¿Oíste el rumor?

—¿Oíste el rumor? —preguntó Taki a su amigo Akira, que negó con la cabeza.

—¿Qué rumor?

—Mira allá. —Estaban en un comedor bastante grande, el comedor al que iban la mayoría de las personas en Tokio que todavía no tenían estabilidad económica, gas en sus casas o que eran demasiado flojas para cocinar o simplemente querían comer gratis—. Son los héroes astronautas, Senku y Kohaku, almorzando juntos. ¿Los ves?

—Claro que los veo, los dos tienen cabellos muy llamativos. —Bufó—. ¿Qué con ellos?

—El rumor dice… —Se inclinó para susurrar en su oído—. Dice que tienen una relación secreta.

Taki y Akira se miraron fijamente, antes de estallar en ruidosas carcajadas, atrayendo la atención de varias personas cercanas.

—¡Sí, claro! —Akira palmeó con fuerza su espalda—. ¡Y yo tengo más dinero que Nanami Ryusui! —Volvieron a reír escandalosamente.

Taki y Akira fueron despetrificados por Tsukasa cuando aún quería formar un imperio, antes de revivir a su hermanita Mirai, también estuvieron a bordo del barco Perseo para ir Estados Unidos, así que conocían desde hace mucho a esos dos, aunque nunca se hicieron amigos porque ellos solo eran obreros, pero sabían una cosa: a Senku no le importaba el romance ni un poco.

—Pobre Senku, se va a morir solo —comentó Taki, mirando a la mesa donde estaban almorzando, justo a tiempo para ver a Kohaku llevarle un bocado de comida a la boca a Senku, casi como si fueran pareja, pero eso era imposible—. A veces creo que ella si siente algo por él, pero luego recuerdo que llevan años repudiando el romance y se me pasa. —Volvió a reír.

—Sí, aunque ella es demasiado bonita para morir sola —murmuró Akira—. Ojalá algún día sea más… normal y se consiga a alguien.

Los dos asintieron y siguieron comiendo.

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—¿Oíste el rumor? —preguntó Kumiko a su amiga Sora—. Dicen que Senku y Kohaku tienen una relación secreta.

—Nah, imposible. Todos sabemos cómo son. —Ellas estaban despetrificadas desde hace años, cuando Senku y los demás regresaron de recorrer el mundo y se concentraron en construir un cohete, así que estaban muy acostumbradas a vivir cerca del circulo de los héroes del mundo.

Por eso, a pesar de ver a Senku y Kohaku tomados de la mano mientras ella lo arrastraba para subir a una colina donde instalaron un nuevo observatorio, no creyeron ni en lo más mínimo ese ridículo rumor.

—Sí, pero… —Kumiko empezó a dudar un poco al ver que incluso mientras Senku recuperaba el aliento los dos no soltaban sus manos—. A veces me generan dudas. ¿No es un poco raro que sean tan cercanos sin ser pareja? ¡Se toman de las manos, por todos los cielos!

—Ay, amiga, desde que nos despetrificaron vemos que se la pasan haciendo eso. —Sora rodó los ojos—. Cada vez que tienen que subir un lugar alto, cada vez que ven algo emocionante, cuando tienen prisa, hasta para subir de las escaleras o para levantarse de las sillas. Solo es algo que ellos hacen, no tiene por qué ser romántico. Se toman de las manos como amigos.

—Bueno, siempre he creído que en el fondo se portan mucho como niñitos —concedió Kumiko, encogiendo los hombros—. Quizás son como chiquitos de preescolar que les gusta andar de las manitos.

—Eso tiene más sentido a que sean pareja. Senku se va a morir solo, igual que esos científicos vírgenes que vimos en la clase de historia. —Ambas asintieron—. Y ella… bueno, no sé, rechaza a todos los que se le acercan, probablemente se muera sola también.

—Pobre, y su personalidad tan marimacha no la ayuda.

Ambas miraron con lástima a Kohaku, que seguía subiendo la colina lado a lado con Senku, a paso tranquilo, sin soltar sus manos.

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—¿Oíste el rumor? —preguntó Jun a su hermano Tomiichi, que lo miró como si estuviera loco.

—¿Por qué crees que me importan tus rumores?

—¡Pero esto es importante! Dicen que Senku y Kohaku, los héroes del mundo que todos sabemos que se van a morir solos, tienen una relación secreta —exclamó con el rostro pálido.

—¿Y? ¿Acaso te crees eso?

—¡Por supuesto que no! Pero mira. —Señaló a un punto en el salón de bailes donde celebraban el aniversario del viaje a la luna—. Están bailando pegaditos. ¡Y es un vals romántico!

Efectivamente, Senku y Kohaku estaban bailando en medio de todas las parejas, haciendo que muchos los miraran con extrañeza. Sin embargo, se notaba que Senku no quería bailar, y todo lo que hacía era dar pasos al frente y pasos atrás mientras Kohaku estaba colgada de su cuello, con la cabeza enterrada en su hombro en lo que él le sostenía la cintura.

—¿Y? —preguntó Tomiichi, aunque no podía negar que le daba curiosidad.

—¡Me hacen dudar! —exclamó su hermano—. Nunca antes había visto a Senku en otro lugar que no sea el rincón más oscuro dentro de una fiesta que no sea para recaudar fondos científicos. ¿Crees que los rumores sean ciertos?

—Si te da tanta curiosidad, les preguntaré. —Tomiichi se paró de su asiento para acercarse al par bailando, siendo rápidamente tacleado por su hermano, que lo arrojó detrás de la mesa de bebidas.

—¡¿Estás loco?! ¡Si lo molestas harás que nos despida! ¡Él es básicamente el jefe de todos nosotros! ¡¿Y si la molestas a ella?! ¡Ella directamente nos matara!

—Bien, si te aterra tanto entonces ya cállate. —Se lo quitó de encima y volvió a su asiento.

La música cambió y las luces bajaron, y Senku y Kohaku desaparecieron del salón de fiestas, yéndose juntos, aunque a nadie le llamó la atención, era normal que se fueran temprano de las fiestas, ya que ninguno era de disfrutar mucho de las reuniones sociales tan grandes.

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—Oye, en serio estoy empezando a sospechar —dijo Taki, mirando con los ojos muy abiertos a Kohaku con la cabeza en el hombro de Senku, recargada en su silla y con los brazos alrededor de su torso mientras lo observaba trabajar en los planos del nuevo hospital—. ¿No crees que están como que… teniendo mucho contacto físico?

—Pero ellos siempre fueron así entre ellos, solo no son así con todos los demás —justificó Akira, cargando material de construcción—. Es que son mejores amigos, como hermano y hermana, creo. Cuando la despetrificó en la isla ella lo abrazo, ella siempre lo carga cuando tienen que subir algo muy rápido, además de lo de las manos y cuando estaban jugando póker en el barco se le sentó encima también, son muy cercanos.

—Hmm, tienes razón. —Taki se tranquilizó, asintiendo—. Tienen un vínculo fraternal muy fuerte, creo.

Volvieron a mirar a la pareja, casi desmayándose cuando de repente Senku dijo algo y Kohaku asintió, para luego besarlo en la mejilla y retirarse.

—Oye… ¿Los besos en las mejillas también están en la lista de las cosas que siempre hacen o ya puedo sospechar? —preguntó Taki.

—Bu-bueno, escuché que en la Isla se besaron en la mejilla para engañar a Kirisame…

—Entonces… ¿intentan engañarnos a nosotros?

—Probablemente.

—Sí, eso tiene más sentido. —Encogieron los hombros y siguieron su camino.

Para salir de dudas, esa tarde se cruzaron con Chrome y le preguntaron por la relación de Senku y Kohaku.

—¿Eh? Ellos son solo amigos. ¿De qué hablan?

—Ah, nada, nada. —Rieron nerviosamente—. Ideas nuestras.

Siguieron su camino y se encontraron con Ryusui, aprovechando para preguntarle también.

—¡Ya me gustaría a mí que fueran pareja, Senku necesita conocer los placeres de la vida, JA, JA! —Chasqueó los dedos con una risotada—. Desgraciadamente, no creo que lo sean, aunque últimamente los veo muy juntos, quizás tengan una relación secreta.

—Nah. —Taki y Akira se rieron y siguieron su camino.

—Creo que son como esos hermanos afectuosos, sabes —dijo Akira—. Como… hermanos que con los demás no son nada cariñosos, pero entre sí lo son mucho.

—Puede ser, eso tiene más sentido.

Después de todo, todos conocían muy bien a ese par.

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—Oye, amiga, en serio estoy empezando a dudar —le dijo Kumiko a Sora una tarde, con rostro perturbado.

—¿De qué?

—¡De Senku y Kohaku!

—Creí que ya habíamos acordado que eso no tenía sentido. Solo es un rumor tonto.

—Sí, pero no creerás lo que me pasó hoy… Yo trabajo en paquetería, ya sabes, y hoy me tocó muy temprano llevarle un paquete a Senku. ¿Y quién crees que me abrió la puerta? ¡Kohaku!

—¿En serio? Bueno, quizás solo fue a desayunar con él…

—¡Eran las siete de la mañana! Todos saben que Senku se duerme súper tarde y se despierte como a las ocho con suerte. Nadie iría a buscarlo tan temprano.

—Bueno, quizás quiso ir a prepararle el desayuno.

—Espera, espera, no te he contado lo peor. Ella… estaba usando… su ropa. ¡La ropa de Senku! —exclamó, haciendo a Sora jadear.

—¡No te creo!

—Mira, le saque una foto. Ella me sonrió para la foto y todo. —Le enseñó el celular donde se podía ver a una sonriente Kohaku con la ropa típica de Senku con ese símbolo de m, c lo que sea.

Incluso, Kohaku tenía el pelo mojado, como si acabara de ducharse.

—Hmm… Si fueran cualquier otra persona, literalmente cualquier otro par en la Tierra, te diría que acaban de tener sexo salvaje, pero como son ellos… —Sora hizo una mueca—. Creo que lo más probable es que se quedaron hasta tarde haciendo un proyecto científico y ella se quedó a dormir ahí.

—Oh… Bueno, sí, es más creíble. —Kumiko asintió, finalmente tranquilizándose de que el mundo no se acabaría mañana por esta señal del apocalipsis—. Uff, por un momento sí me dio miedo, más cuando Senku apareció detrás solo con una toalla en la cintura. Y oye, no está tan flaquito como parece, tiene algo de musculo.

—Ay, qué envidia. —Ambas rieron—. Aunque la que más envidia me da es Minami que logró quedarse con Tsukasa. —Las dos empezaron a lloriquear.

—Oye, hablando de Minami… —De pronto, Kumiko notó a Minami caminando junto con Mirai por la calle de en frente—. Deberíamos preguntarle, es la reina del chisme, seguro lo sabe.

Ni lo dudaron y corrieron con ella, que las saludó con alegría. Luego de una breve charla, le hicieron la pregunta sobre Senku y Kohaku.

—¿Ellos con una relación secreta? ¡Primero se caerá el cielo! —Suspiró exageradamente.

—Pero la vi en casa de él y parecía que ambos acababan de ducharse y…

—Sí, están viviendo juntos. —Mirai asintió—. Senku necesitaba un guardaespaldas.

—¡OH! —Las cuatro se desinflaron.

—Parece que sí se van a morir solos…

—Sí…

—Qué lástima.

Ni modo, así era la vida.

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—Oye, hermano, en serio estoy empezando a dudar —le dijo Jun a su hermano Tomiichi una tarde en el estreno del gran y nuevo Centro comercial de Tokio.

—¿De qué? —Su hermano lo miró con desinterés.

—De ese rumor de la relación secreta entre Senku y Kohaku. Quiero decir, ¡míralos! —Los señaló no muy lejos de donde estaban.

Senku estaba frente a Kohaku, con algunas bolsas en una mano y sosteniendo una rebanada de pastel con la otra mano, una rebanada a la que Kohaku le daba pequeños mordiscos, mirando de reojo a las tiendas.

—Hmm… —Tomiichi los miró atentamente—. Oye, ¿no te parece que Kohaku-san está un poco gordita?

—¿Cómo va a estar gordita? ¡Es una guerrera! ¡Y no me cambies de tema! Se me hace muy raro que él le esté dando de comer en la boca, además, vi que todo lo compró ella y él le está sosteniendo las bolsas. ¡Si fuera ella la que lo estuviera haciendo por él, me lo creería, pero es muy raro que él lo haga por ella! Casi parece como si en serio fueran pareja.

—Eso no es lo más raro. —Kumiko y Sora, que habían estado escuchando la conversación, se acercaron a ellos, ya que los conocían desde hace años por trabajar en el cohete—. Han comprado puras cosas de bebés —dijo Kumiko.

—Sí, debe ser que Ruri debe estar embarazada de nuevo —murmuró Sora.

—No, no. —En ese momento, al pasar por ahí y escuchar eso último, Taki y Akira se acercaron a ellos también, ya que igual se conocían—. Vimos a Chrome y Ruri en un restaurante ayer, y estaban tomando vino los dos. Trabajo de medio tiempo como mesero allí, yo mismo le serví vino a Ruri-san —aseguró Taki—. ¿Por qué dicen que está embarazada? Ella no sería tan imprudente.

—No, es que Kohaku está comprando cosas para bebés —aclaró Jun—. Y lo está arrastrando a Senku para que cargue sus cosas y le dé de comer en la boca.

—¿Kohaku comprando cosas para bebés? —Minami, que pasaba por ahí junto a Mirai, Ryusui, Gen y Chrome, escuchó eso y se acercó a ellos—. Qué raro. ¿Saben por qué?

—Bueno, ya que lo está arrastrando a Senku quizás sean cosas para Yuzuriha, quizás ella esté embarazada de nuevo —propuso Sora.

—Pero Kohaku está gordita —insistió Tomiichi.

—¡No se dice eso de una mujer! —lo regañó Jun.

—Mmm… sí se le ve un poco de barriga… —murmuró Gen, con ojos analíticos.

—¡OH! —Minami casi se desmaya—. ¡¿Crees que Kohaku se embarazó de alguien?!

—¡¿De Senku-nii?! —preguntó Mirai, boquiabierta.

—Nah —exclamaron todos, menos Gen y Tomiichi, que empezó a dirigirse hacia Senku y Kohaku.

—¡Oye! ¡¿A dónde vas?! —preguntó Jun a su hermano, palideciendo.

—Ya que todos quieren saber, simplemente les preguntaré. —Encogió los hombros, antes de llegar con el par que estaba de compra.

Senku y Kohaku lo miraron con curiosidad.

—Ah, tú ayudaste con el cohete —dijo Senku, reconociéndolo—. ¿Se te ofrece algo?

—Quiero hablar con ella. —Señaló a Kohaku—. Disculpa, ¿estás embarazada?

—Sí —contestó simplemente ella, ladeando la cabeza.

—¡¿QUÉ?! —Minami y Chrome se fueron de espaldas de inmediato.

—Por algo compra ropa de bebés. —Senku los miró con fastidio.

—¿Y Senku-san es el padre? —Tomiichi señaló a Senku como si nada.

—Sí —contestó simplemente Kohaku, ladeando más la cabeza.

—¡¿QUÉÉÉÉÉÉ?! —Ahora no fueron solo Minami y Chrome, todos en el centro comercial en un radio de cincuenta metros gritaron desde el fondo de sus gargantas, yéndose de espaldas.

—Por algo estoy con ella comprando ropa de bebés. —Senku los miró a todos como si fueran idiotas.

—¡No puede ser! —Minami corrió hasta ellos con una mirada frenética—. ¡¿Cómo no lo dijeron?! ¡¿En serio estuvieron tanto tiempo manteniendo en secreto su relación?!

—¿Qué secreto? Vivimos juntos. —Incluso Kohaku los miró como si fueran idiotas.

—La leona me manosea en público todo el tiempo. —Senku se rio con burla de todos ellos.

—¡Yo no te manoseo! —protestó ella—. ¡¿Le llamas manoseo a besarte la mejilla, bastardo?!

—No, no, no, definitivamente era un secreto. —Chrome también empezó a reclamar, algo ofendido—. ¡¿Qué demonios, Kohaku?! ¡Soy tu cuñado! ¿Cuándo ibas a decirme que seré tío?

—Le dije a Ruri en la mañana y Senku te llamó para decírtelo hoy. —Miró acusadoramente a Senku.

—Puede ser que me haya olvidado de llamarlo. —Rascó su oído con desinterés.

—De todos modos, ¡¿por qué no me dijeron de antes que eran pareja?! ¡Es genial que vayamos a ser familia, Senku! —reclamó infantilmente.

—Bueno, creo que yo olvidé decirle a Ruri que nos comprometimos hace un mes. —Kohaku ahora rio con rostro culpable.

—¡¿SE COMPROMETIERON?! —Minami de nuevo casi se desmaya—. ¡¿Ven que sí estaban ocultándolo?!

—Claro que no. —Senku bufó, levantando su mano y la de Kohaku para enseñar los anillos—. Hemos estado saliendo con esta mierda en público por un mes, ¿en serio no se dieron cuenta?

Todos se quedaron en blanco.

Bien… aparentemente esos dos no morirían solos. Y aparentemente no todos los rumores eran simples patrañas, aunque en este caso, solo la parte de relación era cierta, porque en ningún momento Senku y Kohaku intentaron ocultar lo que pasaba entre ellos.

Para ellos, siempre fue diez billones por ciento obvio.

Fin.

Holaaaaaaaaaaaaa :D

Y así arranca la Semana SenHaku 2023! *o*

Esta está organizada por el grupo de face llamado Senku & Kohaku, si no se han unido, este sería un buen momento! :3

Igual sería bonito que más personas participen :'D

Tema de hoy: Relación secreta!

Ojala que les haya gustado! Se vienen muchos fics de la OTP gracias a la semanita! *w*

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!