AVISO: Contiene spoilers de la película "El Gato con Botas: El último deseo" (2022).
El cielo se llenó de estrellas por un momento. Era realmente bello considerando que nadie obtuvo el último deseo.
El lobo de la tundra había observado cómo había iniciado todo, de hecho, había observado muchas cosas desde que empezó su existencia. Oh sí, su existencia era tan antigua como el tiempo, pues él era el final de este último para los seres vivos. Todavía recordaba cuando era una energía invisible y sin forma, encargándose de matar a la flora, hasta que surgieron los animales y las personas.
El fiasco con el maldito gato todavía le dejaba un mal sabor en la boca. Esperaba equivocarse y tener razón en igual medida. No soy de gatos, pensó. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchó tararear una dulce voz.
- No me hace gracia todavía, Halo -dijo él. Ella sólo rio.
- Ya sabes por qué se hizo, Sombra – comentó su acompañante tomando asiento a su lado y, al ver que él cerraba sus ojos escarlatas, apoyó su cabeza en su hombro -. Fue nuestra primera prueba para juzgar las oportunidades de estos seres pensantes.
Halo lo llamaba Sombra y Sombra la llamaba Halo, aunque el resto del universo les diese otros nombres. Ambos tomaron forma de lobo cuando estaban por crearse los seres más complejos que las plantas. Él se volvió un lobo blanco con una máscara gris, ojos escarlatas y ropa negra. Ella se volvió una loba polar con una máscara crema, ojos azul zafiro y ropa dorada.
La Muerte recordaba bien aquel día en que tuvo que recolectar el alma de un ser con pensamientos y sentimientos, le resultaba extraño. En esos días, la Vida y él debatieron sobre cómo balancear cuándo recolectar un alma y cuándo dejarla ir por un tiempo. Como con el reino vegetal nunca hubo este dilema, decidieron darle al siguiente animal en morir nueve oportunidades de vivir bien y ver si era posible que el resultado cambiara. Curiosamente, ese animal fue un gato.
- Vimos a aquel gato tomar interesantes decisiones en cada una de sus vidas, Sombra, y le recompensamos esas lecciones permitiendo que su descendencia viviera nueve vidas también.
- Ya viste cómo resultó con este descendiente con botas, Halo, el bastardo creía en burlarse de la Muerte – gruñó el lobo.
- ¿Crees que no se reía de mí también? – preguntó entre dientes la Vida – Desperdiciaba MI regalo, lo despreciaba. Nadie le teme a una vida infeliz y larga, Sombra, solo a al veloz instante de la muerte.
La abrazó y sintió que ella enterraba su rostro en su pecho, siempre amaba sentir su suave pelaje blanco junto al de ella. Su aroma natural le intoxicaba, incluso más que el miedo de sus víctimas. Había veces en las que deseaba pasar más tiempo con ella, pero sus respectivas responsabilidades no lo hacían siempre viable.
- Ya sabes lo que dicen. La muerte esta tan segura de su victoria, que da toda una vida de ventaja -susurró la Muerte mirando de nuevo el cielo nocturno.
La Vida y la Muerte se quedaron ahí esa noche, primero perdidos admirando la noche estrellada, luego perdiéndose en la mirada del otro. Sus vidas pasaban ante sus ojos. Una vida siempre será suficiente.
¡Hola! Luego de ver la genial secuela, se me ocurrió escribir esto. Quizás añada algunos capítulos más con momentos diferentes en la existencia de este par de lobos.
Notas adicionales:
1) Los apelativos que utilizan los lobos para el otro me parecieron una buena opción para poder utilizar los términos "vida" y "muerte" como hechos y no confundirlos con los personajes. Claro, ellos dos representan ello, respectivamente, pero me da más espacio para redactar.
2) Me parece que el silbido del Lobo en la película va algo así:G4,G4,B4,D5,B4,G4,A4,A4,C5,C5,F#4. En consecuencia, hice que la Loba tararee (para no hacerla tan aterradora) las siguientes notas: G4,G4,D5,G5,D5,B4,A4,A4,E5,E5,D5. Si se tocan ambas melodías, se verá su similitud.
