6.- Origen y similitud.
Caminaron durante un buen rato, con un silencio incomodo entre ellos. Mariko se detuvo, volteó a verlo y le sonrió, Iori se ruborizó agachando su cabeza "por alguna razón extraña" pensó Mariko, -deja que compre unas cosas-le dijo, mientras aun lo miraba. Entró a una tienda pequeña y salió con un par de bolsas.
-Haremos una pequeña comida en el parque, ya es tarde, tal vez los Yagami no coman en días pero los Yata no aguantamos mucho- Iori la siguió sin decir palabra hasta que llegaron a una parte del parque muy cerrada por los árboles. Ahí Mariko se sentó y comenzó a preparar unos sándwich "supongo que solo con carne, para los Yagami", recordó, destapo un café de lata y un jugo de frutas.
-¿Cuándo vas a decírmelo? Dijo Iori mientras tomaba un emparedado de carne y su café negro.
-Esta
bien Iori, pero antes … solo lo diré una vez, no voy a rogarte, si
algo de mi vida no te gusta , te levantas y te vas, no pasará como
la última vez, permitiré que te marches y no volveré a buscarte,
por supuesto, no dejaré que te me acerques, porque mi vida es algo
precioso que con errores y todo me gusta, así que si te parece
ofensiva, pues supongo que no abría de estar contigo- Mariko agacho
un poco su cabeza y se recogió el cabello tras los oídos.
Iori,
se estremeció de nuevo, esa sensación extraña, miedo, nervios,
"¿Qué demonios?", ¿por qué todo esto era tan serio?, ¡ni
como saberlo!, jamás había estado con una mujer en esas
condiciones, siempre era lo mismo, las encontraba en un antro, en un
rave, unas cuantas palabras "de protocolo" y directamente a la
cama… o al suelo, era lo mismo porque lo único que buscaba era
placer y satisfacción personal, a pesar de eso tenía una excelente
reputación como amante.
-¿Todo, ne? Nací el diez de junio de 1980, soy originaria de Osaka, al igual que tú. Debido a mi descendencia y linaje fui a Itsukushima Jinja en Miyajima, donde permanecí concentrada en el budismo y sintoísmo además de todas las artes que los Yata deben de saber obligatoriamente, ahí permanecí hasta los quince años, cuando fui trasladada al dojo de los Kusanagi, para seguir con mi entrenamiento físico…- Mariko hizo una pausa y miro a Iori quien solo seguía comiendo, "al parecer esto no va a salir del todo mal", pensó.
- Sé que debió de haber sido contigo, pero tu padre no accedió, así que había vivido en la casa de Kyo hasta hace pocos meses, cuando al fin cumplí los dieciocho y pude obtener un trabajo, para vivir separada de todo este alboroto….-Iori seguía callado, "demasiado apacible" se dijo Mariko- Y…como…bueno, ya no quiero vivir preocupada, por cuando o como me involucraran los Yagami o los Kusanagi en su pelea con… decidí entrar al KOF y terminar con todo esto de una vez…como ya sabías- Mariko miró a Iori extrañada y preocupada por ese silencio, Iori seguía masticando el bocado.
