La chica se acercaba lentamente al cuerpo inerte de su amiga, había estado momentáneamente en un estado de shock por los acontecimientos pasados... pero ya no tenia tiempo para seguir en un estado tan débil… no cuando era tan peligroso seguir en aquella calle… el dorso de su mano rozo delicadamente una de las mejillas de la castaña, que no respondió al tacto… ¿Qué le había hecho… aquel sujeto… a Tenten?... recordaba un pequeño destello sobre la cabeza de la chica, provocado por el contacto de los dedos del chico sobre su frente… pero, aunque sea el suave movimiento en el pecho de la castaña hacia aliviar la preocupación de la peliazul, aunque sea un poco…

¿Qué debo hacer?... sus pensamientos recorrían y mencionaban de manera precisa cada letra de la ya, para ella, reconocida frase. Finalmente se pudo relajar un poco, aunque "relajar" en ese momento significaba pasar de una preocupación mayor a otra menor… Su ropa… el suelo… ¿Cómo explicarían aquellas manchas de aquel rojo intenso… que misteriosamente ya no se hallaban?

-"¿Cómo demonios desaparecieron?" – se pregunto a si misma, sorprendida totalmente… el suelo estaba; no limpio, pero si totalmente libre de cualquier mancha de rojo… además de la camisa blanca de su amiga, antes teñida del susodicho color… no mostraba ningún rastro del liquido espeso…

-Hinata… ¿Q-que paso?

La voz confundida de Tenten la saco abruptamente de sus pensamientos, la chica se sentó y reposo una de sus manos sobre el hombro de la ojiblanca…

-¿E-estas bien? – pregunto considerablemente preocupada, dirigió sus ojos hacia los de su amiga… dejando con cara atónita a la otra chica…

-… ¿Tu… estas bien? ¿Estabas llorando, Hinata? – Pregunto, preocupándose aun más que la peliazul - ¿Quién hizo esto?

-… - se había quedado muda, sorprendida… - "¿Que acaso Tenten no recuerda nada?"

-¿Quién hizo esto, Hinata? – pregunto un poco enojada e impaciente la castaña…

-… ¿T-Tu no recuerdas n-nada? – Soltó en un susurro…

-¿Qué debería recordar? – respondió con aquella pregunta, aunque viendo que la chica no respondía agrego – Lo ultimo que recuerdo es que caminábamos hacia nuestras casa y… - con un gesto de dolor, se acaricio la frente y masajeo un poco la zona…

Intentando forzar su mente para refrescar sus memorias, recordaba con dificultad que iban tranquilamente después de dejar la casa de Ino, y cuando trataba de averiguar la siguiente imagen, su cabeza dolía infernalmente…

- "No recuerda nada… eso es lo que hizo Neji… le borró la memoria… al menos desde cuando lo conoció" – pensó, aun sorprendida por el descubrimiento – "¿Que tipo de persona puede hacer algo así?"…

-… Hinata… ¿Qué ocurrió después? ¿Qué debería recordar…? – pregunto ansiosa…

-"Él dijo que no nos mataría… podría decirle lo ocurrido, pero… ¿luego que ocurriría?... solo la preocuparía; además de que también me dijo que…" - trago saliva, angustiada – "…dijo que me estaría vigilando… y-y no quiero saber de que es capaz"

-Solo que te desmayaste… eso fue lo que ocurrió – respondió, aunque la mirada nada convencida que le dirigía Tenten no ayudaba… - …y-y… y estaba llorando porque me preocupe mucho…

La chica no estaba muy convencida, estaba muy segura que la peliazul estaba mintiendo, pero prefirió pasar por alto la mentira y creerle a su amiga…

-Y-Ya es tarde Tenten-chan… - interrumpió, aunque también era algo de que preocuparse…

-¡Cierto! – Exclamo la castaña, mirando el oscuro cielo que se extendía sobre ellas – Mis padres me van a matar… y no bromeo… Hasta creo que estaría más segura con unos secuestradores…

La ojiblanca rió, sacándole con esa acción una sonrisa a la castaña… sujeto de la mano a la chica y empezaron a caminar presurosas… hasta que llegaron a la intersección…

-Si no quiero ser asesinada por mis padres, como tu, debería apresurarme a llegar a mi casa – le guiño un ojo y la abrazo… - Hasta luego, Tenten-chan…

-Chao, Hina-chan – le dijo mientras correspondía el abrazo

Luego de la despedida, cada una empezó a caminar a sus respectivos hogares, llegando a salvo, y luego de que cada una fuera sermoneada por sus exigentes padres, por fin pudieron relajarse en la comodidad de su habitación y tomar un relajante baño; Tenten porque extrañamente se sentía totalmente agotada, y Hinata para descansar su mente y cuerpo de lo ocurrido aquella tarde… repasando lo que le había dicho el chico por ultima vez… no pudo evitar recordar aquellos ojos tan tristes, que luego siguieron al beso que él le había dado, su primer beso, pensó mientras un gracioso rubor cubría sus mejillas… e involuntariamente había posado sus manos sobre sus labios, acariciándolos…

-"Esa sangre era de aquella pelirrosa…" – pensaba el pelinegro mientras caminaba por las calles mas frecuentadas de la ciudad… - "¿en que momento succione su sangre?... pero… yo no lo hice… es imposible, ya que… eso hubiese sido inolvidable…"

Sonrió un poco – "¿Qué tan obsesionado puedo estar con esa chica?... porque eso es lo que es… obsesion… obviamente hubiese sido muy denigrante pobrar de aquella sangre seca que surcaba mis labios… pero la esencia que desprendía era tan embriagante y deliciosa… desde que le di el gusto a mi respiración con aquel aroma tan delicioso, no he parado de pensar en ella…" – ignorante de ese conocimiento, aun no se daba cuenta que la sonrisa todavía estaba presente en su rostro, y agregado a este, se hallaba un levísimo tono rojo en su rostro…

En un instante su cuerpo se hallaba en el suelo junto con un montón de frutas regadas junto a él, se reincorporo sorprendido y empezó su caminata nuevamente, ignorando las demandas que le enviaba el, al parecer, dueño de los productos con los que el azabache había tropezado recientemente… sonrió nuevamente…

-"Hasta estoy completamente despistado… que estupidez…"

Mientras pensaba en eso, desapareció de la vista pública al doblar la esquina, yendo a parar en el tejado del edificio más próximo a él… froto fuertemente sus labios con el dedo índice mientras cerraba los ojos, nuevamente inundo sus pulmones con el delicioso aroma, que increíblemente podía percibir, aun después del tiempo pasado… extra-limito su olfato… los segundos pasaron, normales para la gente común, pero eternos para él, que estaba completamente concentrado en hallarla y empleaba cada milésima de segundo en la labor… así que fueron cuestión de segundos, cuando una sonrisa satisfactoria hallo lugar en su rostro… desapareció con el viento, destinándose al hogar de su preciada chica…

Sakura se hallaba ya en la oscuridad de su cuarto, esperando a que sus ojos se cerraran por si solos para despertar al día siguiente, pero la chica definitivamente había quedado un poco traumatizada después de lo acontecido aquella tarde… tal vez algo asustada; porque de su mente no salía el chico de cabellos negros que la había atacado, y tambien asombrada de su inesperada huida… Bruscamente su ventana se abrió de par en par, sacándola fuertemente de los pensamientos que rondaban su cabeza, no pudo averiguar en el primer instante lo que ocurría ya que tenía la costumbre de dormir de costado, y esa misma noche, en sus intentos fracasados de conciliar el sueño, había elegido el lado opuesto a la ventana…

Ignorante y temerosa de lo ocurrido, prefirió esperar un momento antes de voltear a ver la causa del suceso, pero los tenues pasos de alguien se dirigían hacia ella, dejando su cuerpo paralizado de miedo… cada vez se acercaban mas… estupidamente no sabía como reaccionar en el preciso momento, cuando otro factor se agrego a la lista de preocupaciones presentes en su mente… el grueso cubrecamas que le protegía del helado ambiente estaba sujeto a la cama únicamente por sus piernas, que entrelazaban el objeto entre ellas, ya que la otra parte se deslizaba por el borde de la cama, debido al peso que poseía… de una vez y por todas, el trozo de tela la abandono, dejando su cuerpo expuesto a la vista del extraño que moraba su habitación…

Sasuke se acercaba cautelosamente al "dormido" cuerpo de la chica, tratando de no provocar más ruido en la habitación de la pelirrosa; no más del que ya había causado con su entrada… La extraña necesidad de estar en cercanía con la chica había superado cualquier fuerza de voluntad que haya tenido… se acercaba cada vez más a la pelirrosa, cuando inesperadamente su cuerpo se paralizo, al igual que la posición de sus ojos; que se centraban en un punto especifico…

En un ruido sordo, la sabana con la que la chica se arropaba la había abandonado… Él pudo verla, su cuerpo, tan solo cubierto por pequeñas telas que cubrían lo necesario, aunque dejaban deseoso a cualquiera que osara poner vista en su blanquecina piel… desafortunadamente para Sakura, aquel "cualquiera" era Sasuke; y ese sujeto era capaz de cualquier cosa para conseguir lo que quería… Los instintos mas bajos del chico ardieron al ver en aquella posición tan expuesta a la chica que desde hacía rato le irrumpía los pensamientos…

Sí antes había deseado probar la dulzura de sus labios, ahora deseaba cosas más allá de eso… deseaba hacerla suya; colocar en ella cada gota de pasión que poseía… Y aun mas que eso, sus deseos iban de mal en peor; nunca se hubiese encontrado capaz de cometer tal carnicería, la que imaginaba en cada segundo que pasaba; y aunque era un deseo sangriento; eso era lo que su cuerpo deseaba…

-¡DEMONIOS… NO! – fue la inmediata respuesta de su cerebro al reaccionar ante tal insolencia; por parte de la estúpida tela… la extrema sensibilidad que su cuerpo poseía le permitía sentir el helado viento que se apoderaba de ella, y que la arropaba con sutileza, estremeciendo cada una de sus extremidades, se encorvó, tratando de que el calor no se le escapara, aunque era imposible porque la mayor parte de su cuerpo estaba expuesto ante tal frío… se sentía indefensa ante todo lo que ocurría detrás de ella, sobre todo de aquel sujeto que seguramente se hallaba ahí todavía…

Solo le bastó el primer roce contra su piel para que destrozara la pequeña estatuilla que se hallaba en la mesita de noche… y así lo hizo, apenas la sensibilidad de su muslo sintió la caricia de quien estaba detrás de ella, Sakura agarro desesperadamente el pequeño pero potente objeto y arremetió de un impulso contra el lugar a sus espaldas, golpeando el vacío del costado de su cama… sorprendentemente, la cobija que se hallaba en el suelo ahora cubría una parte del techo, cayendo luego en la posición donde reposaba el cuerpo de la chica, con la intención de cubrirla de nuevo… el suceso siguió con el cierre de la ventana, iniciando la huida del invasor, aunque los pasos del escapista fueron seguidos por los bellos ojos Jade de la chica, que podía observar solo un poco del chico, antes de que su cuerpo fuera cubierto por la antes flotante sabana…

Muy difícilmente podría conciliar el sueño, que nunca tuvo, aquella noche; no al menos después de lo ocurrido…

El liquido rojizo caía, en gotas gruesas pero sordas, sobre la tierra del lugar… mientras se acumulaban, el azabache libero su mano de la mordida, infligida por si mismo… el continuo desangramiento de las profundas heridas en su mano ya estaba causando un charco del liquido bajo sus pies; aunque el chico solo temblaba un poco, y no por el dolor…

Minutos antes, mientras mas se acercaba a la chica, mas se podía embriagar de su aroma, definitivamente aquello era la causa de la alteración en él; mas bien, en su organismo… cada vez mas quería probar de su sangre, sus instintos salían a flote, aun contra su voluntad… lo único que lo mantuvo consciente fue su humanismo; que al parecer ya no valdría por mucho tiempo más…

Su respiración agitada podría dar una impresión inquietante a quien sea que lo viera en tal estado… si no hubiese despertado de aquel delirio, aquella chica no hubiese sobrevivido… sus padres tampoco… aquella hubiese sido una noche mortal… tal como en la que sus padres murieron… una masacre total…

Su puño se cerró y debido a esto; nuevas gotas brotaron de la herida que ya empezaba a carecer de estas, se agolparon varias dejando salir un pequeño chorro continuo de los dos orificios profundos… aquel recuerdo era un completo dolor de cabeza para el chico, a pesar de recordar muy poco de aquella noche, sabia inconscientemente que fue una muy horrenda que tal vez ni debería intentar recordar, y sobre este horrible acontecimiento reinaba un solo sujeto; causante de aquel vacío, y que ahora buscaba asesinar…

-¿Algo malo pasó?

La pregunta lo devolvió a la realidad de golpe para encontrarse con dos ojos inexpresivos frente a él…

-¿Acaso te importa? – le replicó fríamente

-Bueno… Considerando la sangre a tus pies, y tu rostro tan preocupado… yo no diría que estas de buen humor…

-¡Que excelente observación! – dijo con sarcasmo, llevándose una sonrisa en al cara del Hyuga…

Los dos no siguieron la conversación; hasta que después de unos minutos de silencio, el castaño comento que ya había encontrado un lugar donde dormir…

-¿Ah si? – Preguntó extrañado el pelinegro… - ¿como demonios consigues un apartamento a est…?

-Hotel – le corto simplemente el castaño, consiguiendo otra de las miradas asesinas de su compañero… - ¿Qué tiene?... es agradable el lugar…

-… Si… como tú digas – bufo

-Yo ya me voy, tengo sueño… - le dijo, mientras le lanzaba un llavero al Uchiha, quien atajo el objeto…

-… - al ambos quedarse un rato en silencio, uno esperando por respuesta, y otro dando una respuesta indirecta, el castaño dio un salto, perdiéndose del lugar… tras un momento el Uchiha procesar lo que había dicho su amigo, varias preguntas invadieron su cabeza: - "nosotros… bueno, él no duerme a estas horas, y además… - observo el objeto que se hallaba entre sus dedos y cerro ambos puños con enojo… - ¿donde queda el susodicho hotel?...

Inserto la llave en el cerrojo y giro suavemente el pomo de la puerta; una vez dentro, calmadamente se sentó en la cama que se encontraba en el centro de aquella habitación y dejo caer el cuerpo en el comodo colchon… su cabello quedo esparcido sobre toda la zona alrededor de donde su cabeza se encontraba recostada, pero hizo caso omiso a eso…

Sus perlados ojos se escondieron entre sus parpados, que él había cerrado para así poder disfrutar de aquella paz que reinaba en el sitio…

Era exactamente como ella, igual de hermosa, igual de noble, siempre se preocupaba por el bienestar de las personas que la rodean… justo como ella… En su rostro se formo una sonrisa, que luego se deformo a una mueca de dolor…

Si, le dolía aun… su pasado había sido algo horrible… su corazón había sido roto cruelmente, y aun así, no recibió atención alguna de ellos, los Hyuga… desterrado y obligado a vagar solo, cargando con esa maldición, la cual dolía y quemaba… pero ni el hambre tan insaciable era comparado con el dolor que albergaba su corazón… Sin dudar odiaba a aquella chica de la tarde, Hinata Hyuga… pero, odiar a Hinata era como odiarla a ella, y eso para él era tan imposible como tocar las llamas del sol…

Se levanto de su cama e inspecciono el armario de la habitación, de este saco un conjunto para dormir y empezó a desvestirse colocando la ropa usada encima del colchón, y colocándose la ropa para dormir… aun sin olvidar los recuerdos de su pasado; observo en su blanca camisa como había una mancha de sangre…

Enojado, frunció el ceño y la tela se incendio instantáneamente, desintegrándose en el interior de unas llamas azuladas… una vez el objeto vuelto nada en el espacio; relajo la vista y se recostó nuevamente en la cama…

Era increíble que después de aproximadamente dos o tres décadas aquella herida a su orgullo no hubiese sanado para nada… Obviamente siempre quiso hacer pagar a los Hyuga por aquel crimen tan injusto… ¿pero acaso valía mas cicatrizar la herida aun abierta con sangre y muerte, y para conseguirlo, aprovecharse de la viva imagen de la mujer que amo con todas las fuerzas de su alma y cuerpo? ¿Hacer pagar a aquella chica, que nunca tuvo la culpa de cargar con aquel apellido, tan odiado para él?...

Con su cerebro absorto de ideas, empezó a relajar su cuerpo y en tal acción finalmente cayó dormido…

En un instante para él, su rostro chocaba violentamente contra la pared del extremo de la habitación, haciendo que su labio desangrara a montones… Abrió los ojos sin emoción alguna y capto lo acontecido… aun así, no se enojo… simplemente recostó su espalda contra la pared manchada de su propia sangre, y mientras sostenía con un pañuelo la herida en la zona afectada, poso la vista en su atacante… el chico estaba de brazos cruzados, tenía un aspecto agotador y sus ojos estaban rojos, no por el vampirismo, mas bien por el sueño… el castaño no pudo evitar sonreír de medio lado…

-¿Qué ocurre, Sasuke?

-Idiota… se te olvido decirme que hotel era… - le murmuro con ira

-Esta justo al lado del callejón donde estabas… Mira por la ventana y compruébalo… - le dijo con algo de fastidio, señalándole una de las ventanas en la habitación

-… - se quedo en silencio mientras su rabia aumentaba mas… en el transcurso de la noche que restaba desde el encuentro con el chico; el pelinegro había recorrido media ciudad en busca del añorado hotel que el castaño le había mencionado… No le agrado nada que el estupido lugar se encontrara justo a su lado…

-¿En realidad esa chica te tiene tan idiotizado? – le pregunto en tono burlón – …¿O será que su sangre tiene tus instintos alterados…?

-Yo no soy así… y tu lo sabes… - le respondió fríamente, sin entender que el verdadero sentido del comentario había sido en broma e indirectamente para sacar a relucir el tema…

-Eso no concuerda según el acto de hace unas horas, en la casa de la chica…

El pelinegro subió la vista rápidamente

-Sasuke, ¿pensabas que nunca te iba a dar la sed insaciable de los vampiros? Al fin y al cabo eres uno…

Sin ejercer respuesta ni replica alguna, el pelinegro se hallaba cabizbaja y con los puños fuertemente apretados… sabia que lo que decía el castaño era totalmente cierto… sus ansias se habían salido de control… Inconscientemente se había convertido en una de esas bestias, que por desgracia pertenecía

-…Y… ¿y que debo hacer? – pregunto en un murmuro… odiaba tener que beber sangre pero si eso seguía de esa manera que había adoptado, se volvería simplemente un monstruo sin control alguno ¿Cómo lo sabia? Ya había escuchado de situaciones semejantes…

-Creo que en tu caso… deberías de alimentarte de aquella persona que te altera de esa manera… he observado que otras personas no tienen el mismo efecto en ti… ¿cierto?

Pero era inútil esperar una respuesta ya que el aludido había analizado muy bien lo que había dicho el castaño, y no le había gustado…


yyy a ustedess les gustoo vdd?? XD!... cmenteeenn! gracias por readd