Disclaimer: Mi apellido no es Rowling, no soy inglesa, ni tengo muchos millones de libras lamentablemente. Los personajes no son míos, y hago esto sin fines de lucro.
Juntos
Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no podía evitarlo. Luego de que la guerra terminó, era casi factible el hecho de que Ron y ella formalizaran su relación. Después de tantos años juntos, de los celos y las peleas, y especialmente, aquél beso antes de la batalla, era un hecho que terminarían juntos.
Hasta que Hermione se dio cuenta de que un futuro con Ron era lo esperable, lo aceptable, lo justo y necesario. Quien podría amarla más que el pelirrojo, que la quería y se preocupaba por ella? Pero, por una vez en su vida no quería eso.
No quería un matrimonio perfecto, como sabía que sería con Ron. No quería ser lo que los demás esperaban que ella fuera. Quería algo diferente. Una vía de escape de su vida perfecta, monótona y aburrida. Como buena Gryffindor, quería algo misterioso, poco seguro, y prohibido, una real aventura.
Miró hacia ambos lados del pasillo asegurándose de que no hubiera nadie. En puntillas de pié lo cruzó, y abrió lo más lenta y silenciosamente que pudo la gran puerta que se encontraba enfrente, y entró.
- Granger – una voz masculina sonó en la penumbra.
Ella no le contesto el saludo, y simplemente cruzó la habitación hasta donde él se encontraba.
- Viniste – dijo la voz varonil, y a pesar de la oscuridad, pudo ver la arrogante sonrisa que se había formado en su pálido rostro.
- Nunca digo que no a un desafío – contestó ella, alzándose de hombros
- Nunca? – preguntó él, mirándola fijamente a los ojos: grises contra marrones, hielo contra fuego, maldad contra bondad.
- Nunca Malfoy – aseguró ella sin temor, sin bajar la mirada.
Ambos acercaron sus rostros y sus labios se unieron en un beso. Pero aquél acto no era de ternura, ni de cariño, mucho menos de amor. Para ella, el era su salida. Para él, ella significaba una bofetada en la cara de su padre, para demostrarle que él hacía lo que quería, y no lo que le mandaran.
Juntos en una situación extraña. Pero juntos.
