Bueno, este capítulo sólo recibí un review ¬¬ jeje que supongo que es por mi culpa por tardar tanto en actualizar T.T pero comprendan que la escuela no me dejaba! Buuu!!! Si le echan la culpa a alguien, échensela a la escuela XD jajaja... Bueno, ya respondí mi único review por responder... Gracias Naiala-Aries!!!!
Bueno... este capítulo está lleno de sorpresas, espero les guste!
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La pesada puerta de cedro se abrió violentamente hacia dentro Murtagh se quedó helado de la sorpresa al ver quien estaba dentro…
Una chica no muy alta de unos años menos que Murtagh, un poco morena, labios carnosos, de cabello negro y ondulado a media espalda y cadera y pecho ancho pero de cuerpo ligero estaba enrollándose una toalla alrededor de su cuerpo.
La chica volteó enojada hacia el intruso y Murtagh pudo ver sus brillantes ojos negros y algo rasgados, lo que le daba un aspecto exótico.
-¿Quién demonios te crees?,-espetó la chica muy molesta, caminando hacia la puerta en la que se encontraba Murtagh y apretando la toalla contra su cuerpo aún más.- ¡No puedes entrar así como así a la habitación de una chica! Y mucho menos cuando está en una situación así!,- siguió empujándolo hacia la salida.
Murtagh seguía anonadado y con la espada en mano y al final pudo pensar claramente.
-¡Hey! Soy yo quién debería estar molesto! Estás usando MI habitación!
-¡Por supuesto que no! A mi me mandaron hacia la segunda habitación y aquí estoy!
- Lo siento, querida,-dijo Murtagh con sarcasmo.- Pero ésta es mi habitación y no creo que quieras que vayamos con el rey, quien no tiene compasión con los sirvientes…-. Terminó Murtagh tratando de asustar a la chica dándole una vuelta a su espada entre sus manos.
-¿A quién crees que le llamas sirviente?,-preguntó la chica con tono amenazante sin fijarse siquiera en Zar'roc.-Tengo más poder del que tú tienes aquí, mocoso.
-¿Sabes con quién estás hablando?,- le preguntó Murtagh apuntándola con el dedo, ya empezaba a perder la poca paciencia que había acumulado ese día.- Si tú…
Murtagh por fin cayó en la cuenta del error…
-Espera… ésta no la segunda habitación. Es la primera.- dijo Murtagh alzando una ceja.
-No creas que…- empezó la chica quien poco a poco fue cayendo en la cuenta y abrió los ojos con pánico viendo su error…- Bueno, en ese caso… lo siento,- soltó la disculpa como si le costara la vida y desvió la mirada hacia un lado y se puso la mano derecha tras el cuello.
- El castillo es bast…- empezó Murtagh hasta que algo asomó su memoria…
Él cuando era niño, poco después de que le hicieran su cicatriz en la espalda, jugando a ser jinete y montar dragones con la hija de otro de los Apóstatas, del llamado "segundo Apóstata" ya que era uno de los mejores amigos de Morzan y el que murió justo antes de éste. De igual manera se unió a Galbatorix casi en el momento en que Morzan lo hizo. Decían que Waël y Morzan eran la mancuerna más peligrosa de Alagaësia, ya que ambos eran igualmente hábiles con la espada y con la magia. Waël seguía a Morzan ciegamente, nunca dudó de su palabra, y eso hizo que Waël cavara su propia tumba.
Murtagh recordaba como aquella chiquilla unos años menos que él, morena y de pelo negro como la noche hacía ciertas veces que su existencia fuera menos difícil. Recordó como cada vez que entraban al comedor corriendo los reprendían fuertemente a los dos, mientras la niña se balanceaba sobre sus pies, desviaba la mirada, se ponía la mano tras su cuello y pedía disculpas. Pero era imposible… no podía ser…
-¿Sheila?,-preguntó sorprendido.
La chica alzó la mirada lentamente y miró a Murtagh a los ojos con desconfianza calculadora. Entonces el recuerdo chispeó en su rostro y su rostro de pómulos prominentes se desencajó por la sorpresa.
-¿Murtagh? No puedo creer que sigas aquí! Como es posible que… Pero tú ibas a… ¿Qué haces aquí?,- preguntó al fin siguiendo en el lugar exacto en el que se encontraba.
-Lo mismo pregunto yo. Tiene tanto tiempo. Un día desapareciste con tu padre… Morzan… quiero decir, mi padre me dijo que Waël tenía cosas que arreglar fuera del castillo… De eso tiene… ¿15 años?
-Casi 15 años, Murtagh… Me alegro tanto de verte.- dijo Sheila lanzándose al cuello de Murtagh.
-No has cambiado en nada. Bueno… en tu actitud… Creo que creciste sólo un poco desde la última vez que te vi…
Sheila puso cara de pocos amigos.
-Bueno, ya que arreglamos todo el embrollo de la habitación, creo que lo mejor sería irme a la mía. Y por favor, deja de ser tan paranoico y baja esa espada… No me asustaste para nada.-dijo la morena burlándose.- Además deberías saber que entrar en la mente de alguien sin su permiso es de mala educación… Más bien, tratar de entrar en la mente de alguien…
Murtagh vio que seguía apuntando su espada, por lo que la bajó y puso los ojos en blanco.
-Debo de admitir que tus defensas son muy fuertes… Además pensé que eras un espía o algo parecido…
-De verdad… Deberías de dejar de ser tan paranoico,- recomendó.- Espero que mañana hablemos…-dijo Sheila antes de cerrar la puerta con una sonrisa sincera. Una de esas sonrisas que Murtagh no recibía desde hacía mucho.
Sheila era la única amiga que había tenido Murtagh. Siempre le habían enseñado a ver a las mujeres como personas menos importantes que los hombres. Pero él nunca había visto a su amiga como una mujer, ya que hacía lo mismo que él, jugaba con él e incluso no la recordaba como una persona muy femenina. No le gustaba usar vestidos y si los usaba los ensuciaban con lodo.
Murtagh soltó una sonrisa triste recordando uno de sus pocos momentos felices en la vida.
Sólo tenía una pregunta rondando en su mente: ¿qué hacía Sheila en el castillo? Que él supiera, luego de que Waël murió, Galbatorix dejó a la esposa de su "amigo" y su hija sin nada y las escondió en algún lugar de Alagaësia, ya que sabían demasiado para ser mujeres. Alguna vez escuchó decir a Morzan que ellas ya no eran necesarias hasta el momento adecuado. En ese momento le encontró el mismo significado que ahora, ninguno.
Se recostó en su cama con un poco de tranquilidad y enseguida Espina se comunicó con él.
"Pareces feliz",-dijo el dragón con cierto recelo.
"¿Y eso es malo?",- preguntó Murtagh con frialdad.
"Lo menos que necesitas ahora es una distracción, Murtagh. ¿Qué sucedió?"
Murtagh suspiró hastiado y le pasó a Espina todo lo que había sucedido desde que se encontró con Sheila. Al terminar, Espina lanzó un sonido parecido a la risa.
"Qué rápido eres, Murtagh"
"No pienso hacerle nada, Espina",- contestó a la defensiva Murtagh ofendido.
"¿Ah, no?"
"Por supuesto que no. La conozco de hace tiempo y estoy bastante que ella no es de ésas chicas. La educaron casi tan bien como a mí y no deja que nadie pase sobre ella."
"Estaría bien para pasar tu noche"
"¡Que no, Espina! ¿Podrías dejar de pensar esas cosas?... Lo que me intriga es por qué Galbatorix la tiene aquí, ya te conté lo que pensaba de las mujeres, ¿no?"
"Algo recuerdo…"
"Pues por eso. Es demasiado extraño que la tenga cerca. Aunque si es que la veo mañana trataré de preguntarle por qué está aquí"
"Bien planeado. Esperaremos por mañana"
Murtagh perdió la conexión que tenía con Espina y cerró sus ojos para tratar de dormir.
Tuvo sueños en lo que se veía de pequeño jugando con Tornac, luego cambiaban y se veía en la batalla de los Llanos Ardientes. No pudo conciliar el sueño hasta un par de horas antes del amanecer, cuando el castillo empezaba a despertarse y había movimiento en toda habitación.
Murtagh se encontraba acostado en su cama jugando con una bola de papel cuando alguien tocó la puerta de la habitación.
-Adelante…-respondió con voz grave.
Sheila asomó su cabeza a través de la puerta.
-Wao… que serio te has vuelto… Me sorprendes,- dijo burlonamente mientras entraba caminando con solemnidad.
Murtagh se sorprendió en cuanto la vio entrar.
-¿Un vestido?,- preguntó alzando una ceja.
Sheila estaba usando un vestido de tan fina manufactura que ni siquiera Murtagh había visto usar a la reina de los vardenos. Era escotado, entallado y largo, de un color rosa oscuro que hacía parecer su piel más clara y acentuaba su bien formada figura.
-No eres el único que ha cambiado, Murtagh,- respondió la chica con tranquilidad.- Ya no somos niños y tenemos que ver por nuestros intereses-. Terminó señalándose su vestido.
Murtagh la observó un momento y enarcó las cejas antes de preguntar.
-¿Qué estás haciendo aquí?-
Sheila evaluó con una mirada al joven antes de responder.
-El rey me trajo aquí…
-¿Por qué?,- preguntó, invitándola con un gesto de la mano a sentarse. Sheila se encontraba parada con los brazos cruzados sobre su pecho
-No lo sé,- comentó exasperada., sentándose en una esquina de la cama.- Un día llegó un mensajero diciendo que el rey solicitaba mi presencia en Urû'baen lo más pronto posible, así que tomé mi caballo y vine…. Hasta ahora no he hecho nada, pero aunque no veo al rey a veces me manda regalos…,- dijo señalando el vestido.- O algún acompañante para enseñarme magia… Ya sabes cómo es esto…
Murtagh asintió con la cabeza en silencio y pensó en todo lo que había escuchado.
-¿Cómo está tu madre?,- preguntó al fin.
Por un momento pareció que una mueca de dolor cruzaba por el rostro de Sheila.
-Murió hace 2 años,- respondió en voz baja.
-Lo siento,- dijo Murtagh con pesadez. Había conocido a Cecille muy poco, pero la mujer no transmitía otra cosa además de ternura y amor por su hija y Waël. Había sido muy amiga de su madre, Selena y había sido casi igual de utilizada por su marido.- Y… ¿qué has hecho desde eso?,- preguntó al fin.
-He vivido sola, obviamente, -respondió.
- Por supuesto… ¿no te han dicho para qué estás aquí?
-No sé nada, pero el rey insiste en tenerme como su invitada…
-Entiendo… ¿Qué sabes de la situación del imperio?
- Muy poco, en realidad… Todos insisten en que las mujeres de no deben entrometerse en estos asuntos… Y mucho menos las de "buena cuna",- respondió diciendo las últimas palabras como si fueran una burla y haciendo una mueca de disgusto, por lo que Murtagh soltó una sonrisa de diversión.- Pero no esperarás que me quede sentada tejiendo, ¿verdad?-.
-De hecho, te imaginaba más bien cocinando,- bromeó. Sheila soltó una carcajada que hizo que Murtagh se riera también.
-Pues no es así,- respondió al fin.- Sé de la aparición de un jinete de Carvahall, Eragon, que es aliado de los vardenos y se enfrentaron al rey en los Llanos Ardientes, que fue cuando otro jinete misterioso del Imperio hizo aparición sobre un dragón rojo…,- dudó sobre si continuar mientras miraba de reojo a Murtagh, quien bajó la mirada. – Lo único que no entiendo es por qué lo hiciste…,- siguió diciendo.
-Cómo tú dijiste, ya no somos niños y tenemos que ver por nuestros intereses… Mis convicciones han cambiado tanto por elección mía como por obligación y destino…,- dijo en un susurro.
- Entiendo,- respondió la morena dudando.
Hubo un silencio incómodo entre los dos que fue roto por Murtagh.
-Y, ¿qué harás hoy?,- preguntó cambiando el tema bruscamente.
-Bueno, hoy cenaré con el rey…
-¿Con qué motivo?,- preguntó juntando las cejas.
-¿No lo recuerdas?,- preguntó con fingiendo estar molesta.- Hoy es mi cumpleaños…
-¿Cuántos años cumples?,- preguntó Murtagh empezando a entender.
-Diecio…
-Señor,- interrumpió un guardia entrando por la puerta,- el rey pide verlo inmediatamente… Señorita,- dijo al notar a la joven, mientras se inclinaba en señal de respeto.
-Ahora voy,- contestó Murtagh cortante.
-El rey pide que sea enseguida y ordenó que lo lleve personalmente sin retraso alguno, señor.
Murtagh suspiró enojado.
-Disculpe la molestia, señor, pero son órdenes del rey.
-Muy bien,- dijo levantándose y mirando a Sheila con preocupación, quien mantenía un rostro impasible.
-Creo que tendremos que hablar luego,- dijo la morena, saliendo de la estancia mientras el guardia inclinaba la cabeza mientras pasaba.
-Luego será,- murmuró para sí mismo Murtagh mientras se ponía se pie.
Salieron de la habitación y caminaron hasta la Sala del Trono, donde el rey ya lo esperaba junto con los pocos generales de su ejército que habían sobrevivido a la batalla de los Llanos Ardientes, sentados alrededor de una mesa. Todos menos el rey se pararon en el momento en el que Murtagh entró a la habitación, donde caminó hasta ocupar su lugar a la derecha del rey.
En cuanto se sentó, los demás lo hicieron también.
-Ahora que estamos todos,- comenzó el rey.- Tengo un anuncio muy importante tanto para nosotros como para el Imperio…
Acababa de empezar la reunión y Murtagh ya empezaba a aburrirse…
"Una junta más, Espina",-le dijo a su dragón con aburrimiento.
"Supongo que después de tu plática con tu "amiga", todas te parecerán aburridas… Gracias por invitarme a tu conversación",- bromeó.
"Cállate… Es una vieja amiga, nada más. No te entrometas, ya te contaré los detalles después… "
"¿Descubriste por qué está aquí?"
"No. Ni siquiera ella lo sabe. Un día la llamaron y tuve que venir."
"Es bastante raro."
"Y que lo digas. Y no soy tan estúpido como para preguntarle al rey".
Entonces el rey subió el tono de voz para llamar la atención de todos.
-… Lo que estamos a punto de hacer es definitivamente el triunfo de nuestro gran Imperio sobre los que lo quieren destruir. Además de contar con éste gran jinete,- dijo señalando hacia su derecha a Murtagh, quien asintió en forma de formal agradecimiento,- contaremos con un arma con la que los vardenos no cuentan…
Murtagh comenzó a interesarse en las palabras del rey.
"Esto no huele nada bien…",- empezó a decirle a Espina.
"Pon atención, esto será importante."
-… Un arma que sin duda nos garantiza la victoria segura… Contaremos con un nuevo jinete…,- terminó el rey con la voz cargada de suspenso.
Mientras los demás hablaban emocionados los unos con los otros, Murtagh se quedó pasmado.
"No puede ser…"
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Bueno, como sé que son muy inteligentes supongo que ya sabrán quien es el nuevo Jinete del Imperio no?
jajaja Espina anda de libidinoso XD jajajaja Ya quería que Murtagh agarrara a su amiga de una noche jajajajaa HOMBRES!!! TODOS SON IGUALES!! ¬¬ XD jajaja Bien ardida! XD Eso sucede cuando uno no tiene pareja para San Valentín ¬¬ Bueno... con los amigos basta... XD
Bueno, metí a Sheila, que fue amiguita de Murtyy! XD jaja a fuerza tenía que meter algún personaje nuevo no? Sino el fic no tendría chiste XD jaja En fin... todávía faltan bastantes sorpresas... Y si se dan cuenta, este capítulo es más largo que el anterior, para compensarlos! Prometo no tardar tanto en actualizar de nuevo!!! Y si tardaré avisaré XD jajajajaa Bueno... y que opinan de Sheila? Tengo que saberlo!! No es la clásica niña malcriada rubiecita ojos azules altura de modelo y que si se rompe una uña se desmaya!! NooO! Es una verdadera SUPER WOMAN! XD Por lo menos desde mi punto de vista!! Y me quebré tanto la cabeza buscandole un nombre :S jeje, pero al final lo encontré en un diccionario de nombres irlandeses :D junto al de Murtagh!!! Bueno... Yo soñé con el encuentro de ella y Murtagh! Sí! Lo mismo que escríbí lo soñé!! XD Fue tan geniaal!!
Bueno, dejen opiniones y review!
Besos!
