Capítulo 5. Muriendo lento. Segunda parte.

Marie miró de manera muy amenazadora a todos los que se encontraban en el auditorio en ese momento. Más le valía a nadie no atreverse a audicionar, porque lo pagaría caro. Ella siempre era la protagonista de cada musical y así sería mientras ella estuviera en la Secundaria Oficial de Hamburgo. Y Jean siempre era su pareja indiscutible, siempre (así como Lily y Genzo en los fics de cierta obsesionada autora). Muchos decían, en son de broma, que si Marie Schneider pudiera, interpretaría ella sola todos los musicales sin Jean.

- ¿Hay alguien que quiera audicionar para los papeles de Oberón y Titania?.- repitió la señorita Green.- ¿Nadie?

Nadie dijo nada. El silencio era tan puro que hasta se escuchaban a los grillos cantar. La señorita Green suspiró.

- Bueno, pues entonces verán los resultados de las audiciones el día de mañana en la pizarra de anuncios.- dijo ella.- Buena suerte a todos.

- No necesitamos suerte.- comentó Jean.

- Claro, somos los mejores, y la suerte es para los mediocres.- añadió Marie.

La chica pianista lo dudó un poco, pero después agarró sus papeles y se dirigió hacia Marie y Jean.

- Disculpen, pero creo que debemos hablar de las canciones.- dijo la chica.- Es solo que se le hicieron muchas modificaciones a la música y...

- ¿Perdona, quién eres?.- Marie miró a la chica de arriba abajo.

- Eh... Me llamo Elieth Shanks, yo escribí todas las canciones de este musical... .- respondió la chica.

- ¿Y ya por eso te sientes con el derecho de hablarme de esa manera?.- bufó Marie.- A ver, niña, ¿cuántas obras has tenido el privilegio de adornar con tus cancioncillas?

- Pues... Ésta es la primera... ..- murmuró Elieth.

- ¿Sabes en cuántas obras escolares he actuado yo?.- gruñó Marie.

- No...

- Diecisiete.- respondió la rubia.- He sido la protagonista de diecisiete obras escolares y todas han sido un éxito gracias a mí. Soy la reina aquí, ¿y te atreves a llamarme la atención? Perdóname, pero tienes mucha suerte de que yo protagonice la obra que tendrá tus canciones, gracias a mí, alguien te va a conocer. Te pondremos en el mapa, querida, así que no quiero volver a escuchar que he modificado tus canciones. ¿Te ha quedado claro?

- ¡Sí, señora!.- exclamó Elieth, algo asustada.- Perdón, Marie...

- Más te vale.- la chica miró con desdén a Elieth y se marchó.

Jean hizo un gesto similar antes de seguir a su compañera. Elieth suspiró. Ya todos se habían retirado y la señorita Green estaba por marcharse cuando Lily apareció corriento frente a ella.

- Señorita Green, quiero audicionar.- dijo la mexicana.

- No, no, no, ¿qué haces?.- Genzo se llevó las manos a la cabeza.

- La puntualidad es importante en el teatro, señorita Del Valle.- contestó la señorita Green.- Las audiciones para los papeles de solistas han terminado ya.

- Será una audición a dueto.- Genzo no supo de dónde rayos le salió el valor para hablar.- Cantaré con ella.

- También esa oportunidad ya pasó, señor Wakabayashi.- replicó la profesora.- Pedí en tres ocasiones que se presentaran aquellos que querían audicionar para los papeles estelares y no se presentaron.

- Solo fueron dos ocasiones.- replicó Genzo.

- Sea como sea, señor Wakabayashi.- insistió la profesora Green, frunciendo el entrecejo.- Ya es muy tarde.

- Tiene que darle una oportunidad a Lily.- insistió Genzo.- Tiene una voz hermosa...

- Entonces ya la escucharemos en el próximo musical, señor Wakabayashi.- gruñó la profesora Green.- Las audiciones para este musical ya terminaron.

La señorita Green se dio la vuelta y se marchó por el corredor. Lily y Genzo suspiraron. Quizás era mejor así... Alguien hizo ruido en el escenario y entonces ellos vieron a Elieth recogiendo sus partituras, que habían caído al suelo. Genzo y Lily corrieron a ayudarla.

- Toma.- dijo Lily, dándole un par de partituras.

- Gracias.- sonrió Elieth.

- Tú eres la compositora.- comentó Genzo.- De las canciones de la obra.

- Sí.- asintió Elieth, suspirando.- Aunque de todas maneras me veo sometida a los deseos de su majestad...

- Supongo que hablas de Marie Schneider.- Genzo frunció el entrecejo.- No me agradó la manera en como te habló. Se supone que tú aquí eres quien manda.

- Pues no lo creo.- negó Elieth.- Tengo "suerte" de que ella vaya a cantar mis canciones.

- Eso no tiene por qué ser así.- opinó Lily.- Si te escogieron para ser la compositora, fue por algo. Tú deberías de decidir qué se hace con tus canciones y qué no.

- Además, por lo que vi, eres una gran compositora.- añadió Genzo.

- Gracias.- Elieth sonrió.- Son ustedes muy amables. Por cierto, me llamo Elieth Shanks. Soy francesa, vengo como estudiante de intercambio.

- Al igual que yo.- sonrió Lily.- Aunque yo vengo de México. Soy Lily Del Valle.

- Pues ya somos tres los que venimos de tierras lejanas.- sonrió Genzo.- Yo soy japonés. Genzo Wakabayashi, mucho gusto.

Genzo, Lily y Elieth se sonrieron, y ya entre los tres habían recogido todas las partituras y se habían dirigido al piano. Elieth se sentó y de repente tuvo una idea.

- ¿Quieren saber cómo se escucharía en realidad esa canción?.- preguntó ella.

- Claro.- asintieron Genzo y Lily, con una sonrisa.

Elieth les pasó a ambos una hoja con la letra de la canción escrita y ella comenzó a tocar en el piano una melodía mucho más suave y lenta que la que había tenido la canción que cantaron Marie y Jean. Cuando llegó el momento, Genzo comenzó a cantar:

Si tú no estás dame una razón...

Lily entonces aprovechó para entrara cantar después de él, con su suave voz de ángel. Genzo y Lily cantaron entonces a dueto. Elieth estaba extasiada, su canción se escuchaba maravillosa en las voces de esos dos muchachos. La profesora Green había olvidado su bufanda en el auditorio y regresó por él cuando escuchó dos voces maravillosas que no parecían de este mundo...

Al final, la canción terminó con el piano de Elieth. Ella aplaudió, emocionada.

- Ustedes son excelentes cantantes.- comentó Elieth, maravillada.- ¿Por qué no se presentaron a las pruebas a tiempo?

- No nos atrevimos.- comentó Lily.- Es solo que ninguno de los dos había hecho esto antes...

- Y pues como que no estábamos seguros... .- añadió Genzo.- En fin, quizás fue mejor así...

Sin embargo, se escuchó un fuerte aplauso proveniente de las gradas. Genzo, Lily y Elieth volteraron, sorprendidos, y vieron a la profesora Green frente a ellos.

- Wakabayashi, Del Valle, harán la segunda prueba.- anunció la profesora Green.- Prepárense. Señorita Shanks, por favor practique con ellos y enséñeles la canción del segundo acto. Quiero que estén tan preparados como Schneider y Lacoste para la segunda audición.

- Sí, señora.- asintió Elieth, muy emocionada.

- Bien.- la señorita Green asintió y se marchó.

Genzo y Lily se miraron, atónitos, y después miraron a Elieth.

- ¿Pasó lo que creo que pasó?.- comentó Genzo.

- ¿En verdad estamos en la segunda audición?.- se sorprendió Lily.

- Claro que lo están.- sonrió Elieth.- ¡Felicidades! Ojalá y ganen los papeles principales. ¡Me gustaría tanto que ustedes cantaran mis canciones!

- Pues, este... .- Lily estaba nerviosa.- Nunca antes había hecho algo similar...

- ¿Y crees que yo sí?.- bufó Genzo, algo nervioso también. ¿Qué dirían sus amigos?

- No importa, yo los ayudaré.- replicó Elieth.- Siempre estoy aquí a la hora del almuerzo, podremos practicar a esas horas, o quizás después de clases. Es más, tengo un piano en mi casa, podríamos reunirnos algunas noches para practicar y cenar allá.

- Supongo... .- musitó Genzo.

- Creo que sí... .- murmuró Lily.

Ambos salieron del auditorio, después de que Elieth les hizo prometer a ambos que irían a la hora del almuerzo para practicar con ella y que usarían también sus horas libres. Tanto Genzo como Lily llevaban partituras de la parte que debían de aprenderse.

- ¿Qué pasó ahí dentro?.- preguntó Lily, cuando se le hubo pasado la impresión.

- No estoy muy seguro.- admitió Genzo.

- Ya no vuelta de hoja.- comentó ella.

- Ni marcha atrás.- añadió él.

Ambos se miraron a los ojos y sonrieron. No importaba, estando los dos juntos no habría por qué preocuparse.

- Supongo que quizás te gustaría más audicionar con Marie, ¿no?.- comentó Lily, desviando la mirada.

- ¿Por qué dices eso?.- Genzo se sorprendió.

- Me han dicho que ella empezó a jugar fútbol solo por ti, para gustarte.- respondió ella, escogiendo cuidadosamente sus palabras.- Y qué tú... Bueno, le harás caso porque no puedes fijarte en nadie que no sea deportista; futbolista, más específicamente hablando.

- Pues debo reconocer que en algún momento ella me gustó.- admitió Genzo.- Quizás porque era deportista, lo reconozco, pero ahora que lo pienso bien, no encuentro un buen motivo para que me siga gustando ahora. Es decir, la veo comportarse con los demás y me doy cuenta de que no basta con que sea futbolista... No sé, vi como trató a Elieth y me sorprende que en algún momento Marie me haya llamado la atención... Me hace pensar si en algún momento yo no habré sido igual de petulante que ella...

- Algunos piensan que sí.- suspiró Lily.- Pero yo creo que en el fondo eres buen muchacho.

- ¿En serio dicen eso de mí?.- Genzo se sorprendió.

- Pues sí, creen que eres petulante y engreído, cosa que hasta el momento yo no he notado.- asintió Lily.- Creo que eres muy agradable.

- Gracias.- Genzo sonrió.- Yo creo que tú eres muy dulce...

Lily soltó una risilla nerviosa. Genzo la ponía nerviosa, para qué negarlo, pero al mismo tiempo la hacían sentirse tan cómoda que no quería estar lejos de él. Leonardo apareció a lo lejos y sonrió maliciosamente al verlos. Claro, los otros dos estaban tan embobados el uno con la otra que no se dieron cuenta de la presencia del muchacho.

- Hola, Wakabayashi.- Leo llegó a abrazar a su hermana.- ¿Qué tal se porta "Pucca" contigo? ¿No se te ha lanzado aun a los brazos intentando comerte a besos?

- ¿Qué cosa?.- Genzo parpadeó, perplejo.

- Nada.- Lily, muy colorada, le dio un codazo a Leo en las costillas.- No le hagas caso...

- ¿Por qué le dices Pucca?.- quiso saber Genzo.

- Pues porque ella está tan obsesionada conti... .- comenzó a decir Leonardo, pero Lily le dio un fuerte pisotón.- ¡Auch!

- No le hagas caso.- Lily soltó una risilla nerviosa.- Mejor ya nos vamos, es tarde ya. Nos veremos después, Gen. Despídete, Leo.

El muchacho estaba tan ocupado sobándose el pie que solo pudo gruñir a manera de despedida. Genzo soltó una carcajada al tiempo que Lily se llevaba a su hermano prendido de una oreja. Los Del Valle le agradaban mucho, sobre todo Lily, que despertaba en el japonés un sentimiento de ternura nuevo y desconocido para él... Nada podría salir mal si ella estaba con él en la segunda prueba...

Pero a la mañana siguiente, la bomba estalló. Marie Schneider soltó un grito que se escuchó hasta la Patagonia cuando vio los resultados de las audiciones en la pizarra.

- ¿SEGUNDA PRUEBA?.- gritó Marie.- ¿ES ESTO UN CHISTE O QUÉ?

- No puede ser... .- murmuró Jean.

Sin embargo, el anuncio en la pizarra era de lo más claro: Habría una segunda prueba para los roles de Oberón y Titania dentro de una semana. Y los aspirantes a dichos papeles eran las parejas conformadas por Marie Schneider y Jean Lacoste y Genzo Wakabayashi y Lily Del Valle.

- Esa Del Valle... .- gruñó Marie.- ¿Qué se cree? ¿Qué no se supone que es una nerd? ¡Pues que se dedique a estudiar, no a participar en audiciones para mí obra!

- Nuestra obra.- corrigió Jean.- ¿Y qué me dices de tu Wakabayashi? Se le zafó un tornillo a tu querido portero japonés.

- No puedo creerlo.- Marie estaba que echaba chispas.- ¡Tiene que ser una broma! Iré a hablar con la profesora Green.

Claro, no lo era. La señorita Green confirmó lo de la segunda audición, diciendo que las voces de Genzo y de Lily competían con las de Marie y Jean, cosa que puso mucho más furiosa a la alemana. El chisme de que Genzo Wakabayashi, portero estrella del equipo de sóccer del Hamburgo, y Lily Del Valle, recién nombrada presidenta del Club de Ciencias, audicionarían para los papeles principales de la obra musical de la escuela, se corrió como reguero de pólvora. Toda la escuela murmuraba, comentaba, intercambiaba opiniones.

- No podemos permitirlo.- gruñó Jean.- Si Wakabayashi participa, los futbolistas lo apoyarán y se adueñarán del teatro.

- Y si Lily termina por engatusar a mi Genzo y logra salir con él, los nerds se unirán a los deportistas y sería un caos.- añadió Marie.- Ellos tomarán el control de la escuela.

Marie y Jean se miraron fijamente.

- Tenemos que impedirlo.- dijeron ambos, al unísono.

De pronto, como si la osadía de Lily y Genzo les hubiera dado el valor, muchos estudiantes catalogados en un status comenzaron a revelarse. Una chica del club de ciencias, gran experta en matemáticas, confesó ser una apasionada de la música hip hop. Sus compañeros la hicieron callar casi a gritos.

- Suficiente tenemos con Lily.- suspiró Marlene.

Uno de los integrantes del Club de Mecánica confesó entonces el ser un virtuoso del violín. Sus amigos le dijeron que ni se le ocurriera mencionarlo en público.

- Sería una vergüenza.- dijo uno de ellos.

El colmo quizás fue Karl Heinz Schenider, el cual confesó ser amante de la repostería. Al parecer, su madre le había heredado esa peculiar cualidad...

- Tienes que estar bromeando, Schneider.- gruñó Kaltz.- Ya suficiente tenemos con los deseos de Wakabayashi de participar en esa obra musical.

- Bueno, solo comentaba... .- replicó Karl.

- Pues no lo hagas.

Ese día, en el almuerzo, Genzo y Lily fueron el blanco de miradas. Genzo, que estaba acostumbrado a ser el centro de atención, no le tomó mucha importancia y se dedicó a ignorar los reproches de Kaltz y los comentarios de Schneider, pero Lily no soportaba la presión. Marie Schneider parecía acribillarla con la mirada.

- ¿Por qué todos te están mirando?.- preguntó Lily a Marlene.

- A mí no.- replicó Marlene.- A ti.

- ¿A mí?.- Lily puso cara de pánico.- ¿Por lo de la segunda prueba? Ay no, no soporto ser el centro de atención...

Marie se dirigió a la mexicana con el fin de decirle unas cuantas verdades, pero ella estaba tan nerviosa que sin querer le tiró su almuerzo a la chica en su suéter nuevo de cachemira.

- ¡Mira lo que hiciste!.- gritó Marie, furiosa.- ¡Eres una desgraciada! ¡Que todos se enteren de que Lily Del Valle intenta sabotearme!

- No fue a propósito.- intentó disculparse Lily.

- ¡Me las vas a pagar, mexicanita!.- gritó Marie.- ¡De ésta no te salvas!

- Ya cállate, Marie.- Genzo intervino, muy molesto.- Fue un accidente. Déjala ya en paz.

Marie se quedó atónita, al igual que el resto de la escuela. Era la primera vez que Genzo le llamaba la atención a Marie en público...

Y todo era por causa de Lily Del Valle.

Notas:

- Elieth Shanks es un personaje creado por Elieth Schneider.