Capítulo 5: Memorando y besos.

Sakura: ¿quién eres?
…me llamo Yakumo, soy la pista que necesitabas…

Sakura: ¿qué dices?

Yakumo: lo que escuchaste…soy parte del mundo mágico y alguien hizo que cruzáramos nuestros caminos para ayudarte con lo de…

Sakura: ¡shhh! ¡No hables de eso! –Dijo refiriéndose a Naruto que estaba en la bicicleta a dos metros de ellas- el problema está cerca a nosotras.

Yakumo: está bien. Me mandaron a ayudarte, no entiendo como pero mis visiones me trajeron hasta aquí.

Sakura: ¿y qué…quién eres?

Yakumo: ¿qué soy? –le mostro una dulce sonrisa- soy una vidente y plasmo mis visiones en dibujos, como el que tienes en tus manos.

Sakura: mmm pero que vas a hacer… -se quedó callada al escuchar el estómago de la niña- veo que tienes hambre. Vamos, te invito algo de comer.

Yakumo: gracias –dijo con un lindo brillo en sus ojos acaramelados.

Sakura se acercó a Naruto con Yakumo al lado de ella…

Naruto: ¿paramos por ella? ¿Quién es?

Sakura: no te expreses de esa manera. Se llama Yakumo y es mi nueva amiga, voy a llevarla a comer algo. Puedes ir a tu casa, yo me iré sola…

Naruto: voy con ustedes –la interrumpió- te dije que ahora estamos en paz ¿no? –le dio una brillante sonrisa.

Sakura: bu…bueno si, tienes razón –no era la sonrisa que antes le daba pero aun así provocó un leve sonrojo en la ojijade.

Yakumo se quedó mirándolos detenidamente, algo no le estaba gustando del rubio pero no sabía que era…aun así, Sakura la miró y le sonrió tranquilamente para que empezaran a caminar a un pequeño restaurante.

Naruto: ¿crees que la dejen entrar así como esta? –le susurró a la pelirrosa.

Sakura: tienes razón…Yakumo está bastante sucia mmm.

Naruto: espérenme aquí…

El ojiazul entró primero al restaurante y después de unos segundos salió de nuevo. Había entrado a mojar un pañuelo y le limpio suavemente la cara a la pequeña y después le puso su chaqueta cerrada.

A Sakura le sorprendió aquel gesto ya que a él nunca le habían gustado los niños y en ese momento fue muy dulce con ella. Fue muy adorable.

Naruto: ahora sí, entremos antes de que tu estomago se salga jeje.

Yakumo: muchas gracias.

Entraron los tres al restaurante y pasaron una tarde tranquila, hablando de cualquier cosa hasta que se hizo el momento de que se vayan a sus casas porque estaba anocheciendo.

Sakura: ¿tienes a dónde ir? –se dirigió a Yakumo.

Yakumo: si, mi hermano…bueno no es mi hermano de verdad, pero él me encontró desde muy chiquitita.

Sakura: bueno, entonces te llevo con él.

Naruto: yo también voy. No tengo nada más que hacer.

Estuvieron caminando, Yakumo iba adelante mientras que Naruto y Sakura estaban a tres pasos detrás de ella.

Naruto: ¿quieres ir a la playa después de que dejemos a Yakumo? –le susurró al oído.

Sakura: ¿a esta hora? ¡Ya son las ocho de la noche!

Naruto: es más tranquilo y…no hay nadie –pasó sus dedos entre el cabello pelirrosa de la chica provocándole unas extrañas cosquillas.

Sakura: e…es…esta b…bien –la estaba poniendo bastante nerviosa.

Naruto: perfecto.

Yakumo: es aquí –dijo delante de una casita muy desgastada y de aspecto paupérrimo que estaba en un callejón un poco apartada.

Sakura: te acompaño hasta la puerta. Espérame aquí Naruto.

No esperó a que le respondiera y empezó a caminar. Estaba oscuro y apenas podían ver así que Sakura, después de asegurarse que Naruto no la viera desde lejos, sacó su varita que tenía escondida e hizo una diminuta esfera de luz que las ayudó a caminar. Llegaron a la puerta de la puerta y la ojijade tocó.

Yakumo: es mejor que deshagas la luz. Mi hermano no sabe de la magia.

Después de escucharla apagó su varita y esperó hasta que se abriera la puerta. A los pocos segundos apareció un joven de aspecto despreocupado y con cola de caballo.

Yakumo: ¡hola hermano! –Dijo feliz- ella es Sakura, la conocí hoy y me acompaño toda la tarde, me invitó a comer y caminamos y fue muy linda y…

…ok, ok, hablas mucho. Sabes que me aburro cuando empiezan con tu verborragia.

Yakumo: disculpa –infló sus mejillas en un gesto muy tierno.

…sabes que no resisto cuando haces pucheros jeje ven aquí –la levantó en sus brazos.

Yakumo: ¡gracias por traerme Saku! La pasé muy bien contigo y Naruto. ¿Te puedo ver mañana para que hablemos de ese temita importante?

…discúlpame si te estuvo fastidiando todo el día jeje

Sakura: no te preocupes, yo también la pase bien hoy.

…¡que tonto soy! No me he presentado, soy Shikamaru –le tendió la mano.

Sakura: mucho gusto, me llamo Sakura. Bueno ya me tengo que ir porque es muy tarde.

Yakumo: ¿entonces te veo mañana?

Sakura: claro… ¿dónde te encuentro?

Yakumo: no te preocupes, se dónde encontrarte… ¿recuerdas? –le dijo guiñando el ojo- ah! Y puedes quedarte con el dibujo, te lo regalo ^^

Sakura: gracias. Bueno, me voy. Mucho gusto conocerte Shikamaru.

Shikamaru: igualmente.

Entonces camino todo ese tramo a oscuras con un poco de miedo ya que no veía nada y no podía saber si Shikamaru seguía ahí pero no se podía arriesgar a que vea algo.

Ya iba a la mitad del callejón cuando sintió una energía un poco conocida ya que sabía que era de un superior.

…Sakura Haruno, hija del futuro líder del mundo mágico, Fujitaka Haruno.

La pelirrosa se dio la vuelta y encendió su varita sin importarle que alguien la viera. Tenía mucho miedo a esa energía que sentía y debía estar alerta. Miró a todos lados para encontrar al dueño de esa voz pero no aparecía nadie.

Sakura: ¿quién está ahí? –levantó la voz.

…tranquiiiila pequeña Sakura –al fin apareció el desconocido atravesando una pared del callejón.

Sakura: es…es u…usted ministro…me…e asustó señor Orochimaru.

Orochimaru: tranquila, no soy ningún villano jeje.

Sakura: disculpe, es que apareció de repente y de esa manera tan misteriosa.

Orochimaru: bueno solo quería hablar de algo contigo.

Sakura: ¿pasó algo malo?

Orochimaru: no exactamente pero, el consejo y el ministerio de magia quiere tener una junta contigo por tu reciente manejo de la magia. Tenemos entendido que usaste un objeto mágico prohibido en un mortal y eso tiene que ser juzgado.

Sakura: ¿co…como lo supieron?

Orochimaru: otros ministros y yo tenemos encargado investigar todas las acciones de tu padre y su familia ya que tomará el mando y tiene que actuar de manera adecuada.

Sakura: no lo sabía. ¿Cuándo será la junta?

Orochimaru: el miércoles por la tarde. Es importante que asistas.

Sakura: lo haré, no se preocupe que ahí voy a estar sin falta.

Orochimaru: bien, entonces te veré el miércoles. Puedes irte y te recomiendo que apagues tu varita…

La pelirrosa la apagó al instante y en menos de un segundo Naruto apareció detrás de ella.

Naruto: estabas demorando.

Sakura: ah sí, disculpa. Es que Yakumo me presento a su hermano.

Naruto: entonces, ¿ya nos vamos? Ya no debe haber gente en la playa.

Sakura: ya es muy tarde, mejor vamos mañana.

Naruto: mañana no podré. Vamos ahora, la noche esta hermosa.

Sakura: bien. Vamos, pero solo un rato.

Orochimaru se quedó observando a los chicos desde lejos con un solo pensamiento –tu padre no liderará el mundo mágico Sakura. No si yo existo para evitarlo.

Por otro lado los ex amigos se subieron a la bicicleta y como la playa quedaba cerca no demoraron mucho en llegar más de unos veinte minutos. Se descalzaron las zapatillas y caminaron hasta unas rocas que miraban al mar.

Tomaron asiento y se deleitaron con la preciosa vista que había. Esa noche había luna llena y se veía su brillante reflejo en el horizonte sobre el mar que parecían pequeños diamantes pulidos a la perfección.

Naruto se quedó mirando detenidamente a la pelirrosa. En sus ojos se reflejaba la luz de la luna y las estrellas y se veía hermosa. No pudo evitar poner en duda el plan que tenia de humillarla pero, debía continuar. Quería hacerla sentir lo que el pasó en el momento que ella lo rechazó.

Después de un buen rato, Sakura empezó a sentir la mirada del rubio sobre ella y giró su rostro hacia él.

Sakura: ¿pasa algo? –dijo sonriéndole suavemente. En ese momento tan tranquilo había olvidado todo lo que pasaba.

Naruto: te ves linda bajo esta luz.

Sakura: gra…gracias –se sonrojó de una forma muy adorable que no pasó desapercibida para el ojiazul.

Naruto: solo digo lo que veo. Sé que ya te olvide pero eso no quiere decir que haya olvidado que eres hermosa.

Sakura: ya no digas esas cosas…es mejor que ya nos vayamos.

Naruto: espera…

La joven se levantó pero las rocas estaban resbalosas y pisó mal haciendo que caiga pero antes de hacerlo jaló a Naruto del brazo y ambos cayeron al mar.

Se encontraba la señora Haruno en la sala tomando su tercera taza de café cuando aparece su castaña hija.

Matsuri: mamá, ¿Sakura todavía no llega?

Sonomi: no, aun no y me está preocupando. Ella siempre llega después de la escuela.

Matsuri: yo también estoy preocupada. ¿Le habrá pasado algo?

Sonomi: no creo, ella es fuerte defendiéndose.

De pronto aparece la cabeza de la familia.

Fujitaka: ¿ya sabes lo que hizo TU hija mayor?

Sonomi: ¿por qué si tienen algún problema son solo mías? ¿Qué pasó? –preguntó alarmada al ver la expresión de su esposo.

Fujitaka: a la niña se le ocurrió arreglar sus problemas con magia prohibida –estaba realmente enfadado.

Sonomi: ¡¿qué? –estaba bastante sorprendida. Se dio cuenta de que su menor hija agachaba la cabeza- ¿tú lo sabias?

Matsuri: bueno, yo lo supe cuando ya lo había hecho.

Fujitaka: ¡no lo puedo creer! ¡Es una irresponsable! Hoy vino un hada mensajera del consejo de magia con un memorando.

Sonomi: ¿qué dice?

Fujitaka: en dos días tiene que presentarse a una junta para ser juzgada por el consejo y el ministerio de magia, Orochimaru ya le aviso. Nosotros también debemos ir…todos –dijo por Matsuri.

Matsuri: pero yo no puedo entrar a su mundo.

Fujitaka: si podrás. Tienes el permiso con sello mágico.

Sonomi: espero que esto no termine mal.

Matsuri: tranquila mamá, todo estará bien. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Fujitaka: con el consejo nunca se sabe, hija.

Tocaron el timbre de la casa.

Matsuri: yo voy –dijo saliendo de la sala.

En cuanto abrió la puerta se quedó completamente paralizada. Ahí estaba el chico que no la dejaba dormir y si podía hacerlo, aparecía en sus sueños. No debía estar enamorada de el porque las leyes de la naturaleza no lo permiten pero no podía evitarlo…estaba loca por él.

…mmm ¡tierra llamando a mi primita!

Matsuri: hola Gaara –habló al fin- ¿qué haces aquí?

Gaara: bueno, venía a buscar a Sakura para saber cómo esta.

Matsuri: ¿de que hablas?

Gaara: si me dejas entrar hablaríamos mejor.

Matsuri: ah sí, discúlpame. Entra.

Fueron hacia la sala donde estaba el par de adultos discutiendo un poco. Gaara saludó a sus tíos pero el ambiente estaba tenso así que decidieron ir a otro lugar antes de que el pelirrojo reciba un grito por la interrupción. Subieron a la habitación de la joven y se sentaron a hablar.

Matsuri: le pasó algo a Sakura?

Gaara: bueno es que hoy después del recreo no regreso al salón y me preocupé. Con todo esto de Naruto pues…no sé, la veo muy susceptible y…

Matsuri: te tiene preocupado.

Gaara: sí. Ya no es la chica alegre y fuerte. Siento que puede caer ante cualquiera.

Matsuri: espero que nadie se aproveche de ella en estos momentos que se siente triste. Aunque aparente con todos que sigue siendo la misma, yo sé que no es así.

Gaara: tú, Ino y yo lo sabes. Espero que Naruto no se haya dado cuenta de su ánimo.

Matsuri: ¿por qué lo dices?

Gaara: hablamos un día en la semana que Sakura faltó a la escuela…

FLASHBACK

Estaban en clase de deporte y Gaara estaba hablando con Naruto sobre su prima.

Gaara: espero que no le hagas daño a Sakura. Me dijiste tu plan y te escuché pero eso no quiere decir que te apoyo. La voy a defender así sea de ti.

Naruto: ¿te parece bonita la forma como me rechazó?

Gaara: no pero…

Naruto: la he notado extraña estos días, siempre estaba pensativa en la ventana de su habitación y la he visto llorar en varias ocasiones. Voy a esperar a verla en un momento que se sienta tan mal para que yo pueda entrar y ganármela.

Gaara: si le haces algo, te las verás conmigo y no te irá nada bien. Ella es como mi hermana y la defenderé aunque tú seas mi mejor amigo.

FIN FLASHBACK

Matsuri: no puedo creer lo que le pasó a Naruto.

Gaara: todo por ese estúpido anillo. ¿De donde lo saco?

Matsuri: no…no t…tengo idea.

Claro que sabía que fue Ino y también sabia cuanto le gusta a su primo, pero no se lo diría…no quería que se decepcione de la rubia.

Gaara: no me estás diciendo algo. ¿Sabes quién se lo dio?

Matsuri: ¡no! ¡Claro que no! Solo me quedé pensando.

Gaara: ¿puedo saber en qué?

Matsuri: el consejo de magia la ha citado. La van a juzgar por lo que le hizo a Naruto.

Gaara: ¡esto es increíble! Justo cuando mi tío va a tomar el mando. Si me entero quien fue no se lo voy a perdonar.

Matsuri: olvídalo. Tal vez la persona que se lo dio, no sabía las consecuencias.

Gaara: hay que ser bien estúpido para hacer eso. Como se le ocurrió no tomar en cuenta lo que podía pasar.

Matsuri: tranquilo ¿si?

El ojijade no podía dejar de pensar en quién pudo darle un objeto prohibido para usarlo en un mortal. No es de hechiceros desconocer algo tan básico. La joven se quedó mirándolo detenidamente, lo veía tan lindo con esa expresión enfadada pues así lo quería ella. Se enamoró de alguien que no debía pero no pudo evitarlo, trato muchas veces de olvidarlo pero siempre estaba en su casa, la trataba con cariño a pesar de sus malos humores y olía tan bien que la hipnotizaba.

Se acercó un poco más a él y le tomó la mejilla delicadamente. Gaara, al sentir el suave tacto, se sorprendió pero luego le sonrió y puso su mano sobre la de ella.

Gaara: gracias por tratar de calmarme. Eres la mejor –seguía sonriendo pero su sonrisa se borró al ver que su prima se acercaba mas- Matsu…

No pudo decir nada más, Matsuri terminó de acercarse y juntó sus labios. No le importó si el la rechazaba o no pero ya no pudo resistirse al verlo tan serio y pensativo. Sus labios no se movían pero después de un momento alguien empezó la danza y esa persona fue el atractivo pelirrojo. El beso fue dulce y delicado, las mejillas de ambos estaban sonrojadas y el aire empezó a faltarles así que se separaron.

La ojinegra se quedó muy avergonzada por lo que hizo y lo único que alcanzó a decir fue "lo siento" y salió corriendo para encerrarse en el baño dejando a Gaara bastante confundido. Él se acercó a la habitación donde se metió la joven, iba a tocar la puerta pero prefirió dejar las cosas ahí para que los dos pudieran pensar en lo ocurrido.

Ya habían salido del mar, estaban agotados y ahora se encontraban acostados en la orilla, uno al lado del otro tomando aire ya que casi se ahogan. Miraban las estrellas y cada uno estaba sumido en sus pensamientos hasta que uno de los dos rompió el calmado silencio.

Naruto: ¿te encuentras bien? Casi me ahogas jeje –habló con dificultad.

Sakura: sí, estoy bien. Discúlpame por jalarte, fue inconsciente.

Naruto: lo sé, no te preocupes. Salimos vivos o ¿no? –giró su cuerpo hacia un costado quedando su cabeza apoyada en su brazo mirando de cerca a la pelirrosa.

Sakura: bueno, casi no la contamos con el mar tan movido –le sonrió y se quedó cautivada con sus brillantes ojos azules.

Ambos se quedaron mirándose, la ojijade sentía como en su pecho sentía una calidez agradables, mientras que Naruto fue acercándose poco a poco, sus respiraciones se encontraron, y sus ojos se quedaron hipnotizados en los del otro. El rubio rozó suavemente sus labios, con mucha delicadeza, era un movimiento embriagador.

Sus labios al fin se unieron, y gimieron ante el contacto, pero aun así se mantuvieron calmados, memorizando cada contacto y experimentando cada nueva sensación, eras un beso que les robaba todo el aire, era suave y delicioso. El rubio tomó su mejilla, y luego pasó sus dedos por todo el níveo rostro de ella trazando líneas sin sentido y solo dejándose llevar.

Esta vez Sakura fue consciente de lo que sentía; al fin entendió lo que pasaba, no solo quería de regreso a su amigo sino al chico que estaba enamorado de ella ya que ahora sabía que siente lo mismo por el…lo ama…pasó sus brazos alrededor del fuerte cuello del chico, era una sensación increíble. Estaban deleitándose con aquel beso, cada movimiento era gozado con anhelo.

El beso se volvió más demandante y más profundo, pero aun así ninguno de los dos quiso profundizar el tacto, solo querían mantenerlo así de placentero.

Sakura se aprisionó al cuerpo de Naruto, pensando que tal vez él quería irse y escapar de ese trance. El dueño de los hermosos ojos azules se dio cuenta de eso y le agradó aquella acción. De pronto no pudieron evitar que sus cuerpos llenos de pasión pidieran oxígeno.

Después de ese instante permanecieron en la misma posición mirándose, aquello fue diferente de lo que habían experimentado hace más de un año, solo fue increíble e imposible de describir. Sakura empezó a vacilar, era la primera vez que aceptaba lo que siente por él y no sabía qué hacer. Era una sensación agradable mirar a Naruto, pero recordó que tenía que regresar a su casa, necesitaba descansar después de aquel día.

Naruto: ¿qué tienes? –pregunto en un susurro.

Sakura: ahora si es tarde. Tengo que volver a casa.

Naruto: te acompaño.

Sakura: gracias pero estoy bien.

Naruto: te puedes enfermar si no llegas rápido. Esta cerca el invierno y ambos estamos mojada. Además acuérdate que vivo al frente de tu casa.

Sakura: está bien –sonrió.

Naruto: ponte mi camiseta de cambio, hoy no la usé

Buscó en su mochila y le dio la tela a la ojijade y después de que se la puso encima subieron a la bicicleta y en silencio llegaron rápido a la casa de la chica. Una vez que estuvieron en la puerta de la casa, se quedaron mirándose un buen rato.

Naruto: toma un baño caliente y bebe un buen chocolate, eso te relajará bastante.

Sakura: claro, eso haré –se sentía embobada con la mirada profunda de su acompañante.

Naruto: bueno…te veo mañana en clases.

Sakura: ok, cuídate mucho.

Sakura asintió y después el rubio le dio un pequeño y corto beso en la cabeza, un gesto bastante tierno y camino hacia su casa al otro lado de la calle bajo la brillante noche y ella solo quedó parada mirando cómo se iba.

No pudo evitar que en su rostro se dibujara una dulce sonrisa. Hizo caso al consejo del rubio, se dio un baño y tomó chocolate caliente en su adorado balcón y vio que en la casa del frente estaba encendida la luz de la habitación de Naruto y se abría la ventana. Ahí estaba él, tan fuerte y atractivo. Estaba segura…está muy enamorada del que alguna vez fue su amigo pero que ahora no sabía qué relación había entre ellos.

Bajó la mirada hacia su chocolate y cuando la volvió a subir le sorprendió lo que estaba en la otra casa, su ojiazul tenía en las manos una libreta grande con letras escritas en plumón que decían…

[Naruto: ¿recuerdas esto?]

La pelirrosa entró a su habitación y sacó su libreta que era igual a la de él y escribió…

[Sakura: ¡obvio!]

[Naruto: ¿ya vas a dormir?]

[Sakura: si, es tarde]

[Naruto: tienes razón]

[Sakura: descansa]

[Naruto: tú igual]

[Sakura: hasta mañana]

[Naruto: hasta mañana]

Extrañaba comunicarse así con él todas las noches antes de dormir y fue lindo hacerlo de nuevo. Había sido un día muy lindo, aunque ella de verdad no sabía las intenciones que él tenía en realidad y así se fue a dormir…