7. La Súcubo y el Ladrón Parte 1
Kay Namura daba un bostezo mientras trataba de des esperezarse producto de haberse trasnochado la noche anterior, mientras caminaba fuera de los dormitorios hacia la escuela. La noche anterior le habían dado de alta del hospital por lo cual podría volver a clases al día siguiente, aprovechando el antes de irse del hospital, se escabulló hacia el laboratorio en busca de las pruebas y análisis de sangre que posiblemente le hicieron después de la pelea contra Saizou. Ya que eran altas horas de la noche y no había tantas personas en el hospital en los pasillos, escabullirse fue algo fácil, aprovechando que no podía hacer uso de sus poderes aun a su pleno potencial. Sin embargo lo misterioso es que no encontró ningún resultado suyo dentro del laboratorio por más que trato de hurgar bien, era extraño por decir muy intrigante, con su sangre se daría la prueba de que es un ser humano genuino fuera de sus habilidades natas que fueron aprendidas y no tienen nada que ver con su fisionomía. No podía preguntarle a ningún doctor o enfermera por temor a levantar sospechas, así que esa noche volvió a su habitación a dormir ya que mañana temprano debía levantarse para ir a clases.
Eso pensaba el joven centinela cuando miro hacia arriba una multitud de chicos formado entorno a una persona, el solo quedo mirando de curiosidad cuando pudo oír las siguientes palabras de la multitud. "he y, mira es la de los rumores" dijo un estudiante con entusiasmo." "¡Akashiya Moka! ¡Tan bella como siempre! ¡Parece que la irradia una Luz celestial!' ¡Ella es tan deslumbrante!"
Kay solo atino a que una gota de sudor bajara por su nuca, ¿ellos hablaban en serio? Quería decir, Moka en verdad era Hermosa, algo que el mismo centinela reconocía, pero en verdad, ¿hacía falta exagerar de esa manera? Incluso podía vislumbrar a algunos estudiantes inclusive llegar a babear mientras Moka pasaba por el lado de ellos ignorándolos, lo cual solo provocaba lastima en el centinela hacia ellos, ni que Moka fuera un especie de diosa o algo así para venerar, el que ni creía en dioses en primer lugar, veía totalmente patético esta escena.
"¡Oh! Hola Kay, ¡Buenos Días!" decía una muy alegre Moka mientras tomaba con fuerza el brazo derecho de Kay quien solo gruño bajamente, producto de no estar aún en condiciones desde la pelea con Saizou y que Moka poseía una fuerza aunque algo pequeña muy significativa como para hacerle un poco más de daño del que ya tenía. ¿Era esta la fuerza de un vampiro? ¿Incluso estando sellada? De repente una ola de Youki lo golpeo girando rápidamente la cabeza creyendo que era el ladrón de artefactos mágicos, mas fue su decepción que solo eran las auras demoniacas de los estudiantes varones mientras lo miraban fijamente con una mirada asesina.
Kay solo rezongueo mentalmente, de por si no tenía poderes con que defenderse temporalmente y el convertirse en el objetivo de Estudiantes Youkais celosos no era algo alentador para él, quizás debería tratar de separarse algo de Moka, pero ella era su única "protección" en el tiempo que estuviera en esa condición y en la academia, así que solo debía de tratar de ignorarlos y huir de cualquier provocación al menos mientras regresaba la fuerza de sus poderes con que defenderse.
Mientras los dos caminaban hacia la escuela, o más bien era Kay quien era arrastrado prácticamente del brazo por Moka. Este pensaba que haría después de clases, si se pondría a patrullar la zona o tratar de averiguar el cómo recuperar sus poderes por medio del estudio de la barrera que circundaba la Academia en toda su totalidad
"Kay…" decía Moka lo cual llamo la atención del Centinela hacia ella. "Sé que quizás debes sentirte solo en este instituto de monstruos, y que debes sentir miedo, por eso como te dije ayer, no tienes que tener miedo, si hay algo que te preocupa o temes por algo puedes venir a contarme, sé que puedo ayudarte en lo que necesites"
Kay solo atino a mirarla curioso, aunque ya se lo había dicho el día anterior algo parecido, que podría contar con su ayuda, el que se lo dijera nuevamente se le hacía algo incómodo más porque se suponía era el más fuerte, sin embargo solo atino a sonreír mientras le respondía: "descuida, muchas gracias de verdad, aun así no tienes que estar haciendo esto para con nosotros" obviamente refiriéndose tanto a él como a Tsukune que curiosamente no había visto esta mañana, quizás se adelantó ya a clases.
De pronto pudo sentir la cercanía de Moka hacia él, el cual volteo a verla algo sonrojado, por alguna razón ella seguir acercándose más directo hacia su rostro lo cual hacia poner incomodo al centinela. "Uh… ¿Moka?" preguntaba mientras trataba de llamar la atención de la chica que parecía algo ida.
"Oh… lo siento, es que esta mañana no desayune y estoy muy cansada, pero es que solo cuando estoy contigo" decía algo apenada la muchacha mientras inclinaba la cabeza muy cerca del joven pero de repente su cabeza se movió a un lado de su cuello. "me dan ganas de chuparte tu sangre" y así ella mordió.
Cuando el joven se dio cuenta que estaba siendo drenado de su sangre, rápidamente se apartó de Moka sobresaltado, lo cual hizo sorprender a la muchacha en el proceso.
"¡¿podrías preguntar antes de hacer eso?! ¡Yo no soy tu desayuno de cada mañana!" grito el centinela mientras caminaba a paso veloz y enérgico alejándose de allí bastante molesto.
"¿Kay?" dijo Moka mientras veía al joven irse corriendo de allí.
…
El joven centinela paseaba por allí en el bosque, mientras pensaba y reflexionaba. Quizás no debió gritarle así y huir de esa manera, después de todo ella le había ofrecido su ayuda desinteresadamente, solo proponiéndole su amistad a cambio, pero no pudo evitar asustarse al notar que ella bebía de su sangre, prácticamente se lo estaba comiendo. Y así era como su relación de amistad iba a ser, entonces quizás no creía poder soportar esto. Al tocarse el cuello pudo notar que no había herida alguna de colmillos o succión, lo cual agradecía a Moka en parte que se asegurara el no dejar herida alguna séase como fuere que lo hacía para ello. Además que en parte no le dolía mucho cuando la vampiresa le clavaba los colmillos, por eso el no notaba el dolor más que un piquete de una aguja de una jeringa, solo el mareo por la pérdida de sangre era lo que lo alertaba de eso.
El centinela quizás deba ir más tarde a disculparse. A pesar de todo debía de reconsiderar si hacerlo ahora, para después poder investigar después recordando la razón del porque estaba aquí, no para hacer amigos sino para cumplir una misión encomendada. Aun así debería disculpase de todos modos, después de todo él también había ofrecido su amistad a cambio, ya eran amigos, algo extraños si se puede llamar así, pero "Amigos". Y ellos deben estar en las buenas y en las malas, ¿no? Cuando se disponía a regresar escucho un ruido pequeño venir más allá en el bosque cerca donde había un pequeño lago si es que recordaba el joven. De curiosidad decidió acercarse cuando ya podía distinguir bien el sonido, eran palabras.
"alguien… por favor… Que me… ay-ayude". Kay solo siguió caminando hacia la fuente de la voz, pudo notar que se trataba de una voz femenina, ¿quién podría ser? Quizás era el ladrón de artefactos mágicos el cual ya por fin había dado la cara y estaba atacando a alguien inocente. El centinela apresuro el paso, pero siempre manteniendo la cautela, quizás sea una trampa puesta por el mismo ladrón para hacerlo caer, si es que se había enterado este de su presencia ya.
Cuando llegó al pequeño lago desde donde había venido la fuente de petición de ayuda, miro para todos lados encontrando la procedencia de la voz. Al otro lado del lago casi semi-desmayada en el suelo, era una muchacha hermosa con el pelo azul suave y ojos morados. Carajo, si tuviera que hacer una comparación podría decir que era casi tan bella como Moka.
"lo siento, me he empezado a sentir mal, tu mano por favor. ¿Me ayudarías a levantarme?" pidió la muchacha mientras el centinela avanzaba hacia ella, quizás no fuera una trampa como pensó al inicio y no había necesidad de preocuparse tanto.
Ayudando a levantar a la chica, el centinela pregunto: "¿estás bien? Quizás debamos ir al hospital de aquí de la escuela si es que te sientes mal"
La chica solo atinó a darle una sonrisa agradecida al centinela, el cual no pudo evitar sonrojarse levemente. "muchas gracias, siempre he tenido un cuerpo débil" decía muy agradecida la chica, mientras ambos caminaban para ir al hospital.
Mientras caminaban ambos, la chica seguía agradeciendo al muchacho el cual solo atinaba a responder. "no hay de qué preocuparse, descuida"
"aun así me salvaste, siempre he tenido un cuerpo débil, te lo agradezco mucho Namura-Kun"
"Pues de nada… ¿eh? ¿Cómo sabes mi nombre?" preguntaba algo curioso el centinela, no recordaba haberle dicho su nombre.
La chica se quedó unos segundos sin saber que decir cuando respondió: "pero que cosas dices Namura-Kun, si vamos en la misma clase" decía mientras se ponía a reír alegremente lo cual le parecía muy curioso a Kay.
"esta chica, ¿pues qué tiene? Es linda y todo pues sí, ¿pero también es una Youkai no? Y aun así se me hace algo extraña, ¿de verdad va en mi misma clase? ¿Y cómo es que ahora puede reír si hace un momento dijo se sentía mal?" eso pensaba el centinela cuando de pronto la chica se derrumbó en el quien la atrapo en sus brazos. Solo pudo más que sonrojarse furiosamente al sentir su aproximación tan cerca de él, sobre todo en una parte muy blanda y suave tocando su pecho que no quería pensarlo ya que adivinaba lo que Era o Eran más bien si pensaba en sentido plural. "¿de verdad te encuentras bien?" respondía el joven algo tartamudeando.
"Mi pecho… mi pecho solo empezó a dolerme de repente, por eso abrázame más fuerte por favor…" decía mientras se aferraba más al joven de la espalda abrazándolo.
Para el centinela era algo incómodo esto, aunque debía admitir que la sensación no le era desagradable, no, ¡no debía pensar en eso ahora! Hace tan solo un par de años que Saily murió, y aunque ya no estaba casado ahora y era libre de hacer lo que quisiera, ¿Pero no era eso lo que Saily hubiera deseado? ¿Que el fuera feliz como quisiera? Ella en donde estuviera sabía que estaría bien, la muerte es solo el paso de proceso a otro, uno espiritual y evolutivo y que el cómo Centinela sabía mejor que nadie. Sabía que cuando le llegara su tiempo quizás se reencontraría con ella, pero para eso aún le faltaba mucho, aún tiene unas enormes responsabilidades y una de ellas es cuidar de su hija, la cual es hasta el momento el único recuerdo latente que tiene de su esposa.
Bien podría cumplir la memoria de Saily y tratar de ser feliz otra vez quizás haciendo una nueva vida con otra mujer, por supuesto que esto de ahora estaba lejos de aquello, sus impulsos ahora tenían que ver más con sus deseos y su propia satisfacción que con sus sentimientos verdaderos, más con una chica que apenas conoció hoy pero se le hacía atractiva.
"he y" hablo la chica, capturando la atención del joven. 'soy Kurono Kurumu, seamos buenos amigos, ¿sí?' decía la chica de una manera afable y casi inocente con una sonrisa coqueta, cosa que por alguna razón y no pensaba cual hacia parecerle desconfiado al centinela sobre el porqué esta chica le decía esto. La chica solo sonrió más mientras continuaba diciendo "por favor mírame a los ojos, ¿sí?" pedía la chica de una forma bastante seductora que solo hizo sonrojar más al centinela antes de pasar a verla a los ojos como pidió, al hacerlo pudo sentir una sensación extraña apoderarse de él que no sabía que era, pero era cálida y acogedora, sin embargo aparto su cuerpo lejos de ella cuando sintió una perturbación en su mente, sujetándose la cabeza pensó que diablos había sido eso! Por un momento sintió como si algo tratara de entrar en su mente.
"Qué demonios?…" pensaba la joven conocida como Kurumu Kurono, su técnica hipnótica conocida como Allure la cual podía hipnotizar a los hombres no había surtido efecto en este chico. "¿Cómo puede ser posible? Ningún hombre puede resistirse a los encantos de Allure, una técnica aprendida por generaciones por las Súcubos! a no ser que este chico sea más poderoso que yo, acaso por eso es que según los rumores que una Vampiresa como Moka, ¿es que está a su lado?" Pensaba para así la chica cuando el joven volteó a verla bastante confundido y por su expresión algo molesto.
"¿que fue eso?" preguntaba el joven de manera interrogativa y muy directa
"¿qué cosa?" trataba de responder la chica inocentemente, cosa que para Kay se le hacía claro ahora que lo pensaba bien era muy falso su comportamiento, claro si es que no estaba distraído pensando en cosas superficiales que no se dio cuenta más allá que aparentaba tratar con una chica extraña y de pronto más que una ayuda que ella quería, trataba de seducirlo o algo así.
"sabes a lo que me refiero de pronto sentí que algo entraba dentro de mi cabeza" le preguntando el muchacho de manera interrogativa
"pues no sé a qué te refieres, ¿Qué tiene que ver eso conmigo de todos modos?" trataba de persuadir la chica aunque por dentro moría de temor que en verdad se haya dado cuenta de eso.
Kay solo atino a mirarla algo desconfiado, cuando se dio cuenta de otra cosa. "¿no era que te sentías mal hace un momento? ¿Qué paso? ¿Ya te recuperaste?" decía el Joven centinela de manera mordaz
Kurumu se mordió los labios habiéndose sido descubierta, rápidamente intento pensar en una nueva treta.
"OH… es que el dolor a veces se va y viene y Oh!…otra vez está regresando… auch como me duele Ahh…" así hacia la Súcubos mientras hacía movimientos algo exagerados para aparentar dolor, como si estuviera actuando según había aprendido en su formación como Súcubos para conquistar hombres, cosa que no le funciono con el centinela que la veía como una pobre actuación mal hecha.
"parece un niño de cinco años tratando de fingir mediante berrinches cuando tiene dolor de algo… increíble que no me haya dado cuenta de eso antes…" se rezongaba mentalmente Kay cuando le hablo. 'Mira si en verdad te sientes mal, el hospital está por ese camino' apunto el joven por un camino de tierra donde no muy lejos se avistaba el edificio del hospital de la academia. "Así que discúlpame pero tengo prisa, debo ir a clases, buenos días señorita Kurono."
Dicho esto el joven se devolvió por el camino en que vino dejando atrás a la muchacha maldiciendo su suerte
"Tch… ¡maldita sea! ¡Casi estuve a punto de lograrlo! ¿Quién es en verdad él? ¿Qué tipo de Youkai será que resistió el Allure? Ni modo, deberé ser directa con Moka, ¡nada de juegos ahora!" Así pensaba la muchacha cuando retomaba su camino a la escuela.
…
Kay Namura decidió en vez de ir directo a la escuela aprovechar que se encontraba afuera para ir a investigar la barrera, quizás se perdería la primera hora de clase pero bien podría pedirle a Tsukune o Moka las Notas de los estudios para adelantarse después, aunque no era como si importara si es que iba a estar poco tiempo aquí y la mayor parte era investigando. Después pensó en la extraña muchacha que conoció hace un momento, "su nombre creo era Kurumu Kurono…" no sabía que era lo que la chica quiso tramar con él, pero lo mejor era mantenerse apartado de ella, aunque no sabía si podría hacerlo si era verdad que ambos iban a la misma clase.
Decidió apartar esos pensamientos de lado cuando ya llego a uno de los límites de la barrera luego de caminar un rato por el bosque, la barrera parecía traslucida, de un color casi rojizo, sabía muy bien que detrás de esta barrera estaba el mundo humano, en si el centinela no tenía ni idea de cómo funcionaba esta barrera, quizás era como había dicho la profesora Nekonome, funcionaba con magia. Su nivel y conocimientos de Magia quizás no sean tan altos, ya que él le daba más prioridad a entrenar físicamente y usar los poderes que el Ki y el Cosmos le otorgaban y que son más poderosos que la misma magia pura. Aun así debía de admitir que en miles de mundos o universos cualquier magia podría tener su variación o ser distinta de algunas que ya conoce y que podría afectar mínima o máximamente a una persona dependiendo del caso, por tanto debía de tener mucho cuidado e investigar bien antes de hacer algo que lo afectara. Sin embargo esta barrera le causaba curiosidad, ¿esto era lo que le causaba el bloqueo que impedía el usar sus poderes? ¿Lo mismo le habían pasado a los dos detectives espirituales enviados antes lo mismo que al vigilante? estirando su mano el joven toco la barrera pero no había pasado nada del otro mundo, debía tener cuidado, un paso en falso y si es como decían esta barrera podía llegar a matarlo.
En ese entonces decidió arriesgarse y comenzó a aumentar sus sentidos uno por uno mientras ponía la otra mano en la barrera, en ese momento su aura empezó a formarse mientras su Cosmos ardía y trataba de elevar todos sus sentidos tratando de alcanzar el séptimo sentido. Si lograba sincronizarse con la barrera y con las posibles ondas que debía emitir, quizás pueda lograr desbloquear lo que sea le restringía sus poderes, claro está sin anular el efecto de la barrera, no por algo esta servía para ocultar del mundo exterior la existencia de Youkais y demás demonios, lo cual naturalmente lo humanos no tomarían muy bien la noticia de esta existencia y él no quería entorpecer el delicado equilibrio que existía en este mundo entre estas dos especies, después de todo su trabajo como centinela era mantener el equilibrio sin dejar margen de paso al caos.
Era algo dificultoso, sentía que la energía que emitía la barrera era más de carácter mágico, era demoniaco. Lo cual resultaba algo lógico en una escuela llena de criaturas sobrenaturales, en momento dado pudo distinguir las ondas y de inmediato ardió su Cosmos más allá mientras trataba de canalizar la energía a través de su mente y con sus ondas cerebrales tratando de entrar en sincronía con las ondas de la barrera, al principio iba todo bien, podía sentir el poder suyo latir de nuevo en todo su cuerpo,, pero tuvo que desistir cuando de nuevo la fuerte jaqueca le afectó de nuevo esta vez más fuerte que nunca .
"Agh…" decía el joven mientras se sostenía la cabeza fuertemente, ¡casi lo había conseguido! Sin embargo pronto se dio cuenta de algo, su mano estaba llena de una especie de aura de energía, como una flama azul muy pequeña pero podía sentir el poder latente en ella. Fue solo un momento cuando la energía desapareció, si lo había logrado, por poco pero lo consiguió, ahora solo debía hacerlo paso por paso y buscar una forma más rápida y menos dolorosa de hacer regresar sus poderes, podría funcionar, pero decidió no arriesgarse más, su cabeza había sufrido mucho por un día. Además sentía que había algo más que le impedía regresarlos a plenitud, seria acaso que la magia no era solo lo que le bloqueaba, ¿sino una potente energía demoniaca? Podría intentar reproducir ese tipo de energía pero el problema era que no conocía a cabalidad muy bien cómo funcionaba la energía demoniaca. Como toda energía o poder como el Ki, el cual es la propia energía vital que tiene todo ser vivo, el Youki como se llama la energía demoniaca debe ser distinto al que usan otros seres como los propios humanos. Además que cada energía vital es única en cada individuo, parecía difícil pero… de pronto y antes de seguir en sus cavilaciones, sintió una presencia aparecer cerca detrás de él, no sabía si fue gracias a que trato de expandir su aura canalizándola con la energía de la barrera que pudo finalmente volver a sentir una presencia que aun solo unos segundos fue el tiempo suficiente para notar la figura que recién salía del bosque y que se acercaba hacia el caminando tranquilamente.
Mirando de cerca el joven centinela pudo distinguir al sujeto como alguien no mayor que él, tenía casi su misma estatura y hasta quizá era más joven que él, llevaba chaqueta y pantalones negros, tenía el cabello corto de color azul oscuro lo mismo que sus ojos, aunque por un breve segundo a Kay le pareció verlos centellando en rojo.
El sujeto no parecía ser un estudiante de la escuela, ni su apariencia indicaba nada que perteneciese a los directivos o personal de la misma, según recordaba el centinela, este sujeto concordaba con la descripción que le habían dado del ladrón de artefactos mágicos del mundo espiritual, y por su apariencia asemejaba a la raza Yuki-Onna pero de genero Varón. No había duda, se trataba del mismo sujeto, finalmente se ha manifestado y lo peor para Kay es que no cuenta con sus poderes a plenitud todavía. Tendría que pensar en algo y rápido.
"hola, ¿Qué más? ¿Qué haces por aquí? ¿Estás perdido?" decía el centinela esperando al menos una distracción que le permitiera escapar, no podría pelear ahora, no a plenitud, por lo cual tendría que forzarse a una retirada táctica y planificar el siguiente movimiento ahora que sabía que en verdad el ladrón estaba aquí.
"no finjas, sabes muy bien quien soy, como yo sé muy bien quien eres, verdad, ¿detective espiritual?" decía el ladrón mientras se paraba de frente a una distancia corta del centinela, sus ojos eran fríos como un tempano de hielo y lo escudriñaban como analizándolo. El centinela solo chasqueo los dientes.
En si el sujeto no lo conocía realmente, y creía que era un detective espiritual en vez de un aliado de estos, lo cual era lógico ya que nadie a excepción del mundo espiritual y unos vigilantes aquí conocen a ciencia cierta la existencia de los centinelas. Si bien le alegraba en parte a Kay esto, aun así seguía estando en desventaja, ya que sin sus poderes no podría demostrarle cuan equivocado estaba en su afirmación. ¡Maldita sea la hora que llego a aceptar esta misión!
"bueno, felicidades, me reconociste, ¿podría saberse que fue lo que me delató?" decía el centinela mientras trataba de ganar más tiempo, ideando un plan.
"mph… no hace falta hacerse el desentendido, el que estés cerca de esta barrera es que no has podido usar tus poderes a plenitud, ¿verdad?" le contestaba el chico ahora reconocido como el ladrón de artefactos mágicos mientras seguía parado a una distancia considerable del centinela.
"¿c-como has… podido saber… eso?" decía el centinela algo sorprendido, no quería aparentar miedo antes este sujeto, pero no pudo más que sorprenderse cuando este lo dijo.
"¿acaso no conoces las propiedades de la barrera? Cualquier intruso que no sea perteneciente a la Academia Youkai y sea un desconocido se le matara en el acto, aunque lo que me sorprende es que sigas vivo cuando deberías estar muerto, aun cuando te hayas pasar por estudiante, si despiertas tus poderes al máximo, y sea diferente a la energía de los Youkai, la barrera de inmediato te mataría, es extraño realmente esto" decía algo extrañado el joven ladrón.
El centinela miraba dubitativo al chico, entonces lo que le paso a los otros detectives espirituales venidos aquí antes que él, lo mismo que al vigilante fue… Kay sudo frio, ya creía encontrar la respuesta a lo que les paso a los demás.
"¿entonces eso quiere decir que los detectives espirituales venidos antes de mi están?…"
"correcto, están muertos" decía el ladrón con una sonrisa. "uno intento seguirme dentro de la barrera mientras escapaba, fue un grave error de su parte, la barrera de inmediato lo mato y desintegro, no quedo nada él. No tuve que despertar mis poderes para eliminarlo, ya que estoy inscripto en la academia como estudiante la barrera me permitió pasar, claro que tampoco tuve que despertar mis poderes al máximo, lo cual no quiero arriesgarme a que me desintegre a mí también" decía mientras reía sarcásticamente el ladrón
"¿y porque me cuentas todo esto?" Decía de manera interrogativa Kay
"¿acaso no es obvio? porque no vivirás para contarlo" decía el joven mientras de su chaqueta sacaba lo que parecía ser una espada, el centinela la reconoció como uno de los objetos robados, llamada "espada sombra" según recordaba, tenía que tener mucho cuidado con esa espada, una
De sus propiedades era la de transformar en demonios de bajo nivel con solo una cortada de su filo, tenía que tener cuidado con esa espada
El centinela retrocedió unos pasos hasta estar de espalda directa a la barrera y coloco sus manos apoyadas en esta misma, quizás pareciese que estuviera retrocediendo asustado lo cual alegro al ladrón que puso una sonrisa sádica y sus ojos centellaron en rojos, lo cual le había confirmado a Kay que no soñaba cuando los vio centellar en ese color antes. Sin embargo todo era parte de su plan, mientras trataría de ganar más tiempo hablándole trataría de despertar de nuevos sus poderes como antes lo hizo, quizás le dolería la cabeza bien fuerte y muy poco de su poder saldría, pero era peor que nada.
"¿Y dime que le paso al otro detective espiritual? Según tengo entendido eran dos" inquirió el joven centinela
"mph… bueno ya que no vivirás mucho para contarlo te lo contare, él también está muerto, fue más inteligente ya que no despertó su poder al máximo aquí, y trato de pasar desapercibido suprimiendo su aura en su totalidad, pero no le impidió que la barrera en los momentos que más necesitaba de sus poderes se los suprimió y casi llega a matarlo si no fuera claro porque me adelante y lo envíe de regreso al mundo espiritual, aunque no vivo jeje" decía el ladrón mientras avanzaba hacia Kay con espada en mano, el joven pelirrojo sudo frio.
Tratando de canalizar su poder de nuevo en la barrera y entrando en sincronía con las ondas que emitía la barrera, lo cual era difícil dado que quizás la verdadera naturaleza de esta sea más que mágica de origen demoniaco, lo cual él no tenía mucho conocimiento en ese punto. Aun hacia el intento mientras trataba de ganar más tiempo y de paso responder algunas de sus dudas.
"ya veo, ¿y que paso con el tercero? Según se enviaron tres hasta aquí para perseguirte" lo dicho por Kay hizo detener al joven ladrón que se aproximaba hasta el, lo miraba algo extrañado y confundido.
"¿De que estas hablando? ¿Alguien más? ¿Que yo sepa eres el tercero que viene hasta aquí en busca mía, no?" respondía algo desconcertado el ladrón.
"mph… ya veo él no tiene idea de la existencia de los Vigilantes, por ende es que desconozca de que le hablo, así que dudo conozca la existencia de los centinelas" así pensaba Kay mientras seguía concentrado en la barrera.
"no sé de qué hablas, pero ya basta de tanta platica, prepárate detective, ¡te iras al mismo sitio que tus camaradas!" el ladrón con su espada en mano se lanzó directo al centinela, no debía preocuparle si es que en verdad todavía él no ha podido recuperar sus poderes, eliminarlo será presa fácil, así pensaba confiado el ladrón.
Para Kay fue casi impotente el quedarse parado allí cuando el ladrón se arrojó directo a él, aun no podía sentir su aura y no podía prever sus movimientos con sus reflejos aun, de pronto no sabía si fue considerarlo pura suerte o cosa del destino, el dolor de cabeza agudo de inmediato le dio lo cual hizo que se arrodillara del dolor sujetándose la cabeza en el mismo instante que un tajo de la espada del ladrón casi le decapita la cabeza, estrellando esta misma espada en la barrera y no sabe si fue porque la barrera detecto una reacción hostil contra ella, pero una corriente de electricidad salió de la barrera cubriendo la espada y electrocutando al ladrón que de inmediato salió disparado hacia adelante estrellándose contra el suelo duramente.
Kay solo quedo algo sorprendido por eso, pero luego vio como el ladrón se paraba algo chamuscado y adolorido, pero aun indemne, sin embargo tenía que pensar rápido, antes que se repusiera por completo y volviera a la carga, se había salvado por poco y no podía dejar pasar esta oportunidad.
Cuando pensaba tomar la oportunidad de desarmar a el sujeto en cuestión quitándole la espada, este se movió del lugar a una gran velocidad y por un momento Kay pensó que lo había golpeado con una patada pero solo fue la imagen traslucida del sujeto que desapareció, el chico peli castaño se sorprendió en parte ya que no alcanzo a ver cuándo se movió pero antes de pensar a donde fue, alcanzo a sentir medianamente una presencia pero lo suficiente que le advirtió de una presencia detrás de él y alcanzar a agacharse esquivando un tajo de la espada sombra.
Después impulsándose con sus piernas para adelante choco con la barrera pero alcanzando a hacer distancia del sujeto de negro en cuestión.
Dándose cuenta, Kay pudo notar que el sujeto en cuestión no era ningún tarado aunque hace momentos le pareció, quizás él no sabía que la barrera le regresaba los ataques que le infligiesen, una buena técnica defensiva y que él tampoco sabía pues en las clases de la escuela de seguro no lo mencionan por razones de seguridad. Aun así no sabía que esperar, el sujeto de negro parecía dispuesto a seguir y él no tenía muchos recursos que usar para defenderse añadiéndole que estaba entre la barrera y el sujeto con la espada sombra que un solo corte de esa espada maldita podría ser fatal. Por el momento sería buena idea tomar la retirada mientras ideaba un mejor plan para la próxima vez, pero si iba a huir por esta vez, debía de hacerlo ahora ya que sentía que la poca energía que le quedaba gracias a la barrera se iba como siendo bloqueada una vez más. Así que rápidamente pensó en una estrategia ocurriéndosele una.
Llevándose manos a ambos lados de la cabeza, genero un resplandor intenso que termino cegando al ladrón: ¡Taiyouken!
El ladrón termino llevándose las manos para resguardarse del resplandor que anudado a la barrera, esta actuaba como una especie de espejo termino reflejando más alto el poder de la técnica lo cual impidió al ladrón contraatacar, aprovechando esta distracción el centinela agarro una piedra del suelo, se la arrojo al joven vestido de negro y con una puntería certera termino impactándole justo en la frente lo cual hizo tambalear al ladrón y confundirlo pero no tumbarlo o dejarlo inconsciente, debía ser resistente quizás a su naturaleza de Youkai, pensaba Kay.
Como respuesta al ataque el ladrón con su mano izquierda lanzo una especie de descarga de aire frio hacia el frente que el centinela esquivo por poco haciendo que al parecer el rayo congelante, si es que se había dado cuenta bien chocara contra la barrera, sin embargo el ataque fue regresado por la misma barrera de regreso al joven ladrón que pudo sentir el ataque antes de que chocara de nuevo con él, esquivándolo y dando en el suelo que de inmediato congelo una parte de la tierra.
Aprovechando aun la confusión del individuo el centinela corrió al bosque mientras hacía distancia del ladrón, no le gustaba hacer eso y se sentía como un cobarde, pero no tenía los poderes para enfrentarlo aun y mejor era no arriesgarse a subestimarlo después del ataque, lo mismo le había pasado con Saizou y casi termina muerto, y Kay estaba seguro que este no sería tan débil como Saizou ni tan estúpido, aunque lo de hace un rato le entro dudas respecto a eso, Kay solo sonrió al pensamiento.
Terminado el reflejo del resplandor de la técnica Taiyouken en la barrera, el joven vestido de negro aun cubriéndose con los brazos la cara, empezó a tratar de mirar a todos lados a saber a dónde fue el detective espiritual, poco a poco empezaba a recuperar la visión aunque veía algo borroso y no alcanzaba a distinguir nada a distancia. Pasado un momento por fin pudo recuperar la totalidad de la visión aunque aún le ardían los ojos, ya se había dado cuenta que el detective había escapado, si el en verdad aun no tenía poderes y uso de lo poco que tenía en tratar de escapar, significa que aún no contaba con su potencial al máximo, el joven mascullo los dientes. Aun así no debía subestimarlo, el mismo se lo acaba de demostrar, decide perseguir el rastro del detective, mientras pensaba en una manera de eliminarlo sin subestimarlo esta vez, aunque no hacía falta mucho el perseguirlo, ya sabía para donde iba.
…
Las clases habían terminado y ya era la hora del recreo, una pensativa Moka caminaba por los pasillos mientras andaba reflexiva, pensando en lo que había pasado esa mañana antes de clases, andaba preocupada por su amigo Kay que no se había presentado en las primeras horas de clase, el recuerdo de la mañana vino a su mente. "¿podrías preguntar antes de hacer eso? ¡Yo no soy tu desayuno de cada mañana!", ¿Esas palabras vinieron a su mente, no creía que se enojaría tanto, acaso él pensaba que solo lo veía como alimento y no como amigo?
"he y, Moka-san" dijo que hizo que Moka s diera vuelta encontrándose con Tsukune
"Oh Tsukune, ¿Qué tal?, ¿Cómo has estado?" decía Moka, a decir verdad en toda la clase no le había prestado atención a Tsukune ni siquiera a saludarlo, tendría que disculparse con el también
"¿yo? Más bien tu Moka-san, ¿Qué tienes? toda la mañana has estado pensativa, no has hablado conmigo, tiene que ver con Kay-san? Él no se ha presentado en toda la mañana, ¿paso algo?" inquiría algo nervioso el joven.
"eh? Oh… no es nada descuida, ¿Kay?…pues no se la verdad… quizás aún no se siente bien después que le dieron de alta del hospital jeje" Mentía y Moka lo sabía pero ahora no tenía ganas de hablar de lo que paso realmente, no era que le cayera mal Tsukune, solo no tenía ganas de hablar de eso ahora.
Antes que pudieran continuar hablando una voz hizo eco hablándoles. "¿tú eres un vampiro no es verdad? Akashiya Moka." ambos se dieron vuelta y miraron hacia arriba para mirar a una chica sentada en la barandilla de la escalera que daba al segundo piso. "o al menos así dicen los rumores" la chica salto desde su asiento y aterrizo con gracia femenina en el suelo.
Algunos chicos llevaron su atención hacia la chica que había saltado y algunos estudiantes varones empezaron a alabar la belleza de la chica, que no era otra más que Kurumu. De inmediato, la súcubo empezó a caminar hacia Moka y Tsukune haciendo caso omiso del alarde de los demás chicos.
"he venido a declararte la guerra Moka-san" decía la Kurumu mientras avanzaba alrededor de Moka
"¿declararme la guerra?" pregunto la chica peli rosa algo contrariada
"veras, estas siendo un obstáculo para mi plan" decía la Súcubos con sorna. 'si, mi plan de convertir a todos los estudiantes varones en mis esclavos, convertir a la academia Youkai en mi Harem personal' decía la chica "yo, la Súcubos Kurumu Kurono, ¡cumpliré mi plan a la perfección!" decía mientras se reía histéricamente, tanto Moka como Tsukune veían extrañados y avergonzados esta escena. Creían que la chica estaba loca o algo así.
"esto… ¿pero revelar tu propia identidad no está en contra de las normas de la academia?" le preguntaba algo nerviosa la chica peli rosa
"agh eso no importa ahora… ¡Akashiya Moka por alguna razón todos los hombres aquí se están fijando en ti y no en mí!" mascullo la muchacha "es imperdonable, mis encantos de mujer no podrían perder contra ti…" ladro la chica peli azul con dedo acusador hacia Moka.
Tsukune decidió separar a las chicas en vista de que quizás las cosas estaban yendo a los extremos, "oye disculpa, no sé qué traes pero por favor, no creo que la violencia sea el método para resolver algo" decía el muchacho algo nervioso, no quería que las cosas pasaran a mayores y más aún en una disputa Youkai.
La Súcubo solo atinó a mirarlo y poner una sonrisa coqueta "oh, que tenemos aquí, un joven guapo, ¿y qué haces al lado de esta chica? No me digas, ¿eres uno de sus prometidos verdad? Claro, ¡es que a ella no le basta con uno y ahora tiene dos!" decía la chica mientras se agarraba a Tsukune frotándose a él, haciendo que la cara del muchacho se pusiera roja como un tomate.
"eh… claro que no, Tsukune-san es solo un amigo, nada más" decía Moka algo ofendida
"Ahora que lo pienso el huele muy bien, casi como humano" decía Kurumu lo cual hizo consternar a Moka y alertarla. "si, ¿quizás solo estas usando a Tsukune-kun y de paso a Kay-san como tu fuente de desayuno diario verdad?" termino tajantemente de decir la Súcubo
"¿que?" decía Moka consternada
"espera un momento, Moka-san no ha hecho nada a mi…" no pudo continuar Tsukune ya que Kurumu se voltio a mirarlo a los ojos y en eso recito su técnica.
"¡Charm!" recito la chica como la técnica de Súcubo dio en Tsukune
De repente Tsukune sitio sus parpados pesados, una sensación molesta se apodero de él, como si no estuviera en control de su cuerpo.
"etto… si, ¡quizás tengas razón, por eso quizás nos tiene cerca de mí y a Kay-san a su lado!" decía Tsukune dándose cuenta de lo que decía pero sin poder corregir lo que decía, era como si su cuerpo no lo obedeciera y no pudiera responder como quisiera.
"Tsukune…" decía Moka sin poder creerlo, ella nunca le había hecho nada a él, pero se preguntaba si con Kay era lo mismo, y solo lo veía como su alimento. ¡No! Ella se arriesgó por el cuándo peleo contra Saizou, uno nunca arriesgaría su vida por un "alimento", pero pensó nuevamente lo de esta mañana que paso entre los dos, él se veía molesto por lo que le hizo.
"admítelo Moka, es la verdad, solo los usas como alimentos" decía la chica peli azul con una sonrisa.
"ya veo después de todo, si soy el desayuno Moka-san" decía Tsukune aun en trance, trataba de responder de otra manera pero no salía las palabras que quería pronunciar.
Moka se sentía consternada, ¿porque Tsukune decía tales cosas? Una muchedumbre de estudiantes a su alrededor estaban esperando su respuesta, algunos querían ver llover sangre. Cuando Moka iba a responder, una voz hizo eco en el pasillo.
"¡¿qué está pasando aquí?!"
Cundo se dieron vuelta algunos estudiantes sintieron un escalofrío, Tsukune mentalmente se alegró lo mismo que Moka que exteriormente se denotaba muy feliz, Kurumu en cambio sudo frio.
Frente a ellos estaba Kay Namura.
…
Unos momentos antes…
El joven centinela caminaba por la escuela después de haber corrido casi una maratón lejos de la barrera por el bosque lejos del ladrón de artefactos mágicos, había conseguido escapar por poco. Se daba cuenta que no debía subestimar a ese sujeto, en si pensó en el ataque de él, el uso una especie de corriente de aire frio si bien se percató antes de esquivarlo, quizás sea propio de la familia de Yuki-Onna, eso pensaba el joven mientras metía una moneda en una máquina expendedora de refrescos, mientras sacaba la lata de refresco y contrario a lo que se esperaría de alguien normal que era beberla, él se la llevo a la cabeza, necesitaba aclarar las ideas y de paso calmar el dolor que sintió hace algunos momentos, su pobre cabeza había sufrido tanto el día de hoy, así pensaba el joven mientras caminaba por los pasillos llenos de gente, la mayoría estudiantes, "quizás era hora del recreo" eso pensaba el centinela.
Tenía que pensar en una forma de someter y derrotar al ladrón ahora que sabía no podía hacerlo en una lucha frontal sin esperar que él tenga más trucos o sea más fuerte en ese ámbito que él, ahora que él estaba en obvia desventaja, el ladrón contaba además con la espada robada del mundo espiritual llamada "espada sombra" según recordaba, una sola cortada de esa espada y podría convertirse en monstruo lo cual era algo que no deseaba, debía pensar primero en neutralizar esa espada, también estaba el segundo objeto robado, el llamado "abandonad la esperanza" un espejo con la particularidad de poder cumplir cualquier deseo pero solo uno al usuario que lo posea, pero según recordaba ese tenía un costo el cual aún no lo sabía el centinela y no se habían tomado la molestia de decírselo por alguna razón los del mundo espiritual. Aun así también sabia según el informe que le habían dado que solo podía usarse ese espejo en noches de luna llena lo cual era un beneficio para el centinela que supiera más o menos cuando podría usarlo el ladrón, debía descubrir que día era el indicado en que saliera la luna llena para poder trazar una estrategia para ello.
Recordaba que cuando pudiera, si es que realmente podría derrotar al ladrón y devolver los artefactos robados debía explicarle a Koenma que fue del destino de los dos detectives espirituales que envió anteriormente, lo cual no quería ni imaginar su reacción aun teniendo una figura de niño. Pero también pensó en el otro enviado anteriormente, el dichoso Vigilante que por alguna razón que él no se molestó en preguntar, aunque tenía sus sospechas, fue enviado a esta extraña escuela a tratar de triunfar donde los otros detectives fracasaron, y por lo que supo de boca del mismo ladrón él no sabía a quién se refería, y no había el desconfiar aun cuando él fue el mismo que admitió que tuvo que ver en la muerte de los detectives. ¿Entonces que había sido del Vigilante? ¿A que había venido aquí realmente? ¿Tenía algo que ver con los mismos Centinelas? ¿Y lo que no quería pensar pero llegaba una posibilidad, tenía que ver con los primordiales?
De solo pensarlo Kay sudo frio. No sería raro el pensar eso, ¿ya que después todo para eso existen lo Centinelas No? Para detener los primordiales y evitar que impidan las evolución espiritual de los seres, ¿no?
Reflexionando mientras caminaba el joven abrió su lata de refresco antes que se calentara por tenerla tanto tiempo en la cabeza, y se a llevo a la boca, al menos el líquido pasando por su boca lo hizo relajarse algo, tenía que pensar en muchas cosas y solo por un momento quiso quitarse el stress, solo fue un momento antes de escuchar un escándalo por el pasillo.
Kay no era chismoso ni mucho menos le interesaban los chismes de pasillos, pero no pudo más que sentir curiosidad sobre todo porque entre todo ese bullicio pudo distinguir las voces de Tsukune y Moka, lo cual le dio más ánimos para ir hacia allá ya que recordaba le debía una disculpa moka por lo que había ocurrido esta mañana.
Cuando pudo distinguir bien en el centro mismo del bullicio de hecho estaban Moka y Tsukune los cuales se daba cuenta eran el centro de atención, aunque curiosamente también reconoció a una chica peli azul también al lado del joven de pelo castaño, era la misma chica de esta mañana que ayudo y por alguna razón intento "dominarlo" o algo así. Creo que se llamaba Kurumu Kurono según recordaba, por alguna razón estaba también allí y en pleito con sus dos compañeros conocidos, lo cual no le agrado al centinela, ya de por si la muchacha se le hizo sospechosa y una desconfianza se había apoderado de el para con ella, y ahora aquí estaba al parecer en pleito con sus dos (y quizás únicos) amigos en esta escuela, aunque fuera una misión de paso.
Dando un último sorbo a su bebida lanzo la lata a un cesto de basura y salió al frente del bullicio, antes de acercarse pensó en como lo haría, esa chica desconocida de esta mañana le había dado mala espina y no sabía porque le había entrado tanta desconfianza sobre todo cuando sintió su mente ser atacada siendo ella posiblemente la causante, podría acercarse a preguntarle que quería y que pasaba en ese momento, pero mejor decidió actuar como lo haría un estudiante, ya que después de todo él era uno y estaba inscripto aunque obviamente eso no era más que falsedad, además debía de recordar que estaba en una academia o escuela para Monstruos, y es más que obvio al llevar aunque poco tiempo que la mayoría de estos estudiante no eran amigables, así que tenía que actuar como actuaria un monstruo cuando está molesto.
Con una voz que denotaba su molestia por la chica peli azul grito aunque su voz más parecía un rugido:
"¡¿qué está pasando aquí?!" rugió el centinela tratando de sonar convincente en su tono y estado de ánimo, lo cual hizo que los estudiantes que miraban la escena voltearan hacia él, lo mismo Tsukune, Moka y Kurumu. Los dos primeros denotaron alegría mientras la última sudo frio y puso una cara de hastió y molestia, pero al ver la cara de pocos de amigos de Kay inconscientemente se apartó un poco de Tsukune.
"¡Kay!" decía Moka mientras caminaba hacia el alegre de verlo y que no le haya pasado nada.
Kay volteo a verla, quería disculparse por lo de esta mañana pero antes tenía que saber el problema de esta especie de altercado. "Moka, ¿qué pasó? ¿Qué es este escándalo? Y… ¿qué quiere ella?" decía el joven mientras miraba a la joven peli azul fijamente sin dejar de hablarle a Moka.
"¿Heh? Pues no sé, dice que viene a declararme la guerra por una razón extraña, y me gritaba y amenazaba… pero lo más extraño es que creo le hizo algo a Tsukune, prácticamente esta ido como zombi" decía Moka algo preocupada, podía percibir que algo la Súcubo tenía que ver con ello y que Tsukune respondiera afirmativamente a todas las preguntas de la chica, al principio la contrario lo que Tsukune decía pero entre más lo veía responder más lo veía extraño
Kay solo entorno la mirada hacia Tsukune y podía vislumbrar en la mirada del chico que sus parpados estaban como exhaustos y sus pupilas dilatadas, luego se acordó de algo, lo que había ocurrido esta mañana con la misma chica que ahora estaba al lado de Tsukune, sentía que una fuerza misteriosa y no sabía cuál, quiso adentrarse en su cabeza, dentro de su mente y eso había ocurrido justo en el momento que ella le pidió que lo mirara a los ojos, por supuesto quizás no pudiera ejercer sus poderes a plenitud total, ni expandir su mente a planos astrales o exteriores, pero no era un débil mental ni mucho menos estaba vulnerable a ese tipo de ataques, al menos su maestro Shaka de virgo no le había enseñado tan mal a defenderse de ataques psíquicos incluso estando vulnerable o donde físicamente estuviera en aprietos, o al menos funcionaba con los que eran más débiles que el como fuese, lo que la chica quiso hacer no le funciono, pero ahora parece que en Tsukune si fue así, ya que después de todo, él era un humano común y corriente sin preparación física y mental, así que tenía que ser lógico que fuera susceptible a ese tipo de ataques.
Acercándose hacia Tsukune, la chica peli azul se le paro enfrente. "oye, ¿qué crees que haces?" preguntaba Kurumu aun nerviosa de que pudiera echar abajo sus planes.
"apártate" dijo el centinela con firmeza lo cual hizo trastabillar al Súcubo a un lado, era obvio que él no jugaba con lo que decía.
Acercándose quedando de frente a Tsukune, el joven pelirrojo puso una mana en su hombro y obligo a mirarlo a la cara. "Tsukune, ¿estás bien?" decía Kay mientras lo zarandeaba un poco
"que dices Kay-san? Yo estoy muy bien…" decía el joven peli castaño con una voz que denotaba cansancio y sus ojos parecían adormecidos. El centinela seguía zarandeándolo y preguntándole lo mismo obteniendo la misma respuesta en ambos casos cuando la Súcubo decidió intervenir.
"oye que haces, ¡déjalo ya! El solo quiere estar conmigo, verdad Tsukune?" decía mientras Kurumu se aferraba al chico de un brazo lo cual hacia sonrojar al chico.
"s-si… quiero estar contigo Kurumu-chan…" decía Tsukune
Kay no necesito mucho para darse cuenta de la treta, ya era obvio que Tsukune estaba bajo una especie de control mental por parte de la chica, haciendo acopios de voluntad, decidió imitar los rasgos y el tono de su voz de su maestro Vegeta, al menos le había funcionado un par de veces antes.
"dije que te apartaras" dijo con voz firme a la peli azul.
El Súcubo trastabilló de miedo pero siguió firme a Tsukune con una mirada retadora. "¿qué dices? ¡Tsukune quieres estar conmigo! El mismo lo dijo, ¿o acaso estas celoso?" decía con un tono de voz coqueto pero que no surtió efecto en el centinela.
Perdiendo algo ya la paciencia, Kay agarro del brazo suelto a Kurumu y con algo de fuerza la hizo soltar de Tsukune y la empujo suavemente a un lado. Tal acción provocó un jadeo por parte de la peli azul que no se esperaba eso, un eco masivo de parte de los estudiantes y una protesta por Tsukune el cual aún poseído se abalanzo hacia Kay sujetándole de la camisa.
"¡qué diablos te pasa Kay-san, esa no es la manera de tratar a una chica!…" mientras seguía profiriendo a voces palabrotas contra Kay, este lo sujeto de las muñecas y con una rápida habilidad lo hizo soltarse debido a la presión que le hizo y rápidamente colocarle las manos detrás de la espalda mientras le sujetaba por detrás.
"¡Kay!" grito Moka consternada por lo que hacía.
Aun sorprendida por la acción del chico, Kurumu aun así decidió aprovechar la oportunidad y se acercó hasta Kay poniéndose a un lado y haciendo que este girase la cabeza por curiosidad en saber que hacia la chica, lo cual era lo que ella buscaba una vez que sus rostros se encontraran y cuando miro directamente a los ojos de la chica se dio cuenta de su error.
"¡Charm!" profirió la chica esta vez aplicando el hechizo hipnótico en toda su intensidad, tanto fue que Kay pudo vislumbrar una especie de ondas salir de los ojos de la chica y sentir entrar en el haciendo soltar a Tsukune y llevarse sus manos para tratar de restregarse los ojos. Otra vez la misma sensación de antes la había sentido adentro de él y esta vez fue bastante más fuerte. Por suerte para él, logro cerrar su mente antes de que la sensación fuera más lejos.
Una vez sintió irse la sensación, volteo a mirar a la chica peli azul con rostro serio, ya no podría engañarlo más, ya estaba confirmado que uso una especie de ataque hipnótico hacia él y posiblemente también en Tsukune, en cambio Kurumu sudo frio, una vez más su hechizo no funciono, ella solo atino a morderse los labios en señal de frustración. "¡¿qué demonios pasa aquí?! ¡Quién es este chico que resistió mi técnica del Allure dos veces!" pensaba la chica cuando vio a Kay acercarse a Tsukune
"¿Kay que sucedió?" preguntaba Moka preocupada
"quédate ahí Moka, espera" le ordeno Kay cuando estuvo frente a frente Tsukune.
El chico de pelo castaño solo atinaba a mirarlo curioso cuando de repente una mano termino agarrándolo de la camisa con una gran fuerza que lo hizo levantar escasos centímetros del suelo, mirando al frente Kay lo miraba serio mientras lo tenía agarrado de la camisa con su brazo derecho. Antes que pudiera atinar a decirle algo un golpe le vino hacia el lado izquierdo de su mejilla, Kay le había lanzado una sonora bofetada que hizo un poco de eco en el pasillo haciendo sorprender a los estudiantes que miraban la escena y otros más que pasaban por ahí a voltear a mirar. Moka solo estaba sorprendida por lo que pasaba y no atino a decir o hacer nada, llevada por la sorpresa y porque el mismo Kay le había pedido que permaneciera en su lugar, no sabía porque, pero confiaba en que el estuviera haciendo las cosas bien aunque por dentro dudaba. Kurumu solo veía con los ojos grandes llenos de sorpresa, por dentro tenía miedo de lo que el chico le hiciera a ella, si así era con su amigo, que podría esperar que le hiciera a ella. Antes de seguir pensando un segundo sonido hizo eco, una segunda bofetada le fue dada por Kay a Tsukune esta vez del lado derecho de su mejilla tan pronto como este lo había soltado de su agarre unos segundos antes.
Todo el mundo jadeo en consternación por lo que hacía Kay, tanto que incluso Moka tuvo que apartarlo a la fuerza lejos de Tsukune quien se sobaba las mejillas, el centinela solo gruñó con algo de dolor, ya que después de todo la fuerza del agarre de Moka no era débil.
"¡Kay! ¡¿Qué crees estás haciendo?! ¡¿Porque golpeas a Tsukune?!" Decía Moka
"Kay-san… augh… ¿porque hicisteis eso?" decía un adolorido Tsukune mientras se sobaba las mejillas rojas por las bofetadas dadas hacia él.
"¿ya estas mejor?" decía Kay mientras miraba los ojos de Tsukune que ahora parecían normales y muy despiertos quizás por el dolor de los golpes propinados.
"¿que si me siento mejor? ¡Pero si prácticamente me golpeasteis! ¡Cómo voy a estar mejor!" rugía Tsukune con los ojos lagrimosos
"ya, ya lo siento, pero era necesario"
"¿necesario? ¿A qué te refieres?"
"así es, pero antes de decírtelo dime, ¿aun quieres estar al lado de esta chica extraña?" le respondía Kay señalando al Súcubo la cual ponía gesto de ofendida por la señalación y el insulto.
"¿Heh?… ¿pero qué dices Kay-san?… ¿estar a su lado?" decía Tsukune algo contrariado. "si recuerdo haber dicho eso, pero pareciese que no quisiera haberlo dicho realmente la verdad no sé, ahh… por cierto Moka-san disculpa lo de que te dije hace rato, no fue mi intención, ni siquiera sé porque lo dije en primer lugar" decía el joven apenado mientras se rascaba la cabeza.
Moka solo atinaba a mirarlo algo curioso, no sabía porque Tsukune se disculpaba luego de haberle dicho lo de antes, solo atino a mirar a Kay a saber qué hacer, el cual la miro asintiendo la cabeza en señal de que no había ningún problema.
"claro Tsukune, descuida, disculpa aceptada" decía la joven aunque algo dubitativa
En eso Kay atino a mirar a Kurumu la cual ya hacia ademanes para escaparse cuando una mano se posó sobre su hombro para darse vuelta, y mirar la cara de Kay mirándola fijamente "¿adónde crees que vas?"
La chica solo atino a separarse bruscamente del joven en señal de molestia "¿y a ti que te importa?"
"me importa mucho ya sabes que tu ataque no funciona en mi" le decía el chico peli castaño mientras la miraba fijamente dándole a entender que se mantuviera alejada de ellos por su seria mirada. "no te quiero ver cerca de nosotros" fue lo último que le dijo a la chica antes de retirarse donde sus amigos.
"tch… ¡haz lo que quieras!" Decía la chica mientras se volvía furiosa y se iba corriendo por el pasillo lejos de la muchedumbre.
"Kay-san…" decía Tsukune mientras se acercaba hacia junto con Moka. "¿Que paso? ¿Por qué le dijiste eso?" decía el joven peli castaño algo apenado por la chica
"Tsukune mas te vale mantenerte alejado de ella, ella trama algo, lo mismo que tu Moka"
La chica solo asintió pero Tsukune aún seguía dubitativo sobre a qué se refería.
"bueno por lo mientras necesito hablar con ustedes, en especial contigo Moka" decía Kay
"¿Heh? ¿Qué conmigo?" decía la peli rosada
"si… vengan conmigo" así decía el joven mientras los tres se alejaban de la muchedumbre la cual algo decepcionados porque no hubiera pelea empezaron a dispersarse.
…
Una mancha borrosa se movía entre los arboles con dirección al edificio de la escuela, distinguiéndose podría notarse que el sujeto en cuestión llevaba ropas oscuras, solo si se tenía buen ojo se podría percatarse de ello y también el pelo azul oscuro que tenía.
Tal descripción no era otra si no la del ladrón de artefactos mágicos que se acercaba con velocidad pero también con sigilo, escondiendo su poder demoniaco mientras se acercaba en dirección a la academia Youkai, ese maldito detective se había burlado de él y debía pagar por ello, aun así él no era ningún tonto y debía pensar con calma y trazar un plan de ataque si es quería salir victorioso, pronto, muy pronto seria luna llena aquí en esta dimensión, y solo así podría cumplir su deseo, no podía permitirse el perder los estribos, además ese detective no estaba solo, él había visto la pelea que sostuvo con otro monstruo hace dos días apenas empezaron las clases, creo Saizou se llamaba ese Orco, aunque igual no importaba su nombre. Por un momento mientras veía la pelea sintió satisfacción al pensar en el fin del detective y eso que no tenía que mover un dedo para ello, pero todas sus esperanzas se esfumaron cuando entro en escenario una chica peli rosa, al principio no le dio importancia hasta cuando esta fue directo al campo de batalla y el detective del mundo espiritual le quito una especie de crucifijo del pecho de la chica y luego un enorme poder emergió que por instante le hizo erizar la piel de gallina.
Aquella aura demoniaca no podía equivocarse, era la perteneciente a un Vampiro, una de las razas de Youkais más fuertes al menos en el mundo humano y respetado en el Makai. No tuvo que imaginarse que sucedería al cambiarse los papeles y ver como ese Orco salía disparado hacia el bosque demoliendo varios árboles antes de caer vencido. ¡Que poder! Pensó el ladrón, aunque no estaba seguro de cuanto poder podría tener un vampiro, lo mejor era no arriesgarse y esperar al menos una oportunidad a que el detective estuviera fuera del alcance de sus al parecer aliados si es que podrían llamarse así, y atacarle cuando de improviso al darse cuenta que no podía hacer uso de sus poderes a pleno potencial.
Eso intento esta mañana cuando lo vio alejarse de la vampiresa al parecer enojado porque esta bebiera de su sangre y lo siguió todo el trayecto pasando por lo de la extraña chica peli azul de esta mañana hasta la llegada de este a la barrera y la oportunidad que estaba esperando acabar con él, obviamente no todo salió como pensaba. Masculló los dientes en señal de frustración mientras se posaba en la cima de un árbol mirando las inmediaciones de la escuela. A pesar de que se había inscripto en la escuela, la verdad es que a él no le importaba ni mínimamente el asistir a clases. Después de todo solo estaba aquí para hacer uso del espejo robado del mundo espiritual, y tener un lugar seguro donde pudiera esconderse hasta cumplir su deseo. Por supuesto había investigado la academia antes y se había topado con el poder de la barrera la cual no solo era como protección para no ser vista por el mundo humano sino también como método de supresión en caso de que alguien ajeno a esta irrumpiese adentro. Una idea inteligente pensaba el ladrón, después de todo los Tres Grandes Señores Oscuros no ostentaban su título y cargo por cosas insignificantes. Y la creación de la barrera alrededor de la academia por parte de estos confirmaba todo esto. Se decía que ellos tenían tanto poder que su influencia se hacía notar en el Makai y en el mundo espiritual los cuales corrían rumores acerca de ellos. Y que estos tenían una especie de alianza invisible con el mundo espiritual aunque no se había comprobado nada. Y quizás solo ellos tenían el poder de sellar los poderes a alguien poderoso, quizás por eso el tampoco al igual que aquel detective no podía usar su fuerza al cien por ciento. Tuvo que luchar para que no se diese cuenta el también, aun así seguía estando en mejor forma y teniendo mejores reflejos que aquel dichoso detective y contando aunque con un poder mínimo el suficiente para acabarlo.
Estaba en sus pensamientos cuando una figura abajo le hizo voltear a mirarla, al parecer se trataba de una chica de la escuela que caminaba a paso veloz por un camino de tierra al bosque, al principio no le dio importancia solo hasta esta paso al lado del árbol donde estaba osado en la cima, pudo distinguirla con claridad, era la misma chica peli azul de esta mañana que estaba pegada al detective y que un momento pensó que era una aliada o "algo más", por supuesto desestimó eso cuando ese la abandonó y ella hecha una furia se regresó para la escuela, no le dio importancia en su momento a ella por seguir al detective, pero ahora por alguna razón le entro curiosidad que estaba haciendo caminando por allí y al parecer con cara de pocos amigos.
Con sigilo se bajó del árbol si hacer tanto ruido y la siguió hasta esta pararse en mitad del camino, el ladrón se ocultó detrás de un árbol, al parecer estaba profiriendo voces insultos y pareciese hablara consigo misma, aburriéndose de escuchar un monto de parloteos de la chica sobre cosas como un harem, haber fallado en su misión… ya había decidido irse cuando escucho algo que le entro sorpresa y curiosidad.
"Tch… ¡ese Namura y esa Akashiya, me las pagaran! ¡Cómo diablos de todos modos ese sujeto pudo librarse de mi técnica Allure y dos veces lo hizo! ¡Malditos! ¡Me desbarataron mis planes!" decía la chica enérgicamente mientras daba patadas al suelo haciendo dispersar polvo.
No había duda que la chica estaba furiosa, sin embargo eso no era lo que más le llamo la atención, sino lo que había dicho la chica, Namura… Akashiya… ¿no eran esos los apellidos del detective espiritual y de la chica peli rosa aliada de este mismo? Al parecer esta chica los odiaba, y aunque tenía una ligera impresión del porqué de esto… si eso de "desbaratar planes" tenía que ver con "hacer un harem varonil" era algo que no le importaba en lo más mínimo. Lo único importante es que quizás podría contar con una ayuda inesperada y que podría servirle para acabar con ese sucio detective y así lograr su deseo, después de todo si ese sujeto se había aliado con un monstruo que se supone eran enemigos naturales para poder sobrevivir, entonces porque no podría hacer él lo mismo si ambos aunque de razas diferentes, ¿son de la misma especie? Por supuesto solo iba a usarla no más, ya que después de todo, cosas banales como la lealtad no existen ni siquiera entre los humanos mucho menos entre los Youkais.
Decidiendo no esperar más, decidió salir de su escondite detrás de los árboles para dirigirse hacia la chica que aún no se daba cuenta de su presencia aun distraída en sus cavilaciones. No paso mucho cuando esta se volteo rápidamente hacia su dirección en cuanto este soltó algo de su poder para llamar su atención.
Kurumu estaba distraída pensando, no fue hasta que un poder le hizo voltearse y mirar a un joven quizás de su misma edad, vestido con ropas negras, algo guapo pero con una mirada de hielo que le hizo temblar demás de su poder que estaba desplegando tuvo las ansias de salir corriendo, no debió venir al bosque sola incluso si lo era para desatar su rabia contenida.
Ya estaba dispuesta a correr cuando la voz del chico la llamo. "espera, ¡no te vayas! ¡No voy a hacerte daño, solo quiero hablar contigo!"
Kurumu no sabía que pensar ya que estaba extrañada, el sujeto en cuestión parecía muy peligroso y su aura le decía que corriera, pero algo le hizo quedarse parada quizás por el miedo, quizás atraía por el guapo chico o porque quizás este le había dicho en tono desesperado que no quería hacerle daño. Fuera como fuese se quedó hay parada sin moverse. "¿quién eres y que quieres?" preguntaba con voz algo temblorosa Kurumu
El muchacho solo sonrió. "ayudarte nada más"
Kurumu alzo una ceja confundida. "¿ayudarme?"
"así es, se ve tienes problemas con ese tal Namura y su compañera Vampiro, pude escucharte mientras hablabas a voces, pues adivina yo también tengo un problema con ellos y podría ayudarte a deshacerte de ellos y llevar a cabo tu plan, ¿qué dices?"
"Heh… ¿quién eres tu antes de todas formas?" decía Kurumu algo escéptica por la ayuda inesperada que estaba recibiendo
La sonrisa del chico solo se ensancho. "llámame Hei no más… es lo único que necesitas saber por ahora"
FIN DEL CAPITULO 6.
