Capítulo IV
-Eres un tonto- Espeta de pronto ella luego de un momento de silencio.
-Qué?- Pregunta el totalmente confundido, pues definitivamente no se esperaba esto.
-Eso. Que eres un tonto- Le vuelve a decir ella con tono malhumorado –Estábamos pasándola fantástico y lo has arruinado todo- Agrega.
-Que lo he arruinado todo?- Pregunta asombrado el –As sido tu quien ha dicho que parara- Le recuerda dolido.
-Te he dicho que esperaras, no que pararas Hay una gran diferencia- Le aclara suspirando –Además dije que te quería decir algo y ni siquiera esperaste ha saber que era antes de levantarte e irte- Agrega.
-Yo…- Dice Harry, pero se queda callado sin saber que decir.
-Tú eres un tonto que siempre actúa antes de pensar las cosas- Exclama Ginny cortándolo. Vale, piensa ella, tal vez estaba siendo dura, pero es que le molestaba que Harry allá cortado tan secamente el hermoso momento que estaban teniendo.
-Lo siento- Dice él y Ginny no necesita verlo para saber que debería tener una cara de confusión.
-Ni siquiera degaste que terminara de hablar Harry- Dice ella con tono más suave mientras se sacaba el pañuelo de los ojos para poder verlo.
Entonces cuando Ginny vuelve a recuperar su visión se encuentra de frente a un Harry con gesto contrariado y gloriosamente semidesnudo con solo su bóxer puesto. Se sonroja al recordar que solo hacia unos minutos ese mismo cuerpo estuvo sobre ella completamente desnudo. Mordiéndose el labio se cuestiona sobre que hacer a continuación, pero tras pensarlo un segundo decide acercarse un poco más a él. Momentáneamente registra que está totalmente desnuda en la cama con un Harry casi tan desnudo como ella y parte de su excitación anterior vuelve.
-Yo te amo Harry- Dice ella luego de acunar una de sus mejillas –Y sinceramente no sé como más decírtelo. Creí que te estaba dando un mensaje alto y claro recién, pero parece que me he equivocado-
-No Ginny, es mi culpa- Dice apresurada mente él pasándose una mano por su indomable cabello –Siempre suelo cagarla, verdad?- Pregunta derrotado.
-No puedo contradecirte en eso- Espeta ella haciendo un mohín, removiéndose incomoda pensando en cómo salvar lo que le quedaba de noche; porque se negaba a creer que esto terminaría aquí, hoy era su cumpleaños y por Merlín que obtendría el regalo que ella quería.
-Lo siento- Repite nuevamente él haciendo una mueca –Es solo que cuando me paraste y me dijiste que me tenias que decir algo no pude evitar pensar que habías cambiado de opinión-
-Harry, Harry, Harry- Niega con algo de diversión Ginny –Como pudiste siquiera pensarlo. Te vengo persiguiendo desde que tenía 10 años, estaría loca si me echara para atrás en el último momento- Agrega sonriendo ante tal ocurrencia.
-Lo siento- Repite por enésima vez Harry sin saber que más decir. Entonces los dos se sumergen en un largo silencio que Ginny utiliza para examinar al, según ella, magnifico ejemplar de hombre que tiene en frente.
Harry tenía un cuerpo envidiable, con cada musculo bien puesto donde iba y un bello muy claro y fino que cubría casi todo su cuerpo. Solo se oscurecía ligeramente en la parte de su bajo vientre, mostrándole a Ginny el llamado "camino a la felicidad" hasta perderse en el borde sus bóxer. Su piel era morena, con un color unificado en todo su cuerpo que lo hacía parecer recién salido de una larga temporada de verano en una playa caribeña.
Ginny siente su boca reseca al recordar lo gloriosamente placentero que es tener ese cuerpo de atleta frotándose contra el suyo; y enseguida quiere repetir la experiencia, pero con la gran diferencia que esta vez no quiere que él se detenga antes de llegar al final.
-Por favor Harry, olvídate de todo- Le pide Ginny poniendo una mano sobre su hombro y tiene la satisfacción de verlo temblar bajo su toque –Solo somos tu y yo- Agrega antes de acercarse y darle un dulce y tierno beso que hace que cada célula de su cuerpo se estremezca.
Se besan lentamente, sin el apuro del frenesí que los invadía antes, descubriéndose sin apuro, saboreando la dulzura de los labios tan amados. Poco a poco el beso se va intensificando hasta que vuelve a ser demandante y una guerra de lenguas se abre lugar entre sus bocas, mientras sus manos comienzan a recorrer sus cuerpos, encendiéndolos desde dentro.
-Harry- Gime ella agarrándolo de los hombros para luego obligarlo a recostarse arriba de ella. Entonces entre los dos vuelven a hacer desaparecer el bóxer del moreno quedándose completamente desnudos mientras se sentían piel con piel.
-Ginny- Exclama él gimiendo ante las caricias que la pelirroja daba a su cuerpo, sintiendo como cada terminación nerviosa de su cuerpo se encendían con el toque de esas manos que lo recorrían tan ávidamente.
-Sabes que era lo que te iba a decir Harry?- Pregunta jadeante Ginny luego de que hayan rodado y ella quedara encima de él; teniendo la gloriosa imagen de Harry Potter totalmente excitado bajo ella.
-Que me ibas a decir?- Pregunta con la voz enrojecida por el deseo él, a la vez que subía sus manos para encontrar los pechos de ella y poder acariciarlos.
-Yo…- Comienza a decir ella, pero se corta para bajar su rostro hasta que su labios quedan cerca de sus oído –Aun soy virgen- Agrega en un susurro que manda un latigazo de deseo por la columna del pelinegro.
-Enserio?- Pregunta asombrado él, no es que tuviera un mal concepto de Ginny, por dios él la amaba, es solo que ellos habían terminado hacia más de un año teniendo bien claro que no podrían estar juntos hasta que todo terminara y podrían a ver sido años por como pintaban las cosas en ese entonces. Es por eso que nunca espero que Ginny se quedara enteramente esperando por él, simplemente porque no era gusto para ella ya que sus posibilidades de sobrevivir eran demasiado escasas. Y aunque él si espero a Ginny, una parte dentro de él, la noble y completamente desinteresada, deseo que ella encontrara a un buen mago que sea decente y pudiera cuidar de ella como él nunca pudo gracias a la profecía que pendía sobre él.
-Para mí nunca hubo otro final que no sea nosotros dos juntos- Dice mordiéndose el labio –Yo te amo y estaba dispuesta a esperar el tiempo que sea necesario por ti. Si te hubieses ido por 6 años en ligar de 1, yo te habría esperado junto a mis padres para recibirte con los brazos abiertos-
-Ginny- Dice él conmovido acariciando su mejilla –Yo también te he esperado- Agrega con cierta timidez ante la implicación de esa afirmación.
-Hoo Harry- Espeta ella arrogándose a devorar sus labios sintiendo una punzada de alivio en su corazón, ya que después de mucho analizarlo en la soledad de su habitación decreto que se sentiría como una tonta si después de a ver esperado tan pacientemente a Harry día tras día tras día cuando el gesto no le había sido devuelto.
El beso fue recibido gustosamente por el moreno, que se dedico a acariciar el cuerpo de ella mientras un pensamiento se comenzaba a abrir paso en su mente; serie la primera vez de ambos y el estaba amasándole el culo de manera algo brusca.
Tratando de remediar todo lo que había hecho mal hasta ahora él los hizo girar para ponerse sobre ella mientras se pierde en el adictivo sabor de los labios de su pelirroja acariciando su espalda, solo para apretarla más contra él. Ella por su lado se siente en el paraíso, tener a Harry sobre ella besándola de esa manera tan deliciosa y acariciándola tan sensualmente era lo mejor del mundo. Mentiría si dijera que no sentía ninguna duda, era solo que todo eso se quedaba atrás cuando pensaba que se trataba de Harry. Sonara loco pero solo necesitaba pensar en él para dispersas cualquier duda que tuviera y entregarse a ciegas, el era la persona destinada a compartir su vida y sería tonto no dejar sentir libremente lo que quieren solo por meras cuestiones mundanas.
Él paseo las manos por las vertiginosas curvas del cuerpo que tenia bajo el suyo, maravillándose con cada gemido o exclamación que salía de la boca de ella ante las nuevas sensaciones. De repente el cuerpo de él se apretó más contra el de la joven mientras se acomodaba entre sus piernas, automáticamente ella las abre más para que el quepa, haciendo que sus caderas chocaran entre sí creando una hermosa fricción. Más por instinto que por otra cosa el comienza a fregarse contra el cuerpo aprisionado debajo suyo, haciendo que los gemidos se multipliquen por tan placentera tortura. Pasando las manos por los hombros de él, Ginny desliza sus mansos por sus costados acariciando el pecho de él.
-Ginny- Gime el más alto de lo normal debido al súbito estremecimiento que recorrió su cuerpo cuando siente el calor de las caricias de ella sumada a la fricción que se creaba entre sus sexos por los movimientos.
-Te necesito Harry- Exclama ella en vos alta agarrándolo del pelo y buscando mas contacto entre sus cuerpos.
-¿Estás segura?- Pregunta el deteniéndose momentáneamente para acomodar mejor sus caderas sobre las de ella, sintiendo como el calor abrazador que emitía el centro de la joven parecía llamarlo.
-Merlín, Si!- Gime ella total mente desatada por las emociones que le producía el tortuoso movimiento de Harry al acaricia sus labios vaginales con su grande.
Poco a poco él moreno comienza a acariciar los costados de ella una larga caricia que buscaba encender el interior de Ginny, de pronto ella cierra los ojos ante la fuerza de sus emociones cuando siente como esa mano firme recorre todo el camino hacia su entrepierna para acariciar por segunda vez en la noche el húmedo sexo de la pelirroja.
-Si, más- Jadea buscando aire ella mientras su cadera se mueve por decisión propia yendo al encuentro de ese par de dedos que se dedicaban a entrar y salir de su cuerpo con tortuosa lentitud. Y él, gustoso por la reacciones de su amada, se dedica a complacerla aumentando el ritmo de sus dedos mientras le devora ávidamente la boca –Harry, por favor- Suplica Ginny, sin saber bien si le está pidiendo que siguiera o que se detuviera.
Harry retira los dedos de la entrepierna de la pelirroja y se coloca alineándose con la entrada de ella para comenzar poco a poco a introducirse lentamente en su interior. Un calor abrazador se apodera de él obligándolo a apretar la mandíbula para tratar de controlarse un poco. Por su lado Ginny siente como él se va abriéndose paso en su interior centímetro a centímetro produciéndole la sensación más gloriosa de su vida; pero de repente su cuerpo entero se tensa cuando el avance de él se ve frenado por el himen de la joven. Entonces él la besa profundamente mientras que con una estocada certera rompe esa barrera tan significativa para ambos.
Ginny se aferra al cuello de su moreno sintiendo como su interior parece haberse dividido en dos y una solitaria lagrima rueda por su mejilla expresando su dolor.
-Lo sé, mi amor, lo sé- murmura él repartiendo dulces besos por la cara de la joven. Por la fuerza con que ella se aferraba a su cuello, Harry comprendió, que le estaba doliendo mucho. Es por eso que se quedo completamente quieto esperando que ella se acostumbre a su intromisión.
Luego de lo que a Ginny le parecieron horas el dolor poco a poco fue desapareciendo dejándola con solo una molestia entre sus piernas. Entonces movió tentativa mente sus caderas congelándose al instante ante la sensación de la erección de Harry moviéndose en su interior.
-Ginny- Jadea él cuando el aire escapa abruptamente de sus pulmones ante el movimiento de ella. Pues su miembro estaba siendo deliciosamente apretado por el interior de la joven y cuando ella movió sus caderas la sensación se intensifico mandando una ráfaga de placer por todo el cuerpo del moreno.
-Muévete- Le pide gimiendo ella, deseando sentir de vuelta como el se movía dentro suyo.
Y Harry no pudo hacer más que complacerla comenzando a mover lentamente sus caderas mientras apretaba la mandíbula para no maldecir.
-Dios Ginny- Gime él comenzando a besar su cuello a la vez que entraba y salía de su cuerpo lentamente, con pericia, saboreando cada nueva sensación experimentada. Y ella comienza a acaricias sus hombros hasta que sus manos termina en su espalda apretándolo más a ella, queriendo sentirlo más cerca si es posible.
Pronto Harry comienza a acelerar sus movimientos y Ginny se encontró moviéndose ávidamente para ir al encuentro de él, sintiendo como cada penetración acariciaba terminaciones nerviosas que ni siquiera sabía que existían, rápidamente un nudo comienza formarse en los vientre de ambos haciéndolos un manojo de sensaciones y todo lo que se escuchaba en esa habitación eran gemidos, jadeos y el ruido que producían los cuerpos al chocar entre ellos, creando una música tan antigua como la tierra misma: la música del amor.
Porque a pesar de las rápidas e inexpertas estocadas que el daba o de las convulsivas carisias que ella proporcionaba ambos se estaban amando y lo demostraban con cada gemido y movimiento que hacían. Con esa entrega desinhibida que hacían al moverse en completa sincronía. Y no pudieron hacer nada ante el rápido crecimiento del nudo que poco a poco fue creciendo en sus bajos vientres con cada salida y entrada que hacia el moreno; y Ginny sentía que volaba, acercándose a un peligroso punto de inflexión. Y entonces cuando llega siente como esta por caer sin poder hacer nada y se comienza a contraer en torno a Harry, produciendo que el propio nudo del joven se tense hasta romperse en mil pedazos y un éxtasis arrollador recorrió cada rincón de sus cuerpos haciendo que se abrasen fuertemente mientras llegaban a su primer orgasmo juntos.
Ambos quedan rendidos jadeando en busca de aire luego de lo vivido. Y solo pueden mantenerse abrazados mientras sienten como sus erráticos corazones luchan por escaparse de sus pechos.
O - O - O - O - O - O - O - O
