yo me encargare –Saga ni muerto pensaba decir que aquel niño, pertenecía al santuario y menos aun que era un aprendiz de dorado, aunque, quizá si decía que era de Shura…

-no, la ley dice…

-la ley es una cosa muy bonita, pero perece ante la fuerza de la justicia

-¿eh?

-cuando la desgracia azotado esta ciudad no ha sido vuestra preciosa ley quien os a mantenido a salvo, sino ¿Quién?

Las señoras lo pensaron –el santuario

-¿Qué esta compuesto por?

Ya los tenía en la palma de la mano; quizá también les pidiese que encontraran a Shaka

El señor gordo respondió –el patriarca y sus caballeros

-muy bien.

-¡el caballero dorado! ¡Saga de géminis! –grito una chica, antes de casi infartarse.

Oh, todas las personas entraron en shock

-¿no será su gemelo malvado? –susurro alguien de su publico.

¡Como odiaba que lo compararan con Kanon! ¡Acaso eran ciegos! ¿No veían las notorias diferencias?

-no, como crees si el señor Saga es mucho mas suculento –susurro y babeo otra en respuesta.

-¿¡pero que dices!? Si su gemelo tiene unos ojos que te….

Saga suspiro, ¡ahí tienen la verdadera batalla de los mil días!,

Aprovecho el momento tomo a Mu como un borrego debajo del brazo y se dirigió al señor gordito.

-no se preocupe me encargare que reciba castigo ejemplar.

El hombre solo pudo atinar asentir, quito al niño de sus piernas que rápidamente cubrió su humanidad,

-gracias –dijo bajito antes que, el gemelo tomara y se lo colocara bajo el brazo.

Aioros vio llegar a Shura mientras veía cuanta fuerza podía ejercer Aldebarán, había mandado a su hermano a freír monos al áfrica, ya que el niño estaba burlándose del pobre Alde.

-eh, Shura –le saludo alegre.

No se sorprendió cuando Shura ni le sonrió siguió caminado, estaba acostumbrado a la hosquedad del español.

-¿vienes a practicar con los chicos? –le pregunto alegre.

-no, escucha Aioros…

-¿y donde esta Mu? –se dio cuenta que el niño no le salto encima.

-¡eso es lo que te quiero decir! –Grito enojado –los perdí

-¿Cómo que los perdiste?

-pues eso que no están.

-¿¡y que haces aquí paradote!? ¡Ponte a buscarlos!

-¡y tu crees que ya no lo he intentado! ¡Los llevo buscando todo el puto día! –soltó molesto el español.

Aioros se paso la mano por el rostro, le hablo al niño –Alde, vamos, ve a practicar con Aioria.

El niño obedeció asustado ante los gritos del español.

-¿Dónde se perdieron?

-en la parte baja de la plaza –dijo bajito –y ya los he buscado en toda la plaza

-¿y que hacían ahí? –Aioros sabía que ahí solo habían lugares para beber, cabaret, no había nada ahí para niños de 6 años que próximamente jurarían celibato

-los lleve a comer –su voz era cada vez mas bajita

-¿a comer? o ¿a que los comieran?

-¿me vas a ayudar o solo te vas a burlar?

Estaba muy desesperado si le pedía ayuda así como así,

-los llevo buscando desde las 6 de la mañana Aioros, se me acaban los opciones, tu que piensas como un niño ¿sabes a donde podrían ir? ¿Por dulces? Mu ya esta un poquitito gordo de por si.

¡6 de la madrugada! Definitivamente esto de ser maestro había trastornado un poco al español, si es que no los han violado, no irían por dulces ¡idiota!

Mu iría con el patriarca sea el caso, pero seguro que su amigo ya lo había pensado y evitaba esa posibilidad.

-¿los has buscado…

-¡los he buscado por toda la estúpida ciudad, genio!

Aioros suspiro, no le agradaba la idea, pero no le quedaba otra –quédate aquí y VIGILA, ¡por el amor de todo lo sagrado! A mi hermano y Alde, yo iré por mi armadura y los buscare por aire.

Shura asintió.

-no se muevan de aquí, prométemelo.

Vio que el otro ponía los ojos en blanco pero lo dejo pasar, tenia que ir por dos niños.

El pequeño Aioria vio como su hermano se iba, ¡ya me esta cambiando de nuevo! -¡Aioros! ¡Mira me lastime el pie!

Vio acercar al español –oh, Shura hola ¿Dónde va mi hermano?

-buscar algo –respondió vagamente dando por terminado el asunto -¿Qué te paso? ¿También te volviste niña y ya le te duelen las caídas?

Aioria puso cara de indignación -¿Qué dices?

-que te pongas a trabajar y no a quejarte

Hizo un puchero –es que me aburro – para demostrarlo dio un largo bostezo de león.-Aioros me esta ignorando y solo me mando a trotar mientras él se divierte con Alde.

Shura le sonrió -¿celoso?

-desde cuando un león le tiene miedo a una vaca

El dorado rio con ganas ya se acordaba por que le agradaba tanto el pequeño.

-¿sabes cual es mi signo?

-capricornio

-que es una cabra, y te aseguro que te partiría el trasero –dijo divertido el español.

-es que tu eres una cabra dorada, eso no es justo. ¿Sabias Shura que en el Tíbet las vacas son sagradas?

-si, pero eso que tiene que ver

-no se –sonrió simplemente Aioria –me aburro Shura –llego a los pies de esté teatralmente – ¡me muero!

-¿y?

-juguemos-

-no

-vamos a comer

-no

-corramos

-no

-compitamos

-no.

-¿acompáñame a estar solo? –entono la canción.

Shura le sonrió y le puso cara de abandono.

-lo siento tengo ordenes de no dejarte salir de aquí.

-bueno entonces hagamos algo aquí

Aioros sobrevolaba el cielo, sabia que si el patriarca se enteraba de esto le regañaría y seguramente le daría algún castigo, ya estaba cerca del centro cuando por las encima de las calles vio una figura que cargaba a dos niños de manera bastante poco "común" parecían paquetes de compras.

La gente tendía a confundir mucho a los gemelos, pero él jamás los confundió, según Shura tenia un master en eso "detecciones de gemelos locos" o "mil formas para evitar la muerte" ellos odiaban que los confundieran

Y este era Saga, para su suerte o desgracia, Kanon era bastante errático en su comportamiento, pero siempre se podía chantajear o hasta llegar a un acuerdo para que no abriese la boca con el patriarca, por su parte Saga… era bastante regido en cuanto a eso.

Pero ¿por que tendría a los niños Saga? No se veían a los otros niños cerca, por su mente cruzo la palabra aprovechamiento, juego sucio, ¡basta! Nada sacaba con apresurar conclusiones, antes de averiguar.

Se lanzo en picada, como un pájaro y se planto delante de Saga que estuvo apunto de chocar con él.

-¡pero que diablos!

-¿eso mismo quiero saber yo Saga? –apunto a sus "bolsas de compras" que colgaban de los brazos del gemelo.

Este sonrió -¿crees que estoy haciendo trampa Aioros? –lo desafío.

-no lo se, pero se que esos, no son tus pupilos –apunto al pequeños Mu que lo miraba con ojitos de borrego.

"cuidando a los hijos de tu esposo", pensó Saga para sí, acordándose de las burlas de Kanon sobre la familia MUY disfuncional que tenia Aioria, el pequeño con dos padres uno medio transexual y otro bien "macho"

-toma –le tendió a los niños – y dile que no los vuelva a perder –como si yo no estuviera buscando a uno –y que los castigue, por desordenes en publico.

Aioros se sorprendió, eran niños ¿Qué podían hacer?

-según el de la guardia civil, orinaron en publico.

Mu quería agregar que no "orinaron" que fue Milo solito, pero mejor se callo, no quería dejar al otro solo con el castigo

Aioros tomo a los niños de la mano, el gemelo ya estaba yendo cuando le hablo -¿vas a decir algo Saga?

El otro guardo silencio por un momento –no lo creo.

Llevo a los niños al coliseo, rogando que Shura no hubiese hecho una de las suyas.

Se encontró a Alde que miraba desapasionadamente como Aioria esquivaba todos los golpes que le lanzaba el español, estuvo tentado a gritarle que no excluyera al niño, pero bueno al menos no había perdido a ninguno y ambos estaban enteros.

-toma, Shura.

Se giro y vio a sus dos aprendices que inmediatamente se escondieron detrás del arquero.

-no por favor no nos dejes solos –le rogo Mu despacito.

A medida que se les acercaba el español y su cara de enojo –por favor nos va a matar, te juro que no fue mi culpa.-seguía rogando el peli lila.

Aioros suspiro ante la desesperación del tierno borreguito –entonces hazle entender eso.

-no nos va querer escuchar –ya sus lagrimitas caían, ante la próxima llegada del español.

En eso Mu tenia razón, sabia lo difícil que era hacer cambiar de opinión al español, le agradaba pero a veces…

-donde estaban –hablo tranquilamente el español

-los tenia Saga –respondió el otro dorado.

-¿si? – no se esperaba eso, nunca barajo la opción que otro dorado le hubiese hecho trampa, y al ser ese el caso los niños no tenían otra opción mas que obedecer.

-si ven un momento –se fueron un poquito mas lejos para hablar en privado, pero Mu lo tenia agarrado de la pierna –Mu por favor, quiero hablar con Shura –el niño negó con la cabeza.

-Mu vete –ladro el español, a lo que el niño salió corriendo.

Los tienes bien amaestrados.-Si los tenia Saga pero no es lo que piensas, estaban orinando en publico y Saga vio que no estabas cerca por eso se los llevo.

-¡malditos niños! –por su culpa ahora le debía una a Saga, si es que este no había ido ya con el patriarca.

-y dijo que no creía que iba ir con patriarca –se encogió de hombros –vete a saber tu lo que significa eso, nunca he logrado saber lo que piensa Saga.

Shura asintió, se dirigió donde sus niños y saco una cuerda le pidió la manos a Milo, que se las entrego mansamente.

-¿¡pero que haces!? –hablo indignado sagitario mientras se quitaba la armadura.

-para no volverlos a perder

-y esta es tu gran solución.-apunto a la cuerda

-si-

Pensó en todas las veces que había dejado a su hermanito con él –espero que no hayas hecho lo mismo con Aioria.

-claro que no, él era inquieto pero nunca hizo ninguna idiotez.

Aioria se pasa haciendo idioteces solo que tu le tuviste paciencia, ahí estaba el problema, vio los ojitos asustado de Mu.-venga, vamos

-¿Cómo que vamos? –indago la cabra loca.

-a mi casa Shura, a comer, ya son las 1:30 ¿tienes algún lugar donde llevarlo que no sea un cabaret?

Presumido pensó Shura –pero los voy a llevar amarrados.

-ya, pero no les pegues.

Aioria tenía que hacer espacio en su cuarto para otra cama, cosa que no le agradaba para nada sentía que su privacidad estaba siendo mermada por Aldebarán.

-tengo que hacerlo, Aioros

-sip

-¿y si no quiero?

-te obligo

-¿Cómo?-desafío el leoncito

Su hermano se agacho junto a él y le tomo el rostro -¿en serio quieres probar hacer enojar aun dorado? –apunto a donde iban caminado Shura con dos perros, uno con el pelo lila, y otro morado oscuro.

-buena ya –hizo puchero – si me lo pides de esa forma quien no quiero ¿no?

Cuando llegaron a su casa salió corriendo a su cuarto, para ver donde podría colocar la otra cama, inmediatamente después apareció, Alde seguido por Mu y el otro niño.

Cualquiera diría que esto es paseo publico refunfuño, empezando a mover el sofacito.

-¡guau! que genial ¿Qué eso? –hablo Milo mientras tomaba algo alargado de metal que descansaba en un trípode.

-¡no lo toques! –rugió el león mientras seguía intentado mover el sillón si mucho éxito, se había cansado ya de tanto practicar y correr.

-¿Por qué? –inquiero Milo mientras seguía tocándolo.

-por que es un telescopio, Milo, son muy delicados –dijo Mu mientras tiraba de su nuevo "amigo" lejos del telescopio, no quería que el niño lo rompiera.

Alde al ver el esfuerzo del león, por mover un simple sofá sonrió con satisfacción, "debilucho" le quería gritar por todas las burlas del otro, pero quería que el insulto fuera un poco mas inteligente.

Milo miraba el lugar muy sorprendido, jamás pensó que alguien necesitara tanto para vivir había cosas que el ni siquiera sabia que existían, entonces le llamo la atención las fotos colgadas en la pared, todas eran en su mayoría de Aioria, aunque también estaba una de los 4 dorados…

-mira, Mu, mira –llamo asombrado a su nuevo compañero.

-¿eh? –se acercaron los 3 ante el griterío de Milo

-¡Mu, mira! –

-¿Qué? –dijo Aioria acercándose

-Shura esta sonriendo –se llevo una mano a la cabeza como desmayándose.

-¿y eso que tiene? –pregunto confundido el leoncito.

El otro lo miro con las manitos en la cara asemejando al "grito"

Mu sonrió con dulzura, había gente que nacía con suerte otra que simplemente no, Aioria a pesar de ser huérfano, pertenecía a la primera categoría, a diferencia de Milo, él había estado junto al patriarca cuando tanto capricornio como sagitario le fueron a preguntar si los iba a necesitar próximamente.

-pues no –les respondió su querido patriarca –pero si quieren le hablo a Hades y le pregunto cuando piensa invadir el santuario, solo para saber, digo

Aioros hizo una mueca –por favor, patriarca están ambos gemelos.

-si, pero con una armadura, primero se pelearan por quien la porta y luego recién atacarían, además ellos también tienen responsabilidades.

-por favor patriarca solo será por un mes

-¡un mes! Más encima quieren los flojos.

-si ocurre algo volveremos inmediatamente –le juro Shura

-¿y se puede saber a donde quieren ir?

-pues a España

-a España –miro inquisitivo al español presente -¿y se puede saber para que?

-pues para que Aioria conozca algo mas que el santuario el pobrecito solo a vivido en Grecia enclaustrado.

-hablen con los gemelo si ellos aceptan cubrirlos, pueden ir sino, no

Para sorpresa del patriarca, estos aceptaron, "quizá que les pidieron" le susurro el patriarca.

Aioria había sido el feliz, el jamás conoció el dolor que se siente al perder y decepcionar a tu maestro, tanto Shura como Aioros se encargaron que el niño se enfrentara solo contrincantes que sabían que les podía ganar, con esfuerzo sí, pero siempre ganaba, solo perdía ante estos, pero eso era obvio.

A pesar de ser un niño sin armadura podía entrar y salir como pedro por su casa, por lugares que ni los mismo santos de plata podían entrar, por ejemplo las doce, vete tu a decirle que no a un niño protegido por no solo uno, sino dos santos dorados, ni si quiera Kanon se metía mucho con el niño, sabia que su hermano no lo iba ayudar, era desventaja numérica.

El sabia todo esto por que el patriarca no solo lo había entrenado para portar la armadura de Aries sino también para ser su suceder, le había enseñado a leer a las personas, pero no fue capaz de demostrar que ahora tenia la fuerza necesaria para ser patriarca, quizá mas adelante, pero la vida de Shion no era eterna, por lo que decidió hacer esta "competencia" en cierta forma le alivio el nunca quiso ser patriarca, no deseaba el poder, pero quería, amaba a su maestro lo que le dolió fue que esté, le entrego a Shura.

-son unos exagerados –dijo Aioria encogiéndose de hombros –y ahora muévanse que tengo ordenar, para acostar a Alde

-¿voy a dormir aquí contigo? –vio que el gran niño hacia un mohín.

-yo creo ¿no conozco a otro Alde? ¿Y tú?

Ahora ambos empezaron a mover cosas, con los gritos de Aioria de ¡ten cuidado animal! Y ¡si lo rompes lo pagas! Y las respuestas del otro ¡debilucho! ¡León esquelético!

Mu escucho un ruido fuerte y vio como su nuevo "amigo" tenia a sus pies un juguete roto en mil pedazos.

-no fui yo –se apresuro a contestar ante la mirada de Mu.

-¡pero que hiciste! –le grito Aioria yendo totalmente enojado contra Milo, lo empujo hacia la pared.

-no fui yo.-dijo despacito Milo, ambos niños eran de la misma altura, pero no se podía quitar al castaño de encima.

Alzo el brazo para golpearlo, Mu se apresuro y le detuvo el puño –déjalo Aioria.

-¡apártate Mu! Lo hizo por que es un envidioso.

-déjalo aun no sabes que paso.

-no necesito saber que paso Sherlock, es obvio Milo rompió el juguete

-lo hizo sin querer.

Para su sorpresa el gran Aldebarán tomo al castaño desprevenido y lo jalo dejando libre a Milo.

-¡todos sois unos envidiosos! –grito enojado el león.

-¿Aioria que paso? –la pregunta vino de la puerta donde estaba apoyado Aioros.

-que el imbécil de Milo rompió mi juguete en mil pedazos –señalo al suelo.

-primero modera el lenguaje, segundo ¿Cómo sabes que fue Milo?

-todos lo vieron – a lo que nadie hablo

-envidiosos –les susurro yendo donde su hermano.

-a ver Milo ¿lo rompiste?

-no…solo lo toque y salto en mil pedazos –dijo el futuro escorpión acongojado.

Aioros alzo la ceja ¿solo lo toco y salto en mil pedazos? En niño no sabía mentir,

-por favor no le digas a Shura que me pega –solloza al fin el niño, a lo que el buen Mu le hizo cariño en su cabecita.

Aioria sonrió -¡Shura! –llamo sardónico.

-silencio –le ordeno su hermano, se dirigió a Milo que aun sollozaba despacito -¿te golpeo?

Al niño le tembló el labio.

-son unas nenas –se quejo escéptico Aioria –seguro lo toco y él supo a llorar solo –para que vea lo ilógica que sonaba su respuesta.

-ya no llores -lo consoló el "mayor" –no pasa nada

-¿y mi juguete? ¿Quién me lo devuelve?

-Aioria tienes cientos, no te vas a morir por perder uno –el niño iba alegar, pero su hermano le corto diciendo que ya vayan a lavarse las manos para que bajen a comer.

Todos estaban sentados en la mesa sin probar nada, viendo el espectáculo de Milo y su almueza el niño no comía, "atacaba" su palto, Shura pensó que ¡ojala así hubiese peleado en el coliseo!

Mu tenia hambrecita, pero vio como Milo tenia trozos de carne ¡en el pelo!, y de su boca escurría la salsa, ¿modales? ¡Quien los necesita! Es mas ni si quiera mastiquemos, ¡para dentro todo! ¡Barril sin fondo!

Vio que nadie mas había probado la comida, Aioria iba a decir algo, pero su hermano se lo impidió, incluso el gran Aldebarán, tenia una cara de circunstancia que no se tragaba, pero la cara de asco de Shura fue la que lo convenció.

Tomo su platito, se dirigió donde su nuevo "amigo"

-¿Milo?

-Mmmm –fue la respuesta sin levantar la cara del plato, encorvado totalmente sobre esté

-¿quieres seguirme un momento?

-¿no ves que estoy comiendo, Mu? – le dijo el niño compartiéndole a su cara la comida que se amontonaba en su boca.

Pero Mu no lo insulto solo se limpio con la servilleta –vamos a comer mejor al living ¿me acompañas?

-¿Por qué? –tenia una bola de comida en la boca

¡Para que dejes comer al resto! –por que si.

-Shura no le va a gustar, Mucito

-¡no que va! Váyanse, váyanse –les apuro el aludido.

Ambos niños se miraron, Milo se limpio la boca con su polera y siguió a Mu.

-lo lamento –dijo Shura a su amigo una vez los niños se fueron –no me di cuenta que comía como un puerco.

Esté alzo la ceja –llevas 2 días con ellos ¿y no te diste cuenta como comían?

¡Por que no soy tan perfecto como tu Sr. Perfecto!

-lo lamento Alde –le susurro Aioria

-¿Por qué?

-por haberte comparado con Milo –le hizo cariñito en el brazo –no te merecías tal insulto.

Aldebarán se quedo un minuto descifrando si fue o no, un burla.

Saga se paso todo el santo día buscando a Shaka, al final había decido volver a casa, para ver si Afrodita se había logrado soltar, eso ya seria mucha mala suerte

Cuando llego se encontró con la sorpresa de que ¡Shaka estaba ahí! ¡Sentado el muy inútil meditando!

Lo agarro y lo zarandeo ante las quejas del niño que Saga se las paso por culo, estaba furioso, ¡él había pasado todo el día buscándolo, por toda la gran y estúpida ciudad! Y Shaka estaba aquí, ¡cómodamente sentado!

-¡ay! Saga ¿que te pasa? –logro preguntar Shaka al parecer Afrodita tenia razón, se había vuelto un poco loco.

-no, no –dijo un tanto trastornado Saga –mejor preguntante que te va pasar a ti

-pero si fuiste tu quien nos…

Pero fue cortado, por la mano de Saga que tapo tanto su boca como su nariz, el niño pataleo para librarse, pero fue inútil, se desmayo.

Lo dejo ahí tendido, aunque se cercioro de que respirara. Salió fuera rumbo a la playa, donde estaba la casa de su hermano.

Pero no fue necesario se lo encontró de camino, cargando a dos niños inconscientes, uno en la espalda y el otro en frente.

Suspiro cansado –lo hiciste –afirmo.

Su hermano gemelo sonrió –si.

-si se hubieran caído se hubiesen roto la cabeza.

El otro lo pensó un poco –¡pero no lo hicieron! por que sabían que yo no iba a mover un dedo por ellos, solo dependía de ellos mismos, ¡autosuficiencia! y déjame decirte que me sorprendieron, sobretodo Camus, el pequeño listillo aguanto dos rondas de calentamiento antes de caer inconsciente.

Vale, estaba enojado con Shaka pero tampoco quería que su hermano lo matara, los había hecho subir las montañas colindantes a la ciudad, de al menos 500 metros de altura, un paso en falso y la caída los mataba. No estaba seguro si le agradaba la teoría de su hermano.

-deberías compartir tu teoría sobre la crianza con Aioros –se rio Saga pensando como reaccionaria esté a los métodos de "auto ayuda"

-¡seria genial! –Se animo Kanon ante la idea de su gemelo – ¿te imaginas me hubiese tocado Aioria?

Saga rió, vio el brillo en la mirada de su hermanito -¿Qué estas maquinando tu? ¿En esa perversa cabeza que tienes?

-¿Qué? ¿Yo? –Sonrió inocentemente –nada, pero ¿Qué quieres Saga? O ¿solo viniste a ver si todavía están vivos?

-te entrego a Shaka por un rato, puedes hacer lo que quieras con él, siempre cuando a las doce de la noche me lo entregues vivo.

-¿Qué pasa hada madrina? ¿No le quieres conceder un rato más a cenicienta?

Saga puso los ojos en blanco, pero al final Kanon termino aceptando, no por que Saga lo convenciese ni nada sino por que su hermano le había dado una idea, sonrió, iba a matar a dos pájaros de un tiro.