LECCIONES

"La respuesta es el Amor"

- "Por tu tono, deduzco que el día no estuvo del todo bien".

Comentó ella, al tiempo que deslizaba la mano que él había colocado en su erección dentro de sus pantalones. A juzgar por el sonido estrangulado que Harry emitió por la garganta, Ginny asumió que su amiga había tomado –literalmente- el asunto en sus propias manos. No podía ver exactamente lo que estaba haciendo, pero la manera en la que Harry se aferraba al soporte de la cama hasta dejar blancos su nudillos, le motivaron a hacer una nota mental de preguntarle luego a su amiga qué era exactamente lo que había estado haciendo con su mano, pues definitivamente quería que Draco reaccionara de la misma manera que Harry lo hacía en ese momento.

Casualmente, la castaña se detuvo y apartó sus manos del ojiverde. Pareciera que el muchacho iba a protestar, pero Hermione había empezado a tirar de sus pantalones y él ya no discutió sobre esto, permitiéndose a sí mismo que lo desnudaran como a un niño. Cuando sus pantalones y su boxer pasaron sus caderas, Hermione lo empujó hacia el borde de la cama, donde Harry se sentó obedientemente. Ella le quitó los zapatos, luego sus calcetines, y por último tiró del resto de su ropa.

Ginny nunca había visto a un hombre desnudo. Bueno, a fuerza de ser sinceros, sí había visto a su padre una vez, pero ella era joven y el señor Weasley no se parecía a Harry para nada y mucho menos se encontraba en el mismo estado que el muchacho ahora. La erección del Griffyndor parecía imposiblemente grande – "Buena suerte con eso, Hermione" - ella pensó. Y es que el miembro le causaba una peculiar impresión, su forma gruesa y rosada… y sin embargo, le parecía extrañamente hermoso.

La pelirroja pasó por un momento de culpabilidad al no ser Draco el primer muchacho que viera desnudo, pero luego recordó a Parkinson y a Hudson y llegó a la conclusión de que no tenía nada porque sentirse culpable, especialmente cuando no iba a ser su lengua la que se pasara por el miembro de Harry. Ginny se preparó mentalmente desde su lugar al darse cuenta que su amiga estaba a punto de proporcionarle al de ojos verdes una sesión de sexo oral, y siendo esa una de las principales razones por las que se encontraba ahí, estaba decidida a concentrar su atención para no perderse de nada.

- "¿Vas a contarme acerca de tú día, Harry?" – Hermione volvió a preguntar, mirándolo con ojos amplios e inocentes y su pene a sólo centímetros de su boca.

- "S-Sí" – respondió tartamudeando.

- "No dejes de lado ningún detalle" – la castaña alentó, y tomó la cabeza de su miembro con la boca.

- "Ahhh, Dios" - sus manos se aferraron a las sábanas.

Hermione se detuvo inmediatamente – "Eso no me dice nada acerca de tú día, Harry" - replicó dulcemente.

- "No te detengas" - susurró.

- "Entonces es mejor que comiences a hablar, Potter.".

- "Me desperté esta mañana, y bajé a desayunar...".

- "¿A qué hora despertaste?, ¿qué comiste para el desayuno?" – ella pidió.

Harry gimió antes de continuar apresuradamente – "Desperté a las ocho de la mañana. Estaba cansado por la noche de estudios que tuvimos y pensé en saltarme el desayuno. Pero quería pasar tiempo contigo, así que... oh Dios." - Ginny notó como su amiga había comenzado con su íntima suministración, deslizando su lengua alrededor de su erección, succionando y concediendo pequeños besos de vez en cuando - "Así que… bajé..." – Harry intentó continuar – "... comí huevos, tocino, tomate, pan tostado, un poco de j-jamón, y jugo de naranja.".

- "Mmm, para alguien que iba a saltarse el desayuno, sin duda tenías hambre" - puntualizó Hermione – "¿Qué más?"

- "Fui a Transformaciones. Comenzamos a transformar…… transformar….." - Harry parecía perder su tren de pensamiento al tiempo que la castaña había tomado tanto de él como podía en su boca, moviendo lentamente la cabeza de arriba abajo; hasta detenerse nuevamente y provocando que el muchacho dejara escapar un sonido que sólo podía ser descrito como un gemido.

- "Transformando en transformaciones. Eso es muy bueno, Harry." – ella repuso con voz ronca – "Vamos, dime más sobre el resto de tu día".

Fue en ese momento que Ginny entendió aquella explicación que Hermione le diera cuando le confesó que al contrario del pensamiento popular, tomar el miembro de Harry en su boca la hacía sentir poderosa.

- "No me obligues" – él pidió – "no puedo pensar cuando estás haciendo eso".

- "Bueno, tendrás que hacerlo" – dijo ella sin problemas – "Si quieres que continúe.".

- "Después de Transformaciones tuvimos doble clase de pociones con los insoportables de Slytherin" - ella retomó inmediatamente lo que estaba haciendo – "antes de nuestro examen, Malfoy ganó cincuenta puntos para su casa, por supuesto que esos puntos fueron servidos según el concepto justo de Snape" – la pelirroja rodó los ojos ante el comentario. No era nuevo para nadie aquella preferencia que el profesor de pociones tenía hacia Draco – "luego fue la hora del almuerzo, y a pesar de que dijiste que te reunirías con Ron y conmigo no fuiste a comer… lo que me recuerda ¿dónde estabas?." - Hermione le miró lo mejor que pudo sin retirar su boca de su tarea – "No importa, no respondas, me lo dices luego. Después del almuerzo tuve una hora libre, así que fui a la sala común y jugué una partida de ajedrez con Ron…" – el joven desenfocó un poco los ojos antes de continuar – "partida que por supuesto perdí. Dios, eso se siente bien…" - sus manos se aferraron con más fuerza a las sábanas.

- "Luego tuve práctica de Quidditch y el bastardo de Draco Malfoy trató de robar nuestro tiempo para utilizar la cancha, pero prevalecimos. Claro que era nuestro período para entrenar aunque él quisiera convencernos de que no estábamos registrados en el cuaderno diario" – como respuesta, Hermione usó su mano para acariciar sus testículos – "Maldición, luegofuiacenarymástardeaestudiar despuéscumplíconmisrondas yohporDiosvoyaterminar".

Inmediatamente, la castaña cesó toda actividad, le sonrió a su mejor amigo y limpió la esquina de su boca con un dedo pulgar.

- "Bruja" – repuso él –"ven aquí" – la jaló hasta sentarla a su lado en la cama y le dio un largo y feroz beso. Ginny no pudo evitar sentir una punzada de algo extraño en su estómago cuando vio aquello.

Sin abandonar la tarea de besarla, Harry realizó una maniobra que dejó a Hermione descansando sobre su espalda en dos segundos. El de ojos verdes subió su camisón a lo largo de su cadera, exponiéndola a él… y sin ceremonia o comentario de cualquier tipo, y luego de quitarse los anteojos para tirarlos a ningún lugar en particular, colocó su lengua sobre su sexo y empezó a navegar a través de ella. Hermione dejó escapar un quejido e inmediatamente tomó el cabello negro del muchacho como si su vida dependiera de ello. La pelirroja notó que a diferencia de Harry, su amiga no prefería aferrarse a las sábanas, y evidentemente, también notó que este hecho no parecía molestar al Griffyndor.

Cuando Hermione dejó de moverse demasiado hasta dócilmente permanecer lo más quieta posible –aunque no en silencio-, Harry apartó una de las manos que sostenían la cadera de la castaña y resbaló un dedo dentro de ella. Hermione dio un pequeño gemido que fue en aumento cuando el muchacho se concentró en succionar su clítoris con la boca. A los pocos segundos, el moreno añadió otro dedo y comenzó a moverse dentro y fuera de ella, logrando que la cabeza de Hermione se sacudiera de un lado a otro.

- "Aún no me has contado como te fue en el examen de Pociones, Hermione" – Harry comentó en tono conversador – "¿todo ese estudio que hicimos dio frutos?".

- "¿Qué... examen...?" – ella apenas respiraba.

- "Tuvimos un examen de pociones hoy" – repitió el muchacho pacientemente - "sobre antídotos ¿recuerdas?".

- "No te detengas" – suplicó.

- "No me detendré" – prometió - "si me dices cómo preparar un antídoto para una hinchazón anormal".

- "No puedo… recordar".

- "Claro que puedes. Es fácil. Aquí, voy a ayudar: hierba de Knot..." - su pulgar presionó contra ella al tiempo que comenzó a frotarlo en pequeños círculos, cortando la respiración de Hermione.

- "Hierba de Knot" – repitió – "alas de mosca…".

- "Muy bien. ¿Y cuánto tiempo tienen que pasar guisándose?".

- "Uhhhh... ohDios. Veintiún días".

- "Señorita Granger, me parece que ha estado estudiando".

- "Tuve un… maestro persuasivo".

Harry sonrió con diversión – "Todavía no has terminado ¿que más?".

- "Piel desmenuzada de boomslang, polvo de raíz de asfódelo, y... y...".

- "Tal sólo uno más" – presionó Harry.

- "¿Eléboro?" - Hermione replicó.

- "Sí, eléboro. Y por ser tan buena chica y poner atención en clase voy a darte una recompensa ¿estás lista?".

- "Sí, Harry, por favor".

Para Ginny era claro que ahora era Harry el que tenía todo el poder y que Hermione no tenía ninguno, y por primera vez, mientras los observaba, la hermana de Ron no se encontró intimidada ante la idea de ceder el control. Después de todo, si la castaña podía colocar toda su confianza en Harry, al que amaba (según las palabras necias de ella) tan sólo como su mejor amigo, pues entonces no existía para Ginny ningún motivo que le impidiera confiarse a Draco, a quien amaba con toda el alma.

Un grito lo suficiente fuerte para lastimar el oído, fue lo que trajo a Ginny de vuelta a la situación actual y lo que hizo que sencillamente asumiera que Hermione había alcanzado el clímax. La muchacha en cuestión, respiraba agitadamente, tenía los ojos cerrados y un leve brillo de sudor había cubierto todo su cuerpo. Harry intentó entonces remover su camisón pero éste no cooperaba a la causa, así que en un ataque de impaciencia, el joven lo rompió apartándolo y dejándolo caer al suelo.

- "No comprar una pijama costosa" – Ginny regresó a sus apuntes.

El ojiverde se dio a la tarea de desplazar a su mejor amiga más hacia el lado superior de la cama hasta hacer descansar su cabeza sobre la almohada, y moviéndose como un gato entre sus piernas, besó un sinuoso camino hasta su boca entreabierta. Hermione no pudo ver la mirada de autosatisfacción en el rostro de Harry, una mirada –que Ginny sospechaba- iba a seguir plasmada ahí durante días.

Tomando ventaja del flexible cuerpo de la muchacha, Harry tomó su cintura y tiró de ella hacia delante al mismo tiempo que él mismo también se sentaba sobre sus talones. La acercó a él lo suficiente para hacerla alcanzar su erección y la sostuvo con firmeza hasta que ella abriera lo ojos. Cuando Hermione lo observó con una mirada soñolienta, él comenzó a penetrarla poco a poco. Ella dejó escapar un sonido que se confundió entre un quejido y un gemido, como si no tuviera las energías para concentrarse en uno de los dos. Las manos de la castaña tomaron las muñecas con las que Harry le sostenía la cadera, mordiéndose el labio inferior hasta que él logró meter todo su miembro en ella.

Harry empezó a mover sus caderas lentamente, deslizándose hacia afuera antes de volver a penetrarla. Repitió esta acción varias ocasiones y cuando había comenzado un ritmo intoxicante, Hermione suspiró sin aliento:

- "Espera, Harry, para".

Sus caderas se detuvieron al instante.

- "¿Qué sucede, Hermione?" – en su voz se apreciaba un tono de preocupación.

- "El hechizo" – repuso ella – "olvidaste el hechizo".

El capitán de Quidditch la miro como si estuviera tratando de recordar cuál era el hechizo que ella mencionaba – "Claro, el bendito hechizo.." – repuso con una nota de renuencia – "espera.." – ajustó sus posición para quedar completamente sobre ella, alzó una mano para alcanzar el cajón de la mesa de noche al lado de la cama y sacó su varita para murmurar un conjuro que a la pelirroja le pareció vagamente familiar; aparentemente era para evitar embarazos no deseados.

- "¿Ya estás feliz?" – preguntó con un tono que Ginny no supo interpretar muy bien, pues no sabía si el muchacho estaba molesto por la interrupción en el acto, o porque la idea de que Hermione quedara embarazada no calificaba como la más grande de sus preocupaciones.

La Premio Anual envolvió sus brazos alrededor de su cuello y le dio la vuelta, de manera que ahora era ella la que estaba encima de él – "Ahora estoy feliz" – respondió, besando ligeramente su mandíbula y su cuello.

Harry tomó su cara con las manos y la besó, para después delinear sus labios con su dedo pulgar y susurrar – "Móntame, Mione".

Y entonces, Ginny ya no pudo fingir indiferencia cuando vio la cara de completa felicidad en los rostros de ambos al instante en que Hermione comenzó a moverse. Había algo sobre la forma en la que se trataban el uno al otro, que hablaba volúmenes de una intimidad que era más profunda que el simple acto físico del sexo, lo que también hizo que se diera cuenta de la razón por la qué habían estado juntos durante tanto tiempo. No parecía para ninguno de ellos que lo que compartían se tratara de una relación ocasional, y Ginny se sintió culpable por un momento de haberle pedido a Hermione que la colocara en esta posición. Para la pelirroja, lo que ellos estaban haciendo era una demostración de amor, una demostración de la que ella no se sentía con el derecho de presenciar.

Y sin embargo, no podía lamentar lo que hizo, por que si nada de esto hubiera ocurrido, Ginny posiblemente no hubiera llegado a la siguiente conclusión: ella no tenía nada que temer en absoluto. Las relaciones sexuales entre dos personas que se amaban no se basaban en la manera en la que se desempeñaran en el acto, sino, que tenía que ver con la acción de dar y recibir amor. Sabía que Draco la amaba, y ella quería que él fuera capaz de demostrárselo. Ginny quería que él experimentara todo de ella, incluyendo su inseguridad, su neurosis y su aprendizaje en aquel momento.

No pasó mucho tiempo antes de Hermione y Harry jadearan en perfecta sincronización. Hermione se movía cada vez más rápido, al tiempo que su mejor amigo sostenía sus caderas para tirar de ella y que de esa forma cayera sobre su miembro con más fuerza. Sus pechos danzaban delante de su cara y el moreno fue incapaz de resistirse, pues en un segundo aprisionó un pezón con su boca y lo trabajó con su lengua. Al mismo tiempo, trasladó una mano al lugar en donde se unían y frotó su clítoris.

El clímax de Hermione fue tan poderoso que Ginny pensó que sería un milagro si Harry fuera alguna vez capaz de volver a escuchar con su oreja derecha. Aunque él no parecía muy preocupado con la posible sordera, pues al instante en el que el orgasmo golpeó a la castaña, él le dio la vuelta para envolver sus piernas alrededor de su cintura, y empujar con una fuerza y velocidad que, de no haber sido Ginny testigo de primera mano, habría pensado que era imposible. Poco después, Harry dejó escapar un fuerte gemido, imitando la misma expresión de satisfacción de momentos antes, y sus caderas siguieron moviéndose ya sin ritmo mientras terminaba.

Después de un largo tiempo, Harry se relajó –o más exactamente, colapsó en la parte superior de Hermione con la apariencia de no levantarse jamás- enterrando su cara contra su cuello. Ella acarició su rebelde cabello con ternura hasta que igualó su respiración con la del muchacho, e incluso después de eso, Hermione fijó su mirada en el techo sin dejar de correr sus dedos a través de las hebras negras de él con un ritmo casi hipnótico. Ginny empezaba a preocuparse de que su amiga se hubiere olvidado de ella –no que pudiera culparla, por supuesto-. La hermana de Ron no se atrevía a revelar su presencia por temor a que Harry estuviera realmente despierto y con eso desatara el infierno cuando la viera. Pensó entonces en la idea de escabullirse por la puerta sin que ninguno de ellos se percatarse.

Mientras contemplaba diferentes vías de escape, Hermione se movió apartando cuidadosamente la pesada forma de Harry, besando su temple cuando él murmuró un poco. Notando que éste se quedaba quieto después de la acción de ella, Ginny reparó en los pequeños sonidos que el joven hacía y que no pudo calificar como otra cosa más que como ronquidos. Harry estaba durmiendo. Hermione salió de la cama, tirando de las sábanas y envolviéndose con ellas hasta que encontró la túnica de Harry al tiempo que musitaba un hechizo que cesó el ruido alrededor del lecho y que cerró las cortinas.

- "¿Sigues ahí?" - susurró ella.

Ginny tiró de la capa invisible revelando su presencia.

Las dos Griffyndor hicieron su camino sigilosamente hasta la puerta. Una vez fuera, Hermione dejó de susurrar, pero su voz todavía era baja.

- "¿Conseguiste lo que necesitabas?" – cerró un poco más el frente de la túnica de Harry y la sostuvo con las manos cerradas.

Ginny tuvo que sonreír ante su cabello desordenado y sus labios hinchados. Había marcas de color rojo a lo largo de su cuello y en su hombro derecho, aunque sus ojos brillaban intensamente. Ella tan sólo podía observar la imagen de una mujer completamente amada. Y la noción de que su pensar no estaba para nada lejos de la realidad, logró que ampliara su sonrisa.

- "Sí, lo hice. Muchas gracias, Hermione" - replicó, impulsivamente regalándole un abrazo, el cual su amiga recibió un poco sorprendida.

- "No hay de que.. ¿y tú?... ¿qué te mmmh?...".

Ginny ya sabía que quería preguntarle - "Los dos se ven maravillosos juntos" – respondió con honestidad.

Hermione enrojeció. Con placer o vergüenza, la pelirroja no lo sabía, pero de igual forma sonrió - "Bien, supongo que esta experiencia fue una de la más curiosa por la que hallamos pasado ¿no?".

- "Definitivamente" – ella titubeó un poco sin saber exactamente cómo decir lo que quería decir, tuvo la sensación de que no tenía el derecho de hacerlo, sin embargo, consideraba que era necesario decirlo – "Hermione, quiero que sepas que si se tratara sólo de sexo, ustedes dos no hubieran durado un año" – fue lo mejor que pudo hacer para no presionarla. Aún tendría otras oportunidades para hacer reflexionar a su amiga.

Hermione pareció entender lo que su interlocutora quiso decir, aunque no lucía convencida.

- "Será mejor que te pongas en marcha. Buena suerte con Malfoy" - levantó su mano en son de despedida, y luego desapareció detrás de la puerta, una vez más.

Ginny hizo su camino de regreso hasta el dormitorio de su novio. Después de todo, y aunque no tuvieran intimidad, a Draco le gustaba que Ginny pasara algunas noches con él en su recámara privada. Ingresó a la pequeña y cálida sala común, el fuego perpetuo en la chimenea quemaba de manera constante. Caminó a lo largo de la sala, quitándose la capa invisible que tendría que recordar devolver a Hermione al día siguiente. Cuando se colocó frente a la chimenea, tiró del pergamino que guardaba en su bolsillo y sin dudarlo ni un momento, lo arrojó al fuego para que éste se alimentara.

Un momento después, la pelirroja llegó hasta la cama en donde su novio la esperaba. Cuando lo vio, su corazón dio un pequeño salto alegre al encontrar a Draco acostado sobre el lecho completamente vestido con el uniforme, sobre la mesita de luz había una bandeja en donde podía apreciar cena para dos. Recordó al instante que le había dicho al Slytherin que iba a tardar en reunirse con él a causa de una urgente investigación para una tarea en la que Hermione estaba ayudándola, pero al parecer, Draco pensó que quizás el retraso de su novia no sería tanto y que, aunque tarde, tendrían oportunidad de cenar algo juntos.

Cuando Ginny empezó a quitarse la ropa, Draco despertó y la observó con ojos somnolientos, como si no estuviese seguro de que ella estaba realmente ahí. Al darse cuenta de que era ella, se sentó y se estiró con pereza.

- "Hola. ¿Terminaste tú tarea?".

Terminado de colocarse su modesta pijama, ella se sentó junto a él, tan cerca como le fue posible, tan cerca que pudo oler el dulce aroma de Draco que tanto amaba. Su voz era ronca, con sueño, lo que le envió escalofríos por la columna vertebral.

- "Sí" - dijo suavemente.

- "¿Les tomó mucho tiempo a ti y a Granger la investigación?" – él bostezó enormemente.

- "Un poco" – replicó – "pero ahora es hora de dormir. ¿Quieres que te ayude a desvestirte?".

Draco la observó con curiosidad.

- "No te preocupes, yo puedo manejarlo".

Desapareciendo bajo las sábanas, Ginny presenció como él comenzó a tirar de su ropa para colocarse la pijama – "En otra ocasión, entonces." – repuso divertida.

El rubio volvió a mirarla con un gesto extrañado, pero ella no podía haber dejado de lado –aunque lo intentara- la enorme sonrisa a lo largo de su rostro.

Notas de la Autora: Fiel lector, sé que esperabas que esta historia llegara a su fin en este capítulo, pero lo cierto es que tu tortura tendrá que esperar un episodio más (o quizá dos) pues aún deseo explorar una idea más antes de dar por terminado mi patético intento de voyeurismo.

No sé si la calificación M de esta historia llenó tus expectativas, pero ten en cuenta que éste ha sido mi primer Lemon y bueno… a pesar de que no fue espectacular tampoco lo considero como un total fracaso. Después de todo, esta primera vez me ha abierto las puertas para otro intento que seguramente mejorará con la practica XD

Ahora, abordando el tema de si habrá o no Lemon de Draco y Ginny, la respuesta sigue siendo incierta.

¿Por qué?.. porque aun no me decido sobre ese asunto. A veces pienso que valdría la pena intentarlo, y otras, la idea me crea inseguridad.

Por lo pronto, tendré que conformarme con Harry y con Hermione, que estoy segura que muchos, si no es que todos, los incluimos en nuestro Top 10 de parejas favoritas XD

Disculparán cualquier error de ortografía, pero no me quedó mucho tiempo para revisar la escritura y seguro que a causa de ello van a toparse con más de alguna incoherencia XD

Muchas gracias a Lucy (Comadre, no sabes lo duro que trabajé para que Ginny te pareciera un ser humano pasable en este capítulo y no se volviera el personaje que tanto odias –convengamos que no puedo culparte por eso XD- espero que haya sido soportable leer su participación XD te quiero mucho y te veo en un par de días en la playa ¡¡YAY!!), Mary (Gracias por la confianza. Confieso que el Lemon es un área que no he explorado mucho, pero estoy intentándolo n.n) y a Seth (Bah, todos sabemos que esos dos se aman… aunque les lleve trabajo admitirlo XD. Gracias por tu comentario) por sus reviews.

A todos los registrados, mis respuestas personales!!.

Como ya es bien sabido, este fic está dedicado a mis queridísimas Aiosami, Laura, Carla (cali-chan).. y por supuesto a LuzaPotter.

¿Desean volver a comentarme lo pobre de la redacción y su falta de trama?, ¿volver a aconsejarme que deje de escribir para siempre?.. pueden dejar lo que quieran en un comentario.

Nos leemos pronto..

Saito Ryuzaki ^^