CAPITULO 3 – El Grupo Especial de Operaciones

Kirt viajaba sentado en los fríos y metálicos asientos de una nave de asistencia médica de G.U.N., A su lado viajaban sus dos compañeras: Kavya, una ciervo de pelaje gris azulado con cabello naranja y actitud fuerte y agresiva y Kárin, una leona de pelaje violeta grisáceo con rastas violeta oscuro y una personalidad decidida y algo más pasiva que la de Kavya. Frente a ellos viajaba uno de los personajes más curiosos con los que jamás se habían cruzado, y eso era mucho decir ya que su trabajo los llevaba por todo el mundo. Un erizo de color violeta, ataviado con una armadura plateada medieval de cuerpo completo y empuñando un enorme trozo de diamante y piedra negra como si se tratase de un espadón. Como si esto fuese poco lo habían encontrado cargando con una niña de no más de 15 años de edad, fuertemente golpeada por 2 criminales conocidos llamados Colt y Nimble según él. El erizo había asegurado provenir de un lugar llamado Ruten y había hablado sobre conflictos armados y otras naciones de las cuales ninguno de ellos jamás había oído. A ojos de Kirt, el tipo estaba loco. También cabía la posibilidad de que estuviese relacionado de alguna forma con Krajil, un criminal al que habían estado persiguiendo desde hace tiempo aunque también podría haber sido solo una infortunada coincidencia de las cuales la jirafa solía valerse para escapar.

- Quiero repasar algunas cosas – dijo repentinamente Kirt mirando fijamente a Linco – Vos nombraste varias cosas que no tienen mucho sentido… – Linco se limitó a mirarlo sin cambiar la expresión seria que había mantenido desde el momento en el que se cruzaron. Esta era una actitud bastante irritante para el león ya que sentía como si el erizo pensara que era superior a ellos de alguna forma – Empecemos por tu lugar de procedencia, Ruten creo que dijiste ¿Dónde queda con exactitud? - Linco miró fugazmente hacia la parte frontal de la nave donde la niña viajaba en una camilla mientras era atendida por los paramédicos – Tu amiga va a estar bién, ¿podés hacerme el favor de ponerme atención a mí un rato? – Kirt estaba empezando a perder la paciencia. Linco volvió a posar la mirada en él con el ceño ligeramente fruncido

- No me explico a qué clase de tierra he venido a parar la cual nunca ha escuchado de la existencia de Ruten – El erizo hablaba altivamente, como si se tratase de un acto formal entre un hombre de la realeza y un campesino – la nación más grande de Pelagus, ubicada al norte del continente.

- Pelagus… - Repitió Kavya con un tono sarcástico – Nunca jamás había oído hablar de ese continente… - Linco la miró con una mezcla de asombro y enojo

- ¿Saben algo? – Agregó Kárin – creo que este tipo piensa que nosotros somos idiotas. Quizás deberíamos encerrarlo en una celda por un par de días hasta que recapacite.

- ¡No pienso permitir que ustedes me encierren! – contestó el erizo algo alterado mientras apretaba con fuerza la empuñadura del espadón que llevaba apoyada en su hombro.

-Entonces convéncenos de que estas siendo sincero – lo increpó Kárin

- El bloque de diamante ese – comenzó nuevamente Kirt – ¿De dónde lo sacaste?

- Ya se los dije, fue durante una batalla que sostuvimos en los picos de Lugrem contra los drag… - explicó el erizo, pero fue interrumpido por Kavya

- con dragones, ¿verdad? – Contesto agresivamente – según tus palabras un ejército de caballeros con armaduras pelearon épicamente matando a todos los dragones ¿no? – la cierva lo miraba violentamente mientras hablaba

- Esa es la verdad, si ustedes no quieren cre...

- Pero el problema acá no es si queremos o no – Esta vez fue Kirt el que lo interrumpió – nosotros nos cruzamos con un tipo vestido como si todavía estuviera en el siglo 15, cargando a una niña molida a golpes y hablando sobre reyes y batallas épicas – siguió levantando la voz – ¡Vos clasificas en todos los aspectos como un loco, y un loco peligroso! Hasta donde yo sé vos podrías haber sido quien golpeo a la niña y después inventaste una historia estúpida para salvarte

- Sin dejar de lado que conoces a Krajil – agregó Kárin de manera cortante

- Yo no conozco a ese individuo – respondió ofendido el erizo – ¡nunca lo había visto hasta el día de hoy!

El sujeto no estaba mintiendo, Kirt sabía reconocer a un mentiroso cuando lo veía. Pero eso no hacía que su historia fuera más creíble – Bien, olvidémonos de los dragones y los caballeros por un rato ¿de dónde la conoces a la niña? – Apenas terminó de formular la pregunta notó que Linco se movía ligeramente incómodo.

- No vas a creer mi historia tampoco – respondió amargamente el caballero

- Inténtalo – replicó Kavya – Siempre podremos corroborar la veracidad de la misma con las declaraciones de la niña

El erizo bajó la vista abatido – Bien… A la niña no la conozco de ningún lugar. Cuando desperté después de… después de que quedé petrificado, la encontré tirada en el suelo toda golpeada. En la misma habitación estaban el gato y la comadreja intentando llevarse mi espadón. Los noqueé a ambos y luego tomé a la niña y me dispuse a buscar ayuda

- ¿Entonces lo hiciste como un acto de bien aleatorio? – Preguntó sarcásticamente Kavya – ¿simplemente porque te dio pena?

- En efecto –respondió de forma desafiante el caballero – ¿acaso es contra sus leyes ayudar a otros desinteresadamente?

- Supongamos que te creo – dijo la leona – decime ¿Cómo sabias su nombre? – el erizo hizo una mueca de fastidio al escuchar la pregunta

-Lo dijo la jirafa – explicó con voz amargada – pero lo dijo como un comentario desinteresado. Cuando le pregunté si la niña se llamaba como él había dicho, me contesto que no sabía

Kirt esta vez sí le creyó. Era típico de Krajil tener ese tipo de actitudes – Entonces ese puede que sea su nombre como puede que no… – hablo como ordenando sus ideas – mhh… ¿Dónde estabas cuando la encontraste?

- Nos encontrábamos en una especie de cueva subterránea, muy oscura y húmeda que tenía salida a través de un pequeño templo

- Supongo que será uno de los templos del clan de gatos que habita la zona – dedujo Kárin – sabemos que algunos llevan bajo tierra, pero nunca nos adentramos en ellos. Los habitantes de esa zona son muy recelosos con esas ruinas ¿Cómo llegaron hasta ahí abajo?

- No lo sé, cuando desperté ya estaba allí – contesto Linco con indiferencia

- Que útil… - exclamó Kavya por lo bajo. El erizo la miró de mala manera pero la cierva no se inmutó – básicamente tenemos a un tipo que proviene de otro mundo según tus declaraciones – agregó inquisitivamente – y que de alguna forma mágica y milagrosa terminó bajo tierra dentro de un templo sagrado de los gatos…

- ¡eso es! – Exclamó de repente Linco - ¡Magia! Seguro que el hechizo de ese engendro me llevó a una tierra lejana

Kirt miró a sus compañeras que le devolvieron la mirada aseverando que no tenía caso razonar con el erizo, claramente había enloquecido, quizás se había intoxicado con algo o simplemente había sufrido un trauma muy fuerte.

- Bien – le dijo – creo que eso es todo por ahora – Linco lo miró con desconfianza – no tenemos nada más que preguntarte. En unos momentos vamos a llegar a G.U.N.

En lo que siguió del viaje no intercambiaron más palabras con el caballero y se limitaron a hablar entre ellos. A los pocos minutos la nave aminoró su marcha y uno de los paramédicos se acercó al trio para informarles que ya habían llegado. Desembarcaron en una gran bahía de carga de donde partían todas las naves de la agencia. Kirt, Kárin y Kavya bajaron custodiando a Linco que miraba todo a su alrededor completamente pasmado y confundido.

- ¿Qué posibilidades de que estuviera diciendo la verdad existen? - le preguntó Kárin por lo bajo mientras lo observaban

- Actúa de manera convincente ¿verdad? - le respondió Kirt - pero su historia es demasiado fantasiosa

- Ya hemos visto otras veces historias que parecían irreales y terminaron siendo verídicas - rebatió la chica

- Eso es verdad, aunque ninguna era tan extraña como la de ese tipo - el león lo miró unos momentos - supongo que lo que tenga que decir la niña ayudará a echar una luz sobre el tema.

- Perfecto - exclamó con fastidio repentinamente la cierva - miren quienes están ahí para darnos la bienvenida…

A unos metros por delante de ellos podía avistarse un trio muy peculiar esperándolos. Un erizo negro con franjas rojas, una murciélago curvilínea y un enorme robot de combate. El erizo y la murciélago estaban sentados en unas cajas mirándolos arrogantemente mientras del robot no se podía decir a ciencia cierta que hacia allí, solo estaba parado.

- Supongo que deben de haber llegado recién de alguna exitosa misión y se quedaron para restregárnoslo en la cara - dijo Kárin con amargura

- ¿Pero si no son los miembros del Grupo Especial de Operaciones? - comentó maliciosamente la murciélago mientras ellos pasaban cerca - Saben algo, estaba observando al tipo que trajeron con ustedes - agregó mientras apuntaba a donde estaba Linco - y creo que van a tener que estudiarse con detenimiento la descripción del criminal al que están buscando, porque si bien este claramente está usando una armadura, les aseguro que de tecnológica no tiene nada. Sin dejar de lado que es un erizo, no una jirafa - continuó la chica deleitándose con la cara de fastidio de Kirt y los demás - digo, solo tienen que fijarse bien en las cosas puntiagudas que sobresalen de su cabeza y se hubiesen dado cuenta. Trabajan en el mismo edificio que otro erizo, no les debería ser tan difícil…

- Que graciosa… - exclamó Kárin sarcásticamente - es un civil que nos cruzamos y necesitaba ayuda

- ¿y por eso abandonaron la búsqueda de su objetivo en lugar de enviarlo con el equipo de paramédicos? - preguntó despectivamente el erizo negro

- Este tipo… - comenzó a explicar Kirt conteniendo la ira - apareció con una niña de 15 años en brazos totalmente molida a golpes, ¡no sabemos si es peligroso o no todavía!

- Yo no lo veo esposado - comentó la murciélago echándole otro vistazo al caballero - es más, creería que si quisiera escapar podría hacerlo sin ningún problema

- Podría - esta vez fue Linco quien habló - pero no lo haré, no sé dónde me encuentro y este parece ser un buen lugar para entender… - explicó - además, es mi culpa que ellos tuviesen que abandonar su misión. Lo menos que puedo hacer por ellos es ayudarlos

- ¡uh! Que tipo tan honorable - se mofó la chica

- Eso no tiene importancia - dijo el erizo negro - podrían haber pedido una escolta para traerlo. Desde que G.U.N. aceptó que mobianos comunes y corrientes sin ningún tipo de habilidad especial se desempeñaran en misiones de campo hemos bajado el rendimiento considerablemente - A kirt le hervía la sangre mientras lo escuchaba - Si no estuviésemos cortos de personal exigiría la disolución de su grupo inmediatamente. Si no pueden realizar bien su trabajo no se para que desperdician recursos intentándolo

Esta vez había sido demasiado - ¡no necesito que un fenómeno sintético me diga cómo hacer mi trabajo! - vociferó el león mientras le lanzaba una mirada asesina al erizo y se le acercaba amenazadoramente. Kárin y Kavya no se inmutaron pero también miraban al erizo con odio.

- ¿qué piensas hacer al respecto? - el erizo se puso de pie y le devolvió la mirada agresivamente - puedo hacerte pedazos con una sola mano si quiero

- No tiene caso combatir contra nosotros - dijo por primera vez el robot haciendo que Linco pegase un respingo y se pusiera en guardia de repente

- ¿esa maldita estatua acaba de hablar? - preguntó el caballero mirando al robot con desconfianza - ¿es acaso un golem?

- Omega no es ninguna estatua - explico algo sorprendida la murciélago - es un robot

- ¿Un "rot"?

- ¡Un "Robot"! - exclamó exasperada - ¿Cómo demonios puede ser que vivas en mobius y no sepas lo qué es un robot? - agregó bastante asombrada y algo molesta - mejor déjalos Shadow, aparentemente capturaron a un loco y prefiero que ellos se hagan cargo…

- Te salvaste esta vez gusano - espetó Shadow - solo porque Rouge tiene razón y no quiero tener que hacerme cargo de las basuras que ustedes traen - acto seguido dio media vuelta y los tres salieron por una de las puertas automatizadas de la habitación.

- Ese hijo de… - exclamó con rabia Kirt con la vista clavada en la puerta por la que el trio acababa de desaparecer - ¡tendría que haberle partido la mandíbula de una trompada! - dijo apretando con fuerza los puños.

- Lo sé, a mí también me gustaría arrancarle las alas a Rouge - lo consoló Kárin mientras le pasaba un brazo por atrás de la cintura y apoyaba la cabeza en su hombro - Pero no podemos pelear contra esos fenómenos. Nosotros no tenemos ningún tipo de poder extraño y estaríamos en desventaja

- Lo se… - Kirt se calmó un poco y miró a Kárin quién le sonrió ligeramente - vamos a tener que seguir lidiando con ellos supongo - suspiro abatido - aunque me gustaría que tratasen de capturar a ese bastardo por lo menos una vez ¡Así verían lo problemático que puede llegar a ser!

- Eso lastimosamente no va a pasar -Kavya se había sentado en una de las cajas y miraba a Linco quien se había alejado unos metros y repentinamente había empezado a girar la cabeza en todas direcciones - Krajil no es un criminal lo suficientemente peligroso como para que los envíen a ellos. Es una de las cosas que les encanta recordarnos… - Linco se acercó nuevamente a ellos

- ¿Dónde está la niña? - preguntó con algo de preocupación - ¿a dónde llevaron a Ayun?

- La deben haber llevado a la clínica - respondió la cierva - Y creo que va a ser mejor que te llevemos a verla antes de ir a reportarnos si no queremos que te pongas a destruir todo a tu alrededor - terminó poniéndose de pie y señalándole que la siga

- No tenía intenciones de hacer eso - replico el erizo algo molesto - no soy ningún salvaje

- Te preocupas demasiado por esa niña para tan solo haberla conocido hoy… - apuntó Kárin

- Por supuesto, yo la rescaté, es mi responsabilidad hasta que esté totalmente recuperada

- ¿Y luego? - preguntó Kirt con curiosidad

- Cada quién seguirá su camino supongo…

Guiaron al erizo por los pasillos hasta la clínica llamando mucho la atención de todo el personal. Linco no ayudaba mucho tampoco ya que a cada momento volteaba la cabeza tratando de observar todo lo que lo rodeaba. Parecía encontrarse en un planeta desconocido. Esto le causo algo de gracia a Kirt ya que le hizo pensar en un niño muy curioso que estaba en un lugar nuevo. El erizo encontró curioso por sobre todo a los humanos con los que se cruzaban. Hacia un tiempo que G.U.N. además de estar compuesta por humanos había empezado a organizar divisiones de mobianos así que se podía encontrar personal mixto en todas las instalaciones. Aparentemente el caballero jamás había visto humanos antes porque cada vez que pasaban cerca de uno este los miraba con un asombro fuera de lo común.

Cuando llegaron a la clínica Kavya habló con uno de los médicos quien le informó que todavía estaban atendiendo a la niña y que podían llegar a tardar un buen rato.

- Me temo que vas a tener que esperar - le informó Kirt al erizo - ya le dijimos a una de las enfermeras que te diera el aviso y te lleve con ella cuando terminen, ¿crees poder esperar sin armar revuelo? - inquirió mirándolo seriamente

Linco lo miró brevemente y después de unos segundos le respondió - no me moveré de aquí hasta que se me diga lo contrario.

- Bien - asintió Kirt - Eso es suficiente para mí por el momento. De todos modos vamos a dejarte un escolta, simplemente por seguir el protocolo - eso no era del todo cierto, la verdad era que aún creía que el erizo no estaba en sus cabales - mientras nosotros vamos a reportarnos - El erizo asintió con la cabeza.

Kirt dejó a dos guardias armados custodiando al caballero y se dirigió con sus compañeras hacía la oficina de su capitán.

- ¿Creen que deberíamos empezar a centrarnos más en atrapar a nuestro objetivo en lugar de ayudar a cada civil con el que nos cruzamos? - preguntó Kárin repentinamente mientras caminaban. En su voz había un dejo de tristeza, como si la idea la agobiara.

- No - contestó Kirt firmemente - nosotros nos enrolamos en GUN para ayudar a la gente y eso es precisamente los que pienso hacer

- No les prestes atención a las palabras de esos papanatas - lo ayudó Kavya - nosotros pasamos el doble de tiempo ahí afuera arriesgando nuestro pellejo y hemos rescatado treinta veces más vidas que ellos

- Lo que dice Kavya es verdad - agregó el león mientras la abrazaba por el hombro sin perder el paso - quizás Krajil se nos escapa constantemente, pero la mayoría de las veces ayudamos a alguien o capturamos a otro criminal en compensación

- Tienen razón - aceptó la leona con optimismo - definitivamente no somos un desperdicio de recursos.

Continuará…