Después del evento del último torneo Kof K team junto a Whip, Foxy y Diana, por exigencia de Kula, ya habían montado todas las atracciones y todos empezaron a comer. Kula, Whip y Foxy decidieron comer helado. Mientras K estaba sentado con expresión seria en su rostro, mientras que, por alguna razón, Maxima y Diana se habían ido.

-Bueno, Kula, mi niña, ¿te divertiste hoy?

-Sí, Foxy, Kula está feliz de ir al parque de diversiones.

-Dime, Kula, ¿cómo te fue haciendo equipo con Ángel y Krhonen?

-Ángel sigue siendo una mujer mala, pero, Krohnen es buena persona, además, darle a Kula el dinero para helado y venir aquí al parque de diversiones.

-Vamos, Kula, como describes, creo que conseguirás que Krohnen se enamore de ti y sean pareja. El año siguiente, seréis equipo de nuevo.

-Whip, me voy a dar un paseo a ver si encuentro a Maxima.

-Vale, K.

K se fue caminando, pero, no para encontrar a su amigo Maxima, sino que, estaba furioso. La razón, según él, era Krohnen, pues, al oír todo lo que Kula dijo de él, le enfermaba. Pero, oír de su propia hermana que Kula le podría gustar a Krohnen, le revolvía el estómago, le daba asco. La razón era que estaba celoso. Sí, K amaba mucho a Kula desde que la salvó en el 2001. Con el paso del tiempo, al vivir juntos, el sentimiento creció más y más. Al fin, Kula cumplió 18 años. Pero, su orgullo se lo impedía y ser tan frio, también se lo impedía.

-¡Estúpido Krohnen, nadie se acerca a mi princesa!

En eso, K ve a Maxima y Diana, bebiendo del mismo refresco con dos pajitas y va donde están.

- ¡Vaya! ¿así que por esto fue que nos dejaron solo para ir de parejita feliz?

Maxima y Diana estaban rojos por el comentario del peliblanco.

-¡Cállate, amargado, antisocial!... ¿qué haces tú por aquí?

-Solo paseaba. Bueno, voy a seguir con lo mío.

-Sí, vete, porque no puedes ser como Krohnen. Sin duda, él no sería tan pesado, si Kula lo trata bien, será que es mejor que tú.

Al oír eso, K se dio la vuelta con cara de furia, fuego en sus ojos y encaró a Diana.

-¡¿Que dijiste, vieja?!

-¡Viejo tú, porque eres quien tiene canas y si dije la verdad, te fastidias tú solo!... ¡eres un amargado y Krohnen es mejor que tú, te aguantas!

K le da un golpe a la mesa, partiéndola a la mitad, mientras se iba furioso, dejando a Diana medio asustada y a Maxima negando con la cabeza.

-Sin duda, Diana lo enfadó. Sin duda, K estaba celoso que alguien más le robara a Kula -pensó en serio, Maxima-.

K ya estaba llegando a su límite de paciencia hasta que vio el juego golpear el mazo y vio entre los premios, un oso de peluche. Sabía que si ganaba, Kula sería feliz. Así que, decidió jugar y a la primera, acertó de lleno, ya que, su golpe dio a la campana.

-¿Qué premio quiere, señor?

-El oso de peluche.

K fue a buscar a Kula. Le dio el oso de peluche, lo que le encantó a Kula, que abrazó a K, siendo correspondida.

-Kula, dime algo, ¿a ti te gusta Krohnen?

-¿Eh?...

K sintió una gran felicidad en su interior, al saber que su princesa no quería al ex Nest. Así que, fueron corriendo a una atracción especial y se detuvieron, bueno, más bien, K llevó a Kula de la mano. Kula al ver la atracción que eligió K, se sonrojó mucho: era el túnel del amor y vio a K sonreírle de forma cariñosa, algo que Kula lo veía más tierno a sus ojos y vieron de sorpresa a Leona y Ralf sonrojados y agarrados de la mano.

-¡Vaya! ¿a quién me encuentro? si son K y Kula. Parece, al fin, que el amargado tendrá novia -dijo en tono de burla, el militar-.

- ¡Uh! entonces, ¿no les importa qué diga al comandante Heident que su hija adoptiva y su sargento estuvieron aquí? al parecer son una pareja secreta – dijo devolviéndole la burla, el moreno-.

-¿Qué dices? -dijo la pareja ultra roja-.

-Bueno, en primer lugar, ambos seguís de la mano y dos, Ralf, deberías quitarte la marca de pintalabios de tu boca de tanto besar a Leona.

La pareja ya echaba humo por la orejas y estaban ultra rojos que se marcharon corriendo, aún agarrados de la mano. K y Kula esperaron su turno y se subieron a su barco y entraron al túnel.

-Kula, hay algo que quiero decirte desde hace mucho tiempo... tú... me… gustas -dijo con dificultad, el moreno-.

-K, yo también te quiero.

Al oír eso, K agarra el mentón de Kula. Ambos se miran a los ojos y se dan un apasionado, pero, tímido beso hasta que se separan por falta de aire.

-¡Te amo! –dijeron, al unísono-.

Al bajar de la atracción, se fueron agarrados de la mano y subieron a más atracciones. Hasta que llegó la noche.

-Kula, creo que ya debemos volver.

-Sí.

-Pero antes, Kula Diamon, ¿quiere ser mi novia? –dijo con una mirada amorosa, el peliblanco-.

-Sí quiero, K.

K y Kula se besan amorosamente y tras un beso de 10 minutos, se separan y se van juntos en busca de los demás, para contarles la noticia de que son novios.

Fuego y hielo son tan distintos, pero, a la vez se complementan tan bien y nadie los separará del otro.

Fin.

Nota del autor:

Espero que les haya gustado mi historia. Estaré al pendiente de sus comentarios y apoyo.