Capítulo 37: De vuelta a Clases

El tiempo había pasado relativamente lento o eso es lo que pensaba Kay, habiéndose recuperado ya después de estar en cama un par de días más en la antigua casa de Kurama. Luego de que se hubo asegurado de que estuviera bien, pudo por fin levantarse y comenzar a caminar de nuevo, no hubo mejor sensación placentera para el después de ese tiempo, de estar tan entumido al estar acostado durante tanto tiempo. El grupo de chicos se quedaron unos días más en la casa de Kurama esperando que las aguas se calmaran y que la Academia enviara transporte por ellos, según se habían enterado por parte de Nekonome Shizuka, la maestra de ellos y tutora del Club de periodismo. Ella había aparecido un día en la casa de Kurama para hacerles dar las noticias de parte del director de la Academia, después de la batalla de aquella noche y pasar a quedarse con ellos también ya que era técnicamente su 'guardiana'. Nadie sabía si ella estaba enterada de todo lo que ocurrió, pero conociendo su naturaleza despreocupada y a veces hasta tonta, no pudieron evitar imaginar que ella no sabía nada. Y así era. Pero en fin.

Esos días, los amigos de Kurama se habían presentado en varias oportunidades para conocer a los chicos del Club, y servirles de guías por la ciudad en su tiempo allí. Estos eran las tres mujeres y un hombre, las tres mujeres eran Shizuru Kuwabara, Keiko Urameshi (no Keiko Yukimura, ya que ahora es casada y usa el apellido de su esposo Urameshi, según lo recalco ella por error de mención de Kurama.) y la joven chica sin apellido llamada únicamente Yukina. El hombre joven que las acompañaba a estas, tenía el cabello anaranjado de estilo parecido al usado en los años 50 u 80 como el de James Dean de la película Rebelde sin Causa, o eso le pareció a Kay según recordó aquella película. El nombre de este joven era Kazuma Kuwabara, hermano menor de Shizuru por ende que compartieran el mismo apellido.

Kay entonces recordó de donde fue que había visto a este sujeto y porque se le hacía familiar. Fue a principios de este año cuando se enfrentó a Hiei (no confundir con Hei el ladrón de artefactos mágicos.) cuando fue uno de los Ayashi aliados del mundo espiritual y enviado en su búsqueda, que luego de que Kay luchara y matara a una docena de Youkais débiles que salieron en su encuentro en un barrio abandonado de otra ciudad no muy lejos, Hiei había establecido una batalla con el Centinela para medir fuerzas y por sentido del hambre de pelea y arrogancia del Youkai. Dicha batalla había destruido varias manzanas a la redonda, aunque Kay agradeció que el barrio fuera uno abandonado y en plan de demolición desde hace tiempo. El resultado fue otro caso increíble y sobrenatural sin explicación para los del mundo humano, además que él tuvo que ser casi que obligado a asistir a una audiencia en el mundo espiritual restringido y dar una indagatoria por los daños ocasionados. Todo eso fue antes de que fuese a la Academia Youkai, y fue su primer tropiezo y batalla en este mundo, aunque debía de admitir que eso no había sido culpa suya. Ese sujeto llamado Kuwabara por los amigos, fue uno de los aliados del mundo espiritual (pero era humano, no Youkai.) que lo escoltaron y sirvieron de guardianes de él, cuándo él fue escoltado hacia allá para dar una indagatoria después de la batalla.

El no debía pasar de la veintena de edad, pero Kay detecto que poseía un poder espiritual bastante decente para dar pelea por todos los medios. Kurama le dijo que de hecho tenía un arma tan poderosa que podría lidiar contra Youkais de Rango S e incluso si quería, él podría cortar las dimensiones de todas las realidades. Algo que sorprendió a Kay y no pudo evitar asentir al reconocer que debía de haber seres muy poderosos por sus propios medios en este universo, capaces de romper las barreras que separaban a los mundos de otros mundos o realidades, tal era el caso de muchos otros seres que él había estudiado como estudiante de los Centinelas en su mundo. Dichos seres eran estudiados y vigilados de cerca por los Vigilantes, para evitar que hubiera fugas o escapes hacia otras realidades o abrieran por accidente mundos oscuros poblados por seres terribles como los del primordio. Solo podía esperar que Kuwabara supiera lo que hacía o estuviera vigilado, a lo que Kurama le tranquilizo diciéndole que él desde hace años que no hace uso de sus poderes por vivir como un ser humano normal, aunque de vez en cuando ayuda como puede en trabajos del mundo espiritual.

También se enteró que la mujer llamada Keiko Urameshi, era de hecho la esposa de Yusuke Urameshi, el tipo rebelde de aspecto gamberro, con quien también se había encontrado a comienzos de este año al final de la batalla contra Hiei, le había escoltado al mundo espiritual y a quien no le había agradado según recuerda. Incluso recuerda que se burló de él, e intento golpearlo cuando hablaba con Koenma, siendo detenido solamente por sus amigos y quien fuese su 'jefe' Koenma. Había recordado eso también de parte de las historias que le conto Kurama acerca de sus aventuras pasadas. Según recuerda Yusuke había sido el héroe que había salvado el mundo en más de una oportunidad, había unido a todos los Youkais del Makai (mundo demoniaco) cuando antes estos estaban separados en distintos sectores, bajo un único mandato de un líder capaz, y había ayudado a abrir las puertas del mundo demoniaco hacia el mundo humano hace diez años, causando que indirectamente se crearan escuelas como la Academia Youkai en un intento de buscar la coexistencia pacífica entre ambas especies.

"Así que estoy conociendo a la esposa de un héroe ¿eh?" Se decía mentalmente Kay reflexionando sobre estos hechos

"Aunque no le haya agradado a él, debería hacer las paces la próxima vez que nos encontremos, después de todo, no debe ser tan patán si tiene una esposa encantadora y amable, y ha salvado el mundo en más de una oportunidad." Así pensaba el Centinela pensando en la próxima ocasión que se pudiera encontrar con el tal Yusuke

Kay solo se dedicó a estudiar a los amigos de Kurama. Keiko Urameshi igual que casi todos no pasaba de la veintena de edad, tenía el cabello largo hasta la cintura y de color marrón oscuro, y ojos del mismo color. Ella era madre al parecer ya de dos hijos con su esposo Yusuke Urameshi. Siendo joven no podía dejar de sorprender a algunos miembros del Club pero no para Kay. Era de naturaleza amable y dulce hasta el momento, ayudando lo mejor que podía a los chicos del Club. También estaba la hermana mayor de Kuwabara, Shizuru. Ella era un poco más mayor tanto en estatura como en edad, llegando quizás a comienzos de sus treinta años, según le podía calcular. De cabellos castaños claros y largo también. De ojos marrones y tez clara. Ella tenía una personalidad cínica y despreocupada según podía inferir en sus interacciones con los chicos, y con su propio hermano menor Kuwabara cuando se trataba este de estar cerca de la pequeña llamada Yukina. Y esta última es la que le sorprendió en parte. Ya que a diferencia de la señora Keiko que es una humana común y corriente, de los dos hermanos Kuwabara que Kay podía sentir que tenían conciencia espiritual sensible, como sentía el poder espiritual fluctuar en ellos, mayor en Kuwabara que en su hermana pero aun latente al fin y cabo. En Yukina detectaba fluctuar una pequeña fluctuación de energía Youki o poder demoniaco, lo que infería que esta pequeña era de hecho, una Youkai. Kurama de hecho lo confirmo al grupo y nadie tuvo intención de ocultarlo de todos modos. Lo más sorpréndete es que la joven chica que parecía que no pasara de la temprana adolescencia, de cabellos largos verde-menta y ojos de color rojo carmesí. Pero su edad real de hecho debía de oscilar entre los 16 años a los 99, quizás se infería que ya pasaba de los 100 años de edad. Eso sorprendió a muchos de los chicos y eso infería la larga data que los Ayashi podían durar en su existencia, comparada con las efímeras vidas de los humanos.

También sorprendió a algunos que de hecho esta chica estuviera en una relación sentimental con Kuwabara. Quería decir, Yukina era una Yuki Onna, una mujer de hielo según la mitología japonesa. Pero era amable, dulce y algo ingenua. Algo que difería de lo que se tenía de conocimiento sobre estas, a pesar de que Kay nunca vio una. Así que no se le podía culpar a Kuwabara si salía con alguien como Yukina pese a la diferencia de edad, y no se decía basado en las apariencias que de hecho eran al revés, pero nadie prefirió decir algo. Las chicas del Club son las más que mayormente comenzaron a preguntar por la relación de ambos tenían, quizás motivadas o curiosas del cómo podía llevarse una relación entre un humano y un Ayashi. El grupo de los chicos se encontraban sentados en el comedor en la casa de Kurama, era un comedor de estilo occidental igual que casi toda la casa, por lo que no hubo problemas en tener una mesa más grande y sillas para la cantidad de personas que se encontraban ahí.

Ya era de noche y mientras el grupo numeroso cenaba, no dejaban algunos de prestar atención a lo que decían en la televisión que se encontraba cercana a la sala donde se encontraban, frente al comedor.

"En últimas instancias, no ha habido otros resultados o pruebas concluyentes sobre lo acontecido una semana atrás, en áreas cercanas a la ciudad de Fujimi. La explicación oficial ofrecida por los expertos contratados del gobierno japonés y los independientes, han arrojado los mismos resultados. Que no se traba más que de una fuga de gas de una tubería cercana que provoco una gigantesca explosión que arrojo fuego y metralla por todos lados. El pánico colectivo debió causar alucinaciones según los expertos psiquiatras de muchos países, siendo la más compartida por todos, el de la imagen de unos enormes tentáculos proyectándose hasta el cielo. Las numerosas imágenes pixeladas y baja calidad no muestran mucho de lo que aconteció, y se han descartado como falsificaciones hechas por piratas y gente que solo quiere ganar fama…" Eran las palabras de la presentadora nativa de un canal japonés narrando sobre lo nuevo de aquella batalla una semana atrás

Los chicos seguían fijos en el televisor mientras seguían hablando de aquel acontecimiento que presenciaron, y del que escaparon por poco con vida. Fue cuando una noticia superpuesta a esta paso enseguida.

"En mismas noticias sobre el hecho. Numerosas personas han entrado en acción contra la plantación de fábricas y para la protección de la naturaleza. Ya que una vez que se tenía pensado que los estudios del lugar cesaran, comenzara el proyecto de construcción de fábricas que se tenía previsto anteriormente en inmediaciones del lugar. Al parecer el hecho ocurrido ha causado que el público adquiera una mayor conciencia del lugar, y se organizaran numerosas protestas para detener los planes de construcción. Por ahora las empresa encargadas de esto debido al problema causado por la enorme explosión y daños en el lugar, además de la presión de los grupos ambientales. Han suspendido sus obras de trabajo de antemano por el momento." Decía la presentadora de noticias

Esto fue una noticia que trajo alegría a todo el grupo, en especial a cierta bruja adolescente. Ruby solo no pudo más que derramar unas lágrimas de felicidad como el lugar donde vivió tanto tiempo en compañía de su maestra, podría ser preservado y volver a su anterior estado pacifico. Los chicos del Club solo abrazaron a Ruby y la consolaron tratando de animarla. Kay vio esto con una sonrisa lo mismo que Kurama, al ver el fruto de sus esfuerzos dar este resultado. Posiblemente la bruja Oyakata estuviera viendo esto y por fin su alma pudiera descansar en paz, al notar que su hogar que tanto protegió y a su discípula que quiso como a una hija, estaban a salvo y en buenas manos.

Aun así había alguien que parecía como ido, ese era Tsukune. Cierto que había consolado a Ruby y la había felicitado porque todo salió 'bien' al final. Pero no pudo evitar que una sensación amarga recorriera su estómago la mayor parte del tiempo. Si bien no había nada que el pudiera haber hecho en aquella ocasión justo como en las anteriores batallas, no pudo evitar sentirse demasiado inútil. Cierto que Yukari y Kurumu se habían quedado con él la mayor parte del tiempo, durante la batalla contra aquel monstruo de grandes tentáculos. Pero aun así antes de eso, cuando la bruja mayor Oyakata seguía viva, ellas dos ayudaron a Kay a combatirla a ella junto a sus monstruos, pese a que el intento en vano de Tsukune de impedir una batalla y abogar por el pacifismo. Nada de eso resulto y el resultado fue la muerte de quien fue considerada como la madre por Ruby. Estos días Tsukune no pudo evitar pensar en todo esto, y reflexionar si hubiera algo que el pudiera hacer para ayudar a sus amigos. Nunca se sintió tan impotente como en aquella ocasión.

Lo peor de todo es que dentro de pronto, tendrían que regresar a la Academia Youkai y si bien estaba claro que él quería regresar para estar con quienes consideraba sus amigos, aun así no pudo evitar que lo asaltaran las dudas. ¿De que serviría el si fuese allá? ¿Podría hacer algo para ayudar si alguna otra batalla se desencadenase? ¿Miraría dentro del límite mientras sus amigos peleaban por él y se hacían daño? ¿Abogaría de forma pacífica la próxima vez pese a sus intentos anteriores como con Kuyou o Oyakata fueron en vano? sabía que la raza Ayashi amaban las peleas y eran violentos por naturaleza, no todos pero debían de estar en su naturaleza y su sangre. Así lo decían los mitos y leyendas, y él lo había comprobado en carne propia. Eran parte de su naturaleza pese a los intentos de coexistencia pacífica entre ambas especies que se buscaba conseguir. Y él no podía hacer nada más que aceptarlo y conformarse con que sus amigos se contendrían, aun pese a que sabía que en algunas ocasiones dialogar no funcionaba entre humanos tampoco. No sabía qué hacer, él quería trabajar duro y mantenerse dentro de la escuela con su propia habilidad, no quería sentirse dependiente de los demás siempre.

"¿Qué puedo hacer? Yo no quiero apoyarme en Kay-san, Moka-san o en los demás siempre…tengo que aportar también yo. Pero ¿Cómo?" Se preguntaba así mismo de forma mental Tsukune

Ya se le había ocurrido una idea de hecho sobre qué hacer, pero no sabía que diría Kay o los demás sobre esto. Pero tendría que hablar seriamente con su amigo y con Kurama-san de ser necesario a solas, era una sensación que le embargaba y que no se iría hasta que posiblemente hablara con ellos antes.

La otra que parecía ida era Moka, pero al igual que Tsukune hacia acopios por disimularlo bien, o al menos no llamar la atención del resto. No sabia porque esos extraños recuerdos la habían comenzado a inundar su mente a partir de aquel incidente que ella no presencio, pero que igualmente se enteró por boca de los otros. Aun así extrañas imágenes se vislumbraban en su mente más que nada cuando dormía. Parecieran que fuesen recuerdos de la batalla que su 'otra yo' vislumbro en su ausencia y que se manifestaban cuando dormía. Podía ver los enormes tentáculos elevándose hacia el cielo, como aquellos a quienes reconoció como Kay, Kurama y ella misma pero en su 'otra yo' la cual observaba todo a través de sus ojos, hacían acopios para luchar contra aquella enorme criatura. También vio aviones que les pareció Jets de combate pilotear y combatir también aquella cosa. Todo eso no sería nada raro si solo fueran recuerdos de aquella batalla que presencio su otra yo, y que debió de haberla impactado lo suficiente para soñar con ellos. Pero…recuerdos lejanos que parecían dormidos, emergían con velocidad aplastante al mismo tiempo que se iban, antes de preguntarse qué significaba aquello. No lograba dilucidar las imágenes claras o recordarlas bien, solo sabía que tenían que ver con enormes tentáculos igual pero en imágenes que representaban muchas diferencias con la batalla de hace una semana, como si fuesen recuerdos cerrados del pasado que volvían a emerger. Aun no sabía mucho ya que parte de su propio pasado estaba en blanco dentro de su memoria y nunca se enteró del porqué. Por lo que solo podía más que tragarse esto y hacerle frente sola a algo que aún no sabía que significaba o como tomarlo.

El grupo siguió cenando tranquilamente en el comedor escuchando las noticias que tenían que ver con el incidente, hasta que esta noticia ya termino. No fue hasta que Kurama pensó que era suficiente y decidió apagar la televisión al ver ya lo que los chicos querían saber sobre eso.

"En noticias internacionales, el presidente de los Estados Unidos Alexander O´Connell, pudo iniciar el primer acercamiento con Irán, al obtener una charla con su presidente Mahmud Ahmadineyad en puertas cerradas. Las conversaciones han podido iniciar el primer acercamiento con Irán desde hace más de veinte años. Por lo que el restablecimiento de las relaciones entre ambos países, se espera dentro de los próximos días…" La presentadora japonesa seguía dando la noticia hasta que Kurama apago el televisor con el control remoto pensando que ya era suficiente

Kay aprovecho para sacar una cajetilla de cigarrillos, después de la batalla que no fumaba nada por su condición, pero ahora que se sentía mejor podía fumarse uno para relajarse. No bien había saco su cajetilla e iba a sacar uno cuando alguien le llamo la atención.

"¡Kay-san! ¿¡Tu fumas!" Le pregunto casi que gritando una joven Yukari Sendo al verlo poner ya el pequeño cigarrillo en su boca

Todo el grupo de sus amigos del Club pasaron a mirarlo sorprendidos lo cual contrario al chico. No fue hasta que Shizuka-Sensei, quien alarmada procedió arrebatarle el pequeño cigarro de su boca antes de pudiese hacer algo por la sorpresa.

"¡Esto está mal! ¡Un menor de edad no puede fumar, está prohibido! ¿¡Qué clase de Sensei sería si permitiera eso!" Exclamo la Sensei felina tratando de arrebatarle la cajetilla de cigarros de las manos del chico sin éxito

"Pero bien que permites debido a tu negligencia o actitud tonta, el ponerlos en peligro dejándonos a nuestra suerte como en la 'Colina de la bruja' ¿no?" Replicaba Kay mentalmente mientras se pasaba la caja de cigarrillos de una mano a otra tratando de evadir a la felina

"No es como si fuese un delito, solo fumo de vez en cuando para relajarme cuando estoy tenso." Declaro Kay algo molesto, ya que tenía que recordar que casi todos pensaban que él era técnicamente un adolescente como ellos, aun el debía de estar en el comienzo de su veintena de edad

Aunque debido a su estatura poco alta que estaba casi a la misma que la mayoría de chicos, y que no se notaba 'aun' los rostros de madurez de delataban su edad, más que nada física que mental. Era fácil confundirlo con cualquier adolescente tardío, esto le pasaba a muchos en sus años veinte que cambiaban poco con el pasar de los años hasta sus treinta o cuarenta años de edad. Por lo que algunos le tomaran como un adolescente e impusieran sus reglas como no fumar para él, eran algo nuevo para el que casi nunca tuvo restricciones de ese tipo en su vida (ignorando sus otros tiempos oscuros de restricción como esclavo.) No dejaba de ser algo molesto el explicarles que podía sin delatar su edad sin hacer preguntas molestas o que no tenía ánimos de responder.

"¡Pero aun así…!" Iba a declarar algo Yukari cuando Kurumu intervino

"¿Y qué pasa con eso? que el haga lo que quiera, si él dice que no fuma tan a menudo pues está bien. Es su salud y creo que él sabe lo que hace, con todo lo que ha acontecido se ha ganado su rato de cero estrés. Es mas no estamos en la escuela por lo que técnicamente no debemos atenernos a la mayoría de reglas ahí, que no tengan con transformarse o nuestra verdadera naturaleza Ayashi." Respondió Kurumu defendiendo al chico que tanto los ha ayudado

"B-bueno no sabía que Kay-san fumara…pero creo que tienen razón que él hace lo quiera…deberíamos dejarlo en paz con eso." Respondió algo nervioso Tsukune

"No es como si estuviese cometiendo algún crimen. ¡Y tu Sensei ya déjame en paz!" Decía Kay molesto mientras intentaba eludir las ahora transformadas garras de la Sensei felina que quería arrebatarle su caja de cigarros o arañarle la cara

Mientras esta escena se sucedía. Los demás chicos observaban todo sin querer intervenir, sabían cómo era Shizuka y lo mejor era a veces ignorarla por su actitud tonta. No fue hasta que Shizuru Kuwabara, la hermana mayor de Kuwabara. Tomo la caja de cigarros de las manos de chico tomándolo por sorpresa y a todos por su acción.

"Uhmm gracias, necesitaba uno." Decía la hermana mayor, Shizuru Kuwabara como saco un cigarro de la pequeña cajetilla

"Oh. ¿Así que te gustan los de la marca de Malboro? honestamente los hay de mejor marca, pero supongo que cualquiera está bien ahora." Decía la mujer mayor en sus treinta de cabello castaño con su típica actitud despreocupada

Luego saco de uno de los bolsillos una especie de encendedor de colores dorados y negros entremezclados, con unas letras de iniciales en letras doradas de l en mayúsculas.

"Los de marca Wisnton, Royals, Lucky Strike o hasta los de marca de Camel son muchos mejores. Deberías probarlos." Dijo Shizuru como le daba una calada a su cigarro

Kay no supo que decir, ya que parecía que se refería a él. Solo pudo más que encoger los hombros y seguirle la corriente. No está tan acostumbrado a entablar conversación con personas aún desconocidas para él, pero suponía que no representaba algún problema si eran amigos de largo tiempo de Kurama.

"Bueno, nunca me he preocupado por la marca de cigarros. Solo los compro sin fijarme en eso, buscando siempre los que tengan menos tabaco eso sí." Respondió el chico sinceramente un tanto extrañado por este tipo de conversación

Lo siguiente que sucedía fue una conversación con la hermana mayor de Kuwabara, que con el tiempo se amplió y más se unieron a esta, empezando por Kuwabara primero al notar que su hermana hablaba de él y su relación con Yukina, y como aún no había asentado cabeza. De ahí pasaron hablando de varias cosas, entre esas hablaron sobre el pasado de Kazuma cuando trabajaba con el mundo espiritual y de ahí se comenzaron a relatar las antiguas aventuras del grupo de Kurama. Esto despertó la curiosidad de los chicos del Club que escucharon atentamente los acontecimientos de hechos pasados que influyeron en el mundo. Como los antiguos casos espirituales en los que participaron Kurama y Kuwabara unidos. La batalla contras las cuatros bestias sagradas del Makai, el rescate de Yukina de las garras del Club Negro, El torneo oscuro de artes marciales y el combate en este contra los hermanos Toguro, el caso del detective espiritual traidor llamado Shinobu Sensui que quería abrir las puertas del Makai al mundo humano, la lucha contra Yakumo y sus secuaces del infierno, y finalmente el caso de los tres reyes del mundo demoniaco que culmino en otro torneo allá donde se erigió un nuevo dirigente de todo.

Los chicos del Club de periodismo de la Academia Youkai, escuchaban atentos todo esto. Kay no prestaba casi atención, ya que todo eso se había enterado por Kurama, pero mantenía cierto interés en las reacciones de los chicos. Algo dentro de él no dejaba de sorprenderse de que una simple conversación sobre marca de cigarrillos haya derivado en una gran conversación más amplia y de distintos temas, culminando con las anteriores aventuras que el grupo de amigos de Kurama sortearon y que dieron forma a lo que era este mundo hoy día, aunque la mayor parte de eso se estaba oculto a los ojos de personas normales por lo que el 'cambio' no era visible para ellos.

La cena acabo y todos parecieron olvidar el incidente de la caja de cigarrillos, Shizuru incluso le devolvió su caja después de agradecerle el tomar unos pocos, algo que le dio igual a Kay como decidió salir a tomar algo de aire fresco, mientras el resto de chicos ayudaban a limpiar los platos o limpiar la mesa.

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Kay se encontraba afuera de la casa, en el patio trasero de la casa apoyado en un viejo árbol a su sombra, mientras se fumaba un cigarrillo y miraba la luz de la luna. Hacía tiempo que no sentía así de relajado, y eran esos pequeños momentos los que hacían que valieran la pena después de una ajetreada misión. El humo del cigarro se perdía en la noche como Kay exhalaba este. Hacía tiempo que también podría decirse que tenía una conversación bastante 'normal' dentro de lo que cabe con un grupo de personas, que no fuesen temas sobre trabajos peligrosos, misiones, batallas, enfrentamientos y demás hechos. Sino de cosas cotidianas primeramente para pasar a hablar de forma personal del resto de gente que aún eran desconocidos para ellos. Eso se llamaba 'socialización' y había pasado un tiempo más que nada desde que Kay estuviese tanto tiempo en un mundo muy parecido al suyo, según recordaba el de su memoria infantil que se parecía desvanecer con el tiempo.

El disfruto de un momento largo a solas, sin el estrés y relajado dejando que la brisa nocturna le diera de lleno y el humo del cigarro saliera expulsado de sus pulmones. No fue hasta que reparo que dos presencias aparecieron desde dentro de la casa que el viro su vista y se enderezo. Eran Kurama y Kuwabara según podía denotar. Los dos chicos solo se acercaron a Kay quien de inmediato apago el cigarrillo tirándolo en el suelo y pisándolo. Pareciera que quisieran hablar.

"¿Disfrutando del aire nocturno?" Le pregunto Kurama sonriendo como se acercó hasta el

Kay solo encogió los hombros como respuesta antes de hablar. "Necesitaba un poco de aire fresco. Hace tiempo que no tengo un rato así para mí."

"Te entiendo. A veces yo también disfruto de ese tipo de tiempo solo. ¿Te molesta entonces nuestra presencia?" Le pregunto Kurama como se apoyó al lado del árbol y de Kay

El chico solo negó por toda respuesta. "Está bien."

Fue cuando el chico peli castaño de tono rojizos, se fijó en el compañero de Kurama que estaba a su lado. Kurama debió darse cuenta también y hablo por los dos.

"No se si recordaras a Kuwabara, tú lo conociste a principios de este año Kay. En el incidente de tuviste con Hiei." Hablo Kurama presentándolos a los dos formalmente en persona y no en grupo

"Si, lo recuerdo." Respondió Kay

"Es la primera vez que hablamos creo. No sin las tensiones luego de lo que paso antes con ese bruto de Hiei hace medio año. Es un placer conocerte, Kurama me ha hablado de ti." Respondió el hombre de cabellos naranjas llamado Kuwabara como le tendía la mano

"Kazuma Kuwabara."

Kay solo enarco una ceja ante esto, pero igual le respondió el gesto estrechándole la mano.

"Kay Namura." Respondió el chico

"Y bueno Kurama me hablado de muchas cosas. Lamento que nuestro primer encuentro haya sido algo tenso y hayan dejado una mala visión del otro." Respondió nervioso el hombre para sorpresa de Kay y simpatía de Kurama

"No te preocupes. Lamento yo por haberme dejado llevar la vez pasada." Respondió el chico cuando decidió continuar

"¿Y qué cosas ha hablado Kurama sobre mí por curiosidad?" Pregunto Kay queriendo buscar conversación primero siendo que presentía que era lo que el otro hombre venía a buscar

"Pues de la mayoría fueron de las batallas que libraron juntos. Así como de lo bien que se llevaban y demás. Creo que los demás del grupo como Hiei o Yusuke te juzgaron apresuradamente mal. Por ende quería rectificar yo eso y bueno…aquí estoy." Hablo Kuwabara

Se notaba que el hombre era algo torpe en este tipo de conversaciones por lo que no pudo evitar que Kay solo sonriera ante la torpeza del hombre. Y es que Kuwabara desde hace una década ha cambiado poco, más en el aspecto físico aunque exhibía una madurez mayor a la de sus tiempos pasados. Quizás era lo que hacía que a Kay le agradara y no tuviera problemas en conversar con él. Hablaron de muchas cosas, comenzando por que los chicos a excepción de Tsukune, estaban afuera dejando a las chicas tener sus conversaciones típicas de ellas adentro de la casa, y como ningún hombre quería soportar estar ahí con tantas mujeres hablando de cosas que muchas veces a ellos ni les interesaban, decidieron tener su charla ellos mismos.

"Ya veo, así que eso es lo que hacen los Centinelas. ¿Son como los 'guardianes del universo' o algo así como que es como les llamaron?" Pregunto Kuwabara curioso por saber más

Kay le había estado relatando lo que hacían los Centinelas y cuál era su principal misión. No le había relatado que se hacía en caso de que un mundo presentara riesgo de ser tomado por el primordio, nadie lo sabía a excepción de Kurama (Y posiblemente el mundo espiritual por ser aliados de larga data de estos.) ya que no sentía ni tenia caso el hacerlo. También confiaba en que Kurama no le diría nada por más amigos que fueran, debido a lo delicado que este tema era.

"Si, así es. Nuestra principal misión es encargarnos de la evolución de los seres de la existencia. La espiritual más que todo. No permitir que la oscuridad más abyecta que representan algunos seres como los del primordio la tomen para ellos, ya que sería el fin para ellos. Nosotros luchamos solo cuando tenemos que luchar, pero del resto somos más como 'guías' que guerreros. Aunque los Centinelas se dividen en varias clases dependiendo de qué tan bueno en un área son. Algunos son científicos, otros médicos, otros maestros. Yo sentí más inclinación por el lado guerrero así que me toco esa área (que es la que soy más bueno y me desenvuelvo mejor, más bien querré decir.)" Así decía y pensaba al mismo tiempo el chico peli castaño

"Eso se nota. Esa batalla que tuviste contra Hiei fue increíble. No es por alardear, pero Hiei es uno de los tipos más fuertes de este mundo, y verlo caer abajo fue algo impactante. Aunque en lo personal me alegro que alguien le partiera esa cara tan engreída que tiene. A ver si con eso se le bajan ya los humos." Respondió Kuwabara en lo último riéndose en voz baja

Kay solo sonrió en respuesta. Ya era oficial que el chico le caía bien. Quizás pudiera llevarse bien con los amigos de Kurama o con la mayoría al menos. Lo siguiente que hablaron fue de cosas más personales refiriéndose más a Kuwabara que a Kay, ya que el ultimo aún no se sentía lo suficientemente en confianza para hablarle de él, menos de lo que le contó a Kurama. Kuwabara relato más que nada como fue que se involucró en esto de los casos sobrenaturales, convirtiéndose en un aliado importante del mundo espiritual. Su relación con sus otros amigos, en especial Yusuke y Hiei, contándole como eran y como podía desenvolverse el, la próxima vez que los viera. Las diferentes luchas y demás, que aunque Kay conocía ya no desde el punto de vista de Kuwabara. También cómo fue que conoció a Yukina y el solo no pudo más que sonrojarse y ponerse nervioso al hablar de ello, como si la sola idea le avergonzara más que nada porque se le notaba que era su primera relación, ignorando el hecho de que su novia era un Ayashi le tenía sin cuidado. Aunque no lo denotara Kay se sentía algo intrigado por la relación que había entre los dos, la primera vez que conocía que un humano y un Youkai tuvieran ese tipo de relación sentimental de cualquier tipo. Ignorando la abismal diferencia de edad que tenían, con Kuwabara siendo más joven comparado con el siglo que debía de tener ya Yukina pese a lo joven que se veía.

Una parte de su historia le llamo la atención por oír el nombre de alguien que conocía, así que le pregunto por eso.

"¿Qué si conocí al tal Rando? no tienes ni idea. Yo luche una vez contra él, fue hace muchos años cuando era joven aun. Fue cuando la antigua maestra Genkai buscaba aprendices para poder traspasarles sus técnicas espirituales. Entre esos aspirantes se encontraba Rando disfrazado de humano. Cuento corto, en un mini torneo que se organizó para eliminar a los semi-finalistas, yo pelee contra él. No falta decir que lo subestime y perdí. El desgraciado uso su técnica de encogimiento conmigo para reducirme de tamaño y poder vencerme. Aún recuerdo eso…en especial como rompió varios de mis huesos cuando me tenía en sus manos el muy sádico…Me salve porque no estaban permitidas las muertes ahí. Un poco más y no la cuento. Al menos me alegro que Yusuke le venciera después y le diera su merecido." Respondía Kuwabara con gesto sombrío recordando aquellos tiempos

"Qué curioso, justo casi que igual él lo hizo conmigo." Relato Kay como fue que cayó en la misma técnica de Rando y fue torturado por él, rompiéndole cada hueso de su cuerpo al aplastárselos en su mano y casi muere

Por suerte se había devuelto a su forma original, recuperado gracias a los rastros de la sangre de vampiro de una de sus compañeras, y logrado continuar la pelea hasta vencerlo esta vez sin subestimarlo. Y vaya que si le hizo pagar a Rando con creces lo que le hizo. Para ultimarlo a lo último. Todo eso se lo conto a los chicos que se habían enterado recién de esto.

"Uhhh…no puedo decir que me siento mal por él, pero se lo merecía. Espero que se esté pudriendo en el infierno." Sentencio Kuwabara sin piedad

"Sin duda." Le secundo Kay

Kay prosiguió contándole un poco de él, no demasiado pero lo esencial, que tiene una familia que está muy lejos y que ansía volverlos a ver, que el eligió esta vida como Centinela y poco menos. Kuwabara quizás no se dio cuenta o no le importó, ya que era la charla en si lo agradable del asunto. Fue cuando pasaron a hablar de cómo el chico se había desenvuelto aquí y las relaciones que había hecho, que el casi no supo que contestar por obvias razones.

"¿Entonces tus amigos aún no saben que tú eres de otro mundo básicamente? ¿Aún siguen con el cuento de que eres un detective espiritual?" Le pregunto Kuwabara sin más rodeos, algo que Kay se había dado cuenta es que él era directo sin tener que suavizar nada así sea algo incomodo

Quizás más que rudeza fuese nerviosismo o como el, es que tenía torpeza en sus habilidades sociales. En fin, el solo encogió los hombros y respondió con desgano.

"Pues sí. No hay necesidad de que se enteren de nada, por ahora. Este mundo tiene tantos problemas que solucionar que no deben agobiarse por otros ajenos a él. Yo soy el encargado de eso de todos modos. Además, no tienen que saber nada más cuando termine y me tenga que ir de aquí. Ellos no entenderían." Decía Kay con sinceridad, la misma cuando hablo con Kurama

"Aun así, puede que tarde o tempranos ellos se enteren, si aún el problema que tienes sigue sin acabar. Has explicado las cosas a medias a ellos mezclado con mentiras, por lo que cuando se enteren si es que esta situación se sigue alargando, ellos se sentirán confundidos y dolidos contigo. Así que creo que para cuando llegue el momento debes pensar en una buena excusa." Le hablo Kuwabara con honestidad

El chico de más de la mitad de su veintena de edad, podía ser un cabezota y no pensar muy bien las cosas cuando era impulsivo, aun así cuando de momento tenía que pensar muy bien las cosas, se ponía a reflexionar un segundo antes de hacerlas si se le daba el tiempo para ello. Por lo que su consejo tomo por sorpresa a Kay, pero le hizo entender qué tipo de hombre era Kuwabara, y que quizás su primera impresión de él, medio año atrás estaba cambiando a una mejor. ¿Quizás lo mismo podría decirse de Hiei o Yusuke si se le daba tiempo de conocerlos mejor?

Ya estaba por responder cuando se dio cuenta de algo. Una nueva figura entraba en el patio dirigiéndose hacia ellos tres. Era Tsukune. Kay se extrañó por la presencia del chico, más que nada al denotar su expresión nerviosa y cabizbaja, como si estuviese debatiendo internamente algo consigo mismo. No fue hasta que estuvo a cierta distancia cerca que pudo hablarle.

"¿Qué sucede Tsukune?" Le pregunto Kay mientras Kurama y Kuwabara también posaban su vista en el chico que se veía extremadamente nervioso

Alzando una ceja confundido, Kay decidió responder con algo gracioso para romper la atmosfera que traía el chico que se denotaba algo temeroso por alguna razón.

"¿Qué pasa Tsukune? ¿Acaso te cansaste de la conversación de las chicas y viniste hasta acá o ellas te echaron para hablar de cosas de mujeres?" Le pregunto Kay tratando de aligerar el ambiente que parecía tenso por alguna razón más que nada por la actitud del chico

"Kay-san, tengo que hablarte de algo…esto también le deben incumbir a Kurama-san y Kuwabara-san…ya que trata en parte de lo que quiero preguntar…" Decía el chico temeroso mientras alzaba la vista mirando a los tres chicos

Kay solo frunció el ceño ahora ante esto, Kurama solo intuía algo por el semblante nervioso del chico, que parecía que quería contarles algo importante pero que debía de sentir miedo por alguna razón para ello, denotando que podría ser para que el chico se pusiera así. Kuwabara no entendía nada ya que conocía poco al chico, pero no pudo evitar mirarlo también esperando que pudiera ser lo que él quisiera decir.

"He está viéndolos, durante mucho tiempo…una parte de mi está agradecido por todo lo que han hecho por nosotros…ustedes luchan cada vez que pueden contra amenazas inimaginables para protegernos, y a todo este mundo. Yo tengo que aceptar que era un ignorante, y a comienzos de este año yo no sabía nada de la existencia del mundo espiritual, los Ayashi, el mundo demoniaco, y todo eso más allá de mitos o leyendas, pero que ahora sé que son muy reales…y he visto que incluso la delgada línea de relación entre los Ayashi y humanos es fina que podría romper el equilibrio de poder de los mundos, si no hubiera gente como ustedes, séase detective espiritual (dijo mirando a Kay.) un Youkai (dijo esta vez mirando a Kurama.) o incluso un ser humano con poderes espirituales fuertes (dijo esta vez posando su vista en Kuwabara.) por eso se del inmenso peligro que deben de sortear, yo mismo me he visto envuelto en ello y he tratado de ayudar hasta donde pude, pero…" Decía Tsukune posando su vista en sus manos mientras las apretaba fuertemente

"Ha sido inútil. He intenta conciliar pero muchos de los enemigos no escuchan, no tengo ningún poder para servir y por ello han tenido que protegerme. Incluso los demás chicos del Club que no tienen nada que ver con los problemas causados, deciden ayudar y pelear a su lado, ayudando lo mejor que puedan así sea algo pequeño. Kurumu-chan, Moka-san e incluso Yukari-chan han sido de más ayuda de la que pueda brindar yo…" Tsukune trataba de buscar las palabras para seguir aunque se denotaba que se le dificultaba

Kay quería decir algo pero una mano posado en su hombro de parte de Kurama, le hizo intuir que le permitiera al chico que continuara, que era necesario que el soltara todas sus inseguridades primero. Kuwabara estaba teniendo un presentimiento de hasta donde quería llegar el chico, esta clase de sentimiento ya lo había experimentado el también de hecho.

"He escuchado las historias de Kurama-san y Kuwabara-san de hace tiempo, y no puedo dejar de admirarlos por todo lo que han hecho para este mundo ustedes. Nos han salvado y nosotros nunca lo sabíamos, incluso los detectives espirituales que pelean día a día para protegernos a nosotros, que vivimos ignorantes de todo eso, incluso cuando nuestro mundo estuvo a punto de desaparecer hace una semana. Por eso de parte de aquellos que no saben nada yo quiero darles las gracias, muchas gracias por eso." Decía Tsukune hincándose para los chicos que se removían algo incomodos por la muestra de gratitud de parte del chico, demostrando no estando acostumbrados a tal muestra de gratitud

"Esto también me ha motivado a querer luchar por mis propios medios, ya que pronto volveremos a la Academia Youkai y he decidido seguir con ustedes, ya que son los únicos amigos que tengo y quiero seguir viendo crecer los lazos entre nosotros, para poder aportar en la relación entre las especies en este mundo…" Decía Tsukune con un atisbo de convicción en su voz aunque pequeña

"Pero para eso no necesito sentirme que soy un estorbo más, no quiero seguir dependiendo de ustedes, yo también quiero mantenerme por mi propia habilidad, y sé que para eso necesitare algo, no solo convicción, sino también…poder…quiero ayudar, incluso si los diálogos no funcionan quiero ayudar, incluso si tengo que combatir…para que nadie más tenga que morir, para proteger, para ayudar a este mundo, y que para nadie más tenga que llorar…" Decía Tsukune como los recuerdos de la última batalla en especial de las lágrimas de Ruby por la pérdida de su maestra y el escalofrió que sintió al ver esos tentáculos gigantes elevarse en el cielo surcaban por su mente

"Por eso, lo he decidido. Kay-san, Kurama-san, Kuwabara-san… ¡Quiero convertirme en un detective espiritual! ¡O al menos alguien con poderes como Kuwabara-san! ¡Para así cumplir con mi propósito y ayudar también!" Termino de decir Tsukune esta vez en un tono de convicción más fuerte que el anterior y con una resolución no vista antes en sus ojos marrones

Kay hizo una mueca, Kurama solo cerró los ojos y suspiro mientras que Kuwabara veía sorprendido esto. Nadie parecía querer hablar para responderle al chico, ya que cada uno de ellos tenía diferentes pensamientos para poder reaccionar de una manera adecuada que no sintiera contradictoria. Al final parecía que ese 'honor' se lo cedieron a Kay por ser amigo de él y quien lo conocía más. O eso intuía el chico que pareciera que nadie quisiera responder por incomodidad.

"Tsukune." Trato de decir Kay mientras suspiraba cansado

Honestamente él no tenía ni idea de que podía decirle, el chico parecía tener la voluntad y convicción que exudaba, pero sabía que por dentro el nerviosismo y temor hacían eco de él, como el chico peli marrón sudaba profusamente y trataba de encubrir el temblor de sus manos sin éxito.

"¿En serio lo dices?" Le pregunto Kay sonando un poco escéptico

Y en que en honor a la verdad tenía que estar seguro, quizás Tsukune estaba de verdad determinado y el miedo fuese algo normal, cuando de tomar decisiones como estas se trataban.

"P-por supuesto que lo estoy Kay-san…mis manos pueden temblar, pero es por los nervios no más, no significa que no esté determinado o seguro. Quiero adquirir poder para ayudar, para proteger y salvar vidas…ya que a veces el dialogo puede no funcionar…" Decía esto último en voz baja Tsukune recordando cómo ha fallado antes en eso

Kay suspiro ante esto, sabía que parte de esto era su culpa. Él le había dicho a Tsukune en la batalla contra Oyakata que a veces el dialogo no funcionaba y era necesario tomar acción, quizás debió explicarle mejor pero no hay duda que el reconoció esto. El problema es que lo que pedía estaba fuera de sus manos. No podía entrenarlo como detective espiritual pues esto no era de su competencia, y de otorgarle poderes espirituales eso era jurisdicción del mundo espiritual o de la naturaleza de esta realidad misma. Fue ahí cuando Kurama fue quien tomó la palabra.

"Tsukune, lo que dice Kay es que está preocupado por ti y quiere saber si la decisión que tomaste es cierta, y estas realmente seguro de lo que elegiste, dado tu estado nervioso, él no está de más preguntar si en verdad estas convencido de ello." Al no ver ninguna respuesta por parte de Tsukune, Kurama decidió continuar

"Escucha, ser un detective espiritual no es fácil. Muchas veces son las mismas almas de las personas muertas en el mundo espiritual, o una persona en el mundo humano con una alta conciencia espiritual la que se le otorga dicho título. Existen seres humanos a quienes se les llama Psíquicos, que son humanos que han nacido o se les ha otorgado poderes espirituales y sobrenaturales. Kuwabara aquí y su hermana mayor Shizuru, nacieron con una conciencia espiritual anormalmente alta lo que los hace conscientes de los espíritus, fantasmas, apariciones, y otros seres sobrenaturales del mundo de los espíritus. Aun hoy muy pocas personas en el mundo nacen con ese poder. También están otros como mi amigo Yusuke del que te hable, que a través de entrenamientos físicos y espirituales severos se puede obtener, elevar y refinar la energía del espíritu, aunque dichos entrenamientos son monstruosos y pueden llevar a la muerte a quienes no estén preparados. Hay algunos que por estar cerca de las aberturas de los agujeros al mundo demoniaco estando dentro de su radio cercana, su conciencia espiritual despierta, eso ocurrió hace años con el incidente de Sensui, ahora eso es más notable y posible con la apertura de cientos de entradas en todo el mundo. Muchas de esas personas se convierten en Detectives Espirituales al ser juzgados aptos tanto física como mentalmente para el trabajo, y ver que trabajado esta su energía espiritual, sin estar corrompida el alma. Algunas almas de personas muertas también son convertidas al juzgársele los mismos valores que si estuviesen vivas, por ende muy pocas personas que no sean psíquicos pueden verlas." Kurama hacia una pausa mientras suspiraba y cerraba los ojos

"Las probabilidades son mínimas pero no imposibles, aun así en tu caso…Tsukune, tú no tienes una conciencia espiritual alta, es tan normal como la de casi la mayoría de seres humanos en este mundo. Tendrías que entrenar duramente para obtener y refinar tu energía espiritual, pero aún no hay garantías de que lo logres vivo o muerto. Eso podría tomar años y aun así no obtener nada. ¿Entiendes lo que digo? tenemos razones para preocuparnos por ti. Tendrías que estar convencido de abandonar todo, absolutamente todo lo que amas por un buen tiempo para cumplir tu decisión." Hablo Kurama solemnemente para para su vista en Tsukune

"E incluso si lo logras ¿Qué con eso? tendrías que vivir alejado de todo y de todos, tendrías que vivir persiguiendo a Youkais y otras seres peligrosos y ellos a ti, convirtiéndote de cazador a cazado muchas veces. Esta tarea no es fácil y sencilla como te imaginas. No volverías a ver a tu familia o seres conocidos por temor a que estos vivan en el peligro. ¿Lo entiendes Tsukune? ¿Logras entender lo que quiero decirte?" Le pregunto Kurama fijamente esperando que el chico hablara esta vez

"Y-yo… ¿Pero qué hay de ustedes? ¿Kurama-san…Kuwabara-san…y tus demás amigos…ellos no siguen ayudando…?" Decía un Tsukune vacilante pero nuevamente Kurama lo interrumpió

"Yo sigo ayudando al mundo espiritual cuando pueda y hasta donde me permita mis obligaciones en el mundo humano. Si vivo 'tranquilamente' es por la reputación que he hecho de mis anteriores 'aventuras' y peleas como Yoko Kurama en el mundo demoniaco, el espiritual y el humano. Más o menos es lo que me permite vivir 'tranquilo' al conocer muchos monstruos sobre mi poder y crueldad para quienes se quieran meter conmigo o mis seres cercanos. Kuwabara hace años, una década para ser precisos, que no trabaja para el mundo espiritual lo mismo que mi amigo Yusuke, aunque ambos se forjaron una buena reputación también. Al vivir alejados de los problemas actuales es que pueden vivir tranquilamente además que saben cuidarse bien ellos solos. Como vez, se diría que es por nuestro poder grande que nos mantenemos 'tranquilos' y por vivir alejados muchas veces de los problemas, aun así siempre está el peligro latente. Contigo Tsukune, tendrías que crecer fuerte y más fuerte con el tiempo para poder vivir de esa manera, y eso solo se lograría con un gran espíritu y mente, forjados en la confianza y determinación de muchas, quizás cientos de batallas donde tu vida este en juego y puedas perderla en cualquier instante. ¿Podrás soportar todo eso hasta llegar ahí? ¿Podrás cargar con el peso sobre tus hombros de la tremenda responsabilidad que te recaerá encima?" Le pregunto Kurama tratando de medir la confianza del chico

"Y-yo…" Tsukune trataba de decir algo aunque se denotaba dubitativo

"Escucha chico. ¿Tsukune no?" Le pregunto Kuwabara a lo que el chico asintió permitiéndole llamarlo así. "Yo una vez fui aliado para el mundo espiritual también. No fui un detective propiamente dicho, pero igual ayude muchas veces a mi amigo Yusuke que sí lo era y a mis otros amigos que eran aliados también como Kurama o Hiei. Y la verdad es que como dice Kurama, no es fácil, nada. El entrenamiento es duro y si no te rompes la mitad de algunos de tus huesos, entonces significa que no aprendistes nada. En las batallas los oponentes querrán matarte siempre y usaran cualquier medio o truco para lograrlo. Y tú tienes que matar también llegado al caso que no hay opción. Por no decir que perderás muchas batallas si es que terminas con vida y con ello, muchas vidas se perderán por tu derrota que pudiste saber salvado. Eso y llegados a un punto, sabrás que no podrás seguir viviendo tu vida normal cada vez que arriesgas tu vida al luchar y defender este mundo. Yo he sido derrotado, golpeado, apuñalado, disparado, atravesado, me han roto los huesos muchas veces, he sido torturado y una de las que más recuerdo fue por ese tipo sádico llamado Rando, que como ya sabrás también peleo contra tu amigo Kay y murió en sus manos."

"Y qué bueno que lo hizo porque ese tipo suelto no le hace bien a nadie. Como sabrás, es que lo que ahora quiero decirte, es del porque decidí abandonar todo eso y rehacer mi vida preocupándome por mi futuro, y no estoy mal, finalmente tengo la relación que siempre quise con la chica que me gustaba desde que tenía tu edad, tengo un trabajo estable y vivo sin complicaciones. Es cierto que solo en casos de excepciones ayudo de vez en cuando a mis amigos en especial a Kurama cuando se trata de casos del mundo espiritual, como uno ocurrido a principios de este año (el enfrentamiento entre Kay y Hiei aunque él no dice nada de eso.) pero solo a mis amigos y eso por ayudar. Más nada más. Esta clase de decisión es algo que debes pensar con sumo detenimiento y con más tiempo, y no decidirlo tan pronto. Créeme cuando te digo que se cómo te sientes, ya que yo he pasado por lo mismo que tu antes. Sentirme inútil e impotente, pero ahora eso ya no me preocupa. Piénsalo bien y luego decide si quieres hacer un salto grande en tu futuro, que créeme o no, esto lo afecta de verdad y a tus seres más cercanos."

Terminaba Kuwabara de decir esto mientras suspiraba cansado. Kurama veía ligeramente sorprendido a su amigo de cabello peli naranja, sin duda su amigo ha crecido mucho desde hace una década y ha madurado en alguien más cauteloso y reflexivo sobre las cosas, la impulsividad de su juventud ya no estaba tan latente y a cambio ha ganado más con su cambio y aceptación de sí mismo y sus limitaciones. Kay solo pudo más que sonreír internamente al ver como ambos chicos fueron más específicos en todo lo que conllevaba el ser detective espiritual o algún 'protector' de este mundo. Le habían dicho de los peligros y amenazas, y como esa vida no era fácil. La propia historia de los chicos que habían contado al grupo era una prueba, y aquí aconsejaban a Tsukune despertándolo a la realidad de lo que podría acontecer si tomaba una decisión llevada por el impulso de sus emociones.

Sabía que Tsukune quería ayudar y se sentía impotente en muchas formas, no fue su culpa de todos modos el haber sido arrastrado a este mundo, y ahora quería un medio por lo cual el pudiera sobrevivir sin depender de los demás, y ayudar en las demás luchas para aportar a este mundo. Eso era una causa noble pero peligrosa, y si Tsukune no entendía de una vez la gravedad de lo que pudiera decidir, en el futuro sería más tarde.

Tsukune tenía un semblante abatido, pareciera querer decir algo pero las palabras no le salían. Kay no pudo evitar sentir pena por su amigo, pero sabía que era necesario para poder proteger a su amigo, y evitar que cayera en malos caminos. Aun así no pudo evitar querer decirle algo también.

"Tsukune, escucha. Nadie dice que no puedas, el problema es saber si tienes la determinación de hacerlo y lograrlo, además de que lo hayas pensado bien una vez conozcas todos los retos que deberás superar si quieres lograrlo. Obtener poder es duro, pelear por hacer lo correcto o proteger a otros es aún más duro, pero mantener esa determinación por seguir ese camino sin distanciarse o perder los motivos primarios, además de mantenerse vivo, es aún más duro. Pocos pueden lograrlo y vivir para contarlo. Deberás pensar todo lo que se te dijo y pensarlo bien, debes conocer todo a lo que te vayas a enfrentar y no decidir todo por un arrebato del momento. No importa cuánto tiempo te tome, un día, una semana, un mes o un año o hasta más. Debes pensarlo bien, pero sobre todo debes pensar en aquellos que te quieren y aprecian, y saber que tu decisión cual sea no los afecte a ellos. Porque como dijeron Kurama y Kuwabara, esta decisión te cambiara la vida para siempre. Por eso ellos dos abandonaron, por eso lo que hago es duro y me distancie hace muchos años de mi familia (en parte es cierto, de mi familia paterna y materna.)"

Kay terminaba de decir, no sentía decir más después de todo lo que Kurama y Kuwabara habían dicho. Y que haya ayudado a despejar la mente de Tsukune de cualquier atisbo de duda y entendiera el peligro de la nueva vida de la decisión que tomaría. Aun si esto no era su mundo, no podría notar cierta semejanza entre los Centinelas y los detectives espirituales y sus aliados, todos luchaban y ponían su vida en riesgo para salvaguardar otras vidas. En especial la dureza con la que debían vivir con la toma de sus decisiones que muchas veces ponían en juego su vida o la de los demás. Por lo que aceptare este tipo de vida tenía que hacerse con conciencia.

"Y-yo…" Tsukune quería seguir hablando, peor pareciera que las palabras no le salían, debían de estarlo pensando detenidamente mientras estaba cabizbajo

"Además, no debes sentirte inútil Tsukune. Tú en parte nos ayudaste a hacer cambiar a Ruby, y a Kurumu la primera vez que la conocimos también. Para capturar a Hei tú fuiste determinante. Tus ayudas han sido valiosas, así que no debes sentirte menos porque nadie más hubiera hecho lo que tu hiciste. Solo piénsalo bien y toma el tiempo que necesites para hacerlo, mientras regresa a ser el mismo cuando regresemos a la escuela. ¿De acuerdo?" Le pidió Kay para dar por terminado este asunto ya

"Si, lo hare." Terminaba de decir Tsukune cabizbajo cuando se volteo peor antes de irse se hinco de nuevo ante ellos

"Muchas gracias por escucharme. Tomare lo que dijeron y lo pensare." Dijo el chico en tono algo solemne cuando regreso adentro de la casa

Kay solo se quedó mirándolo irse hasta que suspiro cuando lo hizo, se llevó una mano a su cara como si se diera una palmada mental por sus palabras. Kurama solo le puso una mano en su hombro y Kuwabara se unió a ellos.

"No debes sentirte mal por ello. La decisión que tome Tsukune será solamente suya, decida lo que decida. Solo espero que se tome su tiempo en decidirse y la afronte con la madurez debida." Decía Kurama con una media sonrisa

"Lo sé. Aun no me deja de sentir algo culpable porque en parte haya sido mi influencia y mis palabras lo que lo hayan llevado a pensar esto." Decía Kay

"No se puede hacer nada en este aspecto. Las personas toman decisiones para definir su vida siempre, no se sabe que pensamientos influyen en ellos a la hora de tomarlos, y solo ellos son los que se influyen o toman influencias en otros para hacerlo. Eso demuestra que tan compleja es una persona, y como poco se puede hacer para cambiarla o dirigirla. Eso también es un síntoma de madurez. Muchos tienen que entenderlo por sí mismos, o no podrán afrontar por ellos mismos las penalidades de la vida, sean cuales sean." Hablo Kurama con una gran madurez y sabiduría propia de alguien que ha vivido tanto tiempo

Kay solo no pudo más que mirarlo de soslayo y asentir ante sus palabras. Esto era solo de competencia de Tsukune, y de este mundo también para ser precisos; como él no tenía ni debía nada para incumbirse en este asunto. Era cuestión de que si el mundo espiritual aceptaría entrenar a Tsukune y otorgarle el poder para defenderse y cumplir sus sueños. Aun así, el no dejaba de preocuparse por el chico. Se denotaba tan inocente e ingenuo, además de frágil; que bien podría no durar mucho tiempo en el campo o separándose de sus seres queridos, pues se denotaba que el chico peli marrón venia de una familia amorosa y un hogar cálido, tenía una visión aun idealista del mundo y esta podía pasarle factura después. Podía morir tempranamente o salir gravemente lastimado, ser traicionado por otros o engañado. Muchas cosas podían suceder y él no podía hacer nada, como esto era cuestión de la decisión de Tsukune y del mundo en él que vivía. Aun cuando fue en parte el, la 'influencia' que de seguro Tsukune tomara para guiar su vida si es que decide aceptar entrar en ese mundo peligroso. Por lo que algo de culpabilidad no pudo evitar golpearlo dentro de él.

Kay recordó su propio camino. Después de una corta infancia feliz, fue arrancado de su familia y enviado a un mundo donde fue esclavo. Pudo haber muerto allí pero resistió y trató de tener una vida. Perdió a su esposa y vive alejado de su hija desde hace mucho tiempo. Vio morir amigos y enemigos y también tuvo que matar. Cuando se hizo centinela, de los más de cincuenta que empezaron juntos, solo él sobrevive. Fue un camino duro más allá de lo imaginable ¿estaba Tsukune preparado para algo parecido? ¿Su presencia no estaba alterando demasiado aquella realidad?

Pero había también otros aspectos importantes. Tsukune era humano y por lo tanto los youkais lo ven de una manera distinta e incluso con subestimación. El ya sabía que eso se convertía en una ventaja. A diferencia de muchos seres poderosos, los humanos tenían la capacidad de aprender. Incluso el mismo era humano sin ningún poder "natural". Todo lo que sabía lo había aprendido de diferentes maestros, algunos de ellos humanos. Dioses y demonios los habían subestimado y habían perdido ¿tenía Tsukune un potencial que podía ser aprovechado? Kay recordó que su misión, en parte, era ver el potencial de seres que podían llegar a ser centinelas. Lo hizo una vez cuando descubrió una chica con poderes mentales en una de sus misiones. La niña solo tenía diez años y poseía un poder que superaba a muchos con entrenamiento y también comprendió que la "oscuridad" trataba de captarla. El la protegió y comprendió que no podía hacerlo por siempre ya que en su mundo era vulnerable. Tuvo que explicarle y hacerle entender cuáles eran sus opciones. Debía de alejarse de sus padres y de todo cuanto conocía (aunque no descartaba que pudieran volverse a encontrar), vivir en otro universo donde sería entrenada y debía luego decidir qué hacer, o ser centinela, llevar otra vida o recuperar la suya. La otra opción era que kay le quitara su poder y entonces sería una niña normal. La niña decidió ser centinela.

También recordó a Krina, su gran amiga. Su enorme potencial la hizo merecedora de la atención de Kay. Lo sorprendente fue que Krina descubrió quien era Kay por si sola y finalmente lo ayudó en la batalla final para evitar que el Primordio emerja en su mundo teniendo una participación decisiva. Kay también le dio a escoger, quedarse en su mundo donde era una princesa y futura reina o ser una centinela. Krina escogió lo segundo

Los tres tres compañeros solo pudieron más que conversar después un poco más de algunas otras cosas sin importancia un pequeño tiempo, antes de que los tres regresaran dentro de la casa ya que era tarde y necesitaban despertar temprano al día siguiente.

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Durante los siguientes días, pareciera que todo regresara a la normalidad. Los chicos se dedicaron junto con Kay, a salir a recorrer la ciudad el poco tiempo que les quedaba antes de regresar a la escuela. Iban siempre acompañados de los amigos de Kurama. Kuwabara, Shizuru, Keiko y Yukina para vigilarlos y cuidar de ellos en la ciudad, que muchos desconocían su andar en esta y necesitaban acostumbrarse. Kurama se había retirado aludiendo a que necesitaba atender unos asuntos por llamado del mundo espiritual, quizás con el caso aun de la anterior batalla y las consecuencias que debían de repercutir. Aun así este tranquilizo a Kay y le dijo que regresaría en unos pocos días antes de que se marcharan, por lo que el peli castaño solo pudo más que dejarlo ir y tratar de relajarse esos días.

Aun así sabía que acompañar mayormente a las chicas a las compras, siendo para las Ayashi la primera vez que visitaban un centro comercial humano, no pudieron evitar no dejar pasar esta oportunidad y siendo acompañadas por las chicas mayores, entraban en cuanta tienda hubiera para según ellas 'mirar' aunque las cantidad de bolsas de ropa y otros objetos dijeran lo contrario. Shizuka Sensei como siempre iba y venía cuando quería y nadie se preocupaba un poco por lo que hiciera la felina, ya que después de todo ella siempre volvía por lo que no debían de preocuparse por la maestra adulta a pesar de su carácter algo tonto la mayor parte del tiempo. Con el dinero que recibieron prestado de Kurama y sus amigos, las chicas no podían dejar de comprar cualquier cosa que llamase su atención, hasta la nerviosa Ruby que no gustaba de esos sitios era incitada por sus nuevas amigas a comprarse nueva ropa para dejar atrás ese antiguo atuendo gótico que la destacaba.

"De esta forma, parecen unas humanas más y nadie se daría cuenta de la diferencia." Pensaba Kay con desgano como se apoyaba en una pared al lado de la tienda del centro comercial donde se encontraban junto a unos igualmente desganados Kuwabara y Tsukune.

"Joder tío, esto es realmente aburrido. Por esa razón es que no vengo seguido con ellas cuando mi hermana siempre me pide que las acompañe. Solo quiere usarme de bestia de carga para que cargue sus paquetes. Y ahora ustedes también fueron arrastrados a esto. Sino fuese porque mi hermosa Yukina está nerviosa aun con años de venir con ellas y no quiero dejarla sola, ni caminaría media cuadra con ellas." Resoplaba igualmente Kuwabara con desgano

No podía estar más de acuerdo con Kuwabara con esto. El mismo Kay no entendía que obsesión tenían las mujeres de comprar cuanta cosa casi que inútil tuvieran a la vista de sus ojos. Podía entender que algunas quisiesen llevarse recuerdos del mundo humano, buenos recuerdos y no solo los peores ligados a todo lo acontecido en el 'Rancho de la bruja'. Pero aun así esto seguía siendo molesto. Tenía ganas de fumarse un cigarro, sino fuese porque el centro comercial prohibía fumar dentro de sus instalaciones, según lo indicaban algunos letreros por ahí.

Viro su vista al lado de Kuwabara para ver a Tsukune. Este parecía distraído aunque el cansancio y aburrimiento por la situación aun fuesen visibles en su rostro. ¿Quizás estuviese pensando en lo que se le dijo días antes? el esperaba que él lo pensara mejor, y que llegados al punto de tomar una decisión de seguir continuando por ese camino elegido, hubiera gente que lo apoyara y ayudara en su objetivo. Quizás Kurama o alguno de sus conocidos pudiera darle ayuda y soporte para ello. Él no podía evitar tener pensamientos negativos acerca de eso, pero rápidamente los borro de su mente. Esto era cosa de este mundo y aunque se preocupaba por Tsukune, no podía interferir en el ¿O si? ¿No había sido el en parte quien le había dado esa idea el chico con sus palabras y acciones?

El solo no pudo apartar la mirada del chico y dejar de pensar en ello, no quería molestarse por algo más de todos los problemas que tiene ahora para añadir otro. Ya su amigo le diría lo que decidiera y era mejor dejarlo pasar así por ahora. El solo poso su vista en cualquier lado mientras esperaba a las chicas. El centro comercial donde se encontraban no era tan grande y abarcaba media cuadra, aunque él no sabía nada referente a cuán grande podía ser uno de estos en cuanto a tamaño, pues no recuerda haber visitado muchos centros comerciales según recuerda cuando era niño y vivía en su mundo original, uno muy parecido a este. Antes de que la cadenas de la esclavitud y la desgracia se alzaran sobre él. El solo movió su cabeza de lado a lado tratando de no recordar aquellos tiempos oscuros para él.

El Centro comercial era de dos pisos y tenía una buena cantidad de tiendas y locales donde vendían cualquier cosa, desde vestuarios que era la mayoría localizados en la primera planta, hasta accesorios electrónicos y demás que se localizaban en la segunda planta. También mas al fondo del lado izquierdo eran locales de comida, y un casino estaba al fondo del lado derecho. Kay solo observaba los locales tratando de mirar que podría captar su interés, y el influjo de personas entrar y salir de estos para ver en donde más entraban y cuáles eran los lugares más solicitados, como una curiosidad y escape a su aburrimiento y monotonía actual. No fue hasta que las chicas salieran de la tienda con las manos llenas de bolsas de ropa, por lo que los chicos no tenían más opción que cargar con esos paquetes, por ley y regla de la 'caballerosidad'.

Continuaron recorriendo el centro comercial y así fue casi todo el tiempo de la mañana que se les fue; en uno de esos momentos Kay observo que Tsukune desde un celular prestado estaba haciendo una llamada, probablemente a su familia desde que podía observar el rostro feliz del chico y sus expresiones y ademanes. No pudo por lo menos alegrarse algo el, que el chico olvidara temporalmente sus dudas y fuese feliz con hablar con su familia. El esperaba que el chico atesorara esos momentos y pensara en ellos, cuando de tomar una decisión más determinada tuviera lugar. Sin darse cuenta el medio día les había llegado, dando fin a aquella jornada del día para satisfacción y alegría de los varones del grupo.

Los días transcurrieron similares a estos, donde de centros comerciales variaban en distintos sectores de la ciudad, para satisfacer la curiosidad de las Ayashi y poder darles una visión muy diferente y optimista de los que les deparara en el mundo humano. El grupo del Club había hecho acercamientos con los amigos de Kurama y se llevaban bien, quizás por la facilidad y amabilidad de los adultos en querer guiar a los jóvenes y no tener inhibiciones de caminar con Youkais, ya que una integrante del grupo mayor era una de ellos.

Pronto se cumplió la fecha límite, fue el día de regreso a las clases de la Academia Youkai.

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Los chicos se estaban despidiendo de las personas que conocieron, que eran conocidas y amigas de Kurama. Se encontraban cargando sus bolsos y mochilas en el patio de la casa de Kurama, afuera en el camino se encontraba el camión del auto bus escolar que los llevaría de regreso a la escuela.

"Por favor Ruby-san, cuídate. No te preocupes, no tardara mucho cuando también puedas venir." Hablaba la pequeña Yukari Sendo mientras se abrazaba a la bruja mayor

Todos estaban reunidos en el jardín frontal de la casa de Kurama despidiéndose, mientras aguardaban su turno para irse.

"Descuida Yukari, no tardara mucho. Una vez se pongan en orden todos mis papeles de transferencia, podre ir donde ustedes y estar juntos de nuevo. Solo un poco más." Decía Ruby mientras abrazaba a su pequeña amiga igualmente

"Aun así cuídate por favor Ruby-san. Sé que estarás en buenas manos no obstante." Le hablo amablemente Tsukune también

Ruby solo sonrió como procedió a despedirse de cada uno de los jóvenes amigos que había hecho; aquellos chicos que lo arriesgaron todo para salvarla, no podía estar más que agradecida que había conseguido tales amigos que inclusive quisieron dar la vida por ella. Ya no estaba sola ni necesitaba sentirse así nunca más.

"Descuide. Kurama-san me permitirá seguir permaneciendo en su casa hasta la transferencia." Hablo ella como Kurama se acercó y poso una mano en su hombro para el sonrojo de ella

"Descuiden, no se preocupen. Yo y mis amigos cuidaremos de ella hasta que sea el momento. Ustedes deben regresar antes ya que se acabó la fecha límite y deben regresar de las 'vacaciones de verano' después de todo." Hablo Kurama sonriendo con toda confianza

"Gracias Kurama-san, confiamos en ti." Hablo Tsukune por todos y le tendió la mano que el peli rojo le estrecho alejándose los dos un poco de los demás para hablar

"Descuida, y recuerda lo que te dije. Aun tienes mucho para pensarlo ¿de acuerdo? mira a tus amigos, diviértete con ellos y se feliz. Y después piensa si es absolutamente necesario el que decidas cambiar tu vida y mantener tu decisión inicial, ven a verme. ¿De acuerdo?" Le hablo Kurama esta vez por lo bajo cuando el resto del grupo seguía apartado despidiéndose de los demás

"Si, entiendo, lo hare." Respondió Tsukune por lo bajo también tratando de mantener su palabra

Las chicas del Club se despedían de las amigas de Kurama, abrazándose y prometiéndose volver a verse. Para volver a salir de compras o seguir recorriendo la ciudad para conocer más del mundo humano. Kay le estrecho la mano a Kuwabara despidiéndose también.

"Muchas gracias por todo ¿Kuwabara, puedo llamarte así?" Le preguntaba Kay a lo que el sujeto peli naranjado rebelde le asintió

"Si, descuida. Yo también podre llamarte entonces por tu nombre. Igual soy más de que me sigan llamando Kuwabara que 'señor Kazuma' o algún prefijo de -San. Muchos conocidos y otras personas menos conocidas lo hacen de todos modos." Decía el hombre encogiéndose de hombros

"Está bien Kuwabara. Fue agradable pasarla contigo y charlar, ojala se repita en un futuro." Decía Kay con una sonrisa deseándolo de verdad

"También igualmente espero lo mismo. Kay." Le respondió Kuwabara de manera agradable

Ya después de que el chico peli castaño se despidiera de las mujeres mayores también, fue turno para despedida de Ruby.

"Bueno Ruby. Es hora de irnos. Solo se paciente, ya será tiempo de volver a vernos." Le hablaba Kay por todo con una sonrisa amable

"Lo se Kay-san. Agradezco todo lo que han hecho por mí, en especial tu que arriesgastes más por salvarme. Gracias a eso puedo comprender mejor las cosas y vivir por mi maestra Oyakata." Decía Ruby algo compungida por lo último

Kay solo la tomo de las manos gentilmente y le hablo. "Donde quiera que ella este, se encuentra en un mejor lugar Ruby. Estoy seguro que después de ayudarnos, su alma se habrá liberado del odio y oscuridad en el que estaba envuelta. Habrá ascendido a un lugar mejor. Es trabajo nuestro ahora en este mundo, el vivir para rectificar lo mal que hizo, para demostrarle donde este que si hay otras alternativas y caminos posibles que no sean la destrucción."

Ruby solo sonrió dulcemente ante las palabras de consuelo del chico y asintió a sus palabras. "Me hubiera gustado que ella viera que la humanidad aun valía la pena. Las mismas personas que fueron atacadas y rescatadas por Yukari-chan, una estudiante y su maestra que venían al campo de girasoles y que los llevaron a ustedes hasta la ciudad aquel día que los seguí. Fueron las que más protestaron contra la destrucción de nuestra colina. Que irónico, casi mueren asesinadas por nuestras plantas carnívoras y aun así decidieron apoyarnos impidiendo la continuación de la construcción."

"Eso solo demuestra que aún hay mucho por lo que vivir…y luchar." Señalo Kay a lo último, no a una forma de lucha física sino espiritual y mental. Eso era lo que entendió Ruby y abrazo por ultimo al chico despidiéndose de el

Ya el grupo había terminado todas las despedidas, y los chicos del Club solo se alejaban hacia el auto bus escolar donde su Sensei Shizuka los esperaba en la puerta. Kay se tomó su tiempo para despedirse de Kurama apropiadamente y en privado algo alejados.

"Bueno, supongo que todo está listo y preparado para tu ingreso ¿No es así?" Le pregunto el chico

"Sí. He estado ultimando detalles con el mundo espiritual y Koenma ha aceptado que vaya. También me han prestado el objeto espiritual que te dije para aumentar tu fuerza cuando estés dentro de la barrera. No sabemos si funcionara pero se trata de un experimento donde el mundo espiritual quiere ver si puede funcionar. Quizás para probar distintos métodos de entrada en caso…de que las relaciones vayan mal."

"Espero no convertirme en un conejillo de indias para esos allá arriba. Que quede claro que soy un aliado mas no su subordinado. No estoy atado a seguir sus reglas pero respetare lo máximo su mundo en concordancia con la meta de ellos, que es proteger este mundo y guiarlo hacia su evolución. No inmiscuirme en las relaciones que ellos sostengan con los otros seres." Respondió Kay algo molesto por saberse 'usado' pero sabía que tanto como el Kurama, iban a seguir 'obedeciendo' para seguir trabajando contra una amenaza en común por ahora

"Como sea. Puede que entre al mismo tiempo que Ruby o no. De todos modos, solo no te metas en problemas allí mientras tanto. Me entere de su pequeño pleito con la Comisión de Seguridad Publica de allá. Al parecer fue destruida por los disturbios de los estudiantes incitados por alguien. Otro estudiante cuya descripción se ajusta la tuya." Le dijo Kurama entornando los ojos en el chico

"No lo mentiré, si fui yo. Ese dizque 'guardia estudiantil' que no lo parecía, merecía ser destruida. Supongo que ya lo habrás escuchado del Director de la escuela estos días." Respondió Kay sin más

"Me comunicaba con él para concordar todos los asuntos del ingreso de Ruby y del mío. El me conto eso. Aunque me conto también porque lo hiciste. No te reprocho nada, ya que yo hubiese hecho lo mismo también contra esos abusadores. Aun así no hay duda que sabes meterte en líos, y ahora la escuela esta algo 'débil' con su principal guardia destruida." Decía Kurama

"Pues de 'mucha ayuda' anteriormente no lo fueron. Y solo eran un grupo mafioso que se creían demasiado y cobraban pagos por según ellos, 'proteger la ley' cuando solo extorsionaban actuando como 'vigilantes' y se excedían en sus tratos a los demás estudiantes. Acabar con esa organización no me trae ningún remordimiento. Además su líder era un bastardo canalla sádico. Se merecía irse abajo junto con el resto de su grupo." Respondió Kay en tono duro y molesto por ese cuestionamiento

Kurama solo suspiro cansado, solo quería preguntar y no ahondar mucho en eso.

"Lo sé, está bien. Solo quería preguntar. En fin, lo hecho; hecho esta. No hace falta más. Solo asegúrate de que te cuides más y a la escuela también. Ya que tendrás el doble de trabajo ahora, si es que quieres tomar responsabilidad en la protección del lugar también."

Kay solo encogió los hombros y respondió. "Si, aunque no pretendo convertirme en un guardia estudiantil o algo así y decirle a los estudiantes que hacer. Si pretendo protegerla de aquellos que quieran venir a atacarnos y tengan que ver directamente o no, con aquellos que quieren vernos perjudicados desde las sombras. Solo espero que no sea pronto, y lo que me traigas me sirva para poder usar en parte, mis poderes a plenitud dentro de la barrera."

Kurama solo le guiño un ojo en respuesta. "Descuida, pronto podrás hacerlo y no estar tan dependiente. Eso será un importante giro inesperado para aquellos que quieran hacerte mal. Y así podrás defenderte a cabalidad tu solo cuando estés en problemas."

"Yo también lo espero Kurama, yo también."

Fue lo último que dijeron como después de un apretón de manos se despidieron y junto con los chicos del Club, subió al auto bus escolar que los llevaría de regreso a la Academia Youkai. Fue cuando vio una cara familiar en al asiento de conductor.

"Hola chico, espero que hayas pasado unas agradables vacaciones en el mundo humano, aunque ya es tiempo de regresar." Decía como siempre en su tono misterioso el conductor del auto bus con sus ojos brillantes y fumándose un habano

Kay por todo lo demás quería replicarle, o directamente lanzarle un puñetazo en su rostro por todos los problemas de la vez pasada al dejarlos en aquellos campos abandonados donde vivía la bruja. Aunque desistió de hacer ambas cosas ya que de seguro todo eso fueron bajo órdenes del director de la escuela, y en eso poco podía hacer. Aunque eso no significaba que no buscaría una charla con aquel director tan pronto tuviera la oportunidad, así que ignorando al conductor siguió su camino hasta su asiento. El conductor solo soltó una pequeña risa y emprendió la marcha como todos los chicos junto a la maestra Shizuka, se despedían desde las ventanas de Kurama y sus amigos mientras el vehículo se movía lejos.

Kay solo resoplo cansado y cerro sus ojos unos momentos para relajarse, Kurumu solo abrazaba a Tsukune mientras hablaba efusivamente de cómo habían disfrutado sus vacaciones, ignorando la parte de todo lo ocurrido con el incidente de Ruby. Tsukune a duras penas escuchaba como su mente seguía como ida pese a la cercanía de la chica peli azul. Yukari ni bien les ponía atención mientras trataba de llamar la atención de Moka, que igual que Tsukune, la mente de la peli rosada estaba como ida pensando en algún lugar lejano, de un recuerdo lejano que no lograba desentrañar.

El trayecto continúo de esa manera hasta la escuela, donde nuevas aventuras y retos les aguardaría a este grupo.

FIN DEL CAPITULO