-…1000 times against an endless tide, then we'll be free, please don't drift away from me, please don´t drift away from me… 1000 oceans widewide…

Los aplausos sonaron por todo el salón de ensayos.

-Magnifico, con esto creo que ya no queda más que esperar el primer concierto. -era la instrucción de Mark llegando hacia delante-. Creo que es todo. –anunció. Hizo un gesto con la mano al vocalista para que llegara hacia él.

Bill le siguió a lo largo del pasillo hasta la estancia que estaba atrás del salón. Un Red Bull fue inmediatamente colocado en su mano, con una toalla limpia para que se secara el sudor.

-Tengo que hablar contigo.- dijo el representante de la disquera.

-Dime.

-Es respecto a la lista en la que incrementaste tus requerimientos personales para el tour.

El vocalista se sonrojó avergonzado, sabía las molestias que esto ocasionaba e igual no lo había hecho por capricho, sólo había querido ver a Tom, aunque era obvio que no lo podía confesar así como si nada.

-Hey Mark. -llamó la atención del ejecutivo de universal-. Pensarás que soy un idiota y te daré la razón en ello. ¿Habrá alguna manera de cancelar eso?

-Bill, no quiero que la compañía piense que estamos jugando con ellos, la seriedad de…

-No lo van a pensar de ti, ni de la disquera. Lo pensarán de mí, así que por favor… espera. -volteó a ver a su asistente-. Natalie llama a Dave por favor. -pidió.

-Bill, Dave no estará en los próximos dos días.

-¿Cómo? ¿Por qué yo no lo sabía?

-Te mandó un correo y dejó un mensaje en tu grabadora, tuvo una emergencia y salió de viaje.

-Pero… ¿él está bien?

-Sí. Dijo que era algo personal. Viene mañana por la noche.

-Perfecto, bueno Mark me tocará a mí, hablaré yo con K.T. Enterprises y aclararé lo del listado ¿Algo más?

-Sí. Estaba revisando tu agenda, mañana empiezas la promoción. Tienes tres entrevistas y más o menos así te vas hasta el día que la gira arranque en una semana.

-Suena bien.

-¿Quieres cambiar algo? En Universal no queremos que te sientas presionado, la gira es larga pasarás mucho tiempo fuera y no queremos sobre cargarte. Es por eso que quería hablar contigo pensamos que Dave te está presionando con mucho trabajo.

-No Mark, no quiero cambiar nada y Dave no me "explota" si es lo que quieren insinuar. No soy ningún niño y yo mismo pido ese ritmo en la gira.

-Oye no te enojes es sólo que…

-Espera, no asumas que me enojo, sólo por favor cuidado con mi staff, son mi familia y es la gente que me mantiene parado.-confesó. Bill sabía que de no ser por ellos la depresión de estar sin Tom lo hubiera consumido hace mucho tiempo atrás.

-Y respecto a Georg…

-¿Qué hay con Georg?

-Necesito quede claro que no deja de ser sólo un músico de la banda, tu imagen se maneja de solista.

-¿Y quién diablos crees que soy? Un niño que invitó a su amiguito a jugar de nuevo a su patio. Sé cómo se maneja mi imagen, gracias. Y no creo que Georg esté loco por tomarse fotos conmigo. Oye es mi amigo de toda la vida, no ningún músico "x "oportunista aprovechándose de mi "disque" fama. ¡Vamos que es cineasta!

-Lo sé, sólo quería dejarlo claro.

-Está claro. Muchas gracias, ahora sino te molesta sigo con el ensayo.

-Podemos seguir por favor. -pidió Bill, apareciendo de nuevo en el salón de ensayos.

Los músicos intercambiaron miradas. Georg los había advertido de que no había posibilidad de dar por terminado el ensayo, aunque la disquera pensara que sonaban bien.

El vocalista era un perfeccionista y su rostro al terminar cada línea de 1000 Oceans dejaba ver su insatisfacción con el sonido de la canción.

Dos horas después Bill por fin cayó de rodillas, era un gesto exagerado de su desesperación.

-Odio esto. -gritó molesto-. No suena bien, esta porquería de canción no suena bien. Repetía una y otra vez.

Georg con un gesto les indicó a todos que salieran…

-¿Bill?

-Sí.

-¿No crees que estás exagerando?

-No, esa mierda no suena igual.

-Suena exactamente igual, las partituras de las notas son las mismas.

-Pero no suena igual. -gritó parándose-. La canté mil veces, la ensayé otras mil y si yo digo que no suena igual es porque no suena igual, Georg. Así que no me trates como que fuera una diva histérica haciendo un berrinchito sin sentido.

-Espero que entiendas mi posición; soy el director de la banda y estoy trabajando con buenos músicos. Bill, no puedes de la nada venir a gritar que no sirven. Sabes, este ritmo de ensayos está muy pesado, ya por hoy estos tipos no han dejado de tocar la misma canción 20 veces. Vámonos, descansas y mañana…

-Mañana no puedo, empieza la promoción.

-Bueno vámonos y hablamos de la canción. Trabajemos en ella sin presionarnos, tú y yo solos. Vengo mañana con ellos y lo trato de pulir ¿te parece bien así?

Bill asintió con un puchero.

-Está bien.

Iban camino al condominio en el auto de Georg, Bill detestaba manejar. El vocalista iba en silencio, pero fumaba sin parar, era obvio estaba molesto.

-Pasemos comprando algo de comer. -comentó Georg al azar, metiéndose directo al autoservicio de Mcdonalds-. ¿Qué te compro?

-Cualquier cosa está bien. -contestó Bill.

-¡Wow! recuerdo la época que por Mcdonalds hacías un berrinche descomunal y ahora cualquier cosa está bien, me alarma. -se burló.

Bill levantó la ceja, no sabía de qué hablaba su amigo ni quería saberlo, estaba más preocupado por sus sensaciones, la conexión había sido eminentemente despertada el día que se vieron en Kerner. Por momentos sentía cosas, pensaba que leía a Tom, pero no estaba tan seguro. Sus propias emociones eran un mar de confusiones indescifrables. De momento no sabía distinguir si la tristeza y la angustia que sentía eran propias o de Tom, o si la intensidad era solamente la suma de las sensaciones de los dos.

Llegaron a casa y fueron directo al comedor, morían de hambre. Georg debatía internamente cómo trabajar con Bill la canción porque en realidad sonaba perfecta. Debía convencerlo de ello o relajarlo y hacer que el menor llegara por sí solo a la misma conclusión, ya que no había otra opción.

-Bill, vamos a relajarnos y luego trabajamos. -propuso al ver que su amigo encendió el sistema de música y de repente 1000 Oceans sonaba por todo el lugar.

-Lo siento es que no sé dónde mierdas cargo la cabeza. -respondió, cambiando la canción en el instante. Se dirigió a la mesa-. Georg ¿Mcdonald´s? Digo ya estamos grandecitos para comer chatarra. -dijo cuando cayó en cuenta lo que iba a comer.

-Ya sabes Bill, +ataques de diva conmigo no, pudiste haberme dicho mil veces qué comíamos pero no abriste la boca. Si quieres comida de verdad, contrata una cocinera o un ama de llaves como tu hermano, por de pronto Mcdonald´s comerás.

-Georg… pero yo odio Mcdonald´s en tiempos de comida de verdad, además no estoy haciendo berrinchitos y de diva Yo no tengo nada. -aclaró molesto, ya la palabrita le molestaba, mínimo se la habían achacado tres veces en las últimas veinticuatro horas.

-Ay si no te conociera te compraba pero… Mr. Bill Kaulitz… ¡Quiero que esto se haga YA! A mí no me engañas, no soy prensa. -se burló Georg.

-¿Yo soy ese Kaulitz? -inquirió, levantando la ceja. Mientras pensaba en lo errónea de la percepción de su amigo, él mismo se odiaría si fuera así de antipático.

-Bill Kaulitz diva… -era la voz de su amigo que le molestaba para ver si con eso se olvidaba un poco del fatídico día de ensayos según la percepción de él mismo.

-Ya déjalo. -sonrió.

-Sí señores Mr. quiero McDonald's cuando está en un hotel cinco estrellas Y lo quiero ya ¿o acaso deberé ir a comprarlo yo mismo? -decía el castaño parándose al lado de la mesa, imitando a Bill cuando adolescente, movía las caderas, llevaba las manos a su cintura y exageraba cada gesto.

-¿De qué hablas? -preguntó en medio de una carcajada, la curiosidad le había ganado por fin.

-Le hacías unas pendejadas a Dave. Que muero por estar de gira ya, y ver cómo te gusta torturarlo.

Bill sonrió tratando de pensar a qué mierdas se refería.

-Deja de hacerte el tarado, recuerdo una vez que él andaba como loco por un problema con los medios y tú le sales con: ¿Dave pueden traernos algo de Mcdonald´s? Oh por Dios, la expresión en su rostro era un poema, te vio con cara de: Cómprate un esclavo mocoso malcriado

El menor rió, lo tenía claro, cómo olvidar los ojos de su manager cuando quería matarlo por desconsiderado, debía darle crédito a Georg parecía recordar la escena a la perfección…

-Luego te dice: usa el room service. Y tú te pones en el plan de: Es en serio Dave, quiero comer eso… recuerdo como respiró y empezó a decirte que comprendieras que tenía mil cosas qué hacer. Y tú le dices: Perfecto a ver quién da la conferencia de prensa porque yo con hambre no soy muy expresivo…

Bill se sonrojó, vaya que le había hecho cada escenita a su manager.

-Dave estaba histérico te dijo: ¿Me estás amenazando? Comprende Bill… -Georg reía a más no poder-. Y tú comenzaste a caminar a las escaleras y le dijiste: No te preocupes si quieres voy a comprar yo…

-Obvio no iba a ir. -interrumpió el menor.

-Igual lograste lo que querías, DIVA.

-No soy una diva y como se nota que no me conoces. Para que te sorprendas ese día comí waffles belgas, lo recuerdo perfectamente después del drama de Tom por la comida…

-Ya vas con Tom déjalo en paz, es de ti de quien hablamos.

-No Georg ¿ves que eres tarado? ese día a Tom le dio el berrinche del siglo y ya ves como se pone…

-¿Cómo se pone Tom de qué?

-Cuando tiene hambre y quiere algo en especial, es tan melindroso.

-No sé nunca lo he visto así, de hecho creo que es quien menos cositas especiales pedía en la gira

-Ves no lo conoces, se pone como un niño pequeño. Lo juro estaba peleando por todo, hasta del lado que salió el sol ese día era un problema para él, tiraba todo, veía el menú, decía que estaba harto de comida de hotel, seguía gritando, tiraba su maleta de un lado a otro, luego de nuevo decía que tenía hambre y entonces… pues me tocó a mí hacer el escándalo para que le llevaran de comer lo que quería. Además Georg Mr. Nada paso en TH sin que yo lo supiera, si no te fijaste McDonald´s es la comida chatarra favorita de Tom, no la mía.

El castaño reía como loco, no podía creerlo era cierto el menor nunca pedía nada de ese restaurant, siempre el de la idea de ir era Tom. Entonces, acaso… ¿Bill había parecido una completa perra por Tom? Georg prefirió aclarar su duda.

-Haber Bill, deja ver si entendí ¿Tú eras la diva de TH, porque Tom era la tuya?

-Es una forma de decirlo. -asintió Bill, abriendo la hamburguesa, sacándole la cebolla y los pepinillos.

-¡Wow que cosa! En serio empiezo a sentir pena por ti. Es decir él te hacía el berrinche a ti y tú al staff…

El menor de los Kaulitz asintió, dando un trago a su coca-cola.

-Ay por Dios Bill, eras el bufón de Tom.

-El bufón y unas cuantas cosas más.- agregó, claro las cuantas cosas más mantenían al "bufón" en perfecta condición de soportar lo que su nene le pidiera, pensó sonriendo.

-Ustedes son extraños…

-Lo sé. -respondió Bill, quien se veía mucho más relajado que unas horas atrás.

-Oye Bill puedo preguntar algo de ti y de tu gemelo.

-No sé si te voy a contestar pero tú dime.

-Es eso de la conexión. Digo, créeme al principio no creía en esa tontería pero con el tiempo es obvio que se pueden leer y comunicar sin si quiera verse.

El menor sonrió amargamente, eso era admirable para todos, de hecho en mas de alguna ocasión alguien les había expresado querer sentir lo mismo con alguien especial para ellos. Pero sólo él sabía que tan torturante era eso.

-Y la pregunta es…

-Ah si eh, digo eso hace más fácil todo ¿no?

-¿Cómo así?

-A ver deja me explico, tú sabes por ejemplo: cuando Tom está molesto por algo…

-A veces.

-Bueno no podían evitar lo que los haya hecho separarse… digo la pelea que los llevó a esto, es que Bill cuando recuerdo su conexión y como interactuaban siento que deben tratar de estar juntos de nuevo…

-Georg te contesto sólo porque eres tú, y obvio eres amigo de los dos y veo que tu preocupación es autentica. No nos peleamos así que no había nada que evitar. Y eso de estar juntos es lo que estamos tratando de hacer y sí, somos extraños. -sonrió sabiendo que su amigo había querido aclarar sus dudas y el resultado de su respuesta sólo le daría muchas dudas más.

-Bueno igual… sea como sea, espero que sepas que cuentas conmigo.

-Créeme que lo sé… pero si algo me tortura es sentirlo mal y no saber si hay "un Georg" para él.

*****

Tom era un perfecto muerto en vida, sólo se dejaba guiar no parecía el productor y mucho menos el dueño de K.T Enterprises en ese momento, o por lo menos a los ojos de quienes le conocían. Para los demás no dejaba de ser el impresionante TOM KAULITZ.

Se veía al espejo una y otra vez.

Arthur su nuevo estilista le acomodaba el cabello en una coleta.

-¿Vas a maquillarme? -preguntó.

-Sólo un poco señor, la alfombra roja estará llena de medios y….

-Lo sé, procede. -interrumpió, no quería hablar con nadie. De hecho siempre había sido corto de palabras.

Llegaron. Tom odiaba todo eso, se había prometido mil veces dejar de asistir pero debía de tener un poco de cortesía básica, además de las relaciones públicas era que vivía su compañia. Saki le guiaba entre la gente, mientras este sonreía democráticamente, lo que nadie puso atención era que su seguridad lo guiaba directo al teatro no iban haber ni fotos ni entrevistas era la única condición que había puesto para asistir. Dunja hacía vanos esfuerzos de sacarlo de su silencio, pero todo era inútil.

-Tom, estás nominado en la categoría más importante, sabes que es muy probable que ganes. Por favor ten listo tu discurso por si acaso.

Tom asintió automáticamente. Su tristeza no mejoraba, de hecho sentía que cada día su ánimo iba cuesta abajo, así que él no se enteraba de nada.

-Y luego vamos a celebrar.

-No quiero.

-Bueno entonces cenaremos solos, necesito hablar contigo en privado, será en mi suite.

-Está bien. -aceptó de mala gana. Solo no quería hablar más. Se sentó en la butaca y observó el teatro aún vacío.

-¿Tom?

-Sí.

-Soy tu empleada, no dejes que te mande.

-Es que cuando tienes razón, la tienes.

Dunja se sumió en silencio era realmente frustrante, no había provocación que lo hiciera salir de ese patético estado en el que había caído, ese no era el Tom que conocía y mucho menos para el que había aceptado trabajar, era justo lo que Dave había dicho; ese programa lo iba a hacer mierda.

-Ahora vengo. -anunció, yendo al tocador, sacó su móvil y marcó.

-¿Amor?

-Dime Dunni. -fue la voz que le respondió al otro lado.

-¿Ya estás aquí?

-En tu habitación desde hace un par de horas.

-Perfecto, ya está todo arreglado.

-¿Tom lo sabe?

-Claro que no. Ya sabes haría lo posible por evitarlo.

-Perfecto te veo luego entonces, te quiero muñeca y gracias.

Los flashes de las cámaras le cegaban ya no estaba acostumbrado a esas mierdas, había olvidado como posar, como sonreír… como fingir felicidad. El premio que sostenía le daba exactamente igual. Pasó de largo dejando a más de algún medio con la palabra en la boca.

Fue directo a la limosina no tenía humor de nada pero los ojos de Dunja le traspasaban.

-¿Qué? -masculló.

-Tu discurso…

-¿Qué con él?

-Escueto, no sé, inentendible.

-Es entendible para quien me interesa que lo entienda. -cortó, cruzando sus brazos perdiendo su mirada en nada especial por la ventana.

****

Bill y Georg estaban tirados en el living viendo televisión tal parecía que trabajar en la canción no era su prioridad de momento, aunque en realidad si lo era pero Georg quería evadirlo por un segundo y Bill no sabía exactamente qué no le gustaba. Así que ver televisión por idiota que sonara era una buena excusa, los tenía en silencio y lejos del problema.

El teléfono de Bill sonó un par de veces y contestó inmediatamente.

-¿Qué manda Natalie?

-¿Estás viendo el canal 59?

-No ¿qué pasa?

-Están trasmitiendo "Los Falcons"

-Que yo sepa no estaba nominado a nada.

-Es Tom está nominado en la cat…

Bill colgó el teléfono, tomó el control…

-…Y el ganador al productor del año es…TOM KAULITZ.

Bill sonrió, Georg aún no terminaba de entender qué pasaba, las cámaras hicieron close up del ganador, Tom fingió una sonrisa.

-No le salió. -comentó Georg y Bill asintió, no era necesario ser él para darse cuenta que su gemelo era muy mal actor.

Tom caminó por el pasillo aceptando besos, abrazos y estrechones de mano de los artistas a quienes algunos producía. Tomó el reconocimiento en sus manos y lo elevó en medio de una ovación.

-Gracias, es un honor para mí. -guardó silencio, esperando que la gente dejara de aplaudir para poder continuar-. ¿Un Falcón? Esto es demasiado, gracias de nuevo. Hay gente que trabaja para un premio, sueña con uno y se dedica a alcanzarlo… muchos dirán que ese no debe ser el motivo de tu trabajo… pero a veces el premio es todo lo que quieres. La música… la música puedes crearla muy bien pero si no tiene plasmado el sentimiento no sirve, este sentimiento viene de una motivación… así que si el sentimiento que mueve a algunos no es un premio al final… lo lamento por ellos. Este premio quiero dedicarlo a mi mantra los últimos años, a lo único por lo que saco fuerzas de la nada, a lo único que me hace ser mejor cada día…

En ese instante muchas personas en diferentes países juntaban sus manos con ansiedad Gustav en Japón, Georg al lado de Bill, Dave enfrente de una televisión, Simone en Hamburgo… muchos deseaban oír el nombre de la persona que aliviaría el dolor de los gemelos. Sí, todos estaban listos para oírlo decir "BILL KAULITZ" ninguno sabía nada de su relación más que la conclusión a la que cada uno había llegado, gemelos idénticos, cómplices, amigos, almas gemelas…

-Gracias por darme el sentimiento que se convierte en mi motivación, no hoy… ni para ninguno de los discos que he producido este año. Gracias por esos 1000 instantes que se pueden contar y los que no, gracias por los que vendrán…. -Tom perdió fuerzas un segundo bajó el rostro, respiró profundo y siguió-. Este premio es para Marie y Taylor, te amo.

A Georg los ojos se le abrieron como platos, si Tom no era elocuente al micrófono unos años atrás ahora menos, lo que decía no tenía sentido.

Bill agarró el relicario que le colgaba en el pecho y lo sobó mientras gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas.

-Oye hermano, no te pongas así, es … ya sabes… Tom seguro quería decir Bill…

-Ya sé qué putas es. –grito Bill apagando la televisión se limpio las lagrimas e ignorando a Georg, corrió hacia el pequeño estudio que tenía atrás de su casa, el bajista le siguió.

-Georg, odio la guitarra. -le dejó caer Bill.

-¿Ah?

-En 1000 oceans es la guitarra.

-Bill son las mismas partituras y Frank es uno de los mejores guitarristas que podemos conseguir.

-¡No me importa lo bueno que sea! Su guitarra, suena a mierda. -gritó Bill.

-Bill, cálmate. -pidió Georg respirando profundo, a ese ritmo no lo iba aguantar en la gira.

-No quiero, no estoy loco. Escucha esto. -dijo sacando un CD de un bolso.

El sonido empezó a salir de las bocinas y a Georg le dio instintivamente un vuelco en el corazón tan sólo al escuchar los primeros acordes ¿era Tom? Había pasado casi diez años oyéndolo tocar. Claro que era Tom.

Bill se llevó los dedos a los labios pidiendo silencio. -Escucha.

Georg guardó silencio las notas eran exactas pero desgarradoras, había algo en la guitarra había algo en como tocaba Tom, ¿sería alguna técnica? pensaba. Era cierto 1000 Oceans sonaba a mierda en el cuarto de ensayos, sonaba fría y sin sentido.

El castaño sintió la frustración llegarle ¿cómo iba a lograr crearle el ambiente a Bill para interpretar la canción? Era el reto que se planteaba de momento.

-No podemos destrozar la canción así. -anunció Bill-. Cualquiera pero no su canción.

-¿Sabes? Es algo que trasmite, es idiota pero ¿podría Tom trasmitir ese sentimiento? -filosofaba Georg necesitaba llegar al fondo de eso-. Le voy a llamar. -anunció Georg tomando el teléfono y marcando, Bill metió su mano entre la mejilla de Georg y el aparato, pulsando el botón de ALTAVOZ, subiendo la ceja.

-¿Georg? -fue la voz del Kaulitz mayor al otro lado del auricular, que hizo que Bill se estremeciera.

-Sí, felicitaciones por el Falcón.

-Gracias, sabía que me ibas a llamar. Acabo de colgar con Gustav.

-¡Wow! ¿Ves? no te dejamos ¿Quién más llamó?

-Kerner, socios y justo ahora iba a pagarlo o no podré dormir.

-¿Y Bill? -preguntó a tiempo que el menor le dejó caer tremendo golpe en el hombro.

-Bill qué…

-¿Si Bill llamó? -preguntó fuerte y se tapó la boca y susurró al menor a su lado-. Para que vea que no estoy contigo.

-Georg, tengo que colgar.

-Ok, espera tengo una problema, he ensayado con los músicos 1000 oceans mil veces y es imposible que tu hermano se dé por complacido con el sonido, el guitarrista es lo máximo pero no logra sacar la canción.

-Es el sentimiento Georg. -cortó Tom al otro lado-. Es fácil, si no sientes lo que dice la canción, si no captas la letra, no la puedes tocar, la melodía de por sí es escueta, tonta, fácil de tocar.

-¿Cómo hago eso? Cómo logro sacar el sonido de la guitarra para que Bill pueda interpretarla.

-Mira tengo una grabación mía tocando 1000 oceans en mi habitación, voy a llamar para que alguien te la lleve. Hay que masterizarla, escúchala y creo que pueden usar esa grabación en vivo.

-¿Ahh? Cómo crees que voy a…

-Me tengo que ir Georg, gusto de oírte. -se despidió colgando.

Bill vio a Georg de reojo sonrojándose y le sonrió. El CD con la grabación que Bill tenía en sus manos parecía menos que casualidad para el bajista.

-Ok, eso también lo robé. -apuró a excusarse el menor de los Kaulitz.

*****

-Tom, la cena es en la suite 542. -dijo Dunja, dándole la llave.

-Esa no es tu habitación.

-La pedí en otra suite, sube y yo te alcanzo.

Este obedeció qué más daba, de todos modos debía comer, entró a la habitación y cerró la puerta tras él. Encendió un cigarro cuando cayó en cuenta que la habitación no estaba vacía, le divisó sentado justo en la pequeña salita de la suite con sus ojos clavados en él llenos de… orgullo.

Tom bajó la mirada, se sentía avergonzado, caminó hacia él y se sentó en silencio a su lado, colocó el premio en la mesa de centro y dejó sus brazos descansando en sus piernas. ¿No tenía nada que decirle? Se cuestionaba, o era tan solo necesario decirle algo.

Dave estiró su brazo y lo colocó en el hombro del chico, apretó un poco, Tom estaba tenso.

-Estás haciendo un buen trabajo. -le dijo, señalando el premio con la otra mano.

Le pasó el brazo por los hombros y lo atrajo hacia él. Tom se dejó abrazar descansó su cabeza en el hombro de Dave.

-Yo…

-No digas nada Tom, no te presiones tanto. -le ordenó su ex manager.

-Yo no merezco…

-Tú te mereces tantas cosas que no tienes aún, pero vas a tener, deja de torturarte.

-Nunca te di una explicación…

-Y no deberás de dármela, sabes que te quiero muchacho, pase lo que pase…

-Eres mi padre. -dijo el mayor de los Kaulitz con un nudo en la garganta, nunca lo había dicho así de claro, pero ellos lo sabían.

Dave sintió su corazón llenarse en un instante -Soy tu padre-. Afirmó con dulzura.

-No sé qué hacer Dave, duele mucho, a veces creo que no resistiré.

-Te conozco. Todo lo que haces tiene una razón y también sé que no te juegas la vida en nada.

-Lo juro es algo importante.

-Y te creo.

-Falta muy poco. -susurró Tom, dejando que sus lágrimas corrieran.

-Y cada segundo faltará menos no te rindas Tom.

-Dave ni siquiera sabes de qué hablo.

-Y ya te dije que si no es necesario para ti que yo lo sepa, no hay problema.

Tom por fin lloraba, llevaba cualquier cantidad de tiempo tratando de aislarse lo mejor posible, tratando de evitar quebrarse, pero qué mejor consuelo que un padre.

-Te quiero Tom, eres mi niño y siempre lo serás aunque finjas que eres un adulto no lo eres, aunque finjas que eres duro no lo eres y el amor que te tengo como mi hijo no vale una explicación de nada.

-Gracias Dave.

-Ahora prométeme que pase lo que pase, necesites lo que necesites me vas a buscar.

-Lo prometo sólo temía…

-No temas nada. Si es por Bill… –dijo cortándose, había dado en el punto, Tom estaba temblando.

Dave guardó silencio por un instante atando cabos, sacando conclusiones, había estado un par de veces en la oficina de Tom años atrás y había visto el mural, ahora Marie y Taylor habían salido a relumbrar en el discurso de aceptación del premio.

-¿Esto tiene que ver con el roble? -preguntó con voz controlada, quería trasmitirle confianza.

Tom sólo sollozó aún más, no quería soltarse de Dave no sabría cómo verle después de eso.

-¿Tom? -dijo Dave, tomándolo por los hombros obligándolo a que se despegara de él-. Abre los ojos. -le pidió, mientras le limpiaba el rostro bañado en lágrimas. Era un hecho no había crecido ni un poco, siempre evadía de la misma forma: cerrando los ojos evitando la mirada. Como si al no ver él mismo las cosas estas desaparecieran-. Por favor.- pidió de nuevo.

Este asintió con su cabeza, estaba tan avergonzado.

-Ahora sé de qué va todo esto. -dijo Dave, con la comprensión reflejada en todo su rostro, en un instante de lucidez los últimos años habían cobrado significado.

Tom no podía contener el latir de su corazón, tenía miedo.

-Hijo ya falta poco entonces. -dijo Dave animándolo, le dio un beso en la frente y le obligó a que se limpiara el rostro.

- Si es más cómodo para ti no volveremos a hablar del tema. -propuso sonriéndole a través del espejo, en el baño-. Ahora por favor pon buena cara o me vas a espantar a mi futura esposa.

-¿Dunja?

-¿Ves? el amor sale donde uno menos lo esperas.

-Dímelo a mí. -sonrió Tom, alcanzándolo en la mesa, dispuesta para tres.