Disclaimers: Pokémon y sus personajes no me pertenecen, así mismo varios de los lugares que serán mencionados más adelante. La trama y los demás sitios en donde se desarrolla la historia sí son de mi propiedad.
...
Sombras Gélidas
Capítulo 3: El Pricipio de un gran secreto.
...
Observando hacia el cielo en marcha, Gastly se encontraba inmerso en sus pensamientos, más bien intrigado por la situación hogareña de la pequeña. Aunque Snorunt bien le había aclarado que su regreso a altas horas de la noche no sería un problema, era como si temiera que el enfado de sus padres pudiese llegar a ser de una magnitud inimaginable. Tal vez fuesen estrictos, o quizás eran un poco más flexibles de lo que se creía. No estaba seguro, pero aún así temía bastante.
—¿Y bien...?—Se detuvo en medio de la senda por donde ambos habían salido.
—¿Qué sucede?
—Ya que no irás a casa aún, ¿qué piensas hacer?
Snorunt rió de la nada extrañamente. Esa acción pareció incomodarle a Gastly. Incluso llegó a pensar que la estancia que tuvo en la cueva por un buen rato ya le había hecho desaparecer la cordura que tenía.
—Eres un fantasma, ¿verdad?. Sólo me gustaría verte espantando a tus amigos. Preferiblemente a los que estén dormidos.
Sí que era una diablilla para ser una criatura aparentemente inocente. Aunque el humor fue nuevamente un elemento efímero dentro de la charla. Otra vez se había desvanecido.
—¿Cuáles amigos? —Preguntó avergonzado.
—¿Cómo que "cuáles amigos"? ¡Pues, obviamente los que tienes tú! —Respondió con una sonrisa.
—Exactamente, ¿cuáles amigos?
¡Perfecto! Segunda vez en media hora que lograba bajar lo que le quedaba de autoestima. Eso le daba la bienvenida a un nuevo y corto periodo de silencio. Lo más preocupante era la seriedad que había aparecido con él.
—¿Tampoco tienes amigos?.
Por alguna extraña razón Gastly rió a carcajadas también. Pero seguro era, que de placer o alegría no se trataba.
—¡Claro que sí! O bueno, los tuve alguna vez...
—¿Una vez hace más o menos cuánto?
—Aproximadamente...Un par de años...
—¿Años?¿Como dos o tres?
—Todavía más...No recuerdo, creo que tenía apenas un año de haber salido del huevo.
Snorut se sorprendió todavía más.
—¿Y cuántos años tienes ahora?
—¡Oye, eso no se pregunta! —Increíblemente, parecieron haber sido pintadas de un color Cereza esas negruzcas mejillas que tenía. Y sus ojos..¡Esos ojos parecían un par de huevos fritos recién hechos de lo abiertos que se habían puesto!. Pero fuese cual fuese la respuesta, se podría decir que era ya hace mucho, mucho tiempo.
—Pues..Entiendo que tu apariencia asuste y espante algo.
—Soy de tipo Fantasma —Rió
—Mi apariencia aterradora es necesaria, es algo característico de mi especie.
—Lo sé, pero en realidad eres bastante agradable. Lo que quiero decir es que acercarse a ti no es algo difícil, incluso a mi se me hizo muy sencillo..¡Y ya viste lo miedosa que soy!
Gastly rió. Nadie supo cómo, pero esa jovencita que había salvado de ser atacada por un Golbat furioso le hizo sentir un poco mejor. Y siendo un Pokémon hecho de gases tóxicos y de un espíritu lleno de misterio y soledad, el consuelo podría considerarse algo complicado, aunque no para Snorunt. Le sonrió inesperadamente. Y aunque a la jovencita ya le había aterrado observar esos colmillos alojados en el interior de su boca la primera vez que los observó, esta vez parecía darle lo mismo, la había considerado como una de las sonrisas más resplandecientes que había visto en su vida.
—Soy un fantasma, a casi nadie le gustan los fantasmas. Sólo causo terror y angustia, y además, a veces mis jugarretas pueden ser un poco pesadas. Somos considerados por muchos unos seres frívolos y sin corazón, más bien un elemento despiadado integrado a este abismo que el infortunio de nuestra existencia incorporó en el destino —La observó lleno de nostalgia— pero, al fin y al cabo esa es la vida de un fantasma, y ya me he acostumbrado a ella. Estoy destinado a permanecer en la soledad y no puedo refutar a lo que está ya escrito.
Cuando calló, fue como una mala señal para Snorunt. Incluso pudo percibir ese sentimiento tan deprimente. Parecia irradiarlo cada vez que hablaba.
—Así que...Estoy solo...
Pero de un minuto a otro, se sorprendió mucho al notar su cercanía. Toda su vida había vivido y sido tratado como un fantasma. Con este trato jamás había establecido un vínculo con otra criatura como lo había hecho con Snorunt. Lo más sorpresivo era la gran diferencia que existía entre ambos.
Ella apenas una pequeña, y él era ya una criatura como experiencias en su vida. Ella era tierna y cálida, desprendía una halo de dulzura a través del aire en donde convivía. Él en cambio, era mucho más reservado. No solía ser de tantas palabras, aunque extrañamente se soltase de una manera tan espontánea como el momento en el que intentó salvarla. Fue realmente inesperado. Y por esa razón el contacto físico fue como una pequeña descarga eléctrica que erizaba sus vellos inexistente en su apenas existente cuerpo fantasmal. Lo sintió cuando repentinamente sintió la diminuta extremidad de su compañera fingiendo tocar un sólido cuerpo inexistente de gases.
—Ya no lo estás —Le sonrió ampliamente él haciéndole saber que contaba con su apoyo.
Durante los siguientes segundos se mantuvo electrificado, una parálisis resultado de su incredibilidad. Era tan repentino y difícil de creer desde su punto de vista. Y por eso su mirada permanecía fijamente puesta en ella. Probablemente la estuviera intimidando por la manera en que dejó de emitir palabras, pero era algo que todavía no lograba asimilar. Entonces supo lo que significaba cuando alguien decía que las pequeñas cosas hacen una gran diferencia.
Su mente volvió a tierra cuando ella brincó recuperando ánimos a la situación y se dio la vuelta para dirigirse al lado contrario de donde habían llegado a esa parte de la senda.
—¡Una fogatita! ¡Una fogatita, Gastly! ¡Ya sé qué podemos hacer mientras tanto!
Inevitablemente ahí se mantenía observándola. Viéndola pegando brinquitos mientras tarareaba una melodía en busca de ramitas y hojas caídas de los árboles. Esa noche tal vez cambiaría su perspectiva que tenía del oscuro mundo. Sabría que no siempre el camino es oscuro.
Tal vez, los fantasmas si tuviesen un corazón, después de todo.
...
...
—Snorunt, desde hace un rato hay algo que he querido saber —Mantuvo su mirada firme y bien puesta sobre la flama que danzaba tiernamente. Llamas que ondeaban y bailoteaban sobre las ramas que yacían dentro de sí consumiéndose por el calor que desprendía.
—¿Qué sucede? —Preguntó luego de poner sus manitos en frente de la pequeña fogatita que habían logrado crear en medio de la nada. Pero siendo sinceros, era tan pequeña que impresionaba la manera en la que se mantenía ardiendo aún, y con las fuertes brisas que soplaba en el ambiente incluso podría llegar a verse un pequeño vaho gélido a la más mínima exhalación. Gastly sonreía ante la ironía de ver a Snorunt queriendo entrar en calor. Era una chica de tipo hielo, se suponia que el frío era su especialidad. Pero como en toda historia, la lógica suele perderse a veces.
Gastly procedió a realizar una dichosa pregunta.
—¿Por qué estabas dentro de esa cueva..Y qué estabas esperando para marcharte de allí?
Y la mirada que antes había estado cernida en el ardiente fuego —diminuto pero ardiente— que habían logrado crear; cambió, ahora analizaba cada minúsculo detalle del suelo. Avergonzada, lo único que logró hacer con rapidez fue comenzar a juguetear con sus diminutas manos aún en frente del calor. Y aunque realizó varios intentos de evadir esa pregunta, no lo logró. No le quedó otra que ceder ante la persistencia que Gastly mantuvo. Esta le ganó incluso a la voluntad de mantenerse encendida del incienso al que le decían "Fogata".
—Fue todo por curiosidad.
—¿Curiosidad? —preguntó Gastly sorprendido.
—¿Curiosidad de saber qué se sentía el morir en garras de cualquier criatura? ¿Estás demente?
—Por favor, escucha lo que tengo que decir —Negó Snorunt.
—En mi comunidad las criaturas no paran de molestarme. Dicen que soy una cobarde y un montón de cosas más —Exhaló para eliminar el frío que había tragado por el clima y un vaho gélido flotó en el aire— , y fueron mis amigos quienes comenzaron todo. Yo apenas tuve una décima parte de participación en esto..
—Con "amigos" de esa calaña...—Resaltó la palabra "Amigos".
—...,¿Quién necesita enemigos? —Completó.
Snorunt asintió de acuerdo con el fantasma.
—Entre ellos corría el rumor de que sólo los valientes salían ilesos de ese lugar. Y por primera vez en mi vida quise intentarlo —Lo miró nuevamente, pero está vez se abrazó a si misma— Quería saber lo que se sentía ser valiente...Al menos una vez, aunque mi "heroísmo" fuese cosa de segundos...
Enseguida Gastly se sintió enternecido. No sólo porque Snorunt conservaba la tristeza en su mirada, sino por su manera de contarlo todo, de modo en que lo mínimo que pudo hacer fue suavizar sus facciones. Comprendió ahí mismo que juzgarla antes de conocer las razones verdaderas había sido un error, el mayor error de la noche. Su estómago se revolvió cuando pensó en la posibilidad de disculparse, si su orgullo se lo permitía, claro.
Prefirió continuar con la historia, ya después lo pensaría.
—..Creo que fue una enorme equivocación. Y encima de todo es que tampoco soy una valiente, así que estoy destinada a ser una cobarde de por vida, así como tú lo estas de ser un fantasma. Aunque obviamente tú debes tener una imagen mejor que la mía.
—Oh, por favor, basta ya. Esas cosas deberías de eliminarlas en tu cabeza, nada de eso que dices es cierto.
—¿Cómo estás tan seguro? Ya viste la manera en como me he comportado ahí adentro.
—¡Si, pero es totalmente normal sentir miedo a lo desconocido, pequeña! Y es precisamente la razón de tus temores. El Mundo está plagado de grandes peligros y tú estas consciente de ello. Tú eres valiente, de hecho, ¡lo somos todos en el fondo de nuestro ser!. Sólo recuerda que en unos sale a relucir esta virtud, más que en otros.
Snorunt apenas pudo hablar. Cualquiera sabía que comenzaría a llorar si lo intentaba, así que esperó por unos segundos y exhaló, ignoró el hecho de que la frialdad del ambiente penetrara en sus pulmones al hacerlo.
—Gastly, ¿no estás jugando conmigo?
—Yo reconozco que los fantasmas tenemos mala fama de tramposos y bromistas —Rió para liberar la tensión que sentía— Pero no está dentro de mi ética jugar con los sentimientos de las criaturas, y mucho menos de las jovencitas. Eso es algo irremisible, y no puedo ser malo con una jovencita que me ha entregado su confianza al primer minuto de conocerme, y ya sabes que no suelo demostrar este tipo de..Cosas
Escuchar la risa de Snorunt fue lo mejor que pudo haber llegado a sus oídos ese instante. Supo que había logrado despejar esa pequeña niebla que había opacado su corazón.
—No eres lo que los demás digan. Las palabras no te definen, sino tu actitud —Completó.
Snorunt lo miró con sus ojos más brillantes que nunca y asintió con una enorme sonrisa hecha en sus labios.
Pero su preocupación no tardaba en regresar. Aunque no por mucho.
—¿Qué pasa si soy débil? Es una de las cosas por las que me siento inútil. Nada más mira mi cuerpecito en forma de conito y mi tamañito casi diminuto. Así cualquiera querría hacerme daño.
—Escúchame bien— respondió con toda la determinación posible— , aunque no lo creas, tu tamaño no siempre determina tu fuerza, niña. Recuérdalo siempre. Lo que te define en realidad, es el tamaño de tu voluntad al querer alcanzar todas tus metas intentando cada día luego de una breve idealización. Y eso es algo que puedo presentir dentro de ti. Tienes una voluntad enorme, Snorunt, y no todos tienen esa virtud dentro de sí...Aprovéchala al máximo..
Snorunt solo alcanzó a sonreír puesto a que no se esperó escuchar algo tan motivador. Percibió cuando la energía dentro de Gastly cambiaba a ser una más positiva, y con un centello dentro de sus ojos agradeció a Gastly. Y aunque sólo dijera una palabra, Gastly supo cuántos sentimientos se encontraban impregnados en su significado.
La sonrisa que había dado devuelta jamás había sido tan resplandeciente.
—"Gracias, Gastly..." —Alcanzó a exclamar con su voz lo más cercano a un susurro.
...
...
Estaba tranquilamente observando al cielo, aunque en su exterior eso era lo que demostraba: tranquilidad. Pero en realidad, tomó el momento perfecto para comenzar a meditar para sí mismo. Ahora se encerraba en un conflicto con su 'yo' interno. Nada más el recapitular todos los sucesos de ese mismo día comenzaba a sentir mucha inseguridad, un sentimiento que desembocaba en una insoportable migraña que no le abandonaría durante un buen rato. Primero recordó las primeras horas de la mañana de ese mismo día, cuando un par de Pokémon quisieron atacarle para arrebatarle lo que devoraría para saciar su hambre. Al final acabó perdiendo esa energía pura y maligna que se respiraba en aquella mansión abandonada. No llegó a pensar que un Misdreavus podría llegar a ser tan abrasivo. Luego revivió el momento en donde por poco resulta ser gravemente herido por un Spiritomb salvaje, pero eso no era todo: Casi fue herido de gravedad por un Spiritomb, el detalle radicaba en que este lideraba una manada salvaje de Pokemon salvajes, entre los que se destacaban varios Misdreavus, Sableye, Dusklops e incluso su propia especie; Gastly salvaje. De no ser porque había recogido unas cuantas Bayas Aranja en el camino probablemente no habría vivido para contarlo.
Y por último, su encuentro con la Snorunt. Que a pesar de que no fue un suceso tan grave como los demás, llego a sentirse un poco igual a las situaciones anteriores, pero sólo porque no se creía capaz de mirar la manera en la que una criatura como Golbat le arrebatase la vida a un menor de edad. Fue entonces cuando se arrojó al combate en busca de su defensa. No creyó establecer algún tipo de vínculo con la jovencita al principio. De hecho, todavía no lo creía. Pero al parecer ya había comenzado a agarrarle algo de cariño, pero un tipo de cariño diferente. Como de esos en donde se es capaz de atacar para defender a alguien más. Tal vez podría convertirse en una compañera más, o tal vez sólo era algo pasajero.
Pero al fin y al cabo, ahí estaba con ella. Solos bajo la luz de la luna en altas horas de la madrugada y haciéndole compañía. Finalmente la observó en silencio, ya se había dormido y reposaba sobre el suelo. Gastly sonrió y luego siguió inmerso en sus pensamientos.
"Me pareces un poco familiar" pensaba. "Es extraño ver que alguien de tu especie pasee por aquí...No es común ver Snorunt por estas zonas exteriores de la Ruta Helada..Pero tú..."
Y apenas podía notar la brisa que soplaba lentamente. Una brisa que hizo que hojas secas caídas de árboles revolotearan sobre el suelo y una que otra chocara contra su rostro. Se sacudió para apartarla de la vista. Ahora estaba escéptico, intrigado ante la presencia de aquella jovencita. Y esa sensación de pensar que le podría haber estado mintiendo también apareció en su mente. Incluso dudaba un poco sobe el hecho de que sólo era una Snorunt traviesa desafiando el peligro. Y se preguntaba de dónde pudo haber llegado.
Y no es para menos. Pues, aunque la Ruta Helada fuese el hogar y nido perfecto para ciertos tipos de Pokemon cuyo elemento natural es el hielo, no era el hogar de Snorunt o evoluciones.
"¿Por qué estás por aquí?" Se preguntó nuevamente. Algo en su interior desconfió de la explicación que había recibido de Snorunt. Tal vez no se había adentrado en esa cueva en busca de probar su valentía. Y si habitaba en ella, ¿por qué accedería a salir de ella con un desconocido? No, tal vez había llegado a ese lugar con otros fines. Ya le preguntaría cuando fuese el momento, pero todavía no.
Y lo último que recordó antes de que sus ojos se cerrasen también fue el momento en el que la llama de su pequeña fogata se extinguía lentamente, luego de recibir una fugaz ráfaga de viento que impregnó la zona.
...
...
"Es parte de un secreto.." Habló una figura. Era una silueta muy extraña que había aparecido espontáneamente ante Gastly firmemente y, aparentemente utilizando cierta clase de telepatía. Las cosas se había puesto muy extrañas. O eso pensó el fantasma. Esa criatura con la que ahora charlaba le resultaba un poco familiar aunque sabía que en su vida jamás la había visto. Sólo la miró a sus ojos y supo que había algo en ella que le resultaba algo familiar. Pero aún así estaba muy confuso. Apenas recodaba cuando ambos llegaron a ese lugar tan tétrico que habían escogido para charlas de una manera seria. Aunque la oscuridad del bosque le llegó a intimidar por un momento, fue ahí cuando la ironía hizo su aparición, pues se suponía que siendo un fantasma ese tipo de escenarios no debían intimidarle ni causarle tantos escalofríos.
Pero la presencia de ese otro ser definitivamente le había dejado sin habla. Sin duda se encontraba ante la presencia de otro Pokemon Fantasma que adoptaba cierto semblante femenino, con la diferencia de que esta tenía grandes aires míticos adornando su aura. Parecía ser despiadada, casi malévola, y por eso guardó silencio. Queria evitar conflictos que pudiesen terminar en desgracias.
"¿Secreto?" Le preguntó. "¿Cuál secreto..Y quién eres tú?"
Todo sonido parecía distorsionarse al flotar en el aire.
"Perdóname" Suplicó sin emoción sobre su rostro "Pero no tengo permitido contárselo a nadie...Ni siquiera a una criatura como tú. Se trataría de una perfecta y completa profanación a mi tribu, estaría destinada a quedar en el exilio...Aún siendo la princesa del Glaciar Plateado también puedo llegar a recibir mi castigo..."
"¿Princesa?" Repitió confuso.
"Mi deber como la Princesa es proteger aquello que está siendo custodiado por la magia que aguarda en la superficie de los cristales de hielo que adornan la parte más recóndita de este Glaciar..Donde sólo los corazones puros han de llegar a él..Del resto, muchos estarían arriesgando su vida por querer averiguarlo."
"No lo entiendo.." Espetó todavía más sorprendido.
"Si sabes lo que es bueno para ti, Haunter, te aconsejo que te alejes...O sino Él podría matarte..."
"¿Matarme? ¿Pero quién podría matarme?"
"Él podría hacerlo...Vete...Vete antes de que sea tarde. ¡Vete, Haunter, sólo vete!"
"¿Haunter?" Espetó a punto de perder el vestigio de cordura que todavía tenía. La cosa se tornaba cada vez más confusa, sin mencionar que daba bastante miedo. Sólo con mirar sus ojos daba miedo, porque en ellos pa lo único que resaltaban eran los grandes iris amarillentos que parecían despedir una luz misteriosa y estaban llenos de maldad. Gastly sólo ignoró los toques tétricos, sólo se preocupaba por averiguar qué era esa clase de encuentro tan extraño al que se sometía.
Eso parecía más bien una pesadilla. Pero lo que más confuso lo tenía era el hecho de que esa tra criatura le había llamado de otra forma.
"¿Haunter?...¿Quién es Haunter? ¡¿Qué está pasando aquí?! ¡¿Quién eres tú y qué haces aquí?! ¡¿Quién podría matarme?! ¡¿Quién?!"
"Aléjate..Haunter.." Repetía el fantasma a medida que se adentraba y desaparecía entre las sombras, una y otra vez aún con su vista clavada sobre él. Gastly no notó cuando había quedado finalmente sólo, pero con una gran preocupación sobre sus hombros.
Aquello que había vivido se trataba sin ninguna ddudase una experiencia sobrenatural. "¿Alejarse de dónde?" Se preguntaba una y otra vez.
Su vista se perdió en las inmensidades del oscuro bosque donde había quedado varado. Ahora estaba solo, y no sabía si alegrarse por ello o preocuparse todavía más. Tampoco podía pensar en otra cosa que no fuera esa extraña charla. Si esa chica volvía a aparcerae en su camino de seguro enloquecería, y no de amor precisamente.
"¿Qué está sucediendo?" Fue lo último que pensó antes de abrir sus ojos.
Otra pesadilla.
"Genial" pensó sarcásticamente.
Observó sus alrededores y luego exhaló abatido. Otra vez ese sueño. Ya era la segunda vez que soñaba con una situación parecida. Cuando se percató del tiempo notó que todavía era de noche. Calculó que apenas eran las 3 de la madrugada. Sólo había dormido dos horas. Y recordó que no estaba sólo. Se giró sobre si mismo para observar a Snorunt.
Ahí estaba ella dormida sobre el suelo con su cabeza y cuerpo apoyados en un tronco seco. Las ramitas que habían quedado de su fogata todavía se mantenían puestas en frente de ambos. Nadie había estado ahí. Y finalmente miró hacia la continua senda por la que seguirían caminando en la mañana. Ahora si estaba aterrado, pues más adelante el paisaje se asemejaba al lugar en donde se encontraba en su pesadilla. Pero dudaba que se tratase de una auténtica premonición. Ignoró está última posibilidad y luego volvió a su sitio de descanso. Un Zubat revoloteó sobre ambos y se marchó de ahí después...
...
...
Nota de la escritora:
Holaaaa a todos :).
He venido a agradecer por el tiempo que dedican a leer esto. Agradezco que no olviden los Reviews y que disfruten su lectura.
Puede que no actualice por otro rato mas, pues todavía escribo el capítulo siguiente y la universidad se vuelve cada vez más absorbente :(. Agradezco su comprensión.
Hasta aquí llegó por ahora. ¡Nos leemos!
—GlaceonSong2511.
