Ficlet. 500 palabras. Ni una más ni una menos. Pensamientos de Brennan.
De vez en cuando tengo la necesidad de escribir a Brennan, en 1ª persona... Creo que veo un poco de mí a través de ella...
Disclaimer: Tristemente, no tengo nada....
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Creer
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No hay nada que no haría por Booth.
Sí, es cierto. Hace tiempo que lo sé.
Pero decirlo en voz alta es distinto. Lo hace real y más grave. Y más aún reconocerlo ante el Doctor Wyatt. (¿O es el chef Wyatt ahora?).
En cierto sentido creo que me alegra que haya sido a él a quien le haya hecho esa pequeña confesión. Él le dará la importancia exacta que tiene. Ni más, ni menos.
Me tranquiliza que él sí reconozca lo voluble que es el comportamiento humano y, por tanto, su impredictibilidad y de ahí la imposibilidad de que sea, la psicología, una ciencia certera. (Por favor, ni siquiera debería ser una ciencia.)
Es verdad que Booth y yo estamos unidos.
Incluso se podría decir que de una manera profunda, como Angela y su vidente afirman.
No, no repito espiritual. La idea de la existencia de una entidad etérea en el organismo con autonomía propia (un alma), inmortal, es ciertamente desconcertante. Cuánto más la posibilidad de dos espíritus o almas destinados a encontrarse y permanecer unidos.
Esas idea del destino y de almas gemelas, que se perpetúa desde las sociedades antiguas y permanece arraigada como una superstición más, es abrumadora.
Sé que Booth cree en eso. Lo sabía incluso antes de la conversación que tuvimos después del caso de los fetichistas de los caballos.
Porque Booth es así.
Cree en el alma inmortal, y en el amor inmortal, y en una vida eterna.
El concepto de eterno es algo que yo no me puedo permitir. En ningún sentido.
Como científica puedo ponerlo en duda, y lo hago. Pero como mujer...
Como mujer es algo en lo que nunca he llegado a confiar. Porque mis mis sueños infantiles y fantasías preadolescentes, de amor romántico y felicidad absoluta y para siempres, quedaron olvidados cuando Russ y, antes mis padres, me apartaron de sus vidas.
Ellos se los llevaron.
Mi niñez quedó casi olvidada, porque era demasiado doloroso recordar que en algún momento había sido feliz (de verdad) y tenido una familia que me quería (incondicionalmente). Es doloroso todavía reconocer que alguna vez soñaba con un final feliz.
A veces pienso que Booth quiere encontrar a esa niña que llevo dentro, que está escondida (metafóricamente hablando) en algún lugar de mi, con sus recuerdos y sus fantasías.
Y me habla del corazón, y del para siempre, y de los deseos, y de que la felicidad está en las pequeñas cosas.
Me habla de fe y de esperanza.
Me habla del amor.
Y en esos momentos me hace creer.
En contra de mi misma. En contra de mi ser racional, que lucha para seguir al mando cuando Booth tienta mi lógica con todas sus fuerzas y me recuerda que una vez también creí, antes de que la realidad me pusiera (abruptamente) los pies en la tierra.
Y entonces es más difícil todavía mantener la cabeza fría.
Y dejar de pensar en el alma, en el amor y en la eternidad.
Y en él.
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Decidme que os ha parecido... Recordad que es difícil escribir 500 palabras justas!!! LoL
Gracias por leer!!! :)
Por cierto, creo que voy a dejar esta historia abierta para añadir de vez en cuando piezas así, pequeñas, que necesito escribir. Se admiten sugerencias.
