CAPÍTULO I. NEW HANDSOME CLIENT / NUEVO APUESTO CLIENTE
En su camino al elevador para bajar al estacionamiento de la empresa se toparon de frente con el hermano menor de Damon, Stefan. Con quien Caroline tenía una grandiosa amistad.
–¡Hola Stef! – corrió hacia él lanzándose en sus brazos. Este la rodeo instantáneamente, para después besar su mejilla en saludo. Damon sonreía detrás de ellos, amaba la relación que su hermano y su novia tenían, eran muy unidos.
–Hola Care – contesto el con entusiasmo de ver a su cuñada. Caroline regreso hasta Damon volviendo a tomar su mano. – ¿A dónde van?
–Almorzar juntos – Respondió Damon – ¿Quieres acompañarnos?
–Gracias, pero no puedo tengo que encontrarme con Elena en el hospital.
–¿Tiene revisión hoy? – Preguntó Caroline con alegría. Elena la esposa de Stefan, y prima de Caroline tenía ya cuatro meses de embarazo. Lo cual hacía muy feliz a la rubia, iba a ser tía.
–Si, le harán un ultrasonido.
Bajaron junto con Stefan hasta el estacionamiento, y una vez ahí se despidieron de él deseándole mucha suerte. Damon abrió la puerta de su muy preciado Audi A7 para su hermosa novia. Rodeo el auto y después subió en el asiento del conductor. Arranco y se dispuso a salir del estacionamiento incorporándose a la gran avenida.
Camino al restaurant, platicaron de diversos temas. En el estéreo se escuchaba la canción favorita de Caroline, Crazy in Love de Beyoncé. Damon la miraba de reojo mientras ella cantaba a la perfección. Era tan hermosa que dolía. Le encantaba la luz que irradiaba. Él estaba completamente enamorado de ella y sabía claramente que siempre lo estaría.
Estaciono el auto frente al lugar donde almorzarían juntos e inmediatamente rodeo el carro para abrirle la puerta a su chica. Ella le agradeció con una sonrisa y enredó su mano derecha en el fuerte brazo de él. Caminaron a paso firme hasta adentrarse al lugar. El maître los llevo hasta una mesa a lado de una gran ventana con vista al pequeño jardín que se encontraba en el lugar. Almorzaron amenamente, disfrutando de la compañía del uno y del otro.
Una hora después, Damon llevó a Caroline hasta su trabajo, la pequeña compañía de remodelación y diseño de interiores que había iniciado apenas hace unos meses. La cual estaba teniendo demasiado éxito, debido a que trabajo de Caroline era excelente. Se había llenado de clientes en tan solo unos cuantos meses, y estaba orgullosa de ella misma. El la acompaño hasta la entrada del lugar y beso su labios en un feroz beso, tardaron en separarse y ambos quedaron con ganas de más. Pero tenían asuntos de los cuales encargarse. Se despidieron con otro beso y acordaron, en que él la recogería a las 7:00 pm para la cena que cada mes se realizaba en la mansión Salvatore, donde vivían los padres de Damon, a la que obviamente la familia de Caroline asistiría.
Caroline vio a su novio alejarse en su flamante auto y después se giró para caminar en dirección a su oficina. Dos de sus empleadas, Meredith y Jenna la recibieron con una amplia sonrisa.
–Hola de nuevo chicas – dijo la rubia a lo que ellas contestaron a su saludo – ¿Alguna novedad? – Meredith reviso la computadora en el escritorio unos segundos y después asintió.
–Tienes una cita en una hora, para la decoración de un departamento.
–Okey – musito Caroline – ¿Podrías darme la dirección? – La chica tomo un post it y procedió a escribir lo que su jefa le pedía. Una vez con la dirección en sus manos, entro a su oficina para recoger algunas cosas que necesitaba y pidió un taxi.
Después de pagarle al taxista Caroline se adentró al lujoso edificio que se encontraba en una de las mejores zonas de Chicago, intercambio algunas palabras con el portero del lugar y este le indico a qué piso tenía que subir y el número de departamento. Entro al ascensor y presiono el botón del último piso. Salió del ascensor y camino por el pasillo hasta estar frente a la puerta del lugar. El portero le había dicho que el dueño ya se encontraba esperándola, así que tocó el timbre. La puerta se abrió y un tipo bastante atractivo apareció frente a ella. La observó boquiabierto o más bien la examinó por unos segundos lo que la puso algo nerviosa.
–Buenas tardes – saludó ella cordialmente extendiendo su mano hasta él. – Soy Caroline Forbes, la decoradora.
–Oh claro – Respondió el algo pasmado - Adelante – Él se hizo a un lado dejándole suficiente espacio para entrar al lugar. – Es un placer señorita Forbes. Mi nombre es Klaus Mikaelson.
–Un gusto, Señor Mikaelson – Comentó mientras echaba un vistazo al lugar imaginando todas las posibles ideas para la remodelación. El la observo detenidamente caminar por el lugar embelesado con su belleza. Le llamó mucho la atención la luz que emanaba de esa mujer. Ella parloteaba y él no estaba poniendo ni la más mínima atención a sus palabras. Estaba sumido en sus pensamientos pensando en lo hermosa que era. Caroline se paró frente a él moviendo su mano de un lado a otro para llamar su atención.
–¿Discúlpame, decías? – Ella rodó los ojos y frunció el ceño. Hablo como 5 minutos como loca sobre las ideas que tenía para el departamento y este tipo ni siquiera presto atención.
–¿Que si tenía alguna idea sobre cómo le gustaría decorar el lugar? – El negó con la cabeza en respuesta. Y ella enseguida sacó algunas fotografías de otros departamentos para mostrárselas. - Estas fotografías son trabajos que ya he realizado – Explicó entregándoselas – Podrían darle alguna idea de lo que le gustaría – El observo detalladamente cada una. No le habían mentido cuando le habían recomendado a la chica. Su trabajo era espectacular sin lugar a dudas.
–Me gusta este – mencionó mostrándole la fotografía de vuelta.
–Creo que quedaría perfecto – comentó ella con una sonrisa – Es muy varonil, buena elección – Él le sonrió de vuelta, lo que hizo que ella pusiera cierta atención en los hoyuelos que se formaron en sus labios, lo cual le pareció muy atractivo. Rápidamente saco esos pensamientos de su cabeza – ¿Cuándo le gustaría que comenzara?
–Lo más pronto posible – Respondió. Caroline noto mejor su acento, el cual era sexy. Dios, que rayos estaba pensando.
–Bien, puedo hacer un espacio en mi agenda para mañana para darle una cotización aproximada.
–Perfecto.
–¿A las 2 de la tarde, está bien? – Preguntó. Él asintió de acuerdo mirándola fijamente, no podía dejar de admirar lo bella que era. Caroline se sintió algo nerviosa ante como la miraba ese guapo hombre – Bien, esta es mi tarjeta, ahí está la dirección de la oficina junto con el respectivo teléfono y también mi número celular.
–Gracias – musito. – Supongo que la veo mañana, Señorita Forbes – el tono con el cual lo dijo hizo que Caroline se estremeciera. Sus ojos se clavaron en los de ella, haciendo que una corriente eléctrica sacudiera los cuerpos de ambos. Ella se mordió el labio inferior nerviosa causando en el cierta excitación, la chica era preciosa y es algo que Klaus no podría dejar pasar desapercibido, ni él ni ningún hombre podrían. Caroline, pensó que sus ojos eran como unas preciosas esmeraldas. Mientras él pensaba en lo encantador que era su cuerpo, y aún más por el vestido que resaltaba sus curvas.
–Hasta entonces – dijo Caroline saliendo del trance, camino hasta la puerta para salir del departamento. El la observó salir con su andante tan elegante y sexy. Gozando de la perfecta vista del trasero de la chica.
–¡Dios, que preciosura! – Exclamó cuando la puerta se cerró completamente. Klaus había quedado completamente cautivado por la preciosa rubia, y en su mente solo pensaba en lo mucho que desea volver a verla mañana.
(…)
Exactamente como había prometido, Damon apareció en el departamento de su novia a las 7 pm para recogerla. Cuando Caroline abrió la puerta para recibirlo, el no pudo evitar soltar un jadeo por lo preciosa y sensual que ella lucia. Tenía puesto un vestido negro que llegaba por encima de sus rodillas y con un escote discreto, sus mangas se transparentaban con estampados de flores, y lucía sus delgadas y torneadas piernas con unas mallas oscuras con tacones de aguja en el mismo tono. Ella se mordió el labio inferior cohibida por la mirada oscura llena de deseo que este poseía en estos momentos.
– Hey hermosa – Murmuró él saliendo de su trance. Se acercó para depositar un pequeño beso en sus labios rosados. Ella se deleitó aspirando su aroma tan varonil, el cual la volvía loca. Era una fragancia para caballero que ella le había regalado para navidad. Y que desde ese momento el no dejo de usarla.
– ¿Nos vamos? – Él asintió de acuerdo, entrelazaron sus manos y caminaron hasta el ascensor.
Todo el camino hasta la casa de los padres de él, se dedicaron a platicar cómo había ido la jornada laboral de cada uno después de que se despidieran al medio día. Caroline le contó sobre un nuevo departamento que tenía que remodelar. Omitiendo acerca del guapo dueño. Damon como casi siempre le contó acerca de sus reuniones y como se estaban preparando para recibir a su nuevo socio, un millonario empresario que conoció en Londres, quien estaba muy interesado en hacer negocios con ellos.
Cuando llegaron a la mansión Salvatore, los padres de Caroline, la pareja Forbes ya se encontraban ahí. Platicando muy amenamente con los padres de su novio. Ellos al verlos entrar a la sala, se levantaron enseguida para saludarlos cariñosamente. Damon estrecho su mano con la de su padre, para después con el padre de su novia o como él ya lo llamaba, su suegro. Caroline abrazo y beso a las dos mujeres que eran tan importantes para ella, su madre y la madre de su novio y mejor amigo.
Damon se puso a conversar junto con los dos hombres mayores, haciendo a Caroline rodar los ojos. Porque siempre tenían que ponerse hablar de negocios – pensó – Su padre era dueño de una empresa de bienes raíces muy exitosa en la ciudad y tenía algunas otras sedes alrededor del país, casi siempre donde había sedes de las empresas Salvatore.
Un rato después la pareja próxima a ser padres, Elena y Stefan. Aparecieron con una gran sonrisa en sus rostros. Lily Salvatore, corrió hasta ellos para abrazar a su hijo mejor y a su nuera. Después del gran recibimiento prosiguieron a saludar a los demás presentes. Los recién llegados comenzaron a contar sobre su cita con el ginecólogo. Él bebé Gilbert-Salvatore, estaba en perfectas condiciones. En un mes más podrían saber el sexo del pequeño.
–Ojala sea niña – Dijo Elena emocionada. Stefan sonrió imaginándose una pequeña Elena, con cabellos castaños y los preciosos ojos color avellana de su madre. Sin duda, esa idea le fascinaba.
–Eso sería fabuloso, Me volvería loca comprando cosas para mi linda sobrina – Damon rió, porque sabía que exactamente así sería. Si de algo no tenía duda es de que su novia era una loca por las compras. Recordó la vez que visitaron Italia por su primer aniversario juntos. Él quiso regalarle un nuevo guardarropa, pero después de que ella lo hiciera recorrer todas las tiendas, tal vez se arrepintió un poco.
–Me vuelvo loca si me dan una nieta, chicos – Comentó Lily con una amplia sonrisa
–Bueno a mí me gustaría que fuera un niño – Manifestó Elizabeth Forbes – De nuestro lado de la familia solo hay chicas, nos vendría muy bien un varón a la familia - Elena asintió de acuerdo con su tía, o más bien debería decir su madre. Ya que ella junto a su esposo se había hecho completamente cargo de ella y su hermana gemela Katherine cuando sus padres fallecieron en un terrible accidente.
Estuvieron platicando un rato más como la gran familia que eran. Uno de los temas importantes fue la fiesta de celebración para Elena y el bebé, el Baby Shower. Las dos madres tenían tantas ideas, ambas querían que fuera un día espectacular. Caroline se ofreció para toda la decoración. Los hombres por supuesto solo ofrecieron pagar todo el evento, ya que ellos no tenían mucha creatividad que aportar.
–La cena está servida. – Anuncio Lily – Pasemos al comedor.
La cena transcurrió tranquila entre los Salvatore y los Forbes. Lily aviso sobre la fiesta del trigésimo aniversario de ella y Giuseppe, el cual festejarían dentro de unas semanas con una gran fiesta en su mansión. Por supuesto Caroline se ofreció ayudarle a la madre de su novio con la organización del evento.
Damon y Stefan entraron al despacho de su padre un momento antes de despedirse de todos. Giuseppe quería hablar con sus hijos - quienes ahora estaban al mando de la empresa - sobre el nuevo socio que venía desde Inglaterra. Aunque su papá se haya retirado hace dos años siempre quería estar al tanto de todo.
–Tenemos una reunión con el mañana por la mañana – Dijo Stefan metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
–Bien, ¿tienen todo listo?
–Si padre – contestaron los dos hermanos al mismo tiempo. Su padre asintió orgulloso, no tenía dudas cuando cedió su empresa a sus dos hijos. Y ahora viendo el gran potencial que han mostrado, estaba muy confiado que había sido la mejor decisión. Sus dos hijos llevarían la empresa por un buen camino.
Luego de que los dos hermanos salieron del despacho junto a su padre, prosiguieron a despedirse de su familia. Stefan y Elena subieron a su Volvo XC90, una camioneta muy elegante color negro brillante. Damon junto con Caroline los vieron alejarse de la mansión. El abrió la puerta para su novia y después rodeo el carro para subir al lado del conductor. De camino al departamento de Caroline fueron platicando sobre lo bien que había estado la velada. Y obviamente ella, no pudo dejar de hacer notorio lo feliz que estaba porque su prima-hermana, estuviera a punto de ser madre. Al ver a su novia tan entusiasmada, Damon pensó que tal vez ya sería hora de que ellos dieran el siguiente pasó en su relación y caminaran juntos por el altar.
