•Capítulo 8•

•"Magistral Desafío"•

—Oye.

—Oye.

—Oye.

—¡Oye!

—No seas tan desalmado.

—Al menos déjame en visto.

—Con eso me conformó.

¡Maldición!

¡¿No tienes a alguien mas para que puedas joder?!

—Es divertido molestarte.

"Es divertido molestarte."

Suenas como un mocoso pretencioso.

—No te hablé para que me dijeras eso.

—Aunque varias personas me han dicho lo mismo.

—Casualidad. Tal vez.

Olvídalo.

—De acuerdo.

—A propósito...

¿Qué quieres?

—¡¿Qué?!

—¡¿Esto es en serio?!

—Katsuki explosiones locas Bakugou, ¡¿Se interesa por lo que voy a decir?!

¡Hablá de una buena vez bastardo!

Y, ¿Qué es eso de "Katsuki explosiones locas Bakugou"?

—Fue un apodó que se le ocurrió a él.

—Aunque aún gusta de llamarte, "Kacchan."

—Otro apodó aún mas infantil, pero adorable.

Maldito Deku...

—Tranquilo, parece que se ha tomado tiempo de arreglar sus pensamientos.

—Se ve mas confiado.

—En fin...

—¿Recuerdas lo que te dije en el último mensaje?

—De la anterior conversación, claro.

¿Cuándo te pregunté si acaso eras alguien que conocía?

—Exacto.

—¿Has pensado en alguna opción?

No tengo tiempo de pensar en idioteces.

—Ya veo.

—¡Te deseó suerte!

¡¿Para qué mierda?!

—Para tratar de saber quien soy.

—Tal vez de esa manera puedas hacer que Deku vuelva.

—Yo sé que también quieres que regresé.

—Sin él, es como si a tu vida le faltará algo importante.

Si, claro.

Eso solo me hace reír a carcajadas.

[Visto. ]

[Diez con cinco de la noche. Ocho de abril.]