¡Una guerra sin fin!
La galaxia se ve asediada por el conflicto entre la República y la Alianza Separatista, y ninguno de los lados parece dispuesto a ceder. Y pese a las muchas victorias de la República, las batallas por territorio empeoran hasta alcanzar a los planetas más inhóspitos de la galaxia.
Uno de ellos un desértico planeta conocido como Yandot, donde ambos bandos se encuentran en una disputa por el control del planeta. Y para desgracia de la República, el ejército droide esta somete a los clones forzando la retirada...
El ejército de clones se preparaba para realizar un contraataque contra los Separatistas, y poder ocupar el planeta como una base para la República.
-¡Todos muévanse! ¡Salimos en 15 minutos! -ordeno el comandante clon a las tropas listas para volver al frente.
-¡Si, no puedo esperar! - dijo un soldado clon.
-¡Hay que devolverles el favor a esas chatarras! -victoreo otro clon.
Y así todos los clones empezaron a marchar hacia el campo de batalla, todos excepto uno. Un clon perteneciente a un nuevo escuadrón.
-Oye, Cloud. ¿Otra vez en las nubes? ¡Ya tenemos que irnos! ¡No nos van a esperar! -le reclamo un clon a su compañero.
-Si, si, ya voy. -dijo el clon, Cloud, poniéndose de pie.
-Ay, tú. Siempre con la cabeza en las nubes. -se burló el clon de su compañero dándole palmaditas.
-Déjame en paz, Charge. -se quejó Cloud.
-Oye, los refuerzos llegaran pronto. ¡Apurate si no quieres quedarte sin droides para aplastas! -dijo Charge a su amigo mientras corría hacia la formación.
Cloud se disponía a seguir a su compañero, pero algo lo detuvo. El soldado clon se vio invadido por una extraña sensación, como una sensación de peligro, de que algo peligroso lo acechaba. Pero el clon no entendía el porqué de esta sensación.
-Por Dios, Cloud. ¡Ya muévete! -grito Charge quitando a Cloud de su trance.
Cloud rápidamente se unió a sus compañeros. Y así todos los clones marcharon hacia la batalla.
...
En cuanto los clones divisaron al ejercito droide el ataque inicio, y no tardo nada en convertirse en zona de guerra. Los disparos volaban de un lado a otro, a donde miraras había explosiones y los droides eran derribados a montones, pero los clones no se salvaban de las bajas.
-¡No dijiste que los refuerzos llegarían pronto! -reclamo Cloud a Charge, ocultos detrás de unas rocas y disparando.
-¡Se suponía que si! ¡Yo no tengo la culpa! -se defendió Charge.
-¡Si sobrevivimos, yo mismo te mato! -amenazó Cloud.
-¡Ya dejen de hablar y avancen! -ordenó un soldado clon, conocido como Bossy.
Los clones estaban consiguiendo hacer retroceder el ejército droide, recuperando terreno. Pero ellos desconocían la amenaza que acababa de aterrizar en el planeta. Nada más y nada menos que el general Grievous, quien se encontraba en una transmisión con el Conde Dooku, su maestro.
-No entiendo, Conde Dooku. ¿Por qué me envió a este patético planeta? -reclamó Grievous a su maestro.
-Las cosas en Yandot se han alargado demasiado. El ejército de la República ha resistido más de lo esperado. -explicó Dooku.
-¡Son solo un montón de inútiles clones! ¡Ni siquiera tienen un jedi que los comande! -refuto con ira Grievous.
-Entonces no le será difícil eliminarlos y tomar control de Yandot, ¿verdad, general? -declaro Dooku como retando a Grievous a volver a reclamarle.
-Grr... Si, maestro. -respondió Grievous finalizando la transmisión- ¡Droides! ¡Avancen hacia el campo de batalla!
Con esa orden el iracundo general y sus droides marcharon hacia el conflicto con la intención de darle un final.
...
-Jajaja... ¡Tomen esto, basura droide! -grito eufórico un clon con un cañón bláster rotatorio, disparándole a los droides desde una roca.
-¡Maldita sea, Junkman! ¡Ven a cubrirte! -ordenó Bossy detrás de la roca junto a Cloud y Charge.
-¡Ya relájate, Bussy! ¡Oye, Charge, necesito una recarga! -anunció Junkman a su compañero.
-Enseguida. -respondió Charge dándole una recarga para su arma.
-Están retrocediendo. ¡Todo mundo avance! -ordenó el comandante a través de los comunicadores.
La batalla poco a poco se fue volviendo para el lado de la República, acorralando al ejercito droide. Parecía que esta sería una victoria para la República, pero de la nada comenzaron a ser bombardeados, forzando a los clones a retroceder, y una nueva oleada de tanques y droides se hizo presente. El combate había sido reavivado con un fuego cruzado mucho más intenso que el anterior. La potencia del fuego era tal que levantaba montones de tierra y humo, creando una nube donde la visibilidad era casi nula.
Dentro de esta nube se encontraba el escuadrón de Cloud, todos alerta en caso de un ataque enemigo. El ataque no tardo mucho, se vieron rápidamente abordados por una gran cantidad de droide y droides comando. Pero aun así resistieron y con esfuerzo lograron acabar con las maquinas.
Cloud estaba aliviado, parecía que podrían volver a poner esta batalla a su favor. Pero esa sensación volvió, mucho más intensa que la primera vez. Cloud miro a su alrededor en pánico, buscando que le producía esa sensación de peligro. Y de un momento a otro pudo escuchar los gritos de dolor de varios de sus hermanos clones.
Los disparos de parte de los clones empezaron a disminuir. Y a medida que los gritos se oían más cercanos Cloud pudo divisar unos destellos verdes y azules junto con el indistinguible sonido de un sable de luz. No le costó mucho al clon concluir quien era su atacante, y no le gusto la conclusión.
-Grievous. -dijo Cloud con miedo en su voz- ¡Es Grievous! ¡Todos retrocedan!
Pero ya era tarde. Entre polvo surgió la imponente figura del general separatista con dos sables de luz, uno en cada mano, y rodeado de cadáveres de clones. Grievous ataco rápidamente y los clones apenas si pudieron evadirlo. El escuadrón de clones se vio fácilmente superado por el general. Cada disparo de sus blásters era hábilmente bloqueado por un sable de luz. Y los clones evitaban por los pelos los ataques de Grievous.
-Son más persistentes que el resto. -gruño Grievous al verse rodeado por los clones- ¡Pero eso no durara mucho!
Los brazos de Grievous se dividieron, de 2 a 4, y general se armó con otros 2 sables. Los clones sabían que si antes les era difícil pelear con Grievous ahora les sería imposible. Grievous se lanzó al ataque y los clones apenas lograron salir de su alcance. Pero en un instante el general se encontraba frente a Bossy, listo para acabar con él.
-¡NOOO! -grito con fuerza Cloud.
Tal vez fue pura suerte, pero en ese momento una fuerza invisible logro empujar lo suficiente a Grievous como para que Bossy evitara el sable de luz.
-¡Qué demonios! ¿Un jedi? ¡¿Aquí?! -exclamó Grievous con ira mirando a su alrededor en busca de un jedi- ¡Da la cara, escoria jedi!
Esta distracción fue aprovechada por los clones, que iniciaron la retirada. Pero desgraciadamente esto fue notado por el separatista, que no los dejaría escapar.
-Oh, no. ¡No lo harán! -exclamó Grievous lanzándose hacia los clones.
Pero una vez más el general es impactado por una fuerza invisible, esta vez mucho más fuerte, mandándolo a volar. La nube de polvo es disipada por un gran grupo de naves que aterrizan. ¡Los refuerzos habían llegado! Y con ellos venia un pequeño anciano verde de orejas puntiagudas.
-Ugh. Maestro Yoda. -dijo Grievous poniéndose de pie.
-General Grievous. -respondió Yoda encendiendo su sable de luz- Conocerlo un placer es.
-Pues no lo será muy pronto, jedi. -respondió Grievous listo para atacar.
El ciborg ataca al jedi, pero cada golpe que da es hábilmente bloqueado por el Maestro Yoda. Los nuevos clones estaban impresionados, el tipo que les había dado una paliza estaba siendo superador por alguien mucho más pequeño y viejo que él. En poco tiempo el Maestro Yoda había logrado despojar a Grievous de 2 de sus brazos y prácticamente someterlo.
-Ríndase, general. Esta pelea no ganara. -dijo Yoda.
-Cof cof. ¡Disparen! -grito Grievous por su transmisor.
Inmediatamente todo el fuego fue concentrado en esa zona, permitiendo que Grievous huya y haciendo retroceder a los clones. Lo último que vieron de Grievous fue su nave alejándose del planeta.
...
El escuadrón de Cloud se encontraba descansando después de toda la emoción del día.
-Ya va a ver ese fenómeno metálico. ¡La próxima vez lo voy a convertir en chatarra! -declaró Junkman.
-¡¿Estás loco?! ¡Casi morimos! ¡YO casi muero! -reclamó Bossy- Tuvimos suerte de que el general nos salvara.
-Oh, vamos. ¿Qué es la vida sin algo de riesgo? ¿O no, chicos? -preguntó Junkman a Charge y Cloud.
-Yo estoy seguro de que no quiero pasar por eso de nuevo. -respondió Charge- ¿Y tú, Cloud?
Pero el clon no respondió, simplemente se quedó mirando a la nada pensativo.
-¡Oye, Cloud! -le gritó Junkman.
-Uh, ¿qué? ¿Qué pasa? -preguntó Cloud desorientado.
-Ay, dios. Tú siempre vives en las nubes, ¿no? -se burló Junkman- Me sorprende que no te hayan disparado.
-Ja ja, muy gracioso. -dijo sarcásticamente Cloud.
Pero esta charla es interrumpida abruptamente, ya que alguien entro en el refugio.
-General. -dijo Bossy poniéndose firme ante el jedi, y siendo seguido por sus compañeros.
-Por favor, todos salgan. -dijo Yoda para luego mirar a Cloud- Tú y yo hablar debemos.
Cloud=Nube
Charge=Carga
Bossy=Mandón
Junkman=Chatarrero
La historia por ahora se ambientará en The Clone Wars y ya veré si la alargo.
Espero que les guste este primer episodio.
Y nos vemos en el próximo
