Botones


Esta es la primera vez que escribo un Ron/Draco. Pero debido el hecho que se han convertido en mi pareja favorita de todos los tiempos, 6 meses leyendo solo fics suyos y no me aburro, dedique un poco de tiempo a escribir un Drabble que me vino a la mente un día mientras me vestía…

Espero que sea de su agrado


Ronald Weasley siempre fue un amante de los botones. De hecho, los coleccionaba. Poseía, fácilmente, unos 400 botones de todos tamaños, formas, color y textura.

Ronald Weasley podía reconocer el año de confección y calidad de la pequeña pieza con solo una mirada al objeto. Podría decirse que era su trauma a los botones era muy parecido al de su padre con artefactos muggles. Algo en la sangre.

Su afición comenzó a los siete años, cuando su tío Billius le regaló, por su cumpleaños, una capa de invienro con 17 botones plateados.

Quizá porque la prenda era la primera que recibía como propia y no heredada o por lo extraño que era que su tío regalase algo a alguien, pero los botones comenzaron a ser más importantes en su vida que el aire.

La noche de su cumpleaños número siete, Ron se fue a la cama con la capa en mano. A la mañana siguiente, los botones habían dejado marcas en su brazo derecho, cosa que Ron encontró fascinante. Dedicó la semana a memorizar la textura, color exacto, olor y sabor de los 17 botones de plata.

Ronald Weasley jamás imaginó que el día en el que odiara sus preciados botones llegaría. Ni en sus peores pesadillas. No cuando encontró una red de arañas sobre su colección, ni cuando Fred le lanzó un puñado de ellos y uno le entro en el ojo, dejándole medio tuerto por horas.

No, su amor por los botones no desapareció hasta el día en el que comenzó una relación con Draco Malfoy.

Por más increíble que pareciese, Ronald Weasley sí tuvo una cita con Draco Malfoy, de hecho más de una y muy buenas.

Pero, ¿qué tienen que ver los botones con su relación de cuatro meses con Dray (sí, eso es un apodo para Draco)?

Pues que la noche de su cuarta cita (Ron recordaba incluso la hora), en la que planeaba llevar su relación a la siguiente etapa, se convirtió en la noche que por primera vez en su vida Ron vio los botones como un pedazo inservible de plástico, plata o cualquier material.

Pero, ¿por qué? Simple. Ron, y muy ansioso, arrancó la chaqueta del rubio, ningún botón hasta el momento. De un tirón lo libero de la camisa, reventando los botones que la sujetaban, los cuales volaron en todas direcciones. Sintió remordimiento por al cometer tremenda atrocidad con los botoncitos. Pero este sentimiento se esfumó cuando llegó al pantalón.

Ron había quitado la chaqueta, la camisa, los zapatos y las medias del rubio, cuando llegó al condenado pantalón.

Desabrochó el primer botón con prisa, el segundo con urgencia. Su exasperación fue aumentando con cada botón, para el quinto botón ninguna fuerza en la Tierra le podría convencer que los pequeños y redondos objetos eran piezas malignas y muy probables aliados del Señor Tenebroso.

Sacando su varita, de su propio pantalón, destruyó los botones que faltaban y se libero a sí mismo de su ropa.

Solo después de esto, Ron pudo liberar todas las tensiones que la lucha contra los malignos botoncitos ocasionó. Sí, pobre cuerpo de Draco Malfoy.

Más tarde, con sus brazos rodeando la cintura de su amante, susurró en su oído: "Drake, hazme un favor y deshazte de todo lo que un tu armario tenga más de tres botones"

Draco sonrió y acurrucándose más al cuerpo de su pelirrojo, contestó "Claro, amor"


¿Qué tal?

Este mini-fic lo tenía hace meses escrito en mi cuaderno, hasta hoy me atreví a pasarlo. Espero que haya sido de su agrado.

Abierta a críticas, sugerencias, amenazas, felicitaciones, etc. …

Besos&Abrazos

AIMC 3