-Treinta segundos y vamos al aire. -indicó de nuevo el encargado de cámaras, señalándole a los gemelos un monitor pequeño frente a ellos, en el que empezó la cuenta regresiva: treinta, veintinueve, veintiocho…

Los treinta segundos más largos de la historia empezaron a vivirse no sólo para los Kaulitz, pues en el backstage la ansiedad en el ex-staff de la banda era palpable. Habían estado atentos a cada interacción entre ellos desde que Tom había entrado a los camerinos. La incertidumbre aún les comía por dentro, sabían exactamente lo mismo que todos. Algunos años atrás los gemelos convocaron a una reunión a todo el equipo decididos a terminar con todo.

Era cierto, su trabajo estaba en juego pero había algo más allá, la imperfección en sus propias relaciones en general siempre era internamente comparada con aquellos gemelos para los que trabajaban. La atmosfera privada y casi sagrada en la que se movían esos dos chicos, la inquebrantable voluntad de luchar el uno por el otro. Tom fingiendo ser fuerte y Bill jugando a ser débil.

Recordaban claro el día que los gemelos libraron una lucha con media disquera para exigir un tour bus para los dos, necesitaban tiempo en privado y no iban a flaquear hasta conseguirlo y de hecho lo hicieron. La forma en que resguardaban su privacidad del mundo, no había concierto a punto de empezar que les frenara si tenían algo que solucionar por el bien de su relación… y todo eso se había venido abajo de un segundo a otro, delante de sus ojos y no se habían percatado de ello. Nadie podía culparlos por querer saber qué diablos había pasado con los Kaulitz.

La sonrisa de los gemelos en los segmentos anteriores había sido remplazada por unos rostros idénticamente tensos que se reflejaban en los monitores. La música de nuevo invadió la locación, los aplausos y el rótulo iluminado pidiendo silencio al público se había apagado. Cada detalle les parecía sub-real. Habían pensado en mil situaciones diferentes para volverse a ver, pero jamás pensaron en una situación como esa. Menos con miles de ojos posados en ellos.

La cámara principal se cerró hacia el conductor para que diera la introducción al bloque.

-Parte del éxito de Tokio Hotel, se debió a que el cincuenta por ciento de la banda está familiarmente relacionada. -bromeó Kerner-. Los gemelos Kaulitz no dudaron un segundo en dejarle claro al mundo desde el principio que ellos eran un todo, un equipo y por ello fueron responsables en gran parte del éxito mediático de la banda. -el conductor hizo una pausa, mientras hacía una señal con la mano al público para pedir silencio.

-En particular les tengo un cariño personal, los vi crecer en estos mismos sillones, los vi madurar y hoy regresan hechos todos unos hombres. Un aplauso para Bill y Tom Kaulitz. -los aplausos estallaron en la locación.

Las cámaras hicieron un especial acercamiento a los rostros de los gemelos, estos intentaron cada uno por su lado esbozar una sonrisa que no fue más que una fatídica mueca por demás extraña a los monitores.

Dave observó esto en el backstage y cerró los ojos sintiendo pena por ellos, los había visto sufrir más de una vez en los últimos años evitándose. No sabía por qué lo hacían, pero se cuestionaba qué tan imprudente sería su participación en el programa. Después del show, se iban a quebrar y el no podía hacer nada.

-A lo largo de seis años nos visitaron repetidas veces en el programa. Entonces hemos preparado una pequeña capsula de los momentos "Kaulitz en el show de Kerner" -indicó el conductor.

Las luces bajaron de intensidad y las pantallas cobraron su totalidad de color. Bill y Tom buscaron el monitor más cercano para no perder detalle del video. La musicalización resultó un verdadero golpe a sus corazones… In Die Nach era el fondo de las imágenes de los gemelos. Carcajadas de los gemelos cobraron un volumen discreto en el video que les evocaba, cómo funcionaba a dúo su peculiar sentido del humor, miradas cómplices sustituyeron lo anterior. Recordaron perfectamente como su conexión había fluido en lo largo de los programas, cada uno sonreía al oír como respondían una cosa y por la conexión se decían otra, para ellos era tan obvio.

Un sonido de ternura retumbó por el estudio cuando apareció la imagen de los chicos cargando en su regazo crías de leones. Vieron más de un chupón de labios sincronizado perfectamente. Pero el momento que dolió más que nada, fue cuando hicieron tomas cerradas a sus sonrisas individuales, Bill se perdió en la felicidad de Tom en aquella época y el mayor hizo lo mismo.

El estudio se iluminó de nuevo. Los gemelos suspiraron al mismo tiempo y voltearon a verse, todo estaba ahí, su vida se resumía en eso, en lo que estaban haciendo y como se estaban jugando la vida. Georg tenía razón en cuanto a ellos y si él les había admirado por su determinación y paciencia en lograr algo con su música, no sabía de lo que habían sido capaces por lo único que en realidad amaban en su vida, a su gemelo.

-Para mí es imposible dividir eso. -dijo Kerner, señalando a la pantalla-. Es por eso que los entrevistaré juntos, sé que ahora van por caminos diferentes pero yo no creo que una relación así se fraccione. -recalcó.

Los gemelos asintieron con un idéntico movimiento de cabeza.

-Pero antes quiero señalar algo. -dijo, volteando a ver al público-. Recuerdo cuando vinieron las primeras veces siendo apenas unos niños y su marcado sentido de la moda te hacía abrir los ojos y preguntarte ¿en realidad son gemelos? "Idénticos" apresuraban en aclarar. Hoy sería estúpido preguntar eso. Es increíble como su parecido cada vez se marca más con el paso del tiempo. Y en sólo Cuatro años…

-Y medio. Cuatro años y medio. -fue Bill quien interrumpió esta vez.

-Sí, perdón. -dijo Kerner, levantando la ceja por la interrupción-. En este tiempo parece que la naturaleza se ha encargado de recordarnos a los incrédulos que son como dos gotas de agua perfectamente a la medida. Dejen les señale los dos tienen el mismo estilo de cabello largo y lacio, idénticamente peinado sólo se diferencia en el color. -los dos voltearon a verse inmediatamente y vieron a sus respectivas estilitas con expresión de pocos amigos.

-Tom dejó de lucir como un Hip Hopero y Bill como un andrógino. Hoy visten en diferentes colores y líneas, pero el estilo es el mismo. Lograron un punto medio entre las dos corrientes de moda que seguían y resulta que ahora se ven más parecidos que nunca. - los dos chuparon sus labios de nuevo, no habían caído en cuenta, era cierto lo que el conductor ponía en evidencia-. ¿Se han puesto de acuerdo?

-No, sólo pasó. -contestó Tom secamente.

-No queríamos vernos iguales de pequeños, mucho menos quisiéramos ahora, por lo menos intencionalmente. -complementó Bill.

Kerner inmediatamente se dio cuenta de por donde no tocar a los gemelos, era cierto podría crear la polémica que quisiera pero Tom era su amigo.

-Decidieron no continuar con Tokio Hotel. El managment dijo claro que fue decisión suya. Pero nunca se supo el por qué.

-Fue un motivo personal. -contestó Bill, lentamente dejando notar que buscaba las palabras.

-¿Tuyo? -Apresuró Kerner a indagar.

-No, de los dos. -contestó rápidamente el menor.

-Lo que dije anteriormente que eran indivisibles, no fue una idea que yo concluí solo y mucho menos sus fans. -Fue el comentario que empezó a romperles por dentro. Mientras les enseñaba el monitor.

Un video editado en blanco y negro empezó a envolverles. Y ahí estaba Tom diciendo como no habría jamás nadie más importante para él, que Bill. No en una entrevista si no en varias, traducidas en cualquier cantidad de idiomas.

El mayor de los Kaulitz veía absorto la pantalla pero sus ojos estaban vueltos hacia dentro de su alma; justo como cuando se iba a derrumbar sintió Bill, llevándose la mano al pecho. "Tomi no te quiebres" pidió. "No hemos cambiado" le razonó de nuevo.

Tom sintió claro el mensaje que su gemelo le hizo llegar y cerró los ojos aferrándose a esa última frase "No hemos cambiado". Apartó su mirada del monitor y tomó un poco de agua aprovechando que al aire seguía ese maldito video que parecía estaba hecho sólo para hacerlos mierda.

Regresó su mirada a la pantalla, la toma que captó era de Bill en la presentación de In Die Nach al público.
-"Ahora sólo somos Tom y yo en el escenario. Porque ésta canción es acerca de nosotros. Acerca de nuestra relación, el uno con el otro. Lo que tenemos es un poco raro yo creo. Nosotros probablemente pasemos el resto de nuestra vida juntos. Nunca nos separaremos. Tom y yo vamos a salir juntos en la noche."

La imagen se desvaneció en el monitor y el grito de las fans recordando eso sólo les hizo sentirse más miserables.

El conductor esperó a estar de nuevo en cuadro y retomó la palabra.

-Esa relación no la inventaron tampoco mediáticamente, es por eso que digo es indivisible. Eso fue lo que más inquietó a sus fans, claro después de la separación como banda, los chicos que juraron jamás se separarían. Lo hicieron…

-No estamos separados. -Interrumpió Tom, tratando de controlar el tono de su voz, pero estaba realmente incomodo con todo aquello. Una mezcla de emociones estaba latente en su pecho, sentía que estaba a punto de explotar y definitivamente no quería hacerlo en un show de televisión.

Bill sentía la desesperación de Tom, necesitaba sacarlo de ahí y tomó la palabra.

-Sólo necesitábamos tomar diferentes caminos. -agregó a lo que su gemelo había dicho.

-No necesitábamos TENÍAMOS QUE hacerlo. -Enfatizó Tom, directamente a su gemelo. En un tono de voz que dejaba claro que esa palabra había matizado todo. El estudio quedó en silencio. Los dos fueron consientes que los ojos de todos estaban en ellos.

-Más nunca lo hemos hecho. -Aclaró Tom, volteando hacia el público. -Vivimos al lado, nos podemos ver todo el tiempo. -mintió, con una hipócrita sonrisa en los labios.

-También si quisiéramos. -agregó Bill-. Pero eso no TENÍAMOS QUE hacerlo. -señaló, imitando el tono de voz de su gemelo, segundos atrás.

Nuevamente voltearon a verse retándose mutuamente en una mirada, cayendo en un segundo eterno de silencio.

-Me atrevería a decir que no han cambiado ni un poco, muy hombres, muy todo lo que quieras. -señaló Georg, con una sonrisa rompiendo el momento incomodo-. Pero siguen siendo el par de revoltosos de siempre. -finalizó, provocando que todos los asistentes cayeran en una carcajada.

-Ni que lo digas. -subrayó Kerner. Reflexionando rápidamente a donde ir sin provocar otra escena así-. Vamos hacer notar algo. -habló a la cámara, para ganar tiempo. Mientras cambiaba mentalmente la estructura original que había planeado para desarrollar el programa y decidió entrevistarlos como a Georg y Gustav.

-Es cierto podremos verlos como indivisibles, pero siguen siendo dos seres humanos ligados pero diferentes. Al finalizar Tokio Hotel, el mundo predijo el fracaso de cualquier proyecto en conjunto o individual de los gemelos Kaulitz, afortunadamente eso no pasó. Bill ¿Qué sentiste cuando regresaste a casa después que Tokio Hotel había sido disuelto?

-Me sentí muy extraño. Pasé una semana si mucho, tratando de estar solo, pero eso no es lo mío. Así que al primero que llamé fue a Gustav. Aquí sale algo realmente divertido, nosotros no necesitábamos nuestros números de teléfono, vivíamos juntos desde pequeños. Entonces el primer día que necesité hablar con él, fue un caos. Quería probarme que yo podía hacer todo solo, así que no quería hablar con nadie del staff sólo para pedir un número telefónico. -Levantó la ceja a la cámara burlándose de su propio comentario de autosuficiencia.

-Entonces llamé a la compañía teléfonos móviles que nos brindaba el servicio. Como Tokio Hotel teníamos 40 líneas telefónicas contratadas, ya puedes imaginar las cuentas millonarias que pagábamos. Entonces imagina como nos atendían, si yo un día estaba en América y veía un nuevo modelo de teléfono lo pedía y al día siguiente ya estaba en mis manos.

-Wow prácticamente sostenía a la compañía, el mismo gerente te lo hubiera ido a dejar hijo. -agregó Kerner.

-Entonces llamé a la ejecutiva que atendía a Dunja, la saludé y le pedí el número de la línea asignada a Gustav Schäfer. La chica al otro lado del teléfono rió y me dijo "Perdón podría repetir el nombre señor". Claro Gustav Schäfer remarqué, pensando que ella no había entendido el apellido. -dijo, riendo al recordar su anécdota-. En un instante la irónica voz de la ejecutiva me dice "Claro que sí ahora mismo se lo doy ¿quién pregunta? Tom Kaulitz acaso" No, es Bill le corregí, no había caído en cuenta que ella se burlaba de mí hasta que me colgó el teléfono.

El estudio nuevamente se llenó de risas, mientras Tom volteaba a ver a Bill muerto de la risa y sus miradas dejaron ver un destello. Los dos bajaron la mirada evitándose, en un segundo imperceptible para el mundo y eterno para ellos.

El conductor prosiguió con la entrevista.

-¿Qué pasó después?

-Bueno Tom y yo, decidimos tomar caminos diferentes a nivel profesional, así que sería mejor vivir separados, ya que nuestros equipos de trabajo no serían los mismos y como decías el objetivo en común ya no era el mismo. Entonces nos mudamos a unas casas que estaban al lado y ya cada quien inició sus proyectos.

-Comprendo. -aprobó el conductor, quien en el fondo sabía que la excusa sonaba incongruente para todos pero señalar eso no los llevaba a nada.

-Recuerdo cuando dijiste que tu intención jamás sería convertirte en solista. Entonces ¿cómo fue que surgió todo?

-Bueno las cosas cambiaron para todos y yo realmente disfruté haciendo música. Crecemos y todo lo que dijimos que jamás pasaría, pasó. Entonces Dave…

-¿Dave? ¿Otra vez Dave? -apuntó sonriendo-. Oye tú eres así como el papá de ellos. -bromeó Kerner buscándolo con la mirada. El manager asintió desde lejos-. En todo está este hombre, es como omnipresente en la vida de los chicos. Perdón Bill, sigue.

-Bueno, me hizo ver que universal estaría muy interesada en firmarme el proyecto que quisiera. Y propusieron armarme una banda pero me negué. La banda que teníamos era perfecta y cambiar de banda era como decir ya no me gustaba la otra.

-Además, nos costó trabajo que Georg aprendiera a tocar el bajo. -bromeó Tom.

Bill se carcajeó como en los viejos tiempos, no importara qué dijera Tom en burla de quien fuera, él lo secundaba con una celebración exagerada.

-Entonces después de eso me dediqué a escribir mucho y retomé algunas ideas de composiciones que ya tenía. Las armé en el estudio con Dave y un productor amigo nuestro. Firmamos un contrato con universal y …

-Y el resto es historia, quien te lo niegue, has vendido una cantidad de discos inigualable a otro solista europeo y América ya se inclina ante ti. Estás a punto de iniciar la gira de tu segundo álbum ¿es cierto que fue diseñada por Tom?

-Sí. ¿Ven? nada de separación ni tonteras, sólo nuestros proyectos ahora se complementan. Tom como todos saben es un exitoso productor. -dijo con orgullo, y el público aplaudió dándole el crédito al gemelo mayor.

-Y pues una división de su compañía maneja giras y promociones mundiales para algunas disqueras. Universal le pidió hacer eso por mí y dado el éxito de la primera gira en cuando escenario, luminotecnia y efectos pues nuevamente cerramos el trato para esta segunda gira.

-¿Amores? -cambió Kerner rápidamente de tema viendo si podía tomarlo desprevenido y sacar alguna información de uno de los hombres más perseguidos por las chicas.

-Muchos. -Contestó Bill, sonriendo mientras esperaba que los gritos bajaran de intensidad.

-Mi familia, mis amigos… -rió bajando el tono de voz "Y mi único gran amor Tom" gritó la conexión.
El mayor se sonrojó inevitablemente.

-¡Vamos! desde Tokio Hotel nos tienes con lo mismo. No puedo creer que no tengas una relación.
Bill negó con la cabeza sonriendo.

-Bill, vamos confiesa algo.

-Ya lo he dicho no podría tener una relación, ahora menos dedicándome al cien a mí música.

-¿Le creemos?-se dirigió el conductor al público. Un NO rotundo fue la respuesta de este.

-Ok, diré algo. Me voy a confesar. -Dijo en tono teatral-. En la época de Tokio Hotel andaba con alguien. -levantó las manos colocándoselas enfrente como esperando que le tiraran algo en forma de broma.

-¿Nos mentiste en Todo Tokio Hotel, Bill Kaulitz? -le reprendió Kerner.

-No fue mentir, técnicamente sólo no dije algunos detalles.

-Algunos detalles, dijiste deliberadamente no besar a nadie durante casi siete años jovencito, y andar buscando tu gran amor. Bill Kaulitz eso es mentir.

El chico se sonrojó y a Tom no le gustaba para nada a donde iba la plática; trató de conservar su rostro impasible, pero no podía hacer nada con el temblor de su pie.

-Ahora al menos danos algún detalle jugoso, de tu relación con la misteriosa novia del entonces Bill Kaulitz de Tokio Hotel ¿era del medio?

-Sí.

Georg y Gustav se voltearon a ver y casi negaron al mismo tiempo. Bill estaba mintiendo definitivamente, a ellos les contaba que nunca había estado con nadie pero ¿Por qué mentir?

-¿Y ahora Bill, acaso nos estás mintiendo de nuevo? -preguntó el conductor.

-Ahora no miento. Puedo jurar por Tom, que es a quien más quiero en el mundo. -dijo sin frenar sus impulsos-. Que no estoy con nadie.

-No pues ahora si te creo, ya juraste por Tom ¿Quién se atrevería a poner eso en tela de duda?

-Nadie. -interrumpió Tom al conductor.

"¿Aún confías en mi?" le preguntó Bill, esbozando una sonrisa.

El mayor sintió claro el mensaje de la conexión. Pero contestó en voz alta.- Siempre lo haré.

Repentinamente todos voltearon a ver, no tenía sentido las dos frases que Tom había dicho de ultimo. "Nadie, siempre lo haré" fue una interrogante que quedaría en el aire, porque había sido obvio que era algo de gemelos, como aclaraban cuando alguien no les entendía en su época de Tokio Hotel.

-Y por fin llegamos a mi muy personal dolor de cabeza. -sonrío Kerner a la cámara.

-Dejen les explico, cuando Tom Kaulitz a los 16 años por primera vez se sentó en uno de los sillones de mi programa, me pareció el niño mas revoltoso jamás visto. -Hizo una pausa por que las risas fueron uniformes desde el público, hasta el staff sin contar a los chicos-. Deben admitirlo, soy un hombre que les triplica la edad juntos creería yo. -siguió en son de broma-. Y viene un niño con cara de angelito disfrazado de gansta y lo primero que me dice es "me tiro a cuanta mujer puedo" díganme ¿qué clase de primera impresión es esa?

-La de Tom Kaulitz de Tokio Hotel. -contestó Bill rápidamente tal cual juego de trívias.

Lo que nadie sabía era que lo decía en serio, esa era la imagen creada de su gemelo y lo resaltó diciendo DE TOKIO HOTEL y era evidente ese Tom, no era "su Tomi".

-Exacto. -Siguió Kerner-. Era un niño de 16 años que parecía me presumía sus dotes de Don Juan a mí.- Kerner ladeó su mano a la altura de la boca y habló como en confidencia a la cámara susurrando-. Me funcionaron sus técnicas eso es claro. -mientras señalaba a su nueva esposa sentada en primera fila, que sonreía ante los aplausos de la gente en el set de grabación-. Ya dejemos el chiste a lo que voy es que, ese muchachito del que les hablaba, es ahora todo un hombre multifacético. El rey midas de los negocios, por favor un aplauso para Tom Kaulitz

El mayor hizo un gesto de agradecimiento a la ovación y se dispuso a escuchar.

-Tom, lo mismo. ¿Cómo te sentiste el día que acabo Tokio Hotel?

-La tristeza está por demás señalarla, vives ciclos todos empiezan y casi todos deben acabar. Comprendí rápidamente que yo estaba unido a Gustav y a Georg por algo más que el nombre de una banda. Y un claro ejemplo de ello fue cuando nos mudamos a dos casas diferentes.

El conductor prestó especial atención porque creía no entender, que tenía que ver una cosa con la otra.

-Ellos fueron los primeros que llegaron a ayudarnos con el traslado ¿sabes? No se trata de cargar, o no cargar muebles, se trataba que sabían que por mucho que Bill y yo hubiéramos decidido separarnos, el momento iba a ser duro y estuvieron ahí para apoyarnos.

Los chicos intercambiaron miradas entre sí nunca creyeron oír algo así de Tom.

-Nosotros decidimos no firmar y ellos jamás reprocharon nada. Creo que en internet leí exigencias de explicaciones de cualquier cantidad de personas, en cualquier cantidad de medios pero los G´s así les decimos para evitar tanta letra. -Aclaró Tom-. Ni siquiera han vuelto a tocar el tema. Así que Tokio Hotel se acabó como banda, pero no como hermandad a este punto ya incluyo a todas las personas del staff. Prueba de ello es que todos trabajamos juntos directa o indirectamente.

-A veces no creo. -Comentó de nuevo Kerner-. En cómo has crecido Tom. Ahora les cuento a ustedes. -dijo, volteando al público-. Que este chico es uno de mis mejores amigos. Para que se den cuenta que con un viejo como yo, no se puede entablar una relación de autentica amistad del aire si no fuera por su increíble madurez y la cordura de sus actos que ha desarrollado en estos años. ¿Te tomaste algún descanso?

-No, nunca pensé en un año sabático. Lo hice porque me di cuenta de lo inútil que era, sin Dave para decirme qué hacer o cuando hacerlo. Sin Dunja que me enseñara a canalizar a veces mis energías creativas. Entonces fue cuando dije "no señor si me quedo sentado un segundo, lejos de crear algo seguro me gasto todo". Entonces me di cuenta que lo que realmente me gustaba era todo lo que estaba en el backstage y pensé oye en realidad lo que cualquiera artista necesita es un staff como el que Tokio Hotel tenía, entonces decidí tener una compañía que brindara eso.

-Se oye bien. El asunto fue que no te quedaste allí-.

-No, desarrollé el proyecto y pronto ya marchaba solo, entonces me sentí de nuevo inútil sin nada que hacer. Pero en el proceso hice amistad con algunos de los artistas a los que les prestábamos servicios y resultó que monté el estudio de grabación. Eso me llevó unos cuantos meses pero al fin ya estaba montado eso y nuevamente yo sentía que no había ocupación para mí. Y fue cuando empecé a producir algunas bandas y solistas.

-Cualquier cantidad de artistas. -interrumpió Kerner-. Es preciso señalar que muchas veces la gente no lo sabe porque Tom usa seudónimos. Pero ha producido bandas de Rock hasta artistas pop, pasando por todos los géneros que hay en medio. Lo cual me lleva a preguntar inevitablemente ¿por qué no has producido a Bill?

Nuevamente Bill estaba en juego y Tom no sabía cómo salir de esta.

-Vamos, no es ¿por qué NO producirlo? -se adelantó Bill-. Es un ¿Por qué hacerlo? Tom y yo hacemos música juntos desde los nueve años. Llega un punto en que él puede ser muy buen productor y yo muy buen cantante y compositor, pero es como que una comodidad creativa, sería como limitarnos a no tener nuevos retos entonces regresaríamos a lo mismo.

Tom levantó la ceja su gemelo los había sacado de un aprieto y quién dijera lo contrario.

-De nada. -murmullo Bill, sonriendo.

-En resumen. -Dijo Kerner a la pantalla-. K.T Enterprises ya no sólo tiene estudio y compañía de producción, una disquera independiente. Y ahora maneja líneas de ropa, accesorios y joyería diseñadas por el propio Tom. ¿No piensas descansar un segundo acaso?

-Lo haré, claro que lo haré. Es para ello que estoy creando empresas y ya vendrá un tiempo en el que no voy a querer saber nada de trabajo.

-Perfecto y espero que sea para dedicarle tiempo a lo que mi siguiente pregunta da pie. Lo que todas quieren saber es ¿Qué tal de amores Tom?

-No, de eso nada. -contestó inmediatamente.

-Vamos, si eres nuestro player favorito.

-¿Ves? pero ya no soy más mi player favorito. -dijo sonriendo.

-Sigues con lo de one night stands ¿Debo entender?

-De hecho no fue muy cierto todo eso, ya sabes era un niño fanfarrón. Estoy seguro que exageré un poco la situación.

-No sé por qué pero no me sorprende. -apuntó el conductor-. De hecho en tu etapa de Tokio Hotel tampoco fue que te conociéramos novia con nombre y apellido.

-¿Ves? sólo decía lo que querían oír.

-Entonces Tom ¿Cuánto tiempo llevas de soltero?

-Cuatro años…

-Y medio.- se apresuro Bill en gritar.

Todo el público rió con él, tomando a broma lo anterior, ya que habian interrumpido en todo el programa con lo mismo y ahora caian en cuenta que los gemelos había estado fastidiando a Kerner con eso.

Pero los gemelos sabían perfectamente que nada de esto lo era broma.

Un bloque más con anécdotas y el programa terminó. El rating era exorbitante en los controles de monitoreo. Las cámaras dejaron de trasmitir y en un segundo la locación se tornó en un ambiente de júbilo, Georg y Gustav se acercaron a firmar algunos autógrafos al público. Los celulares del staff no dejaban de sonar, pero nadie parecía percatarse de algo. Los gemelos aún permanecían sentados uno junto al otro, con las miradas bajas parecía que no hubieran caído en cuenta que el programa había terminado.

-¿Vas a la fiesta? -rompió el silencio Bill. Soltándose la coleta.

-Tal vez lo mejor es que no vaya. -cortó el mayor, sin verle.

-¿Pero Tomi?

-¡Vamos! falta poco. -Le animó, siempre evitando el contacto, pero sintió más que nunca a Bill derrumbándose por dentro.

Tom respiró profundo, sólo ellos sabían cuánto dolía todo aquello. Sacó fuerzas de la nada y tomó con su mano la barbilla de su gemelo, obligándolo a que lo viera, el menor cerró instintivamente los ojos.

-Veme por favor. -pidió con dulce voz, su gemelo obedeció.

-Billi no podemos hacer una estupidez ahora. Sé que no nos equivocamos ¿Podrías tan sólo confiar en mí?

Bill sintió una descarga eléctrica en su cuerpo, al sentir la piel de su hermano contra la suya, esas sensaciones eran parte del pasado, sus ojos se llenaron de lágrimas en un instante.

-Perdón, no debí tocarte. -se disculpó Tom soltándole. Giró sobre sus talones y se alejó si tan siquiera voltear a ver.