Hola, Aerilis aqui. Espero que ninguno se haya desilusionado por la ausencia de la ausencia, y sobre todo que haya creido que iba a dejar esta historia hasta aqui... jamas, esta historia ha tenido muy buena acogida y le he tomado cariño. Ademas, que es mi mejor creacion.
No habia podido actualizar por que he estado algo ocupada con la universidad, pero aprovechando estas dos semanas de vacaciones he podido escribir, y ya que hoy mismo me respondio mi co - editora Natytorankusu con sus correcciones, he podido hacer ajustes en cuestion de minutos y aqui lo tienen. Espero que les guste. espero no tardarme escribiendo el proximo cap, pero tal vez lo haga por que empezare a estudiar otra vez y la practica me toca en Urgencias... deseenme suerte... ahora si, el cap
"atención…… carga pesada!!"
Entre el trajín diario de las obras pesadas se deslizaba entre la gente tratando de mezclarse. Más le era imposible concentrarse de nuevo. La más mínima posibilidad de ser descubierto le parecía irrisible, mas esa preciosa diosa del cabello de sangre lo hizo ver más cercano de lo previsto. Sintiéndose observado, señalado, paranoica, psicóticamente, mirando hacia todos los lados a ver si fuera de su mente existen esas personas que logran descubrir mas allá de la apariencia de joven empresario cotizado…..
Un abrir de su mente, de sus ojos hacia la realidad que parcialmente ve. Polvo, madera, cemento, escombros, trabajadores con sus cascos y demás instrumentos de trabajo cierran los cimientos de lo que muy pronto será la perfecta fachada de su, aparente, magnifica vida. Más sin embargo Por dentro se libra la batalla. Apoyándose en una viga de madera al lado del camino, su elegante traje disfraza la realidad de su mirada. Perdida en el camino refleja su angustia, algo que por fortuna no ve ni vera nadie.
Subiendo su cabeza decide continuar. El jefe de la gran CC no puede dar muestras de flaqueza, mucho menos en un momento así. Dirigiéndose a su oficina, encuentra una gran pila de papeles. Sentándose coloca sus manos en su frente mientras trata de concentrarse en su trabajo. El sonido de la puerta lo saca de su mundo de terror.
"pase" dice con arrogancia y molestia, evidenciado por su alto tono de voz. Entra una pelirroja muy conocida por el. Al verla pasar rápidamente, se imagina que aquella princesa lo había encontrado fácilmente, y que por primera vez se vería en la situación imposible en que ella, también embelezada por su acosador invisible, llego directamente hacia la felicidad segura con Trunks. Se equivoco. Mas sin embargo, le dio gusto verla.
"disculpe señor" dice Cecyl haciendo una pequeña reverencia. A pesar del increíble magnetismo y atracción irremediable que sentía hacia su jefe, era capaz de concentrarse en su trabajo y lograr manejar bien su entrenamiento como secretaria. El señor Briefs se apoya en su espaldar dando una mirada picara, al observar que, en efecto, la impresión causada en todas las personas: admiración, respeto, fascinación, y en el caso de sus personas favoritas, y a su vez indeseables, miedo y dolor.
"disculpe que lo interrumpa, pero hay dos personas que quieren verlo con urgencia"
"muy bien" dice con extrema seguridad, sin sobresaltarse por el tono bajo de voz que manejaba la niña. "dijeron que querían? Parecían los dueños del ultimo lote de tierra para cerrar el trato?"
Mientras le daba la espalda a Cecyl y se incorporaba tratando de ponerse su chaqueta, ella continuaba hablando.
"no señor. Dicen ser agentes de la policía"
Su cara mostró un serio semblante, aun a espaldas de su asistente. Su mente comenzó a disparar esos haces de luz a toda velocidad como la primera vez, como todas las veces que mataba. Solo que ahora, aparte de la emoción de matar, solo una cosa le causaba eso y acababa de descubrirlo: miedo. Dio media vuelta, y respirando, se dirigió hacia la puerta, dándole sin querer una mirada de pánico a Cecyl. La muchacha se preocupo y quiso darle algo para reconfortarlo, mas sin embargo no supo que.
El Saiya se dirigía hacia donde todos miraban con especulación. Por que habían venido aquí? Acaso fue tan obvio? Era agradable ser reconocido por terceras intenciones, además sus obras eran justicia, y se lo esperaba claro, pero algo era ser admirado y temido por sus mismos perseguidores, y otra diferente ser perseguido y acusado por sus actos de justicia, los que, en efecto, nadie entendería.
Estaban de espalda, dos seres de negro, aparentemente un hombre joven y una….. Mujer de la misma altura de su diosa, de aquella que lo conocía sin conocerse. Lo inundo una emoción que no pensó que existía en su nuevo ser, emoción y expectativa por ver a alguien. Tosió un poco, llamando la atención de los policías, al fin vería su cara.
Steven y Katrina se mostraron ante el jefe de la CC. Más sin embargo, la emoción desapareció. Esa no era su diosa. Era una mujer común. Linda y atractiva como todas, pero no tenía ese aroma a miedo y aquella aura de intuición que lo cautivo. Era una mujer poco maquillada y agraciada en su rostro, mostrando marcas en sus ojos de haber pasado varias noches sin dormir, pero sin embargo, mostraban ojos azules. No vio la abundante cabellera roja, vio una rojiza moña enrollada en si de manera elegante. No se parecía en nada a aquella de quien acaricio su cabello. No era ella.
"Señor Briefs?" dice Steven con cierta propiedad y seriedad. Algo que no intimido a Trunks en lo mas mínimo.
"así es"
"somos oficiales de la policía de la ciudad del oeste. Mi nombre es Steven Franklin y ella es la med…."
"oficial en entrenamiento, Katrina Courier" la mujer pelirroja se adelanto a la presentación. Steven la mira con cierto recelo. Por que dijo un apellido diferente?
"y bien… que los trae por aquí?"
"habrá visto en televisión o en los diarios la nueva victima de el descuartizador."
Sonrió un poco sin dejarse notar. Aquel nuevo nombre que le habían colocado le parecía burdo, pero lo portaba orgullosa y silenciosamente.
"así es. Pude ver en una reseña que era un alcohólico que maltrataba a su esposa. El tipo recibió lo que merecía, me alegro."
Steven afirma con la cabeza, Katrina la ladea un poco. Había hecho bien en no decirle su verdadero apellido. La mirada directa de sus ojos azules sobre ella, le causaba un verdadero malestar, cierta incomodidad con ella misma. No se sentía en capacidades de expresarse como la jefe que era.
"y han podido acercarse a saber quien era?"
"a eso venimos señor Briefs" dice Steven hablando con seguridad falsa, claro para cualquier principiante "hubo un gran pedido a cierta maderera única y muy fina del sector, y…." sacando un papel de su bolsillo, se lo muestra tratando de intimidarlo "adivine quien fue el último comprador"
Trunks mira el papel sin exaltarse, la factura de casi 10000 dólares no significaba nada para el.
"y eso que tiene que ver conmigo?"
Katrina trata de componerse. Era la forense a cargo y no había hablado nada. Coloco sus manos atrás de su espalda y trato de que su voz fuera lo más audible posible.
"se encontró Madera de Pino Aer en las uñas del occiso. La mas fina y elegante de todas, además de evidencia de lucha y ciertas microheridas en sus dedos, que demuestra que, tratando de agarrarse de alguna viga de madera, dejo la única evidencia que hemos encontrado en 6 meses."
Escuchando esto, borro su sonrisa de su rostro y con ella su semblante tranquilo. Su mirada se volvió penetrante en aquella niña pseudoaprendíz, la cual volteo sus ojos hacia la derecha, intimidada por el sujeto. Se miro extraña de si misma. Que estaba pasando aquí? Nunca se había sentido intimidada de esta forma por ningún hombre, con solo mirarla se sentía desnuda en su presencia. Volvió a mirarlo, seguía igual, con su mirada fija en ella. Ella volteo hacia el lado contrario nuevamente, esta vez hacia el lado izquierdo. Algo le enfrió las entrañas. Un paisaje de terror se fijaba hacia ella, un perfecto escenario para el asesino. Por su manera de torturar podía notarse cierto gusto en que el escenario fuera de la mejor manera posible; para el disfrute de si mismo, y para la parálisis terrorífica de sus victimas. Aquel panorama era excelente.
Hacia adentro de la edificación era oscuro, iluminado débilmente por los rayos del sol, mas sin embargo perfecto para cometer alguna travesura por su encantador matiz de escondite. Entre las vigas de madera esperando por el cemento, un laberinto de pasillos se veía ante ella, pequeños pedazos de descuido debían haber por ahí. Volteo hacia donde se encontraba su compañero y el sospechoso, estaban demasiado ocupados discutiendo pasivo – agresivamente entre si para darse cuenta de las intensiones de la mujer. Tan sigilosa como un fantasma, fue entrando en la edificación sin hacer ruido a pesar de llevar tacones. Al entrar su mente vago un momento por los ojos azules de aquel muchacho. Tan serio, tan tímido, y a su vez tan contradictoriamente atrayente e intimidante…….. Acaso había caído en la trampa?
Todas las mujeres mueren por el, nunca entendió el por que. Siempre lo miro como una persona más del común, y siendo atractivo, le pareció repulsivo al ser seleccionado como alguien tan comúnmente perseguido. Tan perfecto no podía ser, nadie lo era. La primera vez que lo vio fue en una entrevista. Iba pasando por el lugar para ir a trabajar. Estaba sentado mientras sonreía amablemente para las cámaras y hablaba de aquellos valores y enseñanzas que su valiente madre le enseño antes de morir. Un exterior perfecto para ocultar un perverso pedófilo, violador, ladrón, voyerista, asesino, misógino, racista…………. Lo odio por eso unos momentos, negó con la cabeza y siguió su camino.
Se dio cuenta de que se había quedado fijamente mirándolo, cuando era mas vulnerable, cuando no se daba cuenta de que era…. Admirado? Tal vez deseado?? Sacudió su cabeza al darse cuenta. La vida, los hombres y las personas en general todas son las mismas. Son fachadas, exteriores sin alma, con demonios tan llameantes y malvados como maravillosos sus exteriores y principios sin fundamento real. Ella misma era así. Una negación de su suciedad.
Le dio la espalda con intención fija de nunca mas verlo de aquella manera tan inútil y se recrimino con una fuerte mueca y parpadeo el recuerdo de su rostro sonriente aquella mañana cuando lo miro por primera vez, aquel recuerdo que ha permanecido con ella desde hace semanas y nunca admitido por ella. Tratando de concentrarse, un hedor a muerte la inundo. Un presentimiento de violencia y sangre la hizo hasta marearse del terror absoluto que sintió. Habían todavía huellas de lucha allí. Su mente viajo días atrás hacia esa noche del homicidio, comenzando a dibujarse siluetas a su alrededor. Sentía como si el hombre muerto le susurra a su oído por medio de las señales allí, diciéndole, delatándole como aquel asesino lo mato y desangro hasta la muerte.
Aquella noche había bebido mucho. Recuerdos borrosos vienen a mí esa noche, desde que nuevamente golpee a mi esposa y deje sin comida a mi hijo. Desperté aquí, en aquella viga sentado, justo donde esta ud de pie, al frente de mi estaba ese hombre con la mirada fría, preparado para matarme. Cerré los ojos esperando el golpe, mas sin embargo no ocurrió nada. Solo dijo que merecía morir, pero no aquí, sino en el lugar donde podía purificarme. Estaba mareado, pero podía entender lo que pasaría si no luchaba. Trate de correr, pero aquí, donde esta el hueco de tierra, me caí. Maldita adicción. El hombre se acercaba a mí tan sigilosamente como la muerte. Trate de arrastrarme mirándolo con terror. Allí, justo allí, junto a esa gran huella, se detuvo frente a mí. Me obligo a ponerme de pie y mirarlo. Allí, trate de correr, pero me sostuvo fuerte de mi mano y me obligo a mirarlo y dijo que, tendría el orgullo de ser asesinado por el. Comenzó a arrastrarme por el pie izquierdo, mientras yo trataba de aferrarme inútilmente al suelo, a rocas… hasta que pude dar con una viga de madera, me sostuve fuerte. Era mi último esfuerzo, mas sin embargo sentía que era inútil, pero seguía luchando. Fueron segundos eternos mientras mis uñas raspaban la madera y mi alma se preparaba para lo que merecía. Fue lo ultimo que podía hacer, pero al final, que se puede hacer cuando llega la muerte llega en persona?
Su historia termina justo donde se observan claramente las marcas de las 5 falanges del hombre. Antes de salir de la edificación. Pensó rápido. Miro rápidamente en sus bolsillos. No había nada con que actuar ahora. Ahora que se encontraba tan desprotegida, justo con Trunks atrás de ella como un mal espíritu. La miraba con odio, con desprecio, con tanta nimiedad que matarla en ese momento le hubiera parecido como aplastar un gusano sin importancia, pero era tanta la repulsión que comenzaba a fastidiarlo. Una mujer como esa solo le daría problemas, siendo tan tímida seria una de las tantas mujeres que lo verían atractivo, tan intuitiva seria quitado el puesto aquel reservado para La Diosa de Sangre en el momento que finalmente lo descubriera, en un futuro tendría que matarla, así que por que no ahora? Fijo en ella dio sin querer un paso en falso, el cual hizo que un pequeño pedazo de madera se rompiera. Katrina abrió los ojos y en un disparo de adrenalina volteo sin pensar, mirándolo fijamente. Sus ojos abiertos al máximo, respirando rápidamente se encontraba en cierta posición de alerta extrema, con una mano atrás preparada para sacar su arma. La mirada de Trunks permanecía imperturbable, pero cual fuera un títere manejado por hilos invisibles se calmo diciendo palabras inentendibles para la aterrada mujer.
"tranquilízate. No voy a matarte o algo así"
Katrina parpadeo para si, relajando sus músculos. Analizando una y otra vez las palabras recién dichas por el muchacho, e ignorando la falsedad e hipocresía, su cuerpo solo obedeció al impulso de relajarse. Algo que solo aquel niño de cabello lila ha podido lograr. Trunks avanzo un paso hacia ella. Haciendo que ella retrocediera por instinto hasta chocar con la viga. Cerrando los ojos en señal de vergüenza un matiz sonrosado se pudo mirar levemente en las mejillas de Katrina. Al fin Trunks se dio cuenta de lo obvio aquí; su efecto en las mujeres era inmediato, incluso en las mujeres 10 años mayores.
"te sientes bien?" hizo ademán de tocarla en la mejilla, la cual al contacto se estremeció. Ella por fin tuvo la valentía de mirarlo a la cara. La sonrisa del niño la volvió muda por la pregunta recién hecha, a lo cual Katrina solo pudo contestar con un inverosímil comentario.
"supe de la muerte de tu madre, lo siento"
Trunks cambio su expresión a triste, dándole la espalda sin saber que decir. Su madre, la que todos conocían estaba muerta, pero una nueva le hacia muecas de silencio con un dedo en su boca, sentada en una banca, una a la que nadie podía ver. Bajo su mirada.
"lo – lo siento….. Solo lo dije por que era alguien admirable, para muchas personas. Tanto para mi."
Le causo curiosidad. Todas las personas absortas en si mismas y con su ego elevado jamás habrían preguntado por la persona mas amada por el. Todos lo sabían, nadie preguntaba. Respeto tal vez, miedo a la reacción de insinuar algo doloroso y traumático para un muchacho tan joven, perder a su madre en tan adversas circunstancias.
Sus ojos azules mostraron emoción, tristeza. Algo que hizo que Katrina bajara la guardia, y sintiera inclusive lastima por el chico. Arrepentida por la imprudencia, pensó rápidamente en una disculpa que realmente hiciera sentir al joven acompañado. Haciendo alarde de su situación como mujer adulta y ciertamente, mas madura que Trunks, Katrina lo miro a los ojos, tan fijamente que el hombre al mirarla sintió ser mirado por su madre, pensó que la vería delante de la mujer tomando posesión de su lugar supremo en la vida del asesino, mas sin embargo cuando vio directamente los ojos azules claros de la mujer, se sorprendió. Sintió respeto absoluto por esos ojos.
"nadie sabe mejor que yo lo que es perderlo todo y sentir que nada vale ya….. Tu madre estará orgullosa de que sales adelante"
Trunks entrecerró los ojos tratando de controlar unas lagrimas muestra de la infinita tristeza que sentía. La pelirroja bajo la mirada triste igualmente.
"y……" dice Trunks en una muestra de confidencia, jurándose mientras hablaba que jamás lo volvería a hacer; por desgracia la carga que sentía era mucha. No era remordimiento, sino el no llorar la perdida de algo, algo que murió. "………… y cuando desaparece ese sentimiento de culpa, de nostalgia, de….. De que nada volverá a ser igual? Por mucho que tratemos"
Mirándola esperaba ver alguien sonrojada, mas sin embargo encontró los ojos comprensivos de alguien. De alguien que sabia de que estaba hablando, aunque no en el trasfondo. Aquella mirada comprensiva, pero dura, le hablo con la verdad, una verdad que a ambos le quemaba las entrañas, aunque no quisieran admitirlo. Le hablo quieta y seria.
"nada volverá a ser igual….. Por mucho que cambiemos el exterior, lo que paso………" suspiro, en el aire exhalado se sentía desesperanza, lo que la había acompañado todo este tiempo, desde que abrió los ojos de la conciencia. "lo cambio todo, nada volverá a ser igual dentro, así cambiemos afuera todo"
Lo dicho ya lo sabía. A pesar de que cambie todo, a pesar de que cambie el mundo, a pesar de que mate a todos los malos……….. Nada cambiara. Su madre murió y fue reemplazada por su parte malvada. Caminando un poco cabizbajo trato de sobreponerse, nadie podía verlo así, seguía repitiéndose a si mismo aquello, no tenia conciencia de la mujer aquella a quien le había hecho confidencia. La tomaba desapercibida. Aunque la mujer se quedo un momento allí de pie, nunca tomo ese hecho como sospechoso.
Gracias a ello, a su inadvertida presencia, pudo tomar las huellas en la viga de madera y la muestra de aquel pino con relativa facilidad, y llevarla hacia una pequeña bolsita de evidencia que pudo guardar con sigilo en su bolsillo. Así pudo caminar hacia donde estaba su compañero, preguntando a los trabajadores de las conductas de su jefe, de las cuales todos daban absoluta certeza de su transparencia, ecuanimidad y bondad con todos.
Incrédulo aun, las declaraciones de las demás personas dejaban más abierta y aun más honda la brecha que existía con aquel personaje, que lejos de despistarlo con su inofensiva apariencia, lo ponían aun más inquieto. Al ver a Katrina se sorprendió, mas aun, lo inquieto esa mirada que tenia. Una mirada perdida, hundida al extremo de sus pensamientos. En un huracán de interrogantes sin resolver aun.
"donde estabas? Me preocupe un poco al no verte, en especial cuando el tipo este se desapareció cuando me detuve a hablar con los empleados" susurro al verla.
Katrina lo miro despertando de su sueño. Con la mirada preocupada. Asustándolo un poco, Steven se abstuvo de preguntar al ver a su sospechoso detrás de la mujer. Voltearon al unísono de sentir su arrolladora presencia.
"bueno señores, espero haberlos ayudado en algo, y sobre todo, espero que hayan encontrado lo que buscaban" dice con cierta seguridad, mas aun con riesgo de falsear la voz debido a su debilidad mostrada anteriormente.
"no hay problema" dice mas sin embargo Katrina, ahora con mayor seguridad y mirándolo desafiante a los ojos. "creo que hemos encontrado lo que buscábamos, lo que espero que pronto haga ud" sostiene en su bolsillo algo fuertemente.
Steven sorprendido parpadea un poco. Los mira fijamente a ambos. Los rodea un halo confidente. Solo un segundo. Ambos ojos azules, unos mas claros, otros mas puros. Cada uno con pecados para contar, secretos, historias, lagrimas, una tras otra.
Ambos, en perfecta sincronía, cuales almas gemelas, emprenden la huida hacia rumbos diferentes. Ahora, el verdadero aprendiz sale detrás de su jefe.
Trata de mantener la compostura caminando al mismo ritmo acelerado de la médica.
"dime algo, en serio encontramos lo que buscábamos……"
Katrina sostiene la pequeña bolsa con evidencia con premura, sonríe para si, mas sin embargo se siente sonrojada nuevamente. Sin poder evitarlo.
"así es… eso espero al menos" dice mientras mira avergonzada hacia el otro lado. Eso será un problema. Aquel recuerdo de ese niño poniéndola en evidencia la ponía en serios problemas. Su debilidad no podía ser mostrada ante los demás hombres, su batalla, su dignidad, su vida dependía de eso.
Trunks por otro lado, se alegraba de aquel encuentro con otra que sucumbía ante el, mas sin embargo lo preocupo la astucia de la aprendiz. Aquella inteligencia le podía ser atrayente en algún modo. Nadie como la Sra. Lockhart, pero Katrina podía ser un rival digno a vencer, al fin otra persona con la cual poder jugar, alguien que fuera tan fácilmente maleable como resistente. Alguien que le encontrara algún defecto pero a la vez lo viera tan adorable y, sobre todo, tan inofensivo que lo ultimo que se le ocurriera pensar era que el fuera algún sujeto con malas intensiones.
Ninguno de los dos sabia que en la primera batalla de esta guerra, ambos habían salido de sus trincheras para pelear, dándose un empate por esta ocasión, marcando a su vez la fecha secreta para la próxima batalla.
