Pareja: BryanXTala

Género: Romance -Shounen ai-.

Disclamer: Beyblade ni ninguno de sus personajes me pertenecen, todos son de Aoki Takao.

Dedicatoria: Sí, esto sigue siendo un secreto.

Este fic es para conmemorar que mi cuenta de ff cumplió 4 años el 19 de Agosto. ¡Felicidades a mí!

Gracias por los revs a:

H.Fanel.K.

GabZ

Hio Ivanov

Kaily Hiwatari

Shingryu Inazuma

Sasaku Ivanovich

Alexa Hiwatari

Ivanov

Maricruz Jasso

Pues estoy muy triste porque a pesar de todo mi trabajo, mi proyecto final no funcionó. Así que a ver como me va mañana. Deséenme suerte por favor. En fin, espero que les guste el cap.

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Bajo Cero

Por Addanight

A todos nos gustaría pensar que cuando se encuentra el amor, todo se vuelve maravilloso, sin embargo esa no es la realidad.

A veces quisiéramos creer que la presencia del ser querido hará perfectos cada uno de nuestros días, pero dicha idea también carece de fundamento.

No hay relaciones perfectas, sólo personas dispuestas a aferrarse al ser amado a pesar de los problemas…

Capítulo 5: dudo aún más de mí

Pero lo que más le dolía en este momento, había sido la negativa del chico de árticas orbes. ¿Por qué lo había hecho? ¿Acaso no quería verle? ¿Qué tal si su chico había cambiado de opinión? ¿Y si había decidido que no deseaba esa segunda oportunidad? O ¿sería acaso que todo era un truco? Quizá su chico le había dicho todo aquello de empezar desde cero sabiendo que sólo así le dejaría ir. Y ahora que ya no estaba en su hogar, buscaría en otra persona el cariño que desde hacía algún tiempo había abandonado su relación.

'Debo dejar de pensar en tantas estupideces.' Se dijo a sí mismo el pelilavanda. Después de todo, no podía pedir que Yura confiara en él y le diera una segunda oportunidad, si él no estaba dispuesto a ofrecerle lo mismo al pelirrojo.

Otro suspiro escapó de sus labios. Tenía que sacar tantas tonterías de su cabeza o iba a enloquecer. Así que sin nada que hacer, el ojilavanda, tomó su chaqueta y se dispuso a dar un pequeño paseo. La brisa golpeaba su rostro dándole una sensación helada y agradable. Casi podía sentir a Tala en aquella caricia.

Y de nuevo la mente del muchacho se sumió en la inmensa cantidad de errores cometidos. Su cerebro recorrió los pasados meses con pesar. ¿Qué demonios le estaba pasando? ¿Por qué había dejado de ser el chico romántico que tanto enloquecía a su Yura? Fue hasta este momento que Kuznetzov pareció caer en la cuenta de la situación. Él había cambiado tanto, que ya ni siquiera estaba seguro de ser él. Era como si le hubiesen arrancado un parte de su personalidad y le hubieran dejado incompleto. Hasta ahora lo comprendía. Todo este desastre era su culpa.

Por su parte, un joven pelirrojo se debatía mentalmente. ¿Qué le había pasado? ¿Por qué? ¿Cómo es que el poderoso Tala Ivanov estaba huyendo como un vil cobarde? ¿Por qué había huido de aquella situación? ¿Desde cuándo era él tan patético? Quizá la afirmación sonaba cruel, pero era la verdad. Para él jamás había habido dificultades, sólo retos. Nuevas oportunidades de mostrarse a sí mismo que aún podía mejorar.

Pero por el momento, Ivanov se sentía perdido. Hacía poco que se había dado cuenta de lo mucho que había cambiado. Sólo en este instante en que miraba atrás es que notaba que algo grave había sucedido. Él era un joven vivaz, divertido, creativo, un tanto pervertido también, pero sin duda, ninguna de esas características parecía habitar ya en su ser. Quizá eso había sido. Había dejado de ser la persona de la que Bry estaba enamorada, el ser que a él mismo le gustaba ser. Se había perdido a sí mismo en alguna parte del camino.

El ojiazul se sentía tan miserable en ese momento, que por un segundo olvidó que debía mirar por donde caminaba y lo inevitable sucedió. El ruso se tropezó. Su primer impulso fue sostenerse de lo primero que encontró para tratar de evitar la caída. Pero el resultado fue que la otra persona que venía caminando, había terminado en el suelo.

"Disculpe no me di cuenta de…" el chico de azuladas orbes ya había comenzado a pedir disculpas cuando notó a quien tenía frente a él. No cabía la menor duda de ello ahora: La vida era una maldita desgraciada.

"No se preocupe, ha sido mi culpa por…" ya había empezado a contestar cuando notó a quien se dirigía.

"Yura" Fue lo único que salió de los labios del mayor de los rusos, al tiempo que se ponía de pie, y ayudaba al otro a hacer lo mismo.

"Gracias" Dijo Yuriy una vez que pudo pararse.

"No hay problema." Contestó el otro. Y fue en ese punto en que la conversación se detuvo por terribles minutos.

"Bueno…yo, debo irme. Nos vemos luego." Agregó el pelilavanda, antes de disponerse a huir de la incómoda situación.

"Sí claro…" Mencionó con un tanto de duda en su voz.

"¡Espera!" Agregó luego el pelirrojo cuando lo hubo pensado mejor. Ya era hora de demostrar sus agallas y tomar cartas en este molesto asunto.

"¿Sí Yuriy?" Fue la respuesta ofrecida por Bryan.

"¿Te gustaría que saliéramos a cenar el Martes?" Cuestionó el joven de árticas orbes tratando de controlar sus nervios. Se sentía como un colegial tratando de conseguir su primera cita.

"Yo" Trató de contestar Kuznetzov, pero nada coherente pareció salir de sus labios.

"Por supuesto." Logró decir por último el ojilavanda.

"¿A las ocho?" Cuestionó el pelirrojo sintiéndose feliz con la respuesta.

"Está bien. Pasaré por ti a esa hora." Declaró el dueño de Falborg.

Y luego de eso, ambos chicos tomaron caminos diferentes y continuaron con su caminata. Tan pronto el pelilavanda se perdió de su vista, el ojiazul empezó a saltar de gusto. Se sentía muy estúpido de estar haciendo de eso, pero no le importaba. Estaba feliz y quería que todo el universo se enterara. Poco sabía el chico de que cierto ruso realizaba una celebración similar a tan sólo unas calles de ahí. Este era el primer paso. La señal de que su nueva oportunidad había llegado: su primera cita.

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Notas de la Autora:

Bueno ese fue el cap n.n A partir de ahora la historia pasara del angst/romance que hasta ahora habíamos manejado a un bellísimo humor xD. Así que estén al pendiente. No olviden dejar sus bellos comentarios a la hermosa escritora.

Cuídense.

Addanight