Nota del autor: a aquellos lectores que hayan leído el capítulo anterior antes del 2 de Junio del 2010, vuelvan a leerlo. He hecho algunos arreglos que sin ayuda de DarkTailsXZ y Devi Moon esta historia no llegaría muy lejos. Agradecimientos especiales para DarkTailsXZ por ayudarme en la progresión de la historia por sus sugerencias. =)


En cuanto Tomoyo salió para abrir a Li, Kero empezó a conversar conmigo como si estuviera molesto por algo:

"Sakura, ¿en serio vas a dejarle entrar a ese mocoso en casa?"

"Sí, no veo por qué no..."

"¿A tu habitación?"

"Kero, escúchame: he estado muy herida por aquella chica que nos quiso matar a los dos, y probablemente no tendríamos la misma suerte en el próximo enfrentamiento con ella. Necesitamos la ayuda de Li."

"¿Vas a usarle de cebo para derrotarla?"

"¡QUIERES DEJAR DE PENSAR MAL DE ÉL!"

"Este... Sakura..."

La voz de Tomoyo que vino desde la puerta de mi habitación hizo que tanto Kero y yo mirábamos a la puerta: Tomoyo y Li estaban en la puerta y no nos habíamos dado cuenta. Kero y yo nos quedábamos ruborizados, pero yo fui la que más, pues no quería que Li se enterase del "maléfico plan de Kero para librarse de Li".

No obstante, en vez de que Li se marchara enojado, hizo una breve reverencia diciendo "Lamento la intromisión..." ¿Será que él había escuchado sólo mi última exclamación?

"No... No es nada..." Respondí yo.

"¿Cómo estás, Kinomoto? ¿Estás mejor?" Preguntó Li.

"Eh... Bueno, sí, supongo..." Respondí algo nerviosa.

"¿Y tú qué haces aquí?" Interrumpió bruscamente Kero.

"¡Vine aquí porque estaba preocupado por Kinomoto, por eso!" Estalló Li.

"Vaya... Así que él se preocupaba por mí..." Pensé yo, mientras me surgía en mi interior una especie de sensación que no había sentido antes... y no sabía qué era exactamente.

"Bueno, Kinomoto..." Me dijo Li "Creo que en aquél agujero de la cueva te surgió algo más que una pequeña caída, ¿cierto?"

"Eh, sí, ¿pero cómo lo supiste?" Respondí yo.

"Me dijeron los chicos de la escuela que te hiciste esa herida con una simple caída, y en cuanto vi que la venda en la herida era muy grande, pensé en que algo fuera de lo normal sucedió..." De pronto, hizo una pausa "¿Eso que huelo es pizza...?"

"Pues sí..." Iba a decir, pero Kero me interrumpió.

"¡SÍ, LO ES!" Dijo Kero mientras se adueñó de la última porción que quedaba en el plato "Y NO TE LO VOY A DAR, POR LISTILLO."

"¡Oh, pero qué grosero por tu parte, Kero, déjale ese trozo, que tú ya te comiste una!" Tomoyo intervino.

"Kero..." Le dije yo con un tono de típico personaje malvado -aunque no creía poder hacerlo- "Como no le des esa porción, me enfadaré muuuuuucho mucho contigo..."

En cuanto Kero me miró a la cara, se quedó un poco asustado y no se lo pensó dos veces cuando devolvió la porción en el plato.

"Hala... ¿Cómo has hecho eso, Sakura?" Tomoyo preguntó.

"¿Eh? ¿El qué?" Pregunté extrañada.

"Aquel tono de voz peligroso... Es que me dabas miedo a mí también, ¿sabes?"

"Uy, pues..." Me puse a pensar un poco, y al final me llevé una mano a la cabeza con la siguiente conclusión "¡Je, no lo sé!"

Luego, no dudé en coger el plato y acercarlo desde mi cama extendiendo el brazo hacia Li para que él cogiera el último trozo. "Toma, Li, está bueno."

"Huh..." Se puso parado y ruborizado durante unos segundos, hasta que cogió el trozo "Gracias..."

"Oye, Sakura, ¿cuándo se lo vas a contar?" Kero dijo.

"¡Ah, cierto!" Respondí.

"¿Contarme el qué?" Preguntó Li mientras estaba comiendo su pizza.

"Lo que me pasó en la cueva, resulta que..."


Más tarde, después de contarle la historia (haciendo pausas para contenerme las lágrimas), y de que Kero le había expuesto sus teorías sobre ese mundo oscuro y aquella chica:

"¿Pero por qué no habías utilizado tus cartas en ese momento?" Li preguntó un poco enojado "¡Podía haberte matado!"

"Ya, pero es que..." Dije yo con un poquito de vergüenza "Como había terminado con la colección de las cartas Clow... pues pensé en que ya no era necesario llevar más mi colgante mágico, así que lo dejé en mi habitación."

Sí, lo sé. Sé qué es lo que estáis pensando. Fue una idea estúpida el dejar mi colgante mágico en mi habitación el día en que me sucedió todo esto, pero sean comprensibles, por favor: ni siquiera pensaba que esto iba a suceder.

"¿Y por qué Kero no actuó con su verdadera forma?" Li preguntó.

"Anda, no te pases de listo, mocoso..." Kero respondió.

"Espera..." Pensé en la pregunta de Li y me acordé enseguida que Kero podía transformarse en su verdadera forma, dado a que ya teníamos todas las cartas Clow "¡Eso es verdad, Kero! ¡¿Por qué no lo habías hecho y así protegerme?" Dije enojada.

"Uy... Es verdad..." Kero se llevó una mano en la cabeza "Bueno, por las emociones me olvidé de explicarlo, Sakura..."

"¿Explicar el qué?" Tomoyo preguntó, intrigada.

"Resulta que para transformarme en mi auténtica forma," Kero dijo mientras hizo una pose de luchador o héroe "necesito poder por parte del sol. ¿Cuál es el problema? Que en el mundo oscuro, no hay sol por ninguna parte, de modo que no pude transformarme en mi forma auténtica. Ya lo intenté en ese momento, pero no funcionó."

Tanto Tomoyo como yo nos quedábamos sorprendidas. De todas formas con todo lo que estaba pasando no nos acordábamos de aquello.

"Anda que..." Li trató de calmarse "¿Y cuándo te repondrás?"

"Todavía no lo sé, pero espero que no dure mucho, porque como hay escuela..." Respondí yo algo apenada.

"No te preocupes, Sakura, iré a visitarte después de clases para dejarte lo que hay que hacer de deberes." La sugerencia de Tomoyo era genial, de modo que acepté.

"¡Genial, gracias Tomoyo!"

"¿Y cuándo empezaremos la búsqueda de... *ejem* tu doble del más allá?" Kero bromeó con el apodo, pero me centré en la pregunta.

"Pues no lo sé todavía, quizá después de la mejoría de mi pierna..." Respondí yo "Aunque estuviéramos empezando con la búsqueda, no sabríamos por dónde empezar, ya que no sabemos cuándo ni dónde aparecerá un portal."

"Tienes razón... A ver si se me ocurre alguna forma de localizar uno..."

"Vaya, ahora tengo que volver a casa..." Dijo Li en cuanto miró el reloj de mi habitación.

"¿De verdad, tan pronto?" Pregunté yo, algo extrañada.

"Tengo que quedarme en casa a hacer unos cuantos recados que me pidieron, así que tengo que marcharme ahora mismo; supongo que Daidouji cuidará de ti, ¿cierto?"

"Sí, cierto..." Después de una pausa un poco incómoda, dije "Tomoyo, ¿le podrías acompañar a Li a la puerta?"

"Claro, Sakura." Tomoyo se dirigió a la puerta de mi habitación "Sígueme, Li..."

"Eh... ¿Kinomoto?" Li parecía querer decirme algo antes de salir.

"¿Sí?" Le presté atención, pensé que era algo importante.

"Eh... Bueno..." Li se ruborizó un poco y dijo "Espero que te mejores..."

Otra vez noté esa misma sensación... Y sin saber de qué se trataba... Sólo me limité a decirle gracias y adiós...

"Gracias, Li... hasta la vista."

"Hasta la vista..."

Luego, Li siguió a Tomoyo hasta la puerta de mi casa; poco después volvió.

"Sakura," Dijo Tomoyo en cuanto volvió un ratito después "me dijo Li que te diga que está dispuesto a ayudarte."

"¿De verdad?" Yo me quedé algo sorprendida "¿Y por qué no me lo dijo en persona?"

"Se le acababa de ocurrir, según me dijo."

"Ya..."


Pasó el tiempo y tanto mi padre y Toya regresaron a casa casi al mismo tiempo, por el atardecer. Ellos subieron a mi habitación muy preocupados y alarmados y me preguntaron qué me había pasado en la excursión. Les relaté la historia (pero omitiendo los detalles sobrenaturales) y enseguida se calmaron. Les dije también que Tomoyo me ayudará con el tema de la escuela, visitándome a casa cada día. Entre todo lo demás, Toya decidió cuidar de mí.

Esa misma noche, estaba Tomoyo enseñándome algunas fotos que hizo en la excursión a través de su cámara (menos mal que en ninguna de ellas salía yo).

"Y aquéllos de ahí son las estalactitas." Tomoyo explicó, mientras veíamos una foto de la cueva "También están las estalagmitas, pero la principal diferencia es que las estalactitas son de arriba y las estalagmitas de abajo."

"Ajá, ya veo." Respondí yo "¿Pero esto entrará en el examen?"

"Sí, pero puedes estudiarlo mientras hasta que se te cure la herida, ir a la escuela, pedir al profesor el examen y hacerlo. ¡Será facilísimo!"

"Eso si estudio bastante..." Pensé yo.

Tomoyo echó un vistazo la hora de mi habitación y resultaba que daban las 9 y media.

"Vaya, enseguida el coche de mi chófer llegará." Dijo Tomoyo mientras empaquetó sus cosas en su mochila "Tengo que irme, Sakura, me hubiese gustado quedarme en tu casa, cuidando de ti..."

"No te preocupes, tengo a mi hermano, y él sabe qué hacer en caso de imprevistos."

"Supongo que tienes razón, pero vaya..." Tomoyo dio un suspiro y se dispuso a salir de la habitación "Oye, Sakura... Mejórate pronto, ¿vale?" Dijo ella muy preocupada.

"Tranquila, estaré bien." Quería mantener a Tomoyo tranquila.

"De acuerdo..." Tomoyo recuperó su habitual sonrisa de siempre "Buenas noches, Sakura."

"Buenas noches, Tomoyo." Le devolví la sonrisa.

Al segundo, ella salió de mi habitación y no tardé en escuchar sus despedidas con papá y Toya.

Poco después, vino Toya y me trajo un plato con comida. "Papá lo preparó para ti." El plato consistía en chuletas de cerdo cortadas en pedacitos y patatas para acompañar.

"¡Vaya, se ve delicioso! ¡Buen provecho!" Cogí los cubiertos y empecé a comer -aunque con un poco de cuidado para no manchar mi cama.

Mientras estaba comiendo, noté cómo Toya (que se quedaba conmigo a acompañarme) de vez en cuando clavó su vista en Kero, que actuó como un peluche normal y corriente como las otras veces que vino a mi habitación. No le di demasiada importancia, puesto que supuse que Kero estaba acostumbrado a estar así en presencia de personas ajenas al asunto de las cartas -pero sobre todo Toya.

Cuando había terminado las chuletas y me quedaban algunas patatas en el plato y decidí comerlas todas, Toya me hizo una pregunta:

"¿Qué te pasó en la excursión, Sakura?" Preguntó con mucha seriedad.

Esa pregunta me puso algo nerviosa. No era la primera vez que me hizo una pregunta de ésas que te hacen un nudo en el estómago; pero tampoco era la primera vez que me hizo esta pregunta en particular. En cuanto me calmé disimuladamente, le respondí "Pues que me caí en un agujero de la cueva, ya lo había dicho."

"Te caíste en un agujero." Repitió la respuesta, y entonces añadió "¿Y tal agujero es especial que te hiciste una herida así de grande?"

Me latía el corazón a un ritmo tan rápido como si estuviera haciendo el pino en un precipicio. Era señal de que mi hermano no se había tragado del todo mi mentira, ¡no podía contarle lo del mundo oscuro! Así que decidí concretar más los hechos, por ejemplo, cuánto duró la cuesta abajo del agujero.

"Pues... Había una especie de túnel cuesta abajo, me caí rodando." Empecé a explicar.

"Un túnel cuesta abajo..." Toya repitió.

"En el agujero, claro. Entonces ese descenso fue muy largo, y..." Intentaba pensar en algo nuevo, para hacer más creíble aquello "en cuanto terminó el descenso, me hallaba en el aire y entonces me caí con unas rocas afiladas."

"¿Te hallabas en el aire?"

"Sí... Quiero decir, que había una distancia vertical entre el final del descenso y las piedras afiladas... Diría que había unos 2 o 3 metros de altura... Y debido a la caída, el daño que me hice en la rodilla fue más violento de lo normal..."

"Así que había una altura de unos metros entre el agujero y las piedras afiladas."

"Sí, eso mismo. Es por eso que mi herida fue muy grande..."

Después se hizo un silencio bastante incómodo. Esperaba algo impaciente alguna señal de que Toya estuviera satisfecho con la respuesta improvisada que se me ocurrió. En un rato, Toya cogió mi plato vacío con cubiertos y servilleta, estuvo a punto de salir de mi habitación y me dijo:

"Ten cuidado la próxima excursión, Sakura. ¿Vale? No quiero que estés herida."

"Eh..." No pensaba que iba a funcionar ni en broma, pero actué como si estuviera arrepentida de mi caída "Vale, lo siento mucho..."

"Bien. Buenas noches."

"Buenas noches..." De pronto, empecé a olvidar de un detalle "¡Ah, Toya!"

"¿Sí?"

"Dile a papá que gracias por la comida, estuvo deliciosa."

"Vale, se lo diré. Que duermas bien." Y cerró la puerta al salir.

Poco después, di un fuerte suspiro de alivio debido al "interrogatorio", tenía la impresión de que aquello no se iba a terminar.

"Buff..." Kero también suspiró "Ya, Sakura, ¿no podrías haber comido un poco más deprisa? ¡Estuve a punto de parpadear!"

"Ya..." Dije yo, con la mirada perdida hacia arriba.

"Oye... ¿Me estás escuchando?" Kero dijo al rato "¡Sakura!"

"¿Eh...?" Me incorporé y miré hacia Kero "¿Qué pasa?"

Kero pareció olvidar su problema y habló de mí "¿Qué te sucede? Te veo como pensando..."

"Es... Es aquella chica misteriosa..."

"Te sigue intrigando, por lo que veo."

"Sí... me pregunto por qué se parecerá tanto a mí... ¿Sabes algo de esto?"

"No, desconozco las razones de su parecido contigo..."

"Ya..." Seguía yo mirando hacia arriba durante un buen rato hasta que dije "Bueno, es tarde, así que vayámonos a dormir."

Kero asintió y voló hacia el cajón donde dormía "Buenas noches, Sakura."

"Buenas noches, Kero..." Y apagué la luz de la habitación.

Debido a mi cansancio, no tardé mucho en comenzar a dormir, y sinceramente, no esperaba dormir tan rápido debido a mi intriga con aquella chica... Aquella chica parecida a mí...