En cuanto cruzábamos el portal, habíamos vuelto al mundo real, a la cueva donde caíamos Kero y yo. Un segundo después de cruzar el portal, ésta desapareció por sí sola.
"Ay... Ay... Ay..." El dolor de mi pierna se hacía inesperadamente soportable (cosa que me sorprendió), pero aun así me dolía a rabiar...
"¿Estás...?" Trató de decir Kero, cogiendo aire debido al cansancio "¿Estás bien, Sakura?
"¿Qué era eso, Kero?" Pregunté sin más "¿Es otra carta de Clow?"
"Lo dudo mucho, tenemos todas las cartas, y a esa... quienquiera que sea, no la había visto antes."
"¿No lo viste en tu vida?"
"Sí... A propósito, Sakura, ya no gritas de dolor por la pierna herida..."
"Eso es lo que me extraña... El dolor ya no es tan intenso, pero *¡ay!* sí que me sigue doliendo..."
"Déjame ver la herida..."
En la persecución anterior ni siquiera tuve tiempo de ver la herida, porque estaba pensando en cosas más importantes, por ejemplo... seguir viva.
Tanto Kero y yo vimos la herida con tranquilidad. Vi que la herida sólo medía medio palmo; pero no paraba de sangrarse...
"Tenemos que encontrar ayuda, Sakura..." Kero sugirió "No puedes tener la pierna en este estado."
"Ya lo sé, pero..." De pronto, pensé en mi amiga Tomoyo... y me puse un poco triste entonces...
"¿Qué sucede, Sakura?"
"Es Tomoyo... Si me hubiera visto caer en esta cueva, habría llamado a la profesora para que me echara una mano..." Y empezaron a saltarme las lágrimas "Pero es que está tardando mucho y tengo la impresión de que..."
"¡Sakura!"
Una voz adulta y femenina vino de la cuesta de la cueva. Entonces, Kero, rápidamente, se escondió dentro de mi mochila. Yo miré hacia la dirección de la cuesta y vi, entre el entorno demasiado oscuro del que yo estaba rodeada, una luz que se hacía más luminoso poco a poco.
"¿Hola, hay alguien?" Pregunté yo.
"¡Sakura, no te muevas de aquí, voy a salvarte!"
Reconocí esa voz en ese momento: era de la profesora Mizuki. ¡Ella sí que sabe hacer de todo!
Finalmente vi que ella había bajado del todo de la cuesta con una cuerda, y ella se acercó a mí rápidamente, y vio casi al instante mi herida.
"Dios mío, estás herida, ¿chocaste con alguna piedra puntiaguda?"
"Pues... Eh..." No podía decirle a la profesora Mizuki lo del portal y las bolas de energía... al menos por el momento, ya que sabe lo de las cartas Clow, pero en ese momento decidí no contarle nada "Sí, mi pierna rozó con una piedra muy aguda y me hice mucho daño..."
"No debiste haberte distraído, Sakura, te habrías ahorrado esa caída." La profesora sacó unas vendas, un pañuelo y un botellín de su bolso "Hay que desinfectar esa herida y luego vendarla."
"Vaya, gracias..."
"Sólo tardaré menos de un minuto, así que aguanta si te duele. ¿Vale?"
"Vale..."
Ella abrió el botellín y echó un poquito de su contenido en su pañuelo, luego con el pañuelo apretó mi herida. Sentí mucho picor, pero aguanté. Llevó apretándolo durante unos segundos y después dejó el pañuelo en su bolso, cogió las vendas y las enrolló en mi herida.
"Bueno, debería parar la hemorragia. ¿Cómo te sientes?" La profesora dijo, una vez terminado.
"Sí, ya me siento mejor, señorita, muchas gracias." Sonreí.
"Daidouji me dijo que te habías caído, me señaló el agujero donde te caíste, y así te encontré."
"Sabía que Tomoyo pediría ayuda..." Aquello me dio un buen alivio.
"¿Puedes caminar?"
"C-creo que sí..."
Intenté levantarme poco a poco, y aunque me costó ponerme en pie (debido al picor de mi herida), lo logré finalmente.
Sin embargo...
"Me parece que no estás en estado de caminar bien." La señorita señaló "Voy a tener que llevarte."
"Pero, ¿cómo? Necesitarás las dos manos para poder coger la cuerda y avanzar cuesta arriba..." Dije yo.
"Puedo llevarte con una mano y escalar por la cuerda con la otra. No es tan difícil."
"¡Señorita!" Otra voz de una compañera dijo desde arriba "¿Sigues ahí?"
"¡Sí, ahora mismo vuelvo con Sakura!" La señorita respondió "¡Ella está bien!" Y entonces me habló a mí "Tenemos que volver con el grupo, nos están esperando."
"Sí..." Dije yo.
La señorita me cogió en brazos y se dirigió hacia la cuesta.
"Agárrate fuerte, que yo te sujeto con una mano." Me dijo ella.
"Vale..." Y me agarré tanto como pude a la señorita.
Ella, con una mano me llevaba, y con la otra mano cogía la cuerda para ir avanzando arriba en la cuesta.
Habíamos tardado unos 2 minutos en llegar arriba. Todo el grupo estaba esperándonos a las dos, en especial Tomoyo y Naoko, que se veían muy preocupadas.
"¡Sakura! ¿Estás bien?" Dijeron Tomoyo y Naoko mientras me abrazaban.
"Sí... Estoy bien, gracias." Respondí yo.
"Bueno, chicos, debido al imprevisto tenemos que volver enseguida al autobús." La señorita dijo "En cuanto lleguemos a la escuela, todos irán a sus respectivas casas." La señorita se volvió hacia mí, Tomoyo y a Naoko "¿Podríais ayudarla a caminar? Sakura no tiene la pierna muy bien."
"De acuerdo." Respondieron las dos.
"Vale, vámonos."
Poco después, mientras Naoko y Tomoyo me ayudaban a caminar (cada una por un lado), tuvimos más conversación, aunque breve:
"¿Te caíste sobre una piedra afilada en el agujero, Sakura?" Naoko inició la conversación con esta pregunta.
"Eh..." Recordé entonces que tenía que ocultar los hechos reales "¡Sí, cierto, con una piedra!"
"Oye, Sakura, me gustaría llevarte a tu casa y quedarme allí por un tiempo contigo a cuidarte." Tomoyo sugirió.
"Claro que puedes, Tomoyo, gracias por el ofrecimiento."
"¡Mirad allí!" Naoko exclamó.
En cuanto salíamos de la cueva, nos encontrábamos en el bosque... el cual inexplicablemente carecía de naturaleza. Los árboles que anteriormente estaban repletas de hojas, no tenían nada de ellas; la hierba verde que cubría el bosque había desaparecido, dejando sólo tierra oscura...
Y recordé que esto se parecía más al entorno que vi al atravesar aquel portal...
"¿Qué ha pasado aquí...?" Dijo un chico del grupo que estaba pasmado.
La señorita Mizuki también estaba inquieta "No lo sé... Nunca había visto nada parecido..."
