Sigue tu papel

—¿A quién se le ocurrió esta idea tan absurda? —preguntó Senku, incrédulo.

Absolutamente todo el salón de clases apuntó a Gen.

—¡Oh, vamos, será divertido!~ —se defendió él.

—¡JA, JA! ¡Yo estoy de acuerdo! —Ryusui chasqueó los dedos—. Como delegado de la clase, ya aprobé la idea y la envié al consejo estudiantil, ¡es lo que haremos sí o sí para el festival escolar, es lo que deseo!

—Pero eligieron una obra romántica con una princesa como protagonista —dijo Kohaku, enviándole una mirada asesina a Gen.

—¿Y cuál es el problema?~

—¡Esta es una escuela de solo varones! —le gritó todo el mundo.

Kohaku realmente odiaba a Gen, como le pidiera ser la princesa de verdad iba a matarlo esta vez. ¡Desde que descubrió que realmente era una chica haciéndose pasar por chico por el excelente programa deportivo de la escuela no dejaba de atormentarla! Bien que ella fue descuidada y estaba agradecida de que no la delatara, ¡pero él se estaba pasando de la raya al meterla en situaciones comprometedoras para su verdadera identidad femenina!

—¡Yo no voy a ser la princesa! —gritó Ginro de inmediato—. ¡No volveré a hacer de mujer nunca! ¡Cuando me disfrazaron para conseguir entradas gratis para un concierto un viejo asqueroso casi me manosea!

—Bueno, ahí se fue el único candidato —se burló Yo-kun—. Nadie más tiene cara de mujer y una voz lo suficientemente suave.

—Nadie excepto Kohaku-chan, por supuesto~ —señaló Gen.

Eso fue suficiente, Kohaku se levantó de su asiento para golpear a ese murciélago rastrero, pero Ryusui se metió en su camino, abriéndole un maletín con cientos de billetes.

—¿Lo harías por cinco mil dólares? ¡Te deseo como protagonista!

Kohaku dejó caer su boca al ver tanto dinero.

Era… muy tentador…

¡Pero no! ¡Era una pésima idea! ¡Podrían descubrirla al verla de forma tan femenina!

—¡Ja, no, gracias! —Le dio la espalda para no caer en la tentación—. No quiero actuar de mujer, yo soy muy masculino y muy asqueroso como cualquier chico, ya sabes, yo soy… —habló en susurros más para sí misma, pero nadie le prestó atención, más centrados en Ryusui abriendo un segundo maletín.

—¡¿Y qué tal diez mil dólares?!

Kohaku y toda la clase se fueron de cara al piso.

—¡No puedes estar hablando en serio!

—¡JA, JA, habló muy en serio! Esto es solo un cuarto de mi mesada. —Rio escandalosamente.

Los dedos de Kohaku temblaron para tomar el dinero, pero… de verdad era muy arriesgado.

Estaba en esta escuela porque en Japón hace unos años se prohibió a las mujeres unirse a clubes deportivos que se consideraran "masculinos" debido a la baja natalidad. Implementaron muchas medidas para intentar motivar a las mujeres a tener más hijos, lo cual era estúpido, pero la natalidad había aumentado, más por las medidas de citas obligatorias entre veinteañeros, aun así, el gobierno no tenía planeado quitar las otras medidas ridículas.

Kohaku tenía planeado irse del país después de graduarse, pero quería seguir sus sueños de ser una atleta, y para eso necesitaba practicar. Su padre era una persona con dinero, pero no quería irse del país, así que debía esperar hasta los dieciocho. Por tanto, el dinero de Ryusui no le serviría de mucho.

No… no valdría la pena arriesgarse así. Por su fuerza superior al 99% de los otros hombres en la escuela, nadie sospechaba que en realidad era una chica, nadie excepto Ukyo y Gen, que la descubrieron. Ukyo la escuchó hablar por celular con su hermana, y Gen los escuchó mientras ella le pedía al chico de segundo año guardar el secreto. Por suerte, ellos eran sus amigos, pero sí alguien más la descubría no tendría tanta suerte. Además, Gen de por sí ya le estaba complicando la existencia por saberlo.

—Yo… aun así me niego. —Alzó mucho la barbilla, dejando boquiabiertos a todos sus compañeros.

—¿Estás loco, león? —Senku la miró como si fuera idiota—. Hasta yo lo haría por diez mil dólares.

—¿Oh? —Ryusui sonrió diabólicamente y le tendió el maletín—. Entonces hazlo. Te daré los diez mil dólares por ser la princesa en la obra de teatro.

Senku se estremeció, totalmente asqueado, retrocediendo un paso.

Sin embargo, sus ojos se fijaron en el dinero rebalsando el maletín y todos pudieron ver la codicia brillando en su mirada. Senku no era precisamente alguien obsesionado con el dinero, pero estaba obsesionado con la ciencia, y siempre estaba buscando fondos para financiar sus proyectos.

—Bien, bien, aceptó. Seré la maldita princesa. —Tomó el maletín bruscamente.

—¡¿SENKU LA PRINCESA?! —Todos se fueron de espaldas.

—¡Increíble, Senku, serás la estrella! —Taiju fue el único feliz por esa decisión.

—¡Bien, en ese caso que Kohaku-chan sea el príncipe! —Gen se colocó detrás de ella y le dio un ligero empujón para acercarla a Senku.

—¡¿AH?! —Todos lo miraron con incredulidad.

—¡JA, JA, me gusta la idea! —Ryusui chasqueó los dedos—. Quería que Kohaku fuera el protagonista, como el príncipe será perfecto, ¡es el más fuerte de todos nosotros, de todos modos!

—Bueno eso es cierto, sí. —Todos sus compañeros asintieron, de acuerdo con esa declaración.

Kohaku no pudo evitar sonreír complacida al ser reconocida como la más fuerte, pero igual esto le parecía mala idea.

—Ja, no es que me moleste, pero Senku y yo somos muy malos actores, ¿seguro que quieren que los dos seamos los protagonistas?

—Estoy seguro de que eres bueno actuando en ciertas cosas y siguiendo un papel, Kohaku-chan~ —canturreó Gen, refiriéndose al hecho de que actuaba muy bien el papel de hombre.

Kohaku quiso golpearlo de nuevo.

—Bueno, ustedes son compañeros de cuarto —señaló Chrome, aburrido—. Será más fácil que ensayen sus escenas.

—Chrome, cierra la boca. —Kohaku lo miró de forma asesina.

—Todos tienen que participar en la obra de una forma u otra, y el príncipe tendrá algunas escenas de acción. ¿No te parece eso más emocionante que tener que limpiar el desastre después de la obra?~ —argumentó Gen.

—¿Escenas de acción? —Eso llamó su atención.

—Ah, sí, tendrás que colgarte de unos ganchos, pelear con espadas y…

—¡JA, entonces aceptó! —Alzó un puño con entusiasmo.

—Si saben que hay una escenas de besos, ¿verdad? —preguntó Yo, juzgándolos con la mirada.

—¡¿QUÉ?! —Senku y Kohaku de inmediato se estremecieron con horror.

—Vamos~, solo pueden fingir los besos, no es nada~. —Gen le restó importancia con la mano.

—De todos modos, el papel de la princesa no es el único rol femenino de la obra. —Ryusui sonrió maliciosamente y toda la clase palideció.

La obra sería una especie de combinación rara entre Cenicienta y la Bella durmiente, y la villana principal sería una bruja hechicera que también sería la "madrastra" o más bien una madre adoptiva. Gen terminó tomando ese papel, para alivio de todos, aunque el alivio les duró muy poco.

Necesitaban a dos hermanastras, y ese papel acabó tomado por Yo y Magma, que fueron sobornados por Ryusui.

Ryusui tomó el papel del rey padre de la princesa y Ginro, con muchas quejas y pataleos, tomó el papel de la reina.

Chrome tomó el papel del rey padre del príncipe.

Taiju tomó el papel del caballo del príncipe.

Los demás se repartirían papeles de secuaces de la villana y asistentes del escenario.

Al final de la reunión de estudiantes, Senku se dio cuenta de que Ryusui solo le había dado cinco mil dólares en el maletín.

—Te daré el resto después de que tengas un buen desempeño como la bella protagonista. —Rio malvadamente.

Senku quiso matarlo, pero no dijo nada.

Al día siguiente, les enviaron los libretos a todos los que actuarían.

—Oh, esto es tierno —comentó Kohaku después de empezar a leer el libreto—. Nuestros personajes se conocen de niñitos. Tendremos que actuar como pequeños. —Rio divertida, más al imaginarse a Senku no solo actuando como mujer, sino como una niñita pequeña.

—Después de que Ryusui me dé el resto de mi dinero, lo voy a matar a él y a ese mentalista —gruñó Senku al leer el guion.

—¡Ja, yo también odiaba la idea, pero ahora me parece divertido! —Volvió a reír—. Hasta podremos invitar a nuestras familias, ya quiero traer a mi hermana, y creo que Chrome me lo agradecerá. La última vez que se vieron parecieron gustarse.

Por suerte, su padre estaba tan ocupado que nunca se interesaba demasiado en su vida académica, lo cual era bueno, porque no tenía idea de que Kohaku estaba haciendo esto ni mucho menos que ahora a Ruri le gustaba un chico.

Esperaba que Chrome y Ruri pudieran ser novios algún día, aunque preferiblemente luego de que ella se graduara, porque si Chrome llegaba a enterarse de su secreto seguro no sería capaz de mantener la boca cerrada.

—Sí, sí, lo que digas. —Senku bufó y arrojó su celular a los pies de su cama individual, poniéndose de pie—. Iré a darme una ducha. —Se quitó la camisa y los pantalones mientras abría la puerta del baño con el codo.

Kohaku lo miró fijamente desde detrás de su celular, con el rostro levemente ruborizado, antes de apartar la mirada y concentrarse de nuevo en el libreto.

Agh, mierda… ya debería haberse acostumbrado a esto, después de medio año compartiendo habitación con él, pero todavía le costaba fingir indiferencia. Incluso aunque él era muy flaco, tenía el abdomen marcado y una piel extrañamente atractiva. N-no es que ella lo mirara mucho… era simple curiosidad totalmente natural hacia el sexo opuesto.

Senku pronto salió del baño, sin embargo, solo con una toalla envuelta en su cintura y el cabello húmedo cayéndole por los hombros, buscando ropa nueva para cambiarse. Ella lo miró de reojo de vez en cuando, sin poder evitarlo, y cuando él finalmente encontró su ropa llevó la mano a la toalla para tirarla sobre un gancho, por lo que ella tuvo que darle la espalda de inmediato antes de que cumpliera con ese objetivo, con el rostro en llamas y tratando de fingir indiferencia.

Esta era la rutina de todos los días, al principio Senku siempre le preguntaba cuál era su problema, pero a este punto ya se había acostumbrado. De todos modos, Kohaku ya lo había visto desnudo las primeras siete veces que él hizo eso antes de acostumbrarse a que tenía que voltearse, porque sin duda no estaba cómoda viéndolo sin nada.

Oh, demonios, de repente la idea de incluso fingir tener que besarlo la ponía nerviosa. Quizás no fue buena idea aceptar ser el maldito príncipe.

Cuando pasaron algunos días, Ryusui les insistió a todos para practicar sus escenas, así que el viernes Senku y Kohaku decidieron ensayar una de las escenas que tenían juntos.

El problema fue decidir cuál sería la escena, ya que Senku las odiaba a todas.

—No bailaré contigo, león.

—¡No soy un león! —le reclamó, antes de suspirar exageradamente—. Vamos, tenemos que ensayar algo. No quisiste ensayar cuando somos niños ni la primera vez que nos vemos, al menos ensayemos el baile. ¿O quieres ensayar el primer beso? —Lo miró mal.

—Bueno, solo tengo que estar recostado en una cama y tú debes hacer todo el trabajo, así que…

—¡No ensayaré el maldito beso contigo! —chilló, con la cara roja.

—¿Ahora quién es el que retrasa los ensayos? —Rascó su oído con fastidio.

—Maldita sea, Senku, solo hagamos el estúpido baile. —Sin importarle su opinión, lo tomó de la cintura y lo pegó a su cuerpo, tomando su mano y mirándolo con ojos desafiantes, retándolo a contradecirla.

Senku alzó una ceja.

—¿Tienes… algo en tu bolsillo?... —preguntó de pronto, viéndose muy confundido.

—¿Eh?

—Parece como si tuvieras algo muy… suave… en tu bolsillo.

Kohaku se quedó en blanco, antes de darse cuenta de a qué se estaba refiriendo. ¡Lo estaba presionando contra sus pechos!

De inmediato lo soltó como si quemara.

—¡Ah, sí, cierto! ¡Es un peluche de mi hermana, se me olvidó devolvérselo, iré a llevárselo ahora, adiós! —Salió corriendo, cerrando de un portazo.

Por suerte, solo había estado haciendo presión sobre uno de sus pechos, justo donde tenía un bolsillo en su camisa, que estaba debajo de su suéter, por lo que se salvó esta vez. ¡La próxima debía ser más cuidadosa, con un demonio!

Tenía un sujetador deportivo, muchas vendas y una especie de tela parecida a un corsé para ocultar su cintura y sus pechos, pero claro que si apoyaba a alguien contra sus malditos senos se iba a dar cuenta, ¡que estúpida!

Volvió a la habitación que compartía con Senku una hora después, encontrándolo trabajando en sus proyectos científicos.

Lo miró fijamente, preguntándose si sospechaba algo, pero él solo lo miró extrañado.

—¿Y vamos a ensayar o qué?

—¡Ah, sí! Claro. —Sonrió nerviosamente—. Entonces… ¿La escena del beso?

—Dijiste que la del baile…

—Ah, bueno, sí… —Mierda—. Bien, hagamos lo del baile.

Esta vez se aseguraría de no acercarlo tanto.

Lo tomó de la cintura y él tomó uno de sus hombros, luciendo increíblemente fastidiado.

Unieron sus manos y comenzaron un baile sencillo, girando en un círculo con pequeños pasos. Senku la pisó tres veces antes de agarrar el ritmo, pero no lo hizo tan mal.

Una vez hicieron el baile, empezaron con las líneas.

—Te me haces familiar —dijo Kohaku, intentando fingir una sonrisa encantadora—. ¿No nos conoceremos de alguna parte, bella princesa?

Senku bufó y ella lo regañó, exigiéndole esforzarse.

—Bien, bien. —Rodó los ojos—. También te me haces familiar, pero no creo que nos conozcamos. Estoy segura de que te recordaría y toda esa mierda.

—¡Senku! ¡Así no hablan las princesas! —Lo soltó, retrocediendo y cruzando los brazos—. Sigue tu papel.

—Ya, ya, cómo sea, hagámoslo otra vez y se acabó.

—Bien. —Volvieron a bailar y ella repitió sus diálogos.

—También te me haces familiar, pero no creo que nos conozcamos. Estoy segura de que te recordaría —dijo él con voz de alguien que bien podría estar leyendo su propia sentencia de una dolorosa muerte.

—Bien, fue mejor que la última vez… solo intenta no decirlo como si te estuvieras tragando un vaso con clavos. —Bufó—. Sigamos. —Carraspeó y siguió con la escena—. Princesa, aun con la corona sobre tu cabeza, no han anunciado a qué reino perteneces. ¿Podrías decirme cuál es? Ansió saberlo. —Le dedicó su mejor mirada llena de anhelo.

Él se estremeció con repulsión, retrocediendo un paso, como si quisiera alejarse de ella, pero al final no lo hizo.

¿Y ahora qué le pasaba?

—¿Por qué querrías saberlo, príncipe? —escupió con asco él—. Según lo que escuche, ya estás comprometido. No deberías interesarte en princesas de otros reinos. —Cada palabra estaba recubierta de tanto sarcasmo y fastidio que Kohaku no aguanto la risa—. Y ahora quién no sigue su papel, ¿eh? —reclamó.

—¡Ja, lo siento! —Volvió a reír—. Vamos otra vez, desde el principio. Y trata de mejorar tu tono.

Esa noche no hicieron mucho progreso, pero Kohaku se divirtió bastante, aunque Senku odió cada segundo.

Era bueno que Senku le prestara algo de atención, normalmente se concentraba mucho en sus proyectos científicos y solo la buscaba cuando quería que lo ayudara en ellos. Eran amigos, pero hasta ahí, y ese día se sintió un poco más cerca de él.

Quizás esa obra de teatro no sería tan mala, después de todo.

Fin.

O quizás no, depende de si les gusta, o sea q deben pedirlo comentando, sino no soy adivina x'D

Muchas gracias a mi adorada Alheli por su comentario en mi último OS, te amo~

Este fic ya es el penúltimo de la Semanita SenHaku :'D

Ya mañana se nos acaba TwT

Tema de hoy: Obra de teatro!

Ojala les haya gustado y me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!