Pareja: BryanXTala

Género: Romance -Shounen ai-.

Disclamer: Beyblade ni ninguno de sus personajes me pertenecen, todos son de Aoki Takao.

Dedicatoria: Dejaré que esto sea un bello secreto.

Ya había mencionado que este fic es para conmemorar que mi cuenta de ff cumplió 4 años el pasado 19 de Agosto. ¡Felicidades a mí!

Gracias por los revs a:

Nadeshda Vyacheslav (Mi lectora beta)

Hio Ivanov

Alexa Hiwatari

Ginny –Flor de Cerezo-

H. Fanel

GabZ

Brychat

Kaily Hiwatari

Nekot

Sasaku Ivanovich

¿Qué creen? ¡Pasé! Mi maestro se apiadó de mí y me pasó xD. Así que rebosante de alegría les comparto el cap 3. Espero que les guste. Y la buena noticia es que sigo en mi periodo de inspiración, así que a escribir.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Bajo Cero

Por Addanight

A todos nos gustaría pensar que cuando se encuentra el amor, todo se vuelve maravilloso, sin embargo esa no es la realidad.

A veces quisiéramos creer que la presencia del ser querido hará perfectos cada uno de nuestros días, pero dicha idea también carece de fundamento.

No hay relaciones perfectas, sólo personas dispuestas a aferrarse al ser amado a pesar de los problemas…

Capítulo 3: Desde Cero

Y para el pesar de ambos jóvenes, la noche que con tanta calma les había abrazado, se marchó. Ninguno de los chicos debía ir a trabajar aquel día, puesto que era domingo. Y sin embargo unas cansadas y árticas orbes se abrieron cuando aún el sol no terminaba de iluminar el cielo. Las oscuras marcas bajo sus ojos evidenciaban el escaso sueño que había obtenido. Sin desear separarse del calor que aquellos brazos le proveían, permaneció en aquel lecho a pesar de que sabía que no podría volver a dormir.

Era tan difícil. Todo se les había complicado. ¿Qué debía hacer? No quería abandonar a Kuznetzov, pero tampoco se iba a quedar ahí esperando el momento en que su cariño se convirtiera en odio. De pronto, una idea llegó a su mente, como si la luz matutina le hubiese inspirado. Eso era lo que tenía que hacer. Con eso decidido, el joven se separó del cuerpo de su amante y comenzó a recoger sus cosas. Esta vez haría la maleta como era debido. Dos horas después, el pelirrojo reingresó a aquella habitación, dejando su maleta lista a un lado de la pared. Fue entonces que notó como dos lavandas orbes comenzaban a abrirse.

"Tenemos que hablar Bryan." Comentó el pelirrojo tomando asiento en su cama. Había tantos recuerdos en aquella cama, en las paredes y en las mismísimas sábanas. Todo el lugar tenía impregnada la esencia de ambos. Los buenos y malos ratos estaban adheridos a todos aquellos objetos que habían presenciado dichos eventos.

"Lo sé." Respondió el dueño del halcón.

"Lo he pensado mucho y creo que lo mejor es separarnos." Mencionó Tala, es cierto que aquellas palabras no distaban mucho de las que la noche anterior había pronunciado y sin embargo, su significado era muy diferente.

"No empieces con eso Yura, al menos, démonos una segunda oportunidad antes de rendirnos." Suplicó Boris.

"Precisamente por eso creo que debemos separarnos." Mencionó el chico de ojos azules.

"No te entiendo." Admitió el mayor de los rusos.

"Terminemos." Fue la única palabra que salió de los labios y Tala. Pero ese pequeño conjunto de letras había sido suficiente para herir gravemente al ojilavanda.

"No, Yura…" Empezó a decir Bryan, pero se quedó sin palabras. Aquello no podía terminar así. No debía. Y sin embargo, su cerebro estaba tan asustado, tan dolido que no podía formular una simple oración. Obviamente, tampoco era capaz de dar a su chico una sola razón para quedarse.

"Acabemos de una vez por todas con esta relación que nos está enloqueciendo. Olvidémonos de todo lo que ha pasado. Y…" Mencionó el ojiazul haciendo una pequeña pausa.

"¿Y?" Cuestionó Boris sintiendo la esperanza colarse en su corazón.

"Y empecemos desde cero." Agregó el chico de rojizos cabellos.

"¿Desde cero?" Preguntó Bryan tratando de entender el significado de aquellas palabras.

"Sí, olvidemos que alguna vez estuvimos juntos. Hagamos de cuenta que jamás sucedió." Explicó el menor de los rusos.

"Me parece bien." Fue lo último que pudo decir Kuznetzov. Después de todo, dejar atrás tantos insultos y peleas no parecía un mal plan.

"En ese caso. Me voy." Mencionó Ivanov antes de tomar su maleta y dirigirse hacia la puerta.

"¿Qué? ¿A dónde?" Preguntó sorprendido el dueño de Falborg.

"Me mudaré con Kai. Si realmente vamos a dejar todo atrás, no es conveniente que sigamos viviendo juntos." Comentó el dueño de Wolfborg.

"Creo que tienes razón." Fue lo último que dijo el chico de lavandas orbes.

"Nos veremos Bryan." Se despidió Yura. Ambos jóvenes se miraron por algunos segundos, antes de romper aquel silencio. Y sin que se dijeran nada más, el dueño del lobo se marchó, en tanto que el otro ruso se repuso a empacar. De ningún modo iba a quedarse sólo en aquel lugar tan plagado de recuerdos. Quizá lo que más temía, era notar los huecos que la ausencia de Tala había dejado en el lugar.

Unas dos horas después de que dicha escena tuviera lugar en el hogar Kuznetzov-Ivanov. El teléfono sonó en una pequeña, pero elegante casa. El bicolor dueño de la misma, se dirigió a contestar. Estaba esperando ansioso una llama en particular. Una sonrisa se plasmó en sus labios ante la sola idea de que al fin fuese a recibir tan esperada llamada.

"¡Hola!" saludó con emoción al notar tan conocido número en el identificador de llamadas.

"Habla Kuznetzov. ¿Podrías comunicarme con Yuriy?" contestó la voz del otro lado de línea haciendo que el ánimo del bicolor cayera hasta el suelo. Pero sin decir nada, avanzó hacia la nueva habitación de su ruso amigo y le arrojó el teléfono.

"¿Diga?" Contestó confundido Yura, puesto que su amable compatriota, no había dicho palabra alguna. Tan sólo le había arrojado con el teléfono y se había ido lanzando al aire un buen número de maldiciones en ruso. Era una suerte que Tala tuviera tan buenos reflejos y que no hubiese tenido dificultades para atrapar el aparato.

"Buenas Tardes Yuriy." Le saludó una muy conocida voz.

"Bryan. No esperaba tener noticias tuyas tan pronto. ¿Ocurre algo?" Preguntó Ivanov. No importaba si su relación con el chico estaba hecha pedazos, eso no cambiaba el hecho de que quisiera al pelilavanda y que se preocupara por él.

"No, nada. Tan sólo preguntaba…tú sabes, si no estás ocupado mañana en la tarde… ¿Aceptarías ir al cine conmigo?" dijo la nerviosa voz de Kuznetzov del otro lado de la línea dejando atónito al ruso. Era su imaginación o… ¿acaso Bryan le estaba pidiendo una cita?

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Notas de la Autora:

Oh sí, soy maravillosa, pero no me hace daño que me lo recuerden ¿ok? Como ven, las cosas ya están mejorando. Espero que les esté gustando esto y que me dejen muchos muchos revs. A ver si así me alivio. No me gusta estar enferma.

Nota: se han fijado que todos los títulos de los caps empiezan con la letra 'D'. jajaj yo no xD. Bueno, no me hagan caso, sólo lo mencioné porque me acabo de fijar y me dio mucha risa. Ya sé que deliro -.-U pero es culpa de la medicina, lo juro. Gracias por leer.

Cuídense.

Addanight