A/N: Alguien comentó en el capítulo anterior que los traductores de fanfiction siempre dejamos las cosas a medias y que es un fastidio. Estoy de acuerdo en que puede ser una molestia, pero me gustaría recordar que los traductores de fanfiction en su mayoría lo hacemos gratis y en nuestro tiempo libre, que casi siempre suele ser reducido. En mi caso, no sólo me he dedicado a traducir sino a escribir mis propias historias, por lo que decidí dejar paso a mi propia creatividad y a traducir siempre que pudiera. No sólo traduzco fanfiction sino que también traduzco entrevistas y canciones, con lo que mi tiempo se reduce al máximo, sumado a los estudios y a mi vida personal. No os quería dar más la lata, pero me gustaría que se valorara, no sólo mi trabajo, si no el de todos los traductores que hay en esta web, que hacen algo maravilloso y que nos esforzamos mucho, editando y revisando y echando horas a algo que sólo se recompensa con comentarios, y a veces ni eso.
Sin más dilación, ¡paso al capítulo!
Disclaimer: TWD y sus personajes no son de mi propiedad, sino de Robert Kirkman y AMC. Esta traducción me pertenece a mí, alisarb, y su reproducción en cualquier otra web sin mi consentimiento está prohibido.
…
El constante golpeteo de la cuchilla pequeña y sin filo contra la madera había actuado como una especie de ruido blanco para Beth. Sintió que se le cerraban los ojos y sacudió la cabeza para deshacerse del agotamiento. Aún sentía un palpitante dolor en la parte de atrás de la cabeza, pero había empezado a disminuir conforme avanzaba el día.
"Si estás cansada deberías descansar un poco", Beth oyó un traqueteo junto a ella, seguido por el sonido de alguien deslizándose por la pared hasta quedar sentado en el suelo.
Se obligó a mantener los ojos abiertos al reconocer la voz, y encontró a Daryl sentado con un codo apoyado en sus rodillas, quitándose la pielecita de los dedos. Sus manos colgaban como peso muerto de sus rodillas, dando la sensación de que estaba totalmente relajado, pero la dureza de sus ojos y la rigidez de sus hombros le hizo darse cuenta de que era todo lo contrario. Estaba tenso. No pudo evitar sentir una repentina ansiedad por su postura.
"No voy a dormir. No cuando todo el mundo está tan nervioso. Tenemos que estar preparados en caso de que algo ocurra" susurró Beth.
Daryl asintió, mirándola de reojo un par de veces, pero no dijo nada más.
Aquellas eran las veces en las que apreciaba la timidez de Daryl. No iba a sacar a colación lo que podría o no podría haber pasado justo antes de que Glenn hiciera acto de presencia, y por tanto no sentía ninguna incomodidad ante la posibilidad de una posible discusión sobre el tema. Podía fingir que todo había sido fruto de la adrenalina expulsada por las circunstancias y seguir adelante. Sin ningún daño a su amistad.
También daba gracias por el hecho de que él la conociera lo suficientemente bien como para comprender cuándo era momento para discutir con ella y cuándo estaba haciendo lo que creía correcto. Maggie la hubiera apartado inmediatamente con el primer "necesitas descansar", mientras que Daryl aceptaba sus decisiones. Maggie era su hermana, y las hermanas cuidaban las unas de las otras, pero Beth no necesitaba una niñera.
"¿Estás bien?" preguntó Beth, observando las heridas de Daryl.
"Sí. Estoy acostumbrado a las peleas. Lo he tenido peor. ¿Y tú?" Daryl la miró.
"Estoy bien" suspiró Beth, echando la cabeza contra la pared y cerrando los ojos.
"Uh huh, y el sol sale por el oeste" bufó Daryl.
Beth no pudo evitar soltar una risita, "¿Qué se supone que significa eso?"
"Significa exactamente lo que crees" Daryl dirigió su mirada hacia ella.
"Te lo prometo. Estoy bien. Sólo un poco dolorida. Me duele la cabeza, pero no es nada que no pueda soportar" Beth subió las rodillas hasta su pecho y apoyó la mejilla contra ellas para poder mirarle.
Daryl le mantuvo la mirada hasta que suspiró y asintió una vez más, volviendo a retorcerse los dedos. Se quedaron sentados y en silencio. Beth, habiendo girado su cabeza para apoyar la barbilla, miró en derredor del vagón. Rick había relevado a Abraham, y ahora arrancaba de forma constante la madera del suelo. Tara estaba sentada junto a Rosita, haciéndole compañía mientras hacía guardia, y Sasha, Bob, Maggie y Glenn estaban sentados contra la pared del fondo y poniéndose al día sobre cómo habían escapado de la prisión. Michonne y Carl estaban sentados cerca de Rick, manteniendo los tres una conversación en voz baja. Eugene era el único en pie, dando vueltas alrededor de Abraham, discutiendo sobre lo que Beth habría creído ser un videojuego llamado… ¿Fallout 3? Ella no había tenido ninguna videoconsola en la granja, ya que tenía cosas para mantenerse ocupada, pero él seguía murmurando algo sobre un post-apocalíptico no sé qué y un desastre nuclear no sé cuánto. No pudo evitar desear tener una especie de sótano en la que pudieran esconderse.
"¿No has deseado alguna vez poder volver a tu vida anterior? Quiero decir… obviamente, nadie quiere caminantes rondando por la Tierra, pero me refiero a si… ¿tenías algún tipo de lista de deseos que te gustaría haber hecho?" se giró para mirar a Daryl.
"Ya sabes lo que hacía antes" respondió él escépticamente.
"Sí, pero… eso no significa que no hubiera cosas que quisieras hacer" replicó Beth.
Pudo ver cómo mordisqueaba su labio inferior, pero no se agobió tratando de adivinar si Daryl le desvelaría lo que estaba pensando. En su lugar, apartó la mirada de él, pensando que quizás si ella le revelaba su sueño, él se sentiría lo suficientemente cómodo como para corresponderla.
"Yo hubiera sido la segunda mejor de mi clase. Quería moverme e irme a la universidad en la ciudad, puede que a la Universidad de Georgia, estudiar música. O quizás hacerme veterinaria como mi padre. Aún no me había decidido. Jimmy y yo nos habríamos separado después del instituto. Él no se habría ido de la parte rural de Georgia para vivir en la ciudad. Así que puede que hubiera conocido a algún chico en la universidad que me haría enamorarme. Tendría mi propio apartamento. Empezaría mi propia familia algún día" no pudo evitar sonreír al recordar sus sueños pasados. Había pasado tiempo desde la última vez que se había permitido soñar.
Se detuvo a sí misma, dándose cuenta de que estaba sonriéndole a la nada, y volvió su atención a Daryl. La estaba atravesando con los ojos, con una expresión reservada en el rostro. Una expresión que ella reconoció como que estaba a punto de decir algo por lo que temía ser juzgado.
"Era estúpido. Ya lo sé. Cuentos de hadas tontos con los que una niña de instituto joven que no tenía ni idea de cómo era el mundo se entretenía" suspiró Beth, apoyando la barbilla de nuevo en sus rodillas.
Se quedaron callados. El ligero murmuro de las conversaciones y el constante golpeteo contra la madera resonaba en aquél espacio confinado. Beth se sintió de pronto muy cohibida por haber confesado sus visiones de futuro. Conocía a Daryl. Sabía que ya habían pasado lo de sacar conclusiones precipitadas del otro. Pero también sabía que había tenido una vida dura y esperaba no haberle hecho sentir como que ella tenía "derecho" a esas cosas.
"Si el mundo no se hubiera ido a la mierda, te habrías merecido todas esas cosas" Daryl lo dijo en voz tan baja que Beth apenas le escuchó.
Sonrió, con los ojos húmedos por la sinceridad con la que Daryl lo había dicho, "¿Tú crees?"
"Sí. Eres buena, Beth. Demasiado buena" Daryl respondió con el mismo tono suave.
Beth se sentó, estirando las piernas, y estudió a Daryl. Le pilló mirándola de reojo varias veces, pero no la miraba directamente. Estaba diciendo algo más detrás de aquél comentario y a Beth no le gustaba. Daryl era igual de bueno, igual de merecedor de esas cosas como cualquier otro que ella conociera. Probablemente incluso más por todo lo que ya había pasado. No iba a dejarle pensar otra cosa.
Tomó una inspiración tranquilizadora para calmar sus nervios, y le cogió la mano. Entrelazó sus dedos y trajo ambas manos a su regazo. Él no se resistió ni trató de apartarse, pero tampoco le devolvió el gesto.
"Escúchame bien, Daryl Dixon" su tono le llamó la atención. Cuando él finalmente la miró, Beth continuó, "En el mundo en el que vivimos ahora no hay nadie que sea demasiado bueno. Vivimos cada día luchando para ver el siguiente. Quienes éramos antes no son las personas que somos ahora. Todos hemos cambiado para poder sobrevivir".
Él no respondió. La observaba como si fuera un puzzle cuyas piezas no podía encajar. Cuando hubo pasado un minuto y él todavía no había dicho nada, ella decidió tomar otro enfoque.
Apretando su mano mucho más grande, continuó, "Maggie me hizo recordar algo".
"¿El qué?" preguntó él con genuina curiosidad.
"Aún hay buena gente en el mundo" Beth contestó calmadamente.
"Después de todo lo que hemos pasado, ¿vas a soltar otra vez esa tontería?" Daryl bufó, indignado.
"No es una tontería" Beth frunció el ceño.
"Ya… bueno…", hizo una pausa, "Rick siempre se ha comportado bien, en mi opinión. Maggie y Glenn también. Carl ha cometido errores, pero es un buen crío. Sasha tampoco es tan mala. Y tú".
Daryl se centró en su mano libre, "Tengo mis dudas sobre Bob".
Beth se preguntó por un momento a qué se refería con "dudas", pero Daryl se quedó callado y Beth supo que no iba a hablar más del tema. Podría haberle preguntado qué había querido decir, y sabía que él le habría contestado, pero la expresión seria en su rostro mantuvo la pregunta sellada tras sus labios. En su lugar, se concentró en lo que no había dicho.
"Tú también eres una buena persona, Daryl" envolvió sus manos entrelazadas con un brazo, abrazándolas contra su pecho.
Él giró su cabeza hacia ella, atravesándola con los ojos, y Beth se sintió obligada a reiterarse.
"Eres una buena persona".
La atención de Daryl bailaba entre sus manos unidas y su cara. Estaba en medio de un conflicto interior, pero Beth sujetó firmemente su mano. No iba a dejarle solo. Ya no. La gente ya no podía hacer nada sola. Ella no quería volver a estar sola nunca más.
"Parece que sí que necesito que me lo recuerdes" dijo Daryl al fin; refiriéndose a su conversación en el porche de la cabaña donde habían bebido licor.
"Creí que me habías dicho que nunca habías confiado en nadie para nada" Beth relajó el brazo que abrazaba sus manos y lo dejó caer a un lado, recolocando sus manos entrelazadas en su regazo.
"Algunas personas resultan ser dignas de confianza" respondió Daryl vagamente.
Beth sonrió, con el pecho henchido de orgullo, aceptando el cumplido que acababa de hacerle. No había dicho expresamente que ella era digna de confianza, pero sabía que estaba incluida en su lista. Disfrutando de la euforia, y sin preocuparse por las barreras y las líneas invisibles, Beth se movió bruscamente. Apoyándose, sintió el frío material del cuero presionado contra su sien. Su cabeza sintió la tensión inicial que se apoderó de los hombros de Daryl. Cuando él finalmente se relajó, Beth se recolocó para ponerse más cómoda.
De pronto, se sintió muy cansada. Puede que fuera el alivio de saber que Daryl estaba justo ahí lo que le permitió dejarse ir. Quizás fue el aroma a tierra mezclado con cuero y aceite que emanaba su ropa tras limpiar su ballesta. O quizás fuera sólo la combinación de una contusión y la falta de sueño. Fuera lo que fuera, hizo que a Beth le resultara más y más difícil mantener los ojos abiertos. Cuando finalmente se cerraron, sintió retumbar la voz de Daryl conforme hablaba.
"Nunca he deseado poder volver atrás" su voz surgió de forma estable.
La mente de Beth se estaba nublando. Se las apañó para murmurar una pregunta, sin estar segura de a qué se refería exactamente.
"A mi vida anterior. No puedo decir que pensara en el futuro entonces. Tengo más ahora de lo que jamás he tenido" sintió como su mandíbula se tensaba contra su coronilla, "Aún estaría yendo de un lado para otro. Siguiendo a Merle".
Se obligó a mantener los ojos abiertos, dado a lo raro que era que Daryl se abriera. Pensó en su respuesta, reflexionando antes de contestar. Habían compartido muchas cosas personales de sus vidas durante su tiempo juntos, pero esto era diferente. Era algo más.
"Ambos hemos cambiado desde la primera vez que nos conocimos en la granja. Hemos crecido. Los dos hemos perdido gente" Beth respiró profundamente, "Aparte de todo lo malo que ha ocurrido, no puedo decir que no haya deseado volver atrás a cómo todo era antes. Era feliz. Y por eso… tengo este sentimiento de vacío dentro de mí porque sé… sé que si las cosas aún fueran igual, no habría conocido a nadie. Ni a Rick, Carl, Lori, Andrea, Michonne… Maggie nunca habría conocido a Glenn".
Levantó la cabeza, ignorando el dolor para poder decirle la siguiente frase a Daryl directamente, "Si los caminantes nunca hubieran aparecido, jamás te habría conocido".
"Seguramente hubiera sido lo mejor" Daryl se giró para apoyar la cabeza en la pared que había tras él, mirando al techo.
"No. Me alegro de que, de toda la gente con la que podría haber escapado cuando la prisión cayó… fueras tú" expresó Beth. Esperaba que sus palabras le llegaran de la misma forma que ella las sentía al decirlas.
Daryl volvió la cabeza hacia ella. Beth le sonrió brevemente y metió su cabeza bajo la barbilla de Daryl para reclamar su puesto en su hombro. Apretó su mano de nuevo, comunicándose con él de la misma forma que con Maggie. No estaba segura de si la entendería, pero no importaba. Simplemente sentía que era lo correcto.
Cerró los ojos, tratando de dormirse, y entonces lo sintió: una tensa presión alrededor de su mano. Sonrió más ampliamente. Puede que Daryl no supiera exactamente lo que su acción había significado, pero la había correspondido. Era suficiente. No había mucho que traducir de su reciprocidad: era tan simple como su gesto hacia él.
"Yo también me alegro de que fueras tú".
…
Los ojos de Beth se abrieron. El sol se había tornado de un naranja dorado a rojo carmesí, anunciando los últimos rayos de luz antes de que se pusiera totalmente. Todos estaban moviéndose por el car y Beth no tenía ni idea de qué estaba ocurriendo. Sintió una presión en la parte superior de la cabeza y levantó la vista todo lo que pudo. La presión se liberó al instante y Beth reconoció la mancha rosada en la mejilla de Daryl como el lugar donde se había quedado dormido contra ella. Podría haberle chinchado y sonreído un poquito de no haber estado tan confusa. Daryl debía estar igual, porque la miró lleno de aprensión.
"¿Qué pasa?" Beth le preguntó a Maggie, mientras se ponía en pie con ayuda de Daryl.
Maggie estaba mirando a través de la rendija de la puerta del vagón. Rosita y Tara estaban en el lado opuesto, por lo que Beth dedujo que Maggie había relevado a alguien en su guardia mientras ella dormía. Rick, Michonne y Carl aparentaban estar tan desconcertados como Beth. Ellos también debían haber pegado ojo durante un rato. Bob y Sasha estaban frenéticos junto a la tabla que Rick había estado despedazando junto al eje trasero. Bob le pasó el cuchillo cerrado a Sasha, que inteligentemente guardó el utensilio en su sujetador.
"Tenemos visita. Creo que vienen a traernos nuestras raciones" murmuró Maggie.
"De acuerdo, actuad de forma natural" Glenn extendió las manos con las palmas hacia arriba en un gesto apaciguador.
"Somos prisioneros en un santuario caníbal. No estoy segura de qué entra en la categoría de 'normal'" el enfado de Michonne empapó sus susurros.
"No podemos dejar que vean el suelo" anunció Carl, con un leve temblor en la voz.
"Tampoco podemos ponernos de pie frente a él. Parecería sospechoso" Rick miro a su alrededor, en busca de sugerencias.
Beth miró a Maggie, "¿Cómo de cerca están?"
"A un par de yardas. Llegarán en pocos minutos" Maggie se apartó de la puerta, no queriendo levantar ninguna sospecha de sus captores.
"¿Cuánto queda, Bob?" preguntó Abraham, acercándose a las tablas.
"Sólo queda la madera alrededor del último tornillo. A este ritmo deberíamos terminar en cosa de una hora" afirmó Bob, alternando su mirada entre Abraham y el suelo.
"Si ven lo que estamos haciendo, estamos muertos" apostilló Rosita, preocupada.
"La probabilidad de que noten lo del suelo en una visibilidad tan densa es escasa" musitó Eugene junto a Rosita.
"No es un riesgo que podamos tomar" replicó Glenn.
Hubo un retumbo en la puerta, y un chirrido metálico conforme el mecanismo de apertura se giraba, y todos dentro del vagón se quedaron mortalmente callados. Beth notó movimiento a su izquierda y observó cómo Sasha hizo un último movimiento para salvar su plan de escape.
"Hora de comer" una cara desconocida apareció en la puerta abierta, "Si alguien intenta algo raro y nos cargamos a todos y cada uno de vosotros".
La luz, incluso tan brumosa como era en el atardecer, deslumbró a Beth. Se las apañó para entrecerrar los ojos lo suficiente para ver a los francotiradores fijados en el vagón desde los tejados que había colocados diagonalmente a ellos. Contó cuatro, pero con el vagón estando tan cerca, no fue capaz de vislumbrar a más francotiradores acechando.
Sasha se sentó en el suelo, ocultando la tabla, a unos pocos pies de la pared, con las rodillas levantadas y la cabeza apoyada entre ellas. Se abrazó las piernas fuertemente, como si le doliera algo. Beth tenía que reconocérselo; su rápida reacción probablemente les había salvado a todos, siempre y cuando el hombre no la hiciera moverse.
"A juzgar por cuánta comida nos dais, supongo que está muerta de hambre. No se encuentra bien" comentó Rick.
El Terminiano la observó, como si tuviera algún tipo de enfermedad letal, pero pareció aceptar la versión de Rick.
"¿Qué? ¿No hay carne?" resopló Daryl, agachándose para mirar en el interior de la bolsa de papel marrón.
"Alegraos de que os demos nada" siseó el hombre, girándose sobre sus talones y saliendo del vagón.
No fue hasta que el cerrojo de metal hubo vuelto a su sitio y los pasos se hubieron alejado que todos respiraron profundamente. Beth se puso en cuclillas; la ansiedad la había mareado.
"¿Podrías no hacerte el listillo la próxima vez que estemos tratando de no llamar la atención?" bufó Maggie, mirando a Daryl.
"Hey, fue tu siamés el que nos dijo que actuásemos normal" contestó Daryl, sacando dos trozos de pan de la bolsa. No le dirigió ni una mirada a Maggie antes de sacar una botella de agua e ir a sentarse con Beth.
"Esa es una buena forma de conseguir que te maten" Beth sonrió mientras aceptaba el trozo de pan que Daryl le ofrecía.
"¿Qué? Ese tipo no iba a hacer nada" Daryl tomó un bocado.
"No hablaba del hombre" Beth le dio un mordisco a su propia ración.
"Mm" Daryl asintió, "Siempre me han dicho que son de los callados de los que tienes que tener cuidado".
Beth le otorgó una sonrisa cómplice, "Es verdad, sabes".
"Oh, soy consciente" Daryl le dedicó una sonrisa antes de beber agua.
Le pasó la botella y Beth tuvo un momento de déjà vu. Daryl debió de haberle leído la mente, porque puso los ojos en blanco y se tragó lo que quedaba de pan.
"Qué asco" murmuró Beth, dando un sorbo y tratando de ignorar los terribles modales de Daryl.
El constante ruido de la madera siendo arrancada se reanudó antes de que Beth hubiera dado un segundo mordisco. Era obvio que todos estaban listos para poner distancia entre ellos y sus captores y Beth estaba cansada de quedarse sentada esperando.
Daryl se puso en pie y Beth le siguió con los ojos, "Voy a relegar a Bob. Terminar esta putada".
"Vale" Beth se levantó y se quitó el polvo de los vaqueros con la mano libre, "Voy a hacer guardia y hacer algo útil".
Daryl gruñó, agachándose para coger la botella de agua, y se encaminó hacia el otro extremo del vagón. Beth le vio intercambiar unas pocas palabras con Bob, tomar el cuchillo y empezar a quitar la madera que rodeaba el último tornillo. Beth se metió el trozo final de pan en la boca y se acercó a Maggie.
"Yo te sustituyo" Beth le dio un golpecito a la bota de Maggie con la suya propia, "Ve a descansar un poco. Dentro de nada estaremos lejos de aquí".
"De acuerdo" aceptó Maggie, "Da un grito si me necesites. Estaré justo ahí con Glenn".
Beth asintió y se apoyó contra la pared para poder ver a través de la rendija de la puerta. La noche había empezado a caer y no pasaría mucho antes de que hacer guardia no fuera necesario. No serían capaces de ver nada en la oscuridad hasta que fuera demasiado tarde. Beth miró a Daryl. Uno de sus musculosos brazos mantenía su peso mientras el otro usaba el cuchillo para hundirse en la madera podrida. Quitaba unas pocas piezas, se apartaba, y repetía el proceso. Trabajaba más rápido que Rick y Bob; el ritmo del golpeteo era mucho más riguroso. Estarían fuera pronto.
"Soon" Beth susurró para sí misma.
Pero también sabía que volverían. No había manera posible de que pudieran marcharse y dejar a su suerte a aquella gente, y antes mataría que marcharse sin su ballesta. Había logrado meter por fin las nuevas cuerdas. También estaba el hecho de que esa gente necesitaba pagar por lo que estaba haciendo. Al menos los caminantes lo hacían por instinto, pues ya no eran "humanos", pero Gareth… Gareth era puramente malvado. Si ella pudiera decidir, pondría fin a Terminus y sus actos.
Si Beth pudiera hacer algo… Terminus ardería.
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A/N: ¡Muchas gracias por leer! Por favor, dejad un review y no dudéis en comentarme cualquier fallo que veáis. ¡Un abrazo!
