"Nana Korobi (Ya Oki)."
Por B.B. Asmodeus.
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Personajes/Parejas principales: Kou Taiki [Taiki Geist]; Kou Yaten [Yaten Cian] (Sailor Star Healer)/Haruka Tenoh (Sailor Uranus) (AHORA SÍ, SON OFICIALES).
Personajes originales:
Sailor Star Chaser – Kou Siggy.
Sailor Star Developer - Kou Helga.
Sailor Star War – Kou Lena/Lena Sang' Froid (prima de Seiya).
Sailor Star Rage – Kou Brunilda "Bryn."
Ex-Canciller Erii Gierd.
Condesa Schnee Sang Froid (tía de Seiya).
Ex-Rey Frihét.
Esquema de las regiones/clanes de Kinmoku-sei:
Kin-Norte | Clan Froid | Estatus: Existe, reubicado en las Montañas Plateadas.
Kin-Oeste | Clan Glorios | Estatus: Extintos, la región fue tomada por sureños.
Kin-Este | Clan Cian | Estatus: Exiliados, la región fue tomada por sureños. Única sobreviviente de sangre pura reconocida en el sur es Yaten Cian.
Kin-Sur | Clan Geist | Estatus: Absorbido por la Corona de las Flores Doradas.
Rating de este capítulo: Teen.
Categorías/Advertencias: Serie de Viñetas, Drama, Humor, Team!Fic. Menciones de muerte de personaje importante de Parte IV.
Sinopsis: Taiki vuelve a Kinmoku. Pronto se da cuenta, que tendrá que poner a prueba su resiliencia.
Notas Importantes: Titulo tomado del proverbio japonés "Nana korobi ya oki" (literalmente: siete caídas, ocho resurgimientos) significa caer siete veces y levantarse ocho. Esto habla del concepto japonés de resiliencia. No importa cuantas veces te derriben, te vuelves a levantar. Incluso si te caes mil veces, sigues levantándote e intentándolo de nuevo.
Disclaimer: Bishoujo Senshi Sailor Moon no es obra mía, pero esto es lo que puedes esperar si así lo fuera.
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Previamente en Saga Me Basta:
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» Kakyuu: La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero debe ser vivida mirando hacia adelante, Fighter. Así que… Mira hacia adelante. Por favor, enséñales a Maker y a Healer a hacerlo por igual. Una vez que lo entiendan, serán restauradas.
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Mes 01.
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"Una buena mitad del arte de vivir
es la resiliencia".
―Alain de Botton.
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Planeta: Kinmoku.
Localización: Distrito Asterope.
(Dentro del Palacio Real).
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El día apenas comenzaba.
"La custodia de Sailor Star War debe ser supervisada."
"¿Por quiénes, exactamente? ¿Ustedes?"
Canciller Turer fue un muro al que Sailor Healer se le fue directo con la cabeza.
Taiki aspiró para sí. Antes de que Healer los llevara a otra guerra civil, intervino, levantando su mano para llamar la atención.
"Cancilller Turer, comprendo completamente el problema de la seguridad de Sailor Star War. Ya lo hemos tomado en cuenta. Será supervisada, no lo dude. Un rastreador será instalado en su tobillo para mantener una vigilancia constante por radar."
Hasta Sailor Healer lució sorprendida con la última parte. El Canciller Turer, así como los demás cancilleres atendiendo la junta que habían estado de lado de Turer lucieron más apaciguados con las medidas, y afortunadamente no pidieron por más detalles sobre el origen de tal tecnología. El resto de la sesión se movió rápidamente a las finanzas. En ese tema, todos lucieron más que consternados.
No fue para menos. El costo de las reconstrucciones de los distritos dañados por el ataque de Magnus costaría el doble de lo que había costado la reconstrucción del Palacio después de la invasión de Galaxia. La Corona de por sí había estado en una lenta recuperación de fondos después de las primeras reconstrucciones, como para estar preparada para más gastos.
Sailor Healer dio el reporte de las cantidades recabadas después del inventario de tesorería, contado los nuevos bienes que le habían pertenecido a la Princesa Kakyuu. Fue una suma que dejó a Taiki tragando saliva aún.
"Necesitamos más fondos." Observó el Canciller Whil. Clavó una mirada pesada con Taiki del otro lado de la mesa rectangular.
"Magnus debería pagar por el resto." Turer opinó con desdén. "Expriman al Príncipe Frihét hasta el último chilette de sus bolsillos."
"Necesitamos juzgarlo primero para añadirle tales cargos." Taiki aclaró. "Y como bien saben, el juicio está tomando tiempo para coordinarse. Mientras tanto, tenemos ciudadanos que perdieron sus hogares en el ataque. Refugiados que siguen necesitando atención médica…"
"En resumidas cuentas, bocas que alimentar que sobrepasan lo esperado del Distrito Asterope." Whil comprendió. "Mm." Whil sostuvo su mentón un momento. "Propongo que se les ofrezca a los refugiados la oportunidad de mudarse al Distrito Geist. Tenemos labores profesionales que podrían llevarse a cabo por gente nueva. ¿Les parece prudente?"
Healer asintió. "Suena a una excelente opción, Canciller. Podemos abrir una convocatoria y organizar un convoy por tren para transportar a Geist a los que estén interesados."
Taiki hizo las anotaciones en su libreta al respecto. Eso quitaría definitivamente, bastante presión sobre la capital. "Tengo entendido que entonces la subasta por las antigüedades de la Dinastía de las Flores Doradas se llevará a cabo la semana entrante, ¿no es así, Canciller Jean?"
"Así es." El hombre de cabellos castaños reacomodó sus anteojos, revisando sus propias notas antes de proseguir a dar una fecha exacta de la subasta. Se esperaba que representantes de la clase alta de Geist asistieran. Todo lo recabado sería dirigido a la Corona.
"¿Alguna noticia de Froid?"
Taiki pausó sus notas, echándole un vistazo a su compañera. Healer rodó sus ojos, a lado suyo.
"Seguimos en espera de la llegada del hijo de la Condesa." Healer respondió. "No sabremos mucho de lo que ha sucedido con Froid todo este tiempo hasta que arribe."
"¿Y cuándo exactamente, se dignará a llegar?"
"7 días más. Es una larga trayectoria desde las Montañas Plateadas, Canciller."
Canciller Whil suspiró. "Demandarán por el regreso de sus tierras. Es lo único que le interesa a Froid. No brindarán auxilio de lo contrario."
Taiki ni parpadeó. "Lo más probable. Lo discutiremos cuando lleguemos a ese reto. La Condesa se ha consolidado como nuestra aliada. Estoy segura de que podremos negociar con más claridad una vez que Eógan Sang' Froid tome su lugar en el consejo formalmente."
"¿Qué pasará con la Stargate?"
Otro tema difícil. "Sigue bajo mantenimiento."
Los cancilleres presentes se voltearon a ver entre sí. Fue Whil, de Kin-Este, de nuevo la valiente.
"¿Y cuando sea reparada? ¿Cuál será su utilidad?"
"Aquí vamos…" Healer murmuró a lo bajo.
Taiki relamió sus labios, tomándose unos momentos para responder. "No será una decisión de una sola persona, Cancilleres."
"¿Por qué no? Froid tiene su propia Stargate y no piensan compartirla. ¿Por qué deberíamos seguir evadiendo el potencial de nuestra Stargate? Para eso estamos aquí, ¿qué no?"
"¡La Stargate está bajo la jurisdicción de las Sailor Starlights!" Healer explotó, golpeando su puño en la mesa. Ante el impacto, los Cancilleres saltaron ligeramente. "¡Porque políticos ambiciosos ya comprobaron que no pueden ser de confiar para su cuidado!"
"Yaten." Taiki murmuró.
"Es la verdad." Healer miró a Taiki con incredulidad. "El Consejo fue fundado para tomar decisiones en el beneficio de nuestra nación, no sólo de los que están sentados en esta oficina. Empezar a mostrar sus narices ambiciosas comenzará a dejar mucho que desear. No crean que no son reemplazables, qué estén aquí en estos momentos no significa que ustedes tengan el poder absoluto."
"Respecto a la otra Stargate, hemos sido notificadas que ha sido neutralizada por igual." Taiki aclaró su garganta. "Froid es incapaz de utilizarla."
"¿Neutralizada por quién?"
"Por Sailor Moon. ¿Qué no leen sus reportes?"
"Sailor Healer." Taiki volvió a remarcar. Acompañó la advertencia con una mirada filosa. "Si no puedes ser civil con los cancilleres en esta sesión recomiendo ceder al puesto a alguien que sí sea capaz. ¿Tal vez Star Developer?"
Healer lució para nada intimidada. Al menos se volvió piedra, brazos cruzados y labios aplastados con petulancia.
Los Cancilleres no murmuraron más—por lo menos, por lo que restó de la sesión—con el tema de las Stargates. Taiki no cantó victoria. Sabía que el tema sería algo recurrente. Taiki estaba preparada para la batalla, sin embargo. Aunque Healer no tuviera tacto, sus palabras no habían dejado de ser verdad. Artefactos así de poderosos no volverían a caer en las manos equivocadas. Si tuviera que traer a Sailor Moon de vuelta a Kinmoku para sellar la Stargate de la capital, Taiki lo haría. Dudaba que Seiya se fuera a oponer.
Por ahora, otros problemas merecían ser resueltos con más urgencia.
Horas después, Taiki se encontró escribiendo el reporte de la sesión en su portátil para compartir con Ami Mizuno. La chica estaba agendada a otra visita el mes siguiente y tendría mucho por ponerse al día. Taiki apreciaba la dedicación de la terrestre por cumplir su rol. Ni la distancia entre los sistemas solares la detenía de ser parte del Consejo.
Sin tocar, Healer se permitió el paso a la suite. "Ach, ¿sigues pegada a la pantalla?"
"Mm."
Healer caminó por la sala de descanso con desdén habitual. Al notar dos latas de té helado terrestres acomodadas en la vasija con hielos de la mesa de centro, se autoinvitó a una lata. De reojo, Taiki la observó tomar asiento en el diván lateral a donde Taiki trabajaba. La brisa de la tarde corrió por la habitación, gracias a las puertas abiertas del balcón.
"¿Sigues enojada?"
"¿Por qué debería estarlo?"
Un siseo del gas de la lata siendo liberado irrumpió con la quietud. "Tienes esa cara."
"¿Cuál cara?"
"Ya sabes, la expresión que parece indicar que estás estreñida, o teniendo una jaqueca. O ambas al mismo tiempo."
Taiki por fin paró de teclear. Por un momento, sus ojos cansados se volvieron borrosos. Quizás si había estado demasiado tiempo frente al ordenador. Retiró sus anteojos y talló sus ojos cuidadosamente. "Al menos podrías traerme un té helado a mí también."
Con tal de ser perdonada por sus berrinches, Healer se volvió a levantar por otra lata fría.
"Cero estreñimientos." Taiki aseguró, tras el primer sorbo fresco de su bebida. "Y mi cabeza no punza con deseos de asesinato por otro ser, así que…" Tras estirarse por el diván, Taiki respiró hondo. Dejó que su cuerpo se relajara. "Desearía que dejaras tu impaciencia para otros casos, Healer. Sabes que el Consejo es lo más importante que tenemos. Debe funcionar, y para ello debemos ser cooperativos los unos con los otros."
Un gemido dramático provino de la peli-plateada. "¡Estaban comportándose como idiotas!"
"¿Adivina qué? No dejarán de hacerlo. Tus provocaciones no ayudarán." Tras otros largos tragos, Taiki volteó a ver a su compañera. "Además, sus preguntas eran válidas."
Healer rodó sus ojos. "No respecto a las Stargates. Sus colmillos ambiciosos querían encajarse donde no les correspondían. Lo siento, Taiki. Pero, ¿qué no ves? Si somos demasiado blandas desde ahora, tendremos otro golpe de estado en nuestras manos en un santiamén. Sé que estás aquí para conciliar." La chica acercó su lata a la de Taiki. Las tocó en brindis. "Genial. Hazlo. Yo me encargo de cortar las manos entrometidas de los que quieran robarse nuestros juguetes."
Interesante. Taiki parpadeó múltiples ocasiones, registrando este nuevo lado de Healer.
"¿Estás… actuando hostil intencionalmente, entonces?"
Sailor Star Healer le guiñó el ojo. "¿Ves? He aprendido algunas cosas sobre el arte de la guerra."
Taiki resopló en sorpresa. Grata sorpresa. "Afortunadamente la guerra ha terminado. Debemos mostrar un frente sólido junto a las demás Starlights. En eso, estoy de acuerdo. Sin embargo, es una línea muy fina la que caminamos con los miembros del Consejo. Un paso en falso y pueden volverse contra nosotros…"
"Lo sé." Healer murmuró contra la lata de té helado. "Debo tener un plan B en ese caso."
"¿Oh sí?"
Healer le sonrió. "¡No te preocupes! Vamos, ¿ahora quién está siendo pesimista? ¡Para eso estás aquí, Taiki! Estoy segura de que no tendremos que preocuparnos. Los Cancilleres están escuchándote. Ese es un paso en la dirección correcta, ¿no es así?"
"Tarde o temprano tendremos que ceder con algunos favores para ellos." Taiki volvió a suspirar. "Aunque, tienes razón. Por ahora, vamos bien."
"¡Así es!" Ambas mujeres acabaron con sus refrescos. "Ahora…" Su amiga desactivó su henshin. En vestido de verano y sandalias, Yaten estiró sus piernas hasta recargarlas en la mesa de centro. "… ponme al día. No hemos podido chismear decentemente desde que llegaste. Puro trabajo, cero diversión."
Taiki parpadeó confundida. "¿Qué no nos habíamos puesto al tanto ya?"
"¡Bah! ¡Sé que se guardaron cosas cuando tuvimos la junta con las chiquillas de la Tierra! Aino es una chica de lo más transparente. Estaba escondiendo algo."
Ah. "Mi información tiene un precio."
Era un verdadero talento, lo que la ceja acentuada de Yaten podía comunicar.
"De acuerdo. Debes prometer completa discreción. Lo que te compartiré no puede salir de esta alcoba."
Aunque pareciera imposible, los ojos de Yaten brillaron con más hambre. "No me digas."
"Yaten, hablo en serio."
"¡Sí, sí, como quieras! ¡Habla, lo prometo!"
Taiki se puso más cómoda en el diván. No era su historia para contar, por ello sabía que Sailor Uranus no debía conocerla por ahora. Astros, Taiki no estaba certera de que siquiera Tsukino-san estuviera enterada.
"Hubo… cierta revelación cuando el Príncipe de la Tierra despertó el Stargate de Elysion. Una revelación que al parecer, ninguna de las Solar Senshis estaba lista para procesar bien cuando tuvimos aquella video-junta. Si viste a Minako-san nerviosa, es porque la chica quedó casi catatónica cuando nos tropezamos con dicho descubrimiento. Creo que la mayoría de las terrícolas, Luna y Artemis seguían en shock."
"Por las estrellas, Taiki. Déjate de rodeos." Yaten se hincó sobre el diván para acercársele, su rostro inmerso en el cotilleo. "¿Qué diablos sucedió?"
Taiki alzó una ceja. "Estoy segura que estás enterada del estado encinto de Hino-san."
Yaten achicó sus ojos con sospecha. "Hai, hai. Seiya lo mencionó."
Taiki levantó la otra ceja. "Bueno, todo indica que su estado encinto fue clave en proveerle poder al Príncipe, considerando que Hino-san es la portadora de su heredero."
Por un momento, la revelación no mostró impacto en Yaten. Sus luceros esmeraldas permanecieron agudos en suspicacia.
Luego, Yaten chilló, no muy disimilar a Aino-san, cuando la terrícola había atado los mismos cabos.
"¡Debes estar bromeando!"
Taiki sobó su sien. "Negativo."
"Pero ella es… Quiero decir él es el…" Yaten prosiguió a hacer una mueca. "Ew."
Taiki elevó un hombro en neutralidad. "No nos incumbe, al final del día."
"¿Estás muy segura de eso?"
Taiki pausó un segundo. "De acuerdo. Cuando todo esto se sepa al mundo, estoy segura que Seiya lo convertirá de su incumbencia, pero no de la nuestra. Supongo… Supongo que todo depende de cómo Tsukino responda a las noticias."
"¿Qué es lo que tú crees? ¿Qué Usagi les dará sus felicidades y su bendición?"
"Nunca sabes. Usagi ha madurado mucho. Y tiene a Seiya ahora…"
"¡Estamos hablando de su mejor amiga y su exnovio! ¡Una cosa es que Usagi sea noble de corazón, y otra, que se rían en su cara así! Cualquiera tendría límites, por los Astros." Yaten batió su fleco con una carcajada agria. "Ugh, pero conociéndola, no me sorprendería que Usagi actuara benevolente, después de todo… En verdad que esas terrícolas me siguen dejando helada con sus decisiones. No cabe duda de que no piensan con el cerebro y les dan más importancia a sus emociones, en ese lugar."
Taiki no podía encontrar una falla en la crítica de su amiga. "Parece ser que Mamoru Chiba y Rei Hino ya habían tenido una relación previa. Así que, puede que una reconexión entre ellos no sea tan sorpresivo."
"¡Pf!" Yaten se recostó en el lado opuesto del diván, retirando sus sandalias para estirar sus piernas sobre Taiki. "Espera a que las Sailor Outers se enteren. Sailor Uranus hará moños con los intestinos de ese sujeto, en cuanto regrese a la Tierra."
"Yaten, recuerda tu promesa." Taiki suspiró. "Sé que Tenoh y tú son amigas ahora."
Inexplicablemente, una tonalidad rojiza cubrió a Yaten con lo último. "Uh, sí."
"Sin embargo, ninguna palabra de este asunto debe llegarle al oído todavía. No es nuestro conflicto. Cuando Tenoh-san retorne a su planeta, se enterará bajo sus propios términos."
"Aye, aye." Yaten levantó su mano en juramento. "Por mi honor, si Haruka se entera, no será de mi lado."
Eso, Taiki esperaba.
Al recibir la notificación de que su mensaje había sido recibido y que ahora contaba con una respuesta de Mizuno, se sintió aliviada. Ami le agradeció por el reporte. Le aseguró que se pondría al día lo más rápido posible y que las preparaciones para una nueva visita a Kinmoku estaban en progreso. Se apresuró a compartir la actualización a Yaten, para programar la llega de la terrícola a la capital.
"No lo puedo creer. Mizuno se acaba de ir, ¿ya se muere por regresar? Parece que no tiene vida." Notó el alivio de Taiki, Yaten rodó sus ojos "Nerds."
"Se está tomando sus responsabilidades en serio."
"Pero, ¿qué no regresa pronto a clases en la Tierra? ¿Un próximo examen de ingreso a la Universidad?"
Taiki mordió la puntilla de sus lentes. "Mientras tenga la capacidad para formar parte del Consejo, debemos aprovecharla. Su aportación cerca de la funcionalidad de las Stargates está siendo vital. Que tengamos dos dispositivos iguales en cada planeta es una situación única. No te imaginas la cantidad de datos que estamos intercambiando mutuamente—"
"Dioses." Yaten presionó el cojín decorativo del diván y lo aplastó contra su rostro.
Esa noche, Taiki decidió realizar el viaje que había estado postergando.
El Templo donde yacían las cenizas de los previos gobernantes de las Flores Doradas estuvo desértico, al llegar. Con corazón pesado, Taiki ingresó su clave acceso. Al ingresar, necesitó un momento para respirar hondo.
El aroma fue lo primero que identificó.
Dulce.
Floral.
-Oh, Princesa. Taiki agachó su rostro. -Lo lamento.
Las cenizas de los tributos que se habían hecho en honor a Kakyuu habían sido lapidadas en el centro de las dos estatuas de sus padres. Arreglos florales abundaron sobre las lapidas, Taiki pronto descubrió, junto con muchos pergaminos tradicionales, donde los dolidos compartían sus despedidas.
Cargando su propio ramo, Taiki se hincó a los pies de la Princesa Bera y el Rey Kuru. La reverencia trajo conflicto en su interior—la tradición chocando con la verdad.
"Traje sus favoritas."
El ramo fue colocado encima de la placa con el nombre de la ultima miembro de la Dinastía Kakyuu.
"Hay mucho qué decir…" Taiki relamió sus labios en una pausa considerante. "Hay mucho qué decir, y simultáneamente, es imposible pensar que haya más discriminaciones que pueda airear con usted, Princesa."
Lamento no haber estado aquí.
Lamento no haberla protegido.
Lamento que haya manipulado a Sailor Star Fighter para su beneficio.
Lamento que el corazón de Sailor Star Healer haya pagado un precio caro, al seguirla.
"Lamento que no pudimos enmendar otro camino de su lado al nuestro." Taiki apretó sus manos sobre sus rodillas. "Puedo comprender sus motivaciones iniciales por la alianza con Magnus. Buscaba avanzar nuestro país. Buscaba el bien común… Al menos, desde su propia perspectiva." Suspiró. "No presumiré saber que tan pesada fue la Corona sobre su cabeza para haberla llevado a todas las demás decisiones que prosiguieron… Pero, había un límite. Había una línea que no se debía cruzar. Vendió a Froid para convertirla en una zona de excavaciones. Todo, por llegar a las Stargates. Manipuló a Seiya y a Yaten en el proceso… ¿En serio creía que no habría consecuencias?"
La frustración no fue nueva. Nada más que frustración, siempre la perseguía cuando se trataba de la Conspiración tejida por Kakyuu, el Príncipe Frihét y la Condesa de Froid.
"Debió estar consciente que sus acciones no eran las correctas, de lo contrario no lo hubiera escondido de nosotras." Taiki lentamente se levantó del lecho de losa. "Recuerdo que la Princesa Bera le doctrinaba que ser Reina era un trabajo en solitario—¿Por eso no se abrió con nosotras, Princesa? ¿Creía que todo el peso lo debía llevar usted?"
No hubo respuestas.
Con sus manos entrelazadas, Taiki permaneció de pie, atrapada entre el pasado y el presente. Recordó las ocasiones que había acompañado a la misma Kakyuu a visitar este preciso lugar, múltiples ocasiones. Después del ataque de Sailor Galaxia, el Templo y las estatuas en honor a sus padres habían tenido que ser reconstruidas por igual. Cuando habían regresado a Kinmoku, el Templo había sido de los primeros lugares que Kakyuu había visitado.
Siempre había lucido determinante al final de cada visita. Kakyuu nunca se había desplomado, a pesar del arduo trabajo que se había necesitado aplicar para resurgir como país.
Ni cuando Sailor Star Fighter había informado de su decisión de iniciar una relación con Sailor Moon, había Kakyuu mostrado indicios de sus verdaderos sentimientos. Diplomática, la mujer había asimilado lo que –tal vez—ya había sido inevitable. En su momento, Taiki había admirado la comprensión y empatía de su Princesa. Ahora, comprendía que todo había sido una careta. Dejar ir a su previo primer amor por una Princesa foránea, debió de haber causado algún tipo de estrago sentimental. Pero, ni Fighter, Healer o Maker habían estado afines a verlo.
-Inclusive así, no es excusa válida para el desastre que dejó para que nosotros resolvamos.
La verdad de las cosas era que Taiki podía hacerse cuestiones eternas sobre las motivaciones internas de Kakyuu, pero sería un ejercicio inútil. Las razones de Kakyuu habían muerto con ella. Taiki sacudió su cabeza para regresar su enfoque en el presente.
Revisó su reloj de muñeca.
En despedida, inclinó su cabeza ante la familia Real. Un rezo salió de sus labios para desear pasaje a Mikk-Tlah, a lo que restara de la estrella incandescente de su antigua Princesa.
Esa noche, no durmió más que un par de horas.
[+][+][+]
(…)
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NdA:
Sí, en un inicio tuve el plan de que esta historia de transición del Volumen IV al Volumen V fuera un one-shot de tamaño largo, sin embargo, entre tantas historias, mi tiempo no se puede dividir más. Ahora se ha convertido en una colección de 6-7 viñetas porque ME URGE que la trama de Me Basta vaya avanzando. Toda la historia será del POV de Taiki, ya que su personaje merece ser explorado un poco más antes de llegar al siguiente volumen. ¡Espero les guste! ¡Saludos!
Referencias mitológicas:
Mikk-Tlah: referencia a Mictlán, la versión del Inframundo de la mitología mexica y la mitología nahua de la Huasteca.
