LECCIONES
"Preludio"
Hermione se sentó rápidamente en la orilla de la cama y esperó a que Harry ingresara a la habitación unos minutos después.
Cuando la puerta se abrió, y a pesar de que Ginny estaba completamente segura de que su corazón le pertenecía a Draco, no había forma de negar que Harry fuera atractivo. Apuesto, incluso, con ese rebelde cabello negro y esos brillantes ojos verdes. De hecho, pues era imposible ignorar las habladurías, muchas jóvenes de su casa comentaban sobre el Premio Anual y su apariencia de chico bueno que contrastada con el aire de autoridad que presentaba en la cancha como jugador y capitán del equipo de Quidditch... algo que definitivamente volvía locas a las chicas.
El muchacho traía un gesto un poco cansado que se transformó totalmente cuando vio a Hermione.
- "Hola" – sonrió – "que sorpresa, no esperaba encontrarte aquí".
- "Bueno, otro día será, entonces" – ella replicó con facilidad, empezando a caminar para rebasarlo. No consiguió ni dar tres pasos cuando el muchacho la tomó de la muñeca y la regresó delicadamente a su sitio.
- "Supongo que está bien que te quedes" – ellos se miraron el uno al otro con cierta intensidad, y la escondida pelirroja tuvo hasta miedo de respirar por temor a perturbar el silencio. El momento terminó cuando Harry se alejó y comenzó a quitarse la túnica, sacando su varita mágica para colocarla en el cajón de la mesita de luz.
Cuando el Griffyndor le dio la espalda, Hermione se deshizo de su capa y guiñó un ojo en dirección a su amiga, la cual tuvo que ahogar un grito cuando vio lo que la castaña tenía escondido debajo de la prenda. Usaba un pequeño camisón de seda azul que se aferraba a cada una de sus curvas y terminaba en la parte alta de sus muslos. Era un simple trozo de material, lo cual creó curiosidad en la joven.
A pesar de que había aceptado el pergamino y la pluma que Hermione le ofreció sin realmente tener la intención de utilizarla, de pronto se vio a si misma sosteniendo la pluma y escribiendo: "Usar la pijama adecuada" en la superficie del papel.
Harry se deshizo de su túnica, dejando a la vista sus pantalones grises, su camisa blanca y su corbata. Estaba desabrochándose las muñequeras cuando se volvió a Hermione y detuvo sus movimientos al instante, unos segundos después, con una sonrisa, reanudó lo que hacía al tiempo que la miraba con una expresión que Ginny no era capaz de describir con exactitud. Aunque de lo que si tenía seguridad era de que sí alguien la mirara de misma la forma en la que el moreno lo hacía en este momento con su amiga, lo más probable era que estaría buscando algo para cubrirse. Bien, ese pensamiento la hizo sentir tonta ¿por qué no querría que Draco la viera de la misma manera?, ciertamente, sí lo hiciera al momento de tener intimidad, significaría que su cuerpo no le era para nada indiferente. Suspiró. Hermione definitivamente no tenía tales inseguridades. La castaña le regresó la sonrisa y dio un paso al frente, luego dio otro y otro hasta que quedó a sólo pulgadas de él.
- "Parece que necesitas un poco de ayuda" – dijo suavemente, casi como un ronroneo. Tomó la mano del muchacho y desabrochó con delicadeza la muñequera que Harry aún no había tocado, luego puso sus manos sobre el cinturón de su pantalón, logrando que él detuviera un suspiro, aunque era claro que sólo estaba provocándolo pues después sus manos viajaron por su pecho hasta que alcanzó su corbata.
Ginny nunca había pensado que deshacer la corbata de alguien podría ser un acto tan íntimo, pero lo fue. Tal vez era la manera en la que Hermione no observaba a Harry, pero él no podía quitarle los ojos de encima. Tal vez era la forma en la que ella se concentraba en su tarea, como si fuera la única cosa más importante que había hecho en el día. Tal vez era la manera en la que lentamente tiró del material alrededor de sus dedos, acariciándolo como lo hubiera hecho con el cabello o la piel del muchacho.
Realizada la tarea, Hermione se dedicó a colgar la corbata en el guardarropa de la habitación. El gancho estaba un poco alto pero probablemente ella podría haber llegado sin muchos problemas. En lugar de ello, la joven se levantó con la fuerza de los dedos de sus pies, que tuvieron el efecto de acentuar las delicadas líneas de los músculos de su pantorrilla, hizo que su camisón subiera una o dos pulgadas más arriba de sus muslos, y esto causó que sus pechos se estiraran contra el delicado material que vestía.
Harry observó todo con aparente impasibilidad, pero Ginny podía decir por la interesante visión que presentaba la parte delantera de su pantalón, que él era cualquier cosa menos indiferente.
"Ser provocativa y atraer la atención hacia tus atributos", la pelirroja escribió. Y es que estaba impresionada por la forma en la que Hermione era capaz de tomar los actos aparentemente insignificantes y usarlos para su ventaja. ¿Dónde había aprendido a hacer eso?, ¿era natural?... sin duda, no era algo que se podía aprender de un libro.
Harry, obviamente, había tenido suficiente de su seducción, pues con un sólo y fluido movimiento la había atrapado contra el armario, colocando las manos a ambos lados de su cabeza. La Premio Anual, no se notaba alarmada por esta nueva circunstancia en la que se encontró, de hecho, fijó su mirada en la boca del muchacho y sus párpados se redujeron a media asta. Harry se tomó el tiempo para acercar su cabeza, y cuando sus labios estaban a un milímetro de ella se detuvo, dejando que por un momento simplemente respiraran, tensando a sus cuerpos con anticipación. Ginny, tomando en cuenta lo poco que Hermione llevaba puesto, notó con facilidad como el pecho de su amiga subía y bajaba rápidamente, diciéndole con eso lo estimulada que estaba por la situación. Aunque le fue más difícil medir lo que se sentía Harry.
El beso, cuando llegó, fue suave y ligero. El joven repitió su acción en varias ocasiones, aparentemente sin prisa en acelerar el proceso, aunque la hermana de Ron advirtió que Hermione se estaba impacientando. Cada vez que ella trató de profundizar el beso, Harry se separaba sólo para regresar y brindar una suave caricia a los labios de ella. Ginny estaba profundamente sorprendida por esto, y no porque no considerara que Harry podía ser paciente y gentil, pues era Harry, sino porque ella esperaba que simplemente el muchacho tomara lo que su mejor amiga tan voluntariamente le ofrecía. Y es que de acuerdo con Hermione, su relación se limitaba casi en su totalidad a simple sexo, si ese era el caso, ¿por qué pasar por este acto de seducción?. Ambos entendían hacia donde se dirigían y hasta donde querían llegar... entonces, ¿por qué demorar el suceso?. Algo más que la simple curiosidad empezó a embargar a Ginny.
Finalmente, Harry le permitió a Hermione colocar sus brazos alrededor de su cuello, logrando que ella lo besara con fuerza. La pelirroja no podía ver claramente lo que pasaba, aunque lo que sí le era evidente, a partir de los sonidos que los Griffyndor estaban haciendo y de la frenética forma en que la castaña se aferraba a las prendas del ojiverde, era que una seria sesión de besos había dado comienzo.
Entre la acción de meter la lengua en la boca de Hermione y de mover su cadera contra la de ella, Harry había deslizado por los hombros las correas del camisón de la castaña, a fin de que se trataba de un asunto fácil apartar un poco la prenda para dejar sus pechos libres. Ocasionalmente, el muchacho se movía de una cierta manera que le proporcionaba a Ginerva el panorama suficiente para deducir lo que estaba sucediendo. Y a pesar de sentirse un poco incómoda por la visión del pecho desnudo de su amiga, sólo el aire de irrealidad que desprendía la situación le hizo más fácil la tarea de observar todo con imparcialidad y tomar un par de notas más.
Considerando que anteriormente Harry había aparentado no tener prisa, ahora no perdió tiempo en devorar uno de los senos de Hermione con su boca, aprisionando el otro con la mano. Increíblemente, los anteojos de él no sucumbieron ante la actividad mientras, por algún tiempo, besaba y succionaba lo que quiso, al mismo tiempo su mejor amiga echó la cabeza para atrás e intentó sostenerse como pudo de las puertas del ropero. ¿Por qué no mueven sus negocios a la cama para que nadie esté en peligro de caer?. Ginny pensó, considerando la posibilidad de permanecer sentada antes de dejar que Draco hiciera lo mismo con ella. Ante el pensamiento, su cara se sintió extrañamente caliente imaginando a su novio haciendo lo mismo que Harry estaba haciéndole a Hermione. Sacudió la cabeza con fuerza, recordándose que era una observadora imparcial.
El capitán de Quidditch envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Hermione para ayudarla a mantener la posición vertical, mientras él se concentraba en atrapar su otro seno. A pesar de notar que el normalmente pezón rosado se había vuelto de color rojo, e imaginado los motivos de eso, Ginny estaba segura por los sonidos complacientes que escapaban de su amiga, que el que Harry utilizara sus dientes no le causaba ningún tipo de dolor.
Deslizando sus manos bajo el camisón de Hermione, Harry acarició los muslos de la muchacha y tocó su trasero antes de tomar sus bragas y tirarlas abajo. Por supuesto que tuvo que dejar de succionar su pezón para hacer esto, pero hizo el sacrificio hasta quedar de rodillas delante de ella, incitándola a dar un paso para retirar su ropa interior de algodón blanco. "No molestarse en comprar fina ropa interior" la pelirroja escribió "A el no le importa de todos modos" completó, al observar como el de ojos verdes ni siquiera les concedió una segunda mirada y las arrojó por encima de su hombro. Pero un momento. Ese era Harry. ¿Qué tal si a Draco le importaba? ¿Qué tal si fina ropa interior era algo que lo excitaba por encima de todas las demás cosas? Ginny estaba empezando a reparar en el punto que Hermione había hecho acerca de las limitaciones de este tipo de observación. Pero sin duda algunas formalidades eran universales en cuanto a chicos ¿cierto?.
El moreno comenzó a besar la pierna de la joven, pero ella lo detuvo alejándolo del armario y tirando de su camisón para colocarlo de vuelta en su lugar. Hermione tomó con suma delicadeza una de sus manos y lo dirigió hacia la cama. Ahora Ginny tenía una visión clara. Prosiguió a quitarle la camisa con el mismo tipo de atención que le había dado a su corbata y la colocó en una silla cercana. Los ojos castaños de la Premio Anual se deslizaron por el sorprendentemente atractivo torso de su mejor amigo; largo, firme y suave, con suficiente definición muscular para acentuar el hecho de que él estaba en muy buena forma. A Ginny, aquel vistazo le hizo recordar mucho a Draco, quién en realidad era también alto y delgado... por supuesto que su reflexión tenía sentido, ya que ambos eran buscadores en sus respectivos equipos y presumiblemente comparten similares ejercicios.
Las pequeñas manos de Hermione tocaron su pecho y se detuvieron momentáneamente al hacer contacto con un pendiente que colgaba del cuello del muchacho. Ella lo tomó entre sus dedos y sonrió al mismo tiempo que miraba a su amigo.
- "Dijiste que me traería suerte" – el de ojos verdes replicó con naturalidad – "estamos por comenzar la temporada de partidos así que me pareció que era tiempo para darle un poco más de uso".
Ginny sonrió al reconocer el objeto. Era un pendiente que Hermione y ella habían encontrado en una tienda de antigüedades en su última visita a Hogsmeade. Según el vendedor, la piedra verde que colgaba de la cadena provenía de una roca que los muggles sostenían tenía propiedades especiales. Según la creencia, si regalabas a otra persona un pendiente como ese, el dueño contaría con una suerte y protección equivalente al sentimiento que tenía por él, quién se lo hubiera obsequiado. Así que Ginny había bromeado con la idea de que la castaña, tomando en cuenta que poseía la convicción más fuerte que la de cualquier otro por mantener con vida a su mejor amigo, debería regalarle uno de esos pendientes.
Ese día, las dos compraron los supuestos amuletos.
- "Pensé que lo habías tomado por amabilidad, sin realmente tener la intención de usarlo" – Hermione confesó.
Harry rió entre dientes, acomodándose mejor en la orilla de la cama y atrayendo a la joven hacia él para sentarla entre sus piernas.
- "¿Y desde cuándo lo que me regalas es insignificante para mí?" – dudó él, conservando el humor y apartándole con cariño uno poco de cabello castaño de la cara.
- "Bueno, me convencí que este artículo en particular te parecería un poco infantil" – repuso con honestidad.
- "Hermione, todo lo que venga de ti…" – y esta vez alzó la vista para mirarla a los ojos – "..es imposible para mí menospreciarlo".
La aludida no pudo evitar un sonrojo natural y un tímido suspiro. Volvió a tomar el pendiente entre sus dedos, y con firmeza lo utilizó para atraer la cabeza del ojiverde y plantarle un profundo beso. Al mismo tiempo, Ginny ampliaba su sonrisa, complacida por encontrar –aún en estas circunstancias de intimidad- a los Harry y Hermione de siempre.
Después de desocupar su boca, ella besó su clavícula y utilizó su lengua en cada uno de sus pezones. Por la forma en la que Harry se atascaba con su propia respiración, era evidente que disfrutaba mucho con esa labor. Luego, la muchacha volvió a colocar las manos sobre el cinturón de su pantalón, pero esta vez trasladó una de ellas en torno a la parte delantera, donde sobresalía su evidente excitación. El moreno no habló ni articuló ningún sonido en particular, pero ahora que su pecho estaba descubierto, Ginny pudo observar su pesada respiración y como una de sus manos se apoderó del soporte de la cama más cercano.
Hermione desabrochó su pantalón con facilidad y una gracia deliberada. Se deslizó ligeramente entre las piernas del muchacho, meciendo un poco sus caderas, y se bajó de su regazo. Recorrió con sus dedos la banda del boxer negro que resaltaba y luego deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Harry. Ella utilizó sus pequeños y hábiles dedos para encontrar el surco de su columna vertebral, para luego correr sus manos hacia abajo en la parte de atrás de su ropa interior, donde lo tocó. Hermione levantó sus deslumbrantes ojos castaños hacía su mejor amigo y con voz suave le preguntó:
- "¿Cómo estuvo tú día?" - la casi alegre consulta parecía fuera de lugar en la presente situación.
- "Bien." - dijo Harry. Tomó una de las manos que capturaba su trasero, y luego la colocó de lleno en su erección – "Pero supongo que esta noche no practicamos la rutina "sólo amigos Harry-Hermione que corren a la cocina y obtienen galletas y té para sentarse frente al fuego y charlar sobre cosas intrascendentes", así que… ¿vas a hacer algo al respecto?".
Notas de la Autora: Al parecer estoy mejorando con eso de las actualizaciones, al menos con este fanfic XD aunque tengo que confesar que no me siento del todo complacida por como quedó este capítulo, pero ya ustedes opinarán. Sé que la participación de Ginny no fue tan interactiva como antes, pero tomen en cuenta que este momento es sobre de Harry y Hermione así que la aparición de la pelirroja se verá menos que en los capítulos anteriores.
Algunas personas me han preguntado si desarrollaré el momento de intimidad entre Draco y Ginny. Lo cierto es que cuando planeé esta historia sólo pensaba crear intimidad entre mi querida pareja favorita (léase Harry/Hermione) y el proceso de las inseguridades de Ginny eran mi entrada para iniciar toda esta trama. Entre mi repertorio de parejas predilectas, estuve tentada a utilizar a otra (como Ron/Luna) para introducirme al H/Hr pero al final me decidí por Draco/Ginny que es otra de mis debilidades XD
Así que en vista de que ni siquiera sé si alguien más –además de los que dejan reviews- lee esta historia, todavía no me convence la idea de escribir el Draco/Ginny. Ya veremos más adelante, quizá antes de que termine el cuarto capítulo (que es el decisivo) me convenza a tomar la idea o a dejarla para siempre.
Muchas gracias a Mary (No sé sí fue lo suficientemente intenso o si fue lo que esperabas, pero espero que te haya gustado XD), LuzaPotter (Amiga de mi vida!!.. lo único que hace soportable la universidad es tu compañía y la de las comadres XD y sí, sé que haces un gran esfuerzo por tragar a Ginny para el bien de la historia. Ya te había confesado antes que nuestras conversaciones me inspiraron mucho para armar la escena de la charla entre Hermione y Ginny así que es seguro decir que ustedes se han convertido oficialmente en mis musas favoritas XD te quiero mucho, y aunque ya lo sabes te lo repito porque vale la pena recordarlo) y a Viko (Pues sí, subió el rating. Con todo el voyeurism implicado, era difícil no hacerlo XD. Gracias por tu comentario) por sus reviews.
A todos los registrados, mis respuestas personales!!.
Como ya es bien sabido, este fic está dedicado a mis queridísimas Aiosami, Laura, Carla (cali-chan).. y por supuesto a LuzaPotter.
¿Desean volver a comentarme lo pobre de la redacción y su falta de trama?, ¿volver a aconsejarme que deje de escribir para siempre?.. pueden dejar lo que quieran en un comentario.
Nos leemos pronto..
Saito Ryuzaki ^^
