Disclaimer: Pokemon no son de mi propiedad. Tanto sus personajes como ciertos lugares mencionados en la historia pertenecen a su respectivo creador. La trama y varios de los liares en donde se desarrolla la historia sí son de mi propiedad.
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Sombras Gélidas
Capítulo 2: "Saliendo de la cueva"
Cuando Gastly abrió sus ojos, observó todo a su alrededor y después de analizar el ambiente comenzó a levitar como siempre. Exhaló con mucho alivio al caer en cuenta de que había quedado ileso. Estaba vivo.
"Gracias al Cielo" Pensó.
Pero ese alivio desapareció a los segundos, cuando no notó la presencia de Snorunt, la jovencita a la que había salvado minutos atrás.
Había desaparecido repentinamente, su estómago se retorció. Las posibilidades de que hubiese recibido el letal ataque eran bastante elevadas. Probablemente lo haya esquivado cuando colisionó, pero probablemente muriese al intentar escapar.
Lo último destapó la olla en donde parecía haber guardado sus nervios. Pero antes de poder sacar alguna conclusión errónea examinó cada rincón de la cueva sólo para comprobar de que todo estaba en su imaginación.
—¡Snorunt! ¡Snorunt, aparece!
Esperó por unos segundos, pero al cabo de un tiempo no hubo respuesta. Era definitivo, Snorunt había desaparecido.
No habían rastros de la jovencita.
—Si no está aquí, es probable que haya...¡Maldición, SNORUNT!
Afortunadamente, su mente nuevamente le había hecho una mala jugada, porque mientras realizaba una última búsqueda por los pormenores se percató de que se escondía detrás de un pedrusco de gran tamaño, gruñendo de miedo. Su alma regresó a su cuerpo entonces. Rodeó el pedrusco y ahí la vio, de espaldas y abrazada a si misma, cubriendo su rostro con las manos.
Sonrió ampliamente cuando dio por terminada su corta búsqueda.
—¡Aquí estas!
Y la repentina voz de Gastly la espantó, tanto así que no pudo evitar gritar de sorpresa.
—Shhh, descuida. Soy yo, otra vez..
Ella lo miró, destapó completamente su mirada cuando corroboró que decía la verdad. Ya estaba libre de peligro.
—Es-Estás bien. Casi mueres por mi culpa...otra vez. Ese Golbat sí que es un hueso duro de roer..
—Lo sé, pero no es su culpa ser de esa manera..
—¿Ah, no? —Se sorprendió.
Gastly asintió.
—Así es, pero ahora no es el momento. ¿Sabes cómo salir de la Ruta Helada?
—La verdad es que no. Lo siento mucho.
—Está bien. Te ayudaré a salir de aquí, pero ahora deberías tener más cuidado al momento de elegir una zona de juegos, ¿de acuerdo?
—Sí —Asintió.
—Bien, por aquí...
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...
El trayecto hacia la salida de la cueva duró aproximadamente 5 minutos. Pero el silencio no abandonó a nadie, de hecho, fue lo que más predominó. Alguna que otra pregunta era repsondida, fuera de eso no hubo charla alguna que sacara de la tensión a ninguno. Sin embargo, la paranoia también parecía apoderarse de Snorunt.
Todo lo que observaba a su alrededor eran extrañas siluetas que apenas se vislumbraban. Gastly ni las notó, probablemente se tratasen de productos de la perturbada mente de Snorunt.
—¿Es normal mirar siluetas en la oscuridad de este lugar?
—No, si lo haces, seguramente es porque alucinas.
¿Alucinando sin haber sido atacada o haber consumido algo que le causara visiones?
De haber tenido algún pantalón puesto, ya lo habría mojado.
—¿¡Cómo dices!?
Gastly rió.
—Descuida, no es cierto. Como Golbat, hay otras criaturas que habitan en este lugar, por lo que avistar toda clase de siluetas y sombras es completamente normal.
—¿Otras criaturas?¿De qué clase, crees que quieran asesinarme?
Gastly rió nuevamente. Se detuvo en seco y la miró sonriente, dejando a la vista sus enormes colmillos.
Del resto, ella sólo pudo sentir cómo el fondo de la imagen se tornaba de un color azul oscuro y su silueta de color blanco pálido, resaltando la gota enorme de sudor adornando su cabeza al estilo caricatura.
—"V-Vas a c-comer..me"
—En realidad, como tú, existen muchas criaturas de tipo hielo que habitan dentro de esta cueva. Y, tanto Golbat como yo, también tenemos otros primogénitos en este lugar. Algunas criaturas que comparten nuestra misma especie y.. ¿Snorunt?..
Snorunt no reaccionó. Su vista se había detenido en los enormes y blanquecinos dientes de Gastly, que eran bastante grandes y eso le aterró hasta paralizarla. Luego de alguna segundos sus ojos formaban unos espirales que sólo aparecían cada vez que perdía una batalla.
—..Snorunt..Reacciona..
Aunque no le pareció grosero, sino más bien gracioso que comenzara a temerle sólo ppr sus colmillos, pero ya Gastly se lo comenzaba a esperar.
—¿Snor..?
Solo hubo silencio, afortunadamente uno muy corto. Agradeció al cielo unos segundos más tardes, cuando ella había regresado en sí.
—¿V-Vas a comerme...?
—¿Qué?¿Por qué me preguntas esa cosa?
—...Tus colmillos son enormes —Cogió el borde de su abrigo con las manos— .¿Vas a comerme, entonces?
—¿Comerte? ¿Qué, eres una rica Baya o un Pokocho acaso? No lo haré. Mis colmillos son como los de todo Gastly. Soy un fantasma, se supone que los necesito —Rió.
El resto del rato fue de sólo marcha. Finalmente llegaron a la salida, pero había sido un rato bastante largo. La buena noticia es que ya sabían ambos que el miedo podía quedarse lejos por un buen rato, ahora la mayor de las preocupaciones serían los Pokemon del exterior, pero contaban con un frecuencia más reducida en comparación a los de la cueva.
Incluso el mismo Gastly se sorprendió al calcular el tramo que tuvo que caminar con ella, porque notó que había sido una ruta bastante larga. Comenzó a preguntarse a si mismo cómo es que pudo haber llegado tan lejos estando sola. Y más sorprendente: Ilesa.
Pero se distrajo al mirar el cielo nocturno, la noche había llegado y ya era el momento en el que por costumbre, las manadas de Misdreavus, Duskull y otras especies de tipo fantasma comenzaran a merodear por los alrededores, espantando a todo aquel que estuviera cerca. Algo que otros acostumbraban a llamar Costumbre de Difuntos.
Gastly no era la excepción.
Él también pertenecía al grupo cuyas costumbres habían sido las mencionadas por generaciones. Era algo irónico, pues, siendo de tipo fantasma se suele suponer que no existe otra vida después de haberse convertido, o haber sido, un ser físicamente inexistente. Pero quienes hicieron de esta teoría una posibilidad incierta, estaban equivocados por mucho.
Los que no conocían del tema siempre solían sacar conclusiones erróneas sin haber investigado fuera de lo científico. No se centraban en el área prioritaria: la espiritualidad, que era lo único que hacía falta analizar.
El alma de un fantasma no tiene la necesidad de habitar en algún cuerpo sólido, sino que simplemente se muestra en su manera natural de ser. Y es que, aunque todas las almas de estas especie fuesen similares una de otra en cuanto su apariencia, todas diferían en algún detalle, por más mínimo que fuere.
En otras interpretaciones, su significado se encuentra alojado en la siguiente oración: "Son seres tan puros que no necesitan armaduras sólidas para dejarse mostrar". Pero como el asunto complejo que es, siempre quedan inconclusos sus estudios y discusiones. Está demás decir que todo surge desde tu punto de vista personal.
Fuera del tema, a Snorunt jamás se le había visto una sonrisa tan radiante, o unos ojos tan brillantes como los que tenía aquella noche. Era el resultado luego de haber quedado dentro de esa horrorosa caverna durante tanto tiempo. En cuando a Gastly..Él simplemente sonreía autosuficiente por haber ayudado a esa pobre jovencita. Se sentía útil por primera vez en su vida.
Se sentía lleno, pues nadie jamás hubo recurrido a él en un apuro. De hecho, nadie se le había acercado en mucho tiempo de la misma manera en que esa jovencita lo había hecho, a excepción de Scraggy, su mejor amigo. Era tan solitario que incluso el hacer amigos le era un acto intangible. Aún siendo ese tipo de fantasmas amistosos nadie lograba dirigirle la palabra.
Y por eso, su día a día sólo estaba lleno de depresión y soledad.
Y ahora, esa pequeña parte de autosuficiencia que había logrado, ese pequeño gramo de alegría que tenía se había esfumado. Ya era el momento de despedirse.
—¡Genial! —Celebró Snorunt al sentir la fría brisa chocar contra su rostro, estaba contenta de haber salido de allí.
—¡Creí que jamás saldría de ese horrible sitio tan peligroso! ¡Gracias, muchas gracias a ti, Gastly!
Gastly sonrió a medias tratando de no pensar en su tristeza. Otra vez estaba devuelta a su soledad.
—Está bien, no te preocupes por eso. Pero, por ahora ve a casa. Tu familia debe estar muy preocupada..
—Hmm..Sí deben de estarlo. ¿Y si te acompaño a casa también? Dicen que los regresos son mas divertidos si tienes compañía —rió la jovencita. Pero Gastly, si pensaba que la depresión no podría atraparlo en ese momento, estaba equivocado. Su mirada habría llegado al subsuelo si hubiese podido hacerlo.
—Pequeña, hay algo que deberías saber. Y ese algo es que no tengo hogar, no tengo ningún sitio al que regresar. Así que no te preocupes, puedes irte ahora directo a casa.
—¿No tienes una casa? Debes estar bromeando —Exclamó con sorpresa. Apenas observó el rostro de su acompañante supo que no jugaba. No pudo evitar sentirse mal por él. Quería ser condescendiente, aunque no conociera el significado de ese término. Infortunadamente no sabía cómo hacerlo. Y al notar lo callada que se puso, Gastly fingió una sonrisa. Snorunt no sabía si aquello era genuino o no.
—Está bien, ya vete a casa. No quiero saber que te has metido en tanto lío por haberte tardado tanto. Cuídate cuando regreses.
Ella obedeció, pero no completamente. Apenas dió unos cuantos pasos adelante, se giró a su compañero. Y su rostro no se veía muy feliz.
—¿Qué hay de ti? No puedes quedarte aquí, solo y sin compañía.
Aún así, enseñó una sonrisa tan radiante, pero a la vez melancólica. Tratando de ocultar ese sentimiento tan desagradable e inevitable, aunque ya se acostumbraba a él.
—Estaré bien, por mi no te preocupes. Tú si debes tener cuidado con descuidar tu horario. Anda, avanza de una vez.
Otra vez aparecía la duda. Y por un segundo se preocupó todavía más, pero después de una corta sesión de meditación antes de ponerse en marcha rumbo a su hogar, algo le hizo declinar esa opción.
—Pensándolo bien... —Dijo nuevamente girándose hacia él—..Creo que en estos momentos no quiero regresar a casa —Completó. Gastly la miró dudoso.
—¿Qué hay de tus padres?
—¿Te confieso algo? Eso no importa, de todas maneras, siempre me escabullo en la madrugada en busca de algún bocadillo sin que se den cuenta. Han de suponer que estaré dormida, Jiji.
Oh, vaya. No pudo evitar reír después de haber escuchado eso, exactamente igual a su infancia. Una linda y fantasmal infancia inolvidable.
—¿Segura?
—Completamente segura —Afirmó.
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Nota de la escritora:
¡Hola!
Buenoooooo...Honestamente no sé qué decir, sólo quería saludar a todos los que se pasen por aquí. De todas formas, espero que estén disfrutando de la historia. Sé que es algo lento, pero les pido paciencia, pues poco a poco la acción irá saliendo a flote.
Estaré tratando de actualizar seguido, aunque la universidad es un poco absorbente, así que no prometo nada =c.
Bueno, sin más que decir, me despido.
—GlaceonSong25
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