[Capítulo: 4]

Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Genero: Romance/Hurt-Comfort.


Hinata observo una vez más la pequeña caja que ahora estaba situada encima de la chimenea. Sabia que el dolor persistía por mucho tiempo cada vez que sus ojos violáceos se toparan con esa figura, pero también sabia que el dolor disminuiría al pasar el tiempo. Después de un tiempo podría ver esa pequeña caja sin sentir un nudo en la garganta.

Volteo lentamente su mirada hacia atrás, topándose con la figura del rubio que la había ayudado desinteresadamente ese día. La llevo a cremar a Arquero, aguanto sus lágrimas y soporto su insoportable actitud al no tener la valentía de poder salir del departamento. Estaba en deuda con el.

—Muchas gracias por todo lo que hiciste por mí hoy —susurro antes de dar la vuelta para comenzar a caminar a su cuarto —. Lamento haber sido una molestia —susurro avergonzada, apresurando el paso para introducirse en su habitación de una vez por todas.

—Oye —Naruto la tomó suavemente del brazo, haciéndola respingar — no me des las gracias, mucho menos digas que fuiste una molestia para mí. Comprendo tu situación —le dijo suave y comprensivamente.

Hinata lo miró de soslayo, alcanzando a ver su tierna sonrisa.

—Arigatou —intentó zafarse de manera delicada para poder ir hacia su habitación, pero el rubio no la soltó.

—Espera, Hinata —los ojos de Hinata se centraron en el —. No haz comido nada, eso es malo.

—Sinceramente no tengo apetito, Naruto-san.

—Nada de eso, tienes que comer —sonrió de lado —. Yo tampoco he comido y sinceramente me encantaría tu compañía, dattebayo —realmente aquello había sido un chantaje para que Hinata comiera con el, uno que esperaba que funcionara. Sonrió más ampliamente.

Hinata dudo unos segundos. No se sentía nada bien, de verdad quería descansar y dormir un poco, pero no comía desde la tarde anterior y eso la tenía débil, además de que un insufrible dolor de cabeza la estaba matando. Debía comer algo si no quería desplomarse de la nada. Por otro lado, pasar más tiempo con Naruto era… incómodo. ¡No quería ser mal interpretada! Pero hacia muchísimo tiempo que no hablaba con otra persona que no fueran Ino, Kiba, los repartidores personales y el portero. De ahí en fuera, no tenía contacto con nadie más desde hacía mucho tiempo. Además, ese rubio transmitía un aura tan… deslumbrante.

Apretó sus labios y después suspiro.

Tenía que avanzar, tenía que dar seguir dando pasos si no quería retroceder y quedarse en ese departamento de por vida. Socializar era una de las muchas cosas que debía hacer si quería superar su trauma.

—De acuerdo —accedió, sacándole una sonrisa entusiasta al hermano de su querida amiga.

—Genial —le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la cocina —. Hace rato compré unas cosas… —lo escucho reír incomodo —. No pude dártelas, pero creo que es el momento —regreso de la cocina con una bolsa de papel en mano —¿Podemos comer en la sala? Tal vez ver un poco de televisión mientras tanto…

Si, la compañía de Naruto sería buena para ella.

Sonrió y asintió.

—Como guste y… no se hubiese molestado, Naruto-san.

—¡Por favor! —río — deja de hablarme de "usted". Somos de la misma edad —se sentó en el sofá seguido de la titubeante Hinata —. Sé que Japón es distinto a donde vivo y que sus costumbres también lo son, pero no creo que sea necesario que te refieras a mi de esa manera, Hinata-chan.

Inevitablemente sus mejillas se colorearon al oírlo llamarla de esa forma.

—Pe-pero…

—A mí no me molesta —saco la comida de la bolsa y le dio su plato a Hinata —. Vamos, dime "Naruto" a secas si quieres —abrió sus palillos e igual de rápido abrió su comida.

Hinata tomó sus palillos trémulamente y después lo miró de reojo. El rubio comía con rapidez y gusto, como si no masticara antes de tragar. Eso le preocupo a Hinata, pero no dijo nada porque de cierta manera se veía gracioso.

—Naruto…—susurró su nombre, sintiéndose rara al hacerlo.

—¡Bien! —exclamó con la boca llena. Trago su comida y prosiguió —. Bueno, ahora cuéntame un poco de ti — realmente quería que le contara más específicamente sobre su rara enfermedad. Tenía muchísima curiosidad sobre eso, pero no se atrevía a preguntar directamente. Era bruto, pero no tanto.

—Bueno…—comenzó a jugar con sus palillos —. Soy diseñadora de joyas. Te-tengo mi propia marca —dijo con algo de orgullo y pena en su voz.

—¿De verdad? —preguntó realmente impresionado. Nunca pensó que alguien como ella pudiese tener ese tipo de trabajo. ¡Se suponía que los diseñadores ganaban muchísimo dinero! Incluso se suponía que eran figuras publicas, que salían en revistas y todas esas cosas. Pero, Hinata no hacia nada de eso, no que el supiera. Bueno, tampoco es como si su condición la dejase hacer ese tipo de cosas —¿Cómo se llama tu marca?

—"H.H" —respondió —. Son las iniciales de mi apellido y nombre —dijo al ver su cara de confusión —. Me apellido Hyuga.

—¡Oh! Ya veo —tomó más sushi y comió antes de hablar —¿Qué mas podrías decirme de ti?

—No hay mucho que decir —dijo con pena —. Mejor… cuéntame de ti.

Naruto trato de quitar su mirada de pena y asintió.

—Pues mi padre es dueño de una empresa de productos electrónicos y yo soy el vicepresidente —miró al techo —. Me gusta viajar, las artes marciales, nadar e ir a eventos. Supongo que ya conoces los nombres de mis padres.

—Ino los menciona a menudo —sonrió de medio lado.

—Bien… ¿Qué más puedo decir? —paseo su mirada por la sala —. Tengo dos mejores amigos. Sakura y Sasuke. Son geniales, aún que aveces los desespero un poco. Salí por un tiempo con Sakura, pero…—sonrió con tristeza —no funcionó. Ella ama a mi amigo y aún que él no lo diga, yo sé que él la ama a ella —soltó un suspiro de tristeza —¡Amo el ramen con todo mi ser! —calló al oír una risita de Hinata —¿Qué pasa? —preguntó, temiendo haberse oído ridiculo.

—Es solo que… me di cuenta de donde viene la fascinación de Ino por el ramen.

—¡Espera! ¿A Ino le gusta el ramen? —preguntó con impresión.

—Dice que el ramen la hace sentir en casa.

Una sonrisa se formó poco a poco en el rostro de Naruto.

«En casa, ¿Eh?»

—¡Seguro cuando lo come recuerda a su atractivo hermano! —exclamó junto a un guiño, haciendo reír tiernamente a la chica.

—Por cierto, se parecen mucho —puso uno de sus dedos bajo su barbilla —. Se que son hermanos, y por ende deben de parecerse, pero enserio se parecen mucho. Aun que, Ino tiene los ojos mas claros... y la piel mas blanca — de un momento para otro su tez se sonrojo un poco. Había estado mirándolo fijamente por unos segundos y eso seguro debió de incomodarlo.

—¿Enserio? Y yo que creía que no nos parecíamos tanto —Naruto paso por alto el avergonzamiento de la chica y rasco su nuca despreocupadamente a a par de una risa —. Podría jurar que ella es mas fea.

—Oye... —protesto la Hyuga, aun que quisiese reír ante el ocurrente comentario. Quizá no se parecieran tanto como ella lo percibía, pero ambos tenían esa misma aura de jovialidad que le hacía sentir siempre viva. Esa era una de las muchas cosas que e gustaban de Ino.

Naruto rio.


—Estoy en casa.

Naruto alzo la vista de su teléfono celular y miro a su hermana colgando su bolso en un perchero. La rubia dejo sus llaves en un bol y después cruzo la mirada con Naruto, quien la miraba con una ceja alzada.

—¿De verdad anuncias así tu llegada a las 12 de la noche?

Ino sonrió avergonzada.

—Hinata-chan siempre me espera hasta que llegue —explico —. ¿Cómo esta ella? —camino hasta la sala y se sentó al lado de su hermano. Este bloqueo su celular, soltó un suspiro y se sentó bien sobre el mullido sofá.

—Bien. Ella... aplico la eutanasia a su perro y quizo cremarlo —apunto con su mirada la caja que estaba sobre la chimenea, haciendo que los ojos de Ino se abrieran impactados para que después se humedecieran.

—Pulgoso —murmuro levantándose del sofá para caminar lentamente hasta quedar frente a la pequeña caja —. Se que siempre peleaba contigo porque rompías mis zapatos y echabas a perder papeles de mi oficina, pero... no sabes lo que daría para que esas cosas que hacías no acabaran. Nos vas a hacer mucha falta, Arquero —susurro quebradizamente. Limpio suavemente las lagrimas que escurrieron por sus mejillas y acaricio con las yemas de sus dedos la caja —. ¿Dónde esta Hinata?

—Hace una hora que se fue a dormir a su habitación. En realidad estuvo conmigo toda la tarde. Comimos, charlamos y estábamos mirando la televisión, pero se quedo dormida. Cuando despertó se disculpo y se fue.

—Entiendo —contesto la rubia —. Naruto, muchas gracias. Se que nada de esto es tu asunto, pero aun así has ayudado muchísimo a Hinata y a mi por cuidarla.

—No me agradezcas. Hinata es una chica muy agradable. No me molesta en lo absoluto — y era verdad. Hinata resulto ser mas agradable de lo que pudo imaginar. Nunca imagino que alguien así pudiese llevarse tan bien con su chillona e insoportable hermana.

—Se que esta dormida, pero iré a verla antes de irme a dormir —susurro —. Buenas noches, Naruto. Te prometo que pasare tiempo contigo mañana —le guiño el ojo —. Mañana es sábado, así que no tengo trabajo.

—No me interesa pasar tiempo contigo, solo quiero que me lleves a comer ramen a un buen restaurante —callo al sentir el fuerte golpe que le dio su hermana en la cabeza.

—¡Eres un insensible! —le saco la lengua tal y como lo hacia cuando eran niños pequeños. Volteo su rostro con indignación y después abandono la sala, dejando a un adolorido rubio sobando su craneo.

—Buenas noches, hermanita —soltó con sarcasmo.


El sol iluminaba cada rincón de la espaciosa habitación. Dicho sol entro por entre sus pestañas, haciendole fruncir un poco el ceño. Quiso removerse sobre su cama para encontrar otra posición en la cual pudiese seguir durmiendo sin ese molesto sol, pero un peso extra sobre su cintura se lo impidió por completo. Confundida, revoloteo sus pestañas con dificultad, tratando de acostumbrarse a la luz del nuevo día.

Cuando fue capaz de entender que era lo que impedía que se moviese, sus labios se curvaron en una linda sonrisa.

Ino estaba acostada a su lado vestida aun con su ropa de oficinista y su maquillaje hecho un desastre. Ino jamas se iba a dormir con el maquillaje puesto, eso era un pecado para ella. Debió de haber estado sumamente cansada y las fuerzas seguramente se esfumaron en cuanto toco su cama.

Llevo sus aun somnolientos ojos hasta su reloj digital, el cual apuntaba las diez de la mañana.

¡Era tardísimo!

Se deshizo lenta y cuidadosamente del agarre de Ino, quien se removió entre sueños balbuceando cosas que no entendió. Sonrió divertida y después la arropo bien. Era tarde, pero era el día de descanso de Ino así que como siempre, la dejaría dormir un poco mas antes de levantarla para el desayuno.

Tomo unas prendas de sus cajones y después camino hasta su baño, donde se desvistio y seguidamente se ducho. No pudo evitar comenzar a tararear una de sus canciones favoritas, esa mañana se había levantado aparentemente con un buen animo a pesar de lo que había pasado con Arquero.

Su corazón se estrujo al pensar en lo ultimo, pero rápidamente desecho esos sentimientos. A Arquero no le gustaba verla llorar, el siempre lloriqueaba cuando la veía triste, así que se esforzaría para estar con ese buen animo todo el día.

Ya vestida y con los dientes limpios se dirigió hacia la cocina, donde se puso rápidamente manos a la obra. Sabia que Ino no tardaría en despertar y que tal vez Naruto ya estaba despierto y tenia hambre, así que les haría un buen desayuno a ambos.

Mientras recogía su largo y espeso cabello índigo en una coleta alta, se puso a pensar en lo que posiblemente les cocinaría.

A final, se decidido a hacerle unos hotcakes y una malteada. ¿A quien no le gustaba eso? ¡A todo el mundo le gusta! En especial a Ino, quien ama lo dulce tanto como ella. Rápidamente comenzó a sacar todo de a nevera y todos los trastos que utilizaría. Quería apurarse antes de que alguno de los dos despertaran.

Comenzó a revolver harina, leche y unos huevos en un bol mientras cantaba suavemente esa canción que no podia sacarse de a cabeza por mas que intentara. Aun que bueno, tampoco era como si quisiera sacarla, era demasiado hermosa. La canción concluía una y otra vez, pero ella volvía a cantarla mientras que su labor de cocinar poco a poco acababa.

—Don't you think of me enough? I´ve been burning my heart out.

¿No piensas en mi lo suficiente? He estado quemado mi corazón.

Estaba tan sumida en su trabajo cocinando que no sintió la presencia que estaba tras de ella, observándola y escuchándola cantar mientras se movía ágilmente por la cocina.

—Got to face, return salute. I will run 'cause I'm already saved. You will know you're reborn tonight. Lost spirit, but I stay by your side. Even if my body breaks to the bones.

Me enfrentare y saludare de regreso. Correré porque estoy a salvo. Tu sabes que renacerás esta noche. Pero me quedare a tu lado, espíritu perdido. Incluso si mi cuerpo se rompe hasta los huesos.

Tomo tres vasos de la repisa y vertió en ellos unos cuentos hielos junto al licuado de fresa.

—I don't want to go through that ever again. So cry no more. Oh, my be love.

No quiero pasar por esto otra vez. Así que no llores mas. Oh, mi amor.

Sirvió los hotcakes en los platos, aun sin sospechar que Naruto observaba todo desde el marco de la entrada, absorto en su dulce voz y sus elegantes movimientos.

—Go aheadbe proud and finally live. You are the one, a rising star. You've got a spark to hold. You´re a god.

Adelante, se orgulloso y finalmente vive. Tu eres el único, una estrella ascendente. Tienes una chispa para sostenerte. Eres un dios.

Observo complacida su creación. Todo se miraba absolutamente delicioso y seguramente también lo sabia. Justo cuando iba a dar la vuelta para dirigirse hacia su habitación a levantar a Ino, una voz la hizo quedarse petrificada en su lugar, y por su puesto que no era la de Ino. Trago duro y su rostro comenzó a calentarse. La había escuchado...

—No sabia que hablaras tan bien ingles, ni que cantaras tan bien. Aun que bueno, no es como si supiera mucho de ti, nos acabamos de conocer — Hinata lo escucho reír nerviosamente —. ¿Te molesta que te haya escuchado cantar?

Hinata volteo lentamente, encarando al recién levantado rubio. Llevaba puesto un pantalón de pijama y una camisa azul marino; su cabello estaba hecho un lio aun que no se veía nada mal y sus ojos aun se veían un poco amorriñados.

—Ah —llevo sus temblorosas manos tras su espalda, tomándolas con fuerza para no comenzar a juguetear con sus dedos; habito compulsivo que había desarrollado a través de los años cada vez que se sentía ansiosa o nerviosa —. N-no, en realidad. Solo que... a excepción de Ino, nadie mas me había escuchado hacerlo.

—Ya veo...

Gracias al cielo la tensión en el ambiente desapareció debido a la recién levantada rubia, quien antes de salir se había vestido con su pijama de los sábados.

—Ya le dije que entre a algún casting de talentos o que sea maestra de ingles. También sabe tocar instrumentos, deberías escucharla tocar el piano. A mi me duerme, pero en el buen sentido —Ino estiro sus adormiladas extremidades y salto un suspiro —. Buenos días.

—Buenos días, Ino-chan —sonrió entre aliviada y apenada por todos esos comentarios que había soltado nomas llegar —. Hice el desayuno, tu favorito.

—¡Eres un completo amor! —abrazo a su amiga fuertemente —. No sabes el hambre que tengo en estos momentos.

—No entiendo como no engordas mas de lo que ya estas. Deberías pesar mas de cien kilos después de comer tantísimo.

—Ha habado el que gano una competencia de comida el año pasado.

—Eres una envidiosa porque yo tengo comida gratis en un restaurante por todo un año.

—¿Envidiosa? Yo si puedo pagar mi comida, no necesito ningún tipo de premio.

—¡Yo también puedo pagar mi comida!

—Solo por el buen corazón de papá, quien no te ha corrido de la empresa a pesar de ser un completo flojo.

—¡Repite eso!

El desayuno transcurrió así, entre una pelea cómica de ambos hermanos y una chica que solo podía contemplarlos y reír ante sus ocurrencias. Mientras comía tranquilamente y observaba a ambos, no pudo sentirse mas feliz. Sin embargo, esa felicidad se opaco poco a poco al pensar en el futuro no muy lejano que le deparaba una vez que Ino se casara.

De un momento a otro, se visualizo a si misma sentada ahí mismo, sin esas dos personas frente a ella.


Continuara...

N/A: POR FIN, DESPUES DE MUCHO TIEMPO, HE PODIDO ACTUALIZAR UNA DE MIS HISTORIAS. No tengo excusa, solo que mi laptop se daño y blablabla.

Ojala les haya gustado, no promero nada, pero tratare de actualizar mis demas historias pronto.

AGRADECIMIENTOS A CADA UNO DE LOS COMENTARIOS, PERDON POR HACERLOS ESPERAR.

El nombre de la cancion es: Call of Silence. Si han visto Shingeki no Kyojin, ya saben de donde la saque.