Hola amigos, soy Yuzu Araki

Ha pasado muchísimo tiempo desde que subí algo relacionado de Naruto por lo que aprovechando mi ausencia de Fanfiction que tuve por asuntos de fuerza mayor y en parte porque caí enferma de gripe, decidí entonces hacer un one shot hacia una de las tantas parejas de la franquicia del ninja rubio que más de uno hubiera querido o hacerse idea.

Una de las últimas parejas es el ship de Itachi e Izumi, eso basándome en el Itachi Shinden donde nos relataba la vida como infancia del triste y desgraciado hijo mayor de los Uchiha y el como tomó el rumbó que le hizo dar un quiebre en su vida.

Itachi es de esos personajes que al principio se le tiene odio y miedo por exterminar a su familia y dar problemas a Kakashi y Sasuke con el Mangekyo Sharingan pero luego de la batalla contra su hermano mayor y en la que su enfermedad lo derribó como a lo largo de Shippuden y en la pelea que junto con Sasuke tuvieron con Kabuto se descubre que el tipo sabía de las consecuencias y estaba dispuesto a todo, prefirió ser un criminal ante todos incluso ante Sasuke quien es y será la persona más querida en su vida.

Sin duda alguna Itachi hizo algo lindo pero triste, pues el cariño y afecto hacia Sasuke fue en parte una causa de su desgracia por lo que no se puede evitar sufrir por él.

Y sí, lo considero uno de mis husbandos de anime.

Pero en esta ocasión, nuestro Itachi ahora es un estudiante de Filosofía y sale con una modelo, persona a quien conoció en alguna parte de su vida y desde entonces forman un lindo vínculo hasta hoy.

Digamos que es un premio para Itachi, que al fin luego de tanto tormento e infelicidad, logró lo que muchos buscan y otros lo logran.

Ya dicho esto, comencemos con este one shot.

Espero que lo disfruten.

Yuzu y fuera

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Código: Luna

Pareja: Itachi Uchiha x Izumi Nohara

Mundo alterno: Mundo actual

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Mirar la Luna era como ver a Itachi. Pálida pero hermosa, fría pero cómoda, una belleza del color de la plata que nunca fallaba en hacerla suspirar. Izumi justo suspiraba. Itachi no debía tardar en pasar a recogerla, quedaron en verse apenas la castaña terminara su sesión fotográfica. El pelinegro le dijo que le enviara mensaje.

La universidad de Konoha estaba a minutos de ahí. No estudiaban en el mismo sitio, por cierto, la modelo optó por la educación en línea porque su agenda estaba tan apretada que no cabía ni un clavo. Su contado tiempo libre lo repartía entre su familia y su novio y...

¡Justo ahí estaba su novio! Sonrió con amplitud.

-¡Itachi!

El mencionado llegaba de la biblioteca de su universidad, daba igual que fueran cerca de las seis de la tarde y que por la estación ya una parte del cielo luciera unas estrellas y la luna llena en lo alto.

El joven Itachi Uchiha, uno de los mejores estudiantes con mejores calificaciones a nivel nacional como uno de los más populares y que cursaba filosofía estudiaba con gusto y con una sonrisa que al menos se podía distinguir. Todos a su alrededor lo notaban, Izumi amaba esa sonrisa constante, por cierto.

Su encuentro fue tan ruidoso como la castaña quiso, se colgó de su cuello apenas quedaron cara a cara. Besó sus labios sin aviso. El pelinegro se sonrojó intensamente, pero no se la quitó de encima y tampoco rechazó el beso. La sujetó por la cintura para que ninguna de las dos cayera.

-Vamos a comer algo- dijo Itachi apenas tomaron algo más de distancia. Lucía de hermosa manera esa cara tímida y ese sonrojo que trataba y fallaba en ocultar. Suspiró, Izumi siempre le movía el piso.

-Por favor, muero de hambre, estuve trabajando desde mediodía, apenas si comí algo- contó la castaña pero no por ello dejaba de sonreír.

-Conozco un local de okonomiyaki cerca del campus, es muy popular entre los alumnos, te gustará- respondió el pelinegro con un gesto suave mientras la animaba a caminar de la mano, estaban a diez minutos solamente y caminar le vendría bien a Izumi. Conocía su trabajo y necesitaba estirarse un poco.

-¡Me encanta la idea, vamos!- y la pícara prefirió colgarse de su brazo, Itachi la dejó.

Treinta minutos después, Izumi ya estaba comiendo y ponía un gesto de encanto. No le sorprendía que nadie se le acercara a pedir autógrafos porque Itachi estaba ahí, una o dos miradas del muchacho solía bastar para espantar a los paparazzi y amedrentar a los indeseados. Imposible no sentirse segura a su lado.

Por su lado, el pelinegro estaba contenta de ver a su novia contenta. No se veían muy seguido por culpa de sus propios deberes y trabajos, pero ellos sabían a lo que tiraban cuando decidieron aceptar lo que sentían por el otro, así estaban bien, al menos hasta que llegara el momento de avanzar y... Ya era momento.

-Oye, Izumi- murmuró Itachi mientras limpiaba con un pañuelo la mejilla de su novia.

-¿Hmm?- la modelo pasó su bocado. Era el segundo okonomiyaki que comía y la verdad le importaba comino y medio eso de las dietas que las modelos debían seguir, con hacer ejercicio estaba bien.

-A finales de año dejaré los dormitorios de la universidad, pensaba buscar un sitio nuevo y- se aclaró la garganta, miró ligeramente a un lado mientras se acomodaba los lentes. La castaña le ponía toda su atención, eso le hizo enrojecer-... Vi un apartamento a poca distancia de aquí y... Sé que tu agencia de modelos está cerca y... Pensé que...

A Izumi se le aceleró el corazón no solamente por lo que sabía que Itachi estaba por pedirle, lo que le pegó en serio fue ver ese gesto avergonzado mientras la luz plateada de la Luna llena le iluminaba desde la espalda. Verlo sonrojado y con semejante fondo la hizo perder el piso.

Ni siquiera lo dejó terminar de hablar.

-¡Acepto, vivamos juntos!

El pelinegro frunció el ceño, se puso rojo hasta las orejas y se recargó en el hombro de su novia. Sólo asintió.