Capítulo 47: Recuperación

Pesadillas. Era lo que en ese momento Kay Namura tenía en aquel momento, pero eran pesadillas muy diferentes de las que usualmente solía tener. Esta vez no eran pesadillas que trataran sobre batallas, combates, guerras, muerte, abandono, soledad, y demás tipos de pesadillas que lo han atormentado durante años. A pesar de que ha conseguido entrenar su cuerpo y mente, y reforzado su conciencia para no tener que sufrir de este tipo de pesadillas ahora, lo cierto es que a veces su subconsciente podía jugarle una mala pasada. Y esto era lo que ahora tenía Kay Namura. Era un tipo de sueño terrorífico de un encuentro hace poco. Un tipo de encuentro que se le hacía borroso ahora y no lograba recordar si esto lo había vivido antes, o era un producto de su subconsciente, haciéndole imaginar cosas.

Como fuera, él no podía recordar nada concreto más allá de una voz gutural que parecía salir del mismo inframundo, pero que desaparecía como eco estruendoso en un peñasco. Hasta que finalmente este ceso y Kay despertó. A primera vista el no reconoció el lugar donde se encontraba, hasta que un rápido escaneo le hizo darse cuenta de algo.

"Este sitio… ¿Acaso?" Se preguntó en voz baja el chico como se sostenía su cabeza algo adolorida con su mano izquierda

Fue cuando denoto una presencia materializándose en la esquina del lugar.

"Así es, como supones. Este es el hospital anexo de esta escuela privada. Como sabes que estamos dentro de su submundo, el tener nuestro propio hospital con personal médico, nos permite suplir las necesidades de tratamiento al estar aislados del exterior." Esta voz provenía de nadie menos que el director Mikogami en la esquina oscura de aquel cuarto de hospital donde se encontraban, solo sus ojos brillantes y lo blanca de su ropa, eran lo único que resaltaba

"Eso ya lo sé", decía el chico suspirando, "He estado aquí antes. Reconozco el sitio".

"Por supuesto que sí," decía sonriendo como siempre, "Por cierto, qué has estado teniendo antes que se te denotaba inquieto en tu cama, ¿pesadillas?"

"Nada que a ti te importe". Respondió Kay zanjando el asunto

"A todo esto, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estoy aquí?" Pregunto el chico desperezándose

"Cuatro días. Nada malo si pensamos en todo lo que aconteció para que llegues a ese estado".

Kay solo agito la mano con desdén, como trataba de incorporarse sentado encima de su cama del hospital, cuando se dio cuenta de algo. Un peso de más estaba recostado en su cama, de su lado derecho y posando su vista en esta, descubrió a nadie menos que a Moka, sentada con su cabeza apoyada en sus brazos a un lado de su cama y durmiendo apaciblemente. Dando un rápido vistazo, denoto que esta era Outer Moka, por su tipo de color de cabello rosado, lo que quería decir que volvía a estar sellada.

"Ella no se despegó de ti ni un solo momento. Encontramos su rosario, dentro de los bolsillos de tus pantalones cuando te trajeron aquí, por lo que la otra Moka decidió no esperar más y decidió sellarse, no olvidando decir que cuando te mejoraras, el hablar con ella".

Kay solo suspiro ante esto, como procedió a extender su mano derecha hacia la chica, para acariciar su cabeza, cuando se dio cuenta de algo. Tenía un extraño conjunto de una cadena unida a una especie de candado, con símbolos de cruces por doquier en su muñeca derecha, lo cual desconcertó a Kay.

"Si te lo preguntas, es una cruz sagrada", Le respondió el director, "Este es similar al rosario de sellado de Moka-san. Tiene el poder de sellar el poder de la sangre vampírica dentro de tu interior. Lo que significa que esta será la barrera que impida tu transformación completa en Ghoul. Si esa cadena es removida, tu vida como la conoces terminara. Tu anillo espiritual lo tiene la chica, supongo que tus demás amigos se lo dieron para que ella te lo de, una vez que despiertes."

Kay solo se quedó viéndola un momento, antes de suspirar y recostar en la cama, "Supongo que debería agradecerte por esto, aunque dudo que lo hayas hecho por la bondad de tu corazón".

"Eso no se discute centinela. No quiero meterme en problemas ni con el mundo espiritual ni con los centinelas, cuando estos se enteren que te transformaste en un Ghoul, y yo no hice nada para detenerlo dentro de mis dominios".

"Qué bueno que sepas las consecuencias que podrías tener, si algo me llegase a pasar". Respondió sarcástico Kay como después procedió a acariciar con cuidado y suavidad la cabeza y cabello de la chica peli rosada con cuidado, evitando despertarla

"Que tierno. Sin duda hacen una linda pareja". Respondió sarcástico el director

"Cierra la boca y no hables acerca de cosas que no sabes o entiendes", Le respondió de forma mordaz Kay, como siguió con sus caricias y muestras de cariño a la chica, "ella ha hecho mucho por mí. Desde que llegue aquí. Sin duda, es una verdadera amiga y alguien a quien aprecio y quiero mucho. Ojalá pudiera hacer más por ella, por ambas Mokas. Puedo recordar la voz de Inner Moka, el llamándome desde el abismo de oscuridad en el que estaba y como trato de traerme de vuelta, pese a arriesgar su vida. Les debo mucho a ambas". Termino con una sonrisa en sus labios

"Bueno, será mejor que me vaya, ya es de noche y deberías descansar más. Tus amigos volverán mañana a visitarte, aunque Akashiya-san haya decidido quedarse a cuidar de ti esta noche".

"Ya veo. Por cierto, no sé si estoy mal, pero recuerdo la voz de Ruby, ¿finalmente pudo entrar a la Academia? ¿La ayudaste a hacerlo?" Le pregunto Kay

"Si, no fue tan difícil, y tomando en cuenta lo que hizo en la 'colina de la bruja', decidí ponerla bajo mi cuidado y protección, ya que no tiene a donde ir en este momento, y dejarla sola en el mundo humano, no sería una buena opción".

"Ruby siente arrepentimiento después de todo lo sucedido. Igualmente, ahora que su visión del mundo ha cambiado, ella ayudara a fortalecer más los lazos entre los mundos, pero si es cierto que primero, ella necesita estar aquí cerca de sus amigos y quienes la han ayudado para recuperarse". Respondió Kay solemne como seguía recostado en su cama y con mano encima de la cabeza de la chica dormida a su lado

El director no dijo más, pero un asentamiento de su cabeza probo que estaba de acuerdo con lo dicho. Como en un momento el desapareció sin dejar ningún rastro de su presencia. Kay no le presto mucha atención y se dedicó a observar a Moka dormida a su lado, sonrió un poco y decidió seguir el consejo del director y descansar un poco más. Mañana podría hablar con sus amigos.

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En los pasillos del hospital mientras tanto. Siendo tan entrada la noche, no había casi nadie atendiendo a esas horas tan altas, como la mayoría de pacientes estaban dentro de sus habitaciones, y demás personal médico ya se había retirado. Dejando pocas luces encendidas y la mayoría de pasillos a oscuras. Exceptuando unos pocos sitios iluminados como donde una enfermera que se encontraba en la recepción en aquel instante, atendiendo una llamada de un teléfono.

"Si entiendo señor, descuide. El trabajo se hará". Decía la enfermera cuyo rostro parecía oculto entre sombras, aun con la iluminación que daba la recepción que contrasta con la mayoría de sombras del pasillo a su alrededor

Mientras iba contestando la llamada, una sonrisa se iba formando en su rostro, "Descuide señor, yo no cometeré el mismo error de Midou y sus inútiles compinches. Si usted quiere muerto a ese chico llamado Namura y a sus amigos. Con mi 'habilidad' no voy a dejar ningún rastro de él ni de ellos, y hare que sea bastante cruel. El pagara por haberse entrometido en nuestros asuntos".

Fue lo que respondió la enfermera en un tono ominoso como una sonrisa cruel se hacía presente en sus labios.

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Al día siguiente en el hospital…

El grupo del Club de periodismo finalmente estaba completo. El grupo se había reunido para ver a Kay; entre los que contaban Kurama, Hei, Tsukune, Kurumu, Mizore, Yukari, Moka, hasta Gin también. La adición de Ruby también era bienvenida como el grupo se encontraba completo de nuevo, desde lo ocurrido en la 'colina de la bruja'.

"Oh…estoy sorprendido. Había diagnosticado que necesitarías un mes hospitalizado para recuperarte. Pero veo que me equivoque". Decía el doctor encargado del caso, Yuki Yutaka

Anteriormente este mismo doctor era el que había tratado las veces pasadas cuando Kay o alguno de sus amigos, tuvo que venir a este mismo hospital después de las batallas, por lo que era ya conocido entre el grupo.

"Poseer tal poder regenerador. A este paso dejaras este hospital pronto, Namura-san".

Kay solo asintió ante las palabras del médico, como sus amigos estaban felices por estas buenas noticias. Para Kay también, tenía que agradecer la ayuda de la magia suya en este caso para ayudarse a recuperarse rápido gracias a la ayuda que podía tener con el anillo espiritual, que se lo había entregado Moka al amanecer cuando despertó.

"En cualquier caso, pareces que te metiste en problemas otra vez. Aunque eso ya no debería ser una novedad".

Kay frunció el ceño ante lo dicho por el doctor, no es que a él le gustara ser hospitalizado, solo que algunas veces, las luchas se salían de control.

"Igualmente, ten mucho cuidado. He oído sobre el grupo con el cual peleaste. Los Outcast Ayashi son un grupo realmente peligroso. Ellos querrán venganza. Son un grupo impredecible que pueden ocultarse en cualquier lugar. ¿No quieres ser hospitalizado de nuevo, cierto?" Termino de decir en un tono que sonaba a advertencia del doctor rubio

Kay solo pareciera que se pusiera en guardia mientras asentía, no gustándole el tono con el cual el médico le hablaba. Pero toda esa tensión se desplazó, como una enfermera que estaba en el lugar también le hablo.

"Muy bien, es hora de quitarte las vendas, para ver como estas". Hablo la enfermera de cabello rubio, de grandes lentes y muy linda, de nombre Yakuman Mako

Kay solo asintió como permitió que la enfermera lo hiciera, como terminado después esto, la enfermera junto al médico salieron de la habitación, dejando al grupo solo.

"Bueno, ahora que se fueron, ya podremos celebrar". Decía un Gin risueño

"¿Celebrar que?" Preguntaba Kay que ya se había percatado que la mayoría pareciera querer esconder algo

"Tonto, ¿qué más que tu recuperación?" Le dijo Gin como saco de detrás de él una botella de vino de sorpresa

Mas atrás, los otros chicos le tenían preparado una torta de pastel, algo que Kay no se esperaba, aunque el sospechaba que ellos tenían algo entre manos.

"Aun no es mi cumpleaños." Respondió sarcástico Kay con una sonrisa, aunque él no recordara exactamente cuando era

"¡Oye! ¡Agradece que la compramos por ti! No estuve ahí, pero los chicos de aquí, sí que se esforzaron por traerte de vuelta. Una pequeña celebración no está de más." Le respondía el hombre lobo

Kay pareció pensarlo unos instantes antes de asentir. No estaba de más disfrutar de un tiempo relajado, después de todo lo que había acontecido. Ahora lo único que quería, era relajarse y no tener que pensar en los problemas que aún tenía cargando encima.

Afuera de la habitación, el medico Yutaka solo sonrió ante la vista de los jóvenes departiendo, como su atención fue fijada en la enfermera a su lado.

"Jóvenes, a pesar de sus problemas, siempre tienen un momento para relajarse".

"Así es doctor…Por cierto. ¿Tiene usted un momento libre?" Le pregunto la enfermera linda y rubia con una expresión dulce

"Solo un minuto. Necesito hablar con usted."

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Los chicos solo celebraban en aquel momento, como hacía tiempo que no celebraban nada, también era una buena oportunidad para congeniar todos unidos desde la adición de nuevos integrantes en el grupo como Hei y Mizore, que aun siendo ambos de naturaleza solitaria y fría, por lo menos y más en el caso de Mizore, se denotaba una compenetración completa con ellos.

"Disculpen, tengo que salir un momento". Les hablo Akashiya Moka como salió de la habitación

Los demás solo la despidieron, como continuaron conversando.

"Entonces, ¿así fue lo que ocurrió?" Hablaba Kay, mientras le narraban los hechos durante la batalla que sostuvieron contra el cuándo se transformó en Ghoul

No recordaba mucho, más que solo las voces algo distorsionadas de sus amigos, llamándolo a través de la oscuridad, aunque algo le decía que había un enorme punto muerto, algo que debía de recordar, pero que entre más pensaba, menos llevaba a alguna parte, por lo que decidió dejarlo así de momento.

"Y así fue como ocurrió todo". Terminaba de relatar Tsukune

"Vaya, debí de verme horrible con ese aspecto, ¿cierto?" Decía Kay en tono sarcástico, aunque por dentro un escalofrío le recorrió la espalda, al imaginarse a través de las palabras de sus amigos, el horroroso aspecto que debió de tener

"Bueno, yo no estuve presenta ahí", Hablaba Gin Morioka, "Pero desde como hablan, sin duda no quedarías para tomarte una foto de grado."

"Tus chistes no son graciosos Gin". Decía Kay frunciendo el ceño

Gin solo se excusó agitando su mano, no dándole importancia a eso. Como la conversación continua.

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Moka había ido al baño de chicas un momento, cuando había terminado ella había salido de este y se disponía a regresar con los demás, cuando alguien la llamo por detrás.

"¿Tu eres Akashiya Moka-san verdad? ¿La que la organización de los Outcast Ayashi ha señalado?" Decía nadie menos el doctor Yutaka según recordaba la chica

"¿Si?" Decía Moka extrañada por este giro y siendo cautelosa

"Ustedes deben ser cuidadosos a partir de ahora, ya que han sido señalados por los miembros del Outcast. No quisiera verlos venir aquí tan seguido". Comentaba el medico con un tono de borde oscuro

"Doctor, ¿cómo sabe usted de todo eso?" Le pregunto la chica como daba unos pasos hacia atrás de forma cautelosa

Pero el medico solo sonrió de forma cruel, como comenzó a reírse.

"Realmente eres una descuidada, ¿preguntas porque lo sé?"

Moka estaba empezando a tener una mala sensación cuando Yutaka se agachó y cogió una silla del pasillo. Con un brillo malicioso en los ojos, dijo:

"¡Porque yo soy uno de ellos!" dijo antes de que él lanzo la silla al lado de Moka. "¡Yo soy el que te está señalando!"

Moka con una agilidad potenciada por el miedo y sus sentidos vampíricos, eludió el ataque, como la silla se estrelló fuertemente en la pared al lado, produciendo un sonido hueco.

"Buena esquivada, pero no funcionara de nuevo. Y antes que preguntes, nadie vendrá a ayudarte, ya que he ordenado desalojar este pasillo."

El miedo se deslizó en Moka cuando notó la mirada enloquecida, con los ojos abiertos del médico. Parecía como si estuviera poseído. Luego, con la realización que le llego de golpe, ella tartamudeó, "N-No puede ser... ¡¿También eres parte de los Outcast Ayashi?!"

El médico se humedeció los labios mientras miraba a su presa, su torcida sonrisa le provocaba escalofríos a la chica frente a él. "¿No te he dicho antes?" Murmuró oscuramente mientras caminaba hacia ella, "¿Qué debes ser más cuidadosa?"

Una Moka aterrada dio un paso atrás, chocando contra la pared del pasillo mientras lo hacía. Se quedó sin aliento cuando se dio cuenta de que no había otro lugar para escapar. Para empeorar las cosas, el médico enloquecido sacó una jeringa grande. Moka trató de hacer un escape a un lado, pero el médico se movió rápidamente y le cortó la fuga. Antes de que pudiera volverse a tratar de encontrar alguna otra salida, el médico ya la tenía sujeta y la agarró por el cuello. Ella abrió la boca mientras le apretaba la garganta, con lo que el llevo la jeringa con el extraño liquido goteando de la aguja, más cerca de su cuello.

"Te voy a inyectar esto. Esto te hará muy feliz. Si te inyecto esto, serás mas obediente. Justo como una muñeca."

Moka siendo llevada por su miedo, reunió toda la fuerza vampírica que poseía, y logro separarse del médico, quien aun en un estado enloquecido trato de atacarla de nuevo, pero esta vez Moka, por mero instinto, lanzo una patada al rostro del médico, con la suficiente fuerza de su condición vampírica, que le rompió el rostro, haciéndole brotar sangre y estrellarse contra la pared del pasillo, estampando su cabeza ahí, antes de caer inconsciente al suelo.

Moka solo jadeaba entrecortadamente ante esto, como su cuerpo sudaba ante lo sucedido, fue cuando retrocedía que sus sentidos, estando alertas por su nerviosismo, sintió una presencia a su espalda, que le hizo voltearse rápidamente.

"¿Qué estaba pasando aquí?, ¿doctor? Acabo de oír un ruido." Hablo nadie menos que la enfermera Mako

"¡Enfermera-san! ¡Gracias a dios! ¡He sido atacada por el medico! ¡Quería inyectarme una sustancia extraña! ¡El pertenece a los Outcast Ayashi!" Gritaba Moka al verse feliz de tener a alguien y poder pedir ayuda y señalar al médico inconsciente en el piso

Poco se dio cuenta Moka al voltear su cabeza, cuando la enfermera la miro fijamente antes de sonreír.

"Bien, bien. Esto no es bueno." Respondía la enfermera en un tono de voz sombrío como se acercó hasta la chica

Antes de que la misma Moka pudiera voltearse alertada por sus sentidos, ella fue tomada por sorpresa por la enfermera, y sintió algo que atravesaba su cuello por la aorta principal.

"Eso significa que tú no te has puesto todavía… La inyección". Moka solo volteo alarmada para ver el rostro desencajado de locura y sadismo de la enfermera Mako como le sonreía de una forma lunática

"¿¡Que…!?"

"No es bueno, ya has oído al médico. No pueden ayudarte, te inyectare personalmente con este dedo." Era de lo que habla la enfermera como Moka observaba que lo que le atravesaba el cuello era uno de los dedos de la enfermera, transformados en una especie de 'jeringa' hecha de huesos y partes óseas.

"¿Lo sabes? Mi dedo es como una jeringa. Si te inyecto mis fluidos corporales con esto…Aquellos que acaban infectados por esto, acaban en mascotas obedientes, que acatan cualquier orden. Justo como el medico allí en el suelo".

Una realización le llego a Moka, como se volteo a ver a la enfermera, pero está demasiado débil para intentar defenderse, "Eso quiere que decir que el doctor no forma parte de los Outcast Ayashi o cualquier organización. Tu solo lo manipulabas para que me atacara…Eso significa que la que pertenece a los Outcast Ayashi… ¡eres tú!"

La enfermera de nombre Mako solo sonrió como procedió a quitar la 'jeringa' del cuello de la chica, la cual bastante debilitada por la inyección y pérdida de sangre, se desmaya en el suelo. Mako solo procedió a quitarse los lentes y desenredarse su cabello, como observaba a una derrumbada Moka en el suelo, con una sonrisa siniestra.

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Kay había salido de la habitación donde se encontraba hace unos momentos, ya se sentía lo suficientemente recuperado como para caminar por su propia cuenta. Algunos de sus amigos se ofrecieron a ir con él, pero el desistió la idea en que tenía que ir al baño, a descargar la vejiga y quería algo de privacidad, por lo que muchos, en especial las chicas con las caras rojas, desistieron de eso.

Además, quería tener un momento a solas para pensar. Mientras se lavaba las manos en el fregadero del baño, el cogió un poco de agua fría entre sus manos y se la llevó al rostro, para desperezarse, no pudo evitar quedarse un momento pensativo mientras observaba su reflejo en el baño.

"Esta especie de sensación, se siente como si faltara algo. Como si hubiera algo que no cuadrara. Solo recuerdo las voces de algunos de mis amigos cuando me convertí en ese monstruo. Que extraño, ¿por qué pienso que hay algo que falta?" Así pensaba Kay como solo se restregó su rostro con las manos antes de salir del baño

"Aun así, lo que sentí en aquella ocasión mientras estaba transformado en…Eso. Me hizo darme cuenta de algo", Pensaba el chico como pasaba a mirarse las manos, "Que era algo familiar lo que sentía. Como si ya hubiera estado dentro de mi desde hace tiempo. Fue lo mismo cuando luche por primera vez contra los primigenios en Singa. Y estaba atrapado en esas dimensiones oscuras. Recuerdo que algunas de esas cosas me dijeron que aceptara 'su legado'. ¿Sera cierto lo que he sospechado desde entonces…? Parte de mí, tiene esencia pri…"

Kay interrumpió sus pensamientos como se dio cuenta de algo, mientras caminaba por el pasillo del hospital a su habitación, un piso mas arriba. No había nadie en aquel pasillo. Ningún sonido, nada. Lo más raro que todo, fue cuando al doblar una esquina se encontró con una figura conocida.

"¿Moka?" Kay solo quedo consternado por la visión ante el

La chica parecía estar herida como podía ver rastros de sangre seca alrededor de su cuello y uniforme, así como la visión de sus ojos apagados, que parecían estar 'fuera de vida', como si estuviera en trance. Pero lo que más llamo su atención, fue el bisturí largo de medicina, que sostenía Moka en una de sus manos, y que parecía balancear peligrosamente.

"¿Moka? ¿Estás bien? ¿Qué te sucede?" Le pregunto el chico con calma, pero tratando de mantener su distancia, ya que sentía que algo andaba mal

Como para responder a su estado de ánimo, vio como Moka prácticamente se le abalanzo encima y girando su brazo derecho con el bisturí, lo lanzo en dirección hacia el propio Kay, quien sorprendido ante esto, pero que gracias a sus rápidos reflejos pudo eludir con facilidad. Él pudo ver que, por el rostro de la chica, surcaban lagrimas como si dará a entender el dolor que le provocaba esta acción. Algo que consternaba aún más a Kay, antes de que una idea se le vino a la cabeza.

"Espera, ¿ella está siendo controlada? ¿Control mental? No me extrañaría, Moka nunca haría esto." Así fue lo que pensó el chico como se preparó para el siguiente ataque

Para cuando Moka volvió a abalanzarse sobre Kay y lanzar un mandoble, el atrapo con su mano la muñeca de la chica que sostenía en la mano el bisturí; agitando su mano, le hizo caer el bisturí al suelo.

"Muere Kay." Decía la chica en un tono sin emociones que hacia fruncir el ceño a Kay

"¿Qué tiene ella? ¿Si será cierto que está siendo controlada? Quizás deba romper la conexión." Pensó el chico como gracias al tener de vuelta su anillo espiritual en su mano derecha y sus facultades psíquicas

El chico no perdió tiempo y concentrándose, proyecto su mente a la de la chica, tratando de cancelar o revertir lo que sea que la tenía en ese estado de aparente control mental. No tardó mucho en hacerlo, y descubrir que la mente de la chica estaba nublada en efecto, y que ella no podía distinguir bien lo que estaba haciendo.

"Tendré que revertir esto. Esto te dolerá un poco Moka, pero…" Así pensó el chico como concentrando su mente, le envió una especie de 'orden'

Más que una orden, fue un fuerte ataque psíquico, el cual una víctima que no estuviera preparada lo sentiría como si un camión lo estrellara de frente. No quería hacerle daño a la chica, pero él sabía que ella es fuerte, su condición de vampiresa la daba una ventaja por encima de otros, en un ser humano normal, podría quedar inconsciente por días, o hasta comatoso.

Afortunadamente lo único que sintió Moka fue un respingo como se sintió desfallecer, siendo atrapada por Kay antes de colapsar en el suelo.

"¿Q-que? ¿Qué ha sucedido? ¿Kay?" Moka trataba de permanecer consiente y erguirse, como sentía un fuerte dolor de cabeza

"Descuida Moka, estabas siendo controlada. Sea lo que fuese, al parecer tenías el objetivo de intentar matarme con ese bisturí". Decía el chico señalando la herramienta en el suelo

"¡¿Que yo hice que?!" Moka solo se llevó una mano a la boca, pensando en lo que casi acababa de hacer

"Afortunadamente no tuviste éxito y ahora estas libre. Pero debemos irnos, quizás aún estemos en la mira de alguien, y necesitamos hablar".

Moka solo asintió compungida ante las palabras de Kay, como se dejó llevar hasta la habitación donde reposaba el chico de nuevo. Una figura que había estado observando todo desde las escaleras de pisos, salió de su escondite del piso superior, como al observar ir a los chicos, chasqueo la lengua molesta.

"Tch. Muchachos tontos, solo han hecho más complicado mi trabajo". Decía la enfermera Mako antes de irse

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Cuando Kay hablo con el grupo, acerca de lo que había pasado hace unos momentos, la mayoría no pudieron más que jadear y abrir la boca de la sorpresa, haciendo encogerse más a la compungida Moka que sentía deseos de desaparecer. Kay solo alzo la mano, intentando mantener la voz baja.

"No fue culpa de Moka. Estaba siendo controlada. No sabemos aún como, ya que no parece tener recuerdos de eso, ¿cierto?"

"S-sí. De verdad no recuerdo nada, créanme que nunca hubiese atacado a Kay".

"Descuida Moka, yo te creo". Le dijo el chico poniendo una mano en su hombro, tratando de tranquilizarla

"¿Es esto provocado acaso por los Outcast Ayashi?" Pregunto nadie menos que Gin

"Creí que tras lo sucedido hace unos días, y lo que le sucedió a Midou y los otros, ellos no querrían volver a meterse con nosotros". Respondía Tsukune nervioso

"Yo creí que todos estaban muertos ya, pero veo que aun quedaron unas cucarachas rezagadas por ahí". Decía Hei de forma helada

"No creo eso", Decía Kay de forma criptica, no queriendo recordar que, de hecho, él había sido quien había terminado con la vida de muchos integrantes del Outcast Ayashi cuando se transformó en ese monstruo

No es que nadie no recordara o quisiera hacerlo, y no es como si Kay perdiese el sueño por esa pandilla de delincuentes ya muertos. Pero el saber que fue el quien se había encargado de forma brutal de acabarlos, según le contaron sus amigos, le descolocaba a veces, aunque no quería pensar que sentirían sus amigos ante esto, algunos de ellos ajenos muchas veces a las batallas sanguinarias de vida o muerte. O a las carnicerías…

"De todas formas, hay que estar alertas. Moka, quédate aquí con nosotros y que no salga nadie sin compañía. No esperare a que me den de alta, me iré hoy mismo de este lugar".

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La 'enfermera' Mako caminaba por los pasillos al salón principal del hospital, irritada por haber fallado y en pensar en nuevas formas de poder deshacerse de esos chicos. Fue cuando caminaba por el vestíbulo principal, con algunos pacientes y personal medico en el área, que una voz la hizo salir de su ensimismamiento.

"¿Por qué tan pensativa Mako-san? ¿Acaso problemas en el 'trabajo'?"

La 'enfermera' solo se volteo hacia la voz y entonces lo vio. Sentado en un sillón de espera en el salón, estaba un chico. Pero no cualquier chico. Este tenía el cabello rubio, chaqueta negra, pantalones a cuadros de colores, tenis deportivos; lo que resaltaba además que parecía inmerso en leer un libro, era su rostro atractivo, que podría atraer a cualquier mujer, delicado y guapo, con un par de ojos de distintos colores que llamarían la atención también, más si se toma en cuenta que uno de sus ojos, tiene su iris rasgada en forma vertical y la otra en forma horizontal, distinguiéndose de la mayoría.

"Kiria Yoshii". Decía Mako con voz seca

"¿Cómo has estado Mako-san? Ha pasado un tiempo, ¿no es así?" Decía el sujeto de nombre Kiria como viraba su atención del libro hacia la chica

Fue ahí mismo que esquivo un ataque de lo que parecían ser una especie de látigos, con su punta puntiaguda que atravesó el sillón y lo rasgo aparte en pedazos, en donde antes se encontraba sentado Kiria, el cual había eludido el ataque rápidamente, antes de que acertaran.

"Cuanta agresividad Mako-san, solo vine a saludar". Hablaba con naturalidad Kiria, fingiendo sorpresa y asombro por eso

"¡A mí no me vengas con eso Kiria! Sé a qué has venido, ¿has venido a 'limpiar mi fracaso'?"

"¿Cómo se te ocurre que te haría eso a ti Mako-san? Lastimas mis sentimientos". Decía el chico, aunque se podía distinguir su tono sarcástico

"¡Kya! ¡La enfermera se ha vuelto loca! ¡Está atacando a alguien!"

"¡Que alguien la detenga!"

Fue lo que decían las voces sorprendidas de los pacientes y demás personal médico en el área, que habían sido testigos de aquel hostil intercambio. Mako solo gruño en molestia, como procedió a usar todos los dedos de sus manos, los cuales se convertían en los anteriores látigos, cuyas puntas parecían hechos de agujas, como estas atacaron a todo el público en el área sin discriminación alguna. Desde los más jóvenes hasta los más adultos, fueron víctimas de los ataques de la falsa enfermera, como las puntas de sus dedos atravesaban los cuellos de las personas allí reunidas por sorpresa sin poder defenderse a tiempo. Todos colapsaron en el suelo en un enorme charco de sangre que envolvía casi la totalidad del piso y paredes del vestíbulo principal, como los gritos y demás quedaron en silencio después de un momento. Ningún cuerpo se movió después de eso, aunque podían distinguirse las leves respiraciones aun de todos estando heridos de gravedad, lo cual delataba que la 'enfermera' los había dejado vivir a todos por alguna razón.

"Hahn…que salvaje Mako-san. Eso no era necesario". Comentaba Kiria fingiendo un tono de susto y preocupación falso por las vidas de las personas aquí

"Silencio Kiria. No me dejare 'limpiar' aun. Cuando yo soy la encargada de hacerlo. De entre las filas de nuestra organización, están la gente como yo, que se encargan personalmente de aquellos fracasos que no cumplen nuestras expectativas y de aquellos quienes suponen una amenaza que necesitan ser 'limpiados de forma limpia y silenciosa'. Mi trabajo no terminara hasta que no me deshaga de esos molestos chicos y he descubierto como. Así que no te metas en mi camino".

"Mako-san…Mako-san. ¿Olvidas quién soy yo? Los limpiadores eliminan a los fracasos, sí. Exceptuando a quienes están en el alto mando o a ellos mismos. Los fracasados sentirán toda nuestra furia por ello. ¿Olvidas que yo soy el segundo al mando aquí?" Terminaba de decir Kiria en un tono de borde peligroso pese a su expresión afable

Mako solo pudo más que temblar levemente, pero Kiria solo se dedicó a sonreírle afablemente, para 'tranquilizarla'.

"Pero no te preocupes Mako-san, sé que terminaras tu trabajo a tiempo, por lo que solo estaba aquí para cerciorarme. Sé que eres nuestra mejor limpiadora, y que sabrás solucionar tus errores".

"S-sí, descuida. Yo me encargare de esos chicos," Decía Mako, como ponía una expresión sádica en su rostro, anudado a la furia que sentía que, por culpa de esos chicos, estuviera en problemas con su organización, "Esos muchachitos sabrán que no debieron de haberse metido conmigo, Mako Yakuman. La mejor limpiadora de Antítesis".

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Kay ya se había preparado para salir, se había cambiado de ropa a unas de civil que sus amigos le habían traído de su habitación, nada llamativo más que una camisa blanca sin botones, pantalones negros y tenis deportivos. También había terminado de llenar el formulario de salida, por lo que esperaba su autorización para ser dado de alta pronto. La mayoría de sus amigos se habían marchado ya, aunque se habían mantenido en grupo como habían acordado, quedándose solo en el hospital Kay, Moka, Gin y Ruby. Bastantes pesos pesados si se tienen en cuenta lo que cada uno puede hacer por separado, ya no se diga en grupo.

Kay alistaba sus cosas que le habían traído de su habitación, como solo ya estaba todo listo para irse, pero faltaba los papeles de autorización, que, si bien a él no le importaría ni poco el irse ahora sin eso, decidió seguir la corriente de las normas aquí. Ya que después de todo, era un trabajo de los centinelas, el 'ser respetuosos con la ley' de cada mundo, tratar de no infringir normas en cualquier lado, si quieren pasar desapercibidos y no inmiscuirse de más en un mundo ajeno.

Por lo que decidió ir él personalmente a buscarlos, para irse de una vez por todas, "¿estás seguro? Podemos acompañarte si quieres". Le hablaba Gin

"Descuiden, puedo ir yo solo. Ustedes pueden esperar o marchar sin mí de una vez, ahora que tengo el anillo espiritual de regreso, puedo cuidarme bastante bien". Hablaba el chico como se encogía de hombros, listo para irse

"¿Quieres que te acompañe Kay?" Le preguntaba ansiosa Moka, queriendo pasar un poco de tiempo más a solas con él, aunque en un hospital eso sería difícil

Kay solo sonrió como negó con la cabeza, antes de irse. Los demás compañeros solo se quedaron ahí esperando, mientras Gin se dedicaba a entablar una charla con Ruby, como Moka parecía distraída. Y es que si bien lo ocurrido hace un par de horas la ha dejado en un estado algo nerviosa y alterada, ella sabía que nunca atacaría a Kay de esa forma. Por lo que el saber qué fue lo que le sucedió era una pregunta constante dentro de su cabeza. Kay dice que probablemente estaba siendo controlada, pero ella no recuerda nada de eso. Su mente le decía que debía de recordar algo con suma urgencia, ya que era la pieza faltante de lo que determinaba por qué actuó de esa forma.

Fue cuando un pequeño flash, se prendió dentro de su mente, como si fuese un bombillo en medio de la oscuridad; recordó al anterior médico, al tal Yutaka que era el que atendía a Kay, no haber aparecido desde su ataque a este mismo tiempo. Y con la única que hablaron para la orden de dada de alta, fue esa enfermera llamada Mako…Que no sabía porque ella ya no vestía su cabello peinado en coleta, y sin sus anteriores lentes, ya que ella solo alcanzo a echarle un vistazo cuando estuvo aquí solo un momento, debido a que Moka seguía ensimismada dentro de sí, pero… ¡Ahí fue cuando lo recordó todo!

"¡Ya me acorde! ¡La enfermera!" Grito Moka a todo pulmón, como quien hiciera un descubrimiento asombroso

"¿Moka? ¿Qué sucede?" Le pregunto una Ruby extrañada por la explosión de Moka

Pero antes de que alguien pudiera hacer nada, Moka ya se había marchado fuera de la habitación rápidamente, sin esperar a que los demás pudieran decir algo.

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Kay caminaba por los pasillos del hospital en dirección al vestíbulo principal, donde debía de estar la sala de espera y recepción, quería sacar esos papeles rápidamente e irse del lugar. Después de lo sucedido hace un par de horas no se sentía a gusto aquí, y quería marcharse rápidamente. No quería arriesgar a ninguna otra persona del hospital tampoco, puede que sus amigos supieran cuidarse, pero el mismo caso no podría decirse de las otras personas allí como los pacientes o personal médico, y él no quería presentar una situación donde este lugar resultara perjudicado. Ya había visto hasta que extremos podrían llegar esos tipos del Outcast Ayashi.

"No puedo escapar de la lucha ya. Ellos han apuntado demasiado a nosotros, y si no los detenemos de forma definitiva, seguirán insistiendo. Y yo que quería pasar desapercibido y de incognito, la primera vez que vine acá". Suspiro Kay ante su pensamiento de forma pesada cuando se dio cuenta de algo

Algo estaba mal. No escuchaba las voces de nadie a medida que se acercaba al vestíbulo principal por el pasillo. Era extraño ya que, a pesar de ser un hospital dentro de esta escuela sellada en un submundo, seguía siendo un hospital y al estar muchas veces lleno de gente, que necesitaban ser atendidos era algo normal que podría presenciar en el mundo humano. ¿Por qué entonces no oía nada? La respuesta le llego cuando llego al vestíbulo principal.

No había nadie. Silencio. Lo que podía ver era que el vestíbulo estaba vacío. Lo cual le llamo la atención y ya iba a entrar, cuando su pie hizo contacto con algo resbaloso. Al virar su vista abajo, pensó que se trataba de algún liquido extraño como café por su color negruzco y que alguien lo había derramado. Pero cuando se arrodillo para cerciorarse y coloco su mano para tomar una muestra y olerla, se dio cuenta con un escalofrió. Ese olor oxido no era otro que la sangre. Rápidamente se irguió y entrando de lleno a la sala, se dio cuenta que había más manchas negruzcas ya secas en las paredes y suelo del lugar de lo que se dio cuenta antes.

"¿Pero qué diablos paso aquí?" Pensó el chico como trato de virar su vista todos lados

"¿Se te perdió algo?" Hablo una voz femenina en un tono sarcástico

Kay solo se volvió hacia la fuente de sonido para descubrir a la vuelta de la esquina de un pasillo, a nadie menos que la enfermera Mako. Constatando por su expresión burlona, el chico ya no tenía ninguna duda de que ella era la responsable.

"La verdad que…Sí. Pero ya no hace falta tomarse la molestia, porque veo que la encontré. Tu… ¿tu hiciste esto, no es así?" Dijo Kay señalando el desorden en el sitio

La enfermera solo sonrió, pero esta vez de una forma enfermiza, con una enorme sonrisa como caminaba por la sala ahora.

"Ciertamente es así. Veraz, mi blanco eres tu…Y tus amigos. Fue lo que se me encargo, después de que nos has estado dando muchas molestias últimamente. Y me ordenaron 'limpiar' este asunto de una vez. Ese es mi trabajo dentro de la organización. Me ordenan limpiar todas esas molestias que nos perjudican." Hablaba la enfermera de un modo como si hablara de algo matutino y sin importancia como se paraba a buena distancia del chico de frente

"¿Eres de los Outcast Ayashi, cierto?" Kay no tardo tiempo en preguntarle y fue directo al grano

La enfermera solo sonrió en un tono burlón, antes de responder, "Hemos sido demasiados blandos en enviar a esos débiles contra ustedes. Ya no podemos confiar en esos, más que nada desde que tú te deshiciste de una buena parte de ellos hace cinco días. Por lo que ahora…"

"¿Piensan en enviar a los 'más fuertes' contra mí?" Kay solo pregunto en tono burlón, riéndose por dentro de la idea

"Podría decirse que sí", Respondió Mako con un ceño fruncido, "No podemos permitir que aquellas amenazas a nuestros planes y orgullo sigan vivas. Por el bien de Antítesis".

Ahora fue Kay, quien frunció el ceño ante esto confundido. ¿Antítesis? ¿De qué está hablando?

La 'enfermera' solo sonrió ante la expresión confusa del rostro del chico como hablo, "ahh. Me suelen gustar esas expresiones, las expresiones de confusión e incredulidad, cuando una persona es asesinada por aquellos en quienes creía confiar. Son algo que yo atesoro y me suelen deleitar. Sobre todo, cuando esas personas no pueden moverse de acuerdo a su voluntad, y al ver lo que han hecho, terminan quitándose ellos mismos la vida en la mayoría de casos. Es tan divertido".

Kay no necesito pensar mucho para llegar a la siguiente deducción, como hablo, "Entonces, fuiste tú la que controlaba a Moka, ¿no? ¿Tú la controlaste para que me atacara?"

La 'enfermera' tenía una expresión oscura, cruel y sádica en su rostro cuando hablo, "ahahhhhh. Si. Fui yo. Lástima que ella no pudo llevar la orden al final. Hubiera sido deleitante ver cómo te mataba, con esa expresión 'muerta' en su rostro, y el horror que tendría en su rostro cuando se diera cuenta de tu cadáver".

Kay solo apretó los puños, como entorno la mirada hacia aquella mujer, a quien ahora sentía deseos de hacer papilla, "Que lastima. Debiste haberlo hecho tu desde el principio. Porque ahora que lo sé. No hay forma de que te deje escapar de esta…Indemne".

"Ah. Eso quiero verlo intentarlo". Una vez dicho esto, Mako solo extendió los dedos de sus manos, y estos salieron disparados como látigos en dirección al chico

Kay solo se preparó al poder 'ver' todos aquellos ataques como si fuesen en cámara lenta, por lo que no le fue difícil esquivarlos, usando una velocidad igual a la del sonido. Mako se veía sorprendida por eso, aunque trato de no inmutarse demasiado.

"Vaya, puedes esquivarlos y te mueves velozmente. Realmente como dicen los informes, eres alguien a quien no hay que subestimar".

"Ahora veras que no importa cuántos trucos intentes, solo será cuestión de tiempo hasta que llegue a ti". Le respondía Kay confiado

"Veremos si sigues diciendo eso, cuando te veas obligado a pasar por encima de otros". Respondió Mako de forma maliciosa como a un ademan suyo, otras figuras aparecían de todos los lugares escondidas

Eran las personas que habían sido atacadas anteriormente por Mako, desde pacientes a médicos y demás personal médico, todos controlados por la falsa enfermera al implantarles sus fluidos dentro de ellos, por los látigos en forma de jeringa de sus dedos.

Kay solo viro la vista hacia la mujer, mientras la miraba con una expresión de repulsión por esto, "Controlar a las personas que no pueden defenderse, para que vengan a atacarme. Queda demostrado lo bajo que eres. Y como no sabrías luchar en una verdadera lucha".

"¡Silencio mocoso! ¡En una 'verdadera lucha' tu usas todos los recursos a tu alcance para obtener la victoria! ¡Es así como eliminas a tus enemigos! ¡Ser sentimental o honorable no ayudan en nada! Por algo soy muy buena en lo que hago".

Kay solo comenzó a reír en voz baja ante lo dicho, provocando que la mujer lo mirara extrañada, para después pasarlo a mirar con furia.

"¡¿De qué te estas riendo ahora?!"

"Solo de una perfecta idiota como tú. Se nota que lo único que sabes hacer es matar, pero no luchar. Que lastima". Fue lo último que zanjo Kay como una sonrisa socarrona se hizo en su rostro

"¡Que están esperando! ¡Mátenlo!" Ordeno Mako furiosa

Sus esclavos hicieron lo que les ordeno, y entre muchos, algunos armados con instrumentos médicos, tales como bisturís, porta-sueros, ¡Hasta una maquina desfibriladora! Iban arremeter contra él. Pero Kay solo se dedicó a esquivarlos a todos, sin dañar a nadie. Algunos chocaban entre ellos, o resbalaban en el suelo, pero Kay se aseguraba de que ninguno corriera peligro. Todo eso mientras se iba acercando a Mako rápidamente. Algo que la mujer se daba cuenta y preparaba un plan para contratacar, cuando se dio cuenta de algo.

"¡Kay!" Era Moka, la chica peli rosada quien avanzaba corriendo desde el pasillo hasta el vestíbulo y toparse con la escena

"Maldición Moka. No debiste venir aquí". Pensó Kay mascullando los dientes, mientras esquivaba el ataque de uno de los pacientes controlados

"¡Captúrenla!" Ordeno Mako y en un instante, Moka fue rodeada por los esclavos mientras le inmovilizaban los brazos

"¡Kya!"

"Maldición". Mascullo Kay como miro como uno de los que estaban siendo controlados, colocaba un bisturí muy cerca del cuello de Moka

Ahí Kay entendió que un movimiento en falso, y no dudarían en cortarle la garganta. Por lo que se detuvo mientras era rodeado a su vez.

"Eso fue muy sencillo. Ahora, ¿Qué debería hacer? Quizás ordenar cortarle la garganta a la chica sea una manera de hacerte sufrir, ¿no crees? Aja jajá". Mako solo sonreía ante la escena, creyéndose dueña de la situación hasta que Kay hablo

"Moka, quédate quieta un momento".

"¿Qué?" Decía confundida la falsa enfermera Mako

"¿Kay?" Inquiría Moka extrañada

"¿Confías en mí?" Le pregunto Kay a la chica

"¡Por supuesto!" Le respondió la chica sin dudarlo

"Oye, ¿Qué es lo que tu…?" Antes de que Mako terminara de decir algo, Kay procedió a hacer la siguiente acción

En un momento Kay solo tuvo que mover su mano izquierda, dando una vuelta de 50° de un extremo a otro, terminando su mano desde su cadera hasta por encima de su hombro derecho. Esa acción había desconcertado a Mako, cuando se dio cuenta que el chico tenía algo en su mano, algo que brillaba.

Fue cuando el bajo su mano, que mostro lo que sostenía, era el rosario de Moka.

"Ahora sí", Kay decía como volteando a la 'enfermera' le hablo, "Comienza a temblar".

Fue cuando una explosión de luz roja carmesí, se hizo ver desde el lugar donde estaba Moka. Aquella explosión de energía, también lanzo lejos a los esclavos que tenían custodiándola mientras figuras de murciélagos negros espectrales se hacían presentes donde antes estaba la chica. En un momento, la figura de Inner Moka se hizo presente, sobresaltando a Mako, quien pudo sentir por sus huesos todo el poder descomunal de aquella chica ser liberado.

"¿Has tenido dulces sueño Moka?" Le preguntaba Kay en tono sarcástico

"Ohm…Cierra la boca, no sé ni para que me despertaste. Esto no es algo que no puedas encargarte tu solo". Hablaba la vampiresa en su típico tono arrogante y de clase alta

"Pues sí, pero me imagine que querrías tomar venganza personalmente de aquella que te ataco, te apuñalo y te controlo a la fuerza para que me atacara. ¿No crees que ella merece una retribución?" Le pregunto Kay con un dejo de malicia

"Oh, sí. Eso sí me gusta", Moka decía como mostraba una sonrisa ancha, la cual reflejaban sus colmillos y que daban un aspecto sediento de sangre, hizo enviarle escalofríos al cuerpo de Mako

"¡¿Que están esperando?! ¡Ataquen!" Ordeno Mako a sus esclavos controlados

Y así hicieron, solo que esta vez, Kay no se contuvo tanto, limitándose a lanzar puños y patadas, para poner fuera de sí a los controlados, e Inner Moka solo procedía a deshacerse de ellos, como si fuesen bichos pegajosos con sus típicas patadas, aunque a bajo nivel. Kay y Moka iban acabando de poco a poco, con los esclavos bajo control, como iban acercándose cada vez a Mako, la cual asustada, procedía a atacar con sus dedos convertidos en látigos.

Pero para Kay estos no representaban problema alguno como esquivaba los ataques, moviéndose a una velocidad igual a la del sonido, por lo que Mako no tenía certeza en poder acertarle. Furiosa por esto, intenta atacar de forma indiscriminada, incluso si eso termina lastimando aún más a las personas controladas por ella. Muchas terminan cayendo al suelo, al ser cortadas de forma brutal por los látigos de la enfermera en un frenesí de rabia. Pero eso termina cuando Kay atrapa cuatro de estas mismas entre sus manos.

La enfermera no sabía lo que iba a hacer, cuando Kay procedió a congelar los apéndices, y después partirlos como si de cristales se tratasen. Mako grito de dolor como retrajo sus dedos izquierdos, y en un ataque de furia ciega, lanzo otros de sus apéndices de sus dedos de la otra mano, hacia el chico, pero Kay solo eludió los ataques, como estos pasaron de lado de él, directo hacia Moka. Pero Moka, al poseer los sentidos más finos entre los ayashi, no le fue difícil el detener y atrapar con sus poderosas manos aquellos molestos apéndices, los cuales retrajo contra sí misma, mientras atraía a Mako hacia ella.

Viendo el error que cometió al subestimarla. Mako intenta retraer sus dedos y huir, pero el agarre de la vampiresa es fuerte.

"¡Es hora de que pagues por lo que me hiciste! ¡¿Atacarme y convertirme en tu esclava?! ¡Cómo te atreves criatura inferior! ¡Conoce tu lugar!" Rugió Moka como con gran fuerza, hizo atraer a la enfermera hacia ella

Mako no pudo defenderse cuando Moka la arrastro hacia ella, y sin previo aviso, Moka estampo una fuerte patada derecha debajo de su quijada, volándole los dientes y haciéndola escupir sangre, con la suficiente fuerza como para estampar su cabeza en el techo y caer al suelo, pero que aun en el aire, Moka no le dio ninguna oportunidad, como le estampo otra patada fuerte en el abdomen que la mando a recepción, donde destruyo el pequeño establecimiento, derrapando polvo, escombros, papeles, partes de teléfonos y demás objetos.

La batalla había terminado.

Las personas controladas por la falsa enfermera, de inmediato cayeron al suelo inconscientes pero libres del control de la mujer.

"Bueno, parece que todo ha terminado". Hablaba Kay como se cercioraba que las personas inconscientes estuvieran bien

Un rápido chequeo mental a algunas de ellas, comprobaba que el control mental sobre ellas había sido destruido.

"Si. Al menos tuve la oportunidad de vengarme. Pero bueno, supongo que no hace falta hablar más". Dijo la chica volteando a ver a Kay quien suspiro

"¿Qué quieres saber Moka? Hay cosas de mí que me gustan mantener escondidas, no por mala voluntad. Si quieres saber porque soy tan fuerte…Bueno, podrás comprobarlo un día de estos cuando decidas entrenar conmigo". Le dijo Kay de forma sarcástica guiñándole un ojo

Para su sorpresa, Moka solo sonrió de igual forma mientras respondía, "En realidad, al igual que tú, hay cosas de mi que no le mostrado a nadie más, cosas que hasta he olvidado como ya sabrás. Por algo la otra Moka te ha contado casi todo de mí, y tú a ella. Aunque presiento que no es todo. Igual no es lo que me interesa. Ya que yo también guardo mis secretos. Pero eres poderoso para ser detective espiritual. Y no es como si eso fuese raro, pero sigue siendo curioso. ¿Por qué cosas habrás pasado para obtener ese poder? Ya que los humanos que obtienen tal poder, he aprendido que pasan por un infierno de pruebas para obtenerlo, a diferencia de nosotros que nacemos con ese poder".

"Bueno, como tú dices, hay secretos dentro de nosotros que no es mejor contar". Le respondía Kay

"Si, tienes razón," Moka termino esta vez con una sonrisa sincera, a diferencia de la anterior, lo cual desconcertó un poco más a Kay, "Igualmente, espero aprender más de ti un día. Quien sabe, ¿Lo del entrenamiento juntos sigue en pie? Tengo ganas de probarme contra ti".

"Claro, cuando quieras". Le respondió Kay seguro de sí mismo

"Sera divertido cuando llegue ese día". Así pensó Kay con desconocimiento de lo que se iba a encontrar ese día

"Bien, entonces". Moka solo extendió su mano derecha al chico mientras volteaba a ver a otro lado

Kay no tuvo que pensar mucho para entender lo que quería, su rosario de vuelta. Pero decidiendo que no quería una despedida fría. El no dudo en tomar de la mano de la chica con su propia mano derecha.

"Q-que…idiota, te pedía que me devolvieras el rosario de vuelta".

"Lo sé. Pero no quería dejarte ir sin decirte un par de cosas. Gracias, de verdad. Por haberme ayudado a regresar a mis sentidos cuando estaba transformado en Ghoul. Si no fuese por ti, hubiese estado perdido".

"No exageres, ya agradeciste a la otra Moka. Además, yo era a la idea de matarte en primer lugar", Respondió la chica en un aparente tono frio, solo para ocultar el pequeño rubor que tenía por sus pálidas mejillas

"Pero no lo hiciste, en vez de eso peleaste por mí. De verdad estoy agradecido. Aunque ya le agradecí a la otra Moka, lo cierto es que a ti quien debo agradecer personalmente". Respondía Kay sinceramente con una sonrisa sincera

Ambos solo se quedaron viendo el uno al otro a los ojos, como si estuvieran estáticos y fuesen ellos dos en el mundo. No se sabía porque es que, de un momento a otro, parecían recortar distancias y se iban acercando cada vez más. Sus rostros cada vez más cerca, aguantando la respiración entrecortada, mientras ambos parecían querer unir sus labios.

Pero aquel momento fue interrumpido por un gruñido, que hizo a ambos separarse. Al voltear se encontraron con la figura de Gin Morioka y Ruby Tojo, observando todo desde el pasillo de entrada, habiendo sido atraídos por el ruido de la anterior batalla. Ruby tenía el rostro sonrojado y avergonzada, mientras que Gin, quien había interrumpido aquello, observaba con amargura y celos aquel intercambio entre los dos.

Moka y Kay solo se separaron sonrojados, como el chico le paso el rosario a la chica, y esta procedió a volverlo a conectar a la gargantilla en su cuello para volver a su otra forma. Antes de irse, Inner Moka le mando un guiño a Kay, quien solo sonrío en respuesta. Como la figura de Outer Moka se hizo presente, casi cayendo al suelo, pero siendo detenida por Kay en el trayecto, descansando entre sus brazos. Moka en ese momento no quiso levantarse, queriendo estar entre los brazos de el por más tiempo. Como si se sintiera más segura y protegida entre ellos.

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Kiria Yoshii caminaba por un pasillo desconocido desértico, a una habitación con una gran puerta grande, que al abrirla dejo entrever una habitación oscura. Con solo un escritorio al fondo y una figura sentada allí, protegida entre sombras. La única luz que podría verse, era por la luz de luna en aquella noche como se denotaba, filtrándose su luz en parte a la habitación, pero no lo suficiente para dejar ver el rostro de quien estuviera sentado allí. Kiria entro cargando lo que parecía ser una enorme bolsa negra.

"Entonces, ¿Es cierto? ¿Mako ha fallado?" Pregunto la figura desde el escritorio mientras se acomodaba sus lentes, lo cual era lo único en que la luz de luna podía filtrarse

"Desgraciadamente, así es. Ella ahora está bajo jurisdicción del director de la escuela, por lo que será difícil llegar a ella, pero eso no es el problema". Mencionaba aburrido Kiria, como si tuviese que dar un pesado informe

"Lastima, era una buena limpiadora. Pero no es importante, ¿Qué es eso que arrastras?"

"Es algo que encontré hace unos días, de lo que quedo de la lucha entre Midou y sus compinches contra el grupo del Club de periódico. Honestamente no quedo nada de ellos, pero ellos habían tirado esto a la basura. Quizás sirva de algo enviarlo como conejillo de indias, ¿Qué dices?" Kiria destapa una parte de lo que había en la bolsa negra, dejando ver una figura, la de un cuerpo en descomposición

"Saizou Komiya, ¿eh? Tengo entendido que era bastante inútil".

"Pero, por otro lado, lo que quedo de él, aún puede servir. Podemos dejar que los altos mandos se encarguen de 'mejorarlo'. Ya que, si su odio hacia Namura y sus amigos es grande, aún puede quedar algún vestigio dentro de lo que fue este pedazo de inútil, para que al menos después de la muerte, siga sirviendo para algo, ¿no crees?"

"Mmmm…Puede ser. Además, el doctor Ichigaki, necesita nuevas muestras por lo que según me han contado. Bien, envíaselos tan pronto puedas antes de que termine de dañarse".

"Así se hará, jefe".

"Bien, también debemos poner en marcha nuestro plan, antes de las fiestas de Halloween. Debemos deshacernos de ese molesto grupo del Club de periódico antes. Nos han presionado mucho los de afuera para ello".

"No se preocupe, ya veré como me encargo yo de ello". Respondía Kiria con una sonrisa maliciosa

"Bien. El tiempo para que nuestro plan se realice es poco. Y cuando lo hayamos hecho. Si todo sale bien. Construiremos un bello mundo, uno nuestro que nos pertenezca, uno parecido a un cuento de hadas. Si, un maravilloso cuento de hadas en el mundo humano. Ya que los cuentos originales de 'hadas', no se suponen que son oscuros y tétricos, ¿cierto?"

Fue lo último que termino el sujeto con una sonrisa maliciosa, seguida por la de Kiria.

FIN DEL CAPITULO